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De una a otra Venezuela Ramén Espinasa y Bernardo Mommer * Larenta petroiera permitié un aumento inmediato y simulténeo de Jos niveles de consumo y de la inversion, sin” desarrollo previo de la productividad. * Pérez Alfonzo identificaba dos movimientos hacia fines de la década de los sesenta: la transferencia de la renta petrolera al sector privado, y la transferencia de recursos al exterior. * Por primera vezenla - Venezuela petrolera tenemos un Estado relativamente pobre frente una burguesia enormemente enriquecida que impone asi su dominio. * Los idedlogos del nuevo proyecto atacan con una agresividad poco usual a cualquier proposicién que plantee estimular el mercado interno. * Aun en el mejor de los casos, el ingreso por habitante de comienzos de esta década no se recuperard sino en el transcurso de la primera década del siglo XXI. De Una a Otra Venezuela es el titulo de una coleccién de articulos periodist- cos de Arturo Usiar Pietri publicada en 1949. Una Venezuela, la del pasado, que «tha dejado de serirremisiblemente lo que fue antes dalppetr6leo: un pais agropecua- rio, de vida modestay posibilidades limita- dass; la Venezuela del presente, «paré- sita del petréleo, estéri y transitorian; y otra Venezuela, la del futuro, de la cual «nadie sabe lo que puede ser», Paro «de ‘| una aotra Venezuela debe ir la angustia creadora de los venezolanos. De una a o- tra Venezuela, de la que no es a laque de- besser...»(1).Paralafecha de publicacién de estacoleccién elpals se encontrabaen pleno desarrollo de lo que nosotros lama- ‘mos hoy el capital rentistico; y la transi- ign de la Venezuela agro-exportadora a esta Venezuela petrolera rentista fue ol tema central de todos los escritos econd- micos de Arturo Uslar desde 1936, Cincuenta afios mas tarde estamos vi- viendo la transicién de la Venezuela ren- tista ~cominmente denominada la Vene- zuela petrolera— a la Venezuela post-ren- tista, coménmente denominada la Vene- Zuela post-petrolera, Ello nos permite ha- cer ya un balance de lo que fue aquélla y teflexionar entonces sobre las implicacio- ‘nes que trae aparejado su fin, tan temido y anhelado. 1. DELA VENEZUELA ‘AGRO-EXPORTADORA ALLA VENEZUELA RENTISTA Son harto conocidas las condiciones de atraso y estancamiento secular de la Venezuela agro-exportadora en los mo- mentos de irrumpir entre nosotros el pe- {rdleo, sector moderno de excencional di- namismo en el capitalismo contempora- | neo. Lacrisis mundial de fines de los afios Veinte asesté un durogolpe ala Venezue- laagro-exportadoraalcontraerselos mer- cados de sus. productos principales —et ccalé y el cacao~ en una situacion de so- breoterta de los distintos productores. En ‘cambio, la demanda de petrdleo apenas conocid unos pocos afios de estanca- miento, para luego reanudar su extraordi- nario crecimiento que la caracteriz6 a lo largo de este siglo y hasta muy reciant monte. Encitras: entre 1920y 1933 las ex- Portaciones tradicionales cayeron de Bs. 168 millones a72 millones; las exportacio- nes petroleras, en cambio, crecieron de Bs. 3 millones a 539 millones. El petréleo no era ni producido ni con- sumido por los venezolanos; por esta ra- 6n los gobernantes de entonces vieron uha sola posibilidad para que aquél bene- ficiara la economia nacional: hacer valer lapropiedad nacional sobre el recurso.na- tural, utilizandose el petrdleo como fuen- te rentistica. Como tal, el petréleo adqui- 1i6 de inmediato una importancia extraor- dinaria; asi, ya para 1933 su participacién directa e indirectaenlosingresos fiscales, puede estimarse en un 43%. Bien pronto la simple coexistencia de la Venezuela agro-exportadora y la Vene- zuela petrolera rentista se iba a convertir en contradiccién antagénica. En enero de 1934 los EUA redujeron el contenido oro del délar en un 40%. En Venezuela la prosperidad fiscal, las reservas y una ba- lanza de pagos siempre superavitariagra- cias al petréleo, ponian al pais -libre de toda deuda- en una posicién de poder de- cidir, sin-presién econémica alguna, si convenia 0 no devaluar también al boli- var. Los voceros del sector agro- dor tradicional reclamaron desespé ‘mente la devaluacién del signo monetario nacional para mantener compatitivas sus ‘exportaciones en los mercados interna- cionales; ya duramente golpeados por la ccrisis, no podrian resistir, por ahadidura, a una sobrevaluacién del bolivar. Empero, elcapital comercialy bancario adopté una posicion diametralmente opuesta: hacia énfasis en el hecho de que las compafiias petroleras tenian altos gastos en boliva- res y, porlo tanto, al no devaluarse el sig- no monetario nacional, tenian que au- mentar sus erogaciones en délares beneficio del pais. Efectivamente, ‘maba la ganancia neta de ingreso nacio- ‘nal, por iano devaluacién delbolivar, en el orden de los catorce millones de délares, Jo.que equivalia al valor bruto.de todas las ‘exportaciones no petroleras de 1933. La renta captada por el mecanismo de la so- brevaluacion era significativamente ma- yor al ingreso que pudiera esperarse, ain ‘on al mejohde los casos, de un aumento futuro y en 6! muy largo plazo de las agro- ‘exportaciones. El signo monetario vene- zolano caso Unico en América Latina~ ‘no {ue devaluado; por el contrario, su pa- ridad-oro pasé de Bs. 5.18 pordélar a Bs. 3.06. En consecuencia, el incipiente capita- lismo venezoleno se iba aservirde la ren- tapetroleracomo fuente principalisimade acumulacién, lo que dio lugar aun novist- mo modelo de desarrollo: el capitalismo rentistico. 2. EL CAPITALISMO RENTISTICO Elcapitalismo rentistico se caracteriza porlaflagrante contradiccién entre él sus- tantivoy eladjetivo; pues larenta delatie- rra constituye una categoria no capitalis- uso, anticapitalsta. Ella era y es producto de las trabas y restricciones que impone el Estado propietario del recurso natural al capital, cobrandose un peaje para porinitir. una explotacién siempre restringida. Cada pals afectado actu en tn principio a nivel individual y, eventual- mente, con el desarrollo de la conciencia de palses torrateniontes, duefios de un mismo recurso natural, actuarian en for- ma coordinada internacionalmente (la O- PEP). Elobjetivo era obstaculizarel desa- rrollo de las tuerzas productivas a nivel mundial, para cada pais duefio del recur- ‘50 estar en condiciones de exigir la mayor Tenta internacional por su explotacién. Empero, ello sucedié con la intencién de- clarada de destinar los recursos asi obte- 08 al desarrollo acelerado de las fuer- as productivas nacionales. La contradic- Cién sefialada se presenta asi, primero, como una contradiccién externa, entre el desarrollo econémico nacional e interna- ional. Sin embargo, en la medida en que se alcanzaron, efectivamente, mayores niveles de desarrollo, esta contradiccién se convirté en interna: tistico, cumplida su misién histérica al ha- ber servido la renta de fuente de acumu- lacién originaria, tionde a repeler su adjo- tivo al convertrse la renta en un estorbo para el desarrollo del capitalismo ya ma- duro. Con la sobrevaluacién del bolivar y ol aumento subsiguiente de la renta petrole- ra, elpais estaba disponiendo de un oxce- dente econémico extraordinario, no pro~

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