‘Variedades
Psicologia del genio: la juventud de Taine
I
El hermoso libro H. Paine, sa vie et sa correspondance (1), puede
ser Jefdo de dos maneras distintas: como una novela, como una obra
literaria de la més fina psicologie, sin pensar en el Taine que la es
-eribe, 6 bien como un libro casi todo él escrito por el propio Tae
los veintitantos afios de edad, antes, claro esta, de haber Megado 4
ser quien fué, uno de los primeros escritores franceses del siglo x1x,
que, como dice M, Monod, imprimi6 las huellas de su influjo en todo:
~
¥ de tas dos maneras resulta el litro interesante, digo mal, intere-
Santisimo. Como obra literaria, de invencién novelesca, artistica, que
podria atribuirse 4 un gran literato (filésofo), seria sietnpre una obra
ameva, entretenida, sugestiva en grado sumo, de lus que invitan 4
pensar, y 4 la vez suscitan el puro gice estético. Seria en este caso
Ja historia viva de un alma joven “en un liceo, primero; luego en la
Escuela Normal de Paris; mds tarde en provincia, jy qué provineia!
en Ja provincia francesa de los primeros dias del segundo Imperio,
€n.la cual se dejaba sentir con fucrza aplastante el influjo asolador de
in medio seto, antipatico, unido 4 la aceién molesta, deprimente, de
una politica capaz de torcer las tendencias ideales de cualquier es-
pirita entusiasta, como éste no estuviese tan templado, tan bien
templado, y no fuese tan soberanamente original y faerte como el
del personaje imeginado por el gran escritor, que en mi hipdtesis
-supongo.
W) Un vol, 872 nags.: Par's, Inehette y Comps, 4902.
Les Maite de Phistoire; Renom, Taine, Michelet, pig. 407.
(@) Sorel (ucesor de Taine en la Avidomia francesa}. Discurso de veeepeién en
sta,— 616 = Ss ARCHIVOS 1 rotgeeaTeoe
Si la obra no fuera de quien és, seria siempre, habria que pensarla,
no Ia labor distraida y fragmentaria de quien en efecto Ja escribig,
sino ef engendro admirable de ian artista, de um literato y de un pew
dagogo, todo en una pieza, y todo de: primer orden.
‘Tomado el libro de Ja otra manera, naturalmente, es ain m8 inte
resante; porque @ todo lo que hace reflexionar, hasta por sugestiGa
iwitativa, en razén del ejemplo de pensador que el autor oftece =
cada pagina, como obra aparte, por si, sin acordarse del héroe real,
= hay que sumar la considéracién de que el drama intimo, drama sia
episodios ruidosos, sin aparato escénico, drama d-l alma, que Inche
en silencio por salvar su dignidad moral, su inclinacién, sa guste
propio, su ideal personalisimo, del naufragio 4 que le arrastran les
contrariedades opuestas por ¢l medio imbécil, los prejuicios de una
sociedad decaida, fué un drama historico, verdad, en el que hubo de
formarse el insigne autor de tantas obras. inmortales.
ee El estudiante notalile de la Escuela Normal, 4 quien Julié Simém_
Hamaba cun espiritu distinguido que tarde 6 temprano hard honor @
Ja Escuela, con publicaciones de un orden serio; desde el principio de sus estudios, se siente fildsofo, y
filésofo fu, aun en sus grandes obras histéricas: Spinoza y Hegel fue-
Ton sus autores @n Ja juventud. Pues bien: Taine, que equiere ser
filsofox: To dice él mismo, je views etre philosophe (2), tiene que lu-
char con verdaderos obstaculos exteriores, qne vienen de mil partes,
para salvar esta su vocacién intima, y la salva, sin duda, pero ha.
biendo tenido que Hevar su filosofia por senderos que no eran los que *
acaso apetecia seguir en sus allos de aprendizaje.
IY qué bien veia el estudiante el conilicto entre su ideal y les exie
gencias del formalisma especial y aun social! «Es en verdad cosa bien
extraiiz Ja vida humana, decia en 1549. Tanto trabajo, tantas tristezas,
disgustos, coacciones, para llegar ¢4 qué?.... Repetir tedas los anos el
mismo curso, vivir con nifios 6 jévenes, encerrarse en wn programa
sfijo, no poder profundizar en nada, no poder aventurar nada en mate-
via de opiniones en una clase... ser _mezquinamente retribuido: he
abi el profesorado (8). ¥ esto cra para él lo menos esclayo. Porque
Taine, pobre, queria vivir libre y dedicar su vocacién con entera liber-
tad Io suyo. «Si yo quisiera suftir un examen a ocupar una catedra,
no tendria nécesidad de fatigarme demasiado: me bastaria una cierta
Provisién de lecturas y una inviolable fidelidad 4 la doctrina del
hiaestto; pero como primero me arrojarfa un pozo que reducirme
fan silo 4 un officio... yo quieto una instenccién completa (#).s Pero
Ja dificultad estaba para él, como para cuantes como él quisicran sale
var su vocacién, su inclinacién tacional, que es de lo mas respetable
€itreductible del sér moral, en que el medio le ayudase, no s6lo con
lapoyo deunasolucion econémica decorosa, sino, y sobre todo, con
Jas condiciones favorables al desenvolvimiento de sus aspiraciones
intimas.
YX menos mal, mientras estuvé Taine en la Escula Normal: las con-
trariedades venian de la estructura general de Ia sociedad, de las exi-
Bencias, en cierto modo notmales, aunque inaguantables, de Ja orga-
zacidn de la enseflanza. El conflicto estallé con mayor fuerza después
del fracaso en la agregacién, y luego que Taine Weg6 A ser mas 6
menos sospechoso 4 los ojos de las gentes del golpe de Estado. Tavo
qine irse 4 Nevers y sufrir el terrible aislamiento, 1a soledad glacial
(0) Patospive de H, Tain, nig. 2
2) We Baine, wee, be, pg 26
(3) Pig. 60,
4) Pig Bi.= a Ancarros pg
de una poblaciGn de provincia, sin vida intelectual, sinatractive steal
¥ ademds, 4 causa de ciertas disposiciones oficiales, se vio obligets
4 abandonar la preparacién filostfica, para ditigir su atencién = Sar
estudios literarios. Era preciso buscar una posicién, hipotecsr ae:
parte minima de Ia libertad—joh Jey del salariol—para poder view =
filosofar, ‘
Afortunadamente, Taine se repone. Vuelve al trabajo, persiste; atm
espera seguir por entero su vocacién, y cree encontrar su apoyo ef Ie
enseanza; pero al fin, ya hemos visto lo que tuvo que hacer. Verded
€s que el profesorado, en aquellos momentos al menos, no era la oom
pacién mds 4 propdsito para un aspirante é sabio, a flésofo, verde:
dero hombre de ciencia; son aquéllos los instantes en que hay em te
enseflanza, dice el propio Taine, aun abaissenient universel (3).
— 7 =
% Cuanto adguieras en la escuela te serd perjudicial: cono-
cimientos, distincion de espiritu, opiniones personales, juicio libre so-
bre vcualquiera. Al fin comprendo Ja gran frase de M. de Talleyrand
sNayez pas de zéle» El verdadero profesor es un fésil que habla,
que no sabe una palabra de se siglo.... (32—ADOLEO Posapa,
La moral sin Dios
Envel Congreso Internacional del Libre Pensamiento celebrado en
Paris en Septiembre, ppdo. Mr. Ferdinand Bujsson leyé un interesante
informe sobre los fundamentos de una moral ajena 4 toda idea reli-
giosa, +
He aqui Jas conclusiones scmetidas al congreso y votadas por una:
nimidad; rs
sConsiderando que toda moral Ia cual se base en las creencias reli-
glosas, por grandes que hayan sido los servicios que prestara en
el pasado, choca en nuestros dias con la invencible resistencia de
Ia taz6n y de la coneiencia;
Resistencia de Ja razin en cuanto que no es posible conseguir
de un hombre capaz de reflexién, ni la obediencia 4 una autoridad
que pretends ser infalible, y que sin embargo, se ha equivocado
como todas las demas autoridades humanas, ni su conformidad a un
dogina pretendidamente inmutable y que no ha cesado de variar, ni
sa fe en hechs que se quiere hacer pasar por sobrenaturales y que
carecen manifiestamente de autenticidad;
Resistencia de ta conciencia, por cuanto ya no es posible que un
hombre esclarecido por 1a experiencia de los siglos se dé por satisfe-
cho con un ideal morat que impénele el bien como mandamiento y
gre lo mneve por medio de méviles interesados;
Considerando que toda moral basada sobre cualquier metafisica su-
Done todavia un resto de doginatismo irracional, puesto que ella, 4
fin de edificar una concepeién general del universo de Ja cual hard
depender la conducta de los hombres, tiene la obligacién de sobre-
Pasar los limites dé Ios resultados actualmente alcanzados por las
cicneias positivas,—de suplicla experiencia con la hipstesis 6 la gene-
ralizacién apresurada, y de completar prematuramente las verdades
cientilicas con las consideracianes ¢ priori;
Considerando, ademas, que no hay lugar para distinguir Ja morab
te6rica de Ja moral prictica; :
Que para establecer cientificamente una moral tedrica, es decir una
Ciencia de las leyes qne rigen las acciones humanas, se haria necesa-
tio emprestarse los elementos de las ciencias sociolégicas, que evi-
dentemente, estin lejos todavia de su constitucién definitiva;
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