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EL ESPIRITU DEL CAMBIO

Saber que para sanar hay que moverse, gritar, patalear, llorar, contactar con el
dolor. Saber que la nica persona que puede hacer ese trabajo es uno mismo.
Algo se mueve dentro, una necesidad interna de cambio. La necesidad de
individuarse, de volverse uno. De despegarse del padre interno, de la madre
interna, de los mandatos familiares, de soltarlos. De despegarse de la razn
como forma de vida. De empezar a creer. De empezar a crear. De empezar a
cambiar la historia. De dejar de hacer predecible la historia. De empezar a
escribir la propia historia. De dejar de que otros la escriban por uno.
El espritu del cambio empieza buscando. Sabe que para sanar hay que
moverse, gritar, patalear, llorar, contactar con el dolor. Sabe que la nica
persona que puede hacer ese trabajo es uno mismo.
La resistencia, la negacin y la crtica son tpicos mecanismos de defensa
contra el espritu de cambio. Hay quienes se escudan en la razn para no

contactar con el dolor. Estn los que sienten tanto miedo, que pueden llegar a
negar cualquier dolencia. Y no faltan los que critican cualquier forma de
sanacin, incluso antes de haberla probado.
No hay un camino, una escuela o un movimiento, un psiclogo, psiquiatra o un
chaman con el que arrancar. Todo puede ayudar.
Maneras de alejarse del verdadero ser, es decir de no contactar con los
verdaderos traumas, hay miles, millones. Maquillajes que pintan la cara de
felicidad se consiguen por todos lados, aunque no dejan de ser maquillajes.
Si no tengo consciencia de la mala persona que soy, del dao que le hago a los
dems, si tengo una desagradable relacin con mi familia, con padres y
hermanos, la meditacin no servir para nada, una consulta a la astrologa o al
tarot, menos.
El espritu del cambio lleva a desnudarse, enfrentarse con la propia cara sin
mascaras, a confrontar con la propia sombra, a soltar el pasado que esta ah
retenido y que no deja crecer.
Las soluciones mgicas no existen, aunque el afuera se puede volver mgico
cuando realmente se cambia por dentro.

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