Está en la página 1de 1
| | | Lee el texto y después contesta las preguntas. El zorro y el cuervo Con sus negros y legariosos ojos, el cuervo observaba al zorro que se hallaba en el. elo, alla abajo. Lo miré saltar una y otra vez al drbol en que él estaba posado, chillando desaforadamente. Los demds cuervos graznaban alarmados, desde las ramas altas, hasta que aquel clamoreo Ilené los aires. Pero el cuervo negro callaba, porque sujetaba con fuerza en su pico un gran trozo de queso amarillo. Cuando el astuto zorro comprendié, por fin, que no podria alcanzar el queso del cuervo, traté de obtenerlo de algtin otro modo. —iMi querido, mi queridisimo cuervo! —le dijo suavemente—. iOh, beldad del bosque! iTu fuerza es mayor que la del dguila de anchas alas, tu vuelo tiene mds gracia que el de la golondrina, tu reluciente plumaje negro brilla mas que el del pavorreal! iLéstima que, aunque tienes todos esos dones, Ia naturaleza se haya negado a darte una voz! Los negros ojos del cuervo habian centelleado de alegria ante la adulacién del zorro, pero sus Uultimas palabras lo irritaron. éQué queria decir al afirmar que no tenia voz? —Quizas esto ultimo sea falso —dijo el zorro en tono amistoso—. Puede ser que el envidioso ruisefior haya difundido esa mentira para desterrar del bosque la tinica voz que puede superar en belleza ala suya. Ojala quisieras cantar, aunque sdlo fuese unas pocas notas, hermoso cuervo, que me permitieran oir la musica de tu cancién.

También podría gustarte