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AJEDREZ : BELLEZA Y PASION Muy poco revelan el tablero y las piezas, de las aventuras que estan esperando al jugador. Sin embargo, apenas efectuadas las primeras jugadas, la armada de madera se despierta a una vida magica. El jugador pasa a sus piezas y entra en una jungla, llena de lineas poderosas, que corresponden a las fuerzas efectivas de las piezas y sus miiltiples relaciones. Ei mismo siente las posibilidades que duermen en la posicién y concibe sus planes, findose siempre y nuevamente en su intuicién y debiendo atreverse a lo incierto. iPues, el juego de ajedrez es inconcebiblemente profundo para la pura inteligencia, deben haber més posiciones que piezas elementales en el universo conocido! Con las piezas como alfabeto, las reglas como graméatica y los motivos tipicos como el tesoro del vocabulario, la suerte de ambos reyes es centro de muchas leyendas en un lenguaje misterioso. De esta manera, el jugador vive siempre un nuevo drama, en el cual es el actor principal. Bien entendido, que el caracter de su historia puede adquirir las formas més diversas: La misma puede iniciarse lentamente y desarrollarse como una novela de Dostojevski, puede ser corta con un punto culminante muy seco al final como un cuento corto de Hemingway 0 intensificarse en una tensién insoportable como una novela policfaca de Mankell. No es de extrafiar, que aqui se produzcan fuertes emociones para el jugador de tomneos, de tal forma que corre el sudor y a veces sube el pulso a cien. Quién ha saboreado del sentimiento delirante por una victoria después de una lucha pesada, quiere que se repita siempre y soporta para esto también el dolor de la derrota. Por otra parte, también es tinica la relacién con el adversario, cuyas jugadas siempre deben causar respeto. De tal forma, que podemos apreciar una partida de ajedrez como una obra de arte del dialogo, una disputa mental. Las blancas ponen su tesis, las negras su antitesis. El juego como sintesis de ambos esfuerzos no es otfa cosa que la obra comiin de dos artistas. Y da igual, de que manera furiosa se ha combatido al contrincante: Con nadie més se quiere estar sentado después de la partida y averiguar sus secretos, que justo con su adversario, porque ninguna otra persona se ha identificado tanto con la partida como él. Pero alejado del éxito deportivo, se encuentra en el juego de ajedrez, como una manera de arte, una belleza particular y dificil de explicar. Un estética como de la musica clésica, pero que aparece en una forma cristalina delante nuestros ojos, en vez de los ofdos. Puede ser que se palpe como un pequefio acontecimiento de iluminacién, si desde la niebla y el caos de una posicién complicada se revela de repente una idea maravillosa. O bien, después de una excursién agotadora de montafia, si al final atrae la cima como premio una vista panoramica a un valle precioso. Sin embargo, la belleza en el ajedrez tiene que ver también bastante con el humor por resultar unas ideas sorprendentes y divertidas asi como constelaciones grotescas y cémicas, por las cuales el jugador de ajedrez esta riéndose como si fuese un chiste acertado. iEs un propio mundo, que podemos pisar en cualquier momento. La puerta consiste en el tablero y las piezas, entonces, todavia un adversario y la magia comienza! Fuente: Academia de ajedrez, Munich Fischer contra Spassky

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