La Iglesia ha dispuesto siempre de formulaciones de la fe que, en forma breve,
condensan lo esencial de lo que Ella cree y vive: textos neotestamentarios,
smbolos o credos, frmulas litrgicas, plegarias eucarsticas. Ms tarde ha considerado tambin conveniente explicitar de modo ms amplio la fe, a manera de una sntesis orgnica, por medio de los Catecismos que, en numerosas Iglesias locales, se han ido elaborando en estos ltimos siglos. En dos momentos histricos, con ocasin del concilio de Trento y en nuestros das, se ha considerado oportuno ofrecer una exposicin orgnica de la fe mediante un Catecismo de carcter universal, como punto de referencia para la catequesis en toda la Iglesia. As, en efecto, ha procedido Juan Pablo II, al promulgar el Catecismo de la Iglesia Catlica el 11 de octubre de 1992. El presente captulo trata de situar estos instrumentos oficiales de la Iglesia, como son los Catecismos, en relacin a la actividad o prctica catequtica. En primer lugar reflexionar sobre el Catecismo de la Iglesia Catlica, procurando clarificar el papel que le corresponde desempear en el conjunto de la catequesis eclesial. Se analiza, despus, la necesidad de los Catecismos locales, que tienen por objeto adaptar el contenido de la fe a las diferentes situaciones y culturas y se ofrecern algunas orientaciones para facilitar su elaboracin. La Iglesia, al contemplar la riqueza del contenido de la fe expuesta en estos instrumentos que los propios Obispos proponen al Pueblo de Dios y que, a modo de "sinfona" 414expresan lo que Ella cree, celebra, vive y proclama: "Esta es nuestra fe, esta es la fe de la Iglesia".