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Es cierto que hay algn problema de disciplina pero lo mo es instruir.

Para educar
estn sus padres
(Un caso de indiferencia acarrea inconvenientes de las funciones docentes)

Caso:
En la escuela XXXXX la profesora de ingls remite a la prefectura un promedio de tres alumnos en cada
una de sus clases de primer semestre de bachillerato. Con los tres grupos que atiende el asunto est
ms que perdido y ha tirado la toalla: Muestra apata y procura no hacer caso a tanto desorden y solo
realiza algunos ejercicios con los alumnos de la primera fila y slo algunos chicos de la segunda.
Ejercicios de aplicacin, gramtica, verbos irregulares. Slo cuando emerge de esa mayora de alumnos
desordenados alguna provocacin evidente objeto, insulto, grosera se atiende a su autor en forma
de expulsin y lo lleva o manda a la prefectura. No todos han obedecido. Ya en dos casos alguien se ha
negado.
La Direccin ha intentado reiteradamente que asuma plenamente su papel de profesora sealndole
que sacar a los alumnos no es respuesta vlida y que el problema es cada vez mayor. Yo cobro por
ensear un idioma y por evaluar lo que aprenden. Ya he propuesto que se expulse de una vez a ese
grupo que no quiere hacer nada y ah siguen.

Reflexin:
El problema es grave por cuanto se acumulan dos hechos: la renuncia a la convivencia entre dos partes
en el aula y en la escuela y una limitacin profesional de la protagonista. Si es un caso nico, o casi,
podr tener tratamiento a medida que se agrave y llegue a cuestionarse la competencia profesional,
que abarca tambin el saber hacer y la actitud. Tambin los docentes cada cual en la escuela
construye la convivencia.

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