BRAID
CRITIAS
FRAGMENTOS
Y TESTIMONIOS
" Traduccién del griego, prélogo y notas por
JOSE BARRIO GUTIERREZ
AGUILAR,Biblioteca de Iniciacién Filoséfica
Primera edicién 1966
Segunda edicién 1975
Es propiedad
Queda hecho el depésito que mare I ley 11.723
1975 Aguilar Argentina 8.A. de Ediciones
Av, Cérdoba 2100 — Buenos Aires
Impreso en la Argentina — Printed in Argentina
K-22 -OGS2U6 -2,
PROLOGOto a Sécrates, a semejainza de lo que también
sucedi6 con Alcibiades.
Intervino intensamente en la vida politica de
‘Atenas. Puede fijarse el comienzo de su activi-
dad politica hacia el afio 415 adJ.C. En la
agitada vida politica de la Atenas de esta época,
Critias tomé decididamente partido por el grupo
de los aristécratas, que tenfan fija su mirada en
el estado espartano, repudiando toda forma de
gobierno democratico. En el afio. 407 fue deste-
rrado, junto con otros politicos atenienses, acu-
sado de haber mutilado los Hermes (estatuas del
dios del mismo nombre muy veneradas en Ate-
nas).
Las guerras del Peloponeso fueron el motivo y la
ocasion para que Critias pusiera de manifiesto la
intensidad de su desprecio por la democracia
ateniense. Apoy6 intensamente al partido “es-
partanista” y ayud6, en la medida de lo posible,
al triunfo de Esparta sobre Atenas. Asi, después
de la batalla naval de Egos-Potamés, en la que
qued6 destrozada la escuadra ateniense, se nom-
braron en Atenas cinco éforos, magistiados su-
premos, entre los que se contaba Critias, Este
impuso’ un poder de tipo personal y espartani-
zante, estableciendo como ley su propia volun-
tad, tal como nos lo atestigua Lisias,
Vencida Atenas definitivamente, formé parte de
Jos Treinta Tiranos, gobierno de caracter oligér-
quico mantenido bajo la proteccién de las armas
de Esparta, Los demécratas atenienses deseribie-
ron posteriormente este periodo de la historia
con las tintas mds sombrias, No obstante, y
dejando de lado la pasion que tanto ha podido
influir en la objetividad historica, parece innega-
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ble que el gobierno de los Treinta, por inspira-
cion de Critias, debi ser sumamente duro para
los demécratas, que fueron en gran parte deste-
rrados de la ciudad e incluso perseguidos fuera
de ella, si aceptamos el testimonio de Filostrato.
En efecto, segin este escritor, Critias habria
prohibido a las demés ciudades griegas dar asilo
a los -desterrados bajo pena de declaracion de
guerra,
Por todo esto, no es extrafio que la democracia
ateniense reaccionara violentamente contra el
gobierno de los Treinta, Los demécratas, di
dos por Trasibulo, marcharon, tras la conquista
de File, sobre Atenas, muriendo Critias en de-
fensa del gobierno oligérquico por él tan queri-
do.
Los ‘Treinta erigieron una tumba monumental
para perpetuar el recuerdo de Critias. El odio
entre las dos facciones politicas debid ser tan
intenso que ni siquiera en la muerte se olvidaban
de él, En efecto, por lo que nos dice el escolias-
ta de Esquines, en la tumba de Critias se puso
una estatua, representativa de la Oligarquia, por-
tadora de una antorcha con la que se prendia
fuego a otra estatua de la Democracia. La
inscripcién que figuraba en la tumba era tam-
bién buena muestra de esta irreconciliable oposi-
cion:
“Esta es la tumba de unos hombres extraordina-
rios que, durante algin tiempo, reprimieron el
orgullo del maldito pueblo de Atenas”
La obra de Critias fue extensa. Llegada a noso-
tros sélo en forma fragmentaria, podemos no
obstante hacernos una idea aproximada de cudl
w| fue el pensamiénto de nuestro sofista. No tiene,
indudablemente, el interés de los escritos de
otvos pensadores de la misma escuela, de un
Protagoras 0 im Gorgias; pero en ella’ pueden
encontrarse algunos puntos que encierran un
valor y una aportacién indiscutibles,
Sus obras mas importantes fueron:
a) Las “Blegfas”,
b) Las “Constituciones” en verso,
¢) Las “Constituciones” en prosa. Entre éstas
destacan la Constitucién de los tesalios y la
Constitucién de los espartanos, Ambos pueblos
estaban dentro de ‘su circulo de interés. Los
| ptimeros, por haber vivido algin tiempo entre
ellos; los segundos, por el carifio con que Critias
estudié todo lo referente a Esparta.
| d) Los “Aforismos”.
|e) Las “Homilias”,
f) Los “Proemios de discursos politicos”,
8) El tratado “Sobre Ja naturaleza del amor o
sobre los amores”,
h) Tragedias: ““Tennes”,.““Radamante”, “‘Piritoo”
y “Sisifo”,
|AL decir de Filéstrato, en un principio los
griegos no tuvieron en mucho aprecio la obra de
Critias. Es posible que en ello influyera la
actividad politica del sofista; con el triunfo de la
democracia ateniense era natural que quedase en
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el olvido la obra de un autor tan poco favorable
a la democracia, Sin embargo, poco a poco el
sofista fue saliendo de esta pretericién y, con el
tiempo, lego a ser uno de ‘los autores mas
leidos, ‘como lo demuestran las numerosas citas
que de él se nos han conservado.
El cardcter fragmentario de sus escritos, en lo
que se nos ha conservado de ellos, hace muy
diffeil el poder precisar el aleance de su pensa-
miento. No obstante, mas que un pensador
profundo y original, se nos muestra afectado de un
cierto “dilettantismo”. Su preocupacion no esta
orientada hacia problemas especulativos de alto
porte. Ademds de la Retérica, preocupacion
comin a todos los sofistas, hay en él un amplio
interés por las cuestiones de indole politica e
igualmente por una sabiduria de tipo gnémica
orientada hacia la préctica,
Parece ser que en Retérica se inspird en Anti-
fon, tal como nos lo aseguran el Pseudo-Plutarco
y Hermégenes, Por’el testimonio de este iiltimo
podemos deducir que el estilo de Critias era
bastante perfecto; unia la claridad a la profundi-
dad; tenfa gran poder de persuasin; era solemne
¥ majestuoso. Segin Fildstrato, esta majestuosi-
dad la deberia a Gorgias, cuyo estilo adapté a su
idiosincracia. Lo cierto es que en la
dad pasé por ser su estilo un perfecto
ejemplar del lenguaje tico, compardndosele, tal
como lo hace Frimico a Platon,
Por lo que se refiere a su estilo, parece ser que
hubo dos aspectos caracteristicos de nuestro
sofista,’ De un lado cierta aficién al hipérbaton,
tal como lo atestigua Planudio; de otro, la
tendencia a la introduccién de neologismos, En
13este punto tenemos el testimonio de Pélux, que
nos ha conservado un buen niimero de nuevas
palabras usadas por Critias a lo largo de su obra.
De sus “Constituciones”, la més interesante es la
que se refiere a los espartanos. En ella pretendid
mostrar a sus conciudadanos la excelencia de la
misma, en un intento de atraer al pueblo de
Atenas hacia su ciudad rival. La austeridad es-
partana se le presentaba como una interesante
contraposicién a la fastuosidad ateniense. No
parece, sin embargo, a juzgar por los hechos,
que este intento tuviera éxito, La contraposicion
entre el cazdcter ateniense y el espartano era lo
suficientemente fuerte para que el modo de vida
y de gobierno de este ultimo estado no pudiera
seducir ni atraer a los habitantes de Atenas. La
obra’ de Critias, sin embargo, es de gran interés
por los datos y noticias que nos deja sobre la
estructura y la forma de vida del Estado espar-
tano, Algo anélogo es lo que sucede con la
Constitucién de los tesalios,
Sus teorfas politicas se basan en un notorio
pesismismo antropolégico. El “status naturae”
del hombre no es un idilio rouseeauniano, sino
el estado de “bellum omnes contra omnes” de
Hobbes, Por naturaleza, el hombre es rapaz,
bestial y reconoce como iinica ley la del “cuer-
no, el colmillo y la garra”, tal como dijera
Kipling. Es la vida en sociedad, en la “pélis”,
gracias al imperio de la ley, la que hace posible
Ja aparicién de la justicia. Si la violencia cedio a
la justicia no fue debido a la bondad humana
sino al poder de la ley. Gracias a ésta, si alguno
delinquia, era castigado, y de este modo se hizo
posible la vida en sociedad.
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Enlazada con esta teoria esté su doctrina sobre
la religin, Para él, los dioses no existen, Son
s6lo una creacién ‘del ingenio humano y, ade-
-mas, una creacién orientada a hacer posible en
un mayor grado la vida social, En efecto; la ley
humana solo podia sancionar los delitos conoci-
dos, es decir, que los delitos ocultos quedaban
impunes, Y por ello, un hombre astuto y habil,
un sabio gobernante, ideo a los dioses como
sancionadores de todo tipo de delito, por oculto
que fuese a los mortales, ya que la divinidad, en
virtud de su ommisciepcia, todo lo conocia y
nada podia quedar oculto’ para ella. Esta inter-
pretacién naturalista y politica de la invencion
de la divinidad es atestiguada en Sexto Empi-
rico, La religion era presentada por Critias como
una fuerza eminentemente social. Un producto
en y para la sociedad. Una argucia de algan
astuto gobernante para hacer la vida social mas
viable y perfecta,
Este concepto pesimista de la naturaleza humana
Je tenfa que levar-a un desprecio por la demo-
cracia y una aceptacion de la aristocracia, El
gobiemo del pueblo, de la mayoria, tenia que
ser un seguro sinsentido para Critias. La plebe
esta, por su ignorancia y debilidad, a merced de
cualquier hombre hébil que, con ‘unas cuantas
palabras bien urdidas, la conducird como quiera.
El gobierno debe queder en manos de unos
pocos, que estén en posesion de la dignidad de
espiritu. suficiente para poder dirigir la vida
social.
En todo caso, la impresion que nos deja la obra
de Critias es de un profundo pesimismo. Y ello
queda comprobado por un pasaje del Pseudo-
Dionisio en el que, con profunda resonancia a lo
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