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Frangois Chatelet de la historia La Historia Universal a través de ‘sus protagonistas Centro Editor de América Latina pee nas eee SC er nce see cuy are ee ay CR ee een eee eee a Cy Ce mat met Sree cree ce i PTE eee net w ats eae gece ea Pee eee neice en Peter arse Corea ecu CI came scree erie) Cae em romTn ee eee eee ey reese eet won Stren ica MR ure es Sc ee Po ae ee ey ie wt enue Cee) ese eC Reset ues Bere eee) oe aero ne a eee kia See ere ern eee a em Caan ea eres et see ea eae eee ecu ed amie een Ue) Tee teem eee Cary ete eae een rac toda investigacién teérica, en los eu eee eo ieee mics tierce Seu Um Oe acm Coa oe ore cuya influencia ha sido mas amplia, cM MCT eee Reed Pac ary Pee OCCT Sas prewar an Cans BO Secu cou race Coe ee eee ee EN ee Rae ge Comer ueu mca reac Peco esi een oe platénica. eee wees) Rese ee MC accu MS ACRE s ee us are Pearce anaes ese ELE) Pos eer acca Creme cre meme poorer n ecue Mc eer) MeN ce cee CeO e Sa reac sce ect Preece eee) racionalidad integral. Y es Platon el Tete ieee tars Erol iinemaeaen ean eee ue ancy Sears aT) Pg errors 2! Churehit Pane rin path eon eT eS Co ca ceo Ciro Paint Sect care cee re eas 58. Cervantes ee aon cater rons ry Pare Parra area tes men Caer oer aed Party a erty rai Par ee 38. Franklin ag cere) ren cranny ao ae Pacey Aare Peery 42 Tomas de Aquino 68. Pericles Poa ars rao aor coe acd eer Parco acy rece ee ry a rs ak ee meee er) os cs ae crronrins Fora Es 76, Euripides ee See ee cans eno a Par ara rans ae See coats Pekar are pre pen rey ery aed re erry recy eed mein 136. precy ed racrety ce Sean Rory arecriirs rr areas eae Perr ORLY era rears acces Pom car) eee rare een roan pare Soares irene rat eke ery peace a ea eaters ae ee crores Pe ee ea Pomel nae tae Coe Peace at ea Teco) Pera ce en Creer SoM eC oT eae ee ee ey ee ce eee Poe Perey rR ene eee ere eae eee ec Ree eae) ot aee RU ee Caer eae pa area) aaa ae Ceticeee meee) emo) eee eee Ce Centro Editor de América Latina SA Pen eee : eee Me ire ee aoe roe aera oe teed 431 2.€. Comienzo de Ix guerra del Peloponeso. 429 2. | Muerte de Pericles 47 2. Nacimiento de Platén, de familia noble. Aristéfanes inicia Ja redaecion de sus co- medias (hasta ol $88). 425 ac, Vietoria de los atenionsas guiados por Cleén Sobre Ios espartanos en Esfacteri, 424 2. C. ‘Victoria de los espaytanos conducidos por Brisidas sobre los atenienses, guiados por Tucidides, en Anfipolis, 423 0.C. Represontacién le Las Nubes de Avistifancs. 491 0.€. Paz denominada de Nicias, Ja empresa siciliana de los ate- niienses que se concluira con rosultados de- sastiosos en 1 413 ,€. 411 ac. En Atenas eae Ja democracia radical y se forma cl Consejo de los Cuatracientos. 408 2. Victoria ateniense on las islas Arginusas sobre los espartanos, 407 a.€. Encuentro de Sderates y Platén. 405 0.0. Demois decisiva de los atenienses en Egos ‘pétamos. 404 ac. cespartanos conquistan Atenas. ac Gobierno tirinico de Ios Treinta en Ate- nego, los demécratas retoman el poder. Plalon Francois Chatelet 399 0.€. Proceso y condena a muerte de Sécrates, Platén so refugia en Mogara. 896 a.C. Se Infola la supremacia de la Esparta de ‘Agesilao, disputada por Atenas y Tebas (hasta el 387 a. C.). Visjes de Platén a Egipto, Cirenaica (en: ceuentro con Aristip y con el matemitico Teodoro), e Italia (encuentro con Arquites de Tarento). Probablo redaccién de los primeros didlo- os denominados socrdticos. 388 a. c, imer viaje a Sicilia, a la corte de Dio- nisio el Viejo; Platén debe huis, es ven ido como esclavo y reseatada por wn dis- cipulo, Vuelto a Atenas, Platin funda Ia Acade- mia, Redaccién do los dislogos. “pedagé- sicos", del Fedro, del Fedén y del Simposio 871 a6. Victoria de tos tebanos de Epaminondas sobre los espartanos en Leutra; comienza Ja supremacia de ‘Tebas. 867 aC. Aristoteles Uega a Atenas y se canvierte en alumno de la Academia, Segundo viaje a Sicilia de Platén, lsmado por Dion. Alli vive con Dionisio el Joven; fracaso de Ia empresa; regreso a Atenas; probable redaceién del Parménides, el Tee telo, el Sofista, el Politico y el Filebo. 363 2G. Primetos discursos de Deméstenes, 362 a.C. Batalla de Mantinea; fin de la supremacia do Tebas, 361 a.€. Tercer viaje a Sicilia; nueva fracaso; Pla- tin os liberado modianto la intervencién de Arquitas; rogreso a Atenas y redac- cin de Timeo, Critias y las Leyes. 360 a.€. Filipo de Macedonia aparece en la escena politica, 355 2.6. Muerte de Jenofonte. B47 aC, Platén muerte. Espeusipo lo sucede en le direccién do Ia Academia. auc caeitil —— del pensamiento La eficacia del pensamiento platinico ya Tia sido establecida. Platin murid en el aio S47 anterior « nuestra era. Desde tse momento, la cultura ba hecho incesante referencia al, para inspirarse, para cr fiearlo, para tratar de superarlo. Su obra se eleva, ineluetablemente, en el horizonte de toda investigaciin teria, en. Jos tiem por Tefanos, en los mis recientes, y en nuestros das, EL arte, la literatura, que Ge ella se mutrieran, no pueden, hoy me- ros que ayer, iguorarlo, De todos los pen- sadores es, por cierto, aquel exyatnfluen- a ha sido mds amplia, mis profunds, mis duradera, 2A qué se debe esto? gPor qué esta pe- ennidad dol platonismo que, reprimido, esfigarado, magnifiado, ha resistido ks fmupciones de nuovas entriontes en Ta cul- ture occidental, de la predicaciin de Cristo a las sentenciasutilitarias de la eivilizaciin indusbial? @Por qué es que en tomo a esta obra, tan lena que parece fuera del tiempo, ain se desarollan Jas pesiones, positivas © negativas, de todos los amantos el pensamiento? Para estas preguntas, no existe una respuesta formal. Basta bacer referencia a la fective situaciin ~y a las comrespondientes ideologias— a la que tenia ‘que hacer frente Platén, y analizar la de- eisién que entonees él iomara para em tender por qué su texto permanece como tan modelo y, af mismo tempo, como ima Invitackin « hacer otro tanto y afin més. No padriamos separar los didlogos platine cos de la époes que Tos. viera nacer: la coyuntura histérioa es determinante; ais larlos de tl contexto, sumamente conereto, Tnacer de ellos una de les primeras mani festaciones del espiritu eterno, significa condenarse a no comprender nada de Ta originalidad de Tos mismos y de Ja forma ‘que les permitiers atravesar Ta historia, Platén es um ateniense del siglo w decep- cionado por su ciudad. Bien, esta decep- iin 1 disefio teérien que Ta misma suscitara se allan en ol origen de la dura- Dilidad —easé nos gustaria decir eteridad— ol platonismo, {Cémo es posible esto? ¢Cémo puede conecbirse que una abra que Teva tan fucrtemente impresa. I impronta do las circunstancias en que naciera, not resulte tan actual, gPor qué Platén, griego de la épcea cisics, planted y plantea atin problemas que son los nuestros? Recordando Jos temas fundamentales del pensamiento platénico, mostrando sus articulacioes, tre taremos de responder a estos intrrogantes. ePor qué aim hoy, desaosos 0 no, ietados ¥ regocijados por ello, somos discipulos de Platén? perche null: 4] of emecliveouere pn dapaile che la ueriate Uneerrcond fo alchunt che gonerone de pfione opera Reta waxomamente: fe douesie- decer. Ohedecersi a las almas de oro a jp I. Manusorito de la Sentenctas y proverbios Dlaténicos de Ippolito da Lunt Siglo XV, Népoles, Biblioteca nacional, ‘ms, XML B82 (L. Perugt) 7 1. “Plato medicus”. Miniatura de la primera mitad det siglo XIU. Florencia, Bibliateca Medicea Laurensiana, ms. Plut. 73.18 (G. B. Pineider) 2. Flatén médico entre Esoulapio y Quisén, Miniatura del comienzo del siglo XI, Londves, British Museum, ms. Cotton Vit. C. IL 48 Gales, sino de la competencia. Cada uno, fentonces, seré virtuoso, y la ciudad sexi geOmétrioamente armomiosa; cada uno po drt vivir seqin To que es, Podré vivir. La desgracia de Grecia, segin Platon, es la de haber definido las condicion nes en las que es posible tna vida propian ‘mente humana, pero no haber nunca precisa do las condiciones de tal posiblidad. La Re piblica propone un modelo. aristacritica No eaigaos en el inaceptable anaeronisme de condenarlo en nombre de la moderna ext encia democritica ( de avalarlo en refe rencia al hecho teenoerético contempord= neo). La democracia ateniense, combatida por Platén, es una democracia militar que deja de derecho a cerea de treinta mil c= adanos (de hecho, menos de diez mil, sex in parece) Ia posibilidad juridica de decidir por cuatrocientos mil individuos. En into a la acusacién sogéin Ie cual Platén ‘a sido un partidario, y hasta un pno= andista, de la Esparta oligirquiea, la ‘misma se hace justicia por si misma por el simple hecho de quo en Esparta gobemnaba tuna easta de guerreros reclutados her riamente —jlo contrario de Ia. competencia filoséfical. Cicrtamente, se trata de ello, ero, en tanto, también de otra cosa muy distinta. La Repdblica no ofzece solamente una solueién “politica”, sino que une estre= chamente tal solucién a wna teoria el saber, @ na concepeién de lo que es, de la com dicién del animal hombre y de su devenir en el cosmos... El acceso a la filosofia es politico (en sentido lato), la cuestién de la Justicia es aquella por Ia cual es preciso empezar. Pero la filosofia ya se encuentra més alld del politica: su dependencia de éste se debe al solo hecho de que de a ‘extrac alimento. Si el hombre puede susteserse a Ja. violen= cia —a Ta injusticia sufrida o cometida— es justo que sepa en qué so empedia; en pensar. Fensar es una “cosa bella”, pero es dificil Porque se piensa sélo una parte y en camn= bio es preciso pensar el todo; el mismo pene samiento y sw posibilidad, Esta posibilidad, en primer lugar, ¢s la existencia misina de las ideas. De Tas ideas separadas, debemos aclarar inmodiatamen- te, La constitueién de la filosofia como saber fundamental —en este aspecto, nada ha cambiado (y nada puede cambiar) des- pués de Platén— supono Ia realidad de lo inteligible (0, st preferimos, la realidad de, a idealidad, o sea Ia idealidad de To real) Pero Ia filosofia original, platénica, confiere alts esencias una naturaleza, que planteaté un conjunto articulado de problemas que Ta metafisica, en su devenis, reformularh y “resolverd” sin descanso. Las ideas, segin Platon, son trascendentes a lo sensible: es como si el fundador de la Academia, pre- ‘ocupado por combatir efieazmente las apro ximaciones de los no-filésofos y de los anti- filésofos, deba pasar sobre la Knea de fondo, Para que el diseurso universal tenga un objeto, para que no sea un discurso vacto, fs preciso que sea el sistema de las ideas. Este sistema y el lenguaje que lo express som, como tales, autosuficientes: existen en si, De ninguna manera son dependientes: se futojustifiean. Sin embargo, quedan en re- Jacién con Jo que es el hombre en el mundo fenoménico. Bl filésofo vive sobre Ia tier2 y debe dofender ol orden que le corres- pponde en el devenir. No puede evitar plon- fearso Ta cuestién de Ja relacién, por una pparte, entre Io que es y lo que parece y, por Ia otra, de Ia relacién, paralela, entee el discurso fileséfico y el diseurso de la opinién. La teoria del Ser. Platén y Aristiteles. Pronto la critica aristotéica acontuarh la cestiin definiendo asf uno de los intero- igintes cruciales de la metalisiea; invita a Ja “ciencia fundamental’, al precio de con- siderables dificultades, a renunciar a la teo- via de Is ideas separadas, porque Aristéte- Jes piensa que la fnmaneneia de las esencias en Is realidad fencménica es, en el fondo, mis aceptable que su. tascendencia. Que sta ‘tia es necesaria, es Io que Platén Siempre sostivo; también se dedicd a tratar de determinar st naturaleza con mayor pre- isin. El asunto es importante y_compro- ‘ete, al mismo tiempo, como hemos notado, Jo que Iuego fuera amado “la teoria del condcimients” y “la ontologia”. Existen dos isoursos, que te expresan por cierto en la misma lengua, pero que se desarrollan se- sin citeris diversos, de los cuales uno “el del saber~ tiene el poder de constituir Se en juez del otro y de todos Tos otros? GExisten dos sealidades distintas, una real y otra aparente, siendo Ia realidad tutora de la apariencia? En pocas palabras, dado que seria una Tocura negar la exstencia aunque sa pre- cain de la apasiencia, conviene —porque Jn misién del filésofo es actual— examinar al uénezo de relaciones que existon entre In taxistencia (aparente) y In existencia (real). El anilisis platénico, para tratar estas rel cones, se aticula segin dos directrices pin- ipales: la primera es estrctamente logica, Ia segunda tiene dimensiin ontolégica y se manifesta en um mito, Lo sensible “pa pa” (metckhci) de To. inteigible, tiene {ue ver con el mismo; esti separado de A, pero esta separacién —que es confusa— ‘20 niega la integracién, Segiin un primer sentido, Ia idea [0 esencia, o forma —por ‘oposieién al material que se altera y pere- 62) elo que le permite a un razonamiento ser verdadero en la duraci6n. En medio del semndo sometido al cambio, eualguler cosa puede ser dicha a propésito de cualquier objeto, ya que ningin principio preside la fenunclacién. La idea es esta realidad esta- Ble y tansparente gracias a Ja ewal un su- ‘eto —al sujeto de la frase— puede ser ca Bicado con exactitud. “Callas es justo”: he Platén aqui un enunefado earente de sentido, aue puede ser objeto de toda contestacion, de toda astucia sofistica, si no existe una esen- cia de In justicia. Pero se dice "justicia” también en ovo modo: en la frase, por ejemplo, “la justicia es una vietud”. AT or den del diseurso controlado debe corres- ppondor una organizacién de las esencias. El Sofista y el Politico mucstran que el método de la divisidn, del andlisis, permite exponer a propésito de un problema “concreto”, un, juego rigaroso de reclamas sucesivos gra- cias al cual in conjunto unifieado de frases toma un significado univoco. No se sabe ‘qué se dice si no se ha definido de qué se habla, gDe qué se habla? De las esen- cias, y de la jerarquia de ellas. Queda por saber por qué este “método” es, en conclu sién, mAs operante que las téenicas en uso entre los sofistas y los retéricos. El discurso filosdfico, en ol interior de Ta batalla * lea” que es el didlogo, vale més que la argumentacién sofistien. Si es asi, ello. significa que en Al se manifiesta no s6lo un orden de las razones, sino también un orden del ser. La superio- ridad del discurso disléctieamente contro- Jado, superiotidad sobre los otzos Lenguaje, Ios del politico, del poeta, del adivino, del artista, del “hombre bravo", se basa en el hecho de que se dirige a To que es. El mito del artesano divina del Timeo esti en la base de Ta imagen geométrica de La Repiiblica. Una ver exista, por una parte, el mundo Inteligible, que permanece inmutablemente puro, y por la otra, el “receptiiculo”, Ingar confuso donde los eambios se suceden inde~ finidamente, Los dioses le ordenaron al emiurgo que tomara como modelo e} uni- verso de las esencias y que plasmara el ‘material sin limites a semejanza de este ‘limo, La obra fue realizada en el mejor modo posible: nuostra realidad sensible es cl resultado, Es una mezcla: el material modelado, sometido a la generacién y a la conupcién, resiste a la puesta en forma divina, aponiéndose y distribuyéndose cons- tantemente... Aqui abajo las formas se estropean y se pietden, La idea —esquuematizando este conjunto de textos— es entonces, al mismo tiempo, una categoria Iégica que permite el juicio, un modelo y, también, una causa. Es el prin cipio al mismo tiempo logico, epistemolbsi- co y real de la inteligibilidad. Platon no se engatiaha acerca de las oscuridades qu presenta su concepcién de la “participacion” de la esencia y de la apariencia. En ol Par- ‘ménides, el viejo filbsofo leva a constre- fiir al joven Sécrates a levar a las wltimas consecuencias la teorfa por él propuesta fs necesario suponer, para ser rigurasos, que a cada dato sensible corresponde una dea que es su causa y su razén, que cada relacién oscura entre “cosas” tiene como peradigma una relacién ideal transparente, fen pocas palabras, que existe un doble in- teligible, ordenado y unifieado, del desorden. 49 fenoménico, Seri necesario entonces que exista una idea —bella, clara, e integrada al sistema del bien del eabello, del fango y de la suciedad, Aristteles, digimoslo tuna vez mis, retomaré esta problemétien y coneluird que es necesario renunciar a Ia teoria de las ideas separadas, Lo admisi- ble en Ia concepeién platontea es que nb se dejard atraer por esta alternativa abstracts, sino que conseryari In dificultad y trataré de Gesarrollar sus eonseouencias en los dife- rentes casos en que se presenta, Los dislo- ‘20s conocides como los de la madurez, el Teeteto, e| Parménides, el Sofsta, el Pol eo, el Tico, ol Critias, ol Filebo, adminis tran las “ilogicidades” de la teoria de lx "participacién” y so ocupan de ellas. Parece producirse, en verdad, un doble mo- ‘vimiento: por un lado, la preocupacién que €l filésafo debe tener de reconocerse en lo sensible lo leva « considerar a este altimo ‘como una “mezcla” ima mezela, no una mezcolanza indistinta en cayo interior las Inuellas de lo inteligible, causa y modelo, pueden ser rastreadas; por otra parte, la necesidad de darle al saber filoséfico, defi- nido analégica y formalmente por La Repi- bilice, un contenido efectivo, lo conduce « conferie a los inteligibles una mayor con tencia, a desarrollar materlalmente Ia cien= cia nueva, para oponer Ia mejor al falso sa- ber, basado en la epinién; se instiluye com temporineamente otra “mezcla” que tiene el aspeeto exterior de Ios discursos de los ientificos, pero que contiene la justifica- clén de Ia propia legitimidad. Lo sensible no es ms nbandono a Ta ininteli- ibilidad, que sin embargo permanece en su origen. La pattieipacién-separacién del teérico (de la fisosofia) y del empirieo (de 1a existencia cotidiana) indica los verdade- 10s interogatorios, 0 sea las preguntas y zespuestas, por lo menos de derecho forma Tables correctamente. La moral y el conocimiento E) Filebo, tomando como objeto el primer movimiento, aquel que trata de asimilar lo que en el dato fenoménico se asemeja a lo fesencial, nas parece que proporeiona un ‘buen ejemplo del procedimiento platénico. El problema planteado es “concreto”: se tra- ta del placer como eriterio de juicio y de la condueta, La sutileza de Ja argumentacién y Ja abundancia de las referencias indiean, admitiendo que existiera la necesidad, que a cosa es importante. Los intefectnales no ejan de diseutirlo: el hombre nuevo se ha berado de las mezquinas prohibiciones de Ja religién; se ha instaurado un positivis- ‘mo revohicionario, que hace valer Jos “de- rechos” de la naturaleza contra las normas tradicionales, por Io tanto, se impone pensar que “Ios placeres son In maxima cosa para nuestro vivir como To atestiguan “los amores de los animales". Es justamente aqui que el método platénico —In dialéctica— propor ciona la prueba de su poder demostrativo: ee ‘aim mis que en los diflogos soeritics, ol texto explota sucesivamente os ejemplos ca lificados como “coneretos”, ls razoniamien- 4s, las reiteraciones terminolégicas; entre= Jaza confutacionnes de “polemistas” y ani isis Iogicos, Ta conclusion es que pone al placer en su Tugar, donde debe estar segin ls intcligiblidad propia, s se acepta como base la hipdtesis de las ideas, Los hedonis- tas camo les religisos son simplistas y bur Tones; se debe definis al placer segin su csencia, operacién que comienza sélo cuan- do se acepta eritcar Ia “nocién comin” del placer, a partir de la eual se han desarollado confusamente hasta ahora as diseusiones y las pricticas del placer. El Filebo resuelve ‘una cuestién moral. Ea una éptice similae, 1 Teeteto plintea un problema que concie ite a In teoria del eonoeiméento. Sin duda, Interrogantes de este tipo ya habfan sido planteados en los didlogos denominados so- sxiticos, no demasiados “conclusivas” del Teeteto, en el eual, sin embargo, se inlro- uce en aspecto nuevo, el propiamente ialético. Mientras aquellos se contenta- ban con tomar a la opinién en el engaiio de sus contradicciones, este didlogo, arma- do del instramento légieo, ahora més ela- Dorado, confuta las esis de los textos que habian’ reflexionado sobre tal problema, Alli retoma particularmente Ta exitien ya desarvollada en el Protégoras contra Ta con cepeién segén le enal “el hombre es la me- ida de todas las cosas", pero esta vez 1e- conducida a su fundamento que, segtin Platén, es la nocién de Heréelito de la mo- vilidad universal: si, en efecto, es preciso admitir que es al hombre, tal y cual esti dado en la realidad empiries, a quien se le deja juzgar To que es bueno y lo que es malo, lo que es verdadero y Io que es falso, esto significa que el ser, todo entero, os ttansportado en el flujo incesante del deve- nir y que todo enunciado verdadero en un momento dado para uno no To es para otro y, en el momento siguiente, cesar de serlo para todos. En pocas palabras, Platén expone la pro- ia doctrina como “superacin” y como soluciin de teorfas ya desarrlladas: no s6lo Ia de los sofistas y de los partidarios del buen sentido tradicional, sino también aque- Tas que él relaciona respectivamente con Hericlito y Parménides, eon los sostenedores de la movilidad indefinida y con aquellos de la eterna inmutabilidad; muestra, di eticamente, medianto el andlisis del mis- mo concepto del saber, que los umos y los otros en conclusién se probthen expresar ‘al minimo juicio efieaz. No conchuye, sina ue establece, con claridad, lo que no es y lo que no podria ser el saber: ni sensacién, ail simplemente opinién verdadera y tam: Poco opinién verdadera acompagiada de razin. La constitueién del eonoeimiento no resupone una parcial refundicién de las modalidades del enunciado, sino un com- pleto cambio del espfrity. Esto es lo que — indica, en 1 Testefo, la reiteracién de la ceFlebre oposicién, establecida por el Sofista, entre “los hijos de la tierra”, que no logran liberarse de las pasiones, y los “enamorados de las esencias” que no tienen otro propésito que el de desarrollar en ellos el. principio divino, Estos dos libros, el Filebo y el Teeteto; pa- reeen evidenciar muy bien Ia primera mi- sién de Ta doctrina platénica que ya ha definido los propfos principios. Se trata, ante todo, de demostrar la eficacia de Ia teoria de las ideas contra aquellos yx no sélo sofistas sino también flésofos, que creyeron poder preseindir de ella, y justa- ‘meate en el campo sensible, aquel del pla- cer como guia de la condueta y de la per- cepcién como eriterio de verdad, por ejem- plo. La metafisica ulterior desanollaré am- pliamente este género de problemética; Ta ‘ouestién de las relaciones de lo sensible y de lo inteligible, del empirismo y del concepto constituiré uno de sus mayores problemas, que se desarrollari, en la époea contempo- nea, como interrogante eruclal de Ia “teo- ria del conocimiento”. Dela disputa de loz tniversales a los actuales debates concer- nientes a Ta funcién de Ia “experiencia” en la formacién del saber, siempre se trata de clarificar la naturaleza do esta rolacién. Pero, al mismo tiempo (es decir, segtin las doctrinas, conjumtamente y en concurren- cia) se agroga, a este trabajo que intenta someter ¢ la filosofia a la prueba de lo sent sible, la misién de elaborar el mismo “corpus cientifico”. Es necesario, en cl momento en que se justifica frente a Ia opinién o a Tas filosofias insuficfentes, construir la ciencia, vale decir, organizar sistemas de erunciados en sectores rigurosamente definidas con la ‘méxima inteligibiided, La cosmologia A este propésito la estructura del Timeo es sumamente reveladora. El didlogo no comprende sélo cl mito de “fabrieacida” que hhemos citado, sino también un relato acerca do la situacién protohistérica de Atenas; comporta, sobre todo, una explicacién gene- ral del universo; de este dios vivo y visible “que acoge en sia todas las cosas visible, ¥ e3 imagen de lo inteligible, dios sensible, méximo y éptimo y bellisimo y perfect(: simo, este cielo uno y unigénito”. En é1 Plat6n procede a una deduecién proplamen- te dicha. Su punto de partida ya no es In catia de Io sensible y de las ereencias que esto genera: partiendo de principios gene- rales de inteligibilidad, hace yer emo de estos tltimos, con motivo de su mismo ser, se cconstraye la realidad tal como se ofrece a aquel que ha sido iluminado por In dielée- tica. De este modo, informa acerca de Jas propiedades del universo (que es vivo, es: férico, uno e indivisible y, sin embargo, com- puesto por los euatro elementos ~agua, aire, tierra y fuego); este universo tiene un alma, armonia de si mismo y deo otro de si, 50 ducito seres vivientes —“Ta estispe de dioses(,..), aquélla alada que va por el aise la (.) especie acuitica, y Ia (..) pedis y terrena”~. A propésito de estos ‘analiza el mecanismo y el propésito de Ie ‘rganos de: los'sentidos y justifica la org nizacién del cuerpo humano. Explica orden de la materia inanimada con Ia oo frontacién, entre otras cosas, de los obi fabricados: aprendemos asl cdmo, pa do del “recepticulo”, del caos inieial, demiurgo ha plasmado las diversas fo de Ia materia, formas cada vez mis compl ceadas, c6mo éstas adquirieron sus cualidad sensibles, cémo el divino operario ba ox truido al hombro, mezcla de materialid yde alma. En tal modo, se dedueen la tomia, la fisiologia, la patologia human de las que hace resultar wna terapéutie ‘cuyo valor es igualmente corporal y moral. Tal texto nos sorprende. Veinticuatro slos de comentarios no lo No es en este campo que podemos px aportar nuevas clarficaciones. Por ote parte, lo més importante es subrayar te Aspectos importantes. El primero conc ze al método:; la dialéetica denominada des cendente —el deslizarse nuevamente del filésofo en la caverna— no puede ser com prendida s6lo como simple aplicaeién de inteligible a la prictica sensible, ya que lla garantiza también la deduceidn teba ea de Jo sensible mismo. Si iniciaimente: es preciso rehuir a Tos fenémenos, 5 cconservarlos mejor, y ello significa, come: veremos, no slo actuar en el campo en que ejereitan su dominio sino también y sa bre todo liberarlos de la inoohereneia. pris ‘mero y construir modelos de inteligiilidad con los euales tornarlos pensables, Con pre suposiciones y objetivos del tado diversos, Platén define una concepetin que en su sig nificado metodolégies, no es del tode diver sa de Jo que llamamos, después del sigle xvu, clencia. No olvidemos que Galileo de se6 definirse, ante todo, como platénico. El segundo aspecto: concierne al anil cosmolégico de Platon, Aristoteles ye doxografia insstieron on la importancia que Ja materntica tenia en Ia Academia; a tal propésito sefialan la existencia de tina ense= fianza esotérioa de Platén —que ningia escrito nos ha transmitido— en la cual hae ria sido desorrllada y profundizada Ie qe constituia la esencia de Ia doctrina pi ag6riea, En Grecia, en Ia época elisioa, existian sectas religiosas (de esta religiosi dad apenas Jogramos imaginar la naturale: za) cuya aceién era profunda aun en os ‘campos pedagigico y politico. La nso Hanza socrota transmitida por estas confra: temnidades se caracterizaba por las sesio- nes iniiiticas durante las cuales, probable: mente, teoria y précticas, sacralisma y pos tivismo, se entremezclaron, Las més im ortantes de estas “sociedades de pensa- miento” entre ellas la pitagérica~ exten- fan sus redes sobre la totalidad de los te= rritorios en los que se hablaba griego, de Jas riberas del Bésforo a Ta Italia meridional y a la parte oriental del Africa septentrio- ‘al. El platonismo y su institucién, Ia Ac emia, gestaban integrados en una de estas redes? ‘La hipétesis ha sido sostenida con vigor. Dado el estado de la informacién que poseemos, sin embargo, resulta mis Serio pensar que, contra los sofistas, contra los politicos empirstas, pero también contra los hombres del oficio ("fisicos”, “médicos”, “presentadores de milagros naturales”), Platén dio mayor importancia a una investi- gacién matemética y fisica, de la que pre- feria mp divulgar los resultados parciales ppor el gran temor de que la opinién se apoderara de ellos para desmantelarla es- ‘tipidamente como habia estipidamente des- truido el sentido de Ia ensefianza socritica El Timeo revela los elementos y el métexio de esta investigneiin, Las incomodidades a las que somete el pensamfento no son, por otra parte, menores a las constituidas ppor toda investigaeiin cosmol6gica profune dizada. El tercer aspecto es el siguiente: en este texto interfieren constantemente emostraciones, recursos a la imaginaeién yy relatos mitolégicos. El método platénieo fs demostnativo y su instrumento es “el arte” ialéctico; sin embargo, el discurso légico se apoya, con frecuencia, en imagenes 0 ale- orias y a menudo se resuelve también en relatos mitoldgicos , alegoria, imagen, retériea A las técnicas inductivas y deduetivas, em tonees, se agregan otros procedimientos que escansan sobre el valor expresivo de la analogia o de la metifora. Por qué los utiliza Plain? gCudl es, en su sistema, Ia funeién del mito? Ciertos intérpretes, 1 toda costa, han deseado unificar el método pplaténico, os unos reduciendo ol mito a Ja dialéctica, los otros insistiondo en ol ca- riicter mitico de la dialéetica misma. En verdad, considefando las cosas con simpli cidad, el recurso al fondo legendario, toma- do como cs o sistematizaco en funcién de Tos objetivos propios de Ia doctrina, se expli- 2 por el hecho de que el filoséfo es, tam- bién él, parcialmente no-los6fo y que se dirige ‘2 los no-flos6fos. En la alegoria de Ia caverna, el prisionero, liberado de sus cadenas, que Mega a la contemplacién de la verdadera realidad, se habitia con dificultad a Ja liz de lo inteligible y, cuando vuelve a encontrarse con s0s compatieros, es por el contrario la os ecuridad reecontrada Ia que lo incomoda y lo chstaculiza en su expresarse y en su conduelrse. En ambos casos, el lenguaje el saber es también parcialmente n0 apto para decir lo que es; en doble manera: de- ‘masiado emperiado en lo sensible, falla al ecir la ms alts realidad y, demasiado dis- ftanciado, tiene dificultad para comprender Platén Jo que ha conquistado “en alto”. ficiencia esti compensada por el mito y por Ia imagen pero, si asi puede decirse, en sentido positive: Ia narracién legendaria enriquece Ia dialécties, acrece su vigor y su expresividad, no contradice Ia Yégiea y agrega una logioa metaférica a la de la do- mostracién, Esta funcién del mito se manifiesta on ol ‘modo rads oficaz en cl anilisis del destino de Ia humnanidad on el interior dol cosmos. La Repiblica, el Politico, el Timeo, el Gri- fias, Las Leyes se intesrogan sobre las fina lidades iltimas del hombre, sobre la orga nizacién oportuna de las sociedades, so: bre las rolaciones existentes entre los pro- blemas planteadas por Ia conducta indivi- ual y los que implica la realidad politica La ontologia platénica completa su filosd- fia de Ig naturaleza con una filosofia de ls “historia”. Nétese bien que tal nocién historia no tiene, por asi decirlo, nada que ver con aquella que utilizamos hoy. En efecto, los griegos no disponfan de un con= epto del tiempo que les permiticrn pensar Ja sucesién de los hechos como wna seouen- cla dramétioa y significativa que produce sucesos originales. La imagen preferida que domina su idea del tiempo es Ia de las revohiciones astrales: su imaginacién “histériea esté dominada, no por el esque- ‘ma dol vector orfentado en la direcciin crigen-“fin de los tiempos”, sino por el del movimiento circular. Pero esto no signi fica que la cultura griega haya permanecido cerrada como a menudo se ha afirmado— al hecho de la historicidad. Obras como las de Herédoto y Tucidides atestiguan el in torés dirigido al sontido de las batallas po- liticas y de Ins luchas que ponen a las ciu dades y a los imperios imo contra otros. La Politica y Ia Constitucién ateniense de Ar foteles constituyen sucesivamente coleccio- nes de historia constitucional, Mientras Pla- tn se interroga acerca de la posible intel aibilidad que oculta a accién de los hom- bres en Iucha con el devenit La “filosofia de la historia” platénica con- tiene tres momentos que se articulan entre si, El libro VIIT de La Repiiblica analiza las modalidades de Ia decadencia, evidencia los efectos negatives del devenir corruptor, escubre el proceso mediante el cual In eo- upeida es ejercida y, por lo tanto, indica Jos medios con los cuales se debe luchar contra la misma. El Politico, el Timeo, el Critiag presentan en forma mition la in- clusién del hombre en el devenir, las eonse- ‘cuenelas que esto hia podido tener y las leocianes que de ello se pueden extraer. Las Leyes constituyen una ciudad “de se gundo orden” y proponen, tal vez, ol ex tado definitive de la enseaanza politica del platonismo, Ideal politico El libro VIII do La Repiiblica comienza con tun texto muy oscuro: Platén explica las 51 1, Pletén en una miniatura de la escuola napolitana del siglo XV. Népotes, Biblioteca nacional, ma, XII, E. 82 (L., Perugi) | | | | | | | ‘causas que deben inevitablemente conducir aa disolucién de la ciudad ideal, supo- niendo que se haya logrado fundacla. Los sgobemantes, por falta de atencién, olvida- in observar las normas que presiden coménmente en los matrimonios, 0 sea la procreacién. EI resultedo do tal nogligen- ia seria mezela do a clase dirgente y los “caracteres de plata", més preocupados por hacer predominar su propio valor guerrero Personal que por vigilar la seguridad del Estado. Una oligarquic timocritiea, el do- ninio de una minoria que obedece al solo principio del honor militar, comenzari a reemplazar a la arstocraci del saber. En este estadio esti asegurada atin la tutela de la ciudad: el orden zeina, pero su base esti por desaperecer. Los guetreros man- dan “la alusiin a Exparta es clara; ace rularén el botin pero, vidos de honores cultarin el miserable’ producto de sco” sje. Los hijos de tales hombres no tendrén los mismos escripulos y desearin aprove- char los beneficios que aporta Ia viqueza. ‘A la timocracia seyuird la olfgarqufa pluton critica; el Estado estard dividito en dos la ses: los rons, descendientes de los guerreros y de los conguistadores, y los pobres. El deseo de goce seri tal que los primeros ex- tenderin en forma cada vea mis evidente su poder mientras los segundos se hundiin ‘ada ver més pesadamente en su baja con- dicién, hasta el momento en que el pueblo, ‘xasperado por la miseria y el sufrimiento, se rebele y, triunfando sobre los gobermantes Aebiitdcs por los placeres, procederd on modo anirquico a la divisién de las rique- zs. La democracia reomplazari dialée- ticamente (en sentido hegeliano) a la plac focracia. latin se complace en descibir 1 égimen, sogtin él tumefacto y purulent ‘que ha hocho perecer a Socrates y que 50 hha nogndo a prestar oidos a Ins enseianzas do éste. La democracia no comporta une verdacera constitueldn: en la medida en que confiere a cuslquiera el poder de deliberar acerea de cualquier cosa y no reconoce Ia competencia, es um “emporio de consitucio- nes”. Coda uno, segin su placer, interpre= ta Isley; la pasion personal predomina, el desorden se convierte en nora. La come nidad se separa por los intereses contzadic- torios y el Fstado desaparecerd El peligro es tan grande que el pueblo, can- sado de abandonarse a una licencia sin Ie nites, se confia a un howe, al cul cede Ia isin de restablecer una unidad. La cone tinvacién de Ta democracia es la tirana Al impotente poder de todes sucede el poier de uno solo, elegid al azar, sexin las cit- ccunstancias, No hay més orden, 0 hay mds leyes, solo esti Ia voluntad de un ind duo que decide segiin sus propios inte reses ( y los de sus amigos) y su propio capricho. La tirania os ol Spice de Ia ita: cionalidad, el triunfo del devenix castco. El saber esti excluido: el tirano os la exac- ta antitess del gobornante filésofo, El pri- ‘mero hace ley de Ta propia voluntad, el se- gundo desea lo que la ley, inseripta en Io inteligible, exige Camo se ve, este discurso sobre la decaden- cia es una Tectura que combina al mismo tiempo el anilisis institucional y Ia inter- pprotacién psicosocial. Coloca al ciudaclano frente a los problemas que surgen necesaria- ‘mente en los Estados sensibles sometidos a la accién disolvente del devenir. Pero qué es este devenir? gCémo y por qué actia? Entre las diversas versiones que Plat6n ofrece de este problema, elegimos, or su mayor claridad, Ia formulacién del Politico. Una vez, en la época lejanisima en que “el mundo andaba en el justo s tido”, los hombres eran gobernades diteo- tamente por Tos dioses. En esta época de ‘oro no habia necesidad de eonstitucién po- Titiea, ya que la sustituia Ia inspiracién dic vvina. El clima era tan templado, ln natue raleza tan lena de favores que todo era con- cedido en profusién y al mismo tempo, 10 existian conflietos de los hombres con los animales, ni de los hombres entre si. En Ja época de Cronos, Ja divinidad que, se- gin Ja leyenda, reinaba en aquella era, 1a ‘transparencia eta completa y la comunica- ién entre naturaleza, animalidad y huma- nidad no conocia obstéeulos. “Justamente entonees el piloto de todo el universo, casi abandonando Ia barra de los timones, se retird a su puesto de observacién, y en- tonces fueron ol destino y wna innata ten- dencia los que volvieron al cosmos en el curso de su nuevo ciclo”. Una profunda sacudida agité al mundo, ‘especies enteras fueron destuidas, ol prin- cipio de In materialidad tom5 ventajes, el desorden indefinide impuso su propia fuer- za a la exigencia de ordenamiento, Los hombres que sobrevivieron al. cataclismo fueron empujados hacia Ia animalidad: en Jn privacién, debieron reorganizarse, in- vyentar principios de convivencia, baeer fren- te a la naturaleza hostil. Los dioses, no del todo ausentes, proporcionaron el fuego y Ja industria, pero ahora la humanidad debia depender de si misma para subsistir. Los hombres se ingeniaron en lo que con- ierne a téenicas particulares, la agricultu- 14.0 ] fasién de los metales, Fl éxito no fue aleanzado en el campo del arte politico, et arte primordial, del que dependen todos Tos otros; ya que no es cierto, como preten- de Protigoras, que la divinidad le ha dado ‘cada no competencia en este campo. Lo demuestean los desbrdenes y Tos conllictos ‘que, desde Ia era de Zeus, lnceram a las cludades. Aquello sobre Io que se debe reflexionar es al retiro del dios, Ia distancia que ya se- para al hombre de la inclusién en el cosmos. EI Critias describe las Iuchas que en una Spoca, al comienzo del reinado de Zeus, enfrentaron a lg Atlintida, imperio di ‘ado por una racionalidad exigente pero abstracts, y a Atenas, gobernada entonces 32 segin las normas de la justa proporcionali- dad: los ibros Il y IV de Le Repiblies, el Timeo, el libeo IM de Las Leyes, analizan al nacimiento de la sociedad politica. El sentido do estos toxts diversos, tal come aparece cuando de ellos se extrae To esen= cial, es que ninguna docteina,ninggana pra xis Hea a compensar hasta abora la par tida del dios. La misign de la “recta fileso- fin” es procisamento In de tomar exacto conocimiento del fracaso y de sus cansas y de construire diseurso con el cual, en la tcoria y en la prictia, se podré en la medida de To. posible guiantizar la. permanencia de lo divino en el hombre, o sea, el poder de la racionalidad, El ibro VIII de La Res priblca es como una leccién de téenica po- litiea: a un estadio cualquiera y cualquiera sea la potencia corruptora del devenir (del rmundo “en el sentida errado”) se indican, entze Tinea, las. disposiciones instituciona- fes que los gobernantes bien informadas de- Islan adoptar. El Politico tiene un deste nrollo similar. Las Leyes, nego de que La Repiiblica ha edificado el modelo de Es fda “de primer orden”, buscan csidadeste mente las efectivas condiciones de supervi veneia de una ciudad, que es wna chudad “de segundo orden’. Aquellos que la go- biernan poseen el saber, aquelles que son gobemados en la hipétisis adelantada por Platén acerca de una ciudad colonial no hhan sido séleceionados. Clinas el eretense, Megilo cl espartano y el andnimno ateniense Alseaten cules la, mejor constitueién que debe darse a un Estado tal. Se mantiene ¢l principio fundamental de La Ropsblica: se trata de rexular segiin Ja razén, 0 sea sexin Ia usticia, una unided formada por elementos diversas (sexes, caracteres, pro- fesiones). El propésito de esta organiza: cin es el do garantizar la permanencia de 1a comunidad y de tornarla virutose fort ficéndole en modo continvade. Dada Jo naturaleza de los ciudadanos, no €3 pos ble prescitbir la igualdad funcional del hombre y de la mujer, el comunismo de Jos bienes y Ia comunidad de las mujeres ¥ de los hijos. Es preciso erear wma mezcla ‘que tenga en cuenta la naturaleza sensible y hs exigencias de la racionalidad, una mezcla que no sea una mezcolanca. La de- rngeraeln proporciona ht desagradable imax gen dela mezcolanza; el poder tirinico, por ejemplo el que reina entre los persas, cle tamente fmpone Is unilad, pero heciéndola depender de un principio empirico. Bs necesario superar esta abstmaets_ oposieiin dl poder de todos —que es ausencia de or- den y del poder do uno solo ~que es orden contingente-, Esto es lo que determina 1h constituciin de Las Leyes. El poder de Jos gobernantes se rodea de sa- calidad, su misién es la de regular euida- ossmente Ia existencla de cada uno. Lat {ommula de Las Leyes es ms simple que lz de La Repiilica, dado que tiene en eventa Ja diversidad, pero no es por ello menos 2, 3. Péginas do un manusorito Tctino del Timeo, con ol comentario de Calcidio. Siglo XV. Florencia, Biblioteca Medicea Laurenziana, ms. Plut, 84.24 {C. B. Pincider). 2 El comentario de Guillermo de Gonches al Times. Florencia, Biblioteca Pineider) Platén aft snseniancar nae epee meer -ge fant toni. Dende ait cpg: oh pitrica onitacomper!- Hee o- laa spionensque fe fe {eupleniua mumers Nam & in rs epines ati concinecur’propren $d psp doo. aon” ‘maior of sere numenes spite muamero:id ean verti nite ef im up a. ES ae 2 Bia ses vim c rds wef evtemenmpge Bop saa = ao ed ringer is quog, rationis tmidtarum babes: Sap ngulornnepieiorum quand porsunculam ieee! ame fhcer ipa rationem bemieony Seay ‘ate taneuen untum ducers inea mmbus-aduerfam faggot Congo qe ae ean dcp etiam con) ee ec quaneum ilud its dept ratione dimenfs. Surmentur? Te ipl oc tee a 0 prcdar admivene of fe mavorim fumarun nl reooppatrr ne Siegler ley ir etn rp cy = %) - 3, s i Cs retiiessen % \ f SS ckcex. Parsectaua Le § in oss Vor 2 Me fo patty) eine i “sen Be) Seep forum a ca Hee fe) \ae ( ) ‘VIS iieur prime potions nis conuener inftieute ratccnations * Rae Tt f Ninifum coeumnongincedee:quem fcinuen. Sums com Soe Famers ex tribus pone iene Honcoels fs fs comphen: Naferur sei mumerss. Hunn xx bis ppt Ise 40 " imperativa. Los doce bros de esta obra ine ‘completa constituyen una suma politica ¢ fnstitucional de tia preesiin sorprendente. ‘No nos interesa seguir en sus detalles estas Aisposiciones politicas y morales. Basta re- cordac’que sigue siendo vilido ol prin pio del “estatalino teenveritico” estable- ido en La Repiiblica, Sobre todo, es impor tanto destacar, gracias a este testo que consists en una aplicacién de la teoria a tun caso empirieo, el rol que Platén asiana 4 la Glosofia dentro de la realidad cbsmica axa retomar la motifora del Timeo, ella va “hacia atzis” y, si bien de origen diving, Ja obra del demiurgo se ve continunmente comrompida por la “mateialidad”. Los dio- ses se han rétirado. El devenir prevaleco sin cesar y ninguna soluciéa inventada por los hombres Togs hasta shora oponcrse a su poder dolvente. Sin duda, una ver las so- Gedades patearcales, supicron “limilar los dais", no. oieciéndole ala soicitacibn sensible més que wna minima presa. La hie ‘manidad no ha sabida ni fas deseado con- tentarse con este modesto destin; ha desea- do ks “civilizacién” y, mients se precip taba en ella comenz! a sulrir sus nefastas conseeuenelas. Ha descado tomar medidas: poetas,sacerdotes,adivinos, hombres polit 00s, “fisicos", téenieos de todo tipo, tuvieron Ja pretension de resolver los problemas que rma tradicidn exhausta ni signiora aleanza 4 plantear claramente ‘Todos estos expertos fracassron, como Io atestigua ol infeliz destino de Grecia, Principio y fin do la filosofia La “recta filosofia” pasa.a ocupar el puesto de los dioses ausentes, [lla reemplaza con el conocimlento la inspfracién que aquéllos, cunndo estaban presentes, infundian en los hombres; reemplaza Ia connivencia con Ta realidad por el conocimiento de esta reali- dad; al ser ya irrealizable Ja praxis inme- iatamente justa, define Ie vie teérioa in directa que podré conservar, reforzado, Io que queda de divino. Sin duda, es preciso hacer un largo viaje y aceptar la utopia, ol mundo inteligible que ‘no esti ni aqui ni ahora, que ningtin hom- bbre mide y posee, pero quo es medida y juez. Se debe admitir quo existen ideas, presentes en Jo sensiblo como més allé del ‘mismo y que Jo sensible imita: que el sen- ‘ido de la palebra halla su propia verdad en el discurso universal; que la maldad es ‘mal conocimiento de si y de los otros y el ser mismo; que la injusticia es funda ‘mentalmente insensatez, es decir, mis que error, estupidez. Si asi no lo fuera, seria imposible distinguir al animal del hombre yl palabra no serfa mis que un rumor. a filosofia, que ocupa el lugar de los doses, instala al hombre en la adeeuada situacién de un animal que habla, La conclusién del platonismo es la historia de la misma filoso- fia, 0 sea, de este género eultural que, a través de las religiones reveladas, Ja ciencia . ei soon menor eapcided de’ probe. AL Fedén cas arriba). nt B Simp, ol amor. ginero moral. Hay woe en en cade gets Dore ranscoso, Gia ino debe promnciar un dacum geet ‘itfomaclogdo'pora eta opti dade nr. {is person ifs promutian-dscaron bien fcnsredos vies Arians relent improvisiisa chien. Staats pone en eviden- Gata analogia del Amory) Ge i Pits, ttmbos his de la Rebrera ¥ de Ingenio, AL ‘lads, du legs en ese momento, conf fs Ken sce, 6. "Fedio,o la bellera, gle mo Sete a Serates eden de 1 Ente del amsato.para con. ol see mado. Stet amen ey catia gee a inde que yacoaretven yy profundaand st tern el Latur, que el veda anor por fo Tnllo pone economies, apart de Ena thea shy tien ‘dea ble en pp ees TN, Los dlogor do formacon de la Academis, propeatror para i ence que muy pron Serk domrelinda por Le Repablien, Ete Etor Dodi ser clasiado ol Cato, Ellos son une Geosmein directa se i ese sasion Bee ee eee eee eee Bos Rtgs rot por Ca Akl, ia roo, Hila, expone 1s nataralaca dl oli del sot jvc ene eas ‘ona, con el mito de’ Epimeteo. ‘Socrates do nose a la sft 8 contac, dad gp estene que a virted puede. ser ened falentas que la nocn qh Ta mma tne Ge Et ired exclaye toda een Bi. “Govgan ola retin, enero conto Nuova puss on cuertioy Ge le tren La fnterogeelin ‘concern altri de Corina sin prtendo ensonar a cualgaions le eniea YL palabra, Socrates basadn al roblena sepia fu comimbres demuodra. al nodeads Goratas, ab exenvo Polo y al bil rade Galces que se puede ensfar sll logue tno ‘abe: Pet sng de sino Sayer de defini claremente a I to, GP Senin, ola vit. anor probterio, Se Plantes uta ves mir li Goeston de In dein Sia de vit Nan Hee tn crates eae que se plance el problema std, igo ove i, do truesra, ue es fe mayéutoa y edbora le teo- tla de Ie reminiscencia, iu V. El ddlogo constitutive de ts Academia: La Hepibien aft dilog polite. En forna my esgic, as se pucks presentar ldesarollo cel ibro: 8) Libre'l dition do ee eee eee onclusones del Goeins 1) Libre Tr: lx dos intrtocutores de Srates, Pays ee dk elogtar «le jst, Sertes propane nen: fer la defiicign do la evencia de. que oe {sty enloncer examina Ia fotela noon el Inavdno “dado que alle waidad ext ese ripe con caractfe mniy diinutor— sno en i ociedad cata soca’ presupons I ae Sim del tabs, dseripoon We Iasi yo Ivrea sarin de ls "soieda™ iat: Teceldad do. una constitcn poten jot claberads ona cle de suaines,cnca- igs Sita fad pen, one 1s Siucacién de lon sowidincn, fica do in Ghueetin tadicocel 6) ‘Libre Ill eritice de Ia posin cemo peda eet ee ecieeeete i eeees prea aie eete aces Sslscin de Tos gunlanes; el modo de wide Ge ston, le guerdaner vivir cm comidod 4) ‘bro 1 las ten clases que deben formar 1 Esa. (sion ee, megan) tudes renpectivss(empersaci, coaje Seplenla)y In fsa como orden oportano de etas ts lates ye etae vitae) stor rable le Ta nti dl individ 8) Lilxo Vs las conisones do los gutdions; figulded de fends del bombers y do lee fy i abot de In far ye conmnidad Ge las mujeres ¥ de les Ios, como garantia de Tavunidad del Estado, diferencia ente saber 9 opin, 1) Libso Vi: el poder, gdebe pectoral fischo? Soy realizes perertide y nat Fala real lor gobemantes Jel Estado ede; io-que fanda le leetmidad de st poder, dese: do a tera de las ides, 8) Libro Vil: Te alegora de Ts cavern; ol Erraig stutlorom do ls. aprendioesfilecfee; fis disciplinay dl Gespertae de be dinates: destino del solo on br cided eal 1) Lira VIII; cimo se cortompe el Estado Inodcl, ie neslicencis Inca. anklss pricoo dal dl proceso que conduce de la Uatocraca fle plulcraia 9 do ert atime a la demo- Gracy y al poor de todos lor regimenes, Sana 4) Liteo 1X: retato del hombre que se deja dlminar ports tania de los dlens, te 0 eV hombre és nso: he felicia del trano cs na felicidad false 1) Libro. X: retoro al asuato de ls mentira podtien y Ie fabificaein conta cx general Tor eats el significado de ln inmortled eh lng su dseactin medion el mito de Er dl panflo, VL Li diflogos de ta madurer, que desaro- Tan y profandian la docrina do hs ies ‘AL Porménides, 0 ls ideas. Hath constwido ‘or dos pares’ nla primera, el viejo Paraé- ides obliga at joven, Socrator « Met hats eb fondo en Ia doctinn do as eas on la segunda, fe desrlla an erect dlaetico acer de Its rlaciones del Uno. del Ser que constituye tt pasta cn cuestion dl eet. B. Tertto, 0 la cei, sénero peirstico, EL rable Guo se plates el des natraiera El sts Tet reve socnaent te Jas imteypretacioes que hasta ese momento fue zon dadas acerca de le base de la clone. La crites do Socrates demuestra que eta base m0 Sern Is pone (que remit em omelsin, al relativism de Protigores yaw teoit del Homi) Inert rn Ia" verdadera plain scope rnt E. Soft, ool ter, genera gio. La pina Stculacia del difogo ea un, ands de la ‘Maclin del sfista con el miétodo. dinetico de Is divin, cl mismo so conslaye en una Steam de las diversas concepeiones Gl ser ‘lsnrolladas hasta aquel momemto en ura con- fusca ‘conjonta to slo dal materia kl idealiome sino tambiéa do Tos heraciecs ¥ de los cledtcos, D. Politico el arte rest. Nuovo examen 56 [vtelasén ome [a aaron’ pats ner fda Hl, 0 dl places, ene ein. ‘dad eonjenta de in del placer y de Serotec eee {Coke Frm. Spree, oe oct See ogica del sent los pheemes pants el pa elie etl 1 Bimeo, Io atralera, La coctin pe la del natumlers del ‘Estado ea fefceoca a Solin panies ol robles dl ‘tonayarcaiea, peo antes de enc ‘portin sclera fa eweston do Int Oe tsa nec en lp cull extnosy el dl demiongo, of modelo de i integenes & usta noel, yx crocs cela tole dialectic fs dodaci de fo sel Ge Crtiag 0 lx Wintida, En l se co Sos moths potchitincs que deben rn pear eo tric Ae al Fait a Gash mec do le tage Alita) oes ee omeat i ee ST dugotien erecta, El go am termina, Mit ban Ley Keats alone © ta legisla, ia Cara Wil es eos oa Sctwalidad, genoralmente, como suténtics 9 ei 5 Importancia et fandgmenta En espaiol puede consultarse: Platén, Obras Cony , Tries Blatén, “Obray’ Completes, M CECSA, 5. Brun, Platin y ta Academia, Bs nos Aires, Eudeba, Y. Canosa Capdovilla, Bi tomo «la sociologia ‘de Platin en su perenne étieoligios. Montevideo, B Ramos. A. Foullé, La jdovofie de Pla Maid, Medinseak. 4. Foul, Artételee polémica contra Platin. Madsid, Espesa J. Messen, Platonigna y_projetiome, Cartas Athenas. A Kore Intradvcctin a le lee de Pletin. Médco Caen, M. Lewd 1B problema de Dios en Platin, Madd, Mee dinkcel, "W. Prats, Plain y el pltoniones Buenos Aites, Emecé. Ruiz Pérez, ET cone de flosofa en los evrtos de Platdn. dex, Sal Terme, M, Sehuhl, La obra de én. Buenos Hahette. “A. Taylan, Plotoniomo su tfiuoncl. Basnos Aires, Biblioteca Fundamental de Arte le ofrecera una nueva obra extraordinaria: Vida y obra Goya | la Espana iColecciénela! $ 2 En solo 15 fasciculos usted podra completar esta magnifica obra. a que usted quiere buenos libros. 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