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LA CRUZADA CONTRA LOS ALBIGENSES aN say Ao) 0) See) 70] WMAP) AOL LOZANO) N (roy WROY.\E: (cla Saco aoe AUN Pelee aaa ag OVS enele Nae iNolen 12174. ac RA CORALDLS CONQUISTO CARCASONA. ERA LA PRIMERA GUERRA DE RELIGION QUE SE REALIZABA CONTRA POBLACION CRISTIANA. een se aN egeae ert! ae eet Loe ete er La Cruzada contra los Albigenses Los cataros se rebelaron contra el modelo de Iglesia y sociedad del siglo XI. Reclamaban volver a las practicas de los primeros cristianos L CATARISMO, NOMBRE CON el que se conoce actualmente sta disidencia religiosa cris occidental en el siglo XII. recibieron diferentes non las regiones: pifles en Flandes, bugres en Borg iia, edtaros y ‘maniqueos en Alemania, patarinos y ed fa y en Cham taros en Italia, albigenses y maniqueos cen el sur de Francia. Se dist otros disidentes de su época por su vio lenta critica contr sus prelados, alos que consid dignos. Se presentaban como y verdaderos sucesores de los apéstoles ¥ consiguieron implantarse en el Midi Catélica y los territorios del sur de Francia- y en Italia, En es en dia son el nombre de c: Uamaban ‘muyjeres” o “buenos cristianos’/"buenas \s regiones, aunque hoy saeralmente conocidos con aros, ellos mismos se ‘buenos hombres"/"buenas Si desde la época medieval se ha afirmado que el catarismo p Oriente, importado por sus homélog bbogomilos -considerados herejes por la Iglesia oriental, la inv rocedia de ‘orienta, a investigacion més dencia nn el contexto hist6rico de la cristiandad occidental del siglo XIL. La cia religiosa aparece como una al modelo de Il id cristiana que el Papado intentaba imponer tras la Reforma Gregoriana iniciada por el propio Pontificad del siglo XI_y que recibe el nom. tio VII (1073-1085), 1a apogeo. Pretendia, r el clero de vas, costum: 2 de tos conferidos. En segundo diad que la condui en primer lugar, sus costumbr bres qu los jugar, la Reforma pretendia liberar la institucién eclesidstica y su poder es piritual de la sumisién a los laicos. El movimiento se saldaria, a principios del siglo XII, con la victoria del Papado, {que se situd, como vicario de Cristo, a la cabeza de la Ig e toda la cristiandad, haciendo valer {su poder por encima incluso de los poderes temporales. Contra este modelo de sociedad se revel6 tuna parte del clero y tuna parte del laicado, Reclamaban una vuelta al modelo de organizacién y a las de la primitiva de los apés Iglesia y de prieticas sacramental Iglesia cristiana, la Igle toles. Estos disidentes fueron pronto condenados por el Papado como herejes y,a partir de los aos 1240, aparecerdn los que mas tarde fueron llamados taros on los territarios de la actual poner un model teocritico de Iglesia y de cristiandad, el Papado inicio la lucha contra los que srupé en la cat a combatir, unos en el exterior de las fronteras de la cris tiandad occidental y otros en el inte- rior. Ent los los primeros, se encontraban nfieles (judios y sobre todo sarra- cenos), Entre los segundos, aquellos « los que consideraba herejes y contra los que lanzé un combate sin precedentes, La Iglesia condujo su lucha contra la hereji través de los cénones conciliares que la condenaban, como en el de la doctrina 10 en el aspecto juridico, a a través de campanas de predicacién Airigidas por los monjes cistercienses. La Orden del Cister, que reemplaz6 a la Orden de Cluny como brazo re- ligioso del Papado, puso en marcha una ie de visitas o legaciones por el sur de Francia a partir de 1140, Ya desde la primera visita realizada en 1145 por el que rerea al Papa Inocencillamand alos cretanesa defender I fey luchar por la Iglesia en la Cruzada albigense, Desde finales del siglo XII el catarismo consiguié establecerse en principados occitanos: Toulouse, Foix y los dominios de los Trencavel. futuro San Bernardo, que fue a predicar en Ia regién de Toulouse y de Albi fueron los cisterclenses los que difuud eon una imagen del Midi como tert torio corrofde por el mal de la herejfa Por eso los primeros cénones con: ciliares que condenaron la here- jfa la situaban en el Tolosano, Gascufta y Provenza. Ex realidad, estos cénones respondian a la acusacién que los cister- cienses habfan lanzado con- tra el conde de Toulouse, Alfonso Jordan, de tolerar la herejia en sus tierras. Para evitar las sospechas. estos condes se aliaron a los cistercienses en la lucha contra la herejfa, acusando a sus vasallos los Trencavel, vizcondes de Albi, Carcasona, Beziers y Agde, de ser los principales defensores de los herejes. Es cierto que desde 1142, los condes de Toulouse estaban en guerra con los vizcondes Trencavel y que éstos hhabfan iniciado una politica de alianza ‘con sus poderosos vecinos, los reyes de Aragon y de Inglaterra. El conde to- losano terminé venciendo a sus vasal los gracias a la intervencién del rey de Francia, En este contexte de tensiones politicas, el concilio de Tours (mayo de 1163) sefialé a la regién de Toulouse como foco principal de la herejia. Un mes mas tarde, en junio de 1163, se firmaba la paz entre el conde de Tou louse Raimundo V y Raimundo Tren cavel, Y en 1165, ambos aceptaron la organizacion de una asamblea judicial en Lombers,en la region de Albi. LOS PRIMEROS "BUENOS HOMBRES” Es en el documento que describe la reunién en Lombers de los més altos dignatarios laicos y eclesidsticos de la regién donde encontramos la primera mencién de “buen hombre” aplicada a tun hereje en el sur de Francia. En otro documento de la misma época, la Carta de Niquinta, que ha suscitado numer ‘0308 debates en torno a su autenticidad, aparece otra mencién a los “buenos hombres’. El texto describe una asamb- Jea religiosa que habria tenido lugar en el castrum de San Félix de Caramén, cn la regién tolosana, en 1167. A la re unin acudieron los "buenos hombres” y las “buenas mujeres” de la regién, ast como el obispo de los “buenos hombres” de Albi, nico prelado disidente en ese momento, y los representantes de lay comunidades de los “buenos hombres de Toulouse, Carcasona y el Valle de ‘Ardn, acompatiados de sus respectivos consejos. Al final de esta asamblea, los representantes elegidos de estas tres ‘ltimas comunidades fueron ordena- dos obispos. Desde finales del siglo XII y prin- cipios del XIII el catarismo consiguié establecerse en los tertitorios de los tres principados occitanos: el condado de Toulouse, el condado de Foix y los ;condados de los Trencavel (la regién de Albi y Carcassonne), desbordando igualmente la barrera natural de los Pirineos por el Sabartés y Fenouil ledes hasta Catalutia, ya en la Corona de Aragén. En estas iltimas tierras, fueron principalmente las familias no- bles, aliadas de los condes de Foix, las que prestarian apoyo a la disidencia Las comunidades que se organizaron dependian juridicamente de la iglesia delos “buenos hombres" de Toulouse, y dispusieron, desde 1206, de un dlécono, ‘¥ LACRUZCATARA no es otra que embema os Guillermo Clerc, instalado en Castellb6, ‘Ademés de las iglesias de Albi, Carcasona y Tolosa, otras dos nuevas fueron creadas en el sur de Francia durante la Cruzada contra los Albigenses, proba- blemente como consecuen- cia de la misma, En 1226 se funda en Pieusse (cerca de Limoux) la iglesia del Razés, (que respondia a la necesidad de asistira los cétaros que se encon- traban en los antiguos territorios vizcondales de los Trencavel. Estas tierras se encontraban politicamente bajo la autoridad del se nescal del rey de Francia y los creyentes cétaros no sabjan si debian acudir a la jerarquia disidente de Carcasona o de Toulouse. La misma circunstancia, el desmembramiento de las comunidades de “buenos hombres” y “buenas mu- jeres' provocado por la Cruzada sobre estos territorios, explica la creacién de otra nueva didcesis disidente, la de ‘Agen. Esta fue creada en 1232 por ini- Ciativa de la jerarquia de Toulouse, que reconocfa asi lo dificil que era poder recorrer entonces los territorios de su didcesis, Fue principalmente en el ambito rural, en los castra o pueblos fortfica dos, y sobre todo en el seno de las fa milias de la pequefia aristocracia local donde el catarismo tuvo mejor acogida desde los primeros tiempos. Proba- blemente, entre estas élites castrales, y gracias a la accién de los primeros predicadores itinerantes, se reclutaron desde 1140 los miembros del clero dist dente. Por esta razén, se ha afirmado que la adhesién al catarismo fue una “eleccién familiar’, También el patri ciado urbano, cada ver mas influyente, ¥ los burgueses urbanos, en plena as: censién al poder politico y econdmico, jugaron la carta de la disidencia, pues jodian hacer frente a una aristoc racia tradicional, laica y eclesidstica, que se resistia a compartir el poder con los nuevos grupos socio-econémi- »» culo as La Cruzada contra los Albigenses ‘lias ed i K ISIE oa RL Ay ey Laimplantacion del catarismo en el sur de Francia se realiz6 a través de las elites, tanto rurales como urbanas. cos ascendentes. Asi pues, la acogida y la implantacién del catarismo en el Sur de Francia se realiz6 a través de las elites, tanto rurales como urbanas. Sus relaciones de solidaridad interna, entre parientes y amigos, creyentes y religiosos cétaros, aseguraban la estabi lidad de sus linajes, en el interior de los cuales algunas familias se mostraron mas receptivas que otras a la herejfa Buena parte de estos lazos de solidari dad entre linajes, creados a partir de tun complejo sistema de relaciones de reciprocidad, convergfan en la fidel: idad a los vizcondes Trencavel y a otros grandes nobles occitanos. El inicio de la Cruzada contra los Albigenses en 1209 serfa un golpe decisivo a esta situacién, de relativa estabilidad en la que vivian | COMO ERA LA IGLESIA DIS. eee eet et ctaros pr ere eens Cornea acuta! ig reer forecrs) ee eee eee ee ey ac ieee ec reer las comunidades disidentes de “buenos hombres” bajo la pioteccién de la aristocracia occitana, LA RADICALIZACION DE ROMA La segunda campana de predi cacidn cisterciense contra la herejia en el Midi francés estuvo encabezada por el abad de Claraval Enrique de Marcy y el cardenal Pedro de Pavia. Tuvo lugar en 1178 y fue, como la visita de Ber: nardo de Claraval, muy mal acogida pot la poblacién. Un afto después, el IIL Concilio de Letran (1179) dio un nuevo paso en la lucha antiherética: exigié la participacién de los principes y los sefiores occitanos en la persecucién de da dell a) en ae rte mee or 4 gs eee Peete side Pata a ce ee) Pe Prec eet seer et on pre Pea = io} Pet) eee eer ae ean! los herejes y ofrecié a quienes los combatieran las indulgen. cias otorgadas a los cruzados de Tierra Santa, Consecuen: cia de este Concilio fue la organizacién de una minicru: zada lanzada en 1181 contra Ja ciudad de Lavaur, en el interior de los dominios de los Trencavel, jus tamente donde los cistercienses, orien tados interesadamente por los condes tolosanos, habian focalizado la herejia Con la ascensién de Inocencio IIT al Papado, en 1198, la lucha contra la herejfa se radicaliz6. Con la bula Vergentis in Senium (1199), el Papa convirtié la herejfa un crimen de lesa majestad divina, extendiendo las con- denas eclesiasticas y civiles no s6lo >> DENTE bt asa eee cs ee eee ee ee ener ono een cer aac eect i ea la eae cae mn es ee Seo oni eos Pret) See) oi culo LA EXPANSION DEL CATARISMO EN OCCITANIA 7 ‘oBergerac © os Casteneul 1 armante SEES _ OTonneins Pe saad Pee Agon (6 1248) Moi Ccastelsarrazin i Montechige ~ Vilemur a. HEREJIA CATARA (Primera mitad del siglo Xill) x castle Gasad neste 4 obispado cataro ‘% Hoguera con fecha Limite aproximado del terrtorio de los obispados cétaros ay La Cruzada contra los Albigenses A finales del siglo XII el Papa se radicaliz6 y envid una legacion de monjes cistercienses para acabar con la herejfa en el Midi contra los herejes del sur de Francia sino también contra quienes los pro: tegian. En 1203, el Papa envio una nueva legacién cisterciense al Midi encabezada por Pedro de Castel Rainiero, monjes de la abadia de Font- froide, préxima a Narbona. El objetivo legacién era expulsar a uel ercienses debian obtener los gobiernos de las, ciudades, que debfan comprometerse ras, Para lo: més tarde, en 1204, Inocencio III nom: bro un nuevo legado, el abad del Cister Arnaldo Amalric,y solicit6 por primera ver al rey de Francia, Felipe Augusto (1180-1223), quelanzara. a Q uuna cruzada contra los "ey de herejes meridionales. En 1206, los legados cister lenses habian logrado los juramentos de la mayor parte de los sefiores occitanos, del propio rey de Aragon Pedro el Catélico (1196 1213) en 1204, y de los demas seores de Provenza. Sdlo faltaba el conde de Tolosa Raimundo VI. Su oposicin a la al le costé la excomunién ‘enemigo de la Paz’, p identificaba con la paz de la Iglesia la paz de la cristiandad, lo que ¢ ‘onde de Tolosa en un “fuera fen un “hereje’ ‘i el drigente poltico que spo sacar mejor partido de a ‘Crazed conta ls estas. A las campaias de predicacién cisterciense, ‘que no consiguieron con vencer nia los herejes ni a sus protectores de la aplicacién de la politica pontificia contra la herejia, siguid desde 1206 la dos clérigos castellanos, el de Osma y el canénigo Domingo de Guzman. Este diltimo, el fu ;nto Domingo, dard su nombre la Orden de los Predicadores, cread 1216, Utilizando las mismas armas que los “buenos hombres’, Diego y Domingo adoptaron la predicacién itinerante y en pobreza propia de los apéstoles y el Evangelio. Domingo de Guzman recor id la regidn de is hasta » obispo taro iCUALES ERAN LAS CREENCIAS CATARAS? La Cruzada contra los Albigenses Elasesinato del legado pontificio, Pedro de Cas' jau, el 14 de febrero de 1208 fue el detonante de la Cruzada. El Papa llamo a las armas. Toulouse y or nn diferente 4 Verfeil, Fa tréal y Pamiers, jeaux, Mon DE LA CRUZADA, ALA INQUISICION asesinato del legado pontificio Pedro de Castelnau, el 14 de febrero 1208 fue el detonante del lamamiento que el Papa Inocencio III hizo a los sefiores y caballeros de la cristiandad para que tomaran la cruz en nombre de Cristo contra los herejes y sus protectores del la Ig sur de Francia. Por primer lesa lanzaba una cruzada e cristiano, contra un principe cristiano, el conde de Tolosa Raimundo VI y con tra todos los que protegian a los herejes en Languedoc y Provenza, La Cruzada contra los Alb duré veinte afios (1209-1229), tuvo ama guerra que unas consecuencias decisivas para la nte del ocedia historia de Francia. El conting ejército reunido por el Papa crada, Simén de Montfort fue elegido de diferentes regiones de la cristian dad: Borgofa, Normandia, Pic jefe de los cruzados, que se s, Champana, Rrotafa, Rena n contra Careasona, La ciudad nia, Lorena, Inglaterra, Italia y se rindié el 15 de agosto y su ariamente a sefior, el vizconde Raimundo onal, que Roger nas més tarde prisionero en su propio castillo, Otras dos grandes ciudades de los do. minios Trencavel, Albi y Cast res, se aliaron inmedi a. En los af ccruzada ierra del norte ncia, es p suzados y siguientes, hoguera a 0s del c a Cruza te os eruzados llevaron a jes, en Minérve (1210). #s (1211), con las con de Toulouse. La ausencia de un seve muchos ano Lavaur y siguientes consecuencias draméticas que ello supuso para las comunidades de “buenos hombres” occitano unido contra la Cruz confirmada por la actitud de! tol Raimundo VI con la Iglesia én junio de 1209 se uno 4 mismo al ejército cruzado, on a pri o que el conde de quien tras reconciliarse tilidades comenz: A partir de 1221, le tocé el turno a los ipios del dominios del conde de Toulouse, que se ‘on en el objetivo de los cru: zados. Su victoria en Muret (1213) fue decisiva, En est de Aragén Pedro el Catdlico, que habia acudido a defender a Raimundo VI y asallos occitanos suyos. Tras verano de 1209. Pues Toulouse se habia reconciliado con el Papa, la Cruzada tomé como objetivo las ciudades del vizconde Raimundo batalla murié el rey er Trencavel, vasallo del tolosano, La ciudad de Beziers fue asaltada en julio de 1209 y su poblacién masa- a otros La ausencia de un frente occitano unido se ve confirmada por la actitud del conde tolosano Raimundo VI y sus cambios de bando. esta derrota el tolosano fue desposeido por el IV Concilio de Letrén (2215): sus titulos y sus tierras fueron enteegadas a Sim6n de Montfort. Sin embargo, entre 1216 y 1224 se produjo un giro importante en la situacién, pues le Tlegé el turno a los occitanos derrota dos. Raimundo VI consigui recuperar sus dominios tras el largo asedio de Toulouse (1217-1218), que le costé la vida al jefe de los cruzados. Para con: trarrestar la contraofensiva tolosana, el rey de Francia Luis VIII dio un nuevo impulso a la Cruzada Albigense en 1226. Al final, los occitanos tuvieron que someterse a la monarquia Capeto. En 1229, el Tratado de Meaux Paris con firmé la derrota y prepar6, a través de las obligaciones impues tas al conde Raimundo VI la ineorporacién de Jos dominios tolosanos a la Corona francesa Ese mismo aio, en el Concilio de Tou. louse fue creada su Universidad. Su objetivo era formar predicadores en- = cargados de ensefiar los fundamentos de la fe catélica a la poblacién. En las cléusulas del Tratado de Meaux Paris y en los cénones de este Concilio estaba también comprendidas las medidas a adoptar en el futuro en relacién con la bisqueda y la captura de los herejes, es tableciendo asf una primera inquisicion episcopal MALOS TIEMPOS PARA EL CATARISMO Desde el comienzo de la Cruzada Al bigense, la disidencia cétara entré en una larga agonia. Sus comunidades se dispersaron al paso de los cruzados y, al terminar las hostilidades militares, la creacién del Tribunal de la Inqut sicién por el Papa Gregorio IX, en 1231, y su accién sobre la pob- lacién les dio el golpe de gra- cia, pues desarticulé la base social que habfa nutrido la ¥ Uscorre De [CARACASONA cayé ante os ‘ruzados de Montfort ‘de agosto del aio 1208, disidencia, es decir, la nobleza castral y las élites urbanas, En 1233, al con vertirse en una institucién pantificia, la Inquisicin fue confiada por el Papa a Ja Orden de los Predicadores. La eficacia de la represién provocé el repliegue de los disidentes en el castillo de Montse- gur, en el condado de Foix. A partir de tentonces, las condiciones de vida de los disidentes, asi como la practica de los ritos sacramentales, fueron cada vez mis dificiles. A partir de 1242, el proced- imiento inquisitorial se reforz6 y el tribunal actué en las re- igiones de Castres, el Vaurais y ‘el Lauragais, En una localidad de esta iltima comarca, Hamada Avignonet, fueron asesinados los Inguisidores Guill- »» culo 2 La Cruzada contra los Albigenses El tratado de Meaux-Parts de 1229 establecié la primera inquisicion episcopal, con la misién de buscar y capturar herejes. ermo Arnal y Esteban de San Tiberio, descendencia de Alfonso de Poitiers, arqu{a cétara se exilié en Lombardia, IX,y donde todavia hecho que provocé una represién inme- hermano del rey de Franc! data, El castillo de Mont ue ase diado por el senescal real en 1243 y, un afio mas de, el 16 de cidn se rindié nbres" los que, convertidos se produjo definitivamente en —_,grpulsorde ia Cruzada | 1271, A la muerte sin monasterie de Sante Speco. fl PEIN TOCENTIVS Ef SERVVS SERVORY Di: OILECTIS 1 i) SPECY BEAT BENEDICTIRECIARE VITA pea 4 MINTVT NVI. MACIS €St MEDVILATV, VA Hb OnECIG cal TGLT ATTENDENTES..CV-OLI_CAVSA DEVOTIONS El Ultimo cataro conocido vivia exilado en la Corona de Aragon. Engafiado por un confidente de la Inquisicién fue quemado en Carcasona en 1329. otros miembros de la pequen del alto condado de Foix. La accién inyuisitorial durante los primeros afios del siglo XIV seria de- Cisiva, puesto que fueron capturados ¥y quemados los iltimos "buenos hom. bres", Los inquisidores Geoffroy de Ablis y Jacques Fournier actuaron en 1 tribunal de Carcasona'e inspecciona ron los territorios del condado de Foix, en donde la familia Autier continuaba haciendo adeptos. Mientras que Ber nnard Gui actuaba como inquisidor en nobleza PRIORL 6 FRI 70x TA' it. SNTER HOLOCAYST ALTISSINO. Dé PINGVEDINE Seika? ah Tari sont Toulouse y su regién, Jacques Fournier cétaro conocido, Guillermo Belibaste, oriundo de Cubiéres, cer a de Carcasona. Exiliado en aquellos territorios desde 1314, Belibaste vivia rodeado de una pequena comunidad de creyentes, exiliados como él y natu: rales de Montaillou, en el condado de Foix. Engafiado por un confidente de la Inquisicién que lo condujo hasta Car casona, Belibaste murié en la hoguera ‘encendida en Villerouge en 1321. Los liltimos creyentes cétaros fueron que- mados unos afios después en Carcaso- na en 1329. NAPOLEON PE SUGERENIAS “Toylouse 1976: Larelgon descattores2 vals, Teuouse Prt 1586, {MENEZ SANCHEZ, Pr, Les Cethansmes Modes asserts ts WAU PERAR UN MITO To Ens oe arti de 1870, el imaginaric Peco auc ua montana, La ob Sener tat Lronologia cuuanaunnuanuannanasadnunttianaiiuunuununnuuuuuaunanniutetiitiiiiiiits & 1835 ¢ Aparecen en el Languedoc las primeras ‘comunidades cétaras onganizadas. 1145 + Bernardo de Claraval, de la orden del ister, inicia sus predlicaciones contra los cétaros en Toulouse y Albi y constata la extensi6n de la herejia, 1163 # El obispo aleman Eckbert de Schénau utiliza por primera vez la palabra “cétaro’ 1167 + Concilio cétaro en Saint FélicLauragais que organiza su Iglesia. A su obispado de Albi se suman los de Agen, Carcasona y Toulouse. Asiste el patriarca Nicetas de Constantinopla. 1179 ¢ La Iglesia Catdlica condena oficialmente en el tercer Coneilio de Letrén la her 1180 ¢ Felipe II, de la dinastia de los Capetos, se convierte en tey de Francia | 1184 ¢ E1Papa Lucio II establece el primer tribunal de la Inquisicin para perseguir a los cétaros. 1196 ¢ Pedro Il el Catdlico es coronado nuevo ‘monarca de la Corona catalano aragonesa, 4198 « Inocencio III se convierte en Papa y envia al Languedoc diversas misiones para recuperar el peso de la Iglesia Catdlica en la regién, A202 + Cuarta Cruzada a Tierra Santa en la que ipa un caballero normando llamado Simén fort. Coloquio entre cétaros, catdlicos y ‘en Carcasona. tara. Languedoc para predicar la fe de Roma Ellegado pontificio de Inocencio Il, Pedro Jnauy excomulga al conde Raimundo VI _ 12.08 + Pedro de Castelnau es asesinado en Saint: Gilles:du-Gard, en Toulouse. Su muerte se atribuye | Raimundo VI ys el detonador de la Cruzada albigense. 1299 + Los cruzados llegan en julio al Midi y ocupan Béziers y Carcasona. Simén de Montfort teen el lider de la Cruzada te a ‘4 BERNARDO DE CLARAVAL empexs 2 predicar contra los ‘étaros en 1185

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