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Micue ANGEL TRortiNo VINUESA Departamento de Geog Humana. Universidad Complutense de Madrid Turismo y desarrollo sostenible en ciudades histéricas Resunten En un marco teérico, que tiene la sostenibilidad como referencia. y preocupacién central, asi como el entendimiento de la ciudad hi (6riea como patrimonio cultural y recurso turistico, se reflexiona st bre la transversalidad del turismo y sus maliples dimensiones, los Jmpactos socioeconémicos y funcionales, los flujos turisticos y el problema de la eapacidad de acogida, asf como sobre las interdepen- dencias entre turismo, medio ambiente y calidad de vida. Este articu- lo persigue presentar un marco de referencia te6rica general que per- mita explicar mejor las interdependencias entre turismo y dingmica urbana Resume Tourisme et dévélopment durable dans les villes historique Dans un eadre théorique oi la durabilité est une référence et une pré cccupation centrale, ainsi que la conception de la ville historique en tant que patrimoine culturel et ressource touristique, on réflechie sur le caractére transversal du tourisme et ses multiples dimensions, les Impacts socio-€conomiques et fonetionnels, les flux touristiques et les problemes de la capacité daccucil,snsi que sur es interelépendances entre le tourism Tenvironnement et la qualité de vie. Cet article es sai de présenter un cadre de réference théorique général qui permet E* paises de vieja e intensa humanizacién como los europeos, el territorio es, ante todo, una creacién cultural. El hombs (én de siglos, lena de trabajo, suefio y pensamiento, ha ido transformando el medio natural en paisaje de cultura. Este territorio, al conservar las huellas y herencias de nuestra civiliza- cién, constituye una herencia y un patrimonio de gran valor cultural y turistico, el llamado patrimonio territo- Eria, £7 (1998), pigs, 211-227 Cexpliquer mieux les interdependences entre le tourisme et la dyna ‘mique urbaine Awsteact Tourism and sustainable development in historical cities. In a theoretical framework which has the sustainability as reference and main concer as well as the understanding of the historical city as a cultural heritage and touristic resource, we think about the multiple dimensions of tourism, its socio-economic and functional impacts, the touristic flows, and the problems of carryin capacity, and about the interdependences among tourism, environment and quality of life This article aims to show a general, theoretical and referencial frame- ‘work in order to better explain the interdependence between tourism and urban dynamics. Palabras clave / Mots lé / Key words pacidad de acogida, flujos turisticos y sostenibilidad Ciuidades histricas, patrimonio cultural Villes historiques, patrimoine cultural, ressources touristiques, ccapacité d'accueil ux touristiques, durabilité Historical cities, cultural heritage, touristic resources, carrying. capacity, touristic Flows, sustainability rial (ORTEGA VALCARCEL, 1997). El mejor ejemplo de paisaje y patrimonio cultural lo tenemos, sin duda, en las ciudades hist6ricas, espacios urbanos que concen- tran buena parte de nuestro patrimonio urbanistico y ar- quitecténico monumental. Este paisaje y este patrimo- nio cultural son también un importante recurso turistico, cuya gestién plantea nuevos retos ya que se trata de un bien no renovable, 22 BRIA I LA SOSTENIBILIDAD COMO REFERENCIA, BASICA Y PREOCUPACION CENTRAL. La sostenibilidad es uno de los temas centrales de la moderna literatura sobre el desarrollo turfstico; sin em- bargo s6lo recientemente se ha reconocido que el concep- to puede ser aplicado al medio ambiente urbano (ASH- WORTH, 1994; TURESPANA, 1994), El proceso de desarro- lo del turismo puede ser interpretado ciclicamente segin la «teorfa del ciclo vital» de los destinos turfsticos (Bors: Gorn, 1995), Esta teoria utiliza el ntimero de turistas como indicador y, en ausencia de intervenciones externas drésticas, parte de considerar que el mimero de visitantes cambia ciclicamente, En una primera fase la ciudad que estimula el turismo experimenta un importan- te incremento en el niimero de visitantes; en una segunda fase el turismo es prospero: en una tercera fase el turismo se estanca: y en una cuarta fase el turismo entra en decli- ve. A lo largo del ciclo vital no s6lo se modifica el ntime- 10 de visitantes, sino también su composicién, variando la proporcién entre turistas y excursionistas, asi como la re- lacién entre los costes y los beneficios que proporciona. La aplicacién de la «teoria del ciclo vital» de los destinos turisticos, el anélisis comparativo de les costes y beneficios generados por el turismo o la tasa de vilne- rabilidad del patrimonio permiten empezar a dar conte nido al concepto de sostenibilidad. Esta preocupacién enlaza con los planteamientos de la Unién Europea, tal como ponen de manifiesto los recientes informes del ‘grupo de expertos sobre medio ambiente urbano y ciu- dades sostenibles (CIUDADES SosTENIBLES, 1996). En la Cumbre de la Tierra (Rio De JANEIRO, 1992), la estrategia de «desarrollo sostenible» ha sido calificada como una orientacién politica mayor para el siglo xxi. Las reivindicaciones en favor del «turismo sostenible» vienen a sustituir a los conceptos de «turismo cualitativon © «turismo blando», utilizados en los debates de los aftos ochenta, Los planteamientos que realiza la Unién Buro- pea en el documento «Turismo y Medio Ambiente en ‘uropa» (DIRECCION GENERAL XXII-ECONTRANS, 1995), también permiten avanzar en uma via mas operativa. Para que el cambio de paradigma tenga efecto en el dominio del turismo, se sefala que es necesaria una reo- rientacién ética en la demanda, en los intermediarios y en los prestadores de servicios turisticos (RATNAPALA, 1996). Los nuevos principios de esta ética se apoyan so- bre dos nociones centrales como la de «deseo» y la de «aresponsabilidad>. Si consideramos a los viajes como uno de los deseos esenciales de nuestra época, la cuestiGn central esta en saber como estos deseos son vividos y co- mo son satisfechos. Segtin los planteamientos del desa- rrollo sostenible, estos deseos solamente pueden ser satis fechos en la medida que dejen a las gener: Jag, mismas posil te planteamiento ya derivan algunos principios de accién ética come: evitar los impactos, dando prioridad a las ac~ ciones cuya probabilidad de incidencia negativa sea me- nor; sopesar los pros y los contras de las acciones; tomar is decisiones teniendo presente los intereses de la mayo- ria; mantenimiento de estructuras sociales estables, ete. Analizando los principales agentes implicados en el turismo, encontramos, del lado de ta oferta, las empre- sas y los responsables municipales implicados en cada sector, del lado de la clientela, los turistas. Ademés, la actividad turfstica est4 condicionada por el marco gene- ral que deriva de las leyes y de los reglamentos que la regulan y también se encuentra modificada por progra- mas especificos de desarrollo, asi como por las implica- ciones existentes entre la oferta y la demanda. Para poner en prictica el desarrollo sostenible en el turismo hay que implementar acciones a diversos nive- les. A nivel de la orientacién general de la actividad tu- ristica con las estrategias o lineas de la accién politica; a nivel de ciudades y regiones turisticas; a nivel de la in- dustria turistiea, con redetinicién de objetivos en las empresas turisticas; a nivel de la hosteleria y la restaura- ccién; y también a nivel de la demanda. El desarrollo sostenible en el sector turistico no de- beria ser s6lo un deseo sino que es una necesidad y ga- rantia de futuro, Se trata de una estrategia necesaria, que persigue insertar el turismo en un marco de compatibili- dad con el medio ambiente, con la sociedad, con el pa- trimonio cultural y con la economia. El desaffo del turismo sostenible slo podra ser afrontado con éxito si todos los participantes, cada uno segiin su nivel de accién y de competencia, ponen en marcha las acciones necesarias en el marco de un proce so continuo. En esta direccién se encaminan algunos proyectos desarrollados con el apoyo financiero de la UniGn Europea o acogidos al Plan Marco de Competi vidad del Turismo Espafiol. 0 LAS DIMENSIONES MULTIPLES Y LA ‘TRANSVERSALIDAD DEL FENOMENO TURISTICO En el umbral del siglo xx1, las ciudades historic: al ser depositarias de un rico patrimonio hist6rico y cultu- ‘TURISMO Y DESARROLLO SOSTENIBLE EN CIUDADES HISTORICAS 213 ral, se encuentran estrechamente asociadas al turismo. Su funcién turistica se ha venido reforzando en tos uiti- ‘mos afios, aumentando la simbiosis entre ciudad y turis- mo (Lazorbe, 1991). Esta realidad, con dimensiones, miiltiples, tanto oportunidades como debilidades, plan- tea retos nuevos en relacién con el equilibrio funcional, la gestiGn de los flujos de visitantes, la planificacién ur- banistica, la proteccién del patrimonio, la accesibilidad, el medio ambiente urbano, la creacién de nuevos pro- ductos turisticos y. en suma, con el desarrollo sosteni- ble, El urbanismo, la intervencién arquitect6nica, las po- Iiticas econdémicas y la gestién de estas ciudades no pue- den ni deben seguir dejando de lado, por mas tiempo, el control y la gestién de los flujos de visitantes. La plani ficacién turistica, para ser operativa y aportar solucio- nes, tiene que conocer, en su justo término, el signi do y el sentido de los cambios que el turismo esté intro- duciendo en la vida de las ciudades. Por otra parte, estos cambios deben interpretarse en el marco de los procesos generales que afectan a la dinémica urbana (CHARRIE, 1996). Una visién sectorial y simplificadora del tema puede Hevar a achacar al turismo problemas en cuya gé- nesis slo tiene un papel parcial. En el caso de las ciudades histéricas con patrimonio arquitect6nico monumental, 1a sostenibilidad esta estre- chamente relacionada con el logro de modelos turisticos integrados en Ia economia y en la sociedad, respetuosos con el patrimonio arquitecténico y el medio ambiente, asi como preocupados por las nuevas demandas de acce- sibilidad y movilidad que el turismo plantea (CoRRAL, 1995). Una ciudad hist6rica tendré més posibilidades turi ticas y podra obtener mayores beneficios de esta activi- dad, en la medida en que disponga de un adecuado siste- ma de movilidad, tanto para los turistas como para los residentes, sea més equilibrada funcionalmente y cuente con un medio ambiente de calidad, En suma, en la med da en que sea capaz de perfilar un modelo de desarrollo, sostenible en el marco de una ciudad habitable (DECLA RACION DE GRANADA, 1993). La realidad de las ciudades hist6ricas es ciertam muy heterogénea; mientras en unos pocos casos, como pueden ser Venecia, Praga, Santiago de Compostela, Florencia, Oxford 0 Toledo, ya se pueden plantear im- portantes problemas de saturacién y congestién; en otras muchas, la mayorfa, se contintian desarrollando campa~ fias de promocién orientadas a incrementar el ntimero de visitantes, al considerar al turismo como un importante te factor de dinamizacién socioeconémica y de recupera- cin de economéas urbanas en crisis. En cualquier caso, existe un importante desaffo ope- rativo: hay que superar la fase meramente promocional de la gestin turistica y afrontar el reto de ordenar el tu- rismo en Ia ciudad, superando supeditar la ciudad al tu- rismo y avanzando en el sentido de lograr que la dimen- sidn turéstica. con todas sus implicaciones, se integre en el marco de una realidad urbana habitable y multifun- cional. Los responsables municipales y de las administra- ciones turisticas deben ser conscientes de que convertir las ciudades histérieas en un mero «producto turistico», ain cuando esta funcién sea muy importante en la eco- nomfa de su ciudad, implica asumir graves riesgos. Es- tos riesgos pueden ser: el desbordamiento de la capaci- dad de carga, la desaparicién de una vida urbana equili brada, el deterioro de las condiciones medioambientales, €, inchaso, la destru y cultural. Las ciudades hist6ricas son realidades complejas, a nivel social y cultural, no debiendo limitar su funcién a Ja meramente turistica, pues los riesgos de los monocul- tivos son muchos. En estas ciudades, el turismo consti tuye uno de los principales motores de transformacién de la realidad urbanistica, econémica y social, en suma, de la vida urbana, Por esta raz6n, y perque para muchas de ellas es su mejor pasaporte para el desarrollo futuro, debe ser gestionado con cautela en el marco de modelos prudentes y ponderados, En Espaiia, pais con un patrimonio urbano de gran riqueza, donde existen mas de 600 conjuntos histéricos declarados como tales y cerca de 12.000 Bienes de In- terés Cultural (MINISTERIO DE CULTURA, 1995), con nueve ciudades que ya estén incluidas en la Lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad (TRottiSo 1996), y cerca de 1.200 niicleos con valores de conjunto historico, la atencién prestada al estudio y la planifica- cién de las relaciones entre turismo y ciudades hist6ri- cas ha sido limitada, Sélo recientemente, el Ministerio de Obras Piiblicas, Transporte y Medio Ambiente (Morr, 1995), en el marco de las actuaciones concer- tadas en las ciudades, y la Secretarfa de Estado de Turis- mo (Turesrana, 1996), dentro de las nuevas preocupa- ciones por el turismo cultural, han empezado a intere- sarse por el tema. én del patrimonio arquitecténico Son muy pocas las ciudades que disponen de una concejalia de turismo y ain infraestructuras de gestién més all 10s las que cuentan con de las tareas de pro- 24 ERTA mocién, edicién de folletos y gufas de recursos. Todo esto en un pais donde ef tusismo constituye uno de los principales pilares de su econom‘a, al representar de} ot- den del 10% del P.L.B. La gran mayorfa de nuestras ciudades, al igual que la mayor parte de las europeas, a juzgar por lo trabajos realizados por UNESCO-RosTE, carecen de estrategias explicitas en relacién con el desarrollo y la gestién del turismo. Los problemas no alcanzan entre nosotros la gravedad que presentan en ciudades como Venecia, Praga, Amsterdam u Oxford, pero en Santiago de Com- postela, Segovia, Toledo, Granada 0 Salamanca, ya se empiezan a dejar sentir, en determinadas fechas del aflo, 1s consecuencias de unos flujos turisticos preca- riamente canalizados. Las investigaciones y trabajos realizados (BORG; Gorm, 1995; MorTMa, 1995: Turesrata, 1996) ponen de manifiesto que, para avanzar en el conocimiento y control de esta realidad compleja, es necesario profundi zar ent el estudio de casos fepresentativos o tipol6gicos (TRoMNO, 1998). Slo asi se podrén ir clarificando las miltiples dimensiones de! hecho turistico, ser posible identificar los problemas relevantes y estaremos en con- diciones de perfilar estrategias de actuacién adaptadas a las diversas realidades. Nuestras ciudades del arte y ta cultura se enfrentan a una nueva realidad funcional y, ‘adn, estamos a tiempo de evitar lo ocurrido en muchos espacios costeros y de montaiia donde, por no tener pre~ sentes las condiciones medioambientales, la insercién del turismo en el territorio ha generado gran conflictivi- Gad y ha hipotecado, en ciertos casos, la sostenibilidad del modelo, siendo necesarias estrategias de reconver- si6n (AYUNTAMIENTO DE CALVIA, 1995). La Carta del Turismo Cultural ya seftalaba: “EL turismo es un hecho soci ral irreversible. La influencia que juntos y monumentos hist6ricos es considerable, y no pod por ‘menos que acentuarse debido a las conocidas condiciones de de sarrollo de esta netividad» (Icomos, 1976) hhumano, econsmico y cul jerce en el campo de los con- El turismo cultural ha conocido un importante in- cremento en la tiltima década; también se han diversifi- cado las tipologias de turistas en las ciudades histéri- eas, al haberse incorporado a los circuitos turisticos ge- nerales, lo cual plantea nuevos desaffos y oportunida- des (Icomos, 1998). Los flujos turisticos intraeuropeos aumentan constantemente, la clientela turistica europea efecttia una media de 1,5 viajes al aio y 10s turistas que viajan mas de una vez al aiio estin motivados por un deseo cultural, siendo las grandes capitales y las ciuda- des hist6rico-monumentales los principales centros de atraceién; el 43% de los turistas interesados por estan- cias de tipo cultural eligieron como destino ciudades de dimensiones medianas y pequefias (PRESIDENCIA ITA- LIANA DE LA UNION EvRoPEs, 1996). La expansién de las estancias de corta duracién y los desplazamientos miltiples contribuyen a reforzar un turismo donde las motivaciones culturales adquieren un papel importante (Cazes, 1996). El turismo se esté convirtiendo en un protagonista {undamental de la vida y también de Ja recuperaci6n ur- banistica y arquitecténica de importantes centros histé- ricos, al inducit procesos de rehabilitacién y reutiliza- ciGn de edificios monumentales. En las ciudades histé- rieas con rico patrimonio arquitecténico y urbanistico, el turismo es un potente instrumento para la recupera- cin urban: El «turismo de circuitos y de ciudad» representaba el 18% del mercado vacacional europeo hacia Espafia en 1990, mientras que la media europea de este tipo de tu- rismo se situaba en un 38% (FUTURES, 1994). Todas las previsiones seftalan que este sector de la demanda turf tica ser uno de los mas expansivos durante los préxi- ‘mos ailos. Por otra parte, en Espaiia estamos en una fase inicial en el proceso de expansién del turismo cultural y urbano, existiendo fuertes expectativas de expansién en el marco de las nuevas temporalidades. La dindmica reciente de 1as economfas urbanas aconseja situar el turismo urbano en el marco de los planteamientos del desarrollo local. En el caso de las ciudades hist6ricas, especialmente las pequefias y me- ianas, esta preocupacién deberfa ocupar un lugar rele- vamte, y mas atin en nuestro pats donde Ia inclusion de una serie de ciudades en la Lista de} Patrimonio Cultural de la Humanidad (Toledo, Salamanca, Santiago de Compostela, Caceres, Avila, Segovia, Granada, Cérdo- tba y Cuenca) esta propiciando su entrada en los circui- tos turisticos internacionales, El turismo tiene cada dia un papel més importante en {a economia de las ciudades hist6ricas; por ello es preci- so tener en cuenta que, a partir de wn determinado ni- mero de visitantes, diferente segtin la capacidad de aco- gida de las ciudades, los ingresos que genera no siempre compensan los costes que supone la conservacién del patrimonio arquitect6nico y cultural. En la encuesta rea- lizada con motivo del Coloquio Internacional de Que- bec, el 69,7% de las ciudades declaradas Patrimonio de a Humanidad sefalaron que el impacto econdmico del turismo no compensaba los costes de la proteccién (UNESCO, 1991). Esta apreciaciGn puede ser en exceso ‘TURISMO ¥ DESARROLLO SOSTENIBLE EN CIUDADES HISTORICAS ais simplista y reflejo de una visién en exceso administrati- va del problema, pues la preservacién debe ser un com- promiso social con nuestra herencia cultural, pero en cualquier caso no deja de ser una llamada de atencién que plantea la necesidad de disefiar nuevas estrategias, evitando asignar al turismo funciones redentoristas en relacién con la conservacién del patrimonio cultural o la recuperacién de las economias urbanas. En el marco de los nuevos planteamientos del turis- ‘mo sostenible hay que esforzarse en integrar el turismo dentro de los enfoques que inspiran las teorias del desa- rrollo local, en cuanto que la valorizacién y nueva lectu. ra del patrimonio cultural urbano, algo que debe ir bas- tante més allé del mero patrimonio arquitecténico mo- numental, oftecen oportunidades nuevas para la recupe- racién y el desarrollo de muchas pequefias y medianas ciudades. Se trata de un sector con miitiples efectos in- ducidos sobre la vida de la ciudad, y en casos como los de Toledo, Segovia, Santiago de Compostela, Salaman- ca o Avila, entre otros muchos, se convierte en uno de Jos principales pilares de la economia urbana, Para evitar los efectos negativos de turismo, sobre los que han llamado la atencién Icomos, el Consejo de Europa, La Unién Europea, UNESCO, ete, hay que asu- mir algo fundamental: la capacidad de carga turistica de las ciudades hist6ricas es limitada, ya que los recur- sos del patrimonio cultural son muy frdgiles y, ademas, no renovables: En suma, ante un problema complejo hay que huir de planteamientos simplistas, superando estrategias tu- risticas preocupadas exclusivamente por la atraccién de tun mayor niimero de visitantes; en este caso el nimero no siempre es garantia de éxito, mas bien puede ser al contrario. La sostenibilidad del turismo esta estrecha- mente relacionada con el respeto de Ia capacidad de acogida que las ciudades tienen para esta nueva fun- cidn, y esta capacidad depende no sélo de la estructura urbana, infraestructuras y equipamientos de acogida, si no también de la forma en que se gestionen los flujos turisticos. A] igual que ocurre en otros campos urbanisticos, es- tamos frente al reto de adecuar nuestras ciudades para que, conservando sus valores y singularidades patrimo- niales y medioambi gre armoniosamente en la vida de la ciudad y se con- vierta en algo positivo para los residentes, para el sector turfstico y para los visitantes. Hay que lograr nuevos equilibrios entre las estructuras sociales, las funcionales y las fisicas (TRormiNo, 1997), entales, la funcidn turistica se inte m1 LA CIUDAD HISTORICA COMO PATRIMONIO CULTURAL Y COMO RECURSO TURISTICO La ciudad histérica europea, una de las creaciones més brillantes de la cultura occidental (CuLor, M. 1988), encierra un rico y diversificado patrimonio cul: tural cuya lectura, recuperacién y reutilizacién produc tiva requiere planteamientos més amplios que los me- ramente arquitect6nicos. Son conjuntos donde se rela- cionan variables miltiples: arquitecténicas, culturales, medioambientales, turisticas, ete. Esta imbricacién de variables les da una especial singularidad patrimonial y medioambiental, de donde deriva su especial atracti Vo turistico. En algunas ciudades, como son los casos de Cuenca, Ronda, Gerona, ete, el principal atractivo est en la imbricaci6n entre lo cultural y lo medioam- biental. La revalorizacién de la historia y la mitificacién del pasado, la conversiGn de los centros hist6ricos en sim- bolos, en cuanto memoria colectiva de nuestra sociedad, la presencia de hitos arquitect6nicos, ete, han convertido a estas ciudades en potentes y diversificados focos de atraccién turistica. En este sentido, la lectura del patri- monio cultural como fuente de recursos, y no sélo de gasto, abre nuevas vias de accién a la hora de abordar la interpretaci6n de las relaciones entre turismo y patrimo- nio arquitecténico y urbanistico. ‘Tradicionalmente se ha venido poniendo mas el acento en 1a conservacién del patrimonio, aspecto sin duda basico y previo a otras acciones, que en su utiliza- cién productiva. El patrimonio debe ser utilizado, pero esta utilizaci6n tiene que hacerse de form controlada y responsable, La Conferencia Interministerial de Helsin- ki, ha intentado establecer unas bases sélidas para una estrategia innovadora en favor de la conservacién del patrimonio, una estrategia que tenga en cuenta su poten- cial social y econémico, ademas de cultural (ConsEIO bE Europa, 1996). El patrimonio es un factor clave para el desarrollo sostenible. Esta estrategia debe ser necesariamente global, e decir contemplar el patrimonio bajo todas sus formas, en toda su complejidad y en el marco del medio ambien- te urbano, Una estrategia verdaderamente innovadora de la conservaci6n del patrimonio debe partir obligatoria- mente de una concepeién amplia del patrimonio cultu- ral. En esta Ifnea se orientaron los trabajos durante la Presidencia italiana de la Unién Europea y de la Pers- pectiva Europea de Ordenacién del Territorio (ComIsION EuroPEA, 197). 216 E La sociedad europea tiene el deber y la obligacién moral de transmitir su patrimonio a las generaciones fu- turas. Por lo tanto, la preservacién de los aspectos fi cos del patrimonio cultural debe ser prioritaria, Sin em- bargo hay que prestar una atenciGn creciente a la puesta en valor de sus aspectos funcionales. La integridad fisi- ca del patrimonio cultural estaré mas y mejor asegurada en la medida en que seamos capaces de garantizar su continuidad funcional. El turismo puede y debe tener, sin ningén género de dudas, un importante papel en la puesta en valor de los aspectos funcionales del patrimo- nio cultural. El patrimonio cultural es un elemento esencial del bienestar general y de la calidad de vida de los ciudada- nos europeos, asf como un poderoso instrumento de co- hesién social. Recientemente también se ha demostrado que, utilizado con buen criterio, ofrece maltiples pers- pectivas de desarrollo econémico y social, asf como para a formacién y la ereacién de empleo, tal como estén de- mostrando las Escuelas Taller del Ministerio de Trabajo. E] patrimonio cultural enriquece a una sociedad en 1 plano social y en el cultural, y sus aspectos funciona- les, en particular, pueden participar activamente en la regeneracién urbana. En este sentido experiencias como las de Salamanca, Santiago de Compostela, Toledo, Ge- rona, Vitoria o Cuenca son bien significativas. La proteccién y la defensa del patrimonio ofrecen nuevas perspectivas de empleo. El nimero de empleos generados por el patrimonio cultural aumenta con la ra- cionalizacién de su utilizacién, siendo también motor de prosperidad. El patrimonio cultural, lejos de bloquear el desarrollo econémico y social, es un poderoso aliado y de ahf que las perspectivas econémicas y sociales que abre merezcan un lugar destacado en la elaboracién de estrategias de proteccién. La no consideracién de los as pectos funcionales, o su pobre presencia, ayuda a expli- car los débiles resultados de algunas politicas de recupe- raciGn urbana que han puesto su acento en las dimensio- hes meramente arquitecténicas, Sin embargo, ta utifizaci6n del patrimonio debe ins- trumentalizarse de manera precavida y responsable. Esta utilizaci6n precavida debe consistir en explotar las mél- tiples perspectivas offecidas por el patrimonio cultural, respetando sus aspectos éticos y culturales, Por otra par- te, esta aproximacién armoniza perfectamente, tal como hemos sefialado, con los planteamientos del desarrollo sostenible. Uno de los grandes desafios econémicos y sociales que las ciudades hist6ricas tendran que afrontar en los broximos aftos seri, sin duda, el del turismo cultural de smo esti propiciando una uti dia mas masiva, y ciertamente interesante, del patrimo- nio cultural, El aumento de la demanda de turismo cul- tural va acompafiado de nuevas perspectivas econémi- cas y sociales, pero tambien de considerables peligros. El turismo es una importante fuente de rentas y de em- pleo, las inversiones en infraestructuras turisticas mejo- ran sensiblemente la calidad de vida y el clima comer cial, Estas ventajas son las principales razones por las cuales los gobiernos locales, regionales y nacionales persiguen el desarrollo del turismo. Pero el desarrollo también implica costes, no sola- mente exige inversiones, sino que también un flujo ex- cesivo de turistas puede producir efectos secundarios como contaminacién, congesti6n del tréfico 0 banaliza- cién social, econémica y cultural de la comunidad de acogida. Por otro lado, los beneficios que el turismo proporciona no siempre redundan en favor de la comu- nidad local, dado que frecuentemente las empresas més poderosas de la industria turistica, los turoperadores, tie- nen su sede en el lugar en el que se genera el turismo. En este sentido sefialar que son excepcionales las ciuda des hist6ricas que comercializan sus recursos turisticos, siendo éste uno de los retos importantes de cara al futu- ro, pues sin Un control y una gestién local de los recur- sos es muy dificil operativizar el desarrollo sostenible, Las ciudades con patrimonio arquitecténico y monu- mental, 0 ciudades del arte, son un excelente laboratorio de anilisis, porque en ellas se encuentran todos los pro- blemas y todas las ventajas que venimos evocando. Es- tas ciudades reciben al ano millones de visitantes y se- ran uno de los destinos prioritarios del turismo del futu- ro, ademas de ser los buques insignia de los recursos culturales de los diferentes pafses y culturas de nuestro planeta. Los visitantes estimulan el desarrollo econémico y social, pero también se unen a la poblacién local en Ta utilizacién de un patrimonio, cuya conservacién requiere importantes inversiones. Las ventajas econémicas y so- ciales que el turismo aporta contribuyen a la prosperidad de los ciudadanos, y una parte de las rentas pueden ser invertidas en la conservacién y la recuperacién del patri- monio cultural, Sin embargo, también hay que ser cons- cientes de que el patrimonio cultural, por su fragilidad, es especialmente vulnerable a los impactos del turismo. Las limitaciones del patrimonio cultural son una va- riable fundamental a tener en cuenta para establecer 1a capacidad de acogida o de carga de los destinos turisti- ‘TURISMO Y DESARROLLO SOSTENIBLE EN CIUDADES HISTORICAS A cos culturales, Aun cuando esta capacidad no es facil de determinar, constituye sin embargo un instrumento de trabajo indispensable para la planificacién racional del desarrollo turistico, y también para la gestién del patri- monio cultural. En los grandes hitos arquitect6nicos, ca- so de la Alhambra de Granada, catedraies de Toledo, Burgos, Santiago, etc, no queda otra alternativa que ges- tionar la entrada a los :onumentos en funcién de su ca- pacidad de acogida Espaiia ofrece algunas iniciativas de buena combina- cién entre desarrollo turfstico y cultura. Ei Ministerio de Cultura ha lanzado un programa con dos objetivos fun damentales: por un lado, dar a conocer al gran piblico los tesoros culturales del pais; por otro, diversificar el turismo nacional y hacer un esfuerzo para que esta nue- va demanda turistica tenga efectos positives a nivel eco- némico y social, En esta misma linea de actuaci6n se si- tuaba el convenio interministerial (MINISTERIO DE Opaas PUBLICAS, TRANSPORTE ¥ MEDIO AMBIENTE, Mi- NISTERIO DE COMERCIO ¥ TURISMO Y MINISTERIO DE CCutrura) para la actuacién concertada en ciudades his- toricas, 0 los convenios de colaboracién entre el Institu- to del Turismo de Espafia, las Comunidades Auténomas y algunas ciudades para el desarrollo del turismo cultu- ral o la puesta en marcha de los planes de excelencia tu- ristica (FUTURES 1996-1999). El turismo ofrece oportunidades nuevas a las ciuda- des hist6rico-monumentales; una de fas més importantes es la de recuperacién y reutilizacién de un patrimonio quitecténico y urbanistico que, en no pocos casos, se encuentra claramente infrautilizado; en este sentido, una ciudad como Cuenca puede ser un buen ejemplo (TROI- ‘TINO, 1995). El turismo ayuda a poner en valor el patri- monio cultural, ofrece oportunidades nuevas para fa re~ cuperacién, reutilizacion y conservacién dei patrimonio arquitecténico, aporta recursos para mejorar el paisaje urbano y también genera oportunidades para mejorar la trama y las infraestructuras urbanas, Iv LOS IMPACTOS SOCIOECONOMICOS Y FUNCIONALES DEL TURISMO El turismo constituye un elemento fundamental en la vida y en la economfa de las ciudades hist6ricas con pa- trimonio arquitecténico-monumental, y de aqui deriva ka necesidad de analizar sus miltiples implicaciones, al tratarse de una actividad de interdependencias. Sola- mente conociendo los recursos y sus limitaciones, Ia infraestructuras, los flujos de visitantes, su incidencia econémica y social, las politicas y los mecanismos de gesti6n serd posible situar el tema en su justo término y perfilar, en su caso, propuestas de actuacién adecuadas a las diversas realidades urbanas. Los estudios de prospectiva sobre las tendencias del sector, a corto y medio plazo, apuntan hacia un desarro~ Ilo del turismo cultural, y de manera especial el segmen- to correspondiente a ciudades con patrimonio urbanisti- co y monumental, al ser los hitos arquitect6nicos, junto con los grandes museos, los principales focos de atrac- cién, Son, por otra parte, las ciudades que ya ofrecen una «imagen de marca» mas claramente tipificada, las también Hamadas ciudades del arte, y que, en mayor 0 menor medida, han entrado en los circuitos turisticos in temnacionales. La experiencia, tanto espafiola como demuestra que, si bien el turismo oftece nuevas posibili- dades para el desarrollo, no se trata de una actividad inofensiva, pues a partir de ciertos niveles de visitantes puede inducir efectos negativos. En algunas ciudades y monumentos, Venecia, Alhambra de Granada, Iglesia de Santo Tomé en Toledo, etc, ya se han detectado proble- ‘mas originados por la excesiva carga turistica y se em: piezan a estudiar medidas y poner en prictica planes rectores orientados a regular la entrada de visitantes. ‘También en algunas ciudades, aunque aqui el control es mucho mas complejo, se estudian medidas para regular los flujos y evitar, dentro de lo posible, los efectos nega- tivos provocados por el exceso de visitantes; éste es el caso de la Carta de Venecia (BORG, 1995). En este contexto, resulta oportuno sistematizar un marco teérico-conceptual que nos petmita una interpre- tacién més correcta y operativa de las relaciones entre turismo y desarrollo, siendo conscientes tanto de las oportunidades como también de los riesgos. Este marco debe encontrarse en el contexto de los principios del tu- rismo sostenible y deberfa caminar hacia el establec miento de indicadores de andlisis y estrategias de ges tién que contemplasen la globalidad det hecho turistico y todas sus implicaciones. iernacional, El turismo constituye un pilar importante de la eco- nomfa de muchas ciudades histéricas, habiendo cont buido también a la puesta en marcha de procesos de re- vitalizacién econdmiea y de rehabilitaciGn arquitecténi- a. Sin embargo, tal como hemos sefialado, también im- plica riesgos que es necesario tener muy presentes. E este sentido, el Libro Verde sobre el Medio Ambiente Urbano ya Mamaba la atencién al respecto 218 ‘EI constant ineremento de! cacsmo en algunas ciudades que disponen. a la ver, de un patrimonio cultural muy rico y concent do, de sa bellezus urquitectnicas y de una urbanizacién de calidad 0 especifica puede, en ausencia de un control eficaz Tiegar adeteriorar la calidad de vida de los hubitantes. En efecto. la multiplicacion de los hoteles, e] aumento de el valor de los terre nos, Ia desaparicion de los comercios necesarios para la vida cot diana y el desplazamiento de los antesanos y las pequetias empre- sas acaban por transform Jos eenteoshisticos en lugares unifun- cionales, Esta transformacn romipe el equiibro del no y no puede sino perjudicar al dinamismo global de los eentzos bistrieos, del mismo modo que la excesiva con {antes puede tener como consecuencia el deterioro del propio pati- moni» (CoMsION De LAs ComuNIDaDes EvROPEAS 1990. pag. 44) Por todo ello es necesario evaluar el impacto del tu- rismo en relacién con su insercién en el espacio cons- truido, medios de transporte, articulacién del espacio comercial, patrimonio cultural, nuevos equipamientos, conflictos funcionales, realidad social, etc. En suma, esta funci6n transforma la vida de los centros hist6ricos y hay que dar respuestas adecuadas a fos retos que plantea. La llegade de turistas, con costumbres y culturas di- ferentes a los de la poblacién residente, implica formas especificas de utilizacién del espacio urbano. Atin cuan- do nuestro conocimiento sobre el impacto del turismo en las ciudades hist6ricas espafiolas es limitado, plantea- mos una primera aproximacién al tema baséndonos, fundamentalmente, en los resultados obtenidos del and~ lisis de algunos casos concretos, fundamentalmente To- ledo, Avila y Salamanca. Los IMpActos ECONOMICOS 1 turista es un gran consumidor de bienes y servi cios, su presencia dinamiza los diversos sectores de la actividad econémica, genera riqueza y empleo e intro- duce nuevos habitos y formas de vida. En primer lugar potencia el desarrollo de las ramas de actividad que cu- bren directamente las necesidades de consumo de los vi- sitantes (hosteleria, restauracién, comercio y servicios de ocio y recreo) e impulsa también el desarrollo de otros sectores de actividad al tener un importante efecto multiplicador. El turismo requiere de equipamientos e infraestruc- turas que tienen que ser construidos en uno 0 en otto ‘momento, para lo cual los promotores o empresarios privados tienen que pagar tasas por licencias de obras y apertura de establecimientos ¢ impuestos de actividad econdmica. Por otro lado, ademas de incrementar direc- tamente la renta de la poblacién local, mediante salarios © beneficios empresariales, también genera un aumento de los ingresos de las corporaciones locales. A a El desarrollo del turismo puede significar la revitali- zacién econémica de las ciudades histéricas. Ahora bien, también tiene su lado oscuro: cuando la economia depende en exceso de esta actividad, cuyo comporta- miento esté muy ligado a los ciclos econdmicos, se ex- pone a serios peligros, puesto que una dismimucién de la afluencia de visitantes del gasto turistico puede provo- car una aguda crisis en el sistema productivo. La inflacién es otro de los impactos asociados al tu- rismo, Este fenémeno, que acaba contagiando a todos los sectores de la actividad econémica, surge cuando crecen las expectativas de enriquecimiento ante situa- ciones de fuerte incremento de ta demanda y afecta fun- damentalmente a recursos no renovables o escasos, cO- mo el suelo o la mano de obra. Las expectativas de desarrollo turistico pueden gene- rar la aparicién de mentalidades especulativas. A corto plazo, la espiral inflaccionista alimentada por la especu- laci6n resulta beneficiosa para la poblacién residente: suben los salarios, aumentan los beneficios empresaria- les y los pequefios propietarios obtienen mejores rentas con la venta de viviendas y locales comerciales, Pero a largo plazo la subida de precios perjudica al conjunto de Ja poblacién y en particular a los colectivos més desfa- vorecidos: sube el precio de la vivienda, de los produc- tos de consumo cotidiano y también de los servicios que cubren las necesidades de la poblacién residente. En es- te sentido, en ciudades como Toledo, Ia poblacién resi- dente se queja del encarecimiento de la vida y de los precios del suelo (MorTma, 1995), ‘También hay que tener presente que ef turismo pue- de afectar a los municipios def entomo de la citudad his- (Grica, comporiindose como un factor dinamizador de la economia regional: produce un incremento de la deman- da de alimentos y de bienes industriales, generando di- hamismo en el sector agrario y en la industria. 2. Los IMPACTOS SOBRE EL EMPLEO EL turismo modifica de forma significativa el merca- do de trabajo. Su efecto multiplicador en Ia economia se traduce en la creacién de puestos de trabajo directos, in- directos ¢ inducidos. A ta oferta de trabajo generada en las actividades directamente servidoras del turismo (hosteleria, restauracién, ocio y recreacién, transporte, organizacién, cultura, etc), hay que sumar el empleo in- directo generado en aquellas empresas que prestan bie- nes y servicios al sector (construcci6n, alimentaci6n, re- paraciones, comercio, etc), asf Como los empleos induci: TURISMO ¥ DESAKROLLO SOSTENIBLE EN CIUDADES HISTORICAS 219 dos en actividades necesarias para el mantenimiento de la propia pablaciGn que vive del turismo. Se estima que por cada empleo directa creado en el turismo, se gene- ran 1,2 empleos indirectos y 1,5 empleos inducidos. El incremento de la oferta de empleo en las activida- des turisticas tiene dos efectos dinamizadores en el mer- cado del trabajo: aumenta el niimero de personas que pueden trabajar, y facilita la incorporacién al mundo Ta- boral de grupos sociales que, como los jévenes y las mujeres, tienen grandes dificultades en el momento de acceder al empleo. El turismo también provoca cambios en el capital humano de la ciudad. Los turistas, al no ser un grupo so- cial homogéneo, demandan diferentes tipos de bienes y servicios; en consecuencia el empresario y la mano de obra tienen que atender las diferentes demandas del mercado. Este hecho propicia la aparicién de nuevas mentalidades entre el empresariado y la mano de obra, siendo necesaria la utilizacién de nuevas técnicas y la mejora del trato al cliente. En suma, es necesario un «saber hacer» diferente que requiere una formacién con- tinua y diversificada ‘También el turismo introduce modificaciones en las tipologtas de empleo dominante por su condicién de ac- tividad estacional: 1a mayor parte de los empleos del sector son temporales, de modo que su desarrollo impli- ca un ineremento de Ia estacionalidad del empleo. 3. BL IMPACTO CULTURAL El turismo induce procesos de revalorizacion de re- cursos locales que pueden estar infrautilizados y de aquellos que se encuentran en grave proceso de deterio- 10, asi como dindmieas de renacimiento cultural. La lle- gada de turistas atrafdos por el patrimonio arquitecténi- co y cultural, puede significar la revalorizacién de re~ cursos hasta entonces no valorados por los residentes (caserfo tradicional, edificios industriales, talleres arte- sanales, etc), que @ partir de un «efecto demostracién» determinado, caso de la mezquita de Tomerias en Tole- do, adquieren valor econémico. Por otra parte, el turis- mo propicia la aparicin de una oferta cultural diversifi- cada que es consumida tanto por los turistas como por los residentes. ‘Tambign ayuda a la conservacién 0 el mantenimien- to de los menumentos dando, a muchos de ellos, un nue- vo uso, promoviendo entre los propietarios privados un interés por invertir en la conservaci6n de la ciudad. La conservaciGn del patrimonio urbanistico y cultural, prin- cipal recurso turistico de las ciudades hist6ricas, implica tun importante esfuerzo financiero por parte de las admi nistraciones piblicas y de los propietarios privados Existe una estrecha relacién entre esfuerzo en conserva- cién y afluencia turistica: en este sentido el turismo es tuna actividad beneficiosa para la recuperacién y el man- tenimiento de ios recursos culturales. La experiencia espaftola de tos paradores nacionales de turismo o la portuguesa de las «pousadas» reflejan con clatidad las relaciones entre hosteleria y recuperacién del patrimonio hist6rico-cultural. Los proyectos piblicos han tenido efecto difusor y la iniciativa privada esté rehabili- tando o renovando viejos palacios para destinarlos a uso hotelero, éste es el caso del palacio de Tos Velada en Avila donde se ha instalado un hotel de cuatro estrellas. El turismo también introduce nuevas actitudes y com- portamientos sociales, modifica las pautas de consumo y puede dar lugar a nuevas practicas sociales. La afluencia masiva de turistas provoca variaciones en las pautas cul- turales y en el comportamiento de la sociedad local Frente al cambio funcional, las politicas de protec: cién. tanto del patrimonio arquitecténico como del me- dio ambiente urbano, suelen ser de naturaleza pasiva y no siempre conectadas con las funciones que actualmen- te desempefian las ciudades hist6ricas. Las diversas ad- ministraciones apenas tienen presente el turismo en el momento de diseftar sus politicas de patrimonio, rehabi- litacién, dinamizacién o de planeamiento urban Para atraer un mayor mimero de visitantes las eiuda- des hist6ricas tratan de valorizar su patrimonio y cuidar su medio ambiente mediante intervenciones en el paisa- je, la edificacién, los espacios libres, la accesibilidad, ete. Con frecuencia, estas medidas son de naturaleza sectorial y sus efectos suelen ser limitados en relacién con la mejora del marco de vida y del medio ambiente, La revalorizaci6n y utilizacién turfstica del patrimonio hist6rico requiere integrarlo dentro de un proyecto cul- tural donde se inviertan las reglas del mercado y la ofer- ta prime sobre la demanda. Los ejes fundamentales de esta politica deben ser Ia adecuada presentacién del mo- numento y el entendimiento de la visita como una nueva formula de préctica cultural (Moser, 1994). 4, Los IMPACTOS FUNCIONALES Una ciudad historica, ademas de ser un centro recep- tor de turistas, es un lugar donde se vive, un centro de negocios, una zona de compras y un espacio donde se localizan funciones administrativas. Se trata, en suma, 20 ER de una realidad multifuncional donde una excesiva pre- sin turfstica puede introducir importantes desequili- brios (TRoIIN0, 1997) Los espacios centrales de algunas ciudades histéri- cas suelen concentrar centros administrativos a donde los residentes acuden periédicamente a realizar gestio- nes, Pero tambiga, en estos espacios se suelen localizar la mayor parte de los monumentos, museos, estableci- mientos de restauracién y locales de ocio y recreo que atraen a los visitantes. La mezcla de usos turisticos y ad- ministrativos en un mismo espacio urbano puede gene- rar problemas de saturacién que perjudican tanto af de- sarrotlo del turismo como a la calidad de vida de la po- blacién residente. Los comerciantes y los empresarios locales pueden estar mas interesados en a existencia de lugares de apareamiento que en ta de recorridos peatonales para Propiciar la visita de los turistas. Los empresarios del ra- mo de hostelerfa pueden optar por infraestructuras de apoyo al turismo en detrimento de otras que cubran las necesidades de 1a poblacisn residente. Por su parte los residentes pueden estar interesados en establecer restric- ciones at trafico de turistas, mientras los empresarios del sector abogan por lo contrario, El turismo genera cambios importantes en las ciuda des histéricas. Las viejas tiendas y los servicios que atienden a la poblacién local pueden desaparecer. siendo reemplazadas por tiendas de recuerdos o establecimien. tos de comida répida, Por otra parte, el ruido producido por las oleadas de transetintes, el incremento del tréfico y’ef aumento de los lugares de ocio molesta a la pobla. cidn residente, incitindola a abandonar las calles mas frecuentadas, provocando procesos de despoblamiento y de ruptura del equilibrio social. Ante los conflictos funcionales, en relacién directa con una mayor © menor intensidad de los flujos turisti- cos, los diferentes geupos sociales se organizan (asocia ciones de vecinos, comerciantes, hosteleros, ete) para presionar a las administraciones locales en defensa de sus intereses particulares. El urbanismo cultural, enten- dido como una forma nueva de comprender y hacer la ciudad para el bienestar de sus habitantes y de los visi- tantes, presta importante atencidn a estos aspectos (Morrura, 1994), El conflieto entre los turoperadores y los pequefios comerciantes suele ser frecuente; en el ca- so de Toledo se ha plasmado en un eslogan reivindicati- vo de estos iltimos: «turismo libre» La insercién del turismo en las ciudades histéricas ofrece posibilidades nuevas para su conservacién y re talizaci6n funcional, en cuanto que ef turismo urbano es. concomitante con ¢} desarrollo de la propia ciudad. Sin embargo, una inadecuada integracién del fenémeno tu- ristico en la realidad urbana lo convierte en un foco per manente de conflictos y en algo que puede destruir Ia propia esencia de las ciudades histéricas: ser espacios urbanos vividos y sentidos por los ciudadanos. EI turismo en las ciudades hist6ricas ptantea proble- mas nuevos de cara a la planificacién urbanistica y eco- némica, problentas que es necesario abordar en el marco de ana estrategia de multifuncionalidad, donde deben estar claramente definidos los diversos instrumentos de planificacién e intervencién, asi como implicados los di- versos agentes locales (CAMARA DE COMERCIO F INDUS- TRIA DE TOLEDO, 1996). Vv S FLUJOS TURISTICOS Y EL PROBLEMA DE. LA CAPACIDAD DE ACOGIDA LO! Las ciudades histérico-monumentales se han conver- tido en grandes receptoras de turismo nacional e interna- cional, atraido por la historia, el patrimonio arquitects- nico y urbanistico, los museos, la cultura o un medio ambiente singufar que se ha ido perfilado a lo largo de Jos siglos (ToMito, 1997). Las ciudades histérico-mo- numentales, auténtica memoria colectiva de nuestra so- ciedad, son uno de los més importantes focos de atrac- cién turistica de nuestro tiempo. Venecia se aproxima a Jos nueve millones de visitantes al afio (entre turistas y excursionistas), Florencia recibe alrededor de siete mi- ones, Santiago de Compostela con motivo del Ato Ja- cobeo supers los seis millones (AaVy, 1994), Toledo supera el millén y medio y Salamanca se aproxima a es- ta Giltima cifra. EL incremento de los flujos turisticos es una amenaza reciente sobre las ciudades histéricas europeas. Esta di ndmica exige Ja puesta 4 punto de una planificacién mas precisa y de una gestion mas eficaz del medio urbano; s6lo asf sera posibie instaurar formas de turismo menos nocivas. Para planificar la actividad turistica de una ciu- dad, es necesario conocer Ia afluencia de visitantes y el tipo de turismo que cada ciudad puede soportar. Es aqui cuando entra en juego la nocién de «capacidad de car- a>, concepto que intenta fijar los limites del desborda- miento turistico en cada sector, teniendo en cuenta las relaciones fisicas y sociales resultantes. Las limitaciones de los instrumentos de medida, en cuanto que los datos sobre el niimero de visitantes son escasos y no siempre bles, dificultan un conocimiento preciso de tos flujos turisticos. El concepto de «capacidad de carga» 0 de «limite de tolerancia» es objeto de una viva discusi6n; las opi- niones divergen ampliamente sobre la cuestién, discu- tigndose sobre si es mejor fijar limites cuantitativos 0 cualitativos. También es necesario buscar acuertios so- bre el tipo de relaciones a controlar y sobre la forma de interpretar los resultados. Muchas ciudades hist6ricas no podrén soportar un incremento creciente ex ef niimero de visitantes. pues su capacidad de carga es limitada. En este sentido hay tres conceptos de capacidad de carga turfstica que en una ‘ciudad hist6rico-monumental deben considerarse de for- ma combinada: «capacidad de carga fisica», a partir de cuya superacién el medio ambiente y los recursos cultu- rales se ven afectados negativamente; la «capacidad de carga econdmica», la cual, una ver supetada, provoca que las otras funciones de fa ciudad empiecen a suftir efectos negatives y la economfa urbana pueda empezar a resentirse; la «capacidad de carga social», dado que cuando el mimero de visitantes es excesivo, los residen- tes perciben el turismo como algo negativo y las relacio- nes con la sociedad local empiezan a ser conflictivas. La gestién de los flujos turisticos es un reto funda- mental de una politica global de desarrollo del turismo, En el estudio realizado sobre «Aproximaci6n a la capa- cidad de carga y 2 ta gestién de visitantes en dreas de patrimonio cultural en Europa», realizado en la universi- dad de Oxford (DENMAN, 1995), se sefiala cmo no es fécil hablar de una «capacidad de carga» especifica de un lugar turistico, En contrapartida, existe una serie de factores clave, subordinados ellos mismos a las priorida des adaptadas por la gestiGn turistica. Las respuestas a los cuestionarios enviados en ef mencionado estudio mostraron que la mayor parte de las ciudades histéricas tenfan muy poco en cuenta el proble- ma de la capacidad Ifmite. Por otra parte, disponfan de muy poca informaciones concretas sobre sus visitantes para poder realizar andlisis o planes de futuro, En un se- minario al que asistieron nueve ciudades (Oxford, Vene- , Brujas, Chartres, Helsingor, Canterbury, Coin Chester y Heldelberg) éstas pusieron de manifiesto su interés por disponer de un andlisis fiable de visitantes, para apoyar sus estrategias, pero apenas se hizo referen- cia al concepto de capacidad de carga, Venecia aporta el ejemplo extremo de desborda: miento turistico en una ciudad histérica. La sobrefre- cuentaci6n proviene, al igual que en la mayor parte de TURISMO Y DESARKOLLO SOSTENIBLE EN CIUDADES HISTORICAS 2 las ciudades, fundamentalmente de los excursionistas (visitantes de un dia). En esta ciudad el problema de Ia Capacidad de acogida socioeconémica ha sido planteado por Canestrelli y Costa (1991), quienes calewlaron que el cenito de la ciudad podria sostener 25.000 visitantes diarios, cifra netamente inferior al ntimero de turist que realmente fa visitan, En algunos «dias cumbre» se stiperan los 200,000 visitantes; la capacidad de carga so- cioeconémica, en 1987, ya se superaba durante 156 dias y en el aio 2000 se prevefa que lo fuera en 216. Ante la gravedad del problema, se esté en vias de aplicar diver sas medidas para escalonar esta enorme demanda, fun- damentalmente a partir de un sistema de reservas 0 «carta de Venecia» En Oxford, ta encuesta realizada a hi tas y representantes de los medios econémicos y del ayuntamiento sobre la capacidad limite de su ciudad ha dado resultados diferentes segtin los grupos encuesta- dos, La situacién no parece critica hasta el punto de jus- tificar la adopcién de medidas dristicas de gestién, pero si parece necesario intervenir rigurosamente en los sec tores del marketing. la inforniacién y la politica de transporte. Un control estricto de la afluencia de visitan- tes a determinados lugares puede dar resultados positi- vos, pero al mismo tiempo desplaza el problema hacia otros lugares de visita, Algo similar ocurre cuando se to- man medidas restrictivas de aparcamiento en determina- das zonas. Es en este campo del tréfico donde, exclusi- vamente, se estan aplicando ciertas medidas de control. En las ciudades espafiolas se est4 empezando a tra- bajar en esta direccién, nuestro nivel de conocimiento sobre la cifra real de visitantes es limitado; asi en Tole- do, cuando se manejan cifras de 2,500,000 de visitantes, la cifra real se sitéa alrededor de 1.500.000 visitantes No existe preocupacién real por el problema de la capa- cidad de acogida. Sin embargo si hay problemas en rela- cién con la carga fisica y la carga socioeconémica, Ante las dificultades para medi y regular la capaci- dad de carga de cada lugae, en el estudio realizado por la universidad de Oxford se aconseja que las ciudades de- berian recopilar informacién sobre sus especificidades y perspectivas, en términos de relaciones, para identificar las modificaciones producidas, utilizando indicadores muy simples. La puesta al dia de los datos debe zarse a intervalos de tiempo regulares, para asf poder detectar las modificaciones, La fijacién de limites de (olerancia para la gestiGn de la afluencia de visitantes es un tema que cada dia preo- cupa mas. En relacién con las medidas a aplicar se dife- 2 ER rencian entre las «duras» (limitaciones fisicas y penali- zaciones) y las «blandas» (mercado, coordinacién y pla nificacién), siendo estas tltimas las mejor adaptadas al tejido urbano, afectando a cuestiones cruciales como el tréfico y la afluencia de visitantes. Por otra parte, parece aconsejable reforzar la integracién de Ia gestién de la afluencia turfstica con la de otras politicas urbanas, co- metido que implica acciones conjuntas de los servicios piiblicos, de Jos representantes de los grupos de defensa del turismo y de la poblacién local. VI TURISMO, MEDIO AMBIENTE Y CALIDAD DE VIDA Los informes de expertos y las cartas y recomenda- ciones de los organismos internacionales (0.C.P.M., 1997), asi como diversas estrategias territoriales, hacen referencia tanto a las posibilidades que el turismo ofrece para la protecci6n y la recuperacién del patrimonio cul- tural como a los efectos ambientales negativos que pue- de generar, si esta actividad no es adecuadamente con- ‘wolada, La forma y estructura de una ciudad histérica es tun componeste esencial de la identidad cultural y ésta es un recurso no renovable, El turismo presenta miltiples dimensiones, econ micas, medioambientales y culturales. La Declaracién de Manila (O.M.T. 1980) desafié al sector con un con- cepto de turismo que enfatizaba, entre otros aspectos, los culturales, econémicos y medioambientales. La Dé- cada Mundial para el Desarrollo (1988-1997) de las Nuciones Unidas enfatiza la dimensién cultural del de- sarrollo, ponieado el acento en campos tradicionalmente gestionados con criterivs econémicos; éstos son los ca sos de la rehabilitacién urbana y del turismo cultural. El turismo puede ser un poderosa fuerza para el crecimien- to econémico y la recuperacién urbana. EI centro hist6rico es la parte del medio urbano con mayor grado de identidad, individualidad, carécter y fra- gilidad (TRomiNo, 1992). Estos espacios urbanos dan sefias de identidad a las ciudades hist6ricas y son los es- pacios donde se dejan sentir, con mayor claridad, los impactos del turismo, Ef faforme de la Unién Europea sobre Ciudades Europeas Sostenibles (1996) presta es- pecial atencién las relaciones entre ocio, turismo y patri- ‘monio cultural. Este informe, en el marco de una con- cepeién amplia y cultural del medio ambiente, sefiala la necesidad de considerar tres esferas de inte! na, la fisica y la medioambiental Ja huma- la esfera humana se hace referencia a los aspec- ws demogrficos, sociolégicos, econémicos y cultura- les. En la esfera fisica se incorporan los aspectos rela- cionados con el tréfico, densidad, morfologfa, patrimo- nio cultural y conflictos. En la esfeca medioambiental se hace referencia a la contaminacién, conservacién y sos- tenibilidad. Para poner de manifiesto la complejidad de las relaciones se utiliza, como herramienta de trabajo, una matriz. donde los impactos se evaliian en cuatro ni- veles: Sin impacto (0), impacto reducido (1), impacto medio (2), ¢ impacto elevado (3). El significado de los impactos variard dependiendo del contexto; cada ciudad es una entidad diferenciada que reacciona de forma diferente frente a los impactos del turismo, En relacién con la sostenibilidad, y dentro de los centros hist6ricos, se sefialan, para cada esfera de. andlisis, los aspectos fundamentales. En a esfera huma- nna, desde una perspectiva demogrifica y social, se con- sideran como principales problemas: los movimnientos, deseauilibrados de poblaciGn en las distintas épocas de! afio, pérdida de privacidad, segregacién de los habitan- tes por la prioridad que se asigna a las actividades turis- ticas, expulsién de la poblaci6n original, stress en la po- blacién local por la presién sobre los espacivs publi problemas de inseguridad e ineremento de la delincuen- cia; desde un punto de vista econdmico se identifican ventajas ¢ inconvenientes: cambios en el empleo local y nuevos puestos de trabajo, pérdida de empleos tradicio- nales, modificaciones en la propiedad y en los precios del suclo que puede expulsar a las actividades y los usos menos rentables; desde una perspectiva cultural ta in- fluencia de nuevas formas de conducta puede provocar reacciones diferentes: enriquecimiento del modo de vida blema mejor conocido en relacién con la calidad del medio ambiente urbano, La concentracién y congestion de las actividades de ocio y turismo pueden afectar ne~ gativamente a la capacidad y adaptabilidad de las es tructuras fisicas, la morfologfa urbana puede verse daiia- da y el patrimonio cultural deteriorado. En la esfera medioambiental se destacan los proble- mas en relacién con la contaminaci6n, agresién, conser- vaci6n de la identidad, pérdida de valores, calidad de vi- da, ete Las ciudades historicas son centros de atracei6n tu- ristica debido fundamentalmente a su herencia patrimo- nial. La herencia histérica ne es s6lo un inventario de TURISMO ¥ DESARROLLO SOSTENIBLE EN CIUOADES HISTORICAS 4 monumentos y edificios significativos aislados sino, so- bre todo, un medio ambiente singular que testimonia una identidad hist6rica y cultural a través de la relaciGn dialéctica que se produce entre todos sus componentes. Para abordar el estudio de los impactos generados por el turismo se debe superar el enfoque sectorial y partir del conjunto de factores, tanto fisicos como socia- les, que entran a formar parte del medio ambiente de las ciudades hist6ricas (BRANDIS; DEL. Ro, 1996). Las prin cipales incidencias medioambientales se dejan sentir en las condiciones naturales, en la trama urbana, en el pa- trimonio urbanistico y arquitecténico y en el entomo de las ciudades histéricas (Morr, 1995). |, BL IMPACTO EN LAS CONDICIONES NATURALES Entre los componentes que conforman el medio am- biente natural de estas ciudades destacan, sobre todo, los topogrificos, dado que su emplazamiento suele coinci dir con un relieve accidentado que permite captar desde el exterior la imagen completa de la ciudad. Igualmente existe una armonfa entre topograffa, roquedo y las for- mas constructivas de la ciudad dando lugar a conjuntos indisociables de gran belleza. Por su parte, el caserio utiliza los materiales, disposiciones y formas més acor- des con los rigores climatolégicos. Las alteraciones més profundas que afectan a las condiciones naturales del medio ambiente urbano tienen su fuente principal en la utilizacién indiscriminada de los vehiculos a motor. El problema de la contaminacién, Jos ruidos y los olores se agudiza en los tramos de calles y plazas con afluencia masiva de vehiculos, provocén- dose alteraciones microclimiticas por el recalentamien to del suelo. Las caracteristicas fisicas del aire también pueden verse alteradas por los aparatos de emisién de humos de los establecimientos de hostelerfa, asf como por la presencia incontrolada de basuras. ‘También suele ocurrir que las ciudades histéricas es- tén emplazadas junto a una corriente fluvial que puede legar a verse contaminada por los desechos urbanos y, en este caso, convertirse en una de las zonas més eriti- cas a nivel medioambiental. 2. IMPACTOS EN LA TRAMA URBANA, La trama urbana es el elemento morfolégico més perdurable de la ciudad y uno de los que mejor refleja su herencia histérica, Los impactos provocados por al- guna de las manifestaciones del turismo llegan, en oca- siones, a ser negativos, méxime cuando se conjugan la estreche7. y tortuosidad de un viario heredado con la cir culacién motorizada, el aparcamiento de vehiculos y la invasién del espacio pablico por actividades econémicas yy por diferentes sistemas de sefializaci6n y de mobiliario urbana mal integrados. La invasin de calles y plazas por los vehiculos cit- culando o aparcados suele ser un foco permanente de problemas. La situacién se hace critica cuando los cas cos hist6ricos, como son los casos de Toledo y Salaman- ca, estén activos y altamente terciarizados. El efecto de este fenémeno impide a la trama viaria reflejar tes cuali dades que le permiten identificarse y singularizarse, Por oto lado, las calles y plazas, que vienen a coin- cidir con las rutas turfsticas y 4mbitos més visitados pueden llegar a convertirse en una prolongacién del es- pacio de venta a través de estantes, mostradores, escapa- rates y exhibiciones de los articulos que se ofrecen, o vesse ocupadas por kioscos de venta, terrazas y velado- res de los establecimientos de restauracién, Comercios turisticos, bares y restaurantes compiten para estar presentes en las rutas mas frecuentadas y, pa- ra ser bien percibidos por los turistas, utilizan reclamos, a veces de dudoso gusto, que pueden Hlegar a generar sentimientos de aglomeracién y opresién, a no permitir el transito tranquilo de los visitantes y a dificultar et dis. frute completo con la contemplacién de la trama que en- marea los edificio También pueden llegar a perturbar la trama urbana los elementos de seftalizacién que se utilizan para orien- lar el tréfico y localizar los sitios de interés. Algo simi- lar suele ocurtir con el mobiliario urbano, como bancos, papeleras, contenedores de basura, cabinas de teléfono, buzones de correos, etc. Dado que este tipo de elemen- tos son imprescindibles y necesatios, tanto para los resi- dentes como para los turistas, es preciso que su insta cin en la via piblica perturbe i menos posible la trama urbana en particular y la armonfa del conjunto en gene- ral, por lo que se ha de cuidar sobremanera su diseio, los materiales empleados y los lugares de instalaci6n. 3. IMPACTOS EN FL ARQUITECTONICO PATRIMONIO URBANISTICO ¥ El patrimonio urbanistico y arquitecténico es el re- curso por excelencia de las ciudades histéricas, el mas valorado por la demanda turistica y el més publicitado por los responsables urbanos. Uno de los rasgos mas singulares de su personalidad estriba en la existencia de una organizaciGn urbanstica compleja, algo que se aprecia no solo a través de la monumentalidad de sus principales elementos constructivos, sino también en fa arquitectura doméstica que tapiza los espacios entre los monumentos y que sive de engarce entre todos ellos. Las estrechas relaciones existentes entre patrimonio y turismo requieren una especial atencién. Esto parece resuelto, en parte, en lo relativo a la conservacién y mantenimiento de los edificios monumentales: sin em- bargo, hay ocasiones en que el pattimonio se ve deterio- rado por la presencia de acciones que, de forma directa o indirecta, se relacionan con la funcién turistica. Entre las actuaciones con efectos mas graves se ha- Ilan las derivadas de las obras de nueva planta dedicadas a satisfacer la demanda turistica, como es el caso de ho- teles, restaurantes 0 edificios comerciales, que pueden suponer Ia pérdida indiscriminada de elementos de ca- récter hist6rico. Por el contrario, otras veces se pueden producir efectos positivos en el patrimonio edificado si se acometen obras de rehabilitacién que mantengan su identidad y calidad, Para afrontar estos problemas la Unién Europea propone una adaptacién de las técnicas del Eis y someter los proyectos de mayor relevancia a Evaluacién de la Integracién Ambiental, La aplicacién de este procedimiento permitirfa un mayor equilibrio entre el lenguaje del proyecto o de la reforma arquites {6nica y el lenguaje del lugar donde se ubica. Es sobre todo en las fachadas de los edificios de tas rutas turfsticas donde los sistemas de reclamo al consu- mo, articulos diversos, rétulos, anuneios, ete, invaden gran parte de las mismas, aduenéndose de Ia fachada més alld de lo que, en esencia, los establecimientos pre~ cisarfan para desarrollar su actividad econémica. Por otro lado, los sistemas de informacién utilizados suelen cocupar parte de las fachadas de los edificios de forma perturbadora. Finalmente, los vehculos aparcados delante 0 cerca de los edificios impiden la correcta contemplacién de los mismos y del conjunto en el que se inscriben, Ade- mis, los vehiculos circulando por calles o tramos estre- chos provocan el roce de los mismos contra los muros de los edificios, generando destrozos, vibraciones, et. tal y como se aprecia en el caso de Toledo o en algunas de las puertas de la muralla de Avila. 4, IMPACTOS EN FL ENTORNO El entomo de las ciudades histéricas forma parte de ese medio ambiente singular que las caracteriza. Las ca- ter(sticas naturales que suelen acompafiar al emplaza- miento constituyen uno de los recursos més valorados de su medio ambiente, dado que es fécilmente reconoci- ble la relacién intima que se establece entre a ciudad ‘con sus alrededores. De esta relaci6n surge una zona de contacto entre la ciudad y su entorno territorial inmedia- to que la hace merecedora de una valoracién especific: Sin embargo es frecuente que este entorno cercano pue- da verse afectado por acciones que directa o indirecta- mente se relacionan con el turismo; especialmente cuan- do son lugares muy frecuentados, generalmente mirado- res, acaban invadidos por vehiculos aparcados o, ante la sobrecarga de desechos, convertidos en basureros. Estos entornos urbanos unen, casi siempre, a su gran belleza una gran fragilidad, ya que han sido histérica- mente, y siguen siendo, Ambitos muy castigados por su intensa utilizacién, Asf ocurre con el entorno meridional de Salamanca, el mas bello, donde a la contaminacién del Tormes se suma la presién del ferrocarril, carreteras, puentes y desarrollos urbanos ¢ industriales de los lti- nos altos. Un correcto entendimiento de las incidencias del tu- rismo en el medio ambiente de las ciudades histéricas obliga a prestar mayor atencién a los problemas tela- cionados con la integracién medioambiental de esta ac- tividad. vu ALGUNAS CONCLUSIONES Y PROBLEMAS PENDIENTES Las ciudades histéricas son un valioso patrimonio cultural y un importante recurso turistico. 1 futuro de- sarrollo de estas ciudades se encuentra estrechamente asociado al turismo y éste debe desenvolverse, dado el carcter no renovable de los recursos que lo sustentan, en el marco de los principios de ia ciudad sostenible y habitable, El turismo es un fenémeno de interdependencias y sus relaciones con las ciudades histéricas con patrimo- io cukural son de naturaleza miltiple, positivas unas y negativas otras. En cualquier caso, el turismo tiene un destacado protagonismo en la vida de las ciudades y ello plantea, de forma bastante general, un importante desa- fio: afrontar el reto de ordenar el turismo en la ciudad y regular los flujos de visitantes. La casi totalidad de las ciudades hist6ricas, adn cuando el problema de la sobrefrecuentacién ya empie~ za a ser importante, carecen de estrategias explicitas en TURISMO ¥ BESARROLLO SOSTENIBLE EN CIUDADES HISTORICAS relacién con el desarrollo y la gestin del turismo, En el marco se estas estrategias globales hay que tener muy presente que el turismo, adecuadamente controlado, puede ser un poderoso instrumento de recuperacién ur- bana. La preocupacién de Ios organismos internacionales (UNESCO, Unién Europea, IcoMos, Consejo de Europa, Organizacién Mundial de Turismo, ete) y de las admi- nistraciones estatales por instrumentalizar el turismo soxtenible requiere conocer, con rigor, los problemas planteados y convencer a tas administraciones locales de la necesidad de dotarse de adecuadas infraestructuras de evaluacién (observatorios de turismo), de control y de gesti6n del turismo. La aplicacidn de la «teorfa del ciclo vital de los des tinos turisticos», el balance de costes y beneficios, las tasas de vulnerabilidad, junto con el manejo de otros in. dicadores de carga turistica (relaciGn turistas/residentes. plazas hoteleras/residentes, densidad de establecimien- tos hosteleros, ete) permiten empezar a dar contenido y operatividad al concepto de desarrollo sostenible y tra- bajar en el marco de una ética de responsabilidad com- partido. E] turismo sostenible es wna estrategia necesaria para el equilibrio funcional de las ciudades historieas. Sus, mailtiples implicaciones, culturales, econémicas, socia- les, ambientales, etc, plantean el reto de la integracién de esta poderosa actividad en la vida de nuestras ciuda- des, La integracién debe realizarse a tavés de la inser- cidn en una realidad urbana viva y multifuncional La lectura cultural y la reutilizacién productiva del patrimonio cultural ofrece oportunidades nue a las ciudades hist6ricas. La reutilizacién turistica del patri monio oftece oportunidades para la recuperacién urba- na, pero hay que ser conscientes de la fragilidad del pa- irimonio y de la necesidad de un control y gestién local de los recursos, para asi poder operativizar el desarrollo sostenible. Las administraciones locales tienen que comprometerse y formular estrategias sostenibles. El exceso de frecuentacién, fundamentalmente de vi- sitantes de un dia, que soportan algunas ciudades requie- re desarrollar téenicas de andlisis que permitan evaluar sui scapacidad de acogida», dando entrada a dimensio- nes econdmicas, sociales, culturales y medioambienta- Jes. Las medidas de control y regulacién de los flujos tu- risticos tienen que ir mas alld de la diversificacién de ru- tas 0 de la regulacién del trifico y el aparcamiento. El medio ambiente urbano de las ciudades histéricas debe entenderse como un patrimonio y un recurso no re novable, resultado de la imbricacién entre las esferas fi sica, socioeconémica y ambiental. El turismo tiene que respetar sus equilibrios basicos y las actuaciones rel cionadas con el sector deberfan someterse a Evaluacién de Integracién Medioambiental. Las ciudades de la cultura y el arte han tenido que afrontar maltiples retos a lo largo de su dilatado aconte- cer hist6rico; no hay duda que uno de los actuales esta planteado en celacién con la insercién equilibrada del turismo en la vida de la ciudad, Si desde el campo de la investigacién urbana somos capaces de ir dando res- puestas a este reto, podremos contribuir, no sélo a la re- cuperacién funcional de! patrimonio cultural, sino tam- bién a la dinamizaci6n de las economias locales, asf co- mo a dar operatividad al saber geogrético relacional BIBLIOGRAFIA AaVv (1994): Analise da procedencia ¢ caracteristicas da ‘fluencia turistica a Santiago no Xacobeo 93. Xunta de Gali- cia, Santiago de Compostela. AAW (1995): Accesibilidad y Calidad Ambiental. Peru- gia. Amsterdam, San Sebastian. Botonia. Grenoble. Fuenla- brada. Barakaldo, Gijén. Oviedo. Santiago de Compostela Mort. Madrid. 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