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RESLA, 13 (1998-99), 243-259 APORTACIONES TERMINOLOGICAS DE LA LENGUA ARABE AL ESPANOL MEDIEVAL, MODERNO Y CONTEMPORANEO (NOTAS. PARA UN ANALISIS ETNOLINGUISTICO Y REFLEXIONES CRITICAS)! DALILA FASLA Universidad de La Rioja RESUMEN. Fl andlisis diacrénico de nuestro sistema léxico permite la identificacién de un acervo terminolégico parcialmente integrado por voces de origen Grabe, cuya vigencia se mantiene en la sincronia actual con un relativo indice de frecuencia (». gr: Arquitectura y construccién: alféizar, azulejo, tabique; Astronomia acimut, aldebarén, cenit; Mateméticas: algebra, algoritmo, cero, cifra; Musicologia: guitarra, lad, zambra; Quimica: dlcali, alambique, alcohol). La importancia del préstamo terminolégico -producto de un fendmeno de hibridacién social, lingiiistica y cultural- ha sido subrayada, entre otros especialistas, por Cabré (1993), Claveria y Torruella (1993); de hecho, en el nivel socio-semédntico, la adaptacién morfonolégica del étimo importado constituye una productiva fuente de creacién de dobletes f6nicos (albahaca-albejaca) y seménticos (alambique-destilador), cuya vitalidad y vigencia sinonimica obedece, en no pocos casos, a la influencia de la interseccién diat6pica- diastrética; por lo que se refiere al marco histérico-lingiitstico que favorecié la aculturacién, el mecanismo de prestacién de la lengua fuente se encuentra determinado por la situacién de bilingitismo y diglosia ampliamente atestiguada en el dominio del Islam hispano, razén por la cual un elevado porcentaje de dichas voces se documenta or primera vez en el bajomedievo. PALABRAS CLAVE, Teminolopadacinisenomsili, pero, hionimiaconocto de lengua, Dlg, prema areal RESUME, L'analyse diachronique de notre systéme lexique permet d'identifier un patrimoine terminologique pantiellement composé par des voix d'origine arabe, encore fréquentes dans la synchronie actuelle (cf, Architecture et batiment: alféizar [sablette], azulejo [carreau de faience}, tabique [cloison}; Astronomie: acimut [azimut, aldebarén (toile de la constellation du Taureau], cenit [zénith]; Mathématiques: algebra (algebre), algoritmo [algorithme], cero [zéro}, cifra [chiffre|; Musicologie: guitarra {guitare}, latd [uth], zambra (danse mauresque]; Chimie: dlcali {alcali), alambique {alambic], alcohol 243 DALILA FASLA, alcool). L'importance de cet emprunt terminologique, résultat d'un phénoméne d’hybridation sociale, linguistique et culturelle, a été mise en relief par de nombreux experts, tels Cabré (1993), Claveria y Torruella (1993). Au niveau socio-sémantique, Vadaptation morphonologique de I’étymon importé constitue une importante source de création de doublets phoniques (albahaca-albejaca [basilic]) er sémantiques (alambique-destilador falambic]), dont la vitalité et actualité synonymique obéit souvent 4 V'influence de Vintersection diatopique et diastratique. En ce qui concerne le cadre historique et linguistique qui a favorisé Vacculturation, le mécanisme de prestation de la langue source est défini par la situation de bilinguisme et de diglossie amplement répandue dans les domaines de l'Islam hispanique. Ainsi, un grand pourcentage de ces voi a été recensé pour la premizre fois au cours du Bas Moyen-Age. MOTS.CLES. Terminolgiedlchrnigu, onomasolgie, ypéronymie, Ayponyle contct des langues, bilngusme, preston, acaluration El lenguaje es la actualidad de la cultura, HEGEL En evidente vinculacién con las relaciones entre lenguaje, sociedad y cultura, Serafin Fanjul sostiene que “las diferencias culturales, exacerbadas en la inferioridad tecnoldgica, han sido uno de los pretextos més iitiles y cémodos para el dominio de otras sociedades, en todas las latitudes y momentos hist6ricos” (1991: 265, el subrayado es nuestro). Dada la orientacién de este trabajo como contribucién al estudio de la terminologia diacrénica, es preciso aftadir que, como resultado de estas diferencias culturales, se genera con relativa frecuencia una situacién social de dominio-inferioridad consecuente a la aculturacién que, en el nivel lingiiistico, comporta nuevas necesidades de designacién. La necesidad de nombrar nuevas realidades de la vida material, en el dominio del Islam hispano, encuentra su correlato lingiifstico inmediato en el nivel més accesible del sistema (i. e., el nivel léxico), y en concreto, en la direccién adoptada por los préstamos (léxicos), que se incorporan de la lengua fuente (drabe) a la lengua receptora (espanol), produciéndose asf, en sucesivas sincronias, un sustancial trasvase terminolégico de la lengua de la sociedad dominante (A) ala lengua de la sociedad dominada (B). Asf pues, los fendmenos de hibridacién lingiitstica y cultural integrados en el ‘marco social resultante (A’ + B’), favorecido a su vez por la extensin y desplazamiento geogréfico del complejo drabo-islimico a través del mediodfa peninsular, han coadyuvado, en buena medida, a la configuracién, vigencia y evolucidn seméntica de un sustrato lingitistico-cultural, que en el plano de la designacin y de la asignacién de referentes se traduce en un legado terminolgico, aunque como se ha sefialado reiteradamente, dicho corpus léxico atin no ha sido debidamente cuantificado (vid. v. gr.. Corriente 1992: 141-148 y nota 21). En este sentido, el préstamo es producto de una interseccién social, lingiifstica y cultural, cuya tipologia terminol6gica y dimensi6n cuantitativa pueden arrojar alguna luz sobre el grado de contacto existente entre los grupos sociales implicados; Bertil 244 APORTACIONES TERMINOLOGICAS DE LA LENGUA ARABE AL ESPANOL MEDIEVAL, MODERNO Y CONTEMPORANEO Malmberg sostiene, a este respecto, que “los préstamos lingiifsticos -primer testimonio de un contacto cultural- son una fuente preciosa de conocimiento de las relaciones entabladas entre dos etnias. Préstamos aislados indican un contacto superficial y pasajero entre los grupos. Préstamos numerosos, y sobre todo si se encuentran en los niveles centrales de la vida social, indican contactos duraderos e intimos asi como una fuerte influencia de uno sobre otro. Si los préstamos abarcan también hechos de gramdtica (pronombres, desinencias, modo de composicién, sintaxis, estilo [...]) [(vid. infra, § 11.1 y 11.2)] se puede concluir que ha habido una vida comiin entre dos etnias y un bilingitismo extendido” (1982: 144; el subrayado es nuestro). La lengua espafiola, como es bien sabido, atestigua en el andlisis diacrénico de su sistema Iéxico un conjunto heterogéneo de Areas terminolégicas constituidas por voc blos de origen drabe -que se han incorporado, desde el medievo, al caudal léxico de dis- tintas ciencias- muchos de los cuales mantienen atin su vigencia en la sincronia actual’, v. gt 0. Arquitectura: adaraja', adobe’, ajaraca’, ajimez’, alféizar’, alboaire’, alfiz”, alminar", ataurique”, azulejo”, tabique™. acimut’, aldebarén", cenit”, nadir, 2. Boténica.- Arboles, arbustos, plantas aromiticas y flores: acebuche”, ajedrea®, jenuz®, alarguez*, almez”, arraydn*, azahar* 1. Astronomt 3. Matemiticas: dlgebra®, algoritmo”, cero™, cif 4. Medicina: jaqueca”, zaratén”. Farmacologia: alcatenes*, almort*, jarabe™. Quimica: dlcali*, alambique®’, alcohol”. 5. Mineralogia: alcrebite, desus.*, azabache”. 6. Musicologia.- Instrumentos musicales y danzas: adufe”, ajabeba', albogue®, ahafil®, atabal“, guitarra*, laid“, rabel", rebeb**, tambor®, zambra®. Lutherie: tecla®'. 7. Veterinaria: adivas*, ajuagas®, albarazo, desus.* 8. Zoologia.- Ardcnidos: alacrdn®. Aves: alcaravén’, alcatraz’, alcotén’, alfaneque®, borni®, zorzal”. Mamiferos: adive”, gacel, gacela”, jabalf*, Jirafat, Peces: albur”, ati. Como dice M* T. Cabré, a la letra, “a transferencia cientifica y tecnolégica entre paises con lenguas diferentes es la causa mds frecuente de préstamos terminoldgicos tomados de la lengua en que se ha creado el producto o la idea original” (1993: 183; el subrayado es nuestro). En efecto, la adopcién de este caudal terminolégico, de origen 4rabe, no ha pasado inadvertida a los ojos de romanistas y arabistas, que incluyen enumeraciones similares -objeto de compilacién de la lexicografia terminolégica- sobre todo en trabajos de cardcter etnogrifico (vid. Casado Velarde 1988: 39 y ss.; Maillo 19917: passim, esp. 193-198; 375-380 y 457-463). Alain Rey delimita el campo respectivo de cada una de las disciplinas citadas subrayando que “les rapports entre la terminologie et la lexicographie sont donc évidents et anciens, car les objets méme de la description sont en grande partie analogues ou identiques. Mais le systéme désignatif d'un 245 DALILA FASLA, domaine de connaissances ou d’activités, c’est-d-dire le domaine conceptuel impliqué par ce systéme désignatif, est Vobjet spécifique de la terminologie, alors que la lexicographie s’occupe du fonctionnement des mots dans la société [...]. La lexicographie est sémasiologique, elle prend les signes, elle s'occupe de leurs signifiés puis éventuellement des concepts qu’ils véhiculent, alors que la terminologie est onomasiologique puisqu'elle prétend partir du concept pour arriver au signe” (1988: 32-33; c’est nous qui soulignons).. En una breve contribucién al origen etimoldgico de ciertos préstamos, y en relacién con las areas terminolégicas en que se distribuye a posteriori el caudal de voces importadas, Palmer (1975: 483) sefiala que, “los elementos ardbigos en Espaiia se refieren a la agricultura e irrigacién, a la astronomfa y las mateméticas, a la quimica y a la medicina, mientras que précticamente la totalidad de Europa posee términos de banca y contabilidad procedentes de Florencia y Lombardfa”. En este sentido, en el plano sociocultural, la distribucién cuantitativa de dichos términos constituye un dato fidedigno en relacién con las dreas cientifico-técnicas (cf. Cabré 1993: 142) que, desde el medievo, gozaron de'mayor influencia cultural érabe en el suelo peninsular®; si bien, se trata de una distribuci6n Iéxica motivada, ya que “en lo que una comunidad idiomdtica acepta o rechaza se gufa por las coordenadas de necesidades y valores vigentes dentro de ella en cada momento de la historia” (Casado Velarde 1988: 47); de donde se sigue que los cambios en las lenguas, y muy especialmente, los que se registran en el nivel Iéxico son consecuentes a los cambios en la sociedad: como dice Zgusta, “society changes constantly and so do linguistic categories correlated to society” (1992-93: 132). Conviene adems destacar que un significativo porcentaje de los términos anteriormente consignados son susceptible de un uso terminolégico propiamente dicho y de un uso comin, v. gr.. alféizar, azulejo, tabique. En palabras del propio Coseriu (19812: 99), “un término técnico puede convertirse en palabra usual [bien por extension seméntica, bien porque dicho término se babilite como tal] y entrar en oposiciones seménticas de la lengua (y a la inversa)”, i. e., un término de uso general en la lengua comin puede especializar su significado (restriccién seméntica), aumentando asi el niimero de semas que intervienen en su configuracin matricial. No obstante, la influencia de la lengua érabe no s6lo ha dejado una huella de identidad etnolingiifstica en la terminologia cientifico-técnica, sino también en ciertas terminologias populares (vid. infra, § 1. Términos autosemédnticos.- 1. 1. Sustantivos) de uso general en la lengua comuin, v. gr.: TERMINOS AUTOSEMANTICOS I. 1. SUSTANTIVOS: A. Gastronomfa: albdndiga”, alfajor", alfitete”, almibar®, almojdbana™, boronia”, escabeche™, [bollo] maimén’. B. Indumentaria, vestimenta, calzado y ropa de hogar: aceituni, ant.*, ajuar”, alhorga (Albsc.)®, albornoz"', alcandora, ant", alfombra, aljuba [ant.}*, almohada", alpargata®, alquicel {ant.)", babucha, mandi”, zapato”. 246 APORTACIONES TERMINOLOGICAS DE LA LENGUA ARABE AL ESPANOL MEDIEVAL, MODERNO Y CONTEMPORANEO. C. Instituciones: organizacién administrativa y social: aduand, albald, desus.*, albardn?”, aldea*, alquiler*, arrabat™, ataid”, barrio™, mazmorra”. D. Juegos y diversiones: ajedrez™, alferca, ant.", alfil®, azar", jaque mate, E. Mobiliario y partes de Ja casa: alacena™, alcoba, aldaba"*, azotea™, anaquel", ataifor, ant.", zaguén™, F._Nombres de colores: aceituni, desus.", afl", escarlata", G. Nombres de profesién, ocupacién, cargo: alarife", alatar, ant”, albanil, albéitar (Sal), alcahuera™, alfajeme, desus.”, alfarero™, alfayate, ant.'™, alguacil {ant.}, almojarife, ant.”*, almotalefe, ant.%, almuédano™, azafata™, rabadén'®, irujamén, desus.. H. Recipientes, herramientas y utensilios domésticos: ahorre (Gran, aleancia (And), aledindara, ant,, alcuza™, alicate[s}"*, aljofifa (And.)"*, almanaque™”, almirez™, almocafre (And.)", anafe'®, ataifor, ant."", candi", garrafa'®, Jarra, jofaina'®, taza", zaque™, zurrén'™. 1. Topografia y accidentes del terreno: ajarafe™, albufera™, alcor", alfar, J. Vegetales (agricultura, horticultura) ¢ ingredientes culinarios: aceite, acelga™, adérgama, ant., ajonjol?”, alcachofa®, alcaravea'®, alcohela, ant.®, alubia, arroz', azafran'®, azticar™, berenjena, café", espinaca”, orozue", sandia', zanahoria™. 1, Arboles y frutos: aceituuna”, albacora (Mure), albaricoque'™, alfoncigo (Mure.)", alloza (And.)", bellota™, lima, limén'™, naranja", tamarindo™, toronja (And). J. 2. Arbustos, plantas arométicas, plantas textiles y flores: adelfa'®, albahaca™, algodén, alhucema'®, almoraduj", azucena™, jazmin', neniffar™, retama”™. I, 2. ADJETIVOS: azul", baladi”, carmest™, ceuti™, gandul*, granadi, ant.™, mezquino’”, tunect™. Il. TERMINOS SINSEMANTICOS IL. 1, PREPOSICIONES: hasta”. IL, 2. INTERJECCIONES: ojald*. Un determinado porcentaje de estos términos posee una vigencia relativa (aljuba, alquicel, v. gr., 0 lo que es lo mismo, no muestran vitalidad de uso, pues designan una realidad hist6rica perteneciente a la Espaiia islamizada; asi pues, este tipo de voces que no tienen hoy dfa referentes actuales (en la cultura receptora), y sin embargo, no figuran bajo las marcas ant, antic., desus., en la préctica de la lexicografia diacrénica terminolégica monolingite, apoya la teoria -tantas veces reiterada- de que una lengua, en tanto que sistema, tarda mas en desprenderse de los términos que no de los 247 DALILA FASLA correspondientes objetos designados™, y en el caso concreto de los préstamos, la asignacién (y vitalidad) del referente se muestra especialmente supeditada a la continuidad de 1o8 cambios hist6ricos que repercuten, de modo directo 0 indirecto, en la estructura de Ja organizaci6n sociocultural. La documentacién histérica efectiva de este acervo Iéxico importado refleja, en buena medida, Ja realidad social y etnolingiifstica del Islam hispano™, y por otra parte, como dice Mondéjar (1991: 21), a la letra, “la existencia lingiifstica del mimero de términos que se integran en el conjunto total del léxico de una lengua depende de que el hablante conozca la realidad material’ que el término nombra; de lo contrario, careceré de é1”. El conocido eslogan palabras y cosas (Wérter und Sachen) cobra, por tanto -en la acotaciGn de nuestro estudio- un particular relieve, ya que en la realizacién o actualizacién del sistema no s6lo interviene la competencia lingitistica de cada uno de los miembros integrantes de una comunidad idiomética sino también su competencia extralingiiistica, conceptos que corren paralelos a los de historia de la lengua y de la cultura. Al hilo de la observacin que precede, y de la antinomia correlativa lingitfstico/ extralingiifstico, parece oportuno recordar la puntualizacién de Alain Rey, quien defiende que “la terminologie a dit naitre comme en dépit de la linguistique (car elle ne itéresse aux mots, & la langue, qu’en fonction des «choses») |...]. La terminologie théorique est en relation, d'une part avec U’épistémologie et Uhistoire des connaissances [ch d'autre part avec la sémiologie des activités sociales, et, dans les deux cas, avec la lexicologie entendue dans son acception la plus large (linguistique, socio-, ethno- et psycho-linguistique |...])” (1976: 149 y 152; c’est nous qui soulignons) La importancia del préstamo en la creacin del léxico especializado del espafiol ha sido subrayada, entre otros especialistas, por M* T. Cabré (1993: 181-185 y 191; vid. asimismo, Claverfa y Tormuella 1993: 336-338), fenémeno lingilfstico que en el caso que nos ocupa se deriva del contacto de lenguas, i. e., del contacto de sistemas, y en el que la historia cultural de la voz prestada coincide con su historia formal, es decir, se trata de términos de origen drabe que ademas remiten a un contenido cultural de procedencia Grabo-semitica. En el sentido sefialado, conviene precisar asimismo que el origen etimolégico del término adoptado, lejos de ser un mero componente de anélisis susceptible de comportar la transmisién de una cultura y Ja filiaci6n de un modo de vida que se enmarcan en la continuidad cambiante de una perspectiva diacrénica; en otras palabras, el mecanismo de prestacién terminolégica estuvo motivado, en la mayor parte de los casos, por la adopcidn previa del referente correspondiente, incluso adaptado y transformado, en funcién de las necesidades de adecuacién, en el marco de la cultura receptora. De este modo, el contacto duradero entre las dos etnias, posibilits ademas la adopcidn de términos designativos de conceptos abstractos, que constituyen un grupo minoritario (v. gr., aleve, desus. ‘alevosfa’; alharaca ‘expresiGn afectiva’ [G. m. en pl.J; enjeco, ant. ‘duda’), pero son prueba efectiva de un grado considerable de simbiosis étnico-cultural. EI préstamo léxico, como elemento que configura la identidad etnolingiifstica de una terminologfa importada, testimonia a su vez los cambios hist6ricos habidos en el 248 APORTACIONES TERMINOLOGICAS DE LA LENGUA ARABE AL ESPANOL MEDIEVAL, MODERNO Y CONTEMPORANEO entorno sociocultural, que adquieren su correcta interpretacién a la luz del conocido erto de Humboldt: /a lengua es el espejo de la cultura de un pueblo™; en este sentido, Alain Rey, cuya ‘afirmacién compartimos, sostiene que “la terminologie est active en tant que procédure & la fois cognitive, linguistique et sociale, depuis que la nomination, le langage et V'activité conceptualisable existent” (1988: 31; c'est nous qui soulignons); en sintesis, parafraseando a Humboldt y considerando ademés la implicacién recfproca de os conceptos de sociedad y cultura, parece oportuno recordar que el grado de desarrollo lingiifstico en el nivel Iéxico, y en el caso que nos ocupa, en el nivel del léxico especializado, i. e., terminolégico, es indicador del grado de desarrollo cultural de un determinado grupo social; asimismo, segdn la concepei6n sapiriana -cuya formulacién basica reside en el hecho de que el vocabulario suministra en cualquier momento el conjunto de simbolos que remite al fondo cultural del grupo- el volumen léxico esti en proporcién cuantitativa del grado de complejidad cultural. Por lo que se refiere a la incidencia del mecanismo de prestacién en los niveles fonolégico y seméntico de la lengua receptora, la adopcién de arabismos -con su consiguiente adaptaci6n a nuestro sistema morfonolégico- dio lugar con frecuencia a la creacién de dobletes semdnticos entre la voz de origen arabe y el correspondiente sinénimo patrimonial (v. gr., aceituna-oliva; alacena-despensa; alcoba-dormitorio; alhucema-espliego; almocafre-escardadora; anaquel-estante; mandil-delantal). En este sentido, un elevado porcentaje de dobletes drabo-romances debe su vitalidad y vigencia a la variedad diatépica del idioma, i. ¢., el uso de cada uno de los miembros que conforman el doblete se muestra, de este modo, favorecido por la geografia lingilistica manteniéndose asf la relacién semédntica, Asimismo, la documentacién de dobletes ‘fonicos entre los términos importados -que obedece, en no pocos casos, a la delimitacién geogrdfica del vocablo (v. gr. albahaca-albejaca™; almaraduz™-almoraduj; atatd- ataiiP”)- constituye un fiel indicativo, en el plano de la realizacién del sistema, de la pertenencia diatdpica del hablante. Al margen de la vigencia Iéxica de los geosindnimos y de las variantes geofonéticas aducidas, la interseccién diatépica-diastratica, por otra parte, se actualiza al comprobar la covigencia de dobletes fénicos cuyo elemento distintivo es la alternancia en la aglutinacién del articulo érabe al, v. gr., arrabal-rabal; alacena-hacena™ (no en DRAE; cf. Fasla, en prensa). Dado que la documentacién de dichos dobletes no obedece en absoluto a la realidad de casos aislados, no conviene olvidar que la labor terminogréfica debe considerar su tipologia en ambos casos (fénico y semdntico), fendmeno que responde a la variabilidad interna del idioma (reflejada en la variedad diatdpica, diastratica y diafésica) y que, a su vez, debe abordarse bajo una perspectiva socioterminolégica (cf. Zgusta 1992-93: 132; Maurais 1993: 121; Cabré 1993: 190, nota 45), pues como ya hemos indicado el préstamo de origen drabe es fruto de una interseccién sociolingiifstica que se produce en el contexto histérico de un contacto intercultural. En relacién con el punto de mira de dicha labor terminogréfica, Alain Rey sostiene que “la terminographie envisage les mémes problemes autrement que la lexicographie «linguistique»: son objet est substantiellement identique, mais formellement différent, dans la mesure ot les 249 DALILA FASLA nomenclatures, les termes, ne sont pas vus comme des composantes du systéme de la langue, du code, mais comme des ensembles de signes correspondant & des structures décrites hors langage” (1976: 152-153). En relacién con la variabilidad interna aludida, la lexicografia terminolégica debe consignar“ademés las distintas acepciones vigentes al otro lado del Atléntico, en el espafiol hablado en América; en el sentido sefialado, las marcas diatépicas del Diccionario académico (1992; cf. Morinigo 1993: s. vv.) muestran determinados casos en los que la voz de origen drabe -importada, a su vez, al Nuevo Mundo en diferentes fases migratorias- ha mantenido su vigencia de uso, si bien, con un significado diferente al del espafiol peninsular. Esta alteracin de su valor denotative que, por lo general, obedece a fenémenos de extensién o restriccién semantica, aparece histéricamente ligada a los procedimientos de adapracién léxica que intervienen en el nacimiento del espanol de ultramar, v. gr.: Adobera. 5. Méj. Queso en forma de adobe. Adoquén. 3. Peri. Cubo de hielo azucarado. Alarife. 3. com. Argent. y Urug. Persona astuta y pfeara. Alberca. 3. Mg. Piscina deportiva. Albur. 3. Méj. y Sto. Dom. Juego de palabras de doble sentido. Alcancfa. 4. Amér. Cepillo para limosnas 0 donativos. Alfajor. 4. Sto. Dom. y Venez. Pasta hecha de harina de yuca, papelén, pifia y jen- gibre. Aljibe. 4. Col. Pozo, manantial. Arrecife. 4. Sto. Dom. Costa pefiascosa, acantilado, farallén, Zorzal, 3. Chile. Papanatas, hombre simple a quien se engafia ficilmente, El mecanismo de prestacién de la lengua fuente conoce su momento de mayor productividad morfoseméntica durante el periodo histérico bajomedieval, marcado por el auge de la civilizacién islamica en el dominio hispdnico peninsular, por lo que un elevado porcentaje de voces de origen drabe hace su entrada en el idioma en esta época, y por el contrario, con posterioridad a la caida del reino de Granada (1492)**, disminuye sensiblemente el mimero de nuevos arabismos adoptados™, pues ya en és albores del Humanismo deben competir no solamente con el latinismo y con los préstamos inter- romdnicos sino también con el extranjerismo europeo procedente, con un elevado indice de frecuencia, de la Romania occidental. En cuanto a la herencia léxica transmitida por el pueblo invasor, a través del contacto lingiitstico inter-étnico, dicho legado se traduce, en su mayor parte, sobre todo en el caso de las terminologias populares, en un sistema de hiperdnimos € hipdnimos, caracterizados por su respectiva generalidad y especificidad. En este sentido, y desde el punto de vista del dominio conceptual correspondiente a la nominaci6n, la realidad onomasiolégica de la cultura receptora se vio favorecida por la falta de identidad entre los sistemas en contacto, que a su vez, fue uno de los factores desencadenantes de la 250 APORTACIONES TERMINOLOGICAS DE LA LENGUA ARABE AL ESPANOL MEDIEVAL, MODERNO Y CONTEMPORANEO situacién de dominio-inferioridad cultural, anterior a la llegada del re-nacer y de las corrientes humanisticas que anuncian un nuevo periodo histérico. La evolucién hist6rico-lingiifstica de los préstamos que conforman las distintas areas terminolégicas referidas asi como la correspondiente documentacién de fenémenos de desuso, vigencia y vitalidad, muestran en buena medida, el reflejo de una actividad socioprofesional, de un modo de vida que interrumpe su tradicién roménica enriqueciéndose bajo nuevos patrones culturales, y que se enmarca en la continuidad de los cambios sociales, cientificos y tecnolégicos acontecidos en el suelo hispénico peninsular desde el medievo, NOTAS 1. Trabajo presentado en el VI Simposio Iberoamericano de Terminologia (La Habana, 16-19 de no- viembre, 1998) y realizado dentro de los proyectos n° PB 96-0520 y n° API-98/ B23, financiados por la DGES y por el Vicerrectorado de Investigacién de la Universidad de La Rioja. Reproducimos, con el permiso previo de los editores de las actas correspondientes, el texto original revisado. 2. A pesar de que las directrices del presente estudio se sittian en el marco de la terminologia diacré- rnica, compartimos la observacién de Kiesler (1993: 505), quien advierte que “el propio concepto de réstamo demuestra al mismo tiempo la imposibilidad de una separaciGn estricta de sincronfa y dia- cronia”. 3. La relacién de términos consignados ($§ 0-8 y I-II) constituye una muestra representativa que no pretende Ia exhaustividad. Indicamos entre paréntesis postpuesto las marcas diatdpicas, en su caso, y la informacién relativa a la vigencia de uso del término. En cuanto a la cronologia, seguimos a Corominas (1980-1991: s. v.) para la fecha de primera

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