todo mi cuerpo, s que no soy la mujer con curvas perfectas, pero cuando tus labios ruedan por mi cuerpo, cualquier pensamiento de vanidad queda por fuera de esto. Acaricias mis senos, me besas desaforada y dulcemente, parezco estar en la zona ms candente de esta tierra; siento tus labios bajando por mi cuello, por mi pecho, por mi vientre. Mi humedad baja por mis muslos, mientras que tu intentas retenerla con tu lengua. Mis cabellos se hacen una selva de maraa entre tus dedos; mi silueta en la pared, refleja mi cuerpo arqueado por la magia de tus dedos. Mis pupilas estn dilatadas, mis piernas cada vez ms separadas una de la otra; pierdo tu cabeza de mi vista, est all, anclada en aquel mar donde mi jardn florece. Quiero salir volando, mis manos empuan las sbanas, siento que estoy flotando, mi respiracin se entrecorta, me hablas al odo y haces que mi respiracin se acelere, estoy gimiendo. Siento que mi alma se desprende, me arrancas algo de mi interior; mi cabeza est inclinada hacia atrs, mis ojos estn cerrados y mi boca est abierta, grito! Un suspiro, estoy agitada, estoy jadeando, abro mis ojos, no s donde estoy, escucho un te amo y siento que me abraza un cuerpo, un cuerpo caliente y hmedo. Suspiro nuevamente, yo, una mujer, he renacido con aquel hombre. Por: ngel Herrera Daz