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Las fronteras en América Latina al - concluir la lucha por Ja independencia Ana Carolina [barra Universidad Nacional Auténoma de México Al iniciarse la década de 1820, 1a independencia eta pricticamente un hecho en la mayor parte de es regiones de Iberoamérics. Un proceso abierto con la independencia de Haiti en 1804 luego de una violenta revolucién social, eulminaba con las batallas de Maipi (1817), Boyacd (1819) y Carabobo (1821) en América del Sur, al tiempo que el acuerdo entte Guerrero © lturbide definia ¢) destina de la Nueva Espafia. Un poco més tarde, Ayacucho (1824) cerrarfa con letras de oro un cicio decisive de la historia latinoamericana. ‘Talvea Jos hombres de aquel entonces pensaron que tenfan en sus manos {a Futura conformacién de los nuevos espacios sutgidos en la América independieme, Six embarga, no bastaba con la determinacién de algunas mentes lcidas para lograr contener y at Corma a las distinias regions del rea, Un incontenible proceso de disgregaci6n, fragmentaria en potciones muy reducidas aquellos espacios que In administracién virreinal haba decidido unir en tiempos dela Colonia. En este sentido, la herencia coloniat fe una herencia territorial vasia, superior en tamsiio a las expectativas y posibilidades del poder. La disgregacién se expresaba a través de la profiferacién de los caudillos, representantes de oligarquias regionales que, sin duda, no consiitufan tna alternative para integrar 8 fa nacién ex tomo suyo, muchu menos en el espacio previsto en tiempos coloniales, La delimitacién de fos territorios ganados para la independencia, la definicidn de sis fronteras, dependla pues de la capacidad del poder politico cenitalizador de ias fueszas socisles internas. La organizacién de estos espacios supenia necesariamente un minimo de nstituciones para favorecer esta ‘area. Los espacios que sefislaba la Colonia, los virreinatos en piimet término, las capitanias genersles, gobernaciones, audiencias y otras dematcaciones, no necesariamente correspondfarta as fronteras que habrian de establecerse, J. falta de una facrzaintegradora al interior de cada nuevo estado,obligé a que la unidad nacional se asegurara por via de la fuerza en muchos casos y facilit6 el caraino de las potencias extranjeras. Los nuevos estados surgieron con espacios que no eran capaces de orecisar en aquel momento, De allf que sus fronteras fueran inestables, no ‘dla durant: losprimerosafios de la vida independiente, sino incluso muchas decadas mAs tatde. Una ojeads sobre et mopa Intinosmericano de aquellos ailos petmite apreciar estas tendencias. Entre 1836 y 1847, el virteinato de Ja Nueva Espaiia sufriéconsiderables pérdidas detertitorioconiaseparsci6n de Texas y lastierzas al norte del rfo Bravo. De Gran Colombia sutgieron tres fatevos estados en 1830, mientras que a parti del virreinato del Rio de la Plata surgieroa cuatro nuevas naciones. En 1838 Ja Federacién 3 ANA CAROLINS IBARRA Centroamericana se diviei6 en cinco patses fstintos: Guaternula, El Salva- der, Honduras, Costa Rica y Niceragua. ' Las cuestiones relacionadas con la definiciin fronteriza motivaron grandes guerras en el siglo XIX. Para citar slo algunas, bas‘an las eaios de [a guerra Argentino-Brasilefia (1826-28) que sulmin6 con Ja independen: dle Uruguty, la de la Triple Alianza (1864) y la guetta del Pacifico (1879), todas ellas motivadas por cuestiones tesritorialess La mediaci‘n de tas potencius estuvo siempre presente y Cr acluaci6n directa puede ap. Contflictos como los de Texas con México o de Panama con Colombia muchas décadas mis tarde. Hacia 1820-30, Io inestabilidad de Ios espicios recivn conformados contrastaba con las garantfas offectdas por una parte significativa del Concierto mundial. Los Estados Unidos concedieran su secanocinuiento diplomatica a México, al Rio de fa Pita y a 1s Gran Colombia ev 1827, al Brasil en 1624, ok Perden 1625. La misms Francia que habiatardado 20 aos ‘en reconocer la independencia de Fait, decidi6 hacerlo en 1825. Frente 33a ‘oposicidn de la Sants Alienza, la potencia del Norte se ofrece como aval de Id independencia de fas suevas naciones en los términios en que lo estadlec a Doctrina Monroe (1823). El reconocimaiento leyal de olra% estalos pass) 2 set un factor definitive en la consttucion Ce las nvevas naciones. Puede decitse que lo que la Colonia uni6, 10 desuni6 Ia Repablica, como atinadamerte adviette Edelberio Torres Rivas en un estudio recicrte sobre Incuestién nacional! En aquellos tiempos, lon. cién vo gue secortars: pars que pudiera surgir el estado, La iden de una sola nacién aniericana (se entiende hispanoamericans) "lamés grande tacién del mundo: menos por su extensiOn y riquezas que por su libertad y gloris” como Jo hebia sofado Bolivar, constitufa un proyectaiimeosible. Fl propia Bolivar to consuder6 act en fn carta de Jamaica (1815)? Entonces, qt partir de qué elementos integrar fos nuevos estados? Bolivar, por ejemplo, sf aspiraba por lo menvs a mantener unidos los espacios que constiiufen los vieseinstos. Consideraba que era posible pasar del virreinato de Nueva Granada ale Gan Coloitis, del de el Rio de a Pl 1 la Confederacién de Provincias Unidas del Rio dé la Plata, mantener 1os ‘espaci2s peruanos y novohispanos conforme a su autiguo disefo. Muy pronto se demastré que témpoco el vitreinato offecia ua expacio viable para las evas nacioues, Guatema‘a y las provinciss centroamericanas se separaron de México a la caida def imperia de leurbid> (1822). En 1826, el Congreso del Alto Perd descart¢-terminantemente la posibilidnd de union on Buenos Aites; en ese msino sf, la Provincias Unidns del Ri de 10 Plata iniciarom fa guerra contra ¢) imperic brasilefio por In tecuperaci6n de Ia Banda Orenal de Uruguay, bojoel comic lisitand desde 1816. En 1830, 1 Fortes Rivas, EdetPeti, "La arcién, probieinas rfricose bistros" en Estado y Poliea en América so, Sigo XXI, 1986, Ball naies” en Eerivs Pellco. Selecs cinta’. de Graciela 969, 54 LAS FRONTERAS AL CCNCLUIR LA INDEPENDENCIA [a Gran Colombia se disotvia. Muchos cambios nui aféctarfan en nquellos ‘hos lor especios de la América Latina, Para intentar comprender cl prceso que dio lugat al surgimiente de las fronteras en Ja Hispenoaménéa el] concluir su independencia, conviene eflexionat en toruo a algunos aspectos que considéramos decisivos pata la definicién cle los nuevos espacios, El pasado reciente: frouteras entre los imperlos y fronteras internas Come es sabico,el sistema colonial espatol evo como ceniros clave de asentamiento aquellas regiones en las que los recursos mineros ofrecfan el suticiente stractivo para la éxplotacion y comercializacién en beneficio de la Metr6poli. Fue también decisivo el hecho de poder contar con los recursos hhumanos que pudieran con‘ribuir al trabajo de las minas y a las tareas 2 las ise el proceso colonizador obligaba necesaridmente, Las prioridades de Espria (npusieron este {ipo de esquema a todos los dominios coloniales y clio trajo como consecueriela que las zonas petifericas, subsidiasias basta donde era posible en cada caso, de los ceniros productores de metélico, guedaran supeditadas orelegadhs para el Imperio. Asi, la plata ugé un papel de producto’ motor, de cuyos ciclos y fluctuaciones econdmicas dependian, UY vastas freas de su entorno. Esta dindmice fue la norma del funeionamiente que, en mayor o menor medida, estuvo vigentecasi durante los res sighos delavvids colonial (a pesar de que el reformismo borbénico intemis diversificar la produccién y beneficiarse de otros recursos evonémicos), Muchas zonas potencialmente productivas quedaron en el olvido, En muchos casos, la débil densidad de la pobtacién hacia, incluso, menos attactivo el ascatamiento en esos sitios. Esto explica, por dar un ejemplo, la colonizaci6n del Rio de la Plata. Alli los pritret0s.explotadores sofiaron en temontar él fo hallar, como lo relataban tarites leyendas de ta época, ta sferra de Ia plata. Lo dnico que pudieron encoatrar fue e Paraguay con ina poblaci6e guarant qte, sin duds, tava mbs interés para los primeros colonizadores que los grupos atrasados que ‘escasamente poblaban la regién de Buenos Aires. De ali que esia dhima fuesa abandonada en favor de aquélla y habria que esperar hasta finales del sigioXVI para que ptosperera una segunda fundacién de loque més adelame seria un riagnifico puetto, que Espana nuica fue capaz de aprovechar.? Fue Espatia la que, tanto por lo que hubiera implicado un esfuerzo cofonizador que alcanzata un espacio fen vasto, como por el abandono de aquellas reas que no proporcionaban wn beneficio inmediato, condend & ciertas zonas del mundo colonial a jugar el papel de eternas {ronteras entre sus posesiones y las de tos demés imperios. Estos espacios en los que no 3 Para ln conquia ycolonizaida.de arin dello de Ia Psa pu consular alos sulenies autores: Husgnische, Luis, ictorle argemina, Buenos Ajes, Sola/Hacheite, (4+ {jrWoodtine, Pun BuenarAiresy lx provinlatdel Rode le Plata Buenos Aires Machete, 1958, ene o 5S [ANACAROLINA IBARRA, supo, 0 n0 pudo, ejercer una fuerza colonizadora equivalente 8a que lanzé en otros lugares, fueron rapidamente alcanzados por In influencia de 13s demas mett6potis. Durante los siglos XVI y XVII, por ejemplo, en a zona del Pitta, se construyeron redes comerciales muy agiles que lograban conolizar la plata de Potosi por las rutas del Atlantico del Sur, Para cuando Espafia creé el virreinato en 3376, Buenos Aires hable conquistado a pulso, buttando el obstinado monopolio, un presiigio y na presencia comercial propia. Aiin asi, el 6rea platense se mantuvo bajo e! éominiv hispinico hasta Ia hora de Ia independencia. ‘Algunas elementos comunes con esta situucién presznta el caso de 'a antigua Espaiola enel siglo X VIL. Sindsmasiados incemiv 2s materiales que ofrecer por el momento, muchas zonas del Carihe espafiol asumieron la condicidn de ons frontera para el imperio. Su posici6n estratégica, s6lo en elcaso de Cuba, conllev6 una ocupecién digna dela importancia que tenvan “Tanto Puerio Rico como la Dominicana fuercn tiertas muy escasamente pobladas, cuya evanomiase basé en laesclavitud pattiaral con rendiinientos que s6lo alcanzaron para xi consumo local. Continuaniente visitados por filibusteros, el acceso de otrns dotenvius en el comercio de fos productos antilianos répidamente condujo a la ocupacién efectiva, ‘La antigua Espafola tae gradual pero firmemente o7upads por a potencia francesa que poco a poco fue convirtiéndola en un empor brucerero, A fines del s'gio XVIU, la parte occifental de la isla que es hoy dia Haiti, proporcionaba asumyete6poli mayores nquezs que el canjunto de sus cotonias a Espatia En este contexto, las zonas de frostera entre 10s imperias coloniales constituyeron el “bolin” de las continuas guerias del siglo XVIN. Los tratados que surgian de cada una de las muchas guerras intereurepeis de sie periodo, reflejaban et interés que para aquel entonces habian adquiridd Erertas zonas clave para la defnicién y alcance de la presencia ectonial en “América. Estos territorios sehabian conve:tidoen zonas celit.gic,tertitorios estratégicos por la posiciéa de frantera que ocupatn. Este es el caso de la zona oriente del io Uruguay, la llamada Bauda Oriental dei Ur wevay, gue Expaa apenas empieza a colonizar a principios del siglo XVIII, con fundacién de In colonia de Sacramento (Montevideo se func ap-nes en lor afios treinta de este siglo), En virtud de Io \ratados sucesivos del siglo XVM, Sacramento cambi6 4 veces entre manos espafiolas y manos portuguesas, hasta que el Tratado de San lidefonso Jo devolvi6 asu metrépoli original. De todos modes, a principios del siglo X17, ls incursione. de los portugueses fueron conlinsas,tomando Montevideo en varias ocesioneshasta sv ocupac definitiva en 1816. Después, la guerra Argentino-Brasilefia culniiné con ia creacidn de la Repiblica Oriental det Urugeay. ‘Algo semejante sucedié con 1m posesion de Ia an-igua isle de la Espaiola, que sélo hasta el sirgimiento el Haiti independiente logr’ cefinit lalcance dela fronterade origen francés. Atal purto exists estaincefinici6n {que en la década de los veinles, a idea de conseguir Ja unidad de la isla 56 LAS FRONTERAS AL CONCLUIR LA INDEFENDENCIA condujo & tos haitianos, enesbezados por Boyer, 9 conquistar a parte espaiiola, en un proyecto de covfederacion o de dominacién poco estudiado ¥ que 4ui6 desde 1822 hasta 1844 De hecho, Ia Espafia borbénica habia tenido que aceptar como una realidad separada el Santo Domingo francés, constituida @ partir de la entrada de los bucaneros hacta més de un siglo. Saint Domingue hal Gorecido gracias la explotacién intensiva dela mano de obta esclava.en| plantaciones azucareras, Ladefiniciéndel emporio econémica habia mercado de forma contundente los limites de los tetritorios de ambas potencias. Sujeta de tocios mndos a litigio, Ia zona oriental dela isla, hay la Repablica Dominicana, también cambié de manos sucesivamente a fiz Ue los tatados. diecivehescos. El propio Toussaint Louverture la gané para Napolebn, consiguiendocon eli, ante los ojosde Francia, mayo1 presligideimportancia ‘com miilitar. Sin embargo, sn destino posterior no ocuita las diferencias ya presentes entre los pobladores ¢ idenidades de cada lado de Ia isla. Indudablemente, éstas jugarian su papel en la futwss configuracién de la frontera entre arnbos.* El mundo del siglo XVIII y en particular ta politica borbénica dejarian tambien su sello en Ios territorios que no necesariamente hebian estado en Ia condicion we frontera de los cesos anteriores. La potitica reformista asumtié Ja tarea de reorganizar las fronteras internas de sus posesiones coloniales en América, con el fin de re:ionalizar y controlar Ja administracién de las ‘Américas. Fruto de ello fue la eteacion de dos nuevos virreinatos que se sumaron a tos de Peri y Nueva Espaiia, La redefinicién de las fromteras Internas contribuy6 ® incrementar las conwadicciones regionales en Hispannamérica en el ya de por sé complejo panorama de finales del siglo XVIII, Como otras muchas medidas impulsadaspor el reformismo borbénico, ésias contribuyeron a agudizar tas tensiones en las colonias, Algunas regiones se beneficiaron en perjuicio de otras y crecieron sentimientos de irsitacién que més adelante iban a influir en la insurreci6n que culminé con Ja independencia. ‘Algunos de los centros administrativos coloniales que tuvieron la fuerza para reunir poblaciones mas numerosas en torno suyo, probablemente sintieron siempre su vocacin de liderazgo sobre otras zonas. Sin embargo, hufoo tegiomes con distinto peso en el sistema colonial, que constituyeron fronteras interes en eterna disputa, No s6lo es este el c2s0 de Chiapas, Yueatén o Panains, sino el de lugares tan importantes pera el sis colorial como el Allo Peri, en donde se asentaba la Real Audiencia de Charcas. Tradicionalmente vinculada a Lima, Ya cegién se incospora al virteinatc del Rio de la Plata cuando éste se creaen 1776, Sin dda, la medida habria de provocar la irttacién de los comercianles limetios, antiguos, beneficiarios de la exportaci6n de la plata altoperuana. Las expectativas de 4 Para informacisn ents ama sobre laituocibn dominico-haltiana en la poco, pe consular a Franco devs Luciano, La revplucin de Het, La Habans, Editorial Casa eas ‘Amerie, 1971 57 ANA CAROLINA IBAPRA Buenos Aires nunca fueron bien recibidas en Charcas, por elle mismo, la regi6n se perdi para La Argentina desde el primer instante be LLaprincipal referencia pars losaltoperuaras fue sin ducalapr de Chareas ‘Algo semejante sucede con +) reino de Quito, més vinculads a la ‘Audiencia que a sus nuevas aladisas con el virreinao de !a Nueva Granada Sin dada, en eslas regiones andinas, acosadus por los inlezeses limvefns que reivindicaron sus presrogativas or les y por las delos sueves centtos del poder vitreinal, Ia dindmiew tegional determin6 una actited peculiar al macimento de la independencia. Un fenimeno como el de ns" reputliquetas” sitoperuanes expresa una vesislencia campesina en un dable sentido: facia el sistema colonial, pero tam>ign hacia le dominacién que ejersian las ceabezas de los vireinato. i gran dinamismo del siglo XVII! sacud6, tonto desde et panto de visia jntemaciona! como de! desarollo de la situacién intei nu de sus deminios espafoles en Amiézica, 10s espacios que més tarde bubrian de convestitse en puciones independientes. Los sacudi6, ademas, en wr contexty en et yu la onformacisn de identidaées nacionales se haltaba ex us) process de forinacion y en el que una serie de hechos habia puesto de manificsto Los sentimientos colectivos de distntas reginues del nvindo americano. Estos Seatimientos Se expresaban .anlo en tésminas amplios abarezdos pot el senlimiento americano, como a partir de sentimientos que daban jdentidades regionales 0 locales. Aunque estos aspectos no sent Ja presente ponencia mas que de manera colateral, es impoaith. 4 estas altura se fueron constituyendo en en elemento aunbie porar que decisive. glndependencia sin fronteras? Podemosafitmar queel movimientode ndependensiafueunmovimiento deescala continental, que involucrS a ‘odo el espacio cotonizado pot Espata en Anicricu, Sin embargo, no fue un movimiento concertado mi todas :as isiones se comprometicton con la misma intersidsd en la Icha por Ja temaipacion de Espatia, Cada uno de los espacio tex respondi a texie relo con distinlas expresiones, distnts: formas de lucha que, de hecho, ‘expresohan realidadexditerentes y que fueron onstituyenéo formas propias, dististus tradiciones en los vastos espacios de la América insur gente La css de independencia desut6 una lua de Vastas proporeiones que is inicules ¥ dio lugar 9 wna vevoluci® social Revolucidn atlieolonid,revolueifnen contiadelosabusos metvapelitanos, tambien revolucicn popular que en aiuchos raomentox y hee’ puso fos seciores dominates locales. Muchas veces, 1a etisis le ‘npresign de set una lvcha de “todos contra todos", eh la toed en que se entzemezelan luchas soriales, luli racials, Jue hnavionales y Inchas intertegionales. Por es9, en muchos momentos, la bid etna estuvo por encima de le clase, 0 la convergencia de intereses Geshords las. prepues SR LAS FRONTERAS AL CONCLUIR LA INDEPENDENCIA sociales pas6 por encima de la unidad regional o nacional. Con base en este hecho, durante lalucha, las fronteras enfuvieron sujetas a la dinémica misma del conflicto y éste'a su vez, vole6 nuevos elementos que favorecigron idenlidades y alianzas nuevas. {Cm imaginar@ las futuras nacionesen la paca de laindependencia? Le simple declaracién de independencia que perfilara la propuesta de nuevas, nacivnes no fue un paso sencitlo. Aunque sucedid precoamente vn la Venezue'a republicana en 181, en México, la declaracidnde indepeadencia seveld un problema serio entre Morelos y Raydn a fines de 1813; los A gentinos prefiieron ver consumedo el hecho para manifestarloen Tucumin, en el afio de 1816, Evidentemente los dirigentes pensaban en los futuros. espacios de manera muy distinla, Sabemos que Bolivar no crefa en la Viabitidad de una ola nacién y ya, en la famosa Carta de Jamaica, adivinaba abriar de ser los futuros estados: Nueva Espaiia, Colombia, Pert, y el Rio de la Plata, No presentia todavia lo gue habrian de ser las reivindicaciones de ciettas regiones como Bolivis 0 Ecudor, nila suerte de zonas. com Uruguay, por ejemplo. Los antecedentes prehispinicos, y en mayor medida cotoniales, de clementor culturales, éinicos, religiosos y lingiisticos que constitufan tejidos sacionaliturios elementales, Jugaban un papel importante centros administrativos y econémicos, como las Audiencias y las capitales de wareinatos. El (razo del nuevo mapa de las regiones insurgentes dependi6, sin embargo, de situaciones muy diversas. En algunos casos existfa una ides de comunidad tigada por estrechos 1az0s y por una economia propia, aunque sta no fuese necesariamente: moderna. La Junta Paraguaya reivindicd su legitimo derecho a exist, prescindiendo de Buenos Aires en 1811, Unaserie de afinidades regionales permitieron que le Junta techazara las incursiones, portetias, consagrando muy répidamenteun destino total enteindependiente, Chite se mantuvo siempre apatte. En otros lugares distantes como la Nueva Espaita, Morelos hahlé de una naci6n americana y, en los hechos, traz6.un plan para la emancipacién de un territorio que précticamente correspondta ‘1a antigua Mesoamerica. Esta fue el rea que él proyectaba integrar como nicleo hasico de la falura acidn de Anata. Un peculiar desarrollo tendré la situacién de ln Banda Oriental det Uniguay. Alli el movimiento encabezado por Attigas, padre de la patria uurwguaya, ssumid un cardcter sgrario y porslar. y aunque pueda sorprender ‘algunos, no propugné por la consiitucién de unpafs independiente. Para el antiguismo, el destino de la regién estaba ligado al de a Confederacién de Provincias diel Rio de la Plata. Por ello, declaré su adhesién a Buenos Aires desde la insurreccién de 1811 y, aunque Artigas reivindic6 el federalismo, entendié a ésle como una goruntia de autonomia dentro de los mites devuna navidn territorialriente més vasta y que correspondia al espacio del antiguo '5 Sala de Touron, Leia y altos, Artigusy su evelucion agri, Mees, Siglo XX 9 ANA CAROLINA JBARRA Dentrs: de esta dinémice espacial, ef movimietta artigaista levanté grandes coincidenelas con las provincias que abrazaron la ‘iga Federal Santa Fe, Enire Rios, Corrientes e incluso Cé-doba en el centto de la ‘Axgentina, Aqui resulta interesante subrayar quetas banderas del federalisma y Glertas reivindiceciones agrarins, lograron atraer u otras regiones al movimiento de los orieistales, Sin embargo, en ia medidas en que éste fue ccolocando en riesgo la propuesta regional y de olase de ladirigencia criclla de Buenos Aites, se produjo primero e! rompimiento con el prerio y, despisis, la entrada de las fuerzas brasilefas que en algunos afios derrotaron el movimiento. De all hasta 1828, os brasilefos incorporeron este espacio como provincia Cisplatina del Imperio, gracias al apoyo de lns sectores de: alto comercia de Montevideo y al silencia de Buenos Aires. A través del caso uruguayo podemos apreciar ur hecho que puede generalizarse: el destino de ciertas tesionesdenend'é de latevaiucion, detas contradiceiones reyionales y de clase euya fuerza se paso en jucgo con cl sacudimiento de Ia independencia. De ello surge una realidad compleja, inestable, que fara muy {régiles las definiciones inmediatas de los espacios regionals las coircidenclas entre distintossectores de las cl ses dominantes regionates determinaron, mucha veues, In corivergemteia en Un proyecto de tomidad. Este ue el caso-de tn Guaternala conservadots que adaiti6 lurbide Exta proguesta tuvo exito en Comitén, Granada y Comayagua, pero Tegucigalpa y Ledn percistié la idea de conservar para Centrourérics wn destino distinty al de México. “Mejor conocide es el caso de Bolivin, siempre resistente lahegemonia portefa. No cabe duda que aqui, Ia posibilidad de bacer la independercia para caer bajo el dominio re Buenos Aires, condulo a que esta perspectiva fuera menos interesante paia esta rngi6n que para los argentinos. Ye los sucesos motivados pot la represidn de tas Suntas de Chuquisaca y la Paz on el alo. 1809," habian mostrevdo hasta Gnd: la cligarqufa purtenc ere capaz de poner pot encima sus propios iniereses te los del resto del virreinato, Pot 20 las tepubliquetas sesistieron eficazmente a presencia de! ejército del Norte que, por otra patte, a pesar de conceattar los mejores elementos nilitares argentinos, nunca fue capaz de tecuperar Chaieas para el Rio ds le Plata, Tomando en cuctia fos antecedcotes, parece I6gico que una vez conseguida la independestcia del Alto PetG, los bolivianos teclamaran un estado soberano. No podemosdejar demencionar la geograffny los factors dernogréficos ‘que actuaron de manera decisiva para sellar el destin: comiin de eiertas luchas. La problemstica caribe ern distinta de la probleméticy ancina y ello dio como resullado luchas con prioridades distlatas. con meted: dstitos, 6.A panirde la shcieacion 4e I monarysta espatole a favor de Nopotean, rurgen en diversoe tincones de Hisparoamés ce insinas tentetenativas 236 manera de lis juntas ‘xpafolss as ons ameriewa fueron ed-stin.oentdelnr en Quit, Montevideo, Benes ‘Aires, Chaguitica y La Par. pero Sas fueron pasticsla rent radicales, Iegatas proponeren sus docementor is independensia con eupecto s.amciop olen 1809, Pr exo Iueion duramee seprinidan 60 LAS PRONTERAS AL CONCLUIR LA INDEPENDENCIA ro s6lo porque hubfa elementos éinicos y culturales que distingufan x cada grupo, sino porque se trataba de espacios radicalmente diferentes. Los lugares vacios o semi vacfos, fueron muy dificiles de incosporar a la dindmica que orlentaron Jos centros y focos de la lucha. Ast, vastos espacios como lor del norte de México 0 el sur de Chile y Argentina, pesmanecieron inconmovibles frente al proceso ablerto a partir de 1810. Esto, hasta el extremo de dejar en duda el derecho de os mencionados patses de ejercer su soberania en los teritorios respectivos, disputa que mantiene vigencia ain ent) siglo XX, sirecordamos los casos de las Malvinas o de las islas Beagle Enel caso de los teritorios al noriedel Bravo, su répida anexi6n alos Estados Unidos favoreci6 su ereciente idertificscién con ef proyecto de la potencia det Norte ‘A pesar de todos 1os elementos significativos que apuntaban hacia una redefinici6n de los espacios coloniales en plene lucha por la independencia, ‘el movimiento hizo posible una hucha sin fronteras, evocacién de fa nuci6a ‘de patria americana que al momento consitufa aan una referencia bisice, La convacatoria de la ditigencia eriolls, en te que insistieron las figuras més destacadas de Ia independencia, finalmente convertia Ix lucha en una lucha {de americanos contta espafles. Al cristalizer ta alianza de las fuerzas colombiat.as y aryentinas para la emancipacién del Perd, en Sudamérica se Jogeaba, aunque s6lo fuera momenténeamente, matizar las contradicciones regionales y supeditar los intereses sociales al interés nacional referido a la patria americana, Estanocién ampliey abarcativade lanacién, no podria, sin ‘embargo, mantenerse por mucho tempo. Fronteras en los émbitos lasoamerieano y francosmericano Como Io seiialemas en las péginas anteriores, dentro. del espacio cotoniat hispanics tuba tegiones que jugarom el papel de eterna fronteras, _zonas estratgicas en las que la colonizaci6n espafiota no se implan\6 eon misma fuerza y que, por lo tanta, siempre fueron zonas en litigio. Esta situsci6n resulta muy evidente en los casos de la antigua Espaiola y de la Banda Oriental del Uruguay, zones distantes entre's{, muy diferentes li otra, pero cua situaci6n, simduda, resulta similar para la definilon de tos espacios surgidas tras la fuck por la independencia (1804-1828). Enel siglo XVII, los franceses ocuparon de forma particular a isi de ln Espafola a la usonze de la época: las potencias se lanzaban a actividades colonizadoras a través de corsariosypiratas, euya presencia iba acompaacta de {a peneteacién de empresas privadas spoyadas de manera encubierta pot los monarcas. Asf, los franceses ocuparon primero Ia Tortuga y con la interveneiGn dela Compaiiia Francesa delas Indias Occidentales, aocunacion tuvo cardcter semi oficial. En 1674, al quedar disuelta 1a Compaita, la ‘Corona tomé en posesin sus bienes en la costa norte de la isla. A partir de entonces, el fomento de las propiedades agricolas se convins en estimulo para fos aventoreros que vinieron a asentarse en la isla definitivemente, El a ANA CAROLINA "BARRA proceso dv penetracién se extendi6 répidamente et la parte occidental hasta que se consegré de Jure en 1777 por el Traiade de Aranjuez firmado cou Espa Hubo un largo periodo duratte et cua: se cons.nti6 en um dualidad politica, La Convencién de Puctto Principe de agosto de 1773, fuel espacio bietto para las negociaciores qué debra; dat paso un convenio definitive. Sin embargo, Francia ilst avanzando et: los hechos, mientras diferia fos ‘euerdos. Espafa esponaldicon energie finalmente se irméun documento que conlenia la descripci6w de Yos limites fisicos entre los dos tertivorios desde la desembocadura del rio Dajan o Masscre eft el nore, hasta ef Pedernales en el sur. Fruio de ello fue el Tratado de Aranjuez. Los Tratados de Basilea pusicron en enttedicho los actisrdos alcanzados, por Ia politica de Carlas Ill. Dichos tratados vran parte de Ia convencién de (paz con Ia que daba fin [a disidenicia entre Espaita y Francia, was la fugaz alianza espafiola con Gran Bretafis, Austsia y Prusis eu tiempos de ia Revolucién Francesa, Espafiadaba marcha atrés desde el Tratado de Versailes, ‘en.el que se hab(a mostrado dispueste a ceder Santo Dominga a cambio de Gibraltar. Los Tratados de Basilea se firmarsn el 22 de julio de 1795, en isperas de le guerra contra los ingleses, y allf <2 expzesaia la aspinaci6s de Francia de poseet toda fe isla y de recuperar le Luisiana, Sin embargo, pasaron cinco afios entre la fecha en que Se firs6 el Watado «1 abandono de Ja isla por parte de los espasiotes Seria ef gran revolucionario haitieno, Toussaint Louverture, qrien habria de conseguir que se eplicaran Ios acuerdos de 1795, Eu un contexto internacional complejo y después de haber consolidac. triunfo dels lucha €e Jos esclavon sobre jas piamadores franceses, el poder de Teussaizs en sénninos militares y politicos efa indiscutida. El ex-esclavo, autcdidacta, dirigente de las masas de esclavor regros que se levantason en 1890, agradualmente fue conviniendo ls lucna soci en una lucha por a a-tonomala que desemboc6 en la independencia en 1804. Toussaint Louverture se convittié en cabeca de ios eércitos dela Repablica y, jurto con los militares negros que se encumbraron en ese pefiodo, avanzb sobre tetr:tesios det ofiente de Santo Domingo para incorpotat estos teniitorios a tos dominios franceses. El hecko le valdtla mas tarde pra set desighado, por Napoleda Bonaparte, Genecal en Jefe de los ejércitos de Saini Domingue en 1800. A) afio siguiente pudo arrancarle a Napoledn el rfulo de gobernaclst vitalicio y Is aprobaciéa de ona Constituci6n que concedfa grandes espacios ‘autsnomia para la Colonia. Lamentablemente, “el mas prance de los blanca: como solfa flamario en aquel entoncer Toussaint (“el mas grande de ics negfos”}. echaria marcia atrés combariendo directement a Toussa‘at que saldria como prisionero hacia Francia en poco mis tarde. Vista desde el éngulo dominicano, sin embargo, la figura del gran lider Ahaltiang sos muestea una imagen menos sublinte de to Cue acu'stumbcamar: e7ocir, La violencia de fe locks social dc los esclavos todavia se mueve en li condudci6n de su méxiimo jefe. Las diferencias entre ics habitames de * 6 LAS FRONTERAS aL CONCLUIR LA INDEFENDENCIA origen espaiol de la isle, el semtido racial profundamente arraigado ent lay fuchas de 'os haitianos, contribuyen a poner de manifiesto la distancia entre dunas y attas pobladores. Los testimonios de los habitantes de a zona ordentat acus.in a Tov saint Louverture y sus ejércitos de innumerables erimenes y elo que consideran que constituye.su iatencidn de exterminarlarazadlanea y de Svjetorla a rviteradas humillaciones, Ge contsba que tos haitatios Obhigaban a las mujeres Blancas 6 trabajar en obras piblicas y plantaclones para que las negras descansaran.” Cietaono esta vetsion, queennada desmetece!atalla del revolucionatio, los testimonios sirven como prueba dels falta de afinidac emirelos habitantes de origen espafiol y los pobladores de la parte frances. enero de 1801 Tousalnenttba Santo Domingo, asa captsacion eos ejércitos espaioles. La abolicién de laesclavitud, la sustituelén de tos cabildos por municipios, la unificacién de la moneda fueron las principales medicas que impuso & la colonia espafola. Al mismo tiempo modifico las emarcaciones politicas que habian existido hasta entonices ‘Al ser desalojado Toussaint, os franceses insisticton en retenei Ja pare espafila. Al triunfo de la Independencia, Dessslines primera y luego Ciiristophe, mantuvieron la polilica de 1a unidad de Ia isla, pero Tanzaron ‘expodiciones muy violentas paca conse guirlo. Indivisibilidad de fa isla y exclusivismo racial {ueron Jas consignas tanto del emperador Jean Jacques T ove gobernaba en el sur, coma de Enrique | (Henri Christophe) que dominaba on el norte de la ya dividida regidn occidental. El gran liberal Alexander Pétion, sucesor eft el sur del emperador negto, intenté por vias més apacibles larecuperaci6n de la paricoriental que permaniecia gobernada ‘por Ferrand bajo ta corona (rancesa. A pesar de ello, el Santo Domingo espafiot obtendria el reconocimiento formal de la tecongulsia espafola @ través del Tratado de Paris firmado en 1814." "El avance de bs fuesaas insurgentes en le Hiepenoamdérica continental darfa fin, en 1821, a) equilibrio conseguido durante la vigencia de 10 que se conoce como la Espaiia “boba”. Las tentativas separatistas de Nofez de Caceres Tievan a 1a “independensia efimera”, que propugaaba por la ineciporacidn de la zona al proyecto grancolombiano de Bolivar. Maltiples razones hicieron que esta propuests no porspezata en fa dominicana. ‘Acestas slturas, 18 sitoaci6n de Sa frontera era vista come siesgosa pot parte de tos gobernantes haitianos, Boyer, scretario paricular y sucesor de Pétion, conocido entre el pueblo haitians como el petit pere, temfa por las actividades subversivas que alli se desarro‘laban, Gracias a su prestigio ascendente. Boyer babia logrado que triunfera un movimiento en el horteque fa muette ae Henri Chistophe, simpatizaba con ls unidad de Ia parte antes francesa de la isla. Ello permitié que en 1820 Boyer ocupara Cabo Haitian 7 Sobrelaerelaconts ominicn-aisnxenla 6c spd ver Bosch, Ju, ElCaribe ‘rowera imperiel. De Cristaha! Colba o Fidel Canto, Mish's, Géveah Ataregan, 3970, Von Graferasia, Johanna, Hel, ene huforla breve, México. fesitwo Mora, Alianza Bd torial, Universi i 63 ANA CAROLINA BARRA y cue la unidad se convintera en una de sus prcmeras preocupmciones Gani cot pronimocin del sinc independete de sith espaiioly con iaisiuiacibn del nueva gobiezng, llegaton a Santo Domi ncondicfones para que la yatteoriental ss coloeara bapa la prctersion tutlar de ls Repibica, Boyer brseat cnn ello ganutle la partides Nofvg de Caceres y €0n ton puciticador ofteeian ta pevdnclon te x 1a los esclavox de Ia colonia espatiota La ccupacién hitiana (1822-1844) tuslads ditecramente dominicanos ls modi idadeccetenenciadeleiersimpecaen coe Gece {a eliminacion del sistema de eres de comunidad que Suscala hacer se cada habilante ruta un campesino duefo dela icra que acuptb qv estaba obligado a estivar, sipnific6 un atnque 9 las propledades ae te eovpaaciones,rine!palmente a Ilesia dom nicana guc'natidiven hacer posto de un gebierio que Ya e3ioci en la sina, Po! ola parte, Boree trslod6tarabiei a los hubiton'es orienites los compromises poli necesidades o& la parte occidental ae la ists, En 1625, Francie, cue habe intentado en dos ocasiones recuperar su auisua enicnin ,°B14'y 1ae) exigit el pogo de una cuan‘iosn indetanizue.6r que inaugure (a ora dela deus publica de estos pases presidents Royer Momulgo tna}ey queimponiaa arvbas partes ela Isla una contricuetdn exttgorcionts 30,000 gourdes a partir de 1827 paa ayudar a pages Ia devda en Laver de Francia pat el teconociniento dela Independence de Hatt La orssicién de Ia alta jerarquia eclesstica dominicana y de los sete ttlenientes afectados por la politica de Boyer etaban en espera dersconeone ae pad a cel jefe hatiano. Tres el Jevantamienl de ts nites haiianos que lo derriparon, eh prupo de ta ‘nialos, encabezados por Juan Pablo Duarte se lan ¢ prortona Io intependencis. E128 de febrero de 1844, naciav nac'6u nuceuene pate erienal de Ia isla. Esta primera defaicign del espacio dominican na implies, dxde luego, la seguridad de eontat con un terion estable, La indgeiercn dela Replies Dominiconano excloyédemascradetniicn jas expetativashatinnas que inevisianaron mucvaimenve cn su teasor dl xio ue Sos bubieran desead, La independicneis, ademis, tove ge regcire cone propia Francia que ruanluvo sus exiganeiss sac el pve deunscuatiosaindemn:zacién como lo hrbiaestebleedo para Hetil veie Shovares. Tampoco elimindte pasitbicad devolves ntemerierctccae de Espata, como suceaié agin mediadns del siglo, En san por log 2 Gov cea te mes el Ea tampa fistricos. el avence hacia Ia o-ganizacién nacional presemaria mayoree difeutades que en ora: regiones de la confistiva Amen Latine fe Ie trimera mitad del siglo Xe * . on Cot Raheny ewan, Acad y perspec catia nial te ¥ libertad 64 LAS FRONTERAS AL CONCLUIR LA INDEPENDENCIA La Banda Oriental de Uruguay también recorrerfa un destino uzutoso pata constituirse coma estado y paralograrimponer su soberania frente asus vecinos. Territerio olvidado por la metrépoli, solamente las reiterodas incursiones de los brasilefios y porlugueses hacia finales del siglo XVI pisieion en alerth a las autoridudes espafolas del riesgo de petder esta frontera de su Impetio. En respuesta a estas tentativas, Espaita funds la colonia de Secramento en el litoral del rio Uruguay, primer averkammiento que ve de pie u la colonizacidn tardia del tenritorio uruguayo, que abre con el 0 XVIII. A este establecimiento le sigue la fundacidn de la ciudad de Montevideo, puerto del Plata. en el alo de 2726, El siglo X VIM mascatia el inizio de una empresa que tendia a consolidar Ia presencia espafola en una 2cna que habla carecido de inter’ para Ja mett6poli y que, bajo los auspicios de la politica borbénica, prosperaba trayendo 2 Ja zona pobladnres canarios y espaiioles, implantando una administraci6n que favoreciera la protecci6n de un espacio de frontera, Frontera cuya importancia crecfa en la medida en que la prosperidad y presencia de Buenos Aires determinahan un polo de comercio y desarrotlo de mayor impostancia para et sistema colonisl espaiiol. Al constituirse el Viereinato del Rio de la Plata en 1776, la gobernacién de Montevidee pudo isponer de todos los recursos para garantizar Ja seguridad del flamante Virreinato. Momievideo fue el puerto donde se apostaba la flota naval espafiola y el teritorio en que cobré fuerza la presencia del Ejército de Blandengues, cuerpo defensivo de las zonas fronterizasque al mismo tiempo cumpli con tereas colonizadoras y fandacionales. : La jurisdicci6n de Montevideo {ue cobrando importancio creciente en ¢l siglo XVJIL Hacia 1726, ocupats apenas el frea circundante del puerto, mientras que en 1788, se extendia hasta Santo Domingo de Soriano, remontando el rio Uruguay al poniente hasta Ia actual frontera con el Brasil en ei suroriente; el rf0 Yaguaron servia como frontera natural. El ro Negro constitufa la frontera norte en aque entonces. Una concepeisn localista se iba confermando en Montevideo en donde La actuacién del Cabilele fir adquitiendo cada vez mayor impostancia, copado por 10s si comerciantes y hacendados. I avlonomta frente a Buenos Aires ale ‘mérgenes consicerables en tanto constitufa la Banda Orientaluna gobernacién, precisamente por su calidad de tertitorio defensivo en tna zona de frontera con el Brasil, sitio permanente de fricciones y conflict jurisdiccionales Buenos Aires se mantuvo recelosa frente a los espacios ganados por fos tales, scttud que encubria la lucha de puertos que persistria alo fargo de todo el siglo XIX." En 1808 se produjo la invasi6n napoleSnica de la Penfnsula, En aquel extonces, Santiago de Liniers, héroe dela resistencia frente alas invasiones ‘briténicas, habia sido nombrado virtey en Buenos Aires. Las sospechas de ‘que tuvieran simpatfas por los franceses hicieron que se declarera Waidor en 11 Williaa, Jose Clnodio y Panwa, Pons, Le Banda Orienl en la lucha de fs Jimpevios, Montevideo, Fines La Banda Orienal, 1975, 65 ANA CAROLINA IBARZA Montevideo. En sepit#mbre, an gcune de vecinos se reunié frentsal Cabildo para pedir la realizacidn de tn Cabildn Ableno Ese mism>diase instal una Junta Independiente de Buenos Aires, preside orelyoernador Francisco vies Ella, Cuando le revolucién en Buenns Aures instald la Junta de Mayo, las auroridades orieaales proclumuson su adhesi6n at Conssjo de Regencia y Elio se ptoclamé virrey. E’n este conlerto, tainsurgenciacrieatal encabezada por Astigasse pronuncié en envrode 1811 en favor de la aiienza con la Juuta de Mayo. Con ello dio zoraienzo una dificil y tensa realizacién entre ambos movimientos. Sucesivus enfrerlamientos daban cuenta de un conflicto regional, que se hacia mis comple» en In medic en que Artigas iba radicalizando su prnpuesta. Proyectos de clase opuesta Hlevariau a la agudizacién de Ios contradicciones entre ainbus hasta preduclise el rompimiento definitive entre 1815 y 1816. En septiembre de 1816, las ttopas lusitanas a! mando de Car‘os Federico Lecortraspasaron et inite notte y se itecnaron en el ter iinicorieatal. Los hacendados riograndeses estaban inveresados en la ganaderfa dela 20na y en poder comercias por Montevideo y, a fa vez, sostesdan la tosis de que los grandes ros debian constituise en fronteras naturales emre sus dominios 5 fos de Exputa, Ademds, polfticathente (ato para los afgentino: come pra Ios brasilefios, Artigas coustitu‘a un peligro por elimina. ‘Aunque las fuerzes artigu'stas rsistieron has'a 1820, el puertose rindi a Lecor y la Banda Oriental del Urugsay se coaviti6 en ia Provincia Cisplatina del Limperio, Con el aval de los comoreiantes moatevideanos, Lecor consiguié apoyo suticfente pura iastalur el Congreso Cisplatino-en 1821 Enire 1824 y 1825 se proper Ia insucteccién oriental. El 18 dz abril de 1825 se llev6 a cabo lu expediciéin de los 33 orientales que era el principio,

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