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  • La Pequena Guerra

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    MAURICIO-JOSE SCHWARZ stot y prlodista "tie lana ene Concurso Latnoane ricano de Novela Pliiaeay de Espionale icaragua 1980, com la novela in parr Pubes en 1901 por Edcones By and cl Concurso de Cuento “ur 1999, cont cuenta Leyenda alas puertas de tinmaseo de ate confemporaneo, ts etor 4. Eotacosa, revista de ibe especulacién coma cna cluded de Qeretar, de rante 1988, un programa de rock naclona “tempo de brides TMi conferenclotaen el Fimer Taller de cieneta Pecion,levadoacabo ene Pala Ge ineria em marzo de 198? 9 coorganlza- dor de conrenia, Primera Convencion Me- ‘icana de ClenclaFlecion, Fantastay Horror, Nillzada ena cluded de Pueba en noviem Dredidembre de 1991. ts patticlpado en encuentos interact nates de esrtores de novela policiac, Za micmbro fundador de som. Sociedad Mexicana de Investigalon Escetica, 18 LA PEQUENA GUERRA MAURICIO-JOSE SCHWARZ Mabia formas de burlar ta ley, es clerto, especialmente si tuno tenia mucho dinero. Ellos no lo tenian. Tambien eran ltlles las amistades en posiciones elevadas, pero esa era otra carencia de las muchas que su familia colecclonaba, or todas partes. La unica solucién era la que afrontaban ahora, el escuchar el nombre de su hija por los altavoces. del estadio, La morena y frégit figura de Arianne se dibujé en la entrada de la puerta Maraton. “Que pequenia es”, se lamenté Akira, Inseguro del en- trenamiento a que habla sometido, forzado, ala esbelta nifia de diez anos que avanzaba ahora hacia el centro de 1a arena, mientras su nuevo casco azul destellaba al Sol ‘mostrando un penacho de furiosas navajas curvas. Guinnivere, que estaba atin suftiendo espasmos en la ‘garganta, miré a su hija y no puco evitar imaginarla co- ‘mo a tantos otros nifios que habia visto destilar esa ma. ‘ana. Un sangrante resultado sin brazos, con la cabeza despedazada de un mazazo o con el vientre tajado sin re ‘medio y las infantiles entrafas fluyendo como un teme- oso rio de lava apenas tibia. Guinnivere se prequntaba luna y otra ver si Akira habia cumplido como padre, 19 La nifia intent durante s6to unos segundos hallar los jostros de sus padres entre la multitud que Henaba las. aitas: algunos con miedo a perder lo amado, otros con Melcite, los mas con furia, esperando al vengador que aca- para con quien hublera sido verdugo de sus hijos. EL am- lente se caldeaba mas a cada momento. Arianne apreté Jn mano tzquierda dentro del guante de cueto negro ta- [ehonado de pias, para retener su escudo de acrilico. En fu mano derecha, la espada que su padre habia fabrica- jo para ella temblaba a todo lo largo de sus modestos cin- Ttuanta centimetros, £1 mazo redondo de madera, también {on pias de duraluminio, colgaba de su mango de cuero faspandole el muslo, Avanz6 frunclendo el cefio, como su padre le haba ensenado. Los ayudantes retiraban los dlitimos cadaveres ensan- fventados de! campo. 1 pasto, a esta hora, ya no era unifor- Mente verde sino que mostraba una sucesién de manchas eres y rojizas que lo hacian ver como obsesivo tablero Ge ajedrez. Mientras ella avanzaba, la sequia una fila de hiinas de su misma edad, toda igual de asustadas, todas fhual de decididas, cuyos nombres escapaban mecantca: mente de los altavoces. “Jangue habia deseado ir con Guinnivere y Akira a ver ‘osu hermana, pero no se lo habian permitido. Ahora, sin tinbargo,en casa de sus tios la veia mejor que sus padres. {in camarografo se habia interesado por la nina, y 1a afo~ aba en una toma que mostraba sus ardientes ojos cas! fimarillos. casi verdes, y el suave cabello negro cayendo fobre el torso, ocultando y mostrando alternamente los Gros pezones que prometian ~pronto, striunfaba— ser ja'cima de dos pechos reclos y amenazantes. tn la panta Ila, Arlanne fruncié el cefio y apreto las manos. Litego 18 Camara se abrié para mostrar a todas las participantes de Ja cuarta ronda eliminatoria. 20 — Jngue sts algo de ag con seguridad, Seat ae ya taviera dle fl ecto qu Yo esperaban dentro de dos anon ‘cua tas esperaban, descan {asesperaban, descansano alo el cuead e ou ‘unas palabras de fs abi es arbitros, se formaron grupos. Seo fataba el sibatazo del fucz para ep Aka Yecordaba ota fame ta ouys chad anh necesrio acu ai arena para decir quien hab Fermanecat.Quinnivere st hala salvado por trey Ses Vente aos ass Jos Se haan eta omo el mio sstema de control pblaconal, pee volentareacién de as gests, Los Mos egitim * ster, pr lempl, eon es primers eh on Lit. t08 ora de a stifeaion, ere tos onganizadores Arianne ae tenso con los pes biog Fe a ea | al ver los desnudos brazos de su ie J la sido mejor dejarle las espinillas desprotegidz _ oie Pi, © dos cubrebrazos? oe a La contienda se inicio. “a sia familia de esta nina podia armaria tan bien, no habia sie eguldo sobomar a las autoridades. Pero él tampoco conseguihe tiempo para reflexionar. La nifia mayor ata- tuMGiolentamente, estrellando su mazo en el escudo de Soiaine. el cual inmediatamente quedo abotlado. El en. aranjento de Arianne surtié efecto. Inclinandose golped cena eapada los tobillos de la otra nifia. A la vista del {rimer samgrado todos los espectadores lanzaron un gr Poireszcla de satisfaccién y espanto. Las contendientes Se aipararon. y la mayor aproveché para golpear @ Arlanne Se septa conta empunadura del mazo. Arianne se tamba- cae cantras Guinnivere y Akira se tomaban de las manos vsprentande con urgencia, El golpe encenclio a Avanne. Ut aeremio como armas no s6lo 1a espada, sino también el weal y el easco, se lanz6 sobre la chica mayor. Esta, Sor” Srendida por lo subito y violento del ataque aleanz6 a des Preran golpe de la espada de Arianne, pero la embestida yacsta fize que las navajas de su casco se enterraran Pro” fundamente en el pecho de su enemiga. La primera contienda habja terminado demasiado ré- pidamente, Arianne levanté Ia cabeza después del choaue ve para encontrarse a su adversaria volando hacia el ste Syatain control alguno sobre su cuerpo: La tibla ¥ pee: yoda sangre de Ia vencida bajo por el casco de Arianne Jig recorré la cara provocaéndole un fuerte acceso de Habia ganado. Euinnivere y Akira se pararon a aplaudir sin demasia ‘da convicelon. Lo peor todavia estaba por venir. “Fangue, fascinado ante la pantalla dela television. mi: aba orgulloso la triunfante y tierna figura desu hermana, Cin prestar atenclén a la conversacton de sus tios. Piso tampoco estoy de acuerdo en que 10s nltios 1a ean casi grito Karl, sobresaltando a sus Invitados. Pe:

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