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I. LA OBLIGACION Y EL DERECHO DE OBLIGACIONES § 1. LA RELACION JURIDICA OBLIGACIONAL 1. Concepto. Relacién obligacional, deuda y crédito, Segtin el art, 1088 Ce. toda obligacidn consiste en dar, hacer 0 no hacer alguna cosa. Como obser~ va Diez, PICAZO, este precepto no suministra un concepto de Jo que ta obligacién sea; lo da por supuesto y se limita a enumerar sus posibles contenidos. Fn cuanto a éstos, como quiera que el dar es una acciGn, en definitiva toda prestacién con- siste en hacer u omit. "Mas no todo deber de hacer u omitir es una obligacién en sentido téenico. Por de pronto, hay deberes que no con jucos, segtn se estudi6 en Parte Generel. Ast nando decincs que Tuan debe dar, do lo supefivo, ana Timosna al indigente Pedro: @ que ‘tobe wecompessa al esforzado Andrés, qu Ie salvé le vida; o que debe hacer un regalo de ‘arta su tino Santiago. et. Bn el primer e230, estanos hablando de wn deber moral: en rengunto, dun debor de pratiud (supnestos, ambos, que POTHTER denorsinats obligeciones Inperectas) en el terceroy de un deber social, ee ‘La obligacion de que aqut tratamos se inscribe en el concepto de deber just- digo, que constituye su género préximo, dentro del cual dobe establecerse Ia ‘ilti- ma diferencia ‘Porguo también deeimos que Suan debe reaptar la intgriad tiscn del préjimos pages el poets sobe In tena alimentary eat a m8 ljos, ein ls dos primers cass, el de- ee retico. concep tin estado en Pare General—no es de Desecho prado, y 2- eoponds, yo una norma vena de conven, de cuyo completo exe el Hatade tpt denen, y cua tansresgn se castiga con pends (Béto en una concecign sea ‘Si teprmamenteeoperada, son estes el pago dela mala accién; ya x la neceskdad de even tar las eargas comunes,invidualizada en cada contribuyente con arreglo a normas de Derecho Pies Hiser caso ob de Derecho piv mas, tava se trata de wna oligncion son ‘Hrd eo formate del pasivo ortnario del blgado y que viene jmpuesta todo oe pies pat si.ccndicin de tae, bigacion dadern que no se agota por sx exmlinions Paneoiea en as implicelones particulars; y corespondida por una faculties exigera, ignal- por pare dele ijn meres. sepeién més estricta y técnica del concepto, Ja iitima diferencia que {i bligacion dentro del género deber jurdico, copsisté en expr ih iota! folacién exisente entre los sujetos que vincula; como dice 10 1._LAOBLIGACION Y HL DERECTIO DE OLIOACIONES HernAnez Gut, Ia obligacién es todo y sélo lo que media entre quienes la con- traen; por eso el cumplimiento la extingue'. Tal earacterfstica se expresa afirman- do que Ja obligacion es un deber de prestacién; con lo que, ademas de expresar que Ja prestacién agoia el contenido de la relaci6n?, se sefiala que la obligacién hho supone nunca vinculacién total —ni aun dentro de Ios limites jurfdicos— de Ja conducta del sujeto pasivo, Consecuencias ris o menos mediatas de esta -caracteristica, notas propias aunque, cada una, no privativa— de Ia relacién juridica obligacional, son: a) ser arelativar; se da siempre entre sujetos determinados; y b) ser «correlativan; oftece siempre una total correlacién entte el deber del sujeto pasivo y el derecho del activo, no hay deuda sin crédito y a la inversa?, Asi, obligaci6n es el deber jurfdico de un sujeto de realizar una prestacién ¢n favor de otto que ostenta el poder de exigirsela, La etimotogta més acoptada hace derivar el vocablo de ob (alrededos)ligare (atar). Bl ver bo latino obligare es antiguo; pero el sustantivo jurdico obligato es selativamente trcog surge a fines de la Republica (8. 1, de C); pero el institute romana de In obligncién es muy ante- Hor, dsignado con el verbo oporee; el término obligato es el adupaio por Ia primers juris prudencia cltsica para designar Ia releci6n patrimonial sancionada con una accién én pelsonam (D'ORs) " Justiniano incluy6 en sus Tnstitcfones una definicién que Funivtatibuye a Fiorentino y Konus © Papiniano: obligatio est iuris vinculum qued necessitate adsringinur, alicuies sol vendi re, secundum nostrae civitatis ura (3.13,pe.); en cualquier ea, fa opin dosinante a considera cltsica. ¥ cl Digest, recogiendo un texto atrbuido @ Paulo (pero que los romenists, casi unénimemente —ScHuiz, Kaser, Manca, ete—, tienen por elaboracién postelisia), raza el siguiente parangén entre obligacién y derecho rea: obligationu substantia non in eo consist wt, aliqued corpus nostrum aut servituem nostram faciat sed ut alum nobis obsrin st ad dandu aliquid, vel faciendum vel prestandum (44, 7,3, pe). POTHIER combins ambos fragmentos para formalar, con referencia & los jarisconsultos romanos, Ia definicién de oblige. "Por eso —explca— cumplindo los deberes de presacién, la obligscén (efnitva 0 graualente) se agots 0 exlnge, en tanto que eompliendo les deere femiliaes no a6 pone termine fa relate, Ie cual Eubsiste al margen por completo de que se obverveno no tales debeesn Que los detechen de ext scan susceptbes de tnd, sbrogacién, pignracién, ee, no significa quo se eeciton sin exingulr- los; pues no se uta de wn ejericio ede» ellos, sino sobre» ells. Al transite, ncuso por subopi. i6a, 0 pignorase nose ejetcia el deecho de cit sino una facia distin qe le toma como abo feo ees, 2Bxplca Lanne que si cabe,aderés, exige exos adeberes de condvcta ean igisimente deli thos y sn, en cleo modo, aecesrios dela prestcién, no pueden exigise sl agen de sa (pare el ete ‘ho espaol, ete ans. 1.094, 1.108 41105, 1468. et, Ce} En fs derechos sbsclits el sujetopasivo es urvorale indeterminadoyy su deber de respter ain ‘Avencinexclsiva dt aujto active (tla) Sobe et ion meio imatera objeto de su derecho, Iurleea pte, senelonido por leyes penaes y no explica ni ayotaolconenido de agulle infer, no represen Ia enstenci de una prestacin enigible en el pasivo de can paimoais ch camo, ca it oblinscign, el deer de prstar de un sujet coneretoy el derecho a expt del oto sijelo igianente de termina, na 36 se camesyonden sin resto aiguno, sino gi se Henican: e objeto st debe dl poe et no esque sean igus sino que es e! mismo. Si yo sey propietrio de wa salami! gue, sin bg, ro he teria de pags, yo debo al veadeder el ro del precio y en mi pasvo existe xs dene qe ‘veadedor sumaré, como crédito, en su activo. Bn eamblo, en vrtd del davecho absolute (mini) que tengo sobre ta coche, los vias esttnebligados a restr sn uso exclusive y deben absence Con ‘un écber de naturslezn pice) de rompedte un risa orobalo,deber que. por era pat, no da a med a de ml seforo sobre corns, ni vineus cada vandane, como deador, nmi puvionio, dl al no fom prt, com cefditos el onlativo de tales dsheres, quienes la con- sxpresa afirman- ns de expresar we la obligacién 3 junfdicos— de 1, notes propias aeional, son: a) + ecorelativan; vo y el derecho tuna prestacién ‘are (aa) Bl ver- vente taro; sarge 2i6n es muy ante la primera juris sion fr persona 196 a Florentino y nur, aliculus so sign dominante Ia te los romanisas, +i6n_post-lésica), fansiam nom in eo um nobis obstrin: ecombiné ambos inicién de oblige- ya. gradostnente) ho 8 talc, Is derechos do exito reten sin esting deloso por subroge oma como objeto auulmentedetinie ta (pers el Dee 25 respetar I in 5 dureho, es de ‘suet five ven cambio, en Ja fio, igialnene de febery del 7o- 1g, sn embargo, sees devia que a Tato omnis} gue ven abstnece (on re, no dala mcd ‘monlo, det ev 26 § 1._LARELACION JURIDICA OBLIGACIONAL u ign: «un lazo de derecho que nos consti a dar a otto alguna cosa, o bie, « hacer 0 no ft cer tal 0 cual cosa El poder de exigencia atribuido al sujeto activo se inscribe en el concepto de derecho subjetivo, paticularizéndose, dentro de él, por Ins mismas notas distnt- vvas de In obligacién, ya que no es sino su contrafigura; como dice LARENZ, el scdeber prestar» del dendor y el «poder exigir> del acreedor constituyen un s6lo vinculo juridico contemplado desde dos puntos de vista Hasta aquf Ia delimitacién doctrinal del concepto de obligaci6n; para referir: lo a un determinado ordenamiento juridico se requiere, ademas, que la rclacién acreedordeudor proceda de una «fuente» prevista como tal en el Derecho posi- tivo, 2s indiferente que ests. fuente consist en un negocio ente las pate © en un hecho cu quien lo decisivo es su tipificacién como causa de tl viride en el caélogo legal comes pondiente. Sin esta tpicidad, la obliga poded ser de Derecho natural, pero no es una obi ncn chi. Bs fa norma positive la que aibuye © no valor jurdieo a la relaién, con aeglo 8 les concepciones sociale de los eistintastompos y lugares. El término se usa indistintamente para expresar Ia total relaciin jiviica y para designar el deber del sujeto pasivo, la edeuday; en este sentido'se Contrapone a «crédito»; en aguél, lo comprende. Esta ambivalencia explica lo usual de Ta expresién, en otro sentido contradictoria, «derecho de obligaciones», Obligacin es el deber de prestacion ya exgibles poro también aquél que pends del trans- curso den plazo o del carplimiemo de una condi; por tnt, también la vinculacién con tegwal duradera quo irk dovengnndo, con cadenca suesiva,prestciones exigibes; quiero do cic que Pedro, como inguin, tiene 1a obfigacién de pagar a su arrendsdor, Antonio, las mensulidades ya venciéa; pero tien, igualmente, la obligacion de pagar una rento mensual tientas dure el aendasient, Aadvértase, por timo, que el Ce refer el término, algunas veces, conjuntamente alae lncion constiuida ya In fuente de que procede, concretimente al contrat (ats. 1101, 1.108, 1127, 1.128). 2, Distinelén de otras velaclones juridieas, Los caraceres de Ie relaciGn obligacional la diferencian de otra relaciones ms 0 menos afines: 4@)_ De los derechos de Ia personalidad se diferencia, prineipalmente —prescindiendo, por shor, de Ja patrimonialidad de ta prestacin—, por] cardcter relative de la obligaci6n, mes teas aquéllos son derechos absolutos, erga onmes, en los que s6lo,el sujeto activo es determin 449; el cjercicio no fos agota sino reaftms; y, mientras la obligacién es correlative, no hay en cellos corrlaci6n entre el contenido del derecho y el det deber. 'b)_De las relaciones personales de familia se diferencia la obligaci6n en que, en aquélls, ct cumplimiento de los deberes (de cényuge, de padre, de parents) no agota su contenido, constitutive de un staus, que no admite ser significado mediante una o varias prestaciones. Por ‘otra parte, los derechos inherentes a tales relaciones, lejos de ser cortelatives a los deberes, presentan aspectos de ofiium, carga, funcién, © potestad, que en modo alguno convicnen al derecho de crédito, ©) "De los derechos sucesorios se diferencia, de enada, por la tpicidad de la fuente de ést0s y su especial mecenismo adguisitvo; lo cual ao exeluye que, del mismo, nazcan obliga cones para el heredero o el Iegataio y ente ellos ) La cuestién mis debatida se contra en tomo a la cifere nde los derechos de R 1L_LA OSLIGACION Y BL DERECHO DE ORLIGACIONES. ‘r6dito y Jos derechos reales; sin peruicio de exponer en su completa dimensién el problems al ‘ratar 10s derechos resles, eabe adelantar aqui alguna apreciacién devivada de los expuesios ca- racteres de la telaci6n obligacional. Y asf, an reconaciendo que el derecho real se articula en luna relacién juraiea (entre personas, pues), parece evidente que ello sélo puede explicarse ‘comprometiondo a ia comunidad social toda, que asume —como dice HenwinDsz Cui el co- :metido téenico de sujto pasivo. De cllo se deduce: 12, que la relcién jufdieo real no es rela tiva —como Ia obligacional-~ sino absolute; los derechos reales son erga omnes, oponibles todos; 22, el deber del sujeto pasivo en la relacign real no es ade prestaciéam, sino un deber jeico general, manifestacin del nemine aedere, al decir de ChoRcraN; 32, que no hay co- rrelaci6n entro este deberjuridico general de Ia comunidad y el poder del titular del derecho ‘eal; aquel no est dirigido a realizar el interés de éste; en cambio, en Ia relacién obligecional, como explicara el mismo Gtonatarst —que, por lo demés, habta revisado ta doctsina elisica cn ta materia y disentido do ella~ el acreedr puede pretender del deudor un comportamiento ‘que satiafaga su interés; y 4.2, que cl ejercicio por su titular del derecho real, y el cumplimien- to por In comunidad det deber jurdico general, no agotan ni extinguen —como en Ia obliga- ign In relacin jridice ret 3. Blementos de ta relaci6n obligacional, La estructura de la relacién obligacional se descompone en los siguientes elementos: 4) Sujetos. Activo 0 acteedor, es el titular del crédito; el que tiene ell poder Jurfdico de exigir In prestacién. Y pasivo 0 deudor; es et obligado; aquél sobre quien recae el deber de prestacién, Ambos términos subjetivos pueden estar intc- grados por una 0 por varias personas. 4) Objeto. Es ta prestacién que el acreedor puede exigir y el deudor debe realizar, La prestaciGn, a su vez, puede tener un objeto propio (cosas y servicios). ©) Vinculo. Bs Ta relacién de poder y deber correlatives que media entre acreedor y deudor, ) Causa, Bs la razén objetiva © inmediata de ta obligecién —del poder exigir y deber cumplir— ponderada por el Derecho que Ia convierte, asf, en juri- dica I Cédigo la refiere st contrat, sisteméticas, por cianta las snicas obligaciones que requieren contro! —regulacién~ de Ta causa son las contractuales; no porque gatezcan de causa las extacontractuales ¥ las logales sino porque en ellas el contol tiene Iugar en el momento Lgisativo de la cespectiva oblige. cin, FL art. 1.261, 32 Ce, al determinar quo no hay contato euando no haya causa de la obli- facidn que se establezca,erige Ia causa en requisto del conteao, pero cn cuanto elemento de "a obigueién. Por otra pate, tn descripcin gue do Is causas hace el art. 1.274 resulta que en un solo eosteato de fos Hamados onerosos hay dos © mfs causas, una pata cada contratante, una para‘cadaobligeci, ilo, sin peruicio do que et concepto —diferente dicarse tambien del conirato, como en su lger se exa cireunstancia de la que no se puede obtener conclusiones ro relacionado— de causa pueda pre Iwpicactox smuiocRANICA. Bonst RAMON, Naturalera jwtdica de la obligaciin, RDP, 1967, pigs. 835 y ss; De Los Mozos, Concepto de la abligacién, RDP. 1980, pgs. 79 y ss. Ditea-Picazo, BI contenido de la relacion obiigatoria, ADC, 1968, pigs. $49 y $83 UIERNAN. ez Gn, Derecho de obligaciones, Madrid, 1961; ROCA SAsTRE y Puro BRUTAL, Concepto el derecho de crédito, «Estudios de Derecho Privado», 1, Madi, sf, pégs. 159 y ss; VA- in el problema at e Ibs expuestos ca- "real se artcula en ‘© puede explicarse ‘nox Git— el co- lico real no es rea: ‘omnes, oponibles & 61, sino un deber 3. que no hay co- ltular del derecho lacién obligacionst, Ta doctrina clésiea ‘un comportamienton I,y el cumplimicn- como en Ia obliga: a de Ia relacién 1e tiene el poder ado; aquél sobre vueden estar inte- * el deudor debe sas y servicios), que media entre ién —del poder ste, asf, em jurf- btener conclusiones reputacién— de la ualesy las logaes, «respective obliga: causa de Ia obli- santo elemento de 274 resulta que en 2 cada conteatante, le causa pueda pre- + obligacién, RDP, 80, pigs. 79 y 384 49-y sa HoRNAN Bruray, Concept 2s. 159 y 685 VA §.2._ st pseecno Dx oBLIGACIONES 13 tusr pe GovrisoLo, La distincién entre derechos reales y derechos de crédito, ADC, 1952, pégs. 1381 y ss. VATTIER, Sobre fa estructura de la obligacién, Palma de Mallorca, 1980. Port, Trait des obligations, Pais, 1824 Bernt, Za teoria generale delle obligasione, Milén, 1953 (Wad, esp. de Ds 10s Mozos); Cie, Habgesion nel ptrimoni del debire, Mila, 198; Groscins,Lblgation, Mi Hin, 1985 (ead. esp, de Verdera, Barcelona, 1958), Lawun, Lelybuch des Schudrecht, 10+ ed, Berlin, 1970 (teed esp. de la xlemana y notes, de SaNTOS Barz, Madrid, 1958-1959. § 2. EL DERECHO DE OBLIGACIONES 4, Concepto y caracteres. Las relaciones de obligacién forman como el tejido conectivo de la vida social inter privatos, el cual no podrfa mantenerse con el cumplimiento meramente voluntario de la palabra dada, el deber moral de so- coro, y el resarcimiento amistoso de los perjuicios cavsados, La ley interviene aqut para discemir el contenido exacto en las relaciones de douda; pero, sobre todo, para confirmar éstas y hacerlas eficaces mediante la fuerza coactiva del Bs- tado, evitando con ella, en ultima instancia, que queden sin compensacién 0 re~ sareimiento coantos perjuicios a la persona o a Ios bienes se derivan del incum- plimiento. O sea, para establecer cuando se debe, qué es exactamente lo debido y hacer que efectivamente sea cumplido. EI conjunto de principios y normas que articulan tal objetivo constituye el Derecho de obligaciones. a sido un tdpico doctcina afimar su historicidad, permanencia inmatabiidad; del De- recho romano —se atimmaba— ha pasado casi intact, a través de Doma y Pomme al Code ‘Napéteén, y de éste a fos demés Derechos latinos, SaLzms lo explicaba por fo terico y abs- tracto del tratado, La apreciaci6n reste, acaso,anacronicay sin dada exagertda. Por una part, ef elemento ioral —en especial, el crstanismo— le afeets profundamente Rarer, HEDEMANN, GALYAD ‘THLAS);y, por ota, los eambios potios, sociales y, sobre todo, econdmices, aectaron al fon 4 de esta peste del Derecho civil; como observara DeNoour, la permanencia del Derecho for- ‘mal dsimlaba muchas veces Ia evotucién det Derecho vivo, Ta especial, las tendencies socia- Tizadoras del Derecho traen como consecuencias un mayor intervencionismo poitico en el fimbito de Is sutonornta privada, la progresiva objtivacién de la responsabilidad, ete. ‘Lo que sigue siendo caracterstico del Derecho de obligeciones es In extensin de su refe- reneia, It fieeweaci de tw actacién y ta amplitud de su influenciac In gcneralidad con que afecta a yodos'. Contiene, para una sociedad de economfa abieta y complejidad de vida, una disciplina de valores y servicios, es det, dol tic. Regula, desde los miples con- trator ineviabes cada dia ara ol homie més impecune,inconscente de estar «coniretandor ‘eon el vendedor de periédicos © 1a compat telefGnica 0 de transportes urbanos, haste fas grandes transacciones barstles informatizadas 0 los movimientos intemacioneles de capital, dirigidos y modulados por tnicos; desde el ariendo de la finca 0 el retrato por el pintor de mods, hasta el seguro de vida, el crédito confirmado imrevocable, o la utilizacién de wn cajeo "Como dze Kaen, rode persona humana esf hoy comprometth en la red exonémica dl Dere: ho de oligtiones, aunque so ine a mendiga, ya ieumps on l bajo Ia figure de la donaién, El ni- «Ineo de elsclones obigtria que se concisan es dia leanzacenos oles de millones. No hay es Tada capa do abarcer eso FonSmeno, “4 1._LAOOBLIGACION Y EL DERECKO DR ORLAGACIONES automitico; parte de ello, ubicado por razones histicss,didécticas y de convenienda, en sede dol Derecho mezeantil, pero sin distincién alguna de naturaleza con Ia obligacién in gewere, ‘Mas también disciplina otros avatares del contacto hummano; las condiciones y consecvencias del hacer 0 dar unilateral y sin cortespectivo; 0 de cietos hechos o actos que abibuyen a uno bienes ajenos sin justificecidn suficiente; y asfmismo, las del quebrantamiento, no silo de los ‘deberes nacidos del intecaimbio de bienes y servicios o do los derechos absolatos de otro, sino del general de no dafar al préjimo en su persona o en sus derechos, extendiendo st radio de aceién y dotando de exipibilidad juridiea a muchas rlaciones intersubjetivas, Frecuencia, por otra parte, de su actuacion —nacimiento y extincién—, consecuente al catécterintermitente y transitrio de fa relaci obligacional,nacida, eada una, para una incumbencia singular y mas 0 menos transitoria, y destinada a extinguirse mediante su cumplimiento. Amplitud, enfin, de Ia influencia téeniea y doctinal que su traiado despliega, no solo —como ya observara JOSSH- -RAND— en el resto del Derecho civil, sino ademas en grandes sectres de la restantes discipli- ‘as juniicas; de a, también, Ia eficacia formative de su estudio. 5. Posicién en el sistema de Derecho privado, ¥n el plan romano-franess las abligacio- nes aparecen consideradas y disciplinadas en los. modos de adquirr el dominio. El Ce. espaiol fitroduj, respecto del francés y del italiano do 1865, un Ubro apart, el cuerto, de fas obliga clones y coniratos*, siquiera ennmere Estos el art, 609 (quo inieia el libro texcero, de ls dife! vrentes mods de adguirir el dominio) como titulo pera sdquiir el dominio y Jos demés dere- hos reales cmediante la tradiciéns, ‘La doctrina ha denunciado ta excesiva amplitud institucional de este libro cuanto, al incluir materias, como la prueba (Cap. V, aris. 1214 a 1.253), de naturaleza procesal; 0 como el régimen de bienes del matsimonio (Tit. Ul, ace, 1.315 a 1.444) que incluye, dominamtemente, el égimen legal, y que es més propio del Dere- cho de fails; 0 como los censos, (Th. VIF, ats. 1.604 a 1,664), prenda, hipoteca y anticresis (Dh, XV, arts, LST a 1.886), en los que el contrat es s6lo—y no siempro— I fuente, mere ciendo més atencién sistemdtica su resultado, el derecho real; también incluye Ia preseripcién (Tit. XVEI, ats. 1.930 » 1.975) cuando la adqusitiva © ueueapién es un modo de adgutic de- rechos ceales, y In extintiva se refiere, en principio, todos tos derechos, [Bn el plan alemén o de SaviONY, tas Ia parte goneral, ol tratado de les obligeciones es el primero de Ia parte especial, tl BOB dedica, en efecto, el Lib. I la parte general y el Ia las ‘obligaciones; dividido en siete secciones, solo Ia dltima regula las obligaciones on particular, fas aeis peimerastlenen un contenido general y abstacto. En el plano dictico es dudoso y discutido si el watada de las obligaciones debe preceder ‘0 seguit al de los derechos reales; SANcurz ROMAN, Dr Dieco, HrewANDRz Gr, y otros civi- lists espafioles se inclinan por la segunda postuea; pero los planes de estudios responden, en ‘general, a In primera Inotcacid amutoaRsrica: No se mencionan aguf los tomos © vohimenes correspondien: tes al Derecho de-cbligaciones en los Tratados y Manuales de Derecho civil, De las obtas rela tivas a fa Parte General del Derecho de obligaciones aqut wilizades, y apart les eitadss en el § anterior, destacan Jas siguientes: Oczunnun y Oxi, Tratado legal de las obligaciones y contratos 0 exposicion de tos 2Bllo —entiende Hemwkvosz Gi. ha de reputarce como un sclera. Les derechos de obligaciones ro pueden considers inssparablementsHgados alos modos dé srt ln props pogve ange a sgones tendan sess fina, los fay también que carecen de este sleance: pleneze en la oigncionesde- fivadss el mando, arendateao, et. Pabablemete —afade la rani de que et legate de 1889 Sigsier deoterossstemticamente més perfecto, no obedeco a una eset praoupaclon mete, sno ala disinta manera de configirar Ia adgisicién do los dreches rele (tala y made). Confer a eas tlslem, a Hae divisoria en los derechos reals los do blgecén resulta ms marc >avonionci, en sede bligaci6n in genere. tes y consecuencias {que atibuyen a uno 2nto, no s6lo de los solutos de ott, sino rdiendo su radio de vas, Precuencia, por eter interitente y cia singalar y més 0 splitd, en fin, de la ya observara Josse- ‘a restantes disci ranoés las obligaci snio, EL Ce. espafiol aro, de las obliga tervero, de los dife 9 y los demis dere- excesiva. amplitud ap. V, arts. 1.214 a sonio (Ti I, ans fs propio del Dere hipoteca y antcresis ‘oa fiente, mere ‘nye Ia prescripeion odo de edquicir de- 1s obligaciones es el general yel IT a Tas stones en particular; ‘ones debe preceder 2 GIL, y ottos civi- dios responden, en renes correspondtcn- i. De tas obras rele w las citadas en el § 0 exposicin de los techos do obligiciones ‘nd, porgue aunque a en's bligaciones de. fl egilador de (889 pasion metéica, sino ce). Confomne a ete ses, §.2,_ nL pEaEcHo DB OBLIGACIONES 15 principios del Cédigo civil eapatol sobre ellos, con referencia al Proyecto de Cédigo de 1851 5 tes precedentes del Derecho antiguo, Valencia, 1893; Orexo y Vatsztis, Pratado elemental del Derecho de obligaciones segiin ef Libro I¥ det Cédigo civil espaviol, Madrid, 1893; Ma. ‘yen, EI antiguo Derecho de ls obligaciones espayol, segin sus rasgas fundamentales, Barce- Tone, 1926; OssoRI0 Morals, Lecciones de Derecho civil. Obligaciones y contratos. Parte General, Granade, 1956, Rurz GALLARDON, Derecho clvil. Obligaciones, Madid, 1957; HeR- NANDEZ Git, Derecho de obligaciones, Madrid, 1960; LALAGUNA, Derecho de obligaciones, ‘Vatencia, 1991. 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En la primers, el promitente esté obligado frente a cada uno de los destinatarios a entregar si cumple; en Ta segunda, esté obligado frente al beneficiario @ entrezar porque hi cumplido. ‘Me parece que esta constracciGn se aproxima més a la naturaleza del fenémeno y, 80 bre todo, desemboca en resultados mds justo. ‘Con acreglo a ella, In promesa piblica de recompense sf que constitinfa un supuesto de 1a —y temporal indeterminacién del sujeto activo de Ia relacidn obligatoria TNDICACION BIDLIGORAFICA: GloROIANNY, La obligacin, trad, esp. de VEROERA, Baree- Yona, 1958, pgs. 46 y $83 HERNANDEZ Gut, Derecho de obligaciones, Madrid, 1960 (2. ced, 1983), pgs. 89 y ss. ANTUNES VARELA, Das Obrigagées em geral, Cointbra, 1970, és. 281 y ss CANDIL, Namuralesa jurtdica de (a promesa de recompensa a persona indeterminada, Madtid, 1914; Roca Sastas y Pore BRUTAV, La voluntad unilateral como fuente de ob igaciones, en «Estudios de Derecho Privadon, I, Madtid, 1948, pdgs. 208 y s8.j ARRILLAGA, Valor de las ofertas hechas a personas indeterminadas, en «Revista de Derecho Mercantil», jvlio-agosto de 1952, pégs. 7 y $8; SALVADOR RUIZ, La oferta al piblico y en contrato de Diiblica promesa, en sBoleitn de Informacién del Ministerio de Justicia», 1956, n2 324; LA- LaounA, La promesa unilateral como fuente de obligactones, en «Estudios de Derecho ci ‘il, Obligaciones y Contratos», 2° ed., Valencia, 1993, pfs. 173 y ss; Martinez pe Aaut ant y ALDAZ, La promesa piblica de recompensa, Barcelona, 1985. Messina, La promessa di recompensa al pubblico, en aScritt Giwtidici» 1, Mitén, 1948; So1sA, La promessg al pubblico, Milén, 1970. §6, PLURALIDAD DE SUJETOS. LAS OBLIGACIONES MANCOMUNADAS 21. Coneurrencia de sujetos; posibilidades de ordenacién, La relacién obligatoria requiere dos sujetos, es decir, dos posiciones subjetivas, activa y pasiva; pero cada una de ellas puede estar compartida por una pluralidad de Personas. sta concurrencia puede ser ordenada de distintos modos; en et plano de Is hipéesis ‘or lo menos, Jos sigientes: ‘A. Mediante una integracién absolut y homogénea, de tl suerte que no haya titular dad ni ejorcicio sin fa coneurrencia 0 actusci6n de todos; jurfdicamente es como si el sujeto fuaose una sola persona; y no aparece,ni ain en gern, 18 nocién de euota, A las obligacio- tee con tal crdenscign se les ha denominsdo,conjuativas', unitarias, mancomunadas 0 eh mano comin, Algunos inclayen en este género de obligaciones a las deudas de 1a herencia cab eteminaclén (Lo no con et fin — dice ~ de hacer acer Ja obligacion a pest de tl fase prodiénica thal exclye por fan rezonesadueides), sino con el fin més limitado de Racer nce ‘qe pocde deserbocar en verdader y propia elecén obigeors, TAlgunos auloces denominan tambien abligaciones confines alas que tienen como objeto vatias prestelones, todas eas igualnentedebdas laciin obligato 36 _LOS SUIETOS DE LA OBLLGACION ‘mientres persiste la comunidad sucesoria; y, claramente, en ol caso'del art. 1.139, el pago s6lo puede exigitse por los acreedores oa los deudores conjuntamente, Al amparo del st. 1.255 Ce. e, incluso, del 1.138, pueden crearse por pacto (por «cesultar del texto de la obli- zacién>); y, careciendo de un réyimen asticulado en el Cédigo, se gobernacén por el nogo io que las crea, por is reglas de Ie comunidad y de las obligaciones indivisible, 5. Vinculando a las varias personas que integran la posicién subjetiva, pero alteaat va o subsidiariamente; es decir, estableciendo el deber de prestacién por cuenta 0 a favor de ‘uno o de oiro indistintamente; © bien, por cuenta o 8 favor de uno y, en su defecto, de otro Son las obligaciones sudjerivamenie alternativas, 0 disyuntivas. Bn principio, parceen tam- Lign admisiles, al amparo del art. 1.255 Ce, Pero hay desscuerdo doctrinal en euanta el re simen aplicable: e! de las obligaciones condicionales, para unos; el de Ise solidarias, para otros. Los més entienden que debe quedar a lo que resulte de la intencién de tos contratan tes y, en lo que no se infiera de ella, que debe aplicarse el régimen de las solidarias C.Descomponiendo ta obligacidn en tantas relaciones cuantas sean las persones con- caurientes en Ta posicién de sujeto. Son las obligaciones lamadas parciarias, pro parte 0 ro raia, y que el Cédigo denomina manconamadas. Se estudian en el nimero siguiente, D. “Considerando que todos y cada uno de fos sujetos fo son por et todo de Ia presta. 38 1M,_L08 SUIETOS DELA OBLIGACION significa que no se presume, 0 sea, que hace falta que afealmente» haya sido querida Ia so- lidaridad; que «efectivamentes -—y atin no manifestada en forma expresa— hubo voluntad de solidatidad; legando a admitir Pénez y ALGUER y HERNANDEZ Gul Ia effeacia enervante do In presuneién de la voluntad técita de las partes, siempre que se pruebe su existencia y aloance a través de las reglas de interpretaci6n contenides en los atts. 1.281 y ss. y 675 Ce. En Ia jurisprudencia numerosas sentencias, a partir de época temprane (1 diciembre 1891, 8 julio 1915), declaran no ser preciso que se utilice el término «solidaridad> ni oiro determinado, pues basta que los usados, por su significa- cin gramatical y I6gica, evidencien La yoluntad de los contratantes de deber prestar 0 poder pedir {ntogramente Ia prestacién; y otras apuntan la posibilidad de dedlucit Ia solidaridad de la intencién de las partes, inferida de Tas circuns- tancias concurrentes en el contrato (Ss. 14 junio 1982, 7 enero 1984, 24 abril 1985), Las més de las decisiones recientes (Ss. 2 marzo 1981, 14 junio 1982, 7 absil 1983, 13 febrero 1984) dan un paso adelante, Hegando a declarar que el art, 1.137 ha merecido una interpretacién «semicorcectora>; que Ia solidaridad s6lo se descarte alli donde hay una mera casual identidad de fines, prestaciones © naturaleza; y que la solidaridad se admite «cuando ta voluntad de las partes, la naturaleza del contrato o el interés juridico protegido ast lo reclame» (8. 17 diciembre 1990). C. Solucién que se propugna. La tesis jurisprudencial supone, més que una interpretacién, una correccién del Cédigo®, Fste, conforme a la Tectura que nos parece mas exacta, s6lo deja lugar al mecanismo de Jn solidaridad cuando 1a obligacién (68. decir, no los datos extrinsecos a Jn relacién misma o a su fuente) lo determine expresamente (no implicit o técitamente), constituyéndose (por tanto, 1a solidaridad estd en la constitueién del vinculo, no en ta intexpre- tacidn 0 en el tratamiento del ya constituido) con el carécter de solidaria (art 1.137}; y para destruic la presuncidn de mancomunidad se requiere que del tex- 10 do Ia obligacién (y no de los datos externos a. la misma, tenidos en cuenta por los arts, 1281 y ss.) sesulte otra cosa (art. 1.138). Bvidentemente Ie sexpresin>sequesda por el at. 1.137 no supone a necesri ui ‘in del término saolidariaw ni de otro determinado (eft. 8.19 diciembre 1991); pero el at exige expresin de Ia volunia en el acto constitutive, Hs certo, también que, sige tonta el aut, 1.138 como presuncién de voluntad, lo seré iris tantum: mas parece igualmente evi dente que el 1.138 no admit mds prueba en conteario que la rsulante del fexto de la obi scion. (tra manifestacién dl desfavor con qu la juispradencia contempla la tegla de manco- runidad es la Timitacin de ésta las obligciones contactuales, exchiyendo les sestantes?, Cie, $s, 7 otubve 1982, 30 marzo y 7 abit 1973, 16 marzo 1976, 14 junio y 7 octubre 1982, 7 bs 1983, 7 enero 1984, 26 abril 1985, y otras; la de 17 diciembre 1590 Nega deduct soldat ‘uando le neturaleze del convato 0 el ner orion protegico ex o rece) 3Cfe. 8.19 dlelembre 1991, Brehiyen ex referencia sla obligaciin de devoler lo indobldamente cobrado 6 ei enriguetimienoinjosto las Ss. 23 dietorbre 1903, 20 mayo 1959 y & abil 1976; a page e I indemnizacion, evanda se tala de una plralided de autores ea caso de culpa exracontrataa, fas Se 14 febrero 196, 8 mayo 1965, 8 febrero 1967, 20 mayo 1968, 14 octubre 1969, 20 febrero 1970, 4 ¥ 14 mayo 1973, 20 marzo 1975 y 10 noviembre 1581; y a la reyposabiidad conjunta del contrat, arqutectoy sparjador fem al dteBo de Ta oben o uteir sdguirente de i, las da'S mayo 1961, LAS ORLIGACIONES SOLIDARTAS. 39 ‘como si fos ats. 1.337 y 1.138 no estuviesen en el Titulo I det Libro LV, comin a todas tas obligaciones. TWDICACION BIBLIOGRAFICA: ARCH, La funzione del rapporto obbligatoria solidate, en ‘aSiudia e documenta», Mil, 1948; AMoKri, £’ obbligazione solidate, Milfs, 1959. “Hnendnon Gi, Notas a fa S. 20 marzo 1943, RGLI, 1944, pigs. 839 y sb y BI prin- cipio de Ta no presanci6n de colidaridad. Terdencia hacia su crisis y su timiacién, RDP, {u7, pips. By $8 ALTALADEIO, Sobre fa solidarided o mancomunidad de tos cbigados a responier por acto ilfcito comin, ADC, 1963, ples. 246 y ss SaNcHO Rusuisips, La vrancomunided como vegla general en las obligaciones con pluralidad de sujetos, «studios ‘de Derecho civil en honor de Castén Tobefiasy, IT, Pamplona, 1969, pfs. 574 y 83 LEON tpuowso, La categorta de las obligaciones «in solidum», Sevilla, 1978 CLaveria Gost eee Comentario a la §. 7 abril 1983, CIC, 2, abil/agosto 1983, pigs. 525 y 884 BERCO- Vine Ropalauiez-Cano, Comentario a la S. 9 mayo 1983, CIC, 2, abrifagosto 1983, pes. 595 y a0 CesrOnAt Mons, Mancomunidad o solidaridad en ta responsabilidad plural por acto illcito civil, Barcelona, t985, §7. LAS OBLIGACIONES SOLIDARIAS 24. Conceptos generales, Si, dentro del género de las obligaciones pluri- personales, Ins mancomunadas se hallan en un extremo de Ia clasificaci6n, y en Preentro las «en mano comin», el otto extremo correspond a Ins solidarias, jque son deudas 0 créditos de «todos y cada uno por el toda»: aun euando in- eynamente el crédito o la deuda se hallan repartidos en porciones iguales o de- siguales, cada acreedor puede exigit y cada dcudor debe prestar el total de ta obligacién, Por ejemplo: Juan y José reciben en préstamio diez mill pesetas de Pedro, nuove mit para Jun mil pata José, yasumen soldariaments Ia obligecién de devolveras: a su ven- Patent, Pedro puede exigit las dicz mil a cualquiera de Tos dos deudores, sin pesjicio de Guo, despues, ai Tas paga Tuan, pueda exiginle mil a José; y, ses és quien pag Ins der san oueda exigirte aveve mila Juan. O bien, Eduardo y Norberto son acreedores de Marfa por importe de dos mil, de tal modo que cualquiera de ellos tiene derecho a exigit —y Ma- Hla, ef deber de pagar al reclamante— os dos til adeudados. ‘A, Clases, Como se ve, hay dos clases de solidaridad: pasiva (de deudo- res) y activa (de acreedores). Pese a las grandes diferencias que media entre mbas, el COdigo las regula juntas, de acuerdo con la tradicién, Algunos afia- den Ja solidaridad mixta: varios acreedores y varios deudores. B, Estructura, Como rasgos caracterfsticos enumeran los autores los si- auientes: "a) Pluralidad de sujetos. O sea, varios deudores frente a un acreedor, 0 varios nereedores frente a un deudor 0 pluralidad de unos y otros. Asf resulta del art. 1.137 Ce: «la concurrencia de dos o més acreedores o de dos o més deudores en una sola obligacién (..)» ‘pape 1967, 1 Fever 1975, 31 octbre 1979, 29 marzo 1980, 2 marzo, 9 ecu y § diciembre 198 reeset cece 1982 79 mayo 1988 En Te reaposiva ses melee nos ocupemos més dete . Caneenas Det RINCOH rechaze que Ia cosa juzgada opere en su funcién negativas y tstinismo la ejecutabilidad de In seatencia de conden contra el desdor no litgantens el Principio de andieneia (art, 24 Cons.) impide que et principio no is in idem opere en Ia solidaridd. No parece aceplable que Ia cosa juzgada despliegue su eficacia positiva, es decir que Ia sentencia condenatoria de un deudor pueda ejecutarse contra otro ‘codeulor solidario, que no fue parte en el proceso: el art. 24 Const, Ia posibi- lidad de fraude en'el primer demandado; ¥ que en nuestro Derecho procesal la persona del condenado forma parte necesaria de Ia ejecutoria, impiden, efecti- ‘yamente, semejante efecto. Sin embargo, el deudor nuevamente demandado, no podré valerse de las excepciones comunes que hubiesen sido desestimadas en fa sentencia, anterior. Y, en cuanto al efecto negativo —paralizacién del nuevo proceso la anterior sentencia absolutoria, fundada en excepcién comin, sf {que impedird un nuevo proceso contra los dems deudores solidarios. B. El reconocimiento. Del art. 1.231,1 Ce. se deduce que el reconos miento por uno de ser deudor solidario con otros, podri ser alegado contra él; pero en enanto a los ottos, sélo como una prucba més, por lo que vale, ¥ pre- cisamente en el juicio en el que se les demande. C. Interrupcion de la prescripcién, Lo que si consigue el reconocimiento de un deudor sotidario os interrumpir Ja prescripcién frente a todos (art. 1.974 Co), Cualquier acto de este carécter —un pago parcial, la solicitad de un apla- zamiento— basta para ello. D. La transaccién, Evidentemente, [a transaccién no podria obfener ma- yor valor que una sentencia judicial 0 un reconocimiento, en cuanto a fijar Ia fexistencia del vinculo: para todos los que no sean parte en ella es res inter alios acta. ‘al era el etitorio expreso del art, 1.066 del Proyecto de 1851. ‘Transigiendo con el acreedor uno de Jos deudores solidarios, varias son Iss soluciones (que se oftecen respecto de los otros, Las extremas: equiparar Ia transaceién —en vista de fa futoridad de cosa juzgada que tiene (at. 1.816)— a una sentencia judicial; 0 bien cooside- rarla como un eontrato novatorio de la abligacién y por tanto con el efecto extitivo de Ta solidaridad que, sogin veremos, tlene Ia novacién (art 1.143,1)% 2Cle as St. T Const 24 febrero 1984 y 16 septembre 1991. También, STS de 6 junio 1986, {jo 13 elem 1988 y 1 junio 1989, ‘La 8.29 seiembre 1984 se decide por Ia novacén; y eniende que, frente al deudor no seasi- a Ja transacci6n del Para Ia fianza cl azt. 1,835 apunta a una solucién de compromiso: findor o det deulor principal con el acreedor no sorte efecto pars el otro obligado, pero no suprime ni la deuda principal i la accosoria do fionza, estima Pura Fratot. qoe Yo mismo hha de suceder eon Ia solidaridad, Ultoriores soluciones patrocinan Diez-Picazo y HsnNAN: zit: sean el primero, si bien la transaceién formatizada por no de fos deudores soli Garios no petjudica a los domés, éstos pueden benefictarse de ella aceptindota express o t& citamente; y parte} segundo, el acuerdo transaccional debe tratarsc como une de 1s texcepeciones personates que, conforme al art. 1.148, pueden oponer los deudores aunque no les afecte directamente Entiendo que el principio favor debitoris debe influir en Ia solucién que se accpte “Afiade la S. 29 septiembre 1984 que le extincién de J. solidaridad por transaccién co “algunos de los deudores convierte a los que transigieron en obligados mancomunados ‘cuanto a los que no transigieron, observa Get ALONSO que [es afecta Ia renuncin ata so datidad hecha por los transigeates, ya que no supone un perjucio para ells, sino un bene cio al convertirse en deudores mancompnados s6lo de su part. 27, Cumplimiento de In deuda solidaria, ‘A. El pago. Segin el art. 1.145,1 ef pago hecho por uno de los deudores solidarios extingue la obligacién. Cualquier deudor puede intentar el pago de, Ia deuda entera y, una vez realizado —o consignado,correctamente el importe en caso de mora accipiendi— queda extinguida li obligaciGn: no sélo Ia even- tual y provisional obligacién del que paga, ni tinicamente su efectiva parte de- finitiva, sino la total y definitiva obligacién de todos los deudores frente al acreedor. Por supuesto, el pago de una parte de Ie deuda por wn deudor no limita la facultad del acreedor de retamar el resto # los otros, conjunta o separadamente (eft rt. 1-441 Ce, y la 8.19 diciembre 1927). De in naturaleza de la obligacién solidaria en rolacién con el art, 1.169 Ce. cabe deducit que et acreedor puede rechazar el pago que intente uno solo de los deudores de so parte de deuda efectiva; mas, aun aceptindolo, tal deu- dor no quedarfa liberado —salvo pacto— del resto frente al acreedor: Bs valido el pago realizado por tercero, en los mismos términos que en las obligaciones unipersonates. B. Reclamacién, No haciéndose el pago de la deuda por los obligados, ef acreedor puede dirigirse contra cualquiera de los deudores solidarios 0 contra todos ellos simulténeamente. Laclitispendencia frente a un codeudor no impide Ja presentacién, en cualquier momento, de nueva demanda contra otro (sin per juicio, en su caso, de a acumulacién de autos); asf debe entenderse el art. 1.144, al establecer que fas reclamaciones entabladas contra uno no serdn obs- tdculo para las que posteriormente se dirijan contra los demas, mientras no resulte la deuda cobrada por completo. EI acreedor puede reclamar por via judicial o mediante un requerimiento extrajudicial. En cualquiera de estas dos formas, basta Ja interpelacién a un pretnsiénsotorn& lo que pueda adeodare en In proporlsn en que emt, wa de enerse por Hiniiada ba deto de Ia finea de a obra {§7_LAS OBLIGACIONES SOLIDARIAS 45 dleudor para que se produzca la mora y Ja cadencia de los intereses frente los eotantes (eft. ants, 1.141 y- 1.147); a tales efectos, cada miembro del grupo vale por todos. Salvo que lax condiciones puestas los deudoves scan distintas —segdn permite el ar 1s ta tectanaeién puede hecera ol asreedor sin seguir orden de preferencia alguno, sino soto su arbitrio, caste demandar al deudor que prefers, 0 a Jos, o a tes, dejando a ots aparts: 0 Pr smoro'a ano y lag a oo, se8 por el total de Ia deuda 0 por unt parte de ella (se fo que a ng deta cn realidad, sin que nada de esto sponge novacién, Puede el zereedon in i ie ano pende jueio dctarativo © ecutive frente a une de fs deudores, demande SERA he eho, a tro’ o dessic dol pleito comenzado y itigar con un nuevo deuder, 0 sean pligado 2 comunicar 8 los no demandades fos procedimienos que inicie. FI dni aaa eto ve aia cn el principio de buena fe y la condens del sbuso de Derecho (Paro Feee301). Sceantda sentencia en procedimientsinstado conta varios deudores, o todos ellos, pode cl sereedor solicitar Ia ojecuci6n contra el (0 Tos) que prefer. ‘Se pregints Tn docsina sobre la posible interveneién en el pleito de aquellos dendores conten Ie due no se ha divgido el acreedor, y esto, en un doblo planteamfento: 2) de una sotto ek deur demandado tiene derecho & hacer citar empezar 2 fs compos avs eee prtonen en el pleiloy cooperen en 1 defen; y b) de okra pa, si fos dendores ne ee Sedeton pueden intervenit por su propia voluntad en el proceso. Ba custo Ye primers soon resucta positvamente para 10s herederos sesponsables de las deudas de Ia Herencia caer 1084 Co, la dotine rechaca la apieaignanalien de eco precept a nvcsto ror le tual no es tan claro, dada Ja idenidad de rea entre uno y oto. Yen cuanto a le sedate deador no litigant viene sometio ch lguna medi 18 cosa jute prod separ el plete en equ, sin conar con ntervienen sus eompaeos y a en genet ci dia endo ells par un vinealo tan estecho que «través de exda uno puede iflut seenel trong el aereedar demandante, no pases que éste pueda vedare cl acceso al pieito, 28, La oxtineién de Ia deuda solidaria: el art, 1.143,1, Bn Ja Hnea del art, LL141,2, dispone el 1.143,1 que Ia novacién, compensacién, confusién 0 re- inisidn de la deuda, hechas por cualquiera de los acreedores solidarios 0 con ualguiera de los deudores de ta misma clase, extingue la abligacién, sin per Guicis de To dispuesto en el artieulo 1.146. st cualquier extinciGn 0 distin’ ion de Ia deuda de 10 total o de la personal e jnterna— hecha con uno de foe deudores o causada por él, extingue o limita la cuantfa en la relacién exter” nna o de grapo, con Io cual quedan los restantes deudores desvineulados tam bién del acreedor u obligados solamente por lo que queda de deuda. A. ta condonacién. El art, 1.143,1 reconoce eficacia extintiva de 1a deu~ ‘da; frente a todos los obligados al hecho de que Ja perdone el aerecdor @ une solo de ellos, igual que si la perdonase a todos. That, Motos ScanvorA. En a usspradaci ita Careanta en for de eta ie as Se. 8 0 wi tb Wektake TT acon gue con valor eat pe contemplar wn sees ek tab 2 dee Sanyo 973, que megs se_pueda recimnas en grcesos Giants te tliat a te ala ano de fs dedores, ps ono de no reularcobd le ee 6 sede digi zctn potiormente coxa fs dems. jue de GUnARTE ets dee ve aja af esprit na hea delat 1144 6 JuL_Los susst0s Ds La Yolen agut, por supuesto, fos ats, 1.187 y ss. Ce: ta eondonacién puede ser expresa 0 técita y on cualquiera de sus formas, hecha a uno de os deudores se propaga a los restantes. Si el acteedor perdona Ia deuda a uno, el perdén vale para todos: si perdo- na a uno de los deudores la mitad de 1a deuda, Ia relaciéa de grupo se reduce cen su cuantfa, a la mitad, Parece que, si nada expresa el acreedor en contrario, Ia remisién afecta tanto a la relacidn externa como a la interna; es decir, siendo el perdén parcial, en Ia relaci6n externa podré reclamar el condonante a cualquiera de los deudo- res la parte no perdonada; y, en fa que media entre los codeudores, a cada uno se le perdona en proporcién a su cuota, Mas, perdonando el aeeedor su parte —ta que realmente debe en Ia relacién interne— 4 s6lo uno de tos deudores, js0 extionde ese pertin ales relaciones individuales de deuda, ‘do modo que todos los doudores resulten perdonedos proporcionalmente? Pez Juan, Pedro y Luis deben soldariamente 300 a José y, en Ia relacién intome, 100 cada uno, José perdona privadamente sus 100 8 Juan; zhan de entenderse perdonedas 33,33 de Juan, 33,33 de Pedro y 33:33 de Luis? 'No es ose ol scntido del art 1.143. El perdén pesicular a un solo deudor parece posi ble al amparo de fos ars, 1.255 y 1.257, con la consecuencia de que en la relacién in dual s6to se extingue In del perdonado, Ahora bien, a la vez, cuando el acrecdor perdona Ia euda a uno de fos doudores s6lo en la evanta realmente debida por él, aun asf Ia condona- debe entgiderse Ia solideris, pues tales la terminologta de} Proyecto del 51, del que esté copiado el precept) cabe aleger, tabién, ct art, 1.210, 3° (een cinio a'ta porcién que le correspondas). Pero al art. 121032 se opone —y ante pone como lex specials el 1-145. ¥, com observa, CArraneWA, Ia solidaridad so estable ‘ce en favor del acreedor y no parce (ener micho sentido, conserva una vez extinguida Ia Gbligacién sotidria para Tlevat a é4bd fa lgidacién cite los deudores. En este sen dems, el codeudor solidario en quien se eonfunde la condicién de acrecdor, sigue estando sujeto, igual que antes dé adquitr eco, a la carga de suplic, en proporcién a su cucta en fa antigua deuda, tx del eadeudor insolvent (ait. 1.145,3), 29, Imposibilidad e incimplimjen(o. Art. 1.147. La selacién externa 0 de grupo vuelve a ponerse de relieve en el ait. 1.147; el cual, después de afir- rar (jnecesariamente) que si la cosa hubiese perecido o ta prestacién se hu- §.7._LAS OBLIGACIONES SOLIDARIAS “9 biese hecho imposible sin culpa de los deudores sotidarios, la obligacion que- dard entinguida, afade que si hubiese mediado culpa de parte de cualquiera de silos, todos serén responsables, para con el,acreedor, del precio y de ta in- semnisacton de daies y abono de intereses, si perjuicio de su accién contra Gf culpable o negligente. Por tanto, olra vex aquf, el acto de uno vale como acto de todos. Fi texto acaso esté redactado pensando en ta imposibilidad comdn a todos tos deuo- ses; peso en su sent tiene ecomodo of supuesta ce que a imposiiida afecte a una pate de eos, 0 2 uno solo i foyslador ha seguidoe} crterio de eargar as consecuencis de ta conducts culpable do una oe los obligados sobre todos ellos, separdnose ast de Tos otros e6digos ltinosy del Proyecto de 1851. Tal eitero se jutfca, ya por la sccesoriedad de ta obigacion do res seese por ta concepcién do In slidaridad pasiva como un mandat setproee, yo por be Seca do parame tasiteen ln slidaridad de deudoresy el paraelismo con el ar, 1.8272 en smateria de fianza {En opin de GuIcaRrE,siendo sujetva Ia imposbilidad y afestando slo & una par te de los deulores, podcé et acreedor exigir Ia prestaciOn de cualauiera de tos no afeciados worn impontitdad. Con todo, prohibir al screedor gue fears el exmplinien eval ijn Jo Ton cbligados gue no pusden hacerlo por su cule. es conto al eitesio genera ANS inp a sola y #1 doh art 1.136, 2) y s6lo pda manteers, apart de cone sotign del acreedor, cuando Io requiera la buena fe o en evitacién de un abuso del derecho see se cuentas, cualguice deudor puede obviar las consecuensias del incumplimiento pa~ sgando 61 Bn la relacién interna el deudor culpable debers resarcir él solo. Posible~ ‘mente, entonces, quien pagé al acreedor habré de dirigitse contra dicho culpa- bie por el total de la indemizacion, y s6lo recuperaré de eadn uno de Tos co: Uealores inocentes una parte del resarcimiento (proporcional a su cuota respectiva) si no consigui6 cobrar de aquéh 30, Oponibilidad de excepeiones por el deudor solidario. I deudor solidario podré utilizar, contra tas reclamaciones del acreedor todas las ex: cepciones que se deriven de la naiuraleza de la obligacién y las que le sean personales. De las que personalmente corvespondan a los demds, sélo pod vorvirse en la parte de deuda de que éstos fueran responsables (art. 1.148). Por sexcepciones» se comprenden aquf, cualesquicra defensas —de fondo o de forma; de hecho o de Derecho; motivos, razones, argumentos— que puedan cconducir a fa desestimacién de la demanda, ‘La doctina ensfia que, no opuestes estes excepeionss cu eudor demandado, la condena ce extiende a los restantes que no fueron llamades al jucioy Pons tal afrmacion soto se podré referr a aqelias defensas cuye existencin ha de ser com Frabada en el plito, y ato con In delaraciOn judicial tienen el efecto de que se consider PAtinguda Ta selaién, ao aguellas que permiten operer dese el primer momento como # Seu (dante mln elacién externa de: slidaridad) estuviera extinguida, tales como ot favo, © una previa sestenciasbsoluora; que, un no alegadas por el deudor demanding Peet gnedactendo sue efectos en relacién con ls restanfes porque In relaign de solidaidnd habta ya quedsdo previamente resueta “Cmalderacion eapectal merece la prescripeién extintiva. Opera ésta ope excepetonisy de 1ando existen, y condenedo el so I_108 SUMEFOS DELLA OBLIGACION rmodo que el pago de Ia deuda preserta es verdadero pago y no donaeién. Concretamente, en cuanto & i renuncia a la prescripei6n genada hecha por un doudor sotidaro, opina Pore FeswtoL, fundado en fos ats, 1.147,2 y 1.9741 Co. que afecta x los codeudores, quienes, por Io tanto, no podrin oponeri en un jlco uteror Pero el pago de la denda presccta heoho por un deudor solidario, no le auforiza a ext sir afos otros deudores, en La selacign interna, el reintegro de ss cuotas. De igual modo, el Feconocimiento del propio codeudor tampoco compromete a Tos restantes. En efecto, no se trata aga de la interrupcin de un plazo preseritivo en curso, sino de ung deuds ya preser- {a® que, por tanto, en opinién de Ia gente, ya no existe, y a Ta que ef ordenamicnto, porta zones téonicas, otoraa una suerte de supervivencia con efectos Fimitados. La erenuncia ta preseripeién ganada supone —bien claro se ve en el art, 1.935— el «abandono de un dere ho rdquiridor y Ins facutades del dewdor solidario no incluyen Ia de abandoner, en nom- bc de los otros, los derechos adguitdes por eos De !as «excepeiones» del art. 1.148 se puede hacer, a la vista del propio precepto, tres grupos: a) Excepciones que derivan de la naturaleza de 1a obligacién. Son aque~ las defensas que nacen de Ia relacién misma; del contenido, creaciGn, vicisitu- des y, en general, citcunstancias objetivas de la deuda, P.c., objeto ilfcito, falta de forma en et contrato que Ia gener6, extincién, etc. Bl Proyecto de 1851 ha- bla de wexcepciones comunes a todos los deudoreso. La S. 11 marzo 1943, en un caso de nulided por usura del contrat geserador de Ia ‘obligacinsotidari, estima que Ie misma propagaci6n de efectos a los prestataros que no fan sido parte en el proceso, se produce cuando tal nolidad se invoea, no por via de excep ‘ign del deudor demandado, sino por viele Ycién del deudor demandante. b) “Bxcepdiones personates del deudor demandado. Son las defensas que se deducen de Jos hechos constitutivos de la relacién personal entre deudor de- mandado y acteedor; p.e., vicio de su consentimiento en el conirato generador, incapacidad del contratante demandado, ete. En otro aspecto, son también «per sonales» las defensas fundadas en condiciones especiales concedidas al codeu- dor en cuestign, Segtin permite el art. 1.140. ©) Excepciones personales de los otros deudores. En mi opinin, el art, 1.148 sighifica que el deudor demandado, si bien no puede alegar las excepcio~ nes personales de los otros codendores para negarse a pagar algo que realmente se debe, en cambio valen para liberarle del pago de to que realmente no se debe: recuétdese que Jn relacién externa es reflejo de la deuda global efectiva, [As6, la incapacidad de uno de los deudores solidarios, que realmente debe por mitad, podré alegarse por el incapaz para librarse totalmente del pag inmedia- to; y por el otro para librarse de In parte de deuda que en ta relacién interna —en Ia realidad— corresponde al incapaz, ‘SD ant 1.937 se dese que Ia presripcisn gonada tions una consisenea distin a a prescrip cin en ens: Sate ee puede Snteromplr pas todos tos endevdores por [a intepelasign « vne de ellos, {nlite que ai sighera Ie wronneln oxpreso a fa preseripcién gana vale para restaurar el viculo ‘hligacional en perio de los sereedares del renoante: acho mencs, en el de os codeudores sot ‘Tres, a quenes no se lee puede cbligar a pagar lo que, estancaimente, dejan de deber en el mo tanto de vencer el plazo de presripein, Fel momento do produciseel hecho estinive —aunque {bio se pueda hacer valer ope exeepeionis— desxparece la softerida; , no habiéndol, tos actos de ada dendor dejan desde ences de vincuar alos otros, §.7._LAS OBLIGACIONES SOLIDARIAS st Contrastaosia disposieién con la que, para ta fanz, establece el at, 1.853, 10 cual be ‘suede cierta polémica en in docrina, Mas no se ve reaén soficiente para impedir quo un ‘Shrigado pueda oponer una objeién que Ie libere de pagar une deuda no existent; tratndo aecaevitar un resultedo injusto es inapticable cualquier norma que To impida y que no se refiera supuesto directa y expresamente, 4) Bfecto de la no alegacién de defensas existentes. Dado el silencio del Cédigo, no parece que el deudor demandado deba oponer las defenses que le son personales; como observa CAFPARENA, su omisfon en nada perjudicn « 10s Ncatentes deudores (eft. art. 1.145,2); tampoco, las que competen personalmonte 4 los demés codcudores (arg. arts. 1.853 y 1.8242), Si el demandado no las ‘pone puede exigit de cada deudor su parte en la deuda, salvo que proveda de tuata fe (art, 1.258; ademas, 1.197). Hin cambio, sf debe hacer uso de las defen fas que derivan de In «naturaleza» de la obligaci6n: no oponigndotas, podrén fer alegadas frente a é1 por sus codeudores en la accién de regreso (véase art 1.845, que no alude a fas acciones personales del cofindor). is discutible, a ta vista del ar, 1,141,2 st tales codeudores pueden alegar, frente at acreedor, cuando sean a su vez. demandados, las excepeiones, derivadas de 1a naturaleza de fe obligacén, que no esgrimié —pudiendo y debiendo haceslo— el demandado en primes lager Guitare mantiene Ia opinign negativa, basada on Ie eficacin de ta cose juzeudt Mac no serie asf, al menos, en cuanto @ las defensas que hen extinguido la relacién de sol ddardad que produce ia propagacisn de ta eficacia, fis defendible, como imperative de Ia buena fe, que el dendor que page debs hacerlo aber a sus codeudores en wm plazo rezonable, con arreglo a Jas circunstancins. Mas no cabo tins aplicaci6n enal6picn ineondicionada de Tos ats. 1.840 y 1.842, pues en éstos ct fiador feds oponer el beneficio de excusién que hace entrar en juego al deudor principal 31. La velacién interna en Ia deuda solidaria, Kn la relacién intema le obligacién es mancomunads; Ios codeudores han de satisfacer sl compatiero que pagé por Ja cuota que cada uno debe. Mas, por otta parte, hay entre ellos Srhtua garanta: si uno falla, el descubierto no recae s6lo sobre el compafiero {que pags, sino que se reparte entre todos (como establece, también, para los cofiadores el art. 1.844). ‘A. La relactin, constante la deuda, Desde of momento incl, los deudores soliarios estén ylacionados entre st, indetrminadamente, pot Ia repercusi6n que pueda tener ef ecto Ge cusigniera de ellos sobre 1s otros. La ccacininteraa existe, pero coo latentc: no se oseete en una pretension de uno (o vaxios) conta los restantes, y se limita «Ia eelacign de saratfareciproc de los obigulos sin benefiio do division, B. La accién de reembolso. Habiéndose satisfecho el exédito por uno de tos deudores solidarios, los demés deben reembolsarle tn diferencia entre 1a parte que é1 realmente adeudaba y 1a que pags. ‘sta obligacién intema ya no es solidaria sino, como he dicho, parciatia, siquiera con garantfa reciproca adicional. Como dice el art. 1.1452, ef que hizo al pago slo podré reclamar de sus codeudores ta parte que a cada wo ¢o- rresponda, con los intereses del anticipo. ‘Como explion Pura Fatstor, el fendamento de la solidaridad de deudores —feciitar a1 2 SUIBTOS DELLA OBLAGACION acreedor el cobro del crédito— no se da en Ia relacién interna; tos codeudores, al obligarse solidaciamente, no pretendieron favorecer al solvens, ‘Tampoco se dan, para Ia solidaridad, las condiciones de subrogacién del 1.210, Entre ellos —salvo pacto— vuelve a regir la re sla general del art. 1.138. Pero, a diferencia de lo que ocurre en la obligacién mancomunada, para la accién de reembolso el art, 1.145,3 afiade que la falta de cumplimiento de la obligacién por insolvencia del dendor solidario sera suplida por sus codeudo- res, a prorrata de la deuda de cada uno. a) El pago, como presupuesto de ta accién. Ha de set un pago realmente debido (0 aparentemente, si el error es comtin a todos) y haberse verificado vé- lidamente. Al pago anticipado se aplicaré el art. 1.841. Si pagan varios, a cada ‘mo compete la accién individualmente en proporcién a lo que é1 pags. ‘Ante ef supuesto de pago parcial se pregunta Ia doctrine si el solvens puede secuperar de sas compatieros una fracci6n de lo pegado proporcional «Ta cantidad en que no es deu- dor, 0 bien sdlo lo que exceda de Ia eantidad que él debe. Supongamos una deuda de 180; €l solvens era deudor de un tercio (60). y paga efectivamente 60: conforme al primer eit rio podrfa reclamar a sus compateros 40; conforme al segundo, no podrfa veclamatles nada Parece més justa la solucién primera, por cuanto los codcudores son iguales en ganancias ¥ pérdidas, y no hay razén para aventajar a los que nada pagaron. ’ ' b) La subrogacién del que paga. Ya he dicho que el codendor que page i no puede valerse de Ia solidatidad ya extinguida. Salvo esto, se le presume si- bbrogado en la posicion del acreedor frente a cada uno de los restantes codeudo- res (en ello sf qne juega el 1.210,3.°) considerados ahora individualmente. ¢) La liquidacién. La liquidacién entre codeudores solidarios, una vex ex- iguida la deuda frente al acreedor, tendré en cuenta Ia cantidad por ta que cada uno estuvicra inicialmente vinculado; cantidad con la que ha contribuido al pago; negligencia en el cumplimiento que ha acarreado responsabilidades adicionales, etc. Si la deuda es de cosa no fungible, se habré de satisfacer su valoracién o lo que haya costado —a precio cortiente— al dendor que pags. Se afiaditn «los intereses del anticipo»; es decir, la cantidad pagada por el solvens (inciuidos, en st caso, 1os intereses que hubiese pagado al aereedor), ids los intereses devengados desde la fecha del pago por la cantidad pageda en lo que exceda de Ia cuota por él debida con cargcter definitive, En a Iiquidaci6n se contaré, en proporcién a le euota de cada uno en Ia deuda, ta parte el codeudor insolvente, sin que parezca necesaria Ia reclamacién judicial, pero s{ una de- rmostracién rezonable: p., no poder sefialar los codeudores bienes bastantes de su compa: ‘ero. Se ineluirén, también, los gastos de cobro. 32 Solidaridad de acreedores. Es aquella en que la deuda puede ser cobrada’ por (o pagada a).un acreedor cualquiera de entre tos que ocupan esta posicién én la relaci6n obligatoria, 1 Jlrs activa o de czeedores se rede, en i pectic, 1s cuentas cortentes «0 depésitos Baearos con inlets initio, que en purdad de doctrina no son un ts0 pico de solidaridad, pues el evengcorenistao depostanteIndsino no puede ret, do- §7._LAS OBLIGACIONES SOLIDARIAS nar, ete sciejando mfs a un mandato de cobra. Contemplan casos de 38 mayo 1990 y 27 febrero 1984, que los consideran casos de soidacidad activa, produciora Pesce Ia segunda de «un mandato recfproco de execcin dei ert fntegro etre Los erecioresn ‘esis, esta stima, sobre 1a naturalezajuridica de la solidaridad activa que, 4co- fide antes por Ia 8, 13 marzo 1543, si bien deseubre aproximativamente los efectos de Ja Sperecién, caree de rigor, mis en un caso como éste en que el mandato hebfa de operat post mortem (Gil RovsiourZ), ‘A. El cobro, Conforme a la esencia de la solidaridad, ef deudor puede pagar la deuda a cualquiera de los acreedores solidarios; pero si hubiere sido Judicialmente demandado por alguno, a éste deberd hacer el pago (ant. 1-142). ‘Osea; mientras no sea demandado, el deudor puede pagar al acreedor que elija Y si Gxt se niega a cobrar incurre en mara accipiendi. A au ved, puede ser in- ierpelado por cualquier acreedor, debiendo pagar al interpelante y no iciéndo- fo incutre en mora. Pero, desde el momento en que es demandado, la preferen- cia para el cobro la tiene el demandante, En todo caso, el pago fntegro a un acreedor extingue In obligacién, Dol art 1.142 no se deduce que el deudor deba pagar al acreedor que le coolama entra Jpaicimente, aunque as se deduce en la cuenta idstinay To sofia Te ctu 8. 27 febre= sear in realidad, dl art. {137 a contrario sensu se deduce que cade aeoedar soliderio vesane derecho a pedir», y parece razonable que si Ia interpetacin es formal inequtvoce el osdor pierda Ta facultad de elegir aozeeder. Con todo, aun entonces, si ex demandado por sare cambia de acreedor, por cuanto las medidas judiciales son las dnices que aseguran en Jeroosite el cobro inmediato y habia qu preven a poibifidad de que un sereedor acapa- re Primero al deudor con I ilerpelacin extrajudicial, y luego ni le cobre ni dele cobra « otros. B. Gestién del crédito. Cada acreedor puede realizar cualesquiera acta ciones ventajoses para el derecho de sus consortes, desde constituir en mora at deudoro interrampir la prescripei6n, hasta aceptar 1a constitucién incondicional de una nueva garantia, Pontualiza esto el art, 1.141,1, segiin ol cual cada wo de los acreedores solidarios puede hacer lo que sea wil a los demas, pero no fo que les sea perjudicial. La regla —formulada sobre el presupuesto de ave centee los coacreedores existe un mandato técito y reciproco— opera exclusiva- ‘mente, como vamos a ver, on Ia relacién interna. C._ Bl poder de disposicién del acreedor individual. Bn efecto, el att, 1.141 esté modalizado por fo que se deduce del art. 1.143, con arreglo al cual 1a novacién, compensacién, confusion o remisién de la deuda, hechas por cualquiera de los acreedores solidarios (..), extinguest ta obligacion (.) Bete precepto, que sigue la tradicién del Derecho romano, no consliciona ta validez Jel acto de disposicion sobre el crédito (ni siquiera Ja condonacién) a que tel acto sea itil al colectivo. MANRESA trat6 de conciliar estos dos preceplos eX Dlieando que el art. 1,141 representa le regia general y el 1.143 tas excepeio- es: los actos perjudiciales que puede realizar individualmente cada acreedor. ‘Mas ye se ve que se trata de eriterios opuestos © inconciliables”; por To que Ia “con tod, sin scepter a tess de Manress, cabo oponer frente Ia spicnidn anaigiea del 1.145, que scans exerientes goo conde a cada seeedor, ben Intrprearserestdeivameste I,_L0S SUIETOS DB LA ORLIGACION doctrina dominante, de acuerdo con ei Derecho tradicional y los-antecedentes inmediatos, entiende que en le relaciGn externa Ia actuacién del acreedor (art. 1.143) es vélida y vineulante para todos; y que el art. 1.1411 se restringe a la relacién interna, Por ene, cada aereedor puede por sf soto (con ls consecuencias deat. 1.143.2): 2) Perdonar et crédito. Opeccién que, por su carter getito, es pexuditat pars los restantes acreedores. Por tanto, sélo su cuota queda fuera de la zelacin interna el sereedor remitente deberé abonar a los deands su respectiva cuota en el crédito, extinguid frente al deudor. 1). Novar 0 modifcar el crédito, serando su contenido y eieunstancias. En la nova ‘obligato slo 1 serésereedor; pero deberd reembolsar a sus consort In arto que tuviesen {en el crédito novado; y lo mismo en caso de mera modificeeién, pues ls restantesacreedo- es no tienen por qué sujetarse alos cambios introdueidos por sv cuenta, ©). Compencar lo que é, a su vez, debe al daudor comin; pero en la relaci6n interna Ja cuoia de fos demés acreedores no experimentact disminucién. También podré opener ‘ompensacion el deudor con o sin Ia voluntad del acreedor 0 do sus compareros. GUILARTE ‘ree, con raz6a, que el deudor puede oponer no s6lo su exédito conta el aereedor deman dante, sino también los que tenga frente cualquier oto de sus compaeros. 4) Cuando el deudor adquiete el derecho de uno de los acreedores, 0 cualquiera de, ats sucede en Ia douda, ia relaci6n so extingue por confiatén: no sélo por Ia pare del zeteedor en la relacin interna, sino (la slideridad) en todo. (Felix, eudor de 900 a Clotl- de, Alberto y Juan, solidariamente, pero on la rolacién interaa 300 a cada uno, hereda Clotilde: pasa deber mancomunadarente 300 a Alberto y 300 a Tuan). D. La relacién interna. El acreedor que haya ejecutado cualquiera de estos actos —afiade el pérrafo segundo del art. 1.143—, asf como el que cobre Ja deuda, responderd a los demés de ta parte que les corresponde en Ia obli- gacidn. O sea, que cada uno de los demés coacreedores tienen individualmente luna accién de regteso contra cl que cobr6 (novs, compens6, etc.), por la parte que en la relacién interna fe coresponde en el crédito. Las partes se presumen iguales. En la liguidacién so regularén las consceueneias del acto extintivo el acreedor que co- bi6 (nove, efe)habré de dar cuenta de su gestin (arg. analog. at. 1.147,2) Cabe imaginar un acreedor a quien, en realidad, no se le deba nada en Ta relacién inter- ‘a, Su situacién y consiguiente tratamiento se asemeja a la det apoderamiento para el cobro do un cxédito eno, IwolcaciOw mintzooRAeIcA, Ja primera aportacién de consideraci6n sobee Ia mater proviene de Antonio HRvANDiZ Git: Notas a la sentencia del Tribunal Supremo de 20 de marzo de 1943, RGLI, 1944, pig. 839; La solidaridad en las obligaciones, RDP, 1946, pa. 397; Bt principio de la no presurcién de soliderided, RDO, 1947, pég. 81. Para esta obra han ‘sido furdamentaes los siguientes trabajos: Poxo 1 FeRRtoc, Réginen jurtico de la sol daria de deudores, en eBlomensie & Roca Saste>, I, Mads, 1976; CAFPARENA LAPOR ‘ta, La solidaridad de deudores. Peeepciones oponibles por el deuder solidario y modos de extincién de ta obligacién en la solidaridad pasiva, Madea, 1980; Comeatacio a los ars. L137 a 1.148, en «Comentario det Cécigo civil, Ministerio de Justicia, H, Madrid, 1991, pigs. 117 y s8j GuiLARTe ZavateHo, Comentario a los ars, 1.137 a 1.148, en «Comente. rios al Cédigo civil y Compilaciones forales», XV-2, Madrid, 1983, pags. 191 y ss. Tarn- bidn, Barsaniy MaRctat, BI sistema espafel en materia de obligaciones solidaras, en a1. RIN, 14, Madrid, 1957, pgs. 15 y o85 y Titularidad sotidaria, en AAMN, XI, 1962, pags 167 y 385 Soro Nevo, Caracteres fundamentales de la solidaridad pasiva, en RDP, 1980, pgs. 782 y 83 y Dindmica de la obligaci6n solidaria. La. obligacién «in solidum», en IBIMZ, 1980, n= 1-220, pigs, 3 y #8; CRISTOBAL Monts, La interpretacién arménica de tos articles 1.141 y 1.143 del Cédigo civil, en RCDI, 1990, pags. 27 y sss y El derecho ide regreso en la solidaridad de deudores, en ADC, 1991, pg. 1433. Bl presente § ha apro- ‘vechado igualmente diversos comentarios publicados en los CJC: Buacovrrz RopRIGUEZ- Cano, # la §, 9 mayo 1983, en el nm, 2, pég. 597; GALAN Conan, a la S. 12 julio 1983, cen el nim. 3, pégs. 906 y ss CLAVERIA GOSALVEZ, @ Ia S. 20 septiembre 1993, en el nim 4, pigs. 930 y 882 GIL RODRIGUEZ, a la S. 27 Febrero 1984, en el mim. 4, pAgs. 1.380 y ss Gera ALonso, a la §, 29 septiembre 1984, en el nim. 6, pags. 1.995 y ss. Para solidaridad y fianza, PEREZ ALVAREZ, Solidaridad en la fianza, Pamplona, 1985. Para el aleance en le propsgtcion de la cosa juzgada, CARRERAS DEL RINCON, La sali- davidad de las obligaciones desde wna Sptica procesal, Barcelona, 1990. [AS OBLJOACIONES SOLIDARIAS Pe

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