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Arlt Prueba de Amor
Arlt Prueba de Amor
Personajes
GUlNTER
FRIDA
ACTO NICO
ESCENA 1
GUINTER, en traje de calle, pero sin sombrero, entra con puso len
to en la biblioteca; mira abstrado durante un instante los paque
tes que estn sobre la mesa y se acerca a la biblioteca, de la que
extrae un libro, que hojea y coloca inmediatamente en el estante.
Luego se acerca a la mesa, recoge las cuatro puntas del mantel e
improvisa as un bulto. Indeciso, cavila y sale; entra en el cuarto
de bao, donde se mira en el espejo,
GUINTER . -
toy . . . !
GUINTER. -
225
GUINTER
sale
ESCENA 11
entra en la biblioteca en compaa de una joven que
representa veinticuatro aos, con traje "sastre" azul y velillo so
bre el rostro. Cuando se quita el sombrero queda en escena un
tipo insignificante de mujer. La fuerza interna de FRIDA se tras
luce en la parsimonia de sus gestos y en la contenci6n de sus
nervios. Se tiene en presencia de ella la sensacin que esta mujer
es tina perfecta hip6crita, espiritualizada y afinada por experiencias
que ha sobrepasado. Toma asiento en un sof frente a GUINTER.
GUINTER
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GUINTER. -
227
FRIDA. -
Naranjitas? .-..
:<sonriendo
involuntariamente). -
el
I
FRIDA. -
229
FRIDA. -
GUlNTER. FRIDA. -
Hacs irona?
No, Gunter.
De qu amor?
GUlNTER. FRIDA. -
Te parece?
GUlNTER. FalDA. -
Creo que s.
GUlNTER. -
Entonces me quers .
No encuentro, Guinter.
GUINTER. -
Por qu no la encontrs?
orilla de la baera.
GUINTER (sealando la baera). ~ Ves? Aqu est mi fortuna.
(Se inclina hacia el interior de la baera y, tirando de una oreja
del mantel, lo desplaza tan violentamente que 'algunos paquetes
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Es triste eso .
Te han hecho su
S.
Y entonces?
Qu te pasa?
Qu decs . .. ests
FRIDA (fra y triste) . - Con razn que yo vena tan triste hacia
aqu. Se jugaba mi destino . . . y jen qu manos , Dios mo . . .
en tus manos de tramposo!
GUINTER. -
Frida
FRIDA. - i Qu pena
! Me has roto para siempre. . . y porque
s. i Un tramposo! [Querer a un tramposo! (Lentamente se quita
el anillo de compromiso y, moviendo la cabeza como frente a un
muerto, mira un instante la hoguera que reanima en su rostro un
resplandor bermejo y arroja el anillo a la baera. Algunas lgrimas
corren por su carita') Qu pena, Dios mo, qu pena! (Salen sin
nurar a GUINTER, que conmovido, se apoya en el muro con ano
nadamiento mentecato.)
TELN
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