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234 Kenna rowEENE Habi 1 Popular, M del true: SNTE: LA TRANSICION DIF{CIL fenovacién Habitacional Popular, Memoria de la recone e cién, México, Departamento del Distrito Federal, agos- Sehtcingart, Martha, Los productores de espacio habitable, Luis Hemdndez Navarro COLMEX, México, 1989. ‘Tamayo Flores, Sergio,“ programa de renovac popular (andlisis sin eufemismos)”, }-marz0, 1989. Theory in Pos University of Minnesota, Minneapoli icalismo moxieano, el proceso idicato Nacional de Trabajadores de la jeato ha sido desigual y com Proceso durd corca de seis alos (1989-1995) y dista adn. ‘ber terminado, Entel camino se han decantando nuevas corrientes y proyec- sindieales. Et grueso de los antiguas verguardistas eamibiaron opajes y pasaron a autonombrarse primero institucionales y laborador do La jornada, es de Arturo Cano, Jesiis Martin del Campo, Carlos Mons cn Pérex Arce y Paco Ignacio Taibo Il, publicndoso 1105 Cales" ei Informacion Obrera-Pucblo, México, lERNANDE tas. Mientras tanto un sector de ellos, jofaturady rio general Jaimes Aguilar, se ha mantenido lal {a cNTE se encuentra trenzada en una desgastante rotagonizade pore sector “histiroo” ye sector “a. ido también en el espectro, arropada desde las la direccién nacional del sindieato fue ido por el Ejecutivo Fetleral y avalado de por la estructura sindieal meses después en el SNTE: 1A TRANSICION DiPicit 237 eneré dentro de la SBP una situacién de deterioro educative rrave y se eonvirtié en un freno a procesos de modernizacién. Asimismo, el precio politico (puestos de eleceién popul 08 dentro del sistema edueativo) que eobrab: io del sindicato” era cada vez m: ‘ar una salida al eonflicto intersindi Secci6n Ix p nda desde el Gobierno Federal en la que tenia que pear pequenias concesiones, y convocd a sus subalternos dentro del SNTE a resistir, Fue hasta entonces que bre su cabeza, Los hechos han mostrado que el temor al “desbordamien- ” era infundado. La nueva secrotaria general, aun con la ‘ncia de una oposicisn fuerte y beligerante, mantuvy lel process, La clave de ello ostuvo, precisamente, e de un programa de pequefias reformas democriti les desde arriba, acompanada sracién salarial lativa para el magisterio y de una privilogiada eon el was Tueron acompaiiadas wr nuevas politieas que modificaron no sélo la relacién de la reeciGn gremi ‘ado por el SNTE, acién de éste cor guillotina cay6 co los partidos politicos, La transicién no se ci bito de las relaciones entre corrientes dentro, © que implies un nuevo terreno de relacién entre viros actores sociales y politicos. 288 LUIS HERNANDO NavARKO RADIOGRAFIA DE UNA REFORMA La primera medida de Elba Esther Gordillo al frente, sindicate fu Ja Seecién X de la perdido no se tradujo, ni remotamente, en un hacia otras secciones sindieales, Estas mostra cimiento de efecto damit que su gobierno sindical se dg. correlacién de fuerzas interna y np tas en otras regiones, roforma aplivada fue relativamente sencilla 6 en establecer el ‘horas en pla- audiencias fueron otor y la solucion de los eon- reforma permi gadas siempre de m: flictos esta fenconos art La tercera accién consistié on desmantelar, por lo me- nos form: a Vanguardia Revolucionaria, El grueso de Ia vieja dirigeneia su discurso, cam su nombre y transformé con grap lentitud sus précticas sindic ia apropiacién de una parte sustancial del discurso de la eoordinadora y del sindicalisme democratica por parte del grupo “institucional”. Ese discurso fue acompanado de una modifieaeién gradual de ‘comenz6 a to para Ia el yal mismo comité nacio- que en ol pasado, Asimisme, arse de la aplicacion de la representacién pro- resistencia de ts, y con enormes dificultades de apli lugares on los que las fuerzas demoeraticas y las tas estaban empatadas. De igual manera, se enfren- hasta la roforma estatutaria producto del Segundo Con eso Nacional Extraoi al PRi, y respetar la unto de los agremiados, prohi- seccionales y nacionales ocuparai Aun en momentos tan delicados I de 1994, la direccién nacio ropuostas con los lideres del gremio. indicato se incorporé ala fiebr ¥ cre6 para ello una institucisn espe- ional de Observadores Electorales det lo no le impidié seguir negociando posi. de manera que el sector ofc 14 diputados en iva tuvo diversos componentes: apert {tel debate sobre Ia politica internacional del sindicato, r ectores y personalidades de la inte- ‘tualidad democratica del pais. El objetivo expreso era remon. {ar el enorme desprestigio que el SNTE y gu dirizencia tenian ntre la intelectualidad nacional y en los medi internacionales, y cicar un lima intern inds fi reformas. En ese marco, Elba Esther Gordillo alca sideneia de la Confedaracién de Educadores de Am¢ con Humberto Dévila—el actual secretario general como tesorero. Sin embargo, por el lastre del pasado Pertenecié ala rise, contral sindical comunista)l sindicato quedé fuera del proceso de fusién de las dos principales federaciones Sindieales magisteriales, la CEMOPE y la SPIP, De la misma o § v 240 Lois MeRNANDEZ NAAR manera, en este mismo context dios Sindicales de América ( dol cpa. La séptima reforma consistié on dot ode avanzada con el auxil lismo como proyecto p ambiciosa consulta durant que aterrizé en el Primer Congreso Nacional de Edu La octava reforma consistié en modificar los viejos esta. enfrentar el proceso d vos estatutos dejar volucionaria y algunas practicas sindical quedaron muy Iejos de sor un modelo de tivamente democrattico, AMIGOS Y ENEMIGOS mente complejo. Dentre parecian en ocasiones mas bios que en efectuarlos, al tiempo que los mejores afios de la insurgencia sindical so habian terminado ya y franjas del Go- bierno Federal de espacios que mt cardenista para estas medidas? En primer lugar, la vieja burocracia sindical agrupada en el Congreso del Trabajo fuera del stv7P y los restos de Van- ‘ambos vieron afectades. n con temor y sosjcha cualquier apertura jera ser aprovechada por la oposieién wr espacios. {Qué fucrzas se enfrentaron a politica que vei del pais. Er ta guerra‘ SATE: LA TRANSICION DIF 241 NTE, que no supieron entender Ia indical y mantuvieron su esquema de que- Con qué fuerzas a favor conté la direceién nac 78 para aplicar las ‘demandas, En segundo término, con un sector de divigentes sin- dicales institucionales jévenes que sufrian el peso de los cacicazgos regionales —que los condenaban a tener que ocupar siempre posiciones de segunda en las direcciones estatales—, y due encontraron en las medidas y en el nuevo discurso sindical wr a los viejos dirigentes seccionales y un irigentes loales a Elba Esther Gordil jerantes, y quienes implementaron las refor- es. En tercer lugar, eon un sector do jades democratieas de la cultura nacion proyecto la cobertura que desde “arriba” necesitaba para desa- rrollarse. En quinto lugar, con un equipo de asesores sindicales ueron clave en el disoro y la preparacién tanto del nuevo discurso como de las politicas que To acompafiaron. AVANCES ¥ LIMITACIONES: 4 de ia propaganda ofi 0 de sus medidas, del sectores intelectuales a los que el“ explicar su proyecto, pero también de la eritica “prineipis un sector de la ivquierda: gcusies han sido los avances y las. taciones de los eambios oper toda transicién que atin no culmina, el balance que puede ha- corse sobre ésta tiene un alto grado, de incertidumbre y re- jiere un recuento, tanto del proceso nacional eomo de los pro regionales en marcha. En éstos se distinguen dos mo- Ja direecisn nacio- jauso de todos aque- 242 LUIS HERNANDEZ NAVARRO TRentos clave: la primera fase de la gestién elbista de implan: tacién y “Tegitimacién” de su fuerza (1989-1992), de consolidacién (1999-1995), Si bien, en secciones dondk gentes pero no definitivas fue inco ¥en Oaxaca hubo pleno respeto del so de nombramiento de delegados y toria en el resto de sus contingentes Seceién vit de Chi das, una convergencia de un sector de cl seecional, excluyendo a fuerzas mas radicales, pero con un indudable gional. Mas alld de las anomalias denunci eso social re. las por ol sectgr ‘oa finales de 1994 incorporado a la cot jones que oeuparor fuerza real. El ct ben el Posiciones mas radicales fueron irgano de gobierno sindical, 6 un congreso fente que dejé vivo un problema de lurante c el congreso la realizacién de ui dandestin seccién sindical En Guerrero, por el contrari 20 negociadir. Las fuerzas haber accedido a la secreta base de una alianza con los gran esfuer- que podian general de la seccidn sobre la nguitudistas, prefirieron aliarse aed SNTE: La TRANSICIS 243 clbistas y ocupar cerca del 45% de las carteras. Esta co- lacion de fuerzas se mantuvo en el nombramiento del avo vo.CPS en 1995, sus delogados All los institucionales toa la que per- rente nombra. de composicién de mayoria institucional. Una ién de fuerzas similar arrojé en 1995 un CES con una tucién de posiciones parecida En la Seccisn a8 democraticas lograron una 16 carteras del comité seccional. correlacion de fuerzas se mantuvo durante su congress al de 1995. Sin embargo, a pesar de que sus demandes ‘pecificas como seetar fueron legi no parte del personal de la direccién nacional evité encabe- r ellas ante la SEP. de los congresos seccionales (realizados a co 192) mostré una direecién nac Aemoeratico de manera Ii 2 bropasitiva. En ambos lados (direerisn nacional y ‘9 democratizador) sobrevive la cultura de | 'a exclusion. Ciertamente no es lo mismo ser clo éste es un acto reflejo ante la represién y la viele sndtica de los acuerdos, que serlo cuando se ha ejereic 's de compo- La intolerancia institucional mayoria de las secciones fuertes resisten- la conduccién real del sindieato. Sin emban. ay tra fue Ia historia del Congreso Nacional del sindicato—_, ido en la segunda quincena de febrevo de 1992. Dos cues. Wve se efinieron alli. La primera fue la legalidad juri. jas eambios incipientes a través do una modificacién de de fondo. La segunda fue la formacién de un nieve I que expresara la correlacién de fuerzas presen. indicato nacional, déndose los mecanismos para pro- dar la reforma democriitica jos institucionales no sufrié trasformaciones iehacer sindical. Mezcla de pr: ‘egunde, puntualiza un do principios que expresan las posi zadas del sindicalismo nacional. Asimisi os avaiices en las cuestiones smo espfritu de funcionamiento con- cj0 estatuto, coneentrando excesi- nciones en Jos secretarios generales y dejando lades de vida practica real a las asambleas; se ‘véase: Varios ojos, maye, 1002, STH LA TRANSICION DIsHcAL 245 trata de un sindicato que funciona de “arriba hacia abajo” en lugar de operar de “abajo hacia arriba” Finalmente, el nuevo comité ejecutivo nacional, aunque incorporé algunas de las expresiones disidentes, esté lejos de expresar la diversidad de opiniones y la correlacién de fiwerzas que existe en el sindicat de refundacion sindical, éste fae ¥ Feconversién gradual de la eo- ue un espacio de convergencia en- we la reforma desde arriba y la democratizacién desde abajo, 1 congreso se propuso incorporar a eiertas franjas emergen, {es aun proyecto sindical de élites menos exeluyente. Mas que recoger la experiencia do un sindicalismo unitari asamblearia praeticado por la guema operativo a la transformac: zacidn educativa, En abril de 1995 se efectus el tercer congreso nacional extraordinario del SNTE, Cuatro hechos marcaron ol evento, El primero fue que la secretaria general saliente tavo la fuer, 2a y Ia capacidad para imponer a su sucesor practicamente sin fisuras internas, indo fue negativa de las sec- incorporarse a la direccién nacional mente, ol congreso se realizé en medio de wna oleada de protestas magisteriales ais que tuvieron poca inciden Las Dos entre, Como of el famoso cuadro de Frida Khalo donde la pin- tora aparece eseindida en dos person: ante el proceso de reformas de su sindicato, ‘os posiciones, irreductibles en su naturaleza, puedon asi: por un lado, aquellos que consideran que en el rest no son mas que una farsa que hay que de. 70, la de aquellos que reconociende las insu. sindieal que ain privan en su organiza. tunidad tiniea para y que, por lo tanto, hay que in fuerzas mas 0 me- tienen razones de peso para Desde su surgimiento, en diciembre de 1979, la cNTE ha mantenido en su interior posiciones distintas con las que ha convivido sin rupturas. Los bloques se estrueturaban en torn estas, y las fuerzas se alineaban en torno a ran debate en la hig. ‘ar por democratizar la CTE sigeui6 adel: sobre el peso relative que debian tener en la conduc cas; la segunda siempre estuvo latente el debate de si te demoeratizadora o una eorriente clas: la discusién clave: el caret de masas le impuso operar co ‘Sin embargo, a partir de noviembre de 1989 eomenzaron @ estructurarse corrientes estables. En e! centro de ellas ests ban presentes dos proyectos diferenciados: de un lado, idea de que para avanzar habia que ra. ‘idn con ia direct tacamentos regionales y el avanzar en la conquista de posiciones en todos los drganos de gobierno sindical La corriente radical nutre sus posiciones de casi 20 atios de intolerancia y violencia vanguardista, de 12 afios de expe. SWTE: La TRANSICION Dire 247 riencias frustrantes compartiendo instancias de direccién sin- ai 4s corriente institucional, yde la lentitud eon la que ss desde arriba en el SNTE. En los ‘ente radical hace del sindicato un instrumento 0¢0 diferenciado del partido, a corriente histérica o “gradualista” alimenta sus posi- a favor del proceso sea precaria, y de que, a pesar de tud el proceso de roformas desde arriba es real y 1a ’ buscar profundizarlo. Asimismo, distingue con el fora de accién si intervencién partidaria, terrenos diferenciados de la militancia® hechos materiales de los que la expresién radical se len explicar su sobrevivencia pero no su falta mador. Desde muchos puntos de vista sus po. 'n de viejas inercias, de la cultura de la contesta, en las que un sector de la izquierda n: de los sotenta, de la vision leninista d os hechos han avivado ol desar de una solucin de for ljando fuera enfrentadas | 248 nis menor NAVARRO ia que la fuerza para que éstas se impulsaran desde abajo fuera menor. Las iniciativas y el discurso de las posicio. ‘nes radicales tuvieron pocas posibilidades de incidencia en log ales estrictamente sindicales. Tampoco se expandieron por ‘odos que tradicionalmente utiliz6 la CNTE; movilizaciones as, Esta division no impidié, empero, que am| .aran como parte de la CNTR y co ‘ones puntuales por demandas laborales, LA MONTANA RUSA SALARIAL istoria del salario magisterial de los ltimos 20 altos ‘montafia rusa, Entre 1972 y 1975-1976 hubo in. tos relevantes, acompafiados de una gran cantidad de lel grupo Vanguardia Revoluc ménica dentro del sindicato, iste estrategia salarial la demanda de un neial y permanente”, sin fijar montos n: fe 1979 y una parte de 1984, ida salarialen el scetor do un profesor de educacién prima- 108, Yarraned ol com- esealonada’ Ya para co- 10 de esta curva se logréen 1994, ‘agisterial so ubied en 3.4 salarios minimos. La ical encabezada por Elba Esther Gordillo Ta devaluacién del peso y el incremento a los fos Ia curva comenzé a caer. En visperas de la negocia. A salarios minimos y, des- jetivo de Ia nueva direceién na- legar a 6. Los aumentos obtenidos empe- sin lugar a dudas, superiores a los otorgados a otras franjas de asalariados, LA CARRERA MAGISTERIAL Con Ia firma del Acuerdo Nacional para la Moder! rin de la Educacién Basica (ANMED) en mayo de 193, sonereto una de sus demandas prineipales: la ereacién dé rrera magisterial 250 cA HAMAR De manera muy resumida, Ia carrera magisterial con. en un sistema de promocién escalafonaria horizontal que evalia fundamentalmente factores inherentes « Ia formacién y actualizaci6n profesional del magisterio, esto es, de supera- cién ‘académieca, a partir de los cuales se establecen nuevos niveles salariales para los maestros. La carrera no es el primer intento de p. det magisterio en abiertas y la tativas entre aos. En un primer momento el e salarial fue atractivo. Hoy la compensa- cidn que se recibe por esa via es simbéliea. A eso habria que afadir que nunca hubo una evaluacién del efecto de estas ini- ciativas en la calidad de Ia edueacién. Un intento més recien- te fue el esquema de educacidn basica mediante la cual se crea ron plazas de 9/4 de tiempa y de ti con Ia idea de que los maestros dedicaran el rest clases. Finalmente esto dio lugar a una que buscaron no pudieron hacerlo. rerial fue valorada por la mayoria de las distintas corrientes magistoriales de mancra muy polar: aplaudiéndola incondicionalmente (CEN del SNTE) 0 rechazén- dola drasticamente (seeciones IX y XX. Otrai a preparar lo demés, los maestr mo, el impulso a la valoracién del trabajo edi trabajo a destajo en el que se pueden medir ti mientos. No es, ues no se remueven los obstaculos que han ‘empeno docente de fos maestros se convir cados y con remu Hacia 1995 evidentes. A pesar de las ambiguas declaraciones ‘*Véase Revista Hojas, nims. 5, 6 y 7, México, 1993. NTE: LA TRANSICION DIFC 251 en sentido contrario, ésta sélo parece haber beneficiado a un poco mas de la tercera parte del magisterio.® EL SNTE Y LA SEP Practicamente desde el recambi ra de 1989, la nueva direccién nacional nzaron en un conflict tan sordo com: por la inicion de un nuevo esquema de relacién entre ambos, De entrada, y de manera mais 0 menos ri tuna parte significativa de las de los elementos clave de las pr imos 12 afios. El diagnésti equiparar mejoremicn- de un sindicato 1 esta- La conclusion que se el SNTE como sindicato nacional y conver- en una federacién de ‘en su origen tanto el dese iciativas, facilita- da tanto por ei cardcter nacional del sindieato como por una serie do argumentos nacidos de un conjunto de relaciones de trabajo viciadas, Estas relacionos laborales viciadas consis- 252 Los enon NAVARRO cupacién sindical de os espacios educativos: como sna gran cantidad de maestros gozan de inidas y su lugaz es ocupado por profesores con as interinas ilimitadas, gue no tienen definitividad en su lad en la movilidad de los maestros de Ia estructura escalafonaria esté muy premiar de manera relevante la eapa- 0 “protege” el ausentismo laboral y vicios os; el sindicato cuenta con “demasiad: con goce de sueldo. entos son ciertos. Otros lo fue- desarrollaron no porque el 1 sino porque a su. yuchos funcionat ‘Vanguardia Revolucionaria buseé con- 98 no para bi ‘del magisterio sino iad en el trabajo. un roglamento de condicio dad de casi 50 afios, de renovacién, in educativa aceptandola los hechos. Como buenos confrontacién a les panta- estrategia se tops, on LA CAJA DE PANDORA, ida de Manuel Bart “iones Iaborales, no le proporcioné un piso juridico ade- SN" LA TRANSICION Durie, 253 ssar los trabajadores de la educacién a laborar para rnos de los estados deben quedar sujetos a las legisla- sales, diferentes de la logislacidn federal en la que el do los trabajadores 10 de los gobiernos de los estados de pertenecer a un indicato estatal. Ello impedirfa que los maestros pertenecieran AL SNTE. Por lo demas, y més alld de cuestiones juridicas, son mu intereses que presionan para convertir al sindicato na- onal en una federacién do sindicatos estatales. Los conflictos direceién nacional y muchos gobernadares por el es las secciones sindicales son histéricos, No hay en los estados antidad de cuadros q los gobernadores que pueden prosei mntrolar a las secciones mazisteriales. El sindicato ha sido un freno para que esas p tan en realidad. Hacer que los maestr: ‘u organizacién nacional y pase sabre A las presiones de los gobs ss habrfa que sumar la igentes estatales q ue form: tradicciones entre: do extraccidn pa ipuestales, La descentralizacién sin gradualidad abrié una verda- Caja de Pandora que ha provocado un alud de protestas sriales en tot sucedido, Por el contrario, a diferencia de prestaciones entre dentro del mismo estado y fuera de él han aumenta- | 254 do. Asi, por ejemplo, hay una diferencia de pago de aguinal. dos de mas de 40 dias entre un estado y otro, UN DESENLACE PROVISIONAL EI SNTE es hoy un sindicato diferente al que era en 1989, su iacional se ha transformado y ha adoptade un iscurso mas democratieo, plural y tolerante, Ciertamente, en iwares y ocasiones, los hechos no corresponden al diseurso, y Jas précticas antidemocraticas y exchuyentes aparecen con mu cho mayor regularidad de lo que sus dirigentes estn dispues. tos a acoptar. Ese cambio abarea no solamente a las yy la vida sindical misma, -¥ el poder, Bn esos terrenos, el sindiata hha perdido su perfil corporativo tradicional, ha adoptado un dis y se ha preocupado por revalorar de i social del maestro falta de espacios pol ajo jetos maduros para empujar la transicién y con una volun. id democratizadora de sus élites muy endeble [EI sindicato parece poco preparado para enfrentar ibierno Federal ha anunciado como nuevo jsmo, El futuro del SNTE como sindicato nacional esté riesgo. Su sobrovivencia depende en loinmediato de su ea- darse un mareo juridico adecuado, y para frenar Ins tendencias disporsantes que existen a su interior. Hasta ahora ha procurado enfrentar esta enerucijada reforzando los ‘mecanismos de control burocratico, y enviando “representan. tes” del comité nacional a los estados como dentro reformulacién de su pacto cor fuerzas que tal tarea requik hoy, mas que nunca, de su eapacic ituro del SNTE depende are renovarse. Dela misma manera, el SNE no podra resistir los embs: STE: La TRANSICION Dl . 255 1 ¥ dobiera ser el punto de partida para \eertidumbre, y el peli ‘un periodo de restauracién es guedar convertido en una es- bio y mitad mamifero, es

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