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eos completo (I ‘Tomo 1. México DF: Alfaguara, 2011. 107-111 Contizar, Julio, “Casa tomada”, Cue Casa tomada 945.1960) 4 [Nos gustaba la casa porque aparte de espaciosay antigua {hoy que Is casas antiguas sucumben la més ventajossiquidacion de ws materiales) guardaba los recuerdos de nuestros bisabuclon el abue- Io'paterno, nuestros padres y toda Ia infancia. 'Nos habituamos Irene y yo a persii solos en ella, lo que era ona locura pues en esa casa podian vivir ocho personas sin ‘Storbarse: Haclamos la limpiera por la mafiana, levaneindonos Sine sete y aso de las once yo le dejaba a Irene las uluimas ha bhaciones por repasar y me ba ala cocina. Almorzabamos a me Giodia, sempre pantuales; ya'no quedaba nada por hacer fuera ‘So unos pocos platos sucior. Nos resultaba grata almorzar pen indo en Ia eata profunda y silenciona y como nos bartsbamos para mantenerla limpia. A veces legamos a crecr que era ella la {Que no no dej@ casarnos, Irene rechazd dos pretendientes sin mayor motivo, ami se me murio Maria Esther antes que egies mot a comprometernos. Entramos en los cuarenta anos con la Inexprosada idea de que el nucsto, simple y slenciono matrimo flo de hermanos, era necesaria clausura de la genealogia asenta- da por os bisabeclon en nuestra casa. Nos torictarios alt alps dia vagos y esquivos primos se quedarian con la casa y la echa- ‘an al suelo para enriquccerse con el terreno ¥ los ladrilio, © tecjon mosotrcs miamos ln yoltartasace jsticeramente antes dc {0 forse demaindo tarde Tene era una chica nacida para no molestar a nadie. Aparte de su actividad matinal se pasaba el resto del dia tejiendo en el Sot de su dormitorio. No se por que tea tanto, yo creo que Tas ‘mujeres tein cuando han encontrado en exa labor ol gran pretex- {opara no hacer nada Ire no eta asi, tejia cosas siempre neces ‘as, ticotas para el invierno, medias para mi, mananieas y chale- or para ella. A veces teia wn chaleco'y desputs Io desta en un momento porque algo no le ageadabay ces graciono ver en Inca. inatlla el monton de lana enerespada resistcndose a perder su forma de algunas horas. Los sabados iba yo al centro a comprarle lana, Irene tenia fe en mi gusto, se complacia con los colores y munca tuve que devolver madejas. Yo aprovechaba eaas ralidat para dar una wuelta por las ibrerias y preguntar vanamente sia: bia novedades en literatura francess, Desde 1939 no llegaba nada valiono a ls Argeotina ero es de la casa que me inceresa hablas, dela casa y de Ire- fe, porque yo no tengo Importancia. Me pregunto que hublers hecho irene sin el tejido, Uno puede teleer un bro, pero cuando tun puldver esté terminado no se puede repericlo sin excandalo Un da encontré el cajon de abajo dela comoda de alcanfor leno dde pafolerar blancas, verdes, ila. Estaban con naftaina, spiladas ‘como en una merceria, no tuve valor de preguntarle a irene gue Dpensaba hacer con ellas. No necesitabamos ganarnos la vids, to dos los meres Iegaba Ia plata de los campos el dinero auments ba, Pero a Irene solamente la entrerenia el tjido, mostraba una sdestrezs maravillosa ¥ 3 mi se me sban las horas viendole las ma hos como erizos plateadas, agujas yende y viniendo y una o dos ‘canawtillas en el suelo donde se agitaban conteantemente los Ov lion Era hermoso, (Camo no acordarme de Ia distribucién de la cass. El come- dor, una sala con gobelins, la biblioteca y tres dormicorios gran ides quedaban en la parte ms retirada, la que mira hacia Rods {Bucz Pella, Solamente un pasillo con su maciza puertalde rable Tianhe can pare delle delautera donde habia us bafio,o eocine, ‘nuestros dormitoriosy el living central, al cual comunicaban los dormitoriosy cl pasilo. Se entraba ala casa por un z35uan Con feayélics, 7 la pocrta Chatel dab ul living: De macera quc'ang ‘entraba por el zagudn, abria a cancel ypasaba al iving tenia aloe Indes lat pucrtas de nacstecs dormitorie, yal frente el psilo due conducia ala parte mas retitadasavanzando por el pasllo se Fan Geen ee eee eee eerie ate isa, o bien se pouia gar la aqulerda uscamence antes dela pee {ay seguir por un pasillo mas estrecho que levaba ala cocina y a bbsho. Cuando la puerta estaba abieresadverta uno que la cass ert ‘muy grande; si no, daba la impresion de un deparcamento de los {Que se edfican ahora, apenas para moverse; Irene ¥ yo vivlamos Sempre en esta parte de ia cass, east nunca tbamos mas alla de la ppucrta de robe, salvo pars hacer la limpicea, pues ex increfble mo se junta tierra en fon mucbles. Buenos Aires sers una ciudad impia, pero eto lo debe a sus habicantesy ao a otra cons, Hay de~ ‘masiada Gerea en el aire, apenas sopla una rafaga se palpa el palvo fn los marmoles de las consolas y entre los roms de las carpetas de macramé; da trabajo sacarlo bien con plumero, vuela y se pende en el aire, un momento despucs se depowita de mcve en lot ey ls pce Lo recordaré siempre con claridad porque fue simple y sia ircunseanelas initlles, rene estaba tcjiende en wu dovmnitiroy ‘ran las ocho de la noche y de repente se me ocurrid poner al fue: {0s pavita del mate. Fai pore pasillo hasta enfentar Ia entorna 4: puerta de roble,y daba la vucta al codo que levaba a la cocina ‘ando eseache algo en el comedar o la bibliorecs, El sonido v tia Imprecio y sordo, como un volcarse de alla sobre laalforibra un shogado sururro de conversacion. Tambih lo ofl mist Sempo 0 tn segundo despues, en el fondo del pasllo que traia ‘dade aquellas piezas hasta la puerta, Me tire contra ln puerca ane tex de que fuera demasiado tarde, Is cerré de golpe apoyande el {uerposflizmente la lave estaba puesta densest lado y ademas ote gran cero para mas seguridad. Fula la cocina, calenté la pavien,y cunndo extuve de voces Seigeeta ge eretenered “Tuve que cerra la puerta del pasillo. Han tomado la pacte de fondo. ‘Dej6 cae el teido y me mjr6 con sus graves ojos cansados. ists seguro? een —Entonces —dijorecogiendo las aguias— cendremos que vi viren ete lado, "Yo cebaba el mate con mucho cuidado, pero ella tardé un ‘rato en reanudar su labor Me acuerdo qu teia un chaleco gris ‘mime gustabs exe chaleco, Los primeros dias nor pareci6 penoso porque ambos habia- ‘mor dejado en la parte tomada muchas cosas que queriamot: Mis libros de Ineratura francesa, por ejemplo, estaban todos ea bi blioteca, ene extrafsba unas carperas, on par de pantuflas gue tanto la abrigaban en invierno. Yo sentia mi pips de encbro ¥ ‘reo que Irene penso en una botella de Heapendina de macho thos. Con frecuencia [pero exto solamente theedié los primers dias) cerrsbamos algan cajon de las comodas y nos mirabamos No exth aqui 12 mis de todo lo que habiamos perdido al otro toque aun levantndose rardmo, alas nucvey media por em ‘Slot daben las onceyyaeatbertios de brasonceusadon eet sc ‘costumbré a ir conmigo la cocina yayudarme 9 preparare at ‘Sauna. Lo pensasnos Ble, ye dich str tleecse Yo proper: Bal almacrz, Irene cocinaraplatos para comer fos de noche, Now slegatwos porn tesiprs sovea clets toe geeisbames fat lon dormiorion sl atardccer y ponerse a cocinar: Ahora mor Caseaba con la mesa ene dormoro de rene y lax foes de Go aa feces rene cota contenta porque le quedabs mas tempo para t- Gee eee Shigie seat nermata a pase a evar I clase de acepllag hua paetiye tee eee i eaten aoe ‘rue, ida woo en su cea, cal sempre eunidor'sa ol dorm ‘Sr ree gra mis comodo, Avec ene deci rear pete eee ee de teébol? ie ‘Un rato después eca yo ol que le ponia ant los os un date de pape para ge msec mérito design sello de Eupen iy. Estibumeos bien, y poco a poco emperabamos ano pen ee and Ceands esta en alt wor yomedevelaba seni ‘unca pide habicuarme acsa vor de eata 0 papgayo, Yor que ‘ene de lon actor yno de a garganes Irene deta suc mis sueon Sonia on andey scones au a wees hasan cae el cober tor. Nucstcos dormitorios tenian el living de por medio. peto de roche se cscuchaba cualgoer cosa en la casa. Nos olamos rapa, Comer preseniamos el ademan que conduce ala lave del veladoe, lor matuor y frecuentes insomnion ‘ose’ de co fd aba clad eo a cna De di ra os sumores domésticos, el roce metlico de las aguias de ties un cue Fido al pasar las hoje dl album flaxeico. La pera de roble, creo haberlo dicho, era maciza. En a cocina y el bao, que quedaban tocando la parte tomads, nos poniamos a hablar en vor mis alta. 0 Irene cantaba canciones de ctna, En una cocina hay demasiado fuido de loea y virion para que otron sonidos irsunpan cn lla. May pocas veces permitiamos af el silencio, pero cuando cornd: tpamos los dormitorios ya living, entonces la casa se ponia calla Beet ada as, hasta pledbamos mis despacio para no molestar- Sone uc era por evo que de noche, cuando Irene empezaba ‘Roane cr alta vor, me desvelaba enseptida,) Es casi repetir lo mismo salvo las consecuencias, De noche sient say sme deaconearnos le je arene que ba hasta la co- ce trae un vaso de agus. Dende la puerta del dormicorio Cink cj ov mide en coca al vez en la coming otal ver en el eet ge ci code dl palo spagabs el sonido. A Irene le la- mete Rtelén mba mancea de deenerme y vino ami lado ar Peabea Now quedamos cscuchando los ruidos, nota SESSRIRR Ga eran de ste lado de Ia puerta de rable, en la cocina Cae oes i pusllo mismo donde empezaba el codo casi al Tad nuestro. ISM miramos siquiera. Apreté el brazo de Irene y la hice corre sonmiga hasta la pustta cance, sin volver hacia ats (oS Te Sian mas fuerte pero sempre sordon a expaldas nues- Tee Geee'Se un golpe iz cancel y nos quedamos en el zagudn. ‘Rhors ao se ofa nada. an tomado cata parte—dijo tren, El tj le colgaba de tas manea' iar hebras tba hasta la canecly se perdian debajo CaM id que tos ovillos hablan quedado del otro lad, 216 oh ‘eho sn mica oie tiempo de trac alguna cosa? —le pregunté ini = No, nade. » edbamon con lo puesto. Me acordé de los quince mil pesos ent armario de mi dormitorio. Ya ea tarde ahora SaaS ie quedaba el elo pera, vi que eran las once de lt noche. Rodce con mi brazo ‘dc ene (yo creo que ella [Ribs locando)y salimoe asa fa calle. Antes de ale Rata ecer bien in pucren de ental yi a lave sa TEs fucee que a algin pobre dablo se le ocurierarobar y se (Uinta cna casa, esa hora ycon a casa comad

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