Está en la página 1de 1

SONETO I

Cuando me paro a contemplar mi estado


y a ver los pasos por d me ha trado,
hallo, segn por do anduve perdido,
que a mayor mal pudiera haber llegado;
mas cuando del camino estoy olvidado,
a tanto mal no s por d he venido:
s que me acabo, y mas he yo sentido
ver acabar conmigo mi cuidado.
Yo acabar, que me entregu sin arte
a quien sabr perderme y acabarme,
si quisiere, y aun sabr querello:
que pues mi voluntad puede matarme,
la suya, que no es tanto de mi parte,
pudiendo, qu har sino hacello?
II
En fin, a vuestras manos he venido,
do s que he de morir tan apretado,
que aun aliviar con quejas mi cuidado,
como remedio, me es ya defendido;
mi vida no s en qu se ha sostenido,
si no es en haber sido yo guardado
para que slo en m fuese probado
cuanto corta una espada en un rendido.
Mis lgrimas han sido derramadas
donde la sequedad y la aspereza
dieron mal fruto dellas y mi suerte:
basten las que por vos tengo lloradas;
no os venguis ms de m con mi flaqueza;
all os vengad, seora, con mi muerte!

También podría gustarte