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Dedicado con todo mi amor a Ángela Herrera


García.
Lo escribí por ti, para ti, pensando en ti.
4/09/2008
LA LIBERTAD COMO PROCESO DIALECTICO Ver 1.0

Índice
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10 ¿Por qué la libertad?


1.1Conceptualizando

20 La quimera de la libertad
2.1La Ilusión de los sentidos
2.2Nuestro cerebro nos engaña
2.2.1 A nivel orgánico
2.2.2 A nivel cognitivo
2.3Elementos detentores de la libertad
2.3.1 Manipulación de la realidad
2.3.2 Inducción de emociones
2.3.3 Distracción de la realidad
2.3.4 Creencias icónicas

30 Qué hacer
3.1Tomando consciencia
3.2Doblando el sistema
3.3Solidaridad libertaria

10 ¿Por qué la libertad?

Los seres humanos promedio tenemos un nivel de conciencia superior al de


los animales, si tenemos un nivel de conciencia de nosotros mismos y de
nuestra vida es lógico que intentemos vivirla diferente a ellos, rompiendo con
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el esquema sencillo de nacer, crecer reproducirnos, y morir. Ese nivel de


conciencia evolucionado nos debe llevar más allá, a preguntarnos por la razón
de estar aquí.
En términos particulares la respuesta es diferente, aunque en general puede
tener coincidencias, es difícil pensar en alguien que renuncie a sus libertades
sin nada a cambio.

La libertad involucra hacer lo que se desea, cuando se desea y como se desea,


la libertad es 1) pensamiento, 2) decisión y 3) acción e implica intentar
modificar el esquema que nos rodea, contrario a conformarse con lo que se
tiene y eludir cualquier deseo. La libertad no es solo lograr lo que se desea, es
la responsabilidad de desear e intentar lograr lo deseado.
Quien intenta ser libre, es en parte libre por ese hecho, pues ejerce su
legítimo derecho a tener, buscar desear y hacer lo que no
hace.
Partiendo
incluso de sus Para desear la libertad es necesario tener los elementos
necesidades básicos para el ejercicio de la libertad, el primero es suplir las
biológicas de necesidades biológicas de supervivencia de cualquier animal o
ser vivo, para poder tomar una decisión, no en base a nuestra
supervivencia; las supervivencia o la de la que nos rodea o queremos, si no la
necesidades son decisión pura de hacer lo que nos place.
explotadas por el
otro para Es un hecho que siempre tendremos fuerzas en oposición a
aprisionarle y la libertad que nos rodean y que estas mismas presionan al
individuo a tomar decisiones contrarias a la libertad y la
hacerle perder su
misma libertad está influenciada por estas fuerzas.

Estas fuerzas en oposición a la libertad constituyen, de hecho, la parte


esencial del proceso dialectico de la búsqueda de la libertad, una
lucha entre el hombre buscando la libertad y estas fuerzas
presionándolo para encerrarlo.

Estas “fuerzas” moldean al hombre y su personalidad, le obligan a tomar


decisiones sobre su existencia.
Al parecer, como seres inherentemente capaces de decidir, estamos
supeditados a la búsqueda de la libertad, no tenemos
otra opción que buscar la libertad.
Si existiera la posibilidad de que alguien sin
mediación de nada ni de nadie decidiera no ser libre,
está sola decisión por si misma significa que ejerce su
libertad en cierta forma.
Lo importante es que podamos ser realmente libres.

Es esta misma cualidad de lucha que hace que


cambie la realidad a cada instante y que nos debe
tener adaptándonos a esas fuerzas además de
reconocerlas. Cuando decimos que un instante no es
estático, nos referimos a que cada segundo, cada
momento, es diferente a otro, por lo que se puede
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concluir que no puede haber una verdad constante, la afirmación: el jarrón está
sobre la mesa, nos dice que una verdad que puede cambiar en cualquier
momento pues no siempre el jarrón estará en la mesa, no eternamente.
La realidad está en constante movimiento y evolución, debemos comprender
que lo que hoy damos por sentado como un hecho en un instante podría no
serlo, existen pocas cosas que podrían no ser cambiantes.

Este escrito da un punto de vista sobre cómo alcanzar una libertad más
plena.

1.1 Conceptualizando

Podemos decir que la libertad es la capacidad que un humano tiene para


tomar una decisión, cuando alguien está encerrado pierde una parte de su
libertad porque reducen el espacio físico en que se puede desplazar. Lo que
inicialmente se pensó como una forma de alejar a las “manzanas podridas” de
nuestra sociedad lleva también de la mano un castigo para la persona
sometida, la privación de un privilegio.
La libertad implica opciones, en este caso se redujeron las opciones para
desplazar su organismo fuera de los límites de la cárcel o su celda.
De igual manera ocurre con otras manifestaciones de la libertad, podemos
decir que somos menos libres en tanto que se vean reducidas nuestras
posibilidades de escoger.
Si esta persona saliera exenta de sus cargos o cumpliese su condena
indicamos que recupera su libertad para circular por el mundo, pero ¿podrá
ejercer esta libertad?, ¿qué tan libre es el que no puede ir a Francia cuantas
veces quiera?
Aquí tenemos el primer detentor de la libertad La libertad se ve reducida
en la medida que las circunstancias nos impiden ejercerla, si esta
persona se ve impedida físicamente (circunstancia personal), o porque no tiene
dinero (circunstancia ambiental). Podemos decir que es menos libre que el que
si lo puede hacer.
Y qué pasaría si no conociera Francia y que ahí hay muchas cosas que
disfrutaría, entonces podemos hablar del segundo detentor de la libertad La
libertad se ve reducida en la medida que desconocemos otras
opciones.
Deducimos que mientras menos de estas situaciones se presenten, más
libres seremos y también podemos concluir que la libertad es mejorable pero
inalcanzable en plenitud.

Aquellas personas que les interese alcanzar un grado mayor de libertad,


deberían ser conscientes de esos puntos mencionados y tratar de reducirlos
para ser, digamos, más libres.
El principal punto a tratar en este escrito se centra en el segundo detentor
de la libertad, considerando que para poder mirar las opciones que tenemos
debemos primero quitarnos la venda de los ojos y afinar la vista.

Existen tres palabras que son sinónimos para efectos de lo que se trata de
expresar aquí: realidad, conocimiento y verdad.
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La realidad es todo aquello que podemos percibir con nuestros sentidos, y


que nuestro cerebro concluye que existe, es aquella información que nos
permite también tomar decisiones como consecuencia de esa realidad. Tales
como virar los ojos, reír, amar, o creer en Dios.

Las tres son similares en el sentido que el conocimiento es el entendimiento


de nuestra realidad de manera más o menos ordenada, con ello podemos tener
una noción de lo que es y poder andar por ahí sin pensar que la calle fulana va
a desaparecer o que de repente vamos a hincharnos y reventar; en un sentido
estricto del concepto, nos dice que el conjunto de esos exámenes de la
realidad nos llevan entenderla de manera más compleja y estructurada.
El conocimiento también quiere decir que podemos predecir con cierto grado
de certidumbre la realidad, y cuando el conjunto de conocimientos esta tan
bien diseñando y estructurado podemos llamarle ciencia.

La verdad por su parte es un axioma legado de ese conocimiento de la


realidad que nos permite actuar sin reflexionar y que inicialmente está ahí para
facilitarnos la vida.
Vista así, la verdad parece bastante útil y de hecho lo es desde el día que
nos permite interactuar con lo que nos rodea –o supuestamente nos rodea-,
“entenderla” y actuar en consecuencia.
Si sabemos que tomar una pastilla X, nos va a curar, porque lo hemos visto
en otro o lo dicen otros, porque la ciencia (conocimiento) lo ha comprobado,
podremos dar como verdad la sanación de la enfermedad para poder tomar la
decisión de tomar esa pastilla y vivir otro día más.

Pero para que la verdad pueda ser absoluta necesitaría de un mundo que no
cambiara y esto no es así, por lo que para adaptarnos también debemos
asumir que existe cierto margen de cambio y que está realidad pudiera no ser
cierta en parte o completamente o al menos en ese momento.
No tenemos que poner en tela de juicio si el suelo existe, porque es verdad
que existe, ¿qué sería de un cerebro que dudara de todo?, titubearía hasta de
dar el mínimo paso pues para el, nada es. Si lleváramos esto al extremo no
podríamos actuar.

Otra manera de concebir la verdad es de manera contraria, pensando que


las conclusiones generales de la realidad son verdad, sin más ni más, que lo
que dice la mayoría es cierto porque lo dicho por quien me rodea (probado por
su conocimiento de años o miles de años) y comprobado por mis sentidos, es
realidad y verdad, y que esta realidad es inamovible, fija como una fotografía.
Que muchas de esas verdades han existido desde siempre y que ellas no
pueden cambiar, que podemos por otra parte estar muy seguros, o que es casi
nada probable que la casa donde vivimos desaparezca de la nada, ¡puf!, se
esfume.
Damos por verdad o cierto que hay que cosas o situaciones que existen y
ya, que en realidad ni caso tendría que cambiaran o que no tienen porque
hacerlo.

Aquí no estamos hablando de ese entendimiento de la realidad, de esas dos


versiones de entender el concepto de la verdad; para facilitar la explicación de
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lo que se dice aquí diremos que aunque la verdad absoluta no existe y esta es
cambiante, para poder andar por el mundo no nos sirve dudar de la existencia
de lo que captan nuestro engañosos ojos, sino de las conclusiones a las
que llegamos con lo que vemos.
Y de este modo poder llegar a ser un poco más libres, ¿cómo? Lo veremos
adelante.

Por otro lado está el concepto de libertad, aquel que nos permite tomar una
decisión mediando solo nosotros, el “yo” y nadie más allá, ningún “tu”, ni una
piedra, ni una persona o situación. Esta es la esencia de la libertad, o sea,
mientras menos dependamos de las circunstancias que nos rodean para tomar
una decisión, podemos decir que en esa medida somos libres.
Si nuestra libertad está supeditada a las circunstancias puesto que no
controlamos todas las variables (nadie puede) que nos rodean, habrá que
reconocer entonces que nadie es completamente libre y que nuestra libertad la
median las circunstancias (realidad).

En tanto que para tomar una decisión dependemos de las circunstancias,


hay que preguntarnos qué porcentaje de esa realidad debemos o podemos
asumir como verdad, que tanto debemos someter a juicio esa realidad,
considerando que es susceptible a ser interpretada con error.

2.0 La quimera de la libertad

Desde que empezamos a tomar una decisión y ejercemos una acción


correspondiente se puede pensar que somos libres o estamos ejerciendo
nuestra libertad, pero en ocasiones la realidad puede estarnos engañando y
someternos al principio de causa y efecto donde circunstancias ambientales
nos impiden darnos cuenta que estamos siendo presas, títeres de una realidad
que nos lleva cual velero por donde gusta.

Es imposible ser cien por ciento libre pero la dinámica de la libertad consiste
en luchar contra ese principio de causalidad. El hecho de darnos cuenta de que
estamos en principio sometidos a ese orden natural es un inicio.

Luego de eso es difícil pensar como se puede hacer para alcanzar un poco
más de libertad, cuando analizamos esto parecemos como prisioneros y que es
inútil alcanzar una meta tan sublime como esta. ¿Qué podemos hacer?

2.1 Ilusión de los sentidos

Nuestros órganos de los sentidos como entes biológicos están limitados y


comenten errores, no son perfectos y son producto que responde únicamente a
necesidades evolutivas.
El primer paso es reconocer que vivimos encarcelados en la ilusión de
nuestros sentidos, que es únicamente a través de ellos que podemos percibir
nuestra realidad, por tanto esta es engañosa.
Como es engañosa debemos prepáranos para esperar de ella sorpresas que
nos lleven a falsas conclusiones o “engaños de la percepción” y con ello a
conclusiones y decisiones erróneas.
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Asumiendo que una decisión (ejercicio de la libertad) en base a


estos hechos, NO puede llamarse libertad.
La mejor manera de ayudar a resanar esas fallas de los sentidos es rodear la
percepción con la mayor cantidad de pruebas, de preferencia que se puedan
repetir una y otra vez, puesto que entre más personas perciban el fenómeno y
más comprobable y repetible sea este, estaremos en mayores posibilidades de
entender el fenómeno aun con la falla de nuestros sentidos.
Recordemos el viejo ejemplo me sumergir la mano en un balde de agua
templada, luego en uno de agua fría y al hacerlo de vuelta en el balde de agua
templada notaremos como el agua “cambia de temperatura” y no es que lo
haga, sino que nuestros sentidos nos engañan.
Es imposible captar la realidad tal cual, lo que podemos hacer es tener cierto
grado de escepticismo y buscar siempre una mayor cantidad de información
respecto al mensaje que nos envían nuestros sentidos para ratificar la
conclusión; aunque no se puede estar completamente inconcuso de una
sensación o impresión de la realidad, siempre se puede estar más seguro.

Una vez advirtiendo que solo captamos una dimensión de la realidad, en un


instante que no es estático, podemos comprender que existe un margen de
error para el entendimiento e interpretación de lo que nos rodea.

Una forma de enfrentar el problema de la ilusión de los sentidos, es tratar de


mirar nuestro concepto desde la mayor cantidad de ópticas o ángulos, es decir,
revisar lo que han sentido, visto o concluido otros organismos (como ya se
dijo), así como tratar de pararse desde diferentes sitios para observar el
fenómeno y considerar justamente la teoría contraria a la que se considera en
esos momentos.

2.2 Nuestro cerebro nos engaña

Además de que nuestros sentidos nos engañan, nuestro propio cerebro en


su afán también por facilitarnos el entendimiento del entorno ha llegado a
evolucionar de tal suerte que omite o da por hecho ciertas cuestiones de la
realidad ya que si no lo hiciera así, le sería imposible procesar tanta
información.

Una decisión respecto a lo que percibimos está intervenida por lo pensamos


de ese suceso y lo que pensamos de ese suceso es resultado de un conjunto de
experiencias pasadas.
Nuestra mente que no es una tabula rasa, suele jugarnos malas pasadas con
esto de las experiencias pasadas, haciéndonos ver lo que no hay o entender
algo diferente a lo que ya es, existen dos factores, uno orgánico y otro
cognitivo que influyen en esto:

2.2.1 A nivel orgánico

• En base a experiencias pasadas el cerebro humano conceptualiza la


mayoría de las cosas que nos rodean, es un sistema elemental que nos
permite ir escalando en grados de complejidad en la medida que
conocemos el mundo. El ejemplo típico de esto se encuentra en el
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desarrollo del lenguaje, que va de lo simple a lo complejo, primero


generalizando el concepto y luego, poco a poco, clarificándolo.
De este modo, un bebé nombra a todo ser vivo cuadrúpedo “gua-gua”,
perros, gatos, vacas… Conforme su cerebro comprende más claramente
el estímulo, comienza a clasificarlo específicamente.
Ante la presencia de un nuevo conocimiento el cerebro “redondea” pues
no tiene la información suficiente para clasificar convenientemente los
fenómenos, y comete el error de llamar a todo “gua-gua”, cuando puede
tener un nombre o clasificación diferente.

• Esto implica también que nuestro cerebro construye el entendimiento de


lo actual en base a experiencias pasadas por lo que puede ocurrir que
ante un primer inicio erróneo, todo lo concluido después de este, es falso.
Un efecto domino cerebral que termina teniendo tesis lejanas, lejanísimas
de la realidad.

• Pensemos ahora que nuestro cerebro tiene la labor de entender la


realidad en base a pequeñas piezas de un rompecabezas, un
rompecabezas que cambia constantemente y tiene millones de piezas.
¿Qué hacer cuando hacen falta piezas?
El cerebro no puede entender el mundo con huecos así que se da a la
tarea de llenar esos huecos con “supuestos” (en base a lo que ya sabe),
de la realidad.
Por ejemplo, si estamos concentrados leyendo un libro, y de repente
escuchamos unos toques rítmicos, vamos a la puerta a ver quien toca,
porque ante el dilema de que ese sea el sonido de “alguien toca a la
puerta” y no encontrando otra explicación, nuestro cerebro concluye que
es alguien tocando la puerta aunque pueda ser cualquier otro ruido, cabe
destacar que no son nuestros órganos los limitados o los que
comenten el error en la percepción, en este caso es -además-
nuestro cerebro (son 2 problemas 2 diferentes). “Me pareció
haberte visto ayer en el centro”, es otro ejemplo típico de cómo nuestro
cerebro concluye y toma decisiones ante la falta de información.

• Por otro lado, nuestras emociones generan reacciones en el cerebro que a


nivel químico confunden la percepción misma y la conclusión de esa
percepción. Similar a los químicos externos como la nicotina o el alcohol,
nuestro cerebro tienen su propio sistema de químico que también tiene la
cualidad de deformar la percepción de la realidad. Cuando estamos
enojados, alegres, enamorados o tristes, vemos diferente a cuando no.
Aunque es una reacción química, esta, está relacionada con otra parte de
las actividades de nuestro cerebro.

2.2.3 A nivel cognitivo

• La generación de emociones pasa por un proceso muchas veces


desapercibido por el organismo pensante, supongamos que A, es el
evento que nos molesta y C la emoción consecuente; la mayoría de las
personas tienden a actuar casi de manera automática sin considerar la
existencia de un pensamiento que media la emoción.
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Esta situación nos lleva nuevamente a tomar decisiones que no pueden


ser llamadas libertad, sino producto de una emoción que nos nubla la
realidad.

Cuando decimos que los sentidos y nuestro cerebro nos tergiversan la


verdad, quiere decir que existe un margen de error y que por ese margen de
error hemos de dudar de lo que hay en nuestro alrededor para de este modo
llegar a la reflexión y una toma decisión probablemente diferente y que nos
acerque a una libertad más “pura”.

2.3 Elementos detentores de la libertad

La anteriormente reconocida lucha evolutiva, donde para poder sobrevivir se


tenía que matar, se ha transformado y depurado en el humano a formas más
complejas conforme nuestros cerebros y actividades lo fueron siendo. De este
modo la lucha por la supervivencia de la especie ha tenido tanto éxito que
ahora somos miles de millones, la mayor cantidad de mamíferos de una misma
especie viviendo en un solo planeta. La disputa por nuestra supervivencia
individual y la perpetuación de nuestros genes es la causa primigenia
de esta lucha.

Para entender el juego de la vida, habrá que reconocer que vivimos en un


sistema social de un engranaje jerárquico que está diseñado para que unos
pocos lleguen al gobierno de ese sistema, por esta causa es difícil proponernos
ser libres sin enfrentarnos al sistema o servir a los propósitos del sistema.
Aquello que crean las reglas del sistema son evidentemente más libres que
los que viven bajo las reglas que ellos establecen, y esas normas no están
creadas para que sean acatadas para quien está por encima del sistema, al
contrario, estas se hacen precisamente para facilitar el camino a quien está
arriba.
Detrás de la realidad cotidiana siempre hay un motivo que
No es la lucha hace que el sistema siga vivo, como detrás de las manecillas
de un reloj hay un mecanismo.
de la igualdad o la
lucha de clases lo Tres cosas hay que decir respecto a lo que se dice del
que hace sistema:
evolucionar el
humano, es la 1. No se trata de definir si es malo o bueno el sistema o el
orden social o biológico que nos rodea, se trata de ver
lucha del humano
que existe un sistema con la finalidad de conocer sus
por encontrar su vericuetos, reglas, orden y tiempos. También es
libertad lo que importante conocer cómo es que los que dominan el
evoluciona la
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sistema violan las reglas, lo que se convierte en libertad para ellos pero
en prisión para el resto.

2. No estamos tratando de decir si las personas que representan este


sistema son realmente conscientes de que están ejecutando estas
herramientas, de si el conjunto de sus acciones representan estas
herramientas y la metodología es conocida individualmente por cada
engrane del sistema.

Es probable que unos pocos sean conscientes de que la usan y de la


metodología para el uso de estas herramientas. También es posible que
cada persona dentro del sistema “posea” una parte de esta “conciencia
colectiva” de la existencia misma de las herramientas y una parte de la
metodología, de tal suerte que solo unos pocos (presumiblemente en la
cima), tengan el panorama completo. Entendiendo por cima la cantidad
de libertades.

3. Es cierto que algunas de las estrategias que se enumeran aquí son


utilizadas por individuos, pero la idea esencial no es que ellos la utilicen,
si no que se utilicen a gran escala para mantener un orden de las
cosas, un sistema social. Es sabido el dicho de una mentira repetida
mil veces se vuelve verdad, bueno, en este
sentido es más fácil convencer a una
multitud que a un individuo.

No existe entonces una sola fuerza en


oposición a la libertad (FOL), sino que cada
individuo o grupo de individuos constituyen
en si una fuerza independiente pero
ocasionalmente correlacionada con otras
fuerzas.

Cada sistema social tiene características que


deben ser sostenidas para su manutención,
muchas de estas características afectan nuestra
libertad por eso es que naturalmente la masa se
opone a que el sistema continúe tal cual.
Entonces, existen dos salidas para esta situación,
el sistema cambia o fabrica una realidad diferente a la masa para poder
seguir manteniendo a los que están en la cima del sistema más libres
que otros.

¿Cuáles son las herramientas que el sistema social actual tiene para mermar
nuestra capacidad para tomar decisiones?

Son notorias tres estrategias, la manipulación de la información, la inducción


de emociones y la distracción de la realidad.
Ellas se entremezclan para crear nuestra tergiversada realidad, y aunque las
características de ellas están tan juntas y conjugadas que es imposible saber
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cual se clasifica dentro de otra, para efectos de clarificarlas tratamos de


describir algunas notorias.

2.3.1 Manipulación de la información

Existen dos formas de manipulación de información, la primera es


ocultándola.

Ocultar información

La información nos sirve para conocer el sistema y saber cómo movernos en


él, evita que “la corriente” de los diferentes sistemas nos lleve en su vaivén y
con ello, en lugar de remar a nuestro arbitrio ser esclavos del sistema o los
“sistemitas”.

La información se traduce por supuesto en ciencia, en tecnología, en


bienestar, en dinero, en salud, calidad de vida, reducción del esfuerzo,
etcétera.
Del correcto manejo de la información depende la evolución del sistema o
del individuo, y el nivel de comprensión del sistema mismo.

En un sentido completamente opuesto se encuentra la ignorancia,


entendiendo como ignorancia una cantidad menor de información de la
realidad y no el “no saber” sobre un tema.
La ignorancia es una condición igual que la libertad en el sentido de que va
de la mano de con el hombre, es imposible librarse de ella.
En la medida que reduzcamos la ignorancia, podemos acercarnos a una
libertad más plena.

La segunda forma de manipulación del sistema es la mentira.

Desinformación o mentira

La mentira juega un papel importante también en la evolución del ser


humano, solo que aquí le trataremos no por su importancia en la evolución y
supervivencia del humano, ni como factor inseparable al humano sino en su
intervención en disminución de la libertad.

La mentira es tan compleja y extensa y es casi imposible describirla


totalmente, es posible un nivel increíble de precisión y complejidad en una
mentira de tal suerte que miles pueden estar repitiendo una mentira al no
tener pruebas para refutarla o simplemente porque algunos (millones) más la
han estado repitiendo durante quizá miles de años.

Así de compleja y grande puede ser una mentira, fatal para la libertad del
hombre. Un sistema complejo depende mucho de ella para poder tener a las
personas adormecidas mientras hace que actúen conforme sus interés.

Cuando se fabrica la verdad, podemos hacerlo para crear un tipo específico


de mentira que tiene como resultado una emoción.
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La mentira es parte de la estrategia del miedo para la manipulación de las


personas y su realidad.

2.3.2 Inducción de emociones

Toda emoción: miedo, alegría, tristeza y furia, todas sus variedades se


conjugan con nuestros instintos animales y se entremezclan con otros
fenómenos que nos escamotean la realidad para oprimirnos.

Enamoramiento

El enamoramiento refleja la necesidad del ser humano de compañía como


todas las emociones proviene de nuestros orígenes primitivos. El sistema sabe
de la importancia del enamoramiento y juega con él para convencernos de
adoptar un estilo de vida a su manera y modificar nuestros gustos y anhelos
para alcanzar mientras que nos permita estar enamorados o nos visualice la
posibilidad de ello.

Aunque no es enamoramiento pero se le relaciona, el sistema también utiliza


nuestros instintos reproductivos para cambiar incluso nuestras preferencias
estéticas, nos hace actuar en consecuencia de ellos y nos distrae también de la
realidad.

Miedo

Las personas dependemos originalmente del uso inteligente de la captación


del peligro para sobrevivir, pero el sistema utiliza esta capacidad del humano
para obligarle a hacer lo que a sus intereses convenga.
Sabiendo que es un poderoso motor de acción, el sistema tiene cuatro
opciones para inyectar esta sustancia en la sociedad:

• Crea una serie de afirmaciones falsas


• Destaca, subraya, señala, ciertos fenómenos que de por si existen pero
habían pasado desapercibidos por la masa
• Repite hasta que los note, ciertos fenómenos que de por si existen pero
habían pasado desapercibidos por la masa
• Una mezcla de ellas

No existe sistema social que además de un cerebro posea una boca, es


decir, un sistema de comunicación para ejecutar una estrategia, por eso, desde
siempre ha mantenido primordial interés por el sistema todas las formas de
comunicación y han sido tratadas de monopolizar, conquistar y manipular.
Desde los tiempos de la Biblia al día de hoy comunicar es información,
información es poder, poder actuar libremente. Muchas son las pruebas para
demostrar esta teoría pero baste en pensar en el actual fenómeno del cuarto
poder.

Para poder realizar una correcta impronta en el individuo es necesario


pensar en la siguiente fórmula:
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Menor conocimiento de la realidad + mayor distracción de los sentidos =


menor libertad

2.3.3 Distracción de la realidad

El sistema social tiene formas cada vez más elaboradas y placenteras para
entretener nuestra atención sobre lo que está pasando a nuestro alrededor que
nos afecta directamente y a corto plazo (captada con nuestros simples
sentidos), como indirectamente y a largo plazo (captada solo a través del
razonamiento). Hay que distinguir que ninguna distracción es nociva por sí
misma, se vuelve dañina cuando su práctica impide tomar decisiones para
nuestra libertad (nos nuble la vista) o que la práctica de esta distracción nos
reprima a mirar más objetivamente la realidad.
Reconozcamos que somos proclives a la libertad si bien la búsqueda de ella
no lo es todo, la distracción también es una opción de libertad, lo que se
quiere decir aquí es cuando la opción de libertad en realidad es el grillete.

Por distracciones podemos entender:

• Los juegos azarosos cuando estos no implican salud para el individuo


involucrado en la acción (ya dijimos que existe un elemento necesario de
satisfacción elemental del organismo como condición para la libertad). Estos
juegos azarosos que captan la atención de la persona y que tienen como
recompensa intermitente el triunfo y la convivencia social son
convenientemente aprovechados por el sistema para adormecer a las
masas.
Ejemplo de ellos son las competencias deportivas, las apuestas, actividades
donde media la suerte como en los videojuegos.

• El abuso de sustancias químicas estimulantes del cerebro desde el café


hasta la morfina.

• El exceso de estimulantes de nuestros centros de placer del naturales del


cerebro que van desde los masajes, la música, hasta el sexo.

• La convivencia social como proyecto de vida.

• El uso de los medios como fin, es decir cuando la utilización se convierte en


una forma de vida, como ver la televisión o hablar por teléfono.

2.3.4 Creencias icónicas

Las creencias icónicas son aquellas que un hombre o un sistema crea


alrededor de un sistema de creencias o ideas, generalmente es a través de la
figura de una persona o fenómeno perfectamente identificable.

Es un tema especial que tiene características de desinformación, oculta o


niega información, distrae de la realidad y recrea en nosotros emociones que
nos distorsiona de la realidad al crearnos una expectativa falsa.
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Esta expectativa falsa es una especie de enamoramiento donde se cree en


una idea inalcanzable o imposible sin pruebas o pocas pruebas reales o con la
malinterpretación de pruebas de la realidad achacadas al fenómeno en
cuestión. Una persona enamorada de otra convierte a ese individuo en una
creencia icónica.

Es en realidad un fenómeno increíble e insuperable que hace que la gente


actué descaradamente en contra de sus intereses o de los suyos, negando sus
instintos más elementales.
Es un fenómeno que tiene luz propia, que hace que otros sistemas o
individuos giren en torno a él parecido a la gravedad que un planeta más
grande tiene sobre otros pequeños a pesar de que estos tienen sus propias
características movimientos y gravedad.

Dentro de las creencias icónicas con mayor influencia se encuentran las


creencias políticas y religiosas e ideológicas en todo sentido. Incluso la ciencia
misma cuando se convierte en una ideología puede convertirse en una
creencia icónica.

Todo fenómeno a nuestro alrededor tiene cierta carga, cierta irrealidad y


distracción, cierta “gravedad” que nos esclaviza y decidir acercarse a este
fenómeno supone un hecho de libertad en realidad no lo es, puesto que girar
alrededor de un hecho de esta índole nos desvía de nuestra libertad.

¿Cómo podríamos clasificar cualquier fenómeno como creencia icónica?


Cuando este fenómeno se convierte en un sistema de creencias a través del
cual percibir la realidad.
Suele explicar los fenómenos a partir de la teoría que sustenta su falsa
creencia, defiende su punto de vista y aunque en ocasiones es tolerante con
las ideas de otros respecto a la explicación de la realidad, generalmente tiene
un argumento -al menos en su interior- lo suficientemente tajante como para
desvirtuar lo que el otro dice no importando las pruebas fehacientes que se
tengan.
Suele valorar más su explicación así tenga que darle un vuelco a su propia
teoría y es casi seguro que al leer esto esté pensando en su tristemente errada
creencia icónica en este momento.

3.0 Qué hacer

La búsqueda y ejercicio de la libertad nos enfrenta con el dilema de


reflexionar sobre el hecho y si reconocemos la necesidad de libertad, podemos
intentarla lo más plenamente posible, lo mejor sería que existiera una
metodología para la búsqueda de libertad, aquellos pasos que nos indiquen
que hacer antes de tomar una decisión.

Luego de entender más o menos como funciona el sistema es importante


hacer un análisis de nuestra realidad para percibir donde se encuentran estas
creencias icónicas que nos llevan tomar decisiones en contra de nuestra
libertad.
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Para llegar a este punto no es posible describir una metodología detallada,


pero si al menos unos ejercicios sin los cuales es difícil alcanzar ese nivel de
consciencia.

Acabando con nuestras creencias


DUDA +
Un ejercicio importante del que debemos partir es CURIOSIDAD =
dedicar un tiempo a pensar y realizar los siguientes
ejercicios: LIBERTAD

• Enlistar aquellas personas que nos influyen y han influido a lo largo de


nuestra vida
• Hacer una lista de aquellos pensamientos e ideas que consideramos
no cambian o es imposible cambiar

¿Ya lo hizo?, en esa lista se encuentran la mayoría de sus detentores de


libertad. Seguramente se encontrarán sus padres si es que fue criado por ellos.
Si es así una de las tareas recomendadas es empezar a desaprender lo
impuesto por su crianza, es reflexionando sobre las tradiciones y costumbres
heredadas, la validez de las mismas y de su origen, así como la importancia de
su propósito en la actualidad.

Este tipo de ejercicios nos llevará poco a poco a ejercitar el musculo de la


reflexión que, una vez suficientemente fuerte, nos va a llevar a ampliar nuestro
campo de crítica.

Este sencillo ejercicio es un ejemplo de que la primera característica que


deberíamos observar para avanzar a nuestra libertad es la duda.

La duda

Es deber de todo hombre que desea ser libre poner en duda todo cuanto
este dicho y dado aun la misma afirmación soy libre, debe ponerse en duda
puesto que la misma es un concepto inacabable.
Para esto es necesario acabar con todo aquello que consideramos dado y
con las ideas, tradiciones y costumbre que se nos han heredado a través de la
humanidad.
Habrá que hacer una lista de todas aquellas ideas que ya están dadas y por
las que solo hay que creer y no reflexionar en su existencia, aun y sobre todo
las que la mayoría acepta.

Se dice que la libertad es un proceso dialectico, porque es un proceso


inacabado y en constante cambio, la libertad implica que descubrimos que
nuestras acciones y pensamientos respecto a lo que consideramos libertad,
está en evolución todo el tiempo. Que no nadie puede ser completamente libre
y que si la libertad se ve engañada por los sentidos y nuestro cerebro, para
alcanzar un mayor grado de libertad, deberíamos dudar de ellos y hacer un
esfuerzo por poner en duda lo que nos dicen o ejemplifican con sus conductas.

La curiosidad
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Nacimos genéticamente programados para husmear, para indagar,


curiosear, pero en la medida que crecemos y consideramos que lo que hay que
ver ya se vio y podemos andar rondando por ahí con la seguridad de que, en
términos generales, nada nuevo va a suceder, esa capacidad va
desapareciendo o cambiando.
Si las personas podemos conservar esa esencia que nos hace querer seguir
investigando llegaríamos a un grado de conocimientos de realidad que nos
permita tener una mejor perspectiva de lo que sucede, esto ocurre con las
personas que se especializan en un tema y de hecho las personas que se
especializan en uno pueden o podrían vivir de ello, tal es el caso de los
licenciados, es decir, a mayor grado de curiosidad sobre un punto más
beneficios podemos obtener de ellos.
La cuestión aquí es qué tanto podríamos darnos a la tarea de profundizar un
tema y no perder la curiosidad por lo que nos rodea, que no dejemos pues,
dado por sentado lo que nos rodea.

Luego de un rato ejercitando el musculo de la curiosidad, podemos avanzar


a sistematizar y ser selectivos en la búsqueda de nuestra información porque
en el fondo lo que se pretende con la curiosidad es la obtención de información
que nos permita ser libres.

Doblando el sistema

Lo contrario a la libertad es el desamparo aprendido, un proceso por el cual


un ser vivo susceptible al condicionamiento (como nosotros), aprende que no
puede hacer nada para cambiar la situación y aunque la condición de cambio o
libertad se presente esta no es tomada pues se ha aprendido que no es posible
cambiar.

Una vez que conozcamos como funciona en parte el sistema


invariablemente encontraremos huecos o resquicios donde podremos
aumentar nuestra libertad, es imposible encontrar un sistema de opresión
perfecto, sin fugas, que no permita el reciclaje de las personas con un sistema
mayor de influencia.

Tomando una decisión

Sabemos que es imposible no tomar una decisión, pero que para tomarla
debemos tener la mayor cantidad de recursos para que esta sea lo más
cercana posible a la libertad.
Como primer paso deberíamos considerar si la misma decisión en mi es o no
producto de la opresión del sistema, es decir, una ilusión de la libertad, que
nos hace pensar que decidimos libremente pero en realidad solo estamos
funcionando al vaivén que nos lleva el sistema mismo.
Una vez reflexionado y superado este punto podemos establecer una
estrategia para tomar una decisión. Para ello, es recomendable tener un dejo
de incertidumbre todo el tiempo y sobre todo para que podamos emprender la
labor de profundizar en el conocimiento del tema y una vez informado, decidir
entonces que hacer.
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Solidaridad libertaria

Bajo este esquema podemos decir que es inevitable ser detentores de la


libertad de los demás. Del mismo modo parece paradójico como búsqueda de
la libertad y una opción real de encuentro con la realidad y la búsqueda de la
libertad sea el ambiente mismo, es decir, se trata de crear acuerdos o alianzas
con aquellos individuos con características similares de detentores.
Estas características similares de detentores pueden o no ser reales (pueden
ser creadas, circunstanciales o una simple ilusión), lo importantes es que
ambos individuos o grupos de personas encuentren coincidencias y busquen la
libertad en un sentido.

De ahí se generan los grupos sociales y la


lucha entre estos grupos sociales y no como se
piensa que los grupos sociales únicamente crean
la evolución histórica.

Más de un individuo puede encontrar


coincidencias en su búsqueda y luchar
juntos con otro contra las fuerzas en
oposición de a la libertad para de este
modo facilitar el acceso a la libertad.

Entonces, la creación de estos grupos


necesariamente en la búsqueda de su libertad
merman la de otros individuos o grupos, por lo
que podemos entender que el sistema social está
dividido o conformado por esferas de diferente
tamaño como una pelota de unicel está conformada por pequeñas bolitas
comprimidas entre sí.

Constituyendo una red que tiene diferente peso especifico de influencia


diferente sobre nosotros y nosotros sobre este sistema. Así, la distancia de
nuestro entorno es un factor decisivo en ello. La distancia no se mide en
kilómetros si no en el alcance o influencia de este individuo o grupo social.
La persona puede estar en un país lejano o a un costado de nosotros, lo que
realmente mide su peso es la capacidad de este organismo para hacernos
cambiar nuestras decisiones o impedirnos actuar conforme a ella.
El nivel de consciencia para usar las herramientas detentoras y el nivel de
especialización para la utilización de estas herramientas son una buena pista
para saber su nivel de influencia, pues el rango de influjo está relacionado con
esta variable.

Para visualizarlo, pensemos en un “sistema solar” social conformado por


estas pelotitas de unicel y que cada una de ellas tiene gravedad propia
dependiente de su tamaño y profundidad de convicción ideológica que
sustenta a cada sistema o sistemitas desplegados a partir de uno mayor, de
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esta forma se conformarían “constelaciones sociales” capaces de influirse


mutuamente y entre otros sistemas solares sociales.
Cabe destacar también que no todos los sistemas sociales se encuentran
arraigados a un planeta ideológico, es decir, no necesariamente tienen que
girar a su alrededor, si no que pueden girar con gravedad propia y existir
influenciados por otros sistemas sociales.

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