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La Realidad de un sueo

Una maana de mayo, cuando muchos rboles se llenan de flores y el sol resplandece en el alba,
un nio llamado Chefi, despierta y se da cuenta que no est con sus padres, ni con su familia -
Dnde est pap y mam?- se pregunt. Se senta tan solo y fue entonces cuando se decidi a
caminar por aquel hermoso lugar y descubrir todo a su paso, todo lo que ve es ajeno a su vista,
pero agradable. Extraado se pregunta -Por qu estoy aqu?- y al instante una voz de tono dulce
embarg su corazn y le dijo:
- Chefi, Quieres saber qu anhela realmente tu corazn?
Sorprendido se pregunta - Por qu estoy aqu? No se quin me habla! Mustrate! Dnde estoy?
Sigue caminando y al rato se encuentra con el mar, deseoso de sentir el fresco aire del mar y ver su
color verde y azul, abre sus brazos, respira profundo, sopla la brisa suave en su piel, detenidamente
observa las aguas; agua de siempre, agua con vida, aguas extendidas, aguas dormidas.
El nio Chefi sigue sin entender y una vez ms la voz le dice:
- Ahora no es necesario que entiendas nada, sino que comprendas que debes de crecer y seguir
adelante, caminando sin mirar atrs
Siendo obediente a la voz, se desplaza por toda la orilla del mar, las olas baan sus pies una y otra
vez, de pronto comienza a correr largo tramo de la playa, se detiene y se da cuenta que se
encuentra en el mismo lugar donde dorma, de pronto despierta y comprende que estaba
profundamente dormido y todo era un gran sueo.
Chefi se haba quedado acostado en un parquecito de la escuela. Camino a su casa, las
flores que se desprenden de los rboles le caen a cada paso que da como si fuera nieve del cielo,
flores hermosas, rosadas y blancas.
Muy contento con el sueo que haba tenido exclama:
Voy para mi casa que est en mi pueblo, que esta en mi tiempo!
Voy para mi casa que ya he aprendido a mirar el cielo!
Juan Hasty Gonzlez
Cuba

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