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La noche.

En la oscura densidad de su mirada


Se reunan todos los versos que he escrito.
La belleza indiscutible de las horas q se iban
Y dejaban caer los frutos del rbol del misterio.
Yo con mi simple inocencia.
No consigo subir al rbol de la locura.
Yo no pido no tengo con que.
!i lengua fue digerida hace tiempo por mi hambre.
"hora las horas que arden.
#acen ver a las pesadillas.
$omo juegos de ni%os.
$omo viejos das en el campo.
&engo la sensaci'n de que la noche se apro(ima.
$on el espritu de hambre ) caza del perfecto predador nocturno.
&engo la sensaci'n de que esos ojos no paran ni por un segundo.
"h estn observando en la *no luz+ el poco brillo que aun vive en las cosas
que respiran.
Entonces saltan sobre la presa ) desgarran la carne
"bsorben la sangre se desvisten en ella.
"limentan de nueva vctima el hambre animal.
Y se retuercen en ,(tasis ritual con el goce del misterio.
$on el "manecer llegan las dudas.
Y mi mirada e(tasiada no sabe qu, hacer.
-#abr, sido un viejo un hombre o un ni%o esta vez.
Y recuerdo tu boca ) la ceremonia animal.
Y recuerdo con miedo porque no s, que ha) detrs.
Y recuerdo el tiempo su rabia ) la pared del dolor.
Y recuerdo el alma que a)er fue capaz de vivir.
Y recuerdo la meloda que el silencio escribi' para m.
Y te recuerdo desnuda ) )a no s, si llorar o rer.
!ar/ec.

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