La primera regla para lidiar con los acosadores es

PERMANECER TRANQULO. Aquí te sugerimos

cómo puedes hacerlo cuando te acosen.

• Hazte el valiente. Cuando le tienes miedo a otra

persona, no te sientes precisamente muy valiente.
Pero a veces, simplemente el hecho de hacerse el
valiente es suficiente para parar a un acosador. Si
caminas como si no estuvieras asustado, con la
cabeza alta, es probable que un acosador no te de
problemas.

• Ignora al acosador. Ignorar las amenazas de un acosador y seguir

caminando sin hacerle caso suele quitarle la diversión que le produce el
miedo de la víctima. Los acosadores esperan una gran reacción a sus
tomaduras de pelo y bravatas. Si finges que no te enteraras o no te
importa, no demostrarás al reacción que él espera, y esto probablemente
hará que te de deje en paz.

• Defiéndete. Puedes hacerlo con palabras diciéndole al acosador que pare y

luego alejarte. También puedes defender a otro compañero acosado
diciéndole que deje de mofarse o de asustarle, y luego alejarte con el
compañero acosado.

• Sé un acompañante. Este método consiste en acompañar a un alumno

acosado siempre que haya una posible situación de acoso: en el camino de
casa al ies o del ies a casa, en el recreo, ….

• No respondas con otro acoso. No pegues, des patadas o empujes o

insultes a quien te acosa ni tus amigos tampoco. el acosador espera que le
respondas de igual modo. Además, es peligroso porque alguien puede
resultar herido. Es mejor quedarse con otros, estar a salvo y buscar la
ayuda de un adulto.

• Respóndele. No es fácil saber qué decir para dejar al acosador cortado.

Aquí tienes algunas sugerencias, aunque lo más importante es que mantengas
una actitud fría e impasible mientras le respondes mirándole a los ojos, y
que utilices este método sólo cuando estés seguro de que no hay amenaza
de agresión o de actos violentos. Si puede haber violencia, ve a Jefatura y
ponlo en conocimiento del J.Estudios o Director. Recuerda también que
estas respuestas no suelen echar para atrás al acosador. Será la frialdad de
tu actitud lo que le quite las ganas de acosarte.