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Pelusa 79

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muy lejos. Y har unas
hendiduras mas abajo
de tus sienes para que
de la misma forma pue-
das or hasta el mnimo
batir de alas. Y tambin
un gran corazn para
que el trabajo te haga
feliz.
Y sacando de sus bolsi-
llos unos vidrios verdes
y brillantes los coloc
en su cara. Despus le
hundi los dedos en las
sienes, y con gran cui-
dado form un enorme
corazn con la paja que
le haba quedado y se lo
puso en el pecho.
Adems dicindole que era
conveniente estar completo le
peg una rama muy larga, fla-
ca y retorcida de nariz y le di-
buj unos labios rectos para
no dejar atisbo de amabilidad.
Con los ojos que el campesino
le haba dado, el espantapja-
ros lo vio alejarse con los res-
tos de madera sobre sus hom-
bros hasta desaparecer ms
all de los cercados.
muy lejos. Y har unas
hendiduras mas abajo
de tus sienes para que
de la misma forma pue-
das or hasta el mnimo
batir de alas. Y tambin
un gran corazn para
que el trabajo te haga
feliz.
Y sacando de sus bolsi-
llos unos vidrios verdes
y brillantes los coloc
en su cara. Despus le
hundi los dedos en las
sienes, y con gran cui-
dado form un enorme
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