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Si el prjimo es aqu el congnere, el de mi comunidad, del mismo pueblo, de la misma

nacin ('amith), entonces lo que le podernos oponer (cosa que no hace el Levtico, sino el
Evangelio) no es el no-prjimo como enemigo privado sino el no-prjimo como extranjero,
el miembro de otra nacin o de otra comunidad, de otro pueblo; y esto ira en contra de la
interpretacin de Schrnitt : la frontera entre inimicus y hostis sera ms permeable de lo que
a l le gustara creer. Se trata aqu de la posibilidad conceptual y prctica de fundar lo
poltico o de tener un concepto riguroso de la especificidad poltica mediante alguna
disociacin: no slo entre lo pblico y lo privado sino entre la existencia pblica y la pasin
o el afecto comunitario que vincula a cada uno con los otros, como miembros de la misma
familia, de la misma comunidad tnica, nacional, lingstica, etc. (Derrida, 2000, pg. 103)

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