Está en la página 1de 1

TESTAMENTO DE LOS VIEJITOS PARRANDEROS

En este malogrado da
el ao se ha portado como una sanda,
nosotros los viejitos parranderos
les dejamos una herencia a estas viejas
que estn muy cabreras
por nuestras vidas de aventureros.

Nombramos de secretaria
a nuestra querida Mal
quien con su dulce voz
contagiar a todos de alegra.

A mi Martha querida
le dejo una casa con clavos en el techo
para que al vecino se le clave en el pecho.

A Katita, la mueca, le dejo una escobita
para que lo disfrute con la otra brujita
que queda con 50 hijos a quien no los puedo mantener.

A Claudia, mi Garca Moreno, la dura de mi vida
le dejo un trapiche
para que elabore mucho aguardiente
y me lo lleve a mi tumba que retumba
por una guanchaca que cura a mi boca ardiente.

A Gloria, la pechichera,
le dejo una vaca lechera
para que tome leche todos los das
y baje un poco ms esa gordura.

Bueno, esos es todo,
para estas viejas gordas
y muy gordas porque estn llenas de aire.

Ahora ya podemos descansar en paz.

También podría gustarte