Está en la página 1de 1

QUERIDO PROFE

Las dificultades que Usted siente por aceptarme a m, como soy ahora, nacen de que Usted ya es
adulto y yo apenas soy un joven que camina hacia la madurez.
No pretenda hacerme a su imagen y semejanza, Yo procuro, en las medidas de mis fuerzas,
comprenderlo a Usted como es. Usted ya es distinto. Pero recuerde que un da tambin fue
adolescente.
Comprenda, Profe, que vivo una fuerte transicin. He dejado atrs mi cuerpo de nio. Me
relaciono de otra manera con mis padres y profesores. Ya ellos dejaron de ser para m figuras
ideales. He descubierto que son como yo, seres humanos con cualidades y defectos. Encontr
nuevos smbolos que motivan mi vida interior y exteriormente. No dependo tanto de mi hogar.
Otros orientan mi camino. Le ruego a Usted, profesor, y tambin a mis padres que no se angustien
por m. Que me miren con ojos positivos. Que no hablen de m a solas. Me gusta compartir
francamente cuando mis interlocutores no guardan agendas ocultas.
Si deseo cultivarme intelectualmente, ello me ayuda a crecer. Comprndame. Si me encierro en un
mutismo solitario, no me rechacen.
Saben que mi adolescencia aporta conflictos, pero es un tiempo hermoso y fecundo. No me gusta
una autoridad rgida e impuesta. La acepto cuando me dan razones, porque ya s pensar y
comparar. No me gusta una religin abstracta y prefabricada. Me atrae una religin de la tierra,
donde la amistad con Dios sea la base y la fuerza central de todo lo religioso.
Quiero ser yo. Usted bien lo sabe. Aydeme serlo por mtodos positivos y amables. En este
tiempo muchos peligros acechan mi camino. Podr obviarlos si puedo contar con Usted, en las
buenas y en las malas. Si Usted est siempre disponible. Y de paso; gracias por todo lo que est
haciendo por m.
Su alumno.

También podría gustarte