y exprimir a la sombra la bonanza, ese tren insaciable de la vida me arrollara de pronto la esperanza; si a fuerza de tragar lluvias salinas se secaran los surcos de mi alma, y de tanto acuar mi sangre en tinta quedase en blanco, al fin, mi mejor pgina; si las manos del tiempo, compasivas, me bendicen cortndome las alas, y de tanto dar voces entre ruinas se me queda sin voces la garganta; si los mpetus de un destino adverso superaran un da mi constancia, y este estlido afn de pluma y verso me dejase de pronto sin palabras; entonces, cunta paz sobrevendra, balsmico elixir sobre mis llagas, sin la trampa sutil de la alegra ni el oscuro consuelo de las lgrimas. No pensar en la sombra en el verano y olvidarme del sol en la nevada; dormir; velar durmiendo y no soando, que no hay sueo que brille tras el alba. Cirnete sobre m, piadosa inercia, naufrgame en tu estril apata; destryeme la fe, mata mi espera, quema todos mis sueos en tu hoguera: velar mientras viva mis cenizas. Mariela Riva