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espectador
JAVIER CUARTAS - Oviedo - 29/11/2002
El realizador iraní Abbas Kiarostami, uno de los tres cineastas homenajeados por el
Festival Internacional de Cine de Gijón, cuya 40 edición se clausura esta tarde, defendió
en la ciudad asturiana una concepción del cine próximo a la poesía y planteado "como
un sistema abierto, susceptible de interpretaciones diversas", en la que los espectadores
deban adoptar una actitud "creativa" y no "perezosa".
Kiarostami (Teherán, 1940) -del que el certamen gijonés ha ofrecido un ciclo específico
sobre su filmografía, una exposición de sus creaciones fotográficas y la presentación del
libro Abbas Kiarostami, de Alberto Elena (Editorial Cátedra)-, aseguró en la ciudad
asturiana que, aunque respeta y acepta al público que acude al cine "a entretenerse, a
reír y a llorar", su opción como creador es suscitar la participación del espectador, a
quien reclama "un poco de creatividad en su mirada".
"Mi cine"añadió el cineasta, "no es para espectadores perezosos. Dejo huecos que el
público debe rellenar". Lo que no significa, precisó, que sus filmes estén carentes de
contenido. Simplemente prefiere que el público saque sus propias conclusiones
personales y que los espectadores no se vean inducidos a una única interpretación
posible. El cineasta, que ha sido esta semana la figura estelar del festival gijonés, se
confesó amante de la poesía y desde esa premisa estableció el paralelismo con su
personal concepto de lo que ha de ser la obra cinematográfica: "Siempre encuentras algo
nuevo cuando vuelve sobre un mismo poema", y en el mismo sentido de obra abierta,
propugnó "un grado de abstracción" para el cine "que permita suscitar las
interpretaciones".