Está en la página 1de 5

Contenido

EL portador de la luz 13
Seas de identidad 19
Sor Francisca Josefa de la Concepcin 25
Las guerras de la luz divina 69
Eplogo 123


















Todo pueblo primitivo tiene el mismo comienzo: lo vemos por
los viajes. El hombre caza y combate. La mujer se ingenia,
imagina: engendra sueos y dioses. Cierto da es vidente:
tiene las alas infinitas del deseo y de ensueo. Para contar
mejor el tiempo, observa el cielo. Pero la tierra no sta por
ello menos en su corazn. Con los ojos bajos sobre las
flores enamoradas, ella misma joven y flor, la mujer traba
con las flores un conocimiento personal. Es mujer y les pide
que curen a los que ella ama. Sencillo y conmovedor
principio de las religiones y las ciencias! Ms adelante todo
se dividir, se ver empezar al hombre especial, juglar,
astrlogo o profeta, nigromante, sacerdote, mdico. Pero, al
principio, la mujer es todo.
Historia del satanismo y la brujera
Jules Michelet








El po
El portador de la luz

He aqu dos crnicas verdicas sobre el ngel cado. Contadas
con mi propia voz, pretenden ser un esclarecimiento justo para
remediar las calumnias que acompaan mi nombre y mis
acciones. La historia da a entender que las razones de mi
desgracia se entrelazan con el arribo del olvido y la muerte al
mundo, pero a diferencia de lo dicho por las consejas y los mitos
acerca de mi origen y mis causas, el problema de la cada no se
origin en el tiempo de los ngeles o en la era de los eones, sino
en el pasado reciente del comienzo de las ciudades cuando los
hombres dejaron de escucharse a s mismos y de reconocer que
los impulsos del alma obedecen al ritmo csmico antes que al
deseo de su entidad individual. Pero no quiere decir que yo
desprecie esos rumores porque ah se guarda la memoria que la
gente ya olvid. Ni que desprecie a los profetas del mito que
saben escarbar en los sueos, atender el habla de los pjaros,
olfatear el viento, atisbar el aura de los enemigos y, que sobre
todo, saben indagar por las intenciones y la voluntad de cuanto
existe. A diferencia de los hombres


actuales, que no ven sino lo comn y lo aparente, el profeta

También podría gustarte