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14 DERECHO DE ASILO Y "NO RECHAZO" DEL REFUGIADO vencién, la obstinada denegaciGn de derechos econémicos y laborales a una persona considerada non grata en un pats préspero™ El Tribunal Federal de Apelacién canadiense trata esta cuestién en el caso de Luis Rene Amayo Encina v. Minister of Employment and Immigra- tion, Amayo Encina es mn socialista chileno que tras ef golpe de Estado, es reiteradamente molestado en su trabajo, més tarde despedido y finalmente se le cierra del todo la posibilidad de obtener otro empleo; el Tribunal Federal entiende que Amayo Encina es de un auténtico refugiado dado que: "(..Jover a period of years (he) suffered persecution from various sources at his place of work and, afer his discharge therefore, during his period of unemployment prior to coming to Canada, all as a result of his former political activities and beliefs". La jurisprudencia norteamericana, por su parte, hace tiempo que ha desa- trollado el concepto de persecucién econsmica. Ast, ya en Kovac v. Immigra- tion and Naturalization Service, el Tribunal de Apelaciones de los EE.UU. (Ninth Circuit), mantiene: "...)therefore, a probability of deliberate imposi- tion of substantial economic disadvantage upon an alien for reasons of race, religion or political opinion is sufficient to confer upon the Attorney General the discretion to withhold deportation"®, ¢) La "persecucién individualizada", Debo aclarar otra cuestisn, de suma importancia, relativa a la interpreta- cién jurisprudencial del "temor fundado de persecucién" recogido por 1a Conyencidn de Ginebra, No son pocas las ocasiones en las que se ha querido ver en Ia Convencin de Ginebra la exigencia, para otorgar su amparo, de que el solicitante de asilo sufra —o vaya a sufrir— una "persecucién personali- zada” por raz6n de su raza, religién, nacionalidad, etc., en el pats de origen. Sin embargo, ésta es tuna incorrecta interpretacisn del texto de Ginebra; cuando la persona es perseguida o tiene temores fundados de serlo por las razones convencionalmente recogidas, cs indiferente que lo sea individual- mente 0 en grupo, Ese requisito de “individualizacién” es uno adicional que en ocasiones se suma ilfcitamente a los exigidos por la Convencién: natural mente el solicitante debe temer él individualmente la persecucién, pero eso 58. Vid. GRAHL-MADSeN, A "International Refugee Law Today and Tomorrow". Arch, des Volk. 20, 4 1982, pég. 423. 59. Canadé, Teibunal Federal de Apelacin, Luis Rene Amayo Encina v. Minister of Employ- ‘mont and Immigration, 27 de febrero de 1981. HATHAWAY, IC. The Law of reftgee.. oP. Cristina J. GortAZAR ROTAECHE 15 no significa que dicha persecucién tenga que estar dirigida a 1 personal- mente y que un requisito tal deba ser probado® CRAWFORD y HYNDMAN han Hevado a cabo un interesante andlisis de [a jurisprudencia australiana y neozelandesa de los afios ochenta, en la que los tribunales rechazan, en ocasiones, las peticiones administrativas de “sin- gularizacién” de los temores fandados de persecucién de los solicitantes de asilo® Asf, en Benipal y. Ministers of Foreign Affairs and Immigration and Others (1985), el Tribunal Supremo de Nueva Zelanda, sostiene que el Comité Interdepartamental se equivoca al exigir al solicitante de asilo que pruebe su condicién de lider de un movimiento politico en el Punjab, para poder mostrar con ello st miedo bien fundado de persecuci6n; su condicién de refugiado no depende de la existencia de esa circunstancia individual. Otras veces, los tribunales concluyen que la utilizaciGn de téminos como “temor individualizado" etc., por las autoridades que resuelven, no sig- nifica que la ratio decidendi esté, precisamente, en la ausencia de dicha "pet- secuei6n personalizada’; dichas expresiones tan slo reflejan un factor més a tener en cuenta en Ta resoluciéa final. Asf, en Gunateela v. Minister for Imini- gration and Ethnic Affairs, et Tribunal Federal australiano sostiene: “Clearly enough, a particular applicant for ‘refugee status’ might, in the cir- cumstances of the case in hand, fall within the terms of the definition and have a valid basis for his or her fear of persecution even if not previously ‘sought out" or ‘persecuted as an individual’, We do not read the materials 10 which we were referred as proceeding upon the footing that without that ‘singling out! a claim for refugee status could never succeed". GI. A, para JACKSON, Ia definicin de refugiado de la Convencién de Ginebra inchuye clara- imente Tos casos de refugiados "en grupo, Jos cuales, en ao pocas ocasiones, han dado ugar a reconocimientos de la condicién de refugiado prima face, esto es, sin pasar por un procedimiento individval, Sélo recientemente, determinados Estados, buscando c6mo llevar ‘cabo polticas de rstriccidn al asilo, han interpretado la Conveneicin exigiendo ese requi- sito adleional de “persecacicnindividualizada’, el eval no tiene base alguns en el wexto de Ginebra. JACKSON coneluye que la mayorfa de los llamados "refugiados de la violenci estén claramente contempladas par Ia Convencidn de Ginebra, JACKSON, LC. "The 1951 Convention relating tothe status of refugees..op. cit. pags. 408-13. Bn contra también de diche "singularizaciéa’ en la persecucién, ComMrox, D. "Asylum for persecuted social sroups: a closed door left slightly ajar- Sdnchez Tryjllo v. INS, 801 F. 2d 1571 (Sth Ci, 1986)". Wash. LR. Vol. 62, 1987, (62, Crawronp, I. y Hyman, P tion", URL. Vol 1, nim. 2. 1989, 116 DERECHO DE ASILO Y “NO RECHAZO" DEL REFUGIADO el caso Chan Yee Kin, recordando que: "It is not necessary, however Poco después la High Court australiana se suma a esta interpretacién en p that the conduct complained of should be directed against a person as an individual, She may be persecuted because she is a member of a group which is the subject of systematic harassment™. 4d) Bl fundamento del "temor de persecucién’. Pero, naturalmente, la verdadera dificultad en la interpretacién de Ia defi- icién recogida por la Convencién de Ginebra estriba en la "prueba" de los fundados temores de ser perseguid ten “fundados temores + gouindo debe considerarse que exis- de persecucisn? Desde luego, y como se ha repetido en numerosas ocasiones, la Conven- cién de Ginebra requiere claramente la suma de dos elementos; el elemento subjetivo del miedo, y el glemento objetivo que alude a la necesidad de que dicho temor tenga fundamento. Sin embargo, los Estados Parte en la Conven- ci6n, Ia aplican en ocasiones baséndose casi exclusivamente en la apreci in del denominado clemento objetivo, exigiendo al solicitante de asilo pruebas de su situacién, que a éste, tantas veces, le son imposibles de aportar. La razén que suele esgrimirse, es que una persona puede sentirse real- mente asustada en circunstancias en las que muchas otras no lo estarfan, mientras que Ia prueba de lo "fundado” del temor es siempre definitivi terior a la Refugee Act de 1980—, en el Es relevante el fallo del Tribunal Supremo de los Estados Unidos —pos- sunto 1.N,S, v, Cardoza-Fonseca", precisamente porque Heva a cabo una interpretacién del "temor bien fur- dado" més liberal de la hasta entonces acostumbrada en dicho pais, rebajando las. "elaras ptobabilidades” —que era el criterio de prueba hasta entonces exi gido— a “una posibilidad razonable" Australia, Tabunal S 4 65, 66, "A moderate interpretation of well-founded fear’ standard would indicate that so long as an objective situation is established by the evidence, it need not to be shown that the situation will probably result in persecution, but is enough that persecution is a reasonable possibility”®. promo, Chan Yee Kin» Minister for Immigration and Ethnic Affairs, 12 de septiembre de 1989, ILR, Vol 90, pig, 176, La negrita es mf. Sobre it evolucicn jurisprucencial que supone la Refugee Act de 1980 on los EB.UU ver [AWKER, D. "Discretionary Asylum: A Protection remedy for refugees Under the Refugee ‘Act of 1980", Virg JIL.. Vol 28, 1.1987, pégs. 1-72. Tambign, vespecto de la jurispruden- ia anterior y Jos cambios que conlleva el Refugee Act de 1980, Rarcuirre, E. B."Quali- [ying as a Refugee: A Practical Guide on obtaining Asylum’. GL. Rew. Vol. 21, 457. 19857 46, pags, 457-77, Estados Unidos, Tribunal Supremo, 467 U.S. 407, (1987). Ver su tes ‘and Comments Vol 2, nim. 3. 1990, pags. 460-7, La negeita es mia. hen IRL, Case Cristina J. GortAzar ROTARCHE 117 La Refugee Act de 1980 aporta también otros cambios en la jurispruden- cia norteamericana, Antes del caso Cardoza-Fonseca, el Board of Immigra- seca ¥ INS. Reconciling the standard of proof for grant of asylum and withholding of deportation”. Georg ILI. Vo. Lam. 1, 1985, pags, 81-127; Yates, MLE, “The Well-Foun- ded Fear of Persecution Standad in Asylum Proezetings: The Promise of Solace for ref- foes After INS Cardoca- Fonseca” Loy, ULB. Vl 19, 1987. pags. 217-43; ANTHONY, A INS. ».Cardoza-Fonseca: Establishment of amore liberal asylum standard Arr. ULE, Vol. 37, nin.3, 1988, pigs. 915.946; Move WittrorD, B, "INS. » Cardeza Fonseca: The last word the siandard of proof for asylum prooeedings. North Cat JTL. CR, Vol. 13, nim, 1, 1988, pigs 171-84; SILVER, RR. "Wil INS. v Cardoza-Fonseea affect the Ninh Cireuic Cour of Appeas review of asylum and withholding of deportation cases. Loy LA. ICL, Wot. 10, nim. 1 1988, pags. 197-240,, Van Pusan, T. V. "Standard of proof tiner INS»: Cartca-Fonsat separate text for wihholdings of deportation and grants of fsylum’. Avie. ICL, 1988, pigs. 259-71; ANKER D. and BLUM, GP. "New Trends in ‘Asylum Jurgprodence; The ARermath ofthe US Supreme Court Becision in [NS . Car- doza-Fonsece™ URL. Voll, mt 1989, pigs. 67-82; KANE TRACY. A. "Aliens-Stan- Gard for asylum INS. Carioza-Fonzeca”, Sul TL. Vol 12, im. 2, 1989, pags. 431-44 Can anteiridad al caso Caroza-Fonseca, en el aunto Stevie, el Tibunal Supremo nere- mericano, fiend a tess cia seg a coal para evar Ia Jeportacidn, de acuerdo con lartculo 243(h) dela Nationality Act de 1982, yu esac dela rueva Refugee Act de 1980, fs precisa aportarrazones sabre “ona clara probabiliad de persecueiGn" frente al “tear bien fandado" que ya en eve eaio pretnde aplicar el Tabunal de Apelaciones de fos EE-UU, correspondiente (Second Cire), Bfecivamente,éte eniende que la mencionada seccin 243) de la Natlonaity Act de 1982, ya no exige la prueba de wna “clara probab- iad de perseccion” sino tan slo "un mor fundado de prsecuci6n, como se recoge en la definiidn de refugindo del Protocalo Adicional sobre el Esatuo de los Refugiados de 1967, al que los Estados Unidos ce habian adhoido, Para ese Telbunal, la Refugee Ac de 1980 cambia el “erie de pra” hasta enfoneesexgido en el Derecho norteameriano para evitar una deportacign, Pero el Tribunal Supreno, niga esa esis. Vid, Estados Uni Toc Tribunal Supreino, nmigration ond Naturalization Service . Stevie, 5 de junio de 1984, TLR. Vol 87, pgs, 461-77, Vid. SexTON, RC. "Political refugees, non-refoulement and State practice; a comparative study”. Vander. PTL. Vol. 18, mim 1, 1985, pigs. 781-3, Weman S.C. UNS. ve Steve: A catca assesment. HRQ., nim. 7, 1985, pigs. 391 42, Acerca de la comparacidn entre los autos Stevc y Cardova-Fonseca, ver LEE SP The refugec’s burden of proof for asylum: why two standards are beter than one". Flor, IL, Vol fy, 1986, pags. 22748. To. RUALN, F,"Preface” Dror dail, Brose, 198, pgs. XX En Bolanes- Herndndez, caso también anterior al Cardege-Fonseca— el Tribunal de ‘Apelaciones de los E&.UU, entende que probads la lara probabilidad de persecucion” a Iosefectos de a cceién 243(h) dela inmigration Ac, queda, a fortiori probado "el exer bien fundado de persecucion” ls efectos de determina su ail seg la scion 208 Estados Unidos, Tribunal de Apelaciones de los EE UU (Vinth Creu), Bolanos Hernd dey migration and Nanwalfation Service, Wi de junio 1988.1LR VoL. 87, pigs. 481-3, Enc emo Cardoca-Fonseea el Tribunal Supremo dels Estados Unidos core la dite- renciaente La “lara probabilidad de pereeuciGn”ocrteio de prueba alos efectos de evi- tar un deporicion de acuerdo con Ta seccién243(h) de ls migration Ac, y el “temor fundado de persecuciGn" que debe aplicaree a Tas solicitudes de aslo seg la seein 208(@) dela misma, El caso CardosiePonseea hace, camo vemos, una important dstin- ‘idm ence los motivos para ser beneficiario del ailoo pra poder evitar una depor.cién en Novteaneric, Vid, EW, $4 Cv 1. "Polite Asin ad welling of depor- tion: defining the appropriate standard of prof under the Reefugee Act of 1980", San Dic tion: defining the appropriate standard of proof under the Reefugee Act of 1980". San Dic, 120 DERECHO DE ASILO Y "NO RECHAZ0" DEL REFUGIADO gicas concurrentes, sin que quepa establecer criterios de general aplica- cién(..)””. ir en que, en general —pues se dan ciertas ‘excepciones” y matices—, las jurisprudencias de fos diferentes Estados suc- len sobrevalorar el elemento “objetivo” y basan sus decisiones sobre el reco- nocimiento de la condicién de refugiado, casi exclusivamente, en lo bien fundado 0 no del "temor de persecucién* ¢) Laalternativa de "huida interna’. Es también interesante analizar otra cuestién, discutida por la doctrina y jurisprudencia, y relativa a la interpretacién det "temor fundado de persec- cién". Se trata de saber, si dicho temor, debe referirse a la totalidad del terri- torio del Estado, o s6lo a una parte de él. Bn ocasiones se ha entendido que quien tiene "temores fundados de persecucién” en una parte de su tertitorio debe, en primer Ingar, buscar proteccidn en esa otra parte del territorio de su Estado en la cual no teme persecucién (domestic flight alternative). La jurisprudencia moderna ha utilizado esta posibilidad para denegar las condicién de refugiado; no obstante, las citcunstancias politica, el tamafio del territorio del Estado y por ello de 1a zona considerada segura, han sido factores tenidos en cuenta hasta el punto de decidir, en ocasiones, en contra de Ia alternativa de huida interna. Asf, en Xv, Stat der Nederlanden (25 de mayo de 1989) el Tribunal de Apelacién de Amsterdam entiende que la situacién politica y geogrifica de Sti Lanka, hace imposible que alguien con un temor fundado de persecucisn, tenga la alternativa de huida interna dentro de dicho pais” Entre la doctrina, se ha considerado poco razonable exigir a las personas, con un temor fundado de persecucién, trasladarse a otra zona dentro del terri- torio de su Estado, especialmente en fos casos en los que, dentro del mencio- nado Estado, existen diferentes culturas, religiones y lenguas que crean una atmésfera de tensidn y dificultan el asentamiento”. 73, TS. 28 de septiembre de 1988 (Conl.-Adm. Sala S*), RAJ, 6945, La negtita es mia. 4. Bn Doe » INS.,€} Tribunal de Apelaciones de los BE.UU. apliea wn test subjetivo y man- lione que el mero testimonio del Solictante de aslo, advciendo temor de persecucion reli= sgosa siregresa 4 China, es suficients para ser considerado refugiado susceptible de recibir asilo en los ER.UU. (HAVES, C. "Immigration Law. Standard for Asylum- Well-founded fear of persecution established solely by subjetive proof, Doe v, INS, 867 F.2d 285 (6th Cit. 1989)" Suff. TLI., Vo. b4spégs. 314-28), Pee eee eee Cristina J. GorrAzar ROTAECHE 121 f) Eltemor de persecucién en los “insurgentes" Por otra parte, el temor fundado de persecucidn no comprende, en princi- pio, a quienes huyen del proceso 0 castigo que se sigue contra ellos, en st pais de origen, por haberse alzado contra los poderes legalmente constitui- dios, atentando asf contra la soberanfa estatal Sin embargo, la jurisprudencia norteamericana, por ejemplo, hace exclu- sin de esta regla, para los casos en los que la actuacién rebelde se desarrotla en un Estado que imposibilita el acceso a cambios politicos y sociales, a tra- vés de procedimientos democraticos. Asi, en el asunto Izatula, el Board of Immigration Appeals (BIA) entiende que en Afganistén no existen mecanis- mos constitucionales para lograr ningiin tipo de cambio gubernamental por via pacifica, en esas circunstancias, la asistencia o ayuda a los mujaidines debe contemplarse como una actuacién susceptible de dar lugar a la con cin de refugiado”, 3) La “actitud" del Estado de la nacionalidad o residencia del refu- giado. En lo referente a la situacién de desvalimiento en la que se encuentra el solicitante de asilo respecto del Estado de su nacionalidad, ha de quedar claro aque para que la Convencién se aplique, no es preciso que el Estado sea quien persiga” al refugiado por los motivos en ella descritos, sino que basta con que no proteja al mismo de persecuciones provenientes de otros grupos”. ‘a prevenir movimientos de refugiados y, en conereto el cuestionado “derecho a permane- fet en un Bsiado"; sobre todo cuando se enfoca dicho "derecho" poniendo el acento en evi- tar los flujas humanos, mis que en acabar con las causas de dichos mavimientos en surat. Gooowin-GiLt GS, "The Right to Leave, the Right to Return and the Question of a Right to Remain’, GowLLano-Drtnas, V. (Ed,} The Problem Refugees in the Light of Contem: porary International Law Tesues. La Haya, 1996, pg 103, 177 Tnterien Decision 3127 (BIA 1990), 8. URL. Vol, nm. 2 1983, pig. 155. 178, En Espafa el Consejo de Bsiado ha claborado su doctina en materia de aslo al evacuat

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