en manos de aquellos que ahora cargan el estandarte de la
noche, aquellos cuyas almas no han llegado a rozar si quiera el esplendor de los fros caminos de la eternidad, sois como nios jugando con navajas, acabaris por asesinaros como dagos embrutecidos. Miraos al espejo, no sois ms que farsantes. !un lejanos quedan los ecos de aquello que alguna vez encerr" toda la opulencia de los seres de la noche, seres dignos y altaneros, no cros caprichosos que se dejan llevar por cualquier buf"n vestido con jirones negros que dice saber los secretos de la noche. #s tan lastimoso ver desvanecerse a nuestra raza, sin embargo, todo cambia con las eras. $ue la noche destruya a todos aquellos impostores y surga de nuevo la raza oscura. SEIFER