Hubo alguien que en la vereda se sent. No tena ms recurso que hacerse a un
lado por la multitud que iba y vena con acelerado paso, ah se dio cuenta que nunca haba nadado contra la corriente, describi su situacin como un estado de desdn voluntario hacia la humanidad, se sinti libre, libre se sinti, se sent libre. Sentado, pensaba en las posibilidades del vivir, Sentado viva esas posibilidades, las posibilidades de permanecer sentado eran atrayentes, as se dio cuenta que todo permaneca igual que el poda ser dos o tres o la raz cuadrada, siempre inmanente, imponente inmaterial inconclusamente completo. Se acord que hubo un ilsoo que describi el mundo sin salir de su pueblo natal, le pareci que senta un aprecio natural hacia l, al inal de cuentas estaba en su naturaleza el apreciar, lo nombr su mentor, su acompa!ante de via"e en los recovecos del permanecer sentado, sentado permanentemente, as por lo pronto senta como su obra se iba acumulando en orma de libros a la vereda del camino. Se sumergi en la esencia de las cosas, pasando prudentemente las horas, administrando sus energas para cuando decidiese marchar en busca de nuevos derroteros, la gente iba y vena, alzaba uno que otro libro de la vereda, a la derecha del hombre sentado, y lo botaba segundos despus, ah el hombre consider que deba moverse para asegurarse de que su obra sea comprendida por las nuevas generaciones. #na noche, haciendo una e$cepcin en su versado l$ico lanz un potente %Son huevadas carajo, es hora de que estos pelotudos se den cuenta de la verdadera importancia del permanecer sentado! &cto seguido quiso coger la botella de trago que a'n tena uno o dos drin(s, con la irme intencin de tomar valor para moverse, caminar, partir, "oder. &h y solo ah se dio cuenta que era un )usto graiteado de una plazuela donde las pare"itas de adolescentes *y los no tanto+ aprovechan la oscuridad para manosearse a su gusto.