El contagio de la corrupción que paso a paso, a invadido todos los estratos y

todos los organismos del gobierno mejicano, hasta convertirse en una parte
integrante de la cultura de este país.

La corrupción latente afecta no solamente la administración de justicia sino

también otros sectores importantes de actividad tales la construcción las obras
publicas, la educación ..etcétera

Es claro que esta situación dramática, se ha convertido en un problema nacional

donde se han visto por ejemplo funcionarios pedir dinero para cumplir con su
responsabilidad. Lo que pone en evidencia que el sistema de justicia en Méjico,
es frágil porque no se tienen leyes consistentes dentro de este mismo sistema.

Unido a todo esto tanto el poder legislativo como el poder ejecutivo no han
tenido el deseo y el compromiso de crear buenas leyes donde los funcionarios
públicos ejecuten adecuadamente la ley.

Los bajos salarios de ciertos representantes y funcionarios públicos, como el

déficit que en materia educativa se tiene en el país, son un factor importante
que permite el avance de la corrupción, pues “la tentación puede ser muy
grande”.

A primera vista hay una conclusión que se impone y es la reforma estructural en

el sector de educación que permitiría ya un bosquejo de restructuración del
orden de la justicia, y de la manera de impartirla.