siempre triunfa el amor por trgico que ste sea. oa Carmen era cortejada por un joven galn, don !uis. "l ser descubierta por su padre, sobrevinieron el encierro, la amena#a de enviarla a un convento, y lo peor de todo, casarla en $spaa con un viejo y rico noble, con lo que, adems, acrecentar%a el padre su mermada hacienda. !a bella y sumisa criatura y su dama de compa%a, doa &r%gida, lloraron e imploraron juntas, pero de nada sirvi'. "s%, antes de someterse al sacri(cio, resolvieron que doa &r%gida llevar%a una misiva a don !uis con la infausta nueva. )il conjeturas se hi#o el joven enamorado, pero de ella, hubo una que le pareci' la acertada. *na ventana de la casa de doa Carmen daba hacia un angosto callej'n, tan estrecho que era posible, asomado a la ventana, tocar con la mano la pared de enfrente. Si lograban entrar a la casa de enfrente, podr%a hablar con su amada y, entre los dos, encontrar una soluci'n a su problema. +regunto quin era el dueo de aquella casa y la adquiri' a precio de oro. ,ay que imaginar cul fue la sorpresa de doa Carmen cuando, asomada a su balc'n, se encontr' a tan corta distancia con su joven enamorado. *nos cuantos momentos hab%an transcurrido de aquel inenarrable coloquio amoroso, pues, cuando ms abstra%dos se hallaban los dos amantes, del fondo de la pie#a se escucharon frases violentas. $ra el padre de doa Carmen increpando a &r%gida, quien se jugaba la misma vida por impedir que su amo entrara a la alcoba de su seora. $l padre arroj' a la protectora de doa Carmen, como era natural, y con una daga en la mano, de un solo golpe la clavo en el pecho de su hija. on !uis enmudeci' de espanto, pues la mano de doa Carmen segu%a entre las suyas, pero cada ve# ms fr%a. "nte lo inevitable, don !uis dej' un tierno beso sobre aquella mano tersa y plida, ya sin vida. +or esto a este lugar, sin duda unos de los ms t%picos de nuestra ciudad, se le llama el Callej'n del &eso .