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La locura, mi gran impotencia.

Contactar con la locura nunca es fcil, ni simple, ni agradable.


La locura medicada de prepo, a la fuerza, por el bien del otro
Miradas perdidas mirando la nada, buscando el horizonte ms
cercano, queriendo derretir las paredes que los separa de la
realidad, del otro mundo, del que se evadieron hace tiempo en una
ltima cuota de cordura. Frases estiradas por la dosis de calmante,
manos que buscan otras cmplices que las contengan un rato.
-Estas bien? Qu necesitas? balbuce apretando los dientes.
-Salir de ac. Todos desvaran, no son normales contest sin
dudarlo.
-Te tratan bien? casi entre susurros pregunt.
-S, dentro de lo que pueden. Pero me tienen idiota con la
medicacin que me dan, no la necesito. Al principio me colocaba las
pastillas en la boca y cuando se iban, las escupa. Pero se dieron
cuenta, no s cmo y ahora me las dan desintegradas, como pur.
No fue mucho lo que pude hablar, la angustia atravesada en la
garganta suele dejar sin palabras y no corresponda llorar.
No era el lugar adecuado para hacerlo y menos delante de ella.
Siempre defendi a codazos sus convicciones, se cas, tuvo un hijo
y sostuvo una familia por diez aos (ms de lo que pudimos Betina
y yo).
Siempre se caracteriz por salirse con la suya a cualquier precio,
casi siempre amparada en mentiritas, en fantsticos inventos.
Es ambidiestra, arma y desarma televisores a la perfeccin
sabiendo dnde va exactamente cada pieza sacada.
Cuando pap me pona candado al telfono, que en ese momento
era de disco, ella me dijo:
-No te preocupes, yo lo resuelvo.
Al da siguiente compr un disco de telfono, destornill el que tena
candado, coloc el comprado y me dijo:
-Ya esta, habl todo lo que quieras!
Estando las tres juntas nos hicieron un test:
La mam de Carlitos tiene cinco hijos: Ja, Je, Ji, Jo, cmo se llama
el quinto?
Betina y yo nos atropellamos con la respuesta al unsono:
- Ju!
Ella se sonri, mir al preguntante y dijo:
- No!!! CARLITOS!!!
Quiero que sepas que no me sum al abandono por desamor, lo mo
es una terrible impotencia por no poder.
Prometo a partir de hoy demostrar que te quiero ms all de unas
cuantas palabras armadas en frases.
Perdoname, uno no siempre puede. Por eso estoy ahora llorando el
tiempo perdido.
A mi hermana Livia

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