Está en la página 1de 1

XXIII

Llmame en aquella de tus horas


que te resiste incesantemente:
implorando cerca como el rostro de un perro,
pero una y otra vez da la espalda
cuando crees finalmente captarla.
Lo as sustrado es lo ms tuyo.
Somos libres. Fuimos echados de all,
donde cremos primero ser bienvenidos.
Recelosos deseamos un soporte,
!venes a veces para lo vieo,
y vieos para lo que ams fue.
"osotros, solo ustos donde sin embar#o elo#iamos,
porque nosotros, ah, somos la rama y el hierro
y el dulzor del peli#ro que madura.
Ril$e, Rainer %. Los Sonetos a Orfeo.

También podría gustarte