Es obvio que los beneficios de la farmacoterapia deberan ser mayores
que sus riesgos. Los efectos beneficiosos pueden dividirse en dos grandes categoras: los orientados a aliviar un sntoma y los que pretenden prolongar la vida til del paciente. El nfasis cada vez mayor en los principios de la medicina basada en la evidencia y en tcnicas como los grandes ensayos clnicos y los metaanlisis ha permitido definir los beneficios de la farmacoterapia en subgrupos especficos de pacientes. No siempre es sencillo lograr el equilibrio entre los riesgos y los beneficios: por ejemplo, se pueden emprender tratamientos que logren beneficios sintomticos pero que acorten la vida en los individuos con enfermedades graves y muy sintomticas, como la insuficiencia cardaca y el cncer. Estas decisiones ilustran la naturaleza personal que posee la relacin entre el mdico que prescribe y el paciente. Algunas reacciones adversas son tan frecuentes, y acompaan con tanta facilidad a la farmacoterapia, que ya se las identifica nada ms comenzar el uso clnico de un medicamento. Por otra parte, algunas reacciones adversas graves pueden ser lo suficientemente raras como para no ser detectadas hasta muchos aos despus de haberse generalizado el empleo de un medicamento. No se ha resuelto satisfactoriamente el problema de cmo identificar los efectos adversos que son raros pero graves (que pueden alterar profundamente la percepcin del cociente beneficios/riesgos en determinados pacientes). Las posibles estrategias van desde una ampliacin de los conocimientos sobre las bases moleculares y genticas de la variabilidad de las acciones medicamentosas hasta una expansin de los mecanismos de vigilancia posteriores a la comercializacin. Ninguna de estas estrategias ha sido totalmente eficaz, por lo que los profesionales han de permanecer constantemente alerta ante la posibilidad de que los sntomas pocousuales estn relacionados con los frmacos especficos, o las combinaciones de frmacos, que reciben sus enfermos.