Wo dein sanfter Flgel weilt. Alegra, bella chispa divina, Hija del Elseo, penetramos ardientes de embriaguez, Oh celeste! en tu santuario Tus encantos atan los lazos que la rgida moda rompiera; Y Todos los hombres sern hermanos, bajo tus alas bienhechoras.
En 1792, cuando tena 22 aos, Beethoven conoci la obra y enseguida quiso musicalizar el texto, surgiendo as la idea que acabara siendo con los aos su Novena y ltima sinfona en RE Menor, Op. 125 cuyo movimiento final es para coro y solistas sobre la versin definitiva de la Oda a la Alegra del Poeta Friedrich von Schiller. Adems de convertirse en un Himno para el continente Europeo, esta pieza musical, conocida en todo el mundo y traducida a todos los idiomas, resuena en la publicidad, los triunfos deportivos, artsticos, ceremonias y todo tipo de celebraciones protagonizadas por la libertad, la amistad entre las personas y, por supuesto, la alegra.