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Liberados del yugo del mal,

bautizados en el mar profundo,


a la tierra de prueba llegamos,
al desierto, que nos purifica.
De la tierra de Egipto salimos,
acompanos por el desierto!
que nos lleva a la santa montaa
en la cual ya la Cruz se levanta.
T eres agua que rompe la pea,
en el yermo, man que nos sacia,
t, la nube que gu!a el camino
y la ley que conduce a los "ombres.
T eres roca presente en tu pueblo,
en ti amparo y defensa encontramos,
de ti brota la fuente de vida,
que nos lava de nuestros pecados.
#or el $%odo nuevo nos llevas
"acia el gozo profundo de #ascua,
por la muerte pasando a la vida
gozaremos la eterna promesa.
&m$n.

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