Lo mismo

Por Antonio Hernández Rolón

Se descarga el envío, el puerto parece calmo. Las gaviotas de siempre revolotean cerca de la
dársena. Se acercan los responsables de llevar a las bodegas los bienes. Esperan trabajar rápido
para poder ir a descansar. Mientras tanto, se fuma un cigarrillo, se levanta la mirada al océano y
se regresa la mente a lo mismo.