Está en la página 1de 60

UNIVERSIDAD ADVENTISTA DE CHILE

Facultad de Ingeniería y Negocios


Carrera de Agronomía

RESPUESTA DEL CANOLA, BRASSICA NAPUS L. DE LA VARIEDAD ARTUS,


FRENTE A LA FERTILIZACIÓN NPK Y NPK + ELEMENTOS SECUNDARIOS Y
MENORES EN LA COMUNA DE CAÑETE, VIII REGIÓN, CHILE.

TESIS
Presentada en cumplimiento parcial
de los requisitos para el título de
Ingeniero Agrónomo y grado de
Licenciado en Agronomía

Por
Leonardo Maximiliano Gangas Vicentt

Profesor guía: Juan Fernando Hirzel Campos

Chillán, Junio de 2008


RESPUESTA DEL CANOLA, BRASSICA NAPUS L. DE LA VARIEDAD ARTUS,
FRENTE A LA FERTILIZACIÓN NPK Y NPK + ELEMENTOS SECUNDARIOS Y
MENORES EN LA COMUNA DE CAÑETE, VIII REGIÓN, CHILE.

Leonardo Maximiliano Gangas Vicentt


2008
RESPUESTA DEL CANOLA, BRASSICA NAPUS L. DE LA VARIEDAD ARTUS,
FRENTE A LA FERTILIZACIÓN NPK Y NPK + ELEMENTOS SECUNDARIOS Y
MENORES EN LA COMUNA DE CAÑETE, VIII REGIÓN, CHILE.

POR

Leonardo Maximiliano Gangas Vicentt

TESIS REQUERIDA PARA


OPTAR AL TITULO DE
INGENIERO AGRÓNOMO

EN LA FACULTAD DE INGENIERÍA Y NEGOCIOS


DE LA
UNIVERSIDAD ADVENTISTA DE CHILE

APROBADA

-----------------------------------------------------------
Juan Fernando Hirzel Campos, Ingeniero Agrónomo M.Sc. Dr.
Profesor guía

-----------------------------------------------------------
Antonio Alonso Farias Urrutia, Ingeniero Agrónomo Dr.
Profesor asesor

----------------------------------------------------------
Carlos Larrondo Morales, Ingeniero Agrónomo
Profesor informante

Comité a cargo
2008

i
El presente trabajo fue realizado gracias al apoyo del INIA, y de los profesores Juan Hirzel,
Juan Tay y Antonio Farías.
ii
A mi padre, Arnaldo Gangas Acuña por sus enseñanzas e inigualable valentía.

A mi madre, María Vicentt Olivero por su incondicional apoyo y eterno amor.

A mi abuelo, Jorge Vicentt Arévalo por ser un gran amigo.

A mi abuela, Ana Olivero Cifuentes por enseñarme que querer es poder.

Gracias Señor por permitir que mis padres y abuelos sean partícipes de este momento, y por
acompañar a mi familia en aquellos instantes difíciles.

“Todo hecho tiene lugar tras una correlación infinita de sucesos desde antes del
principio y hasta después del fin”

iii
RESUMEN

El estudio realizado consistió en medir el grado de respuesta presentado por el canola


variedad Artus frente a la aplicación de dos dosis de N, P2O5 y K2O, con y sin la presencia de
algunos elementos secundarios y menores como S, Mg, Zn y B sobre un suelo levemente
ácido de textura franco arcilloso.

Los resultados obtenidos demuestran que este cultivo responde a la fertilización con
dosis crecientes de macroelementos primarios puesto que la producción de granos se vio
significativamente favorecida con la aplicación de N: P2O5: K2O (225: 225: 150) respecto a la
de sólo N: P2O5: K2O (150: 150: 75).

La aplicación de elementos secundarios y menores no produjo variaciones


significativas en la producción para ninguna de las dosificaciones de NPK probadas, sin
embargo su presencia fue justificada en este experimento debido a que al ser formulada en
compañía de N: P2O5: K2O (150: 150: 75) no presentó diferencias estadísticas significativas de
rendimiento con ningún tratamiento, inclusive con aquellos a los que se les aplicó mayores
dosificaciones de elementos primarios.

En contemplación del precio ofrecido por Molinera Gorbea para la temporada 2008/09,
la cotización actual del dólar y el valor de los fertilizantes; la información recopilada en el
experimento fue sometida a diversos tipos de análisis con el fin de descubrir la mejor opción
económica, obteniéndose que la aplicación de N: P2O5: K2O (150: 150: 75), indistintamente de
la compañía de nutrientes secundarios y menores, generó la mayor rentabilidad.

iv
ABSTRACT

The study realized consisted in measuring the degree of answer presented/displayed by


canola Artus variety in front of the application of two doses of N, P2O5 and K20, with and
without the presence of some secondary and smaller elements as on a S, Mg, Zn and B slightly
acid soil of clay loam texture.

The obtained results demonstrate that this culture responds to the fertilization with
increasing doses of primary microelements since the grain production was seen significantly
favored with the application of N: P205: K20 (225: 225: 150) with respect to the N: P205: K20
(150: 150: 75).

The application of secondary and smaller elements did not produce significant
variations in the production for any of the proven dosages of NPK, nevertheless its presence
was justified in this experiment because to the being formulated in company of N: P 205: K20
(150: 150: 75) did not display significant statistical differences of yield with no other
treatment, including with those to which those applied to majors dose to them of primary
elements.

In contemplation of the price offered by the Gorbea Moline, the present quote of the
dollar and the value of fertilizers; the information complied in the experiment analysis in order
to discover the best economic option, being obtained that the application of N: P2O5: K2O
(150: 150: 75), indistinctly of to be accompanied of secondary and minor nutrients, it
generated the major profitability.

v
ÍNDICE DE CONTENIDOS

CONTENIDOS PÁGINA
I. INTRODUCCIÓN
1.1 Descripción del problema 1
1.2 Objetivos
1.2.1 Objetivo general 1
1.2.2 Objetivos específicos 1
II. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
2.1 Antecedentes históricos del cultivo 2
2.2 Descripción de la especie
2.2.1 Procedencia genética 3
2.2.2 Morfología y botánica 3
2.3 Requerimientos edafoclimáticos 5
2.4 Situación general de producción y mercado
2.4.1 Producción y mercado mundial 6
2.4.2 Historia de la producción y mercado en Chile 7
2.4.3 Superficie y rendimiento nacional en las últimas temporadas 8
2.5 Perspectivas del cultivo en Chile
2.5.1 Producción de biocombustibles 9
2.5.2 Elaboración de productos alimenticios 10
2.6 Cultivares más utilizados actualmente en Chile 10
2.7 Componentes del rendimiento 11
2.8 Manejo agronómico del cultivo
2.8.1 Preparación de suelo 11
2.8.2 Siembra 11
2.8.3 Distancia entre hileras 12
2.8.4 Densidad de plantas 12

2.8.5 Control de malezas 12

2.8.6 Manejo de la fertilización

vi
2.8.6.1 Fertilización con macronutrientes

2.8.6.1.1 Requerimientos del cultivo 13


2.8.6.1.2 Fertilización nitrogenada
2.8.6.1.2.1 Influencia de la dosis sobre el rendimiento 14

2.8.6.1.2.2 Influencia del estatus hídrico 14

2.8.6.1.2.3 Influencia de la dosis sobre la calidad de granos 15

2.8.6.1.2.4 Influencia sobre la fisiología de las plantas 16

2.8.6.1.2.5 Observaciones generales 16

2.8.6.1.3 Fertilización fosforada 17

2.8.6.1.4 Fertilización potásica 18

2.8.6.1.5 Fertilización azufrada 18

2.8.6.1.6 Interacción N P K S 19

2.8.6.1.7 Fertilización cálcica 21

2.8.6.1.8 Fertilización magnésica 21

2.8.6.2 Fertilización con micronutrientes


2.8.6.2.1 Importancia del boro 21
2.8.6.2.2 Importancia del zinc 22
III. MATERIALES Y MÉTODOS
3.1 Sitio experimental 23
3.2 Antecedentes climáticos 23
3.3 Descripción del experimento 24
3.4 Detalle de tratamientos 25
3.5 Fuentes de fertilizantes 25
3.6 Diseño experimental y sorteo de campo 26
3.7 Manejo del cultivo 26
3.8 Evaluaciones realizadas
3.8.1 Densidad poblacional 27
3.8.2 Altura de plantas 27
3.8.3 Masa de 1000 semillas 27
3.8.4 Rendimiento de granos 28
3.8.5 Contenido de aceite en las semillas 28

vii
IV. RESULTADOS Y DISCUSIÓN
4.1 Descripción del análisis estadístico 29
4.2 Densidad poblacional 29
4.3 Altura de plantas 30
4.4 Masa de 1000 semillas 31
4.5 Rendimiento 32
4.6 Porcentaje de aceite en las semillas 34
V. ANÁLISIS ECONÓMICO
5.1 Cantidad de fertilizante aplicado al experimento 36
5.2 Estimación de costos en fertilizantes 36
5.3 Utilidad 37
5.4 Ingreso marginal 38

VI. CONCLUSIONES 40
VII. BIBLIOGRAFÍA 41

viii
ÍNDICE DE CUADROS

NÚMERO PÁGINA

Cuadro 1. Necesidad de nutrientes por cada 1000 kg de grano 13

Cuadro 2. Absorción y extracción de P y S por parte del canola y otros cultivos 20


de oleaginosas, leguminosas y algunos de uso industrial
Cuadro 3. Resultado del análisis químico de suelo 23

Cuadro 4. Precipitaciones mensuales en la localidad de Cañete, año 2006 24

Cuadro 5. Panorama de fertilización 25

Cuadro 6. Tratamientos de fertilización 25

Cuadro 7. Sorteo de campo y disposición de las parcelas 26

Cuadro 8. Dosificaciones por tratamiento 36

Cuadro 9. Costo calculado para cada tratamiento US$ 36

ix
ÍNDICE DE FIGURAS

NÚMERO PÁGINA

Figura 1. Triángulo de la U 3

Figura 2. Disminución de la relación stock/consumo a nivel mundial y el 7


precio FOB del aceite de raps canola de los últimos 12 años en
Rótterdam, Holanda
Figura 3. Superficie y rendimiento nacional a partir de la temporada 2000/01 8
hasta la 2007/08
Figura 4. Efecto de la fertilización nitrogenada sobre el rendimiento y el 15
porcentaje de aceite en los granos
Figura 5. Densidad de plantas 29

Figura 6. Altura de plantas 30

Figura 7. Masa de 1000 semillas 31

Figura 8. Rendimiento de granos 32

Figura 9. Porcentaje de aceite contenido en las semillas de cada tratamiento 34

Figura 10. Utilidad 38

Figura 11. Ingreso marginal 39

x
I. INTRODUCCIÓN

1.1 Descripción del Problema

A nivel nacional el cultivo de canola (Brassica napus L.) se ha intensificado en los


últimos años, y debido a que se trata de una especie que demanda gran cantidad de nutrientes
se ha tornado imperativo efectuar estudios que consideren a los factores económicos que
interfieren significativamente sobre los costos de producción. Dicho sea el caso de la
fertilización, que debido a las sostenidas alzas en el valor de los fertilizantes y la baja
valoración actual del dólar, hace necesaria la búsqueda de la relación óptima entre fertilización
y rendimiento a fin de maximizar la utilidad producida por el cultivo.

1.2 Objetivos
1.2.1 Objetivo general

Evaluar el comportamiento del canola (Brassica napus L.) variedad Artus, frente a la
aplicación de diferentes formulaciones y dosis de fertilización.

1.2.2 Objetivos específicos

 Identificar la presencia de relación entre la altura y densidad poblacional de las plantas.

 Determinar la respuesta productiva del cultivo frente a las distintas formulaciones y


dosis de fertilización aplicadas.

 Realizar una evaluación económica que considere la relación beneficio marginal v/s
costo marginal de las distintas formulaciones y dosis de fertilización aplicadas.

1
II. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

2.1 Antecedentes históricos del cultivo

Las antiguas civilizaciones del Asia y las costas del Mediterráneo registran el primer
uso de aceite de Raps (R) como fuente de energía para la iluminación, a su vez en estas zonas
se introdujo más tarde como componente para la elaboración de alimentos (Parodi, 2005).

Aunque se cultivaba en Europa en el siglo XIII, el uso de esta especie no se extendió


hasta el descubrimiento del motor a vapor, dado que desde entonces adquirió gran importancia
como fuente para la elaboración de combustible y lubricante (Parodi, 2005).

El gran auge del cultivo terminó con el descubrimiento de los combustibles fósiles en
el siglo pasado, no obstante, durante la segunda guerra mundial fue nuevamente empleado
como lubricante en los motores de los barcos de las armadas aliadas, lo que condujo más tarde
a la introducción del cultivo a Canadá (Parodi, 2005).

Parodi (2005), menciona que la contribución de Keith y Stefansson permitió


incorporar los genes que controlan la reducción del ácido erúcico, el aumento del ácido oleico
en el aceite y la reducción de glucosinolatos en el afrecho.

En 1974 se realizó la primera entrega al mercado de R con un contenido de ácido


erúcico menor al 5 % en la porción de aceite y no más de 3 mg g-1 de glucosinolatos en la
porción de harina (Bride, 1982, citado por Berrios, 2000). Dicha hazaña legitimó a los
cultivares conocidos como “Canola” o “Doble Cero” que desde entonces han revolucionado a
la producción mundial ya que poseen notables ventajas frente al R tradicional en cuanto a la
producción de alimentos saludables para el consumo humano y animal (Parodi, 2005).

2
2.2 Descripción de la especie
2.2.1 Procedencia genética

El Brassica napus, originalmente maleza, fue mejorado genéticamente para ser


cultivado actualmente como raps canola (Rc) (Valetti, 2002).

La especie deriva de la hibridación natural de la col, Brassica oleracea L. con el nabo


silvestre, Brassica campestris L. (figura 1) (Aguilar, 2007).

Figura 1. Triángulo de la U. (Bengtsson et al., 1972, citado


por Berrios, 2000).

2.2.2 Morfología y botánica

Brassica napus L. es una especie autofértil, por lo que aproximadamente el 80% de la


semilla que produce es procedente de autopolinización. El otro 20% corresponde a
polinización cruzada, la que puede aumentar cuando hay abundancia de insectos polinizadores
(Downey et al., 1980, citados por Berrios, 2000).

Esta especie es de germinación epigea, presentando un par de cotiledones en forma de


corazón (Daniels et al., 1986, citados por Berríos, 2000).

3
En el estado de cotiledón, las plántulas utilizan principalmente para su desarrollo las
reservas de aceite almacenadas en la semilla (Daniels et al., 1986, citados por Berríos, 2000).

El primer signo externo de germinación es la emergencia de la radícula a través de la


testa, la que crece rápidamente utilizando en el inicio las reservas de los cotiledones para luego
utilizar los asimilados producidos por las hojas (Daniels et al., 1986, citados por Berrios,
2000).

Las plantas comienzan su crecimiento con la producción de hojas, las que son de
forma lanceolada y alargada de color verde grisáceo y azulado con las cuales se da lugar a la
formación de rosetas (Valetti, 2002).

Las hojas miden de 20 a 30 cm. de largo y de 10 a 15 cm. de ancho, siendo las


inferiores de borde sinuoso, mientras que las superiores, con sus bordes casi enteros, abrazan
al tallo (Valetti, 2002).

La especie es de ciclo anual, posee tallo erecto el que puede alcanzar más de 1,5 m de
altura y su raíz principal es pivotante con presencia de numerosas raíces secundarias (Valetti,
2002) lo cual le permite una efectiva exploración del suelo para absorber agua y nutrientes de
manera eficiente (Daniels et al., 1986, citados por Berrios, 2000).

Su periodo vegetativo es lento, luego del cual se forman yemas reproductivas sobre un
tallo principal que comienza a elongar. En esta etapa aparecen hojas nuevas y se puede
distinguir la presencia de ramificaciones secundarias en las axilas de las últimas hojas
formadas (Valetti, 2002).

La floración dura de 25 a 35 días (Valetti, 2002), es de régimen acropétalo y comienza


por el tallo floral para luego continuar por las ramificaciones secundarias (Bragachini et al.,
1991, citados por Berrios, 2000).

4
Durante el proceso de floración se abren flores de color amarillo intenso, mientras que
de manera simultánea se forman las silicuas (Valetti, 2002).

La silicuas son de color verde oscuro y tienen una longitud de 5 a 7 cm., pudiéndose
encontrar hasta 18 semillas por cada una de ellas (Valetti, 2002).

Las semillas son ligeramente ovoideas y de 2 mm. de diámetro, presentan un color


verde claro en las primeras etapas para tornarse luego de un tono más oscuro hasta llegar, en la
madurez, a ser completamente negras con un matiz levemente rojizo (Valetti, 2002).

Dentro de la especie existen variedades primaverales e invernales, estas últimas exigen


vernalización (Valetti, 2002).

En general, las variedades de hábito invernal requieren a partir de la siembra de unos


250 a 300 días para alcanzar la madurez de cosecha, mientras que a las de primavera les basta
sólo con 150 a 200 días (Parodi, 1987, citado por Berrios, 2000).

Los cultivares primaverales, principalmente cultivados en Canadá y Australia, no


requieren de vernalización y las hay de diferentes ciclos, corto, intermedio y primaveral largo
(Iriarte, 2007).

2.3 Requerimientos edafoclimáticos

El cultivo responde muy bien en condiciones de climas templados a templados fríos


(Valetti, 2002).

La tolerancia de la especie a ambientes ligeramente fríos le permite adaptarse a climas


como el de Canadá y el del sur de Chile (Berrios, 2000).

5
El R es ligeramente sensible a las heladas durante la etapa de cotiledón y plántula,
pero una vez lograda la roseta es capaz de soportar muy bajas temperaturas, por lo que
generalmente las heladas tardías no son causantes de daños significativos (Valetti, 2002).

Esta especie es, en términos relativos, tolerante a las sequías prolongadas dado que
posee una alta tasa de recuperación a la falta de humedad (Valetti, 2002).

Según Cerón (1993) y Valetti (2002), el Rc presenta buena adaptabilidad a los


distintos tipos de suelo, aunque prefiere los francos de buena fertilidad y permeabilidad.

Cerón (1993), afirma que se trata de un cultivo que tolera suelos ácidos con pH
superior a 5,5.

En nuestro país no existen limitaciones agronómicas que impidan la siembra de R


entre la IV y X región, no obstante su área de cultivo se ha concentrado desde la VIII región al
sur debido a que en esta zona ha adquirido un importante rol como componente de las
rotaciones culturales (Parodi, 1985, citado por Berrios, 2000).

2.4 Situación general de producción y mercado


2.4.1 Producción y mercado mundial

El R es la tercera oleaginosa más importante a nivel mundial, siendo los principales


productores, China, India y Canadá. Estos mismos, junto a la Unión europea y Japón, figuran
como las potencias productoras de aceite de R (ODEPA, 2007).

A nivel mundial la relación stock/consumo del aceite de Rc se ha presentado oscilante


en las últimas temporadas y con tendencia a la baja, por lo que su valor comercial se ha
incrementado considerablemente (figura 2) (ODEPA, 2007).

6
Aceite de canola: precio y relación stock/consumo

900 6
800 5
-1

700
US$ ton

600 4

%
500 3
400 2
300
200 1
1995/96

1996/97

1997/98

1998/99

1999/00

2000/01

2001/02

2002/03

2004/05

2005/06

2006/07

2007/08
Rott. FOB Stock/consumo

Figura 2: Disminución de la relación stock/consumo a nivel mundial y el precio FOB del


aceite de raps canola de los últimos 12 años en Rótterdam, Holanda (ODEPA, 2007).

2.4.2 Historia de la producción y mercado en Chile

El R se introdujo a Chile en 1.956 (Berrios, 2000), con una superficie aproximada de


6.000 ha y un rendimiento de 3,5 qq ha-1 (INE-ODEPA. Anexado por Napoli, 1984).

En 1957 se comienza a producir R de forma industrial, lo que trajo como consecuencia


un aumento en la superficie cultivada y un incremento de los rendimientos por unidad de
superficie, estimándose un promedio de producción de 12,4 qq ha-1 entre los años 1957 y 1984
(Cerón, 1999).

A partir de 1985 y hasta 1993, con las primeras introducciones de R bajo en ácido
erúcico, el rendimiento promedio nacional aumentó a 20 qq ha-1, y desde el reemplazo total
del R por canola los rendimientos se incrementaron, llegando en las cosechas de 1997 y 1998
a 26 qq ha-1 en promedio. Dicha situación indica que hacia estas fechas los rendimientos
habrían aumentado en un 100% en comparación con las cosechas obtenidas entre los años
1957 y 1984 (Cerón, 1999).

El cultivo se extendió poco a poco hasta alcanzar una superficie aproximada de 60.000
ha concentradas principalmente en las VIII, IX y X regiones, sin embargo esta cifra no se

7
mantuvo en el tiempo ya que desde entonces ha ido disminuyendo hasta casi desaparecer
(Parodi, 2005), llegando en la temporada 1992/93 a 9.530 ha mejorando en los años venideros
(Berrios, 2000) para volver a decaer fuertemente en la temporada 2001/02 (ODEPA, 2001).

En febrero de 1990 nuestro país decretó la reducción del ácido erúcico en el aceite de
raps destinado al consumo humano, por lo que en 1994 se cambió toda la producción nacional
de R por canola (Parodi, 2005).

2.4.3 Superficie y rendimiento nacional en las últimas temporadas

Las alzas del precio internacional del aceite de canola y el continuo incremento en la
demanda nacional de sus derivados, han promovido un sustancial aumento de la superficie
cultivada con esta oleaginosa en Chile (ODEPA, 2007) luego de su casi desaparición en la
temporada 2001/02 (figura 3) debido a un conflicto producido por la banda de precios entrada
en vigencia en noviembre de 2000 (ODEPA, 2001).
Rendimento (qq ha-1)

25.000 50
Superficie (ha)

20.000 40
15.000 30 Superficie
10.000 20 Rendimiento
5.000 10
0 0
2000/01
2001/02
2002/03
2003/04
2004/05
2005/06
2006/07
2007/08

Temporadas

Figura 3. Superficie y rendimiento nacional a partir de la temporada 2000/01


hasta la 2007/08 (ODEPA, 2001-2007).

8
2.5 Perspectivas del cultivo en Chile
2.5.1 Producción de biocombustibles

Todos los cultivos tradicionales podrían ser aptos para la producción de


biocombustibles, sin embargo, entre las oleaginosas el Rc cuenta con algunas características
que lo hacen ser más competitivo, como por ejemplo: se adapta a las distintas zonas de
cultivo, presenta altos rendimientos, existen agricultores especializados en este rubro, las
agroindustrias están en las áreas de cultivo, y finalmente los productores tienen buena relación
con las empresas y con los poderes compradores (ODEPA, 2007).

En la actualidad el Rc está siendo evaluado como una alternativa para la producción de


biodiesel y otras fuentes de energía renovables, contribuyendo así a la conservación medio
ambiental y a una mayor seguridad energética de nuestro país (ODEPA, 2006).

Álvaro Rojas, Ex-Ministro de Agricultura, se refirió al tema señalando que para el


2010 estaría disponible el biodiesel en nuestro país, siendo el Rc una de las alternativas más
viables para su producción (La Tercera, 2006).

El alza sostenida del precio del petróleo y la falta de seguridad energética que se
presenta en Chile, han generado numerosas investigaciones referentes a la producción de
biodiesel a partir de Rc y sus posibles aplicaciones en el uso automotriz (ODEPA, 2006).

A nivel de agricultores existe buena disposición cuando se trata de contar con nuevas
alternativas productivas, más aún cuando son bajo contratos de compraventa ya que esto les
permite acrecentar sus utilidades y tener mayor seguridad de mercado (ODEPA, 2006).

Muchas son las razones que sugieren que para el 2010 la superficie nacional cultivada
de Rc destinada a la obtención de biodiesel bordeará las 50.000 ha (ODEPA, 2006).

9
2.5.2 Elaboración de productos alimenticios

La producción de salmones y truchas en cautiverio se ha incrementado notablemente


en los últimos 20 años (ODEPA, 2005), tanto así que Chile en el año 2004, con un 36% de
participación en el volumen total de las exportaciones, se convirtió en el principal productor y
exportador de salmones a nivel mundial, (Valenzuela, 2005). Dicho suceso ha tornado
imperativo el estudio de alternativas alimentarias competentes para dicho rubro, siendo el Rc
una de las opciones más viables por contener una buena porción de energía y proteínas
(ODEPA, 2005).

Las evaluaciones futuristas de la Fundación Chile están dirigidas a que en el 2013 las
demandas de alimento para salmones serán de aproximadamente 1.377.000 ton, lo que
conllevaría a un aumento sustancial en la producción de varios cultivos que se desarrollan en
el sur de nuestro país, dentro de los que figura el Rc como una de las principales alternativas
(ODEPA, 2003).

Actualmente la alta calidad del aceite de Rc nacional ha contribuido a que la demanda


interna de este producto se halla consolidado como fuente de alimentación para salmones,
estableciéndose contratos a largo plazo entre las salmoneras y las empresas procesadoras de
grano (ODEPA, 2007). Así también las excelentes cualidades nutricionales del Rc para la
alimentación humana y de animales como, cerdos, bovinos y especialmente aves, han
promovido un aumento en la demanda y por ende un incremento en la superficie sembrada de
Rc a nivel nacional (ODEPA, 2002).

2.6 Cultivares más utilizados actualmente en Chile

Las variedades más sembradas en la temporada 2005/06 fueron: Lyon, Coronet,


Lisabeth, y Tivoli, aunque los híbridos, Artus, Bilbao, Taurus y spirit, están sembrándose cada
vez más puesto que presentan mayor productividad, sobrepasando en algunos ensayos de
campo los 50 qq ha-1 (ODEPA, 2006).

10
En la temporada 2007/08 las variedades más sembradas fueron: Sunday, Tequila,
Verona y Lyon, entre los híbridos figuran: Artus, Taurus y Spirit; además se está evaluando la
introducción de cultivares canadienses de primavera que tendrían, entre otras, la ventaja de ser
menos exigentes en cuanto a las dosis de fertilización, con un ahorro estimado de un 20% en
comparación a las variedades actualmente cultivadas (ODEPA, 2007).

2.7 Componentes del rendimiento

Como se observa en la siguiente ecuación, el rendimiento es el producto de la


interacción entre cuatro factores, los que a su vez son dependientes del medio (Parodi, 1987,
citado por Berrios, 2000).

Nº de plantas Nº de Nº de Peso
Rendimiento = por unidad x silicuas x semillas x de las
de superficie por planta por silicua semillas

2.8 Manejo agronómico del cultivo


2.8.1 Preparación de suelo

Se debe iniciar con una roturación profunda (30 cm.) para luego rastrear (Cerón, 1993).

Según Valetti (2002), para asegurar una buena y uniforme localización de las semillas
en el suelo la cama debe quedar bien mullida, pareja y compactada.

2.8.2 Siembra

Autores como Cerón (1993) y Valetti (2002), aseguran que la profundidad de siembra
no debe exceder los 2 o 3 cm.

11
Bergund et al. (2007), recomiendan no poner en contacto la semillas con el N y K2O
durante la siembra, mientras que Cerón (1993), lo permite mientras se trate de lapsos cortos de
tiempo.

2.8.3 Distancia entre hileras

Cerón (1993), afirma que la distancia ideal entre hileras puede ser de 17,5 o 35 cm., en
tanto que Valetti (2002), la estima en 15 o 30 cm.

2.8.4 Densidad de plantas

Iriarte (2007), declara que para las variedades de primavera la densidad ideal a cosecha
es de 60 a 80 pl m-2, y estima que para los cultivares de invierno las densidades deben ser
menores.

2.8.5 Control de malezas

Valetti (2002), recomienda sembrar en suelos libres de malas hierbas, sobre todo de
crucíferas.

Cerón (1993), recomienda la aplicación de herbicidas de presiembra incorporados y de


pre o post emergencia.

12
2.8.6 Manejo de la fertilización
2.8.6.1 Fertilización con macronutrientes
2.8.6.1.1 Requerimientos del cultivo

El R es muy eficiente en el aprovechamiento de los nutrientes (Valetti, 2002), sin


embargo, esto no implica que sus requerimientos nutricionales sean mínimos, sino que por el
contrario, se trata de un cultivo que demanda una enorme cantidad de nutrientes,
sobresaliendo de los demás en que presenta altos requerimientos de S, sin desconsideración
del N (Grant y Jackson, 2000, y Berglund et al., 2007) .

Scheiner et al. (2001), en avenimiento con los autores anteriormente citados propone al
P entre los nutrientes esenciales.

Valetti (2002), en concordancia con mencionados autores adiciona al K dentro de los


nutrientes elementales para la producción de Rc.

Iriarte (2007), sugiere que para efectuar una correcta estrategia de fertilización se debe
conocer la demanda del cultivo (cuadro 1) y el estado del suelo mediante un análisis.

Cuadro 1: Necesidad de
nutrientes por cada 1000 kg
de grano.

Nutriente Kilogramos
N 60
P 8
S 10-13
Fuente: Grant y Jackson
(2000).

13
2.8.6.1.2 Fertilización nitrogenada
2.8.6.1.2.1 Influencia de la dosis sobre el rendimiento

El Rc es un cultivo que presenta altos requerimientos de N, lo que no implica que se


pueda aplicar en forma desmesurada debido a que de ser así las plantas responden con un
crecimiento exagerado incrementándose las posibilidades de vuelco, además se alarga su ciclo
vegetativo, disminuye el porcentaje de aceite y se incrementan las posibilidades de contraer
Phoma (Iriarte, 2007).

La aplicación de una dosis apropiada de N puede acrecentar el rendimiento ya que este


nutriente en presencia de condiciones ambientales favorables promueve un aumento en el
número de silicuas por unidad de superficie, lo que conlleva se produzca un impacto positivo
en la cantidad de semillas producidas y por ende se incremente el rendimiento (Tamango et
al., 1999).

Ahmed et al. (1999), proponen que el incremento en el rendimiento ocasionado por la


aplicación de una correcta dosis de N es atribuible al aumento en el numero de flores por
planta.

Bullock (1990) y Tamango et al. (1999), sostienen que el incremento de rendimiento


producido por efecto de la aplicación de dosis crecientes de N, hasta cierto nivel, es
directamente proporcional al aumento en el número de semillas por unidad de superficie y no
al incremento de su masa.

2.8.6.1.2.2 Influencia del estatus hídrico

Tamango et al. (1999), observaron que el Rc en condiciones de sequía no responde a la


aplicación de N, por lo que se estima las condiciones hídricas son determinantes para una
producción sustentable.

14
2.8.6.1.2.3 Influencia de la dosis sobre la calidad de granos

Bullock (1990), determinó que la aplicación de altas dosis de N conlleva a un


exagerado contenido de humedad en los granos.

Existe una correlación negativa entre el contenido de aceite y el nitrógeno presente en


los granos, es decir, a mayor sea la extracción de este nutriente por parte de las semillas,
menor será su contenido de aceite (Mahli et al., 2007, y Brennan y Bolland, 2007).

Hocking et al. (1999), argumentan que la interacción negativa del N sobre el contenido
de aceite en los granos es superada por el sustancial incremento en el volumen de cosecha
(Figura 4).

3,5 50
Granos (ton ha )
-1

47
Aceite (%)
3
44 Producción
2,5 Aceite
41

2 38
0 40 80 120 160
-1
Dosis de N (kg ha )

Figura 4. Efecto de la fertilización nitrogenada sobre el


rendimiento y el porcentaje de aceite en los granos (Hocking et
al., 1999).

Hocking et al. (1999), argumentan que frente a la aplicación de dosis adecuadas de N


no se observan efectos colaterales que interactúen negativamente sobre la calidad de las
semillas.

Brennan y Bolland (2007), y Mahli et al. (2007), observaron que la aplicación de N


puede incrementar el contenido de proteínas presentes en las semillas.

15
2.8.6.1.2.4 Influencia sobre la fisiología de las plantas

La aplicación de una dosis óptima de N permite acrecentar sustancialmente el número


de hojas por planta, maximizándose de esta manera la eficiencia en la captación de luz
(Ahmed et al., 1999).

Bullock (1990) y Mahli et al. (2007), sostienen que la aplicación de altas dosis de N al
cultivo prolonga la maduración de las semillas y exagera el tamaño de las plantas.

Mahli et al. (2007), determinaron que la aplicación de altas dosis de N al cultivo


interactúa negativamente sobre la población de plantas.

Bullock (1990), observó que la aplicación de dosis exageradas de N al cultivo


prolonga su periodo vegetativo, lo que a su vez retarda el inicio de floración.

2.8.6.1.2.5 Observaciones generales

Ciampitti y García (2007), Grant y Jackson (2000), e Iriarte (2007), consideran que la
absorción óptima de N por parte del cultivo debe ser de aproximadamente 60 kg de N por cada
tonelada de grano producida.

Iriarte (2007), recomienda que la aplicación de N debe efectuarse mientras el cultivo se


encuentre en estados vegetativos tempranos (roseta 4 – 6 hojas), ya que de esta forma se
asegura su disponibilidad al momento de la mayor demanda, es decir, cuando el cultivo
alcance un 50% de floración.

Las fertilizaciones tardías no son eficientes debido a que los componentes del
rendimiento ya están en su mayoría definidos (Scheiner et al., 2001).

16
El Rc responde más significativamente a la fertilización nitrogenada en lotes que han
sido sometidos a agricultura permanente (Forján e Iriarte, 1998, citados por Scheiner et al.,
2001).

2.8.6.1.3 Fertilización Fosforada

Hocking et al. (1999), manifiestan que el P es un nutriente esencial para la producción


de Rc.

Los mismos autores observaron que los suelos con pH inferior a 5 presentan un alto
índice de retención de P.

Según Hocking et al. (1999) y Grant et al. (2001), el Rc estimula la disponibilidad de P


en suelos calcáreos mediante la exudación de ácidos orgánicos.

Brennan y Bolland (2007), observaron que la fertilización fosforada no incide en el


contenido de proteinas y aceite de los granos de este cultivo.

La adecuada disponibilidad de P es esencial para el buen desarrollo del cultivo debido


que su presencia le posibilita una adecuada implantación, permitiéndole de esta manera la
formación de rosetas en menor tiempo (Iriarte, 2007).

La presencia de niveles adecuados de P es esencial durante la floración puesto que en


esta etapa es cuando se produce la mayor acumulación en las plantas (Rose et al., 2007).

Zahir et al. (2002), concluyeron que la fertilización fosforada incrementa el número de


silicuas por planta y la cantidad de semillas por silicua.

17
2.8.6.1.4 Fertilización potásica

Bullock (1990), demostró que el Rc no responde satisfactoriamente a la fertilización


potásica puesto que es una especie muy eficiente en el aprovechamiento de este nutriente.

2.8.6.1.5 Fertilización azufrada

La insuficiente disponibilidad de S en la solución del suelo es causante de una alta tasa


de aborto floral y la formación de silicuas pequeñas con malformaciones (Tomm, 2007).

La aplicación de dosis excesivas de S puede inducir a una mayor producción de


glucosinolatos en las semillas (Marrien, 2002).

El S debe estar fácilmente disponible para las plantas desde su emergencia hasta la
elongación de la vara floral (Malhi y Leach, 2002, citados por Zamora y Massigoge, 2007).

Experimentalmente se ha determinado que el momento de aplicación más oportuna del


S es en la siembra (Berglund et al., 2007).

Estudios preliminares sugieren una respuesta positiva del cultivo frente a la


fertilización azufrada en aquellos suelos que presentan bajos contenidos de materia orgánica,
menos de 6 ppm de S-SO4 antes de la siembra, suelos de textura arenosa y en lotes que han
sido sometidos a agricultura permanente (Iriarte, 2007).

En comparación con otros nutrientes esenciales, el S es especialmente crítico ya que


sus deficiencias frecuentemente restringen la producción (Scheiner et al., 2001).

Hocking et al. (1999), fundamentan que una baja disponibilidad de S conlleva a la


disminución en la concentración de aceite presente en las semillas.

18
Zamora y Massigoge (2007), observaron que la fertilización con altas dosis de este
nutriente puede interactuar negativamente sobre el rendimiento de granos.

Bullock (1990) y (Bergh y Col, 2000; Ventimiglia y Col; 2001, citados por Zamora y
Massigoge, 2007), no evidenciaron respuestas significativas frente a la fertilización azufrada
en suelos con adecuadas disponibilidad inicial y liberación de S a la solución.

2.8.6.1.6 Interacción N P K S

Diaz-zorita y col (1998), Grant y Jackson (2000), Lukach y Deibert (2000), y Brennan
y Bolland (2007), pudieron contemplar la presencia de interacciones entre el N y P2O5
aplicados sobre suelos deficientes de este segundo nutriente.

Jansen y Bettany, (1984), citados por Olfert et al. (1999); Herdrich (2001), Lääniste et
al. (2004) e Iriarte (2007), recomiendan que la relación N: S disponible para el cultivo de Rc
debe ser del orden de 5: 1 a 10: 1.

La absorción total del cultivo y la extracción por parte de sus granos de P y S son muy
elevadas en comparación a otros cultivos (cuadro 2) (Ciampitti y García, 2007).

19
Cuadro 2. Absorción y extracción de P y S por parte del canola y otros cultivos de
oleaginosas, leguminosas y algunos de uso industrial.

Absorción total Extracción grano o


(kg ton-1) fruto (kg ton-1)

Cultivos Nombre científico P S P S


Canola Brassica napus L. 15 12 11 7
Lino Linum usitatissimum L. 12 - 6 3
Girasol Helianthus annus L. 11 5 7 2
Lenteja Lens culinaris 8 - 5 -
Haba Vicia faba L. 7 - 3 -
Maní Arachis hypogaea L. 7 4 4 3
Soja Glycine max L. 7 4 6 3
Olivo Olea europaea L. 5 - 2 -
Garbanzo Cicer arietinum L. - - 4 6
Poroto Phaseolus vulgaris L. - - 4 5
Remolacha Beta bulgaris L. 2 0.4 2 0.2
Tabaco Nicotiana tabacum L 9 10 6 5
Trigo Triticum aestivum L. 5 5 4 2
Maíz Zea mays L. 4 4 3 1
Arroz Oryza sativa L. 4 1 3 0,6
Cebada Hordeum vulgare L. 4 4 3 2
Sorgo Sorghum bicolor L. 4 4 4 2
Centeno Secale cereale L. 4 - 3 -
Avena Avena sativa L. 5 6 3 1,8
Fuente. Ciampitti y García (2007).

Scheiner et al. (2001), observaron la presencia de respuestas significativas frente a la


aplicación de N, P2O5 y S en conjunto, pero no así al adicionarlos en forma individual o de a
pares.

20
Zahir et al. (2002), concluyeron que el peso de las semillas es indiferente de la
fertilización NPK.

Al incrementar las dosis de P2O5, aumenta la capacidad de las plantas para utilizar
eficientemente el N y K2O disponibles (Zahir et al., 2002).

2.8.6.1.7 Fertilización cálcica

Hocking et al. (1999), mencionan que en Australia no se han registrado disminuciones


en el rendimiento de Rc provocadas por deficiencias de CaO, lo que sugiere no se hayan
presentado en otros lugares ya que en el país mencionado se encuentran algunos de los suelos
más infértiles del mundo.

2.8.6.1.8 Fertilización magnésica

Hocking et al. (1999), detectaron disminución en la producción de Rc producto de


deficiencias de MgO.

2.8.6.2 Fertilización con micronutrientes


2.8.6.2.1 Importancia del boro

La deficiencia de B puede reducir la producción de semillas en oleaginosas (Hocking


et al., 1999).

Bullock (1990), no observó respuestas respecto al rendimiento de Rc frente a la


aplicación de B.

21
En suelos deficientes de este elemento se ha determinado que su aplicación promueve
considerablemente el rendimiento y contenido de aceite en las semillas de Rc (Pageau et al.,
1999, y Hocking et al., 1999).

2.8.6.2.2 Importancia del zinc

Experimentalmente Mullen y Druce (1999), observaron ausencia de respuestas


significativas por parte del Rc frente a la aplicación de Zn en dos suelos arcillosos con pH a la
sal de 6,5 y 7,8 respectivamente.

22
III. MATERIALES Y MÉTODOS

3.1 Sitio experimental

El lugar en donde se realizó el estudio corresponde a la parcela de los agricultores del


Grupo de Transferencia Tecnológica (GTT), ubicada a 12 km. al sur de Cañete frente al lago
Lanalhue. Este sitio, constituido por terrazas marinas, presenta un suelo de textura franco
arcilloso.

Antes de proceder a la siembra se efectuó un análisis químico de suelo a 0,2 m de


profundidad, el cual arrojó los siguientes resultados (Cuadro 3):

Cuadro 3. Resultado del análisis químico de suelo.

Característica Cantidad
pH 5,4
Materia Orgánica (%) 6,7
N (mg kg-1) 9,0
P (mg kg-1) 11,0
K (mg kg-1) 114,6

3.2 Antecedentes climáticos

Con los datos obtenidos a partir de la red meteorológica del INIA, la disponibilidad de
agua presente en el año 2006 se estima en 14.458 m3 ha-1 (cuadro 4). Cabe aclarar que dicho
cálculo es solamente un indicador de las condiciones hídricas del lugar puesto que sólo una
parte de ella fue aprovechada por el cultivo.

23
Cuadro 4. Precipitaciones mensuales en la localidad de
Cañete, año 2006.

Meses Precipitación (mm)


Enero 53,4
Febrero 6,0
Marzo 41,2
Abril 142,8
Mayo 169,2
Junio 323,4
Julio 265,8
Agosto 187,6
Septiembre 89,6
Octubre 89,2
Noviembre 39,0
Diciembre 38,6
Total 2006 1445,8

Según Aguilar (2007), el Rc es una especie de bajos requerimientos hídricos, por lo


que puede presumirse que la disponibilidad de agua no fue un factor limitante de la
producción en este experimento.

3.3 Descripción del experimento

El experimento consistió en un ensayo de fertilización realizado a nivel de campo


comprendido de cuatro tratamientos, dos de ellos con una fertilización máxima y dos con una
fertilización mínima de NPK.

Adicionalmente ambas dosis de NPK fueron combinadas con la aplicación de Mg, S,


Zn y B en una dosis única (cuadro 5).

24
Cuadro 5. Panorama de fertilización.

Presencia adicional de
Tratamiento NPK
Mg, S, Zn, B
1 (-)1 No
2 (-) Si
3 (+) No
4 (+) Si
1
Signo (-) indica la menor dosis, mientras que el signo
(+) la mayor dosis de NPK.

3.4 Detalle de tratamientos

Cuadro 6. Tratamientos de fertilización.

Tratamientos N P2O5 K2O CaO MgO S Zn B

1 150 150 75 65 0,5 4 - -

2 150 150 75 67 30 41 1 1

3 225 225 150 98 0,7 6 - -

4 225 225 150 99 30 42 1 1


Tratamientos 1 y 3 cuentan sólo con los elementos menores que les proveen las
fuentes de fertilizantes utilizadas para la aplicación de NPK, mientras que a los
tratamientos 2 y 4 se le aplicó adicionalmente, Mg, S, Zn y B.

3.5 Fuentes de fertilizantes


 N: Salitre Sódico (NO3 16%; K2O 0,1%; S 0,09%; MgO 0,05%)
 P: Superfosfato Triple (P205 46%, CaO 20%)
 K: Cloruro o Muriato K (K2O 60%)
 Mg: Sulpomag (K20 22%, S 22%, MgO 18%)
 B: Boronatrocalcita (B 10%)
 S: Sulpomag (K20 22%, S 22%, MgO 18%)
 Zn: Sulfato de Zinc (Zn 11%)

25
3.6 Diseño experimental y sorteo de campo

El diseño experimental empleado corresponde a bloques al azar. Dicho diseño consta


de cuatro tratamientos con cuatro repeticiones cada uno, por lo que el experimento suma un
total de 16 parcelas (cuadro 7).

Cuadro 7. Sorteo de campo y


disposición de las parcelas.

Bloque T1 T2 T3 T4
1 (R1) (R1) (R1) (R1)
Bloque T4 T2 T1 T3
2 (R2) (R2) (R2) (R2)
Bloque T2 T4 T1 T3
3 (R3) (R3) (R3) (R3)
Bloque T1 T3 T4 T2
4 (R4) (R4) (R4) (R4)

3.7 Manejo del cultivo

La siembra, efectuada manualmente y a chorro continuo, fue realizada en parcelas de


1,7 * 5 m, y con un espaciamiento de entre hileras de 0,34 m, por lo que se sembraron 5
hileras de 5 m de largo en cada una de las parcelas.

La fecha de siembra fue el 26 de abril de 2006, para la que se empleó una dosis de
semilla de 6 kg ha-1 del cultivar Artus.

Inicialmente el control de malezas se realizó en forma química con la aplicación de


“Treflan” (i.a. trifluralina, 48%) aplicado de presiembra incorporado a una dosis de 2 l ha-1.
Luego de establecido el cultivo se procedió al control de las malezas en forma manual.

26
La cosecha de las plantas se realizó manualmente cortando cuatro m de la hilera
central de cada parcela, dejando 0,5 m sin cosechar en cada extremo con el fin de evitar la
posibilidad de interacciones de factores externos en los resultados.

La fecha de la cosecha fue el 3 de enero de 2007 y la trilla se realizó el 10 de enero del


mismo año.

3.8 Evaluaciones realizadas


3.8.1 Densidad poblacional

Se contabilizó la población existente en el área cosechada, se decir, el número de


plantas contenidas en 1.36 m2.

3.8.2 Altura de plantas

Se midió desde el nivel del suelo hasta el ápice de las plantas pertenecientes al área
cosechada.

3.8.3 Masa de 1000 semillas

Para determinarla se realizó una sigilosa limpieza de las muestras con el fin de apartar
las impurezas que pudiesen interferir en el resultado. Se seleccionaron 1000 semillas de cada
muestra en forma aleatoria y luego se determinó su masa en una balanza de alta sensibilidad
en el laboratorio de biotecnología de la UNACH, Chillán.

27
3.8.4 Rendimiento de granos

Este parámetro fue determinado tras la limpieza y posterior pesaje de los granos
obtenidos en el área cosechada. Dicho procedimiento fue ejecutado en el laboratorio de
producción vegetal de Santa Rosa perteneciente a INIA Quillamapu, Chillán.

3.8.5 Contenido de aceite en las semillas

Se determinó, dado su alto costo, a parir de sólo una muestra por cada tratamiento, la
que fue analizada en el laboratorio de semillas Baer, Temuco.

28
IV. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

4.1 Descripción del análisis estadístico

Los datos obtenidos como resultado de este experimento fueron analizados por medio
del programa SAS (8.00), en donde primeramente se les sometió a un análisis de varianza para
luego proceder a la separación de medias a través de la prueba DMS para p≤0,05.

4.2 Densidad poblacional

El análisis de varianza reveló la presencia de diferencias estadísticas significativas en


la densidad de plantas entre los tratamientos fertilizados con la menor dosis de NPK y
aquellos fertilizados con la mayor dosificación de estos nutrientes, es decir, entre los
tratamientos 1 y 2 para con el 3 y 4 (figura 5).

No se observaron diferencias estadísticas significativas de los tratamientos fertilizados


con NPK respecto de los que se les adicionó elementos secundarios y menores que permitan
identificar la influencia de dichos nutrientes sobre el parámetro evaluado (figura 5).

70 a
a
60
Pl m-2

b b
50
40
1 2 3 4
Tratamientos

Figura 5. Densidad de plantas.


Medias de rendimiento con letra diferente indican
diferencia estadística según test DMS (p≤0,05).

29
La aplicación de altas dosis de NPK redujo significativamente la densidad de
plantas.

La aplicación adicional de elementos secundarios y micronutrientes no produjo


respuesta del cultivo respecto a este parámetro.

La influencia negativa que presenta la dosis elevada de NPK sobre la densidad


poblacional concuerda con Mahli et al. (2007) e Iriarte (2007), quienes atribuyen al N como
su promotor.

Los autores citados en este estudio no hacen mención acerca de la influencia de


nutrientes secundarios y micronutrientes sobre este parámetro, lo cual sugiere que la adición
de Mg, S, Zn y B a la fertilización NPK no ha presentado un efecto positivo que compense
efectuar estudios de este tipo en el cultivo de Rc.

4.3 Altura de plantas

El análisis de varianza dejó en manifiesto la existencia de diferencias estadísticas


significativas en los tratamientos 1 y 2 para con el 4, y en el 1 para con el 3 y 4 (figura 6).

a
210 ab
Altura (cm)

205 bc
200 c
195
190
185
1 2 3 4
Tratamientos

Figura 6. Altura de plantas.


Medias de rendimiento con letra diferente indican
diferencia estadística según test DMS (p≤0,05).

La aplicación de dosis elevadas de NPK promovió una mayor altura de plantas


independientemente de la presencia de elementos secundarios y menores.
30
Los autores Bullock (1990), Ahmed et al. (1999) y Mahli et al. (2007), concuerdan con
el resultado obtenido en este experimento ya que observaron que las dosis crecientes de N
tienen una directa relación con el aumento en la altura de las plantas de Rc.

4.4 Masa de 1000 semillas

El análisis de varianza no reveló la presencia de diferencias estadísticas significativas


respecto al parámetro analizado (figura 7).

4,5
Masa (gr)

4
3,5
3
2,5
2
1 2 3 4
Tratamientos

Figura 7. Masa de 1000 semillas.

No se observó influencia de las distintas dosificaciones de NPK empleadas, sobre el


parámetro evaluado.

La aplicación de nutrientes secundarios y menores no incidió en la masa de las


semillas.

Tamango et al. (1999), concuerdan con el resultado obtenido ya que observaron que la
fertilización nitrogenada no tiene relación con la masa de las semillas.

Zahir et al. (2002), determinaron que la fertilización NPK no se vincula con la masa de
las semillas, lo que es coincidente con el resultado obtenido en este experimento.

Los autores citados en este estudio no se refieren a la influencia que presentan los
elementos secundarios y menores respecto a este parámetro, lo que sugiere no representa la
importancia necesaria para llevar a cabo estudios al respecto de este tema.

31
4.5 Rendimiento

El análisis de varianza indicó la presencia de diferencias estadísticas significativas del


tratamiento 1 para con el 3 y 4, mientras que el 2 es estadísticamente equivalente a todos los
tratamientos (figura 8).

Rendimiento (kg ha-1)

8.000 a a
b ab
7.000
6.000
5.000
4.000
3.000
1 2 3 4
Tratamientos

Figura 8. Rendimiento de granos.


Medias de rendimiento con letra diferente indican
diferencia estadística según test DMS (p≤0,05).

Respecto a los resultados obtenidos puede deducirse que desde el punto de vista
productivo es evidente la presencia de una respuesta positiva por parte del cultivo frente a la
aplicación de dosis crecientes de N, P2O5 y K2O.

Los tratamientos que contemplaron la adición de nutrientes secundarios y


micronutrientes a las dosificaciones de N: P2O5: K2O no presentaron alteraciones en el
rendimiento que permitan inferir respecto a la importancia de estos nutrientes en el cultivo,
por lo que bajo las características edafoclimáticas evaluadas no se justifica su anexado a las
dosificaciones mencionadas.

Bullock (1990), observó la presencia de respuestas significativas en el rendimiento


frente a aplicaciones de dosis crecientes de N, lo que puede ser coincídete con lo observado en
este experimento dado que el incremento sustancial de la producción se produjo en aquellos
tratamientos con las mayores dosis de este nutriente, sin embargo, dicha conjetura sólo

32
permite indagar al respecto de esta materia ya que no es posible comprobarlo porque las bases
de este estudio no lo permiten.

Brennan y Bolland (2007), concluyeron que el rendimiento es estimulado con la


aplicación de N y P en suelos con baja disponibilidad de este segundo nutriente, lo que sugiere
que las características edáficas evaluadas en el presente experimento presentaban una
disponibilidad de P inferior a la que demanda el cultivo ya que incluso con la aplicación de
150 unidades de P2O5 ha-1 el rendimiento fue significativamente inferior respecto a los
tratamientos que se les aplicó 225 unidades de P2O5 ha-1.

La no respuesta del cultivo frente a la aplicación adicional de S disiente con lo


observado por Zamora y Massigoge (2007), ya que estos autores detectaron que la aplicación
de S tiende a elevar la producción mientras que el N no fuese un factor limitante, sin embargo,
cabe señalar que a todos los tratamientos evaluados en este experimento se les aplicó S por lo
que sólo puede afirmarse que en aquellos con la mayor dosificación de este nutriente no se
produjeron las interacciones observadas por los autores mencionados.

Lukach y Deibert (2000) e Iriarte (2007), sugieren que la obtención de respuestas


significativas en el rendimiento frente a la fertilización azufrada se presenta sólo en suelos
deficientes de S, lo que insinúa que bajo las características edáficas en que se estableció el
experimento no se requiere de la presencia adicional de este mineral y/o fue suficiente con la
cantidad presente en el salitre sódico aplicado.

La no respuesta de este experimento respecto a la aplicación de elementos menores y


micronutrientes coincide con las observaciones realizadas por Hocking et al. (1999), Tomm
(2007), y Franzen y Lukach (2007).

Pageau et al. (1999), observaron un incremento significativo en el rendimiento de Rc


tras llevar a cabo una estrategia de fertilización que contempló la adición de B, sin embargo,
esta situación fue observada sólo en suelos que presentaban bajos niveles de este nutriente por
lo que puede asumirse que la disponibilidad natural del suelo en este experimento fue

33
suficiente para satisfacer la demanda de B que presenta el cultivo.

4.6 Porcentaje de aceite en las semillas

Debido a que para el análisis de esta variable no se muestrearon todas las repeticiones
los datos obtenidos no pudieron ser sometidos a análisis estadístico, lo que implica sean sólo
referenciales (figura 9).

53
Base seca (%)
Materia Grasa

52,5
52
51,5
51
50,5
50
1 2 3 4
Tratamientos

Figura 9. Porcentaje de aceite contenido en las semillas de cada


tratamiento.

Si bien los datos obtenidos carecen de base estadística, las medias muestrales de cada
tratamiento no sugieren la existencia de diferencias en el contenido de aceite presente en los
granos, por lo que se estima que las diferentes dosis y combinaciones de fertilización
evaluadas no interfirieron sobre el parámetro evaluado.

Tamango et al. (1999), y Brennan y Bolland (2007), comprobaron la presencia de una


correlación negativa entre el contenido de aceite y la extracción de N por parte de la semillas,
lo que difiere con los resultados obtenidos en este experimento, sin embargo, no se puede
afirmar dicha situación ya que no se cuenta con los datos suficientes.

Mullen y Druce (1999), en discrepancia de lo observado en este experimento,


comprobaron la existencia de respuestas positivas en cuanto al contenido de aceite presente en
las semillas frente a la aplicación de dosis crecientes de P.
34
Pageau et al. (1999), aseguran que el B es un factor de gran preponderancia en cuanto
al contenido de aceite presente en los granos puesto que su deficiencia provoca una
disminución sustancial de dicho parámetro. Esta hipótesis sugiere que el suelo en que fue
establecido el experimento presentaba niveles adecuados de este nutriente para el correcto
desarrollo del cultivo.

35
V. ANÁLISIS ECONÓMICO

5.1 Cantidad de fertilizante aplicado al experimento

Cuadro 8. Dosificaciones por tratamiento.

Tratamientos
Fertilizantes
1 2 3 4
Salitre (kg) 937,50 937,50 1406,25 1406,25
SFT (kg) 326,09 326,09 489,13 489,13
Muriato de K (kg) 123,44 63,40 247,66 188,10
Sulpomag (kg) - 163,73 - 162,43
Sulfato de Zn (kg) - 4,44 - 4,44
Boronatrocalcita (kg) - 10,00 - 10,00

5.2 Estimación de costos en fertilizantes

Cuadro 9. Costo calculado para cada tratamiento US$.

Costo
Fertilizantes Precio ( US$ kg-1) 1
1 2 3 4

Salitre sódico 1,02 957,91 957,91 1.436,87 1.436,87

SFT 1,61 525,69 525,69 788,54 788,54

Muriato de Potasio 1,31 162,13 83,28 325,29 247,06

Sulpomag 0,63 - 103,11 - 102,29

Sulfato de Zinc 1,25 - 5,56 - 5,56

Boronatrocalcita 0,25 - 2,53 - 2,53

Total 1.645,74 1.678,07 2.550,70 2.582,84


1
Precios estimados de fertilizante (valor neto), a partir de cotización Bioleche y
COAGRA. Oficina Los Angeles. 20/05/08.
US$= 467,05. El Mercurio 20/05/08.

36
5.3 Utilidad

Se ha estimado mediante la siguiente ecuación.

Ingreso total Costo estimado


Utilidad = estimado - en fertilizantes
por hectárea por hectárea

Donde:

Ingreso total Rendimiento (ton) Precio base neto ofrecido temp. 2008/09
Estimado = estimado para cada x por Molinera Gorbea (650 US$ ton-1)
por hectárea
tratamiento (figura 8) según contacto directo con la empresa

Costo estimado
En fertilizantes = Costo total calculado (cuadro 9)
por hectárea

37
El análisis de varianza revela la presencia de diferencias estadísticas significativas de
los tratamientos 1 y 2 para con el 4 (figura 10).

3000 a a ab b
2000
US$
1000
0
1 2 3 4
Tratamientos

Figura 10. Utilidad.


Medias de rendimiento con letra diferente indican diferencia
estadística según test DMS (p≤0,05).

La información presentada en la figura 10 permite inferir que la fertilización menos


adecuada a realizar en el cultivo de Rc para las condiciones edafoclimáticas evaluadas
corresponde a la aplicada en el tratamiento 4, mientras que las dosis y formulaciones
empleadas en los tratamientos restantes presentan, estadísticamente, la misma viabilidad
económica.

5.4 Ingreso Marginal

El ingreso marginal fue estimado por medio de la siguiente ecuación.

Ingreso ∆ Ingreso respecto a T1 x 100


=
marginal (%) ∆ costo respecto a T1

El cálculo efectuado permitió identificar, en términos porcentuales, la diferencia


existente entre los tratamientos respecto al que requirió el menor costo en fertilización (T1).

38
Los tratamientos 1 y 2 exhibieron un ingreso marginal sustancialmente superior a los
3 y 4 (figura 11).

300

200
%

100

0
1 2 3 4

Figura 11. Ingreso marginal.

39
VI. CONCLUSIONES

 La aplicación de dosis crecientes de NPK en el cultivo de canola generó en las plantas


mayor altura y menor densidad poblacional. Dicho suceso sugiere que estos factores
poseen una relación de proporcionalidad inversa.

 El rendimiento fue afectado positivamente por la aplicación de N225 P225 K150 respecto
a la de N150 P150 K75 por lo que bajo condiciones edafoclimáticas similares a las
evaluadas en este experimento se considera más productiva a la primera dosis de NPK
mencionada indistintamente de la presencia de elementos secundarios y microelementos.

 La aplicación adicional de elementos secundarios y micronutrientes a ambas


dosificaciones de NPK evaluadas no presentó un efecto significativo sobre el rendimiento
de granos, por tanto en términos productivos no se justifica su aplicación.

 La mejor opción económica, respecto al precio ofrecido por Molinera Gorbea, el valor
actual de los fertilizantes y la cotización del dólar, correspondió a la aplicación de N:
P2O5: K2O (150: 150: 75) independientemente de la agregación de elementos secundarios
y menores, y a la de N: P2O5: K2O (225: 225: 150) sin presencia de nutrientes secundarios
y menores, por lo que para condiciones edafoclimáticas similares a las evaluadas en este
experimento se recomienda la utilización de cualquiera de las formulaciones
mencionadas, aunque se sugiere escoger la que contemple el menor riesgo económico en
caso de perdidas ocasionadas por factores externos y que a su vez involucre la menor
contaminación ambiental posible, es decir, la formulación N: P2O5: K2O (150: 150: 75)
en ausencia de nutrientes secundarios y micronutrientes.

 Desde el punto de vista de la sustentabilidad de un sistema productivo que contemple una


rotación agronómica a largo plazo, y considerando la importancia del azufre en este
cultivo, se sugiere utilizar la fertilización empleada tratamiento 2, es decir la formulación
N: P2O5: K2O: CaO: MgO: S: B: Zn (150: 150: 75: 67: 30: 41: 1: 1).

40
VII. BIBLIOGRAFÍA

 Ahmed, K; N. Iqbal; A. N Ahmad; I Ahmed; and G. Yasin. 1999. Effect of Different


Levels of Nitrogen Fertilizer on Growth of Canola (Brassica napus L.). Departament of
Botany, University of Agriculture, Faisalabad-38040, Pakistan. Available in
http://www.ansijournals.com/pjbs/1999/1478-1480.pdf. Accesed October 13 2007.

 Avilés, H. 2004. Nuevo Camino para el Raps. Campo Sureño. Disponible en


http://www.australtemuco.cl/site/apg/campo/pags/20040320230347.html. Leído el 14 de
octubre de 2007.

 Berrios, G. M. 2000. Evaluación del Rendimiento, Componentes del Rendimiento,


Cantidad de Aceite y Proteínas en Canola (Brassica napus). Universidad Católica de
Chile. Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal. Disponible en la Biblioteca Central
del INIA B553e 2000 Santiago.

 Berglund, D.R; K. McKay and J. Knodel. 2007. Canola Production. North Dakota State
University. Available in http://www.ag.ndsu.edu/pubs/plantsci/crops/a686.pdf. accessed
october 7 2007.

 Brennan. R.F. and Bolland M.D.A. 2007. Effect of Fertiliser Phosphorus and Nitrogen
on the Concentrations of oil and Protein in Grain and the Grain Yield of Canola
(Brassica napus L.) Grown in South-Western Australia. Australian Journal of
Experimental Agriculture. Available in http://www.publish.csiro.au/?paper=EA06115.
Accessed October 7 2007.

 Bullock, D. 1990. Canola Fertility. Illinois Fertilizer Conference Proceedings. Available


in http://frec.cropsci.uiuc.edu/1990/report9. Accessed october 1 2007.

41
 Chile. ODEPA, Oficina de Planificación Agrícola. 2001. El Mercado del Raps Canola.
Disponible en www.odepa.cl Leído el 10 de octubre de 2007.

 Chile. ODEPA, Oficina de Planificación Agrícola. 2002. Mercado del Raps Canola.
Disponible en www.odepa.cl. Leído el 10 de octubre de 2007.

 Chile. ODEPA, Oficina de Planificación Agrícola. 2003. Mercado del Raps Canola.
Disponible en www.odepa.cl. Leído el 10 de octubre de 2007.

 Chile. ODEPA, Oficina de Planificación Agrícola. 2004. Raps Canola: Temporadas


Agrícolas 2003/04 y 2004/05. Disponible en www.odepa.cl. Leído el 10 de octubre de
2007.

 Chile. ODEPA, Oficina de Planificación Agrícola. 2005. Raps Canola: Temporadas


Agrícolas 2004/05 y 2005/06. Disponible en www.odepa.cl. Leído el 10 de octubre de
2007.

 Chile. ODEPA, Oficina de Planificación Agrícola. 2005. Dinámica productiva y


Comercial Marzo 2005. Disponible en www.odepa.cl. Leído el 10 de octubre de 2007.

 Chile. ODEPA, Oficina de Planificación Agrícola. 2006. Raps Canola. Disponible en


www.odepa.cl. Leído el 10 de octubre de 2007.

 Chile. ODEPA, Oficina de Planificación Agrícola. 2007. Agricultura y Mercados /


Cultivos Industriales. El Raps Canola en la Temporadas Agrícolas 2006/07 y 2007/08.
Disponible en www.odepa.cl. Leído el 10 de octubre de 2007.

 Cerón, D. W. 1993. Siembra del Raps de Invierno. El Campesino (Mayo 1993) v. 124(5)
p. 17-21. Disponible en la Biblioteca Central del INIA. Santiago, Chile.

42
 Cerón, D. W. 1999. El Canola, Mejor que el Raps. El Campesino (Ene-Feb 1999) v.
130(1) p. 38-39. Disponible en la Biblioteca Central del INIA. Santiago, Chile.

 Ciampitti, I. A. y García. F. O. 2007. Requerimientos Nutricionales. Absorción y


Extracción de Macronutrientes Y Nutrientes Secundarios. Cereales, Oleaginosas e
Industriales. Archivo Agronómico # 11. Buenos Aires, Argentina. Disponible en
www.ppi-far.org/.../e036ac788900a6560325728e0069ff05/$FILE/I.%20Ciampitti-
%20Requerimientos.pdf. Leído el 24 de septiembre de 2007.

 Diaz-Zorita, M. 2001. Resumen de Estudios de Fertilización en el Oeste Bonaerense.


Publicación Técnica Nº 36. INTA. Centro Regional Buenos Aires Norte. Republica
Argentina. Disponible en
http://www.inta.gov.ar/villegas/info/documentos/nv/PubliTec36.pdf. Leído el 5 de
noviembre de 2007.

 Díaz, F. A. y Ortegón M. A. S. 2006. Efecto de Inoculación con Azospirillum brasilense


y Fertilización Química en el Crecimiento y Rendimiento de Canola (Brassica napus).
Revista Fitotecnia Mexicana en línea (Enero-marzo), año / Vol. 29, numero 001.
Sociedad Mexicana de Fitotecnia. Chapingo, México. Pp. 63-67. Disponible en
<http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=61029109>. Leído el
27 de octubre de 2007.

 Donoso, J. A. 1994. Ventajas del Nuevo Raps. El Campesino (Abr 1994) v. 125(4) p. 30-
31. Disponible en la Biblioteca Central del INIA. Santiago, Chile.

 Downey, R. K. 1985. Investigación en Raps Canola Áreas Prioritarias. Ministerio de


Agricultura de Canadá. Disponible en la Biblioteca Central del INIA. Santiago, Chile.

43
 Franzen, D.W. And Lukach. J. 2007. Fertilizing Canola and Mustard. Langdon Research
Extension Center. Available in
http://www.ag.ndsu.edu/pubs/plantsci/soilfert/sf1122w.htm. Accessed november 23
2007.

 Guerrero, G. A. 2000. El Suelo, los Abonos y la Fertilización de los Cultivos. Disponible


en la Biblioteca de la UNACH. Chillán, Chile.

 Grant, C. A; D. N. Flanten; D. J. Tomasiewicz. y S.C. Shepard. 2001. Importancia de la


Nutrición Temprana con Fósforo. Informaciones agronómicas. Instituto de la Potasa y el
Fósforo. Quito, Ecuador. Disponible en
http://www.ipni.net/ppiweb/iaecu.nsf/$webindex/D5D0A43850DBD34205256D110073
2710/$file/Importancia+de+la+nutrici%C3%B3n+temprana+con+P.pdf. Leído el 27 de
septiembre de 2007.

 Grant, D. and Jackson. 2000. Effect of Nitrogen And Sulfur on Canola Yield and
Nutrient Uptake. Agronomy Journal. Available in
http://agron.scijournals.org/cgi/content/full/92/4/644. Accessed november 4 2007.

 Herdrich, N. 2001. Grower Experiences With Mustard and Canola in Eastern


Washington, 1997-2000. Available in
http://cru.cahe.wsu.edu/CEPublications/eb1919/eb1919.pdf. Accessed november 14
2007.

 Hocking, P; R. Norton. and A. Bueno. 1999. Crop Nutrition. 10th International Rapeseed
Congress. Available in http://www.regional.org.au/au/gcirc/canola/p-05.htm. Accessed
november 19 2007.

44
 Iriarte, L. B. 2007. Colza: Cultivares, Fechas de Siembra, Fertilización. INTA. Buenos
Aires, Argentina. Disponible en
http://www.inta.gov.ar/barrow/info/documentos/agricultura/colza/nota%20colza.pdf.
Leído el 22 de septiembre de 2007.

 Karamanos, R. E; T. G. Boon; and D. P. Poisson. 2002. Nitrogen, Phosphorus and


Sulphur Fertility of Hybrids vs. Conventional Canola. Department of Soil Science,
University of Manitoba. Available in
http://www.umanitoba.ca/afs/agronomists_conf/2002/pdf/karamanos2.pdf. Accessed
october 7 2007.

 Lääniste, P; J.Jôudu; and V. Eremeev. 2004. Oil Content of Spring Oilseed Rape Seeds
According to Fertilisation. Available in
http://www.eau.ee/~agronomy/vol021/p2110.pdf. Accessed october 2 2007.

 Landmann, F. 1995. Evaluación de Cultivares Doble Cero de Raps (Brassica napus) de


Invierno y Primavera en la Décima Región de Chile. Tesis Ingeniero Agrónomo. 79 p.
Universidad Austral de Chile. Facultad de Ciencias Agrarias. Valdivia, Chile. Disponible
en la Biblioteca Central del INIA. Santiago, Chile.

 La Tercera. 2006. Artículo de negocios del 9 de diciembre. Agricultura Fija sus


Prioridades para Biodiesel. Disponible en
http://minagri.gob.cl/ministro/entrev_ministro/20061209_agricultura_fija_prioridades_bi
odiesel.pdf. Leído el 19 de octubre de 2007.

 Luckach, J. R. and E. J. Deibert. 2000. Canola (Brassica napus L.) Response to Source,
Rate and Timing of Sulfur Fertilizer. Langdon Research Extension Center and Soil
Science Department North Dakota State University. Available in
http://www.ag.ndsu.nodak.edu/langdon/00data/spaper00.htm. Accessed October 11
2007.

45
 Mahli, S. S; S. Brandt; D. Ulrich; G. P. Lafond; A. M. Johnston; and R. P. Zentner.
2007. Comparative Nitrogen Response and Economic Evaluation for Optimum Yield of
Hybrid and Open-pollinated Canola. Agriculture and Agri-Food Canada, Research Farm.

 Marrien, A. 2002. Oilseed Rape (Brassica napus L. ssp. napus). Département Etudes et
Recherches - Section Physiologie-Nutrition, Paris, France. Available in
http://www.fertilizer.org/ifa/publicat/html/pubman/oilseed.htm. Accessed October 15
2007.

 Moyeja, S. J. 2005. Nutrición Vegetal (II). Instituto de Investigaciones Agropecuarias.


Universidad de Los Andes. Lab. Ecofisiología de Cultivos, Línea de Producción Vegetal,
Venezuela. Disponible en
http://www.saber.ula.ve/db/ssaber/Edocs/pubelectronicas/boletin_divulgativo/num60ano
30/articulo3.pdf. Leído el 14 de noviembre de 2007.

 Napoli, B. 1984. Evaluación de Cultivares Introducidos de Raps (Brassica spp.) Tipo


Canola. Tesis Ingeniero Agrónomo. 96 p. Pontificia Universidad Católica de Chile,
Departamento de Ciencia Vegetales. Santiago, Chile. Disponible en la Biblioteca Central
del INIA. Santiago, Chile.

 Olfert, O; S. Brandt; R.H. Elliott; L. Duczek; A.G. Thomas and J. Soroka. 1999. Canola
Production in Saskatchewan - a Synthesis of the Issue of Unexpected Low Yields. 10th
International Rapeseed Congress. Available in
http://www.regional.org.au/au/gcirc/2/40.htm. Accessed october 7 2007.

 Pageau, D; J. Lafond and G. F. Tremblay. 1999. The Effects of Boron on the


Productivity of Canola. 10th International Rapeseed Congress. Available in
http://www.regional.org.au/au/gcirc/2/22.htm. Accessed October 7 2007.

46
 Parodi, P. 2005. El Raps se extingue en Chile, Pero en El Mundo Tiene Otros Usos.
Revista 12. Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal, Pontificia Universidad
Católica de Chile. Disponible en
http://www.puc.cl/agronomia/cextension/Revista/Ediciones/12/opinion.pdf. Leído el 23
de octubre de 2007.

 Scheiner, D; F. Gutierrez-Boem Y R. Lavado. 2001. Fertilización en Colza-Canola.


Cátedra de Fertilidad y Fertilizantes, Facultad de Agronomía, Universidad de Buenos
Aires, Argentina. Disponible en http://www.ppi-
ppic.org/ppiweb/iaarg.nsf/$webindex/D4021353A6162A4703256AE900579212/$file/Ar
t.FertColza-Scheiner.doc. Leído el 22 de septiembre de 2007.

 Rose, T. J; Z. Rengel; M. Qifu and J. W. Bowden. 2007. Differential Accumulation


Patterns of Phosphorus and Potassium by Canola Cultivars Compared to Wheat. (Abstr).
Available in http://www3.interscience.wiley.com/cgi-
bin/abstract/114274148/ABSTRACT. Accessed October 7 2007. Accessed October 7
2007.

 Tamagno, L. N; A. M. Chamorro y S. J. Sarandón. 1999. Aplicación Fraccionada de


Nitrógeno en Colza (Brassica napus L. spp oleifera forma annua): Efectos sobre el
Rendimiento y la Calidad de la Semilla. Revista de la Facultad de Agronomía, La Plata.
Disponible en http://www.agro.unlp.edu.ar/revista/PDF/ag104_34.pdf. Leído el 23 de
septiembre de 2007.

 Tomm, G. O. Indicativos Tecnológicos para Produção de Canola no Río Grande do Sul.


2007. Ministério da Agricultura, Pecuária e Abastecimento. Disponível em
http://www.cnpt.embrapa.br/culturas/canola/p_sp03_2007.pdf. Lido o 18 de novembro
de 2007.

47
 Valenzuela, B. A. El Salmón: Un Banquete De Salud. Rev. chil. nutr. [online]. abr. 2005,
vol.32, Nº.1, p.8-17. Disponible en la World Wide Web:
http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0717-
75182005000100001&script=sci_arttext&tlng=en. Leído el 21 de octubre de 2007.

 Valetti, O. E. El Cultivo de Colza Canola. 2002. Ministerio de Asuntos Agrários y


Producción, Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, Argentina. Disponible en
http://www.inta.gov.ar/barrow/info/documentos/agricultura/colza/manual_colza.pdf.
Leído el 22 de septiembre de 2007.

 Zahir, M. A; M. Tariq J; I. Ahmad and M. Azim K. 2002. Yielding Components of


Canola Response to NPK Nutrition. Pakistan Journal of Agronomy 1 (4): 133 – 135.
Available in http://ansijournals.com/ja/2002/133-135.pdf. Accessed October 7 2007.

 Zamora, M. 2005. Fertilización de Colza: Respuesta a la aplicación de N y S. Ministerio


de Asuntos Agrarios, Provincia de Buenos Aires Argentina. Disponible en
http://www.inta.gov.ar/barrow/info/documentos/agricultura/carpeta_cos_fina/fertilcolza7
5.pdf. Leído el 23 de octubre de 2007.

 Zamora, M. y J. Massigoge. 2007. Fertilización de Colza: Respuesta a la Aplicación de


N y S. Convenio INTA-MAA. Tres Arroyos, Buenos Aires, Argentina. Disponible en
http://www.molisol.com.ar/Datos_Experiencias/338_EXPANDIDO_FERTILIZACI%D
3N%20DE%20COLZA%20RESPUESTA%20A%20LA%20APLICACI%D3N%20DE
%20N%20Y%20S.pdf. Leído el 21 de octubre de 2007.

48

También podría gustarte