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EL LIBERAL Diario de la mafana, fundado por Juan A. Figueroael3de noviembre de 1898. Director desde 1929 a 1972: Dr. José F.L. Castiglione. Director honorario: Dr. Antonio Casti- ‘glione. Director editorial: Dr. Aldo Castiglione. Director ejecutivo: Dr. Julio César Castiglione. Se- eretario de redaceién: Julio A. Boente. EDICION 90° ANIVERSARIO COORDINACION, DIAGRAMACION Y ‘ARMADO: Guillermo Adolfo Abregu. COLABORADORES Guillermo Adolfo Abregu, Luis Alen Laseano, Elvio Aroldo Avila, ‘Jorge Caldas Villar, Julio Carreras (hy, Sara Diaz de ‘Raed, Amalia Beatriz Dominguez, Horacio Gar- cfa, Amalia J. Gramajo de Marti- nez Moreno, Enrique Lascano, Néstor Ledesina, Hugo N. Martinez Moreno, Fina Moreno Saravia, Vicente Oddo, Maria Daniela Ra- fael, José Andrés Rivas, Lucio Salto, Ricardo Dino Taralli, Maria Mercedes Tenti de Laitan y Ri- cardo Trotti, APORTES FOTOGRAFICOS Marta Flores Taboada, Jorge Juan, Hugo Orlando Ramirez, Félix Gramajo, Juan Carlos Ca rabajal y Miguel Salvatierra. DIBUJOS José Scrimint Bey Oneta ie * y Angel libro fue impreso en los talleres ‘Editorial EL LIBERAL. ‘Srntnge tel Estero octubre de 19 EDITORIAL EL LIBERAL S.RLL *) CORRESPONSALIA A NUESTROS LECTORES EL LIBERAL celebra su 90° Aniversario con la entrega de este libro, que constituye un es- fuerzo periodistico que nos lena de orgullo, Porque es una nueva muestra del constante pro- greso de nuestro diario, Nada mejor que esta es- pecialisima circunstancia como es su nonagésimo cumpleafos, para ofrecer a la ciudadania santia- guefa en especial, y a todos aquéllos que nos brindan su adhesion y apoyo permanente, una edicién como la presente, donde se registra la evolucién de la provincia en diversos érdenes, a través de trabajos y colaboraciones especiales de estudiosos de todas las manifestaciones que hacen a la cultura, la historia, la economia y otras miltiples facetas del quehacer provincial. EL LIBERAL, que nacié el 3 de noviembre de 1898, llega a sus noventa afos renovado y fe- cundo, siempre vigoroso, sin desviarse jamas del camino de la verdad y de la justicia. Tiene por otra parte, un prestigio que trasciende los limites provinciales. Es el diario decano del Norte ar- gentino y una expresién periodistica de primera linea entre los diarios mas importantes del pais. En este 90° aniversario hemos querido —como lo hicimos anteriormente en las ediciones especiales del aio 1948, en que EL LIBERAL cumplié 50 afos y la de 1978 en que celebro su 80° aniversario— poner en manos de nuestros lectores y amigos esta reseha de semblanzas que rescatan este Santiligo del Estero que queremos tanto, ¥ del cua} EL LIBERAL es una expresién cabal. La edad periodistica de EL LIBERAL —easi un siglo de existencia—, tiene una honda signifi- eacién para todos los que formamos parte de esta casa, porque par# llegar a afirmar el crecimiento de nuestro diario, se ha debido librar muchas batallas, aceptar desafios y vencer toda suerte de dificultades. Pero aqui estamos, siempre dispues- tos a servir, y a defender los mas caros intereses de la provincia y de la Nacién. INDICE EL LIBERAL, 90 ANOS CON USTED —————___________________ Pag. 3 LAS RAICES CULTURALES DE SANTIAGO DEL ESTERO (origenes, tradiciones, folclore) ¢ Por Guillermo Adolfo Abregt . Se ee Big 8 AMOR, QUIMERA Y FE EN LA CONQUISTA DEL NOROESTE ARGENTINO Por Fina Moreno Saravia Pag. 23 LEYENDAS, SUPERSTICIONES Y CREENCIAS POPULARES SANTIAGUENAS Por Amalia Beatriz Dominguez | Pg. 29 MITOGENESIS DEL CARACTER SANTIAGUENO Por Julio Carreras (hy) <= ‘TEORIAS LITERARIAS EN SANTIAGO DEL ESTERO Por Ricardo Dino Taralli | — 4 Pag. At LA PLASTICA EN SANTIAGO DEL ESTERO (siglos XIX y XX) Por Carlos Sanchez Gramajo_|§ Pag. LA TEMATICA REGIONAL EN EL TEATRO SANTIAGUENO Por Horacio Garcia —<__—_—_—_—ee __ Pig. 57 EL ARTE RUPESTRE DEL TERRITORIO SANTIAGUENO Por Amalia Gramajo de Martinez Moreno y Hugo N. Martinez Moreno © _________ Pig. 65 COMO HABLA EL SANTIAGUENO Por Elvio Aroldo Avila.) ————_—— Pag 75 EL ESPEJO DE NUESTRO PASADO (Nombres quichuas de lugares santiagueno Por Luelo V, Salto) Pig. 81 LA MUJER EN LA HISTORIA SANTIAGUENA Por Sara Diszde Raed — Pg. 87 APORTES SANTIAGUENOS A LA MEDICINA NACIONAL Por Vicente Oddo, ———__— _ Pig. 91 DESARROLLO POLITICO E INSTITUCIONAL (Gobiernos y partidos en los ultimos 60 afios de Santiago del Estero) Por Ltis ©. Alen Laseano§ ———————————<__—$_$_$____ Pag. 103 EL DESAFIO SANTIAGUENO (Capacidad para una economia integral) Por Néstor René Ledesma Pag. 122 EL DESARROLLO INDUSTRIAL EN SANTIAGO DEL ESTERO Por Maria Mercedes Tenti de Lait ~~~ Pag. 131 UNA NUEVA PROVINCIA (Emigracion santiaguena) Por Ricardo Trott, << Pag. 137 LA ARGENTINA Y EL MUNDO Por Jorge Caldas Villar | ————————_____________________ Pag. 145 SANTIAGO EN FOTOS, Pag. 164 COLABORADORES DE LA EDICION 90° ANIVERSARIO EL LIBERAL 90 anos con Ud. ‘De iaq. a der. José Luis Castiglione (Jefe técnico), Jul tor ejeeutivo), Aldo Castiglione (director e* Meena ies oe iss Se wise aig en ie ates eer sine cal oe es ea ane pieces BERAL, en éste su 90° ani ‘A partir del 3 de noviembre de 1978, coineidiendo con el 80° aniversario de EL LIBERAL, se iniciaron las impresiones con la nueva rotativa offset Pacer 36. En esta fecha, tanto la edicion normal como el suplemento aniversario circularon por la flamante rotativa, brindando al lector una impresion de notoria calidad, La composicion offset, en cambio, tuvo un proceso gradual, donde se combinaron Simulténeamente los dos sist mas: frio y caliente (offset y plomo-linotipos). Esta etapa se extendié por algo mas de tres fafios y concluyé el 15 de mayo de 1982, cuando Ia altima lino tipo silencio su actividad y el diario aparecié compuesto en st totalidad con el sistema elec- troteenico. Los lectores, de todos modos, ya apreciaban estos cambios, y desde un pri- mer momento, comenzando por la pagina cuarta (donde se in- serta el editorial), se fue incor- porando la composicion en frio. ‘Aqui comenz6 un proceso vertiginoso y revolucionario que, si bien era pereibido rapi- damente por quienes hacemos el diario, externamente, el publico lector, eaptaba los cambios en forma paulatina, a través de la nueva imagen de sus paginas, de Ia calidad de 1a impresion, es- pecialmente las fotografias que No A. Boente (secretario de redaccln), Julio César Castiglione (direc. -ditorial) y Virgilio Castiglione (integrante del directorio). ‘se hicieron notablemente niti das, los nuevos caracteres tipo- graficos, la diagramacion y or- ganizacién del material perio- distico y fundamentalmente, el tratamiento de las noticias con mayor profundidad y variedad tematica, Este proceso que puede pa- recer largo, una década, no lo es en realidad, si tenemos en cuenta que en ese tiempo, EL LIBERAL trasmuto como no lo hizo en el resto de su larga vida, desde su fundacion en 1898. Sin embargo, este fendmeno no es consecuencia de que antes se hizo menos y ahora mas, sim- plemente es ia resultante de dos grandes fenomenos contempo- raneos: la rapida evolucion teenologica y la actitud de una sociedad cada vez mas compleja y exigente de los servicios que demanda, en nuestro caso: el diario. Si tuviéramos que graficar este proceso, podriamos decir que en 1978, caia el telén sobre las viejas y robustas linotipos, sobre el plomo, y hacia su apa- rieion en EL LIBERAL la com- posicion computarizada, una prodigiosa combinacién de la electronica, 1a cibernétiea y 1a tecnologia fotografica. El cora- zon de plomo de las linotipos y sus ruidosos talleres, daban lugar al imperceptible zumbido La actividad en la redaceion es incesante y un murmullo caract de los micromotores eléctricos @e las nuevas maquinas para la ecomposicién, inmersas en un ambiente refrigerado, sereno y pulero. De estas diferencias, ®erdaderamente radicales, el Iector puede sacar sus propias eenclusiones sobre como cam- Diaron desde entonces las con- iciones de trabajo, y al mismo Gempe las exigencias profesio- males del personal EL LIBERAL y la informacion Dentro de este panorama, un ‘sespecto sustancial lo ocupa la Gefermacion periodistica que Getecra las paginas de EL LI- SERAL En primer lugar, po- Gomes afirmar que dos son los sles sobre los cuales se proyecta Ge limes editorial del diario: eee, brindar informacion sobre necesidades inmediatas, urgen tes y de utilidad para la pobla- cién, 0 sea informacion de ser- vieio e interés general. Pocos diarios del pais y este sin va- nidad, entregan diariamente a sus lectores el caudal informa- tive de servicios como este ma- tutino. Sélo para mencionar al- gunos digamos los siguierites: el tiempo, cotizaciones, tombola y loteria, cartelera ge espectacu- los (cine, TY, teatro, ete.) y un sinntimerp de hoticias sobre hechos sociales, religiosos e institucionales. El otro eje, es sin du@as, Ia actualidad infor mativa, tanto en el relato ge los acontecimientos oficiales, poli- ticos, econdmicos, culturales, deportivos, policiales, ete. (en los planos local, interior, na- cional e internacional), como en el anlisis profundo ‘de la in- formacién, a través de los edi- toriales, notas y articulos espe- ciales. Este tipo de periodismo teristico 1a domina. an merece un parrafo aparte y surge de una metodologia de trabajo que desde no hace mucho tiempo se impone en el mundo occidental, es decir el denominado periodismo de interpretacién de los hechos y de investigacion, donde los su- esos que son noticia no em piezan y terminan en los mati- ces mas brillantes, sino que es necesario “bucear” dentro de ellos para obtener una vision no s6lo objetiva del problema, sino también una respuesta o res puestas, a la variedad de inte- rrogantes que surgen de los hechos cotidianos ¥ que gene- ralmente no son reflejados por la sola erénica. Este nuevo periodismo, puesto en practica por EL LI- BERAL, surgié como una res- puesta de la prensa eserita a la demanda de sus lectores, que obtenian informacion rapida ¥ realista a través de los medios electronics, como Ia radio TV, pero de poca profundidad. La‘aparicion de éstas en dis- tintos periodos histéricos, sin embargo, no significe como se especulaba en su momento, el inicio de un proceso de retro- ceso de la prensa escrita. Lejos de esto, los diarios siguen cre- eiendo y modernizindose y cuya especificidad 0 razgo distintivo, es la informacién, como Io es el entretenimiento en la television y la misiea en Ia radio, ‘Cantidad de informacion Otro aspecto destacable de EL LIBERAL es el gran caudal de informacion que proporciona a sus lectores. Un estudio de prensa comparada (elaborado por el Lie. Enrique A. Lascano, ‘como trabajo final de licencia- tura, presentado ¥ aprobado por la Universidad Nacional de Cérdoba), da cuenta de que el vo- lumen informative de EL LI- BERAL es notoriamente supe- rior a los de La Gaceta de Tu- cuman y El Tribuno de Salta. Mientras EL LIBERAL dedica el 76,6 por ciento del total de su campo impreso a las informa- ciones de toda indole, La Gaceta Io hace con el 68,8 por ciento ¥ El Tribuno con sélo el 54,4 por ciento. Sin embargo, segun el estudio de referencia, ese caudal informativo es atin mayor, sis tiene en cuenta que EL LIBE. RAL utiliza habitualmente una tipografia menor, para textos periodisticos, que sus colegas de la region, con lo cual la canti- dad de informacién que puede incluirse en un mismo espacio a un cuerpo menor, es mayor Otra conclusién de ese estudio revela que EL LIBERAL dedica en sus paginas un 5 por ciento mas que La Gaceta y un 14 por eiento mas que El Tribuno, de material periodistico propio, es decir, aquél es producido por los propios periodistas y co- rresponsales del medio, y donde no se cuentan las informaciones provenientes de agencias na- cionales e internacionales. Otro aspecto relevante lo configura la importancia que otorga EL LIBERAL a los sucesos del interior de 1a provincia, a los cuales dedica diariamente una — f Tntereamblo de opiniones, lamadas telefénicas y grabadores, confor- ‘man lo cotidiano en la redaccion. nen pagina integra o mas, y que es ‘igo, de lo que estan lejos, no solo La Gaceta y El Tribuno, sino muchos otros diarios ar: gentinos de provincias. Las agencias noticiosas Desde la época en que las noticias nacionales y del exte- rior se recibian a través del te- légrafo del Correo y pasando por el otrora sofisticado “Tele- cord” (un antecesor de los a tuales grabadores que, mediante un cilindro y discos de cera grababa los noticieros de la Capital Federal y las noticias que se recibian por teléfono) de ja década del '40, muchas cosas han ocurrido en esta casa, en materia de telecomunicaciones y Servicios de agencias noticiosas nacionales e internacionales. EL LIBERAL, actualmente Gispone de los servicios de tres agencias noticiosas nacionales: NA (Noticias Argentinas), DyN Wiarios y Noticias) y Télam, y einco internacionales: UPI y AP {norteamericanas), EFE (espa- Gola), Reuter (alemana) y AFP (francesa). Cabe agregar que estos servicios de noticias se integran con los de radiofotos que brinda la agencia Noticias Argentinas y por su intermed: las radiofotos del exterior! de la agencia gala AFP. Un parrafo especial merece Ja ultima adquisicién tecnold- gica de EL LIBERAL en materia de equipamiento para recepcién noticias. Efectivamente, desde el pasado mes de mayo fueron incorporados los servi- eis informativos de la agencia Reuter y cuya senal de mi- eroondas llega via satelite hasta una moderna antena parabélica situada en nuestro diario. La singularidad de esta incorpora- eién, radica en la rapidez y ca- lidad del enlace, merced a lo ual la maquina de teletipo que reproduce las ondas en textos periodisticos, los imprime a éstos entre seis y cuatro veces mas rapido que en los servicios tradicionales. Es como decir que de una velocidad de 50 6 75 ki- Jometros p/hora, se pasa a 300 kilometros horarios. Este servi- cio de la agencia Reuter, ins- talado por EL LIBERAL, desde el 21 de abril del aio en cuzso, recibe el trafico informativo mundial por intermedia del sa- télite Intelsat 5, ubieado a 40 mil kilmetros de a Tierra, en Orbita geo-estagionaria o sin- cronica. 7 La funcién de las agencias Con el desarrollo masivo de los medios de prensa eserita en el mundo, durante la segunda mitad del siglo pasado y al mismo tiempo la evolucion tecnoldgica de las comunica- jones, Se sentaron las bases para el accionar de las agencias 1g sala de fotocomposicidn revela el nivel teenologico alcanzado. noticiosas. Las primeras apare- vieron en Europa y casi simul- taneamente en los Estados Unidos, Su funcién fue sin dudas, proveer a los medios pe- riodisticos, cada vex mas nu- merosos, de noticias de actua- lidad con rapidez y confiabili- dad. De este modo, las agencias se fueron transformando en verdaderos corresponsales de los diarios, que se ubicaban y remitian informaciones de todas las latitudes del planeta, a tra- vés de su vasto sistema de co- municaciones, En la Argentina, la presencia de las agencias noticiosas ha tenido también una importante evolucion. sme. ‘La sala de teletipos en plena "Fotomecanica. Las paginas armadas se transforman en negativos que ‘uego se convertiran en las matrices para imprimir el diario. Fotos: Ramén Cabrera ‘Laboratorio fotogratico En fotomecénica se ajusta la lente para fotografiar la pagina Sin contar a la agencia ofi- | de noticias Télam, la apa agencias noticiosas privadas, estuvieron precedidas por ra- zones de indole operativa y econémica, por un lado y pol ticas, por otro. Efectivamente, el caso mas conereto es el de la agencia Noticias Argentinas, que se creé en 1973 durante la presidencia del Dr. Héctor J. Campora, partiendo de 1a in- fraestruetura téenica y humana de la agencia UPI que fue ad- quirida por un grupo de diarios argentinos, entre ellos EL LI BERAL. Nuestro matutino, como la mayoria de los diarios del interior no cuentan con agencias 0 sucursales propias en Buenos Aires y otras capitales del pais. El elevado gasto que ello significaba justifico plena- mente la creacién de Noticias Argentinas, ya que al asociarse cada vez mas diarios a la enti- dad, con igual costo, se logro paulatinamente un servicio muy superior. EL LIBERAL mantiene hasta la fecha una activa participa- cion en su gestion, en su condi- ion de socio fundador de la entidad, EI origen de las agenci este caso NA, como dijimos, tambien tuvo motivaciones po- litieas. Por decision del go bierno nacional de 1973, se prohibié a las agencias de noti- cias internacionales (caso de UPI, AP, AFP y otras), difundir informacion nacional dentro del propio pais, como lo venian ha- eiendo por entonces. Este hecho actué, de ese modo, como ver: dadero catalizador cuya conse- cuencia fue la creacion de No- ticias Argentinas. EL LIBERAL en ADEPA y ADIRA El prestigio de EL LIBERAL en el concierto del periodismo contemporaneo se halla solida- mente sustentado en una tra- yeetoria de arraigo en todas las entidades e instituciones de prensa de la republica, por su plena y activa participacion en las mismas desde que fueron fundadas. Tal es el grado de insereion de EL LIBERAL en el seno de Asociacién de Entidades Peri disticas Argentinas (ADEPA) y la Asociacion de Diarios del Interior de 1a Republica Argen- (ADIRA). ADEPA una entidad que agrupa a todos los diarios ar- gentinos (del interior y metro- politanos) tiene como objetivo fundamental 1a preservacion de la libertad de prensa y Ia cus- todia de los intereses politicos y econémicos de la prensa para que ésta pueda existir y desa- rrollarse en plenitud. Un caso conereto en este aspecto, es in- dudablemente 1a actual lucha para la reduceién a cero de los derechos de importacién del papel, que es el insumo princi. pal de todo diario, sin el cual ninguno puede sobrevivir. La prestigiosa entidad pe- riodistica fue ereada el 14 de diciembre de 1962, es decir que va a cumplir 26 anos de vida, y desde su fundacién EL LIBE: RAL estuvo presente en ella a través de la persona del Dr. José F. L, Castiglione quien ocupé la vicepresidencia de la entidad hasta su fallecimiento en 1972 Luego lo sucedié en el mismo cargo nuestro actual director honorario, el Dr. Antonio Cas- tiglione, ¥ actualmente el di- rector ejecutivo de EL LIB! RAL, Dr. Aldo Castiglione, tegra la junta de directores del organismo, como ya lo hizo en reiteradas oportunidades. Uno de los grandes impulso res de ADEPA, fue sin-duda el Sr. Pedro Ventura, quien es propietario de la firma homo: nima que representa a los-dia rios mas importantes del rior del pais en la Capital Fe ral, entre ellos EL LIBERAL. Ventura brindé todo su apoyo, por entonces, al crecimiento de ADEPA, tal e¥asi que el primer centro de reunion que tuvo la entidad periodistica estuvo en dependencias de su.empresa adonde convergian peripdic: mente, en verdaderos encue: tros de amigos, los represen tantes de los diarios del inte rior. De este modo, en nuestros dias, la junta de directores de ADEPA, realiza una reunion mensual y una vez al afio tiene lugar Ia asamblea que se efectia siempre en distintos puntos del pais, Este afio entre el 28 y 30 de septiembre tuvo como sede a la ciudad de Bahia Blanea y estuvo organizada por nuestro colega “La Nueva Provineia”, que también cumplio 90 afes de vida el pasado mes de agosto. Asimismo, estas reuniones ¥ sambleas periédicas, posibili- tan un profundo analisis de temas especificos y puntuales » ademas un intercambio de eo- nocimientos tecnolégicos ¥ pro fesionales, entre las distintas ‘empresas periodisticas. Con motivo de la celebracion del 90° aniversario de EL Lie BERAL, se realiza en nuestra ciudad en estos dias, la reuniom mensual de la Junta de Diree- tores de ADEPA, oportunidad propicia no s6lo para analizar los temas puntuales de la enti- dad, sino también como reco- nocimiento a la larga y fecunda trayectoria de nuestro matutino en el periodismo argentino. Actualmente, ADEPA posee un local propio en el edificio denominado “La Prensa Argen- ubicado en Ia calle Cha- cabuco 314, en Buenos Aires y donde préximamente sera habi- litado un salon auditorio. Ade- mas, en el mismo edificio fun- cionan diversas agencias noti- ciosas, y las oficinas de ADIRA, como también las agencias propias de algunos diarios del interior. Cabe consignar finalmente, que la Asociacién de Diarios del Interior de la Repablica Argen- tina (ADIRA), agrupa a los dia- rios del interior solamente, es decir que no se integran aqui los grandes diarios metropoli tanos. Sus objetivos son em cierta forma similares a los de ADEPA, en lineas generales, pero se atiende con detemi- miento 1a problematica parti cular y los intereses de los dia rios del interior. Imagen y diagramacion Bien han sefalado los estu- diosos de 1a comunicacion ma- siva que en el caso cenerete de la prensa escrita, la forma ad- quiere muchas veees mas im- portancia que el contenide. 0 sea que el lector fija y valora ae nee UNIFAX I ‘Las radiofotos sobre hechos de todo el mundo, llegan a través de estas méquinas, exponentes de la tecnologia actual con més atencién la distribu- eién, ubicacion y tamaiio de ti tulos e informaciones, que la informacién misma 0 sea e contenido que se trasmite. Par- tiendo de esta premisa, la dia- gramacién y valoracion exacta de las noticias adquieren una importancia fundamental en todo diario, En este sentido, EL LIBERAL viene desarrollando en forma paulatina y constante una tarea de perfeccionamiento en materia de diagramacion y compaginacién general del dia- rio, Las secciones estan perfec- tamente delimitadas: naciona- les, internacionales, locales, so- ciales, educacionales, La Banda, interior, policiales, deportes y diversas’ subsecciones dentro de aquéllas. La tapa o primera p gina resume en cierta forma, los nuevos criterios aplicados: dia- gramacién fija; resumen de las principales noticias sean de cualquier ambito; medida falsa especial que suprime el material a una columna y las ya habi- tuales ventanas que se ubican en la parte superior con infor- maciones (generalmente locales) de trascendencia que se amplian en las paginas interiores. El diario como escuela de periodistas En esa tarea de perfecciona- miento continuo, el diario tam- bién se constituyé en el tiempo como auténtica escuela de pe- riodistas en Santiago del Estero, ante la falta de un instituto especializado en Ia formacion de comunicadores sociales. Aqui, desde principios de siglo y hasta la actualidad, BL LIBERAL sigue siendo el medio por excé Iencia donde los jévenes con vocacion de periodistas hicieron y hacen su experiencia profe sional, El avance tecnologico y por supuesto el paso del tiempo, provocaron el recambio gene- racional en EL LIBERAL y hoy, tanto en las seeciones de taller como de redaceién, los jévenes —en franea mayoria— ponen su Sangre nueva para “sacar” dia tras dia las paginas del diario, en medio de condiciones de trabajo y ambiente mas favo- rables. jones especiales y repercusién de EL LIBERAL EI perfeccionamiento alcan- zado, sobre la base tecnologica y humana que hemos sefalado, coloca hoy a EL LIBERAL en la vanguardia del periodismo ar- gentino. Las ediciones a color han sido constantes y si aetual- mente estan limitadas es por razones de indole econémica y no de equipamiento, ya que EL. LIBERAL cuenta con capacidad para editar en colores. ju repercusién en el ambito nacional e internacional es también un hecho palpable. En numerosas oportunidades los diarios metropolitanos han re- producido articulos y editoriales de nuestro matutino sobre asuntos de candente actualidad. igualmente se ha dado esta cir- ‘cunstancia a nivel internacional, como lo confirma —por ejem- plo— la reproduccion de un editorial de EL LIBERAL sobre la problematica del Atlantico Sur en la revista inglesa “The Review Of The River Plate", publicado en mayo de 1982. Asimismo podemos consignar 1a Participacion de nuestro diario, a través de su editorialista, Guillermo Adolfo Abregi, en 1a Seventh World Media Confe- rence (Séptima Conferencia Mundial de Medios de Comuni- cacion), realizada en Tokio, Japén, en noviembre de 1984. En esta oportunidad EL LIBERAL presenté con éxito una ponencia denominada “Hacia una meto- dologia informativa que afirme la confianza en los medios”. ELIVE y la circulacion de EL LIBERAL Un aspecto de traseendencia para todo diario, es por cierto, el de la cireulacéén de sus ejemplares y el,conocimiento preciso y epnfigbte de esos gua- rismos, no sélo para el propio medio, sino para los anuncian- tes y las agencias de publicidad que conforman un tripode esencial, para-el sustento y avance de las empresas perio- disticas. En este tema de 1a cireula- cién e influencia de los diarios sobre determinadas areas grafieas, juega un rol de primer orden el instituto Verificador de vulaciones (IVC). Una entidad civil sin fines de luero, com- puesta por anunciantes, agen- cias de publicidad y editores. Su principal funcion es la de certi- ficar la venta declarada de las Publicaciones inseriptas por los editores asociados (los diarios). Los guarismos del IVC al ser auténticos y comparables sirven de punto de partida exacto, para una correcta evaluacién de medios, por lo que el IVC pro- tege a los anunciantes y agen- ciones falsas 0 exageradas, y habilita al editor con un doc mento certificado de la auten ‘icidad de las cifras de circula- cion y venta de las publicacio- nes por él inscriptas, cifra que nadie podria poner en dudas. EL LIBERAL esta asociado y es socio fundador del IVC. Desde hace tiempo y merced a los datos que viene suminis- trando, se ha podido comprobar, entre otras cosas, que nuestro matutino tiene una decidida penetracién en todo el ambito de la provincia de Santiago del Estero. Para dar solo algunas cifras de las mayores tiradas de EL LIBERAL en los ultimos aiios y corroboradas por el IVC, pode- mos citar la del 31 de octubre ‘LOS AMIGOS DEL DIARIO EL LIBERAL ‘Hace casi sesenta fos que con mi hermano José adquirimos ite ese tempo hemos visto transcurrir una im- ‘historia: dg Santiago, 1a Argentina y el ‘legrins y tristezas, hemos tenido frustra- al ‘mucho ¥ vimos pasar a nuestro to nacer, crearse y formarse a ‘mn. ¢ Tormarse a nubitros nietos y a cumplir EL LIBERAL 00 afios ‘hacer Uegar al pueblo de Santiago del fe paz, amor y ventura. Quiero que a este mi, de vivir. a. ‘parrafo del Sermon de la Montafia: al altar para preséntar una ofrenda, y alli ‘Si te ace’ te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja la ofrenda ante el altar y ve primero a rec ciltarle com tu hermano; luego vuelve a presentar tu ofrenda’ Dr. ANTONIO CASTIGLIONE Director honorario de 1985, en ocasién de las elec- clones legislativas nacionales, donde aleanzé la cifra récord de 31.706 ejemplares; la del dia posterior al desembarco argen- tino en las Malvinas (3/4/82), con 27.624 ejemplares y la del 4 de noviembre de 1985, con 29.400 ejemplares, con motivo de las elecciones legislativas de ese aio, Como acotacién final sobre este tema, podemos sefialar que el tiraje de todo diario esta en relacion directa con el poder adquisitivo de 1a poblacién y la situacién econémica imperante ‘en cada momento. a jias de tensién y vigilia De los hechos ocurridos en Ia provincia, el pais y el mundo, en los tiltimos diez afos, nin- guno tuvo el relieve periodistico que se derivé de la guerra de las Malvinas con Inglaterra, posiblemente por su tremenda cuota dramatica en aquellos euféricos y aciagos dias que corrieron entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982. Quizs nos quedemos cortos, pues el con- flicto del Atlantico Sur fue, para la Argentina, el suceso pe- riodistico de mayor envergadura en mas de un siglo, sencilla- mente porque estabamos en guerra, Ocurrieron cosas de mucha importancia en el pais en 100 aflos de historia: terre- motos, campeonatos mundiales ganados por la Argentina, re- voluciones de todo tipo, “cor- dobazos”, terrorismo de iz- quierda y de Estado, restaura- cion de la democracia, catas- trofes aéreas, maritimas y te- rrestres, visitas famosas y ce- lebraciones populares muititu- dinarias, Estabamos de alguna manera, acostumbrados a estos heehos, casi cotidianos, casi predecibles. Pero no a la guerra con una potencia exterior, cuya experiencia no figuraba en el eédigo genético del hombre ar- gentino desde hacia varias ge- neraciones, desde 1a guerra del Paraguay, alla por 1860, cuando reeién, timidamente, se acerca- ban a nuestras playas, haciendo punta, los primeros inmigrantes que, entre otras cosas, justa mente, le escapaban a la guerra siempre presente en la vieja Europa. La guerra de las Malvinas convulsioné al pueblo argentino, a la prensa nacional y de ese modo también a los hombres que hacen EL LIBERAL. Nunca se habia visto tanta expectativa concentrada que se mantenia por tanto tiempo sin declinar. La redaccion del diario estallé esa mafana del 2 de abril todos, periodistas e incluso gra- fieos, fuimos al diario. Lo que estaba ocurriendo era dema siado grueso, como para que no se tomaran decisiones inéditas. Efectivamente, a eso de las 10, los direetivos del diario deci- dieron poner en la calle, esa misma tarde, una edicion espe cial para informar a la pobla- cién sobre todo lo que estaba ocurriendo, Un entusiasmo sin limites obnubilaba por mo- mentos, el analisis frio de los hechos, el elima era practica- mene festivo, en todos lados, en toda la ciudad. Las agencias noticiosas no se daban tregua, los despachos que salian de las ranuras de las teletipos debian ser répidamente cortados y cla- sificados porque el aluvidn in- formative amenazaba con se- pultarnos. En la tarde de ese 2 de abril la edicion especial ya estaba en la ealle y se agoto rapidamente, Por la noche y con la tensién aun mareada en el rostro, no haciamos mas que hablar de ese tema excluyente, ya algunos habrian los interro- gantes sobre el futuro que se avecinaba, de un suceso que ain no habia cumplido 24 horas de vida. En los dias sucesivos, la ten- sin fue disminuyendo, no habia enfrentamientos a la vista y todas las miradas estaban puestas en las repercusiones politicas, en el avance de la flota inglesa y en especulaciones sobre si habria o no guerra. Sin embargo, el voltaje se elevé stbitamente cuando los brita- nicos recuperaron las Georgias. Desde ese dia, casi a fines de abril, se establecié en el diario una guardia periodistica que se mantenia hasta las 3, cualquier hora era posible para que ocu- rriera lo peor o lo mejor. Des- pués del 1 de mayo se desenca- denaron los enfrentamientos, con todo lo doloroso y heroico que tuvieron y desde entonces y hasta el fin del conflicto, los hombres de EL LIBERAL, sin- tetizaron la experiencia profe- sional mas intensa que jamas vivieron, por la densidad que tuvo y por su permanencia en el tiempo. (COlurio mma boule) DMC anemone ie aise ecu ae permite la busqueda de la islas; es por lo tanto, conve- ica de primera magnitud, cuanto Sie wee Fanciscs Soleo (FO: Fells Grama}o) Foto: Mana Flores Taboada tejido sordo de la siesta, sobre uun rio perezoso, dentro de una calma tensa ante la posibilidad del ataque de los indios, resiste trabas y desgracias. El cantico de quimeras que guia a los primeros pobladores refresca en ellos los ardores del paisaje y del deseo incolmable. Los dardos indios silbaron en todas las horas en la selva. Los autéctonos de la tierra defen: dian su albedrio, y Diego de Rojas —el capitan de “la en- trada’— picado en el muslo por tuna flecha enherbolada, entrego su vida, asediado de furores, delirios, incoherencia, rabia. Pero la expedicion no se de- tuvo. Felipe Gutiérrez y Nicolés de Heredia, socios del jefe em- ponzofiado, desposeidos en be- meficio de’ Francisco de Men- doza, hacian girar la rueca del despecho. Las pufaladas que Mendoza recelaba le segaron la vida poco después cuando los espafioles llegaron al rio igrande como el mar”: el Pa- rand. Las dagas de la conquista se aguzaron en piedras de ambi- i6n. Gonzalo Pizarro, con el cuerpo sangrante del virrey Nufiez de Vela, sellé su auto- cracia. Nicolas de Heredia y otros conmilitones de la expe- dicion de Diego de Rojas, ter minaron en el patfbulo Mucho mas tarde, setenta hombres capitaneados por NUfiez del Prado, fundaron con el pendon real, la cruz, el rollo y los aceros, la ciudad del Barco, en el Tucumén, sl dis currir el afio 1550. Pero desde la eapitania de Chile se prepa raban expedicionarios para ex tender los dominios de Valdivia. Uno de sus eapitanes, Francisco de Aguirre, sorprendié a Nunez del Prado, en su tercer traslado de 1a cludad del Barca, proximo alos esteros, al rio Dulce que se despereza en la-llanura y el boseaje. ‘Tras Ja” expulsion de Nufez de} Pydo de la ciudad rodante (tres veces trasladada), Aguirre la empujo un poco mas haclasia vera y de la corriente J Santiago del Estero quedo allt definitivamente asentdda en 1558 Pedro de Valdivia, el inven- cible conquistador del Arauco, terminé muerto por las lanzas de Lautaro. La tempestad india azotaba ia capitania. de Chile y los capitanes sobrevivientes de los duros combates con el ejér- cito de Lautaro, buscaron en- sanchar la capitania invadiendo jurisdicciones que no les co- rrespondian. Capitanes y sol- dados hispanos recibieron con ensafiamiento la muerte. Por encima de Cérdoba de Cal- chaqui, arrasada y herida de muerte a través dei incendio de Cafete y Londres, Juan Cal- chaqui penetro en las puertas de los Andes. Exhausta en el aislamiento, Santiago del Estero languidecta. Pero los primeros pobladores de Ja “muy noble y leal ciudad” se dispusieron a resistir los ata- ques indigenas. Los guerreros diaguitas de largas crenchas, con los rostros pintados, caye- ron por los peldafos de sus fortalezas. Los juries vestidos con plumas de avestruz, rotos bajo los cascos de la caballerfa, quedaron tendidos en el lano. Pero la diadema de oro en la ancha frente de Juan Calchaqui destellara para siempre el sol del ocaso, Muchos afios de luchas es- peraban a los pobladores de Santiago del Estero, pero no s6lo con los indios, sino en el propio campo espafiol. Con Je- rénimo Luis de Cabrera, de cuyo paso por las serranias quedaron sefiales en los frescos rupestres de las tribus come: chingonas, y por la ciudad de Cordoba que fund6 en 1573, el camino quedé sembrado de dolor y crfmenes. Gonzalo de Abreu y Figueroa, designado nuevo gobernador de Santiago del Estero, hizo ajusticiar a Cabrera, pero a su vez él fue sacrificado por el fundador de Salta, Hernando de Lerma, que lo teemplazo en el cargo de gobernador. En el camino de la eruenta conquista no eesaba el plafir, el quebrantamiento, la muerte. Santiago del Estero se ve conmovida por la revolucién de los Siete Jefes, el alzamiento —el primero— de los hijos de la tierra contra el autoritarismo espafiol. Los criollos terminan siendo ajusticiados. Habian buscado proteccion en el go bemador Gonzalo de Abreu. Asi lo aseveraban cartas que llevan a Santa Fe, Diego Ruiz y Pedro de Villalta, El alzamiento no prospera. Antonio de Miraval, hermano y maestre de campo del nuevo gobernador Hernando de Miraval, dirige las ejecucio- 1 ro Dulce se explaya one ier 4 rte) hablaban mucho los nativos de Peruchillo, Maquijata y Ata. misqui, El Pais de la Sal y de Linlin, el de la Ciudad de los Césares, el de la Trapalanda fabulosa. La corriente inmovil, tendida sin opresiones se abre revirtiendo maizales recientes en un aire vacfo de rumores. Pero esa calma suele conmo: verse muchas veces, haciendo eh Sone ses een eos fbuir a los péjaros ocultos en la ramada de guayacanes y mis- foles, porque todavia y por Mucho tiempo, los guerreros de las largas cabelleras, que pro- eden de Juan Calchaquf haran estremecer la tierra, Santiago fue creciendo en prestigio y opulencia sobre las demAs cludades que se funda- fon en todo el woroeste argen- tino: Cordoba, Catamarca, La Rioja, Tucuman, Salta y Jujuy. La “muy noble y leal ciudad’ Se extendio a través de sus ‘ehacras hasta Loreto, Atamis- qui, Salavina. £1 maiz seguia Sienido el milagro de la prospe- Fidad que habfa cimentado el splendor de los imperios pre- eolombinos y la Tierra de Pro- ‘mision se nutrira de sus propias Sustancias, mientras Buenos ‘Aires quedaba desolado después el abandono de don Pedro de ‘Mendoza. A ese Santiago, la leyenda le uebla los contornos. El mito Gesanda los caminos del miste- Ho y del asombro. En la lanura ‘ive el mito del Pampdyoj, dios protector de los animales Aparece bajo la forma de un te cabalgando sobre un ca- blanco 0 de un avestruz u tro animal salvaje. En el Bosque mora el Sachdyoj extrafia deidad cubierta su Guerpo de sajasta, que aparece oplando su cuerno y agitando $3 lazo de chaguar. Su grito Tompe la soledad de la selva. Gomo si quisiera expresar con éi El hondo misterio de sus en- trafias. También el rio tiene su le Genda. Es la del Mayu Maman Gmadre del rio), una sirena que Gada en las espumas de las rimeras crecientes trazando el ers0 que ha de seguir el rio. Y Go faltan las reencarnaciones (Gel alma, que en Santiago tie- Gen un matiz interpretativo (Especial. Las leyendas mas co- Gocidas —y no es necesario andar en ellas— son las de la (Belesita, el Crespin, el Cacuy y la |abmita. En las selvas vive el Stipay (S Diablo. Es el espiritu del mal. (Ez las largas siestas, anda ei tun ser mitico, jugueton travieso, y también en el esque habita el Runa Utu- [Fasgo o indio tigre, que es un Bembre que se transforma en tigre frotando su cuerpo con un cuero de jaguar y acecha y mata sin pledad. La Salamanca es una extrafia cueva subte- rrénea que preside Spay o el Diablo y donde los “‘iniciados"” aprenden todas las artes ima- ginables y el juego del azar y del amor. Todas las expresiones de la tierra tienen su interpretacion en la leyenda santiaguefia. Bl aitbol, ef pajaro, el monte, el rio, la flor, el lanural, los ruidos de las entrafias del suelo, el viento y su silbo milenario, son moti- vos para que el alma santia- Buena eleve su vuelo de su- Persticion cosmogénica y se exprese en el misterio milenario y Teedndito de los mitos. pais de la leyenda, por Ss Sus oquedades ruedan las voces legendarias del tiempo. Cuando la tarde huye en un silbo de perdiz hacia el ocaso, las selvas y los montes se pueblan de extrafios seres y de voces legendarias, y en las soledades un bombo suena convocando a las salamancas. Por ese rio donde a su vera los espafioles asentaron la clu- dad que serfa madre de otras que poblaron la region del Tu- cumén, la leyenda, que es una creacion del alma popular, viene a hablarnos de misterios y de asombros para hacernos pensar y sentir que el espfritu del pueblo santiagueno florece de eternidad, de luz y de re- dencién como florece en su paisaje de Manuras la flor del cardén, Todos esos mitos y leyendas forman parte del acervo cultural de Santiago del Estero. Esa tradicién equivale a una cén- tinuidad en el tiempo del alma de su pueblo. Dirfase’en un sentido figurado, pero muy exacto, que es com el rio, rio eterno, perenne y musical co- rriente, de fluir sin pausa ni prisa,.que ‘arrastra arenas y guijarros que llevan la mism@ direccién. “La tradicion argen- tina —decia precisamente el investigador Ismael Moya— es un ancho rio al que alimentan dos corrientes milenarias. La una que viene desde la realidad indigena. La otra que acta en Juncién de la colonizacion es- antiago del Estero es el 17 pafiola” Ambas corrientes for- man el acervo tradicional, en este caso de Santiago del Es- tero, como parte del inmenso patrimonio espiritual de la Na- eign. La tradicion es el espiritu y la fuerza moral de los santia- guefios, una suerte de resonan- cia milenaria y eterna que pe- netra en lo mas profundo del alma del pueblo exaltando el orgullo de ser santiaguefo. “Santiaguefio soy seflores, y no niego mi nacion”, dice el canto Para los santiaguefios la tradicion es savia vivificante, nutricia, vigorizante. Como el globulo que fortalece, que vi- vifica, que embellece. La tradi- cidn es ensefianza y es leccién. Es eterna voz de alerta y de exhortacion. Oraculo para todos los pobladores de Santiago. iCémo no habrian de sentirse orgullosos los hijos de esta Tierra de Promision de sus tradiciones! El indigenismo le lego sus versiones madres de leyendas verndculas, mientras que el hispanismo colonial le legé el aliento y la expresion cultural grecolatina. Asf fusio- nadas, ambas corrientes mile- narias, formaron la personalidad tipica del pueblo criollo. El pueblo de Santiago del Estero sigue admirando y res- petando todo lo que le ha sido transmitido por la tradicién oral, musical 0 lo que se ha Gesprendido de alguna relacién areaica o tal vez inédita. Las anécdotas, los episodios, las frases y palabras ejemplares, aleccionadoras y sentenciosas pronunciadas por nuestros pal- sanos, tienen una honda ratz teliirica trascendente para el pueblo, aunque el hecho o el dicho hayan sido realmente simples o intrascendentes Nuestro romancero es también prolifero y original, tanto en sus formas como en sus intenciones. Dichos y cantares conservados en boca de viejos y sedentarios moradores nativos, perduran aun a través de los’ tiempos y las edades. Ellos forman parte de la tradicion esencial y casi mistica, legendaria de Santiago del Estero. La pureza y autenticidad det hombre santiaguefo proviene del sentido religioso que impera en su pueblo, y que es uno de los elementos fundamentales del ser nacional. La religiosidad del santiaguefio es un hecho in controvertible, pues todo su te- rritorio es un solar abierto a todas las manifestaciones de la cristiandad. Y es facil apreciarlo en el amor a la familia, en las virtudes morales y en el apa- stonante arraigo al terrufio, en la prosapia hispanica, en la solidaridad, en fin, en todo lo que es auténticamente argen- tino, en su musica y en su canto. Santiago del Estero es un pais musical, ‘es tierra que canta y baila, tierra que danza y anda” —como dice el poeta Dalmiro Coronel Lugones Canto y baile tienen un mara- villoso contenido y un tierno lenguaje. Por eso los suefios y las empresas no envejecen a la vera de Santiago, no obstante ya sus cuatro largos siglos de historia. Su pueblo, forjado en la rudeza de los elementos y en todas las adversidades, no des- maya ni se detiene. Reem- prende cada dia la marcha hacia la aurora y cada amane- cer se remoza con sus cantos y bailes que estan imbricados en el alma de todos los santia- guefios. Por ende la cultura, que es la exaltacién de lo autoctono emerge constantemente de su misma esencia, con la pureza y autenticidad de su inagotable venero de tradiciones, fuente original de la cultura, Es una suerte de resonancia milenaria y eterna que penetra en lo mas profundo del alma de los san- tiaguefios exaltando los valores del terrufio, de la patria, del orgullo civico y de amor al suelo que lo vio nacer, sus hé- roes y hechos gloriosos. Ahora bien, como los arboles precisan riego y cuidado, evi- tando el yuyaje que les impide crecer, asi también la cultura involuera espfritu selectivo y de apoyo. Una politica cultural exige de funcionarios idoneos que presten toda la limitada, pero valiosa ayuda que los re cursos provinciales puedan volear a este capitulo de la energia provincial. Esto es vits si queremos preservar nuestra tradiciones y acervo cultural e un momento en que la pent tracion ideoldgica esta desn: turalizando 1a identidad nacic nal, 1 inieiarse lo que cont cemos como period colonial —una histori muy poco estudiada— sdl cinco ciudades estaban pobl das: Santiago, San Miguel ¢ Tucumén, Cérdoba, Nuest1 Sefiora de la Talavera y “oti cludad de Lerma (Salta) que ! poco que se fundé no se su tenta por no tener fundamen’ su poblacién. La cabeza ¢ estas cludades y gobernacion) es la cludad de Santiago d Estero, donde reside siempre gobernador. Tiene esta ciud cuarenta y ocho vecinos enc menderos de indios, los cual son humildes que entran bit en las cosas de nuestra fe c télica’’, segun una relac( hecha por el capitan Ped Sotelo de Narvaez. esta colonial se vio sa- con la llegada del pri- spo de Tucuman —con }en Santiago— fray © de Vitoria. Es historia que el obispo tuvo el le haber abierto el co. nternacional en el Plata i de Brasil. Después de s intentos fallidos, el Vitoria, que no se ami facilmente, entro a tra- in ahinco para.exportar os de la tierra. Se mo- los telares de toda la 5 de Santiago, prosi- los indios dando vueltas jadas piedras de las para moler trigo, cuya pedian desde Brasil; 6 a ritmo acelerado la sion de frazadas, pon- prdobanes y demas gé- siguié 1a recoleccin de cera silvestre en los Las carretas volvieron fel largo, interminable hhacia el litoral, plagado idculos —slerras, rfos, §, pantanos, bosques y es— y amenazados por ielicosos. El ‘San Anto- i navio desmantelado y Vitoria hizo recons- Phizo a la vela levando jroductos el 2 de sep: de 1587. En conmemo: de aqueila jornada se 6 el 2 de septiembre Bia de la Industria. Le Santiago del Estero i= le extrafia vocacion Geaocios del obispo Vi- Ssido Ja primera que €n el mercado ex. tempo le quedaba Witoria para atender [Beelesiales. Aunque Be puesto en duda la [ge su fe, era un hombre Bas codicioso y amante tegocios, lo que lo hacia (nar las labores espiri- Preocupado por la mar- sus negocios, y la ad cion de sus propieda- iro el obispo trata de Flo que no daban los i El obispado es de 300 § sOlo tiene cinco cléri- 100.000 habitantes a ide los cuales hay que ter y adoctrinar. Pero Ia duda. De cualquier de haber contado con lo de los gobernadores, su obispado hublera alcanzado: ribetes excepcionales. 4 Con la legada de los padre: Angulo y Barzana se inicia la evangelizacion en Santiago del Estero. Los mencionados sa: cerdotes aprendieron las len- guas quichua y tonocoté y compusieron catecismos y pre dicaron el Evangelio. El padre Barzana en s6lo seis meses bautizo mas de 4.000 personas y casé mas de 3.000. Levanto en Santiago una pequefia capilla donde oficiaba misa los do mingos. Verdadero soldado de Ja fe, el padre Barzana (cuya canonizacién es inminente) contribuy6 a cimentar la fe ca- tdlica convirtiendo a los indf- genas, Cgn la evangelizacion, San- tiago del Estero comienza a tener un alma, un principio espiritual. Como lo sefiala tan acertadaménte Vicente D. Sierra en su libro “El sentido misional de la conquista de América’ fue el cristianismo quien trajo a los hombres el sentido libera- dor, que no lo concibieron ni los griegos porque “el rasgo earacteristico del espfritu heleno jae su sumision frente al des ino En muy pocos pueblos como en Santiago del Estero ha ndido tanto el fervor reli- oso. Todavia se recuerda, mo si hubiese acontecido ayer, el paso por estas tierras del itinerante San Francisco Solano. Los lugares que él transité u ocupé siguen im- pregnados con el perfume ce- lestial de su beatifica, pero también vigorosa personalidad. Las ruinas de la casa que ha bité, la celda de su convento, el naranjo bajo cuya sombra el santo —émulo del 'Poverello” de Asis— se sentaba a orar y a tocar el violin, aquel famoso violin que domesticaba a los indios més salvajes con el en: canto de sus melodias simples como las verdades del Evan. gelio, Junto a fray Luis Bola. flos, San Francisco Solano in: tegra la pareja de supremos evangelizadores del norte ar- gentino. Santos varones ejercieron el obispado de la didcesis, fray Nicolas de Ulloa Hurtado de Mendoza, Juan Bravo Davila y Cartajena (predicé a los indios en su lengua), fray Manuel Mereadillo y el dean Diego Salguero de Cabrera, entre otros. ‘Todo lo que ellos predicaron, todo lo que ellos hicieron en deneficio de los indios y de sus familias calé hondo en el alma de los nativos. Los evangeliza dores al darles fe cristiana po: nian en cada indio un sentido nuevo de la vida, y por primera vez, ellos que vivian en plena libertad, recibfan un sentido de la libertad; y por primera vez tomaban conciencia de la igualdad de los hombres ante Dios. Este es el gran legado de Espaha. Los descendientes de esos nativos se han encargado de reunir como nucleos basicos de su tradicion y culto mas res. petado, todos los cantares donde palpita el sentir intimo -el alma hecha poesia— del espiritu fundacional de nuestra fe. Centenares de poesias dicen de la profundidad que alcanzara Ia obra evangelizadora y admira comprobar la versacién de los poetas populares sobre las Sa gradas Escrituras. Los festejos de Nuestro Sefior de Mailin, de la Virgen de la Consolacién de Sumampa, Nuestra Sefora de Loreto, etcétera, muestran cada afio hasta dénde llega el fervor popular. Esta antigua tradicion por el culto catdlico representa una suerte de “fuerza divina” que presta cohesidn y firmeza al cardcter del pueblo. Una especie de resonancia varias veces centenaria y eterna que penetra en lo mas profundo del alma exaltando los sentimientos de amor por su tierra natal. Los santiaguefios se sienten @rgullosos —jy como no es- ferlo!— de sus tradiciones. El Endigenismo leg6 sus versiones madres de leyendas vernaculas © en ejemplos de un pretérito eroico y glorioso de la razas Gue fueron, mientras que el Bispanismo colonizador le lego i aliento y la expresion greco- Jetina. Asi fusionadas ambas errientes milenarias, formaron Ja personalidad del criollo de boy. El indio ha sido generoso eon la tradicion. Su siembra fue prolifera y fecunda, especial- mente en rasgos heroicos, pa- Sionales, libertarios, creando Muchas veces héroes y perso: Gajes que constituyen paradig- mas gloriosos. Pero su legado es completo y general, abar- eando todos los aspectos y las formas humanistas de la an. tropologia, desde la lingufstica hasta el fabulario, pasando por todas las gamas de la cultura y Jas ereencias. Santiago, en de- Ginitiva, es el fruto de dos vi- gorosas y vitales corrientes (la indigena y la hispana) en con- Juncion maravillosa de hechos reales y creaciones fantasticas e imaginarias, que es esencia de nuestra cultura y de nuestro patrimonto espiritual, provincial y nacional 1 santiaguefio como el andaluz, tiene el sentido festival de la vida, lo que entrafia una filosoffa par ticularisima, pero superadora de dificultades y problemas si las vicisitudes son aceptadas con resignacién y hasta con cierto sentido del humor. Partiendo de que la vida es lo que resulta, todo consiste'en acomodarse a las circunstancias. “El yo y la circunstancia” de que hablaba Ortega y Gasset. Sentencioso y burlén, a veces “desengafiado de ante- mano”, el santiaguefio encon- traré siempre la veta de humor de los aspectos mfas controver- tidos de la vida cotidiana. ¥ se reira dé ellos, pero dentro de una natural, delicadeza, con diserecién,,sin jactancia. : De muchos matices esta cargada el alma de los santia- guefios. Acostumbrado a enca- rar serenamente las mds recias tormentas de la vida, hallaré siempre la formula para sortear el trago amargo, zafarse del problema, y volver a empezar. ¥ no puede ser de otra forma en un “pais musical” como es Santiago, donde todo es canto y baile, manifestaciones éstas Que constituyen las raices del alma de su pueblo. En la frecuente vidalita que narra ‘no hay razén en el monte vidalita” hay cierta ago- nfa de fracaso, un lamento do- liente por la hostilidad del monte y la naturaleza casi siempre hostil. El santiaguefio, sin embargo, rompe de inme- diato con esa tristeza y la trastoca en alegria, expresada en el zapateo del gato o en el avispeo de los pafiuelos de la zamba. Es capaz de bailar la vida entera y poner en los re- franes, en los giros, en los mo- dismos, toda su veleidad ga- lante al haber encontrado el latido perfecto de su emocién y la relacion vital y organica entre el hombre y la naturaleza. En el vasto escenario donde impera la Ley Autéctona del Sonido, es légico que todo tenga un gran fondo musical. El Hrico argumento de la batalla de Pozo de Vargas (digna de una Opera), donde tambores, pifanos y clarines del ejército ejecutando una zamba que don Manuel Taboada mando tocar en medio del fragor del com- bate para animar a los santia- guefios, forman un marco mas que suficiente para una opera de largo aliento que esta espe- rando la maestria de algun compositor santiagueno para plasmaria, odo lo expuesto en este somero ensayo sobre las raices de la santiague- fiidad, forma parte de nuestra cultura popular. La cultura constituye el transito del hom- bre o una comunidad a un es- tadio social en que se da vi- gencia a una serie de valores, Valores que estan insertos en la historia y cuyo pueblo es el destinatario. Por ende, la cul- tura no es sdlo el ejercicio de una superacién espiritual, sino también la aceptacidn de aquellos criterios 0 constantes imbricados en el alma de un pueblo. Esta constante esta en clavada en la Filosofia de la Historia y todas las inter. pretaciones cientificistas o pragméticas que se han urdido no logran desplazarla de su in- mutable efe. Los santiaguefios se empe: flan —como es obvio— en la exaltacién de lo autéctono, re- virtiendo el proceso, es decir buscando constantemente en su magna interior las sdlidas raices de su destino trascendente. En ellas se asienta la verdadera y Unica cultura, no sélo de la provincia sino de 1a Nacién. Cada vez que se ha desco- nocido su importancia o se han despreciado sus caracteristicas, Sse ha producido una fractura entre la cultura real y la cul tura impostada. El ser de una ‘Nacion es el sentimiento colec- tivo de construir una concien- cia, una alma comin, una es- peranza de misién o cruzada compartida. No nos cansaremos de repe- tir que una de las races mas profundamente adheridas al alma del pueblo de Santiago del Estero es su religiosidad. Un hecho incontrovertible porque conforma no un conglomerado agndstico, sino un inmenso solar cristiano, abierto sf, a la Ibertad de cultos, pero intima mente erédulo de Dios y de su Hijo hecho hombre. Santiago, pues, se nutre de estos senti- mientos religiosos. Pero ademas, en Santiago, todo comienza y termina esta- bleciendo una relacién con el paisaje. ¥ esto es asi, porque nace de una consustanciacion y de una trasposicién de lo hu- mano a lo vegetal, para abarcar de inmediato otros elementos de la naturaleza. Ambos ter- minos, paisaje y naturaleza se condensan en la personificacion del hombre santiaguefo trans- portado por sus sensaciones a esos reinos de los cuales, es posible, provenga su espfritu antes de su nacimiento. Co- mienza como un poeta estable- ciendo un fondo de creencias, de ricos yacimientos teluricos, de estrecho vineulo con la na- turaleza, un verdadero anhelo mitico, que se trasunta en la poesia y en el canto. Canto milenario que unido a una poesia que no abandona loz elementos formales de la tradi- cidn, opera sobre el alma dandole sosiego y paz interior. 2 > 3 ce 288 ou Ss S6 So re S Ps a S38 oS eos Boers 2 5 g 5 B 9 & 5 = 3 = = 5 « Amo ae a“ ee ee tale caer iris ake el descubrimiento y conquista del Nuevo Mundo de Coldn, agers eae afianza la fe en lo humano, y ees El descubrimiento de Amé- rica habia sido presentido en i 2 oa adr cientfficamente, ni fue producto ce liesermea ie Tse respondio a un milagro, a un saeae Peon ace cise Bae ate de 1453: “...Nadie sabe lo que rico...! y estaba dandole al conocida. América presentida, “paraiso”, a cuarenta pasos del tr te tae rae Zatti t Este milagro fue el descu- brimiento de América. ¥ en esta ‘América presentida en una pila dautismal en la lejana Floren- cla, esta nuestra América, la latina, 1a det sur, y en ella esta fl Cuaco milenario y misterioso, y de él partis en epopéyica Genquistaen el siglo XVI et noble y gallardo capitan Diego Ge Rojas. Buscarta la ciudad de tos Césares,.. ella serfa la sal de que habigbap los soldados de Valdivjd en “Chili”, o et Linlin de que hablaban los huarpe® de Cuyo, o los arau- cangs. ‘Componen la expedicion, a mds de Diego de Rojas y sus Gos capitanes, soldados espa- foles, indigenas de los puedlos quichuas sometidos a los es- attoles, indios de encomiendas, btros libres de podlados vect- nos, mujeres indias y algunas espanolas, entre éstas, tres migjeres vaierosas a las cuales no las guiaba ni ta aventura nt 1a ambicién, sino el mas su- blime y desinteresado de los sentimtentos, el amor, y son. Catalina de Enciso, concubina de Gutiérrez, Leonor de Guz- man, mujer de Carmona y “la” Mari Lopez, amiga de Bernal- dino de Balboa; de las tres sdlo esta ultima consolidé su union en matrimonio cristiano. Son mujeres curtidas en audacia y arrojo, dentro de su femineidad, habituadas a velar por si, a defender su hogar 0 Sus incentivos cuando quieren defenderlos. Cada una en su accionar cumplis importantt- Sima misin en la incretble en- trada de Diego de Rojas, ma. tizada de proezas casi fantas- tioas Fueron tres almas sostenidas por un estado, mezcla de rea- lidad incretble y alucinacién, sacudidas por la iniciacton de una aventura inverostmil al lado de los hombres que ama: dan. Dos eran sevillanas y una extremena. Mujeres alejadas de todo lo que no fuese el senti- miento excelso del amor, muje- res que levantaron su destino dentro de sf, con rapidez de milagro v de proeza, por él no pactlaron en acompafar a sus hombres hacia tierras descono- cidas, lenas de incdgnitas y sorpresas. atalina de Enciso, con- cubina del Capitan Fe- lipe Gutiérrez; la pre- sentan las crénicas dotada de inteligencia y fortaleza poco comunes, fue la que sin propo- nérselo posibilit la continua cion y finalizactén de la tragica expedicion. En efecto, fue ella quien con astucia y sagacidad Sugirié la forma de descubrir et antidoto para contrarrestar el veneno que los juries emplea- ban en sus flechas, y que habia terminado en forma dramdtica con la muerte de Diego de Rojas, y que amenazaba diez- mar a todo el pequenio efército, ya que la muerte de Rojas fue seguida por la de otros solda- dos. La vida de “la Enciso”, como se la llamaba, forma parte de la historia misma de ‘Santiago del Estero, puesto que fue pobladora del primer asen- tamiento que los espafoles realizaron en lo que actual- mente configura el NO argen- tino, y dentro de esta region, en lo que es la provincia de San- tiago el Estero; Catalina de Enciso vivid en Medellin, po- blacién ubicada entre el rfo Dulce y un brazo del mismo, el pequefio Ayunchay, al sur de nuestra provincia. En su tierra natal fue una humilde muchacha de pueblo. Huérfana desde muy nifia fue criada por familiares. Al llegar a su juventud y quizds en busca de una mejor situacion econémica pasé a Cadiz desde donde se embarcd para Amé: rica, deslumbrada y atratde quiads, por todo lo que se tejtc en Sevilla sobre leyendas d tesoros ocultos, riguezas incon tables y vida regalada e igua Utaria, En la lejana Sevilla pasari su infancia y adolescencit contemplando diariamente la. torres de oro y de plata, qu erigidas en el centro de li ciudad, rectbfan la plata y ¢ oro que Wevadan los barco desde América. Creceria oyend hablar de riquezas inmensas, d proezas increfbles, de hombre y mujeres felices en un mund nuevo, mundo en el cual n existia la pobreza, sino castille de oro... ignorando que miei tras su imaginacion construl hasta ciudades de este meta en el lejano nuevo mundo de Colén sus compatriotas mortan de miseria y de hambre en manos de los indios, 1a mayoria desesperados por regresar a su lejana patria. Se hace un tanto dificil re vivir ezactamente en este siglo XX, un personaje femenino con Ia envoltura carnal que tuvo en el siglo XVI, con su accionar, Su vida, con el espfritu que la animé en épocas y circunstan- cias tan diferentes, de la que todea a cualquier mujer de hoy... no es facil porque los documentos histéricos apenas Teflejan una sombra de aquella realidad, hay que buscar la particula de hechos que flota en cada escena descripta, re- Sueitar una personalidad espe- cial de entre giorias, amores, intrigas y muertes, todo, en un escenario inmenso, de largas travestas durante tres atos; Pero ahi estuvo, vivid, sintid, \ am6 con fidelidad poco comin y sufrid intensamente, Catalina de Enciso, En Cuzco inicis vida intima con Felipe Gutiérrez, capitan de Diego de Rojas, amor que du- rarfa lo que la vida de ambos. Quizds Gutiérrez a pesar de’ su amor, no se casarta con ella porque los espafioles nd se ca- Saban con sus amantes por respeto a los convelicionalismos Sociales, 0 porgue ello no les daba una base’ firme para que Su matrimonio fuese catalogado de respetable. Pero el senti- miento ‘que los unio fue mutuo ¥ constante, resistié todo’ los embates, y las circunstancias adversas en que les toc vivir. A medida que el tiempo transcurrta y la expedicion vanzaba hacia el sud 1a acti- vidad y la valentia de “la En- ciso” fue admirable. Multipli- caba 3u quehacer diario, que no le impedia con el arcabuz y la pesada rodela, hacer de vigta por las noches hasta las Jrias y huimedas madrugadas, alerta siempre a cualquier ruido a una tama que se quie- bra... a una hoja seca que cruje... Su valentia y fortalesa despertaban estima y respeto entre oficiales y soldados, Esta estima y respeto hactan que su vida tntima con Gutiérrez no fuese reprochable. Ademas habla ternura sincera entre ambos tanto en la desgracia como en la ventura. Bate espectdculo casi romantica entre tanta rudeza y primitt- vismo, despertaba admiracton en las mujeres y una cierta envidia en fefes y soldados Bajas pasiones, celos, intrigas, traiciones comenzaron o tejer su urdimbre. Su efictencia y capacidad, unidas a su delleze fisiee. la hactan deseable y apetectbie a ojos de muchos tntegrantes de 26 la expedicion, el primero de ellos es Mercado, maestresala de Diego de Rojas, hombre desprejuiciado y ambicioso Menospreciado por “la Enciso” en varias oportunidades, urdio un plan para alejar a Gutiérrez de la expedicion y de Catalina. Lamentablemente no estaba solo ‘en sus maquinaciones, lo se- cundaba un grupo de oficiales. En esta tierra de pasiones bravias, en un ambiente en donde todo es imprevisto y cambiante entre el pulular permanente del indigena, el destino va trazando su trama. La ambicién desmedida y él ansia de poder van dejando ‘atrds los ideales de Castilla de nobleza, lealtad y gallardta. ‘Al Wegar la expedicton a las que hoy son tierras de San- thago, los jurtes que pueblan la zona, atacan y hostigan per- manentemente a los expedi Cionartos, en uno de estos ataques Diego de Rojas es he- rido con una flecha envene- nada, Los sintomas del mal son desconocides para todos, Diego de Rojas se agrava dia a dia. En base a su eficiencia se en- ‘comienda a Catalina de Enciso el cuidado personal y perma- nente del enfermo, quien a pesar de todos los cuidados muere. Es la oportunidad que Mercado y sus seguidores es- peraban. Comienzan a hacer Circular el rumor de un posible envenenamiento y las sospechas recaen en la Enciso, encargada exclusiva de la atencién de Rojas. El ambiente se carga de recelos encubtertos, temores Se susurra que 1a Enciso instt- gada por Gutiérrez, quien desea oeupar la Jefatura de Diego de Rojas, envenend al Justicia. El mai ya estaba en accion, el odio y la venganza con su poder destructor ya estaban en camino. Por disposicion de Rojas, previa a su muerte queda’ al frente de la expedi- ¢i6n Mendoza. Continuan avanzando por terras hoy de ‘Santiago del Estero. Como et ataque de los jurfes se hace insostenible, agotados resuelven “asentarse” momentdneamente v construir un fuerte. Ast nace Medellin. Atacados nuevamente por los juries, Mercado es he- rido con una flecha envene nada, como los sintomas son iguales que los de Rojas, ad- vierten que es algun veneno con que los indios envenenan sus flechas. Mercado se agrava, antes de morir, confiesa al padre Galdn todo el horror de ‘su maldad, pide perddn y res- taura la honra de Gutiérrez y Catalina, victimas inocentes de su despecho y maldad. Pero a pesar de haberse probado la inocencia de los inculpados, y a pesar del be- neficto de poder salvar sus vidas gracias a Catalina que con su ardid logré descubrir emo se curaban los indigenas del veneno de las flechas, el odio y la desconfianza se acre- cientan ahora que Gutiérrez es inocente y que la jefatura que le correspondta por muerte de Rojas estd en manos de otro. Es ast que, sin mediar explica cién Mendoza resuelve alejarlo. El y Catalina son obligados a regresar al Cuzco. Un peloton los acompafa y los deja abandonados a su suerte en un lugar desde el cual puedan re- gresar al Peri. No existe cronologia alguna sobre la terrible travesta de los amantes. Pero es de tmaginar su vida durante meses y meses por tlerras desconocidas, solos, entre angustias, zozobras y te- ‘mores constantes, En el Cuzco, Pizarro sé habia levantado, desconociendo la autoridad dei rey, aunque habia quienes aun le eran lea- les, la region se tind de san- gre ente pizarristas y realistas. El brazo ejecutor de Pizarro era Francisco de Cardenas, Mamado “El Demonio de los Andes”, por su crueldad. Su- pontendo que los ez-integrantes de la expedicion de Diego de Rojas serfan realistas, renueva la vil calumnia de Mercado, de comprobada falsedad y resuelve Someter a Gutiérrez a la pena del garrote. De nada valieron las stplt cas de Catalina de Enciso pidid, suplicd, se humilld pi- diendo por su amado, todo fue en vano... Gutiérrez fue ajus ticiado. Quebrada de dolor, lors con dolor maldito, con un dolor Ueno de infinitos, un dolor que mato pecho adentro suefos, lusiones, esperanzas Catalina de Enciso, mujer espafiola de la conguista vivio en una de las expediciones mas ricas en hechos dramdticos, y le toc participar en esfuerz0s homéricos en encuentros con indios tenaces y valerosos, ex- pedicion que todos sus inte- Qrantes sin distincién de sezos escribieron con ilusiones, qut- meras, suefios, huesos y tumbas. De todo ello fue participe y colaboradora eficaz, lamenta- blemente su destino termind en drama. eonor de Guzman fue la mujer de Hernando de Carmona. Vino a Amé- rica desde Trujillo, en la meri- dional Extremadura. Era mo- Tena, fuerte, esta fortaleza pa- recta dar mayor atractivo a su persona. De ojos dorados, en rostro expresivo enmarcado por espesa cabellera caoba. Como todas las espafolas que vinieron a este Nuevo Mundo, Leonor de Guzman tiene su meta, desea atesorar dienes materiales y regresar rica y poderosa al milenario Cuzco, asentarse en él y cons- truir su hogar. Durante ta ex- pedicion se la vio muchas veces en las noches majestuosas de esta América meridional, aden trarse en la soledad, como de- seando infundir gravedad y profundidad a sus anhelos. Al lado de Carmona, se los oye permanentemente hacer proyectos, sotando siempre con un venturoso porvenir. Viaja constantemente al lado de Carmona, montada a caballo, con dos indios a su lado en servicio de estriberos. Participa como Catalina de Enciso y Mari Lopez en todos los hechos que surgen a lo largo de los dias y meses de marcha permanente, pero su ‘Guhelo 8 quedarse en esta tie- ra virgen, que tiembla bajo la ‘Planta de ios primeros hombres Blancos. En su pecho pareciera Borecer un suspiro hondo, am- Bieioso y noble, cuando luego Bet descanso obligado en algun Teger del trayecto, y endulzar Ss esperanzas con amor, deben eget viaje hacia lo descono- i Le agradaria levantar su Beger entre la sinfonia de co- Teves de los extrafios drboles Wee conoce, cuyas ramas se- Geeies manos y drazos verdes (ee Sevan a quedarse. Bemonadas en la aventura, Ties fres conocen sus mutuos Leonor de Guzman tesora recibir en el aa encomienda como ‘e los servicios prestados @ Carmona a la corona ;eultivar la terra, Ber crecer una ha- on indios buenos y sy escalar de a ie Pieidad total. No ee desea avanzar mds alld de cada jornada sangriedta, mds alld de los compafieros catdos, mds alld de cada horizonte plano. Pero como una burla del destino, fue 1a wltima en morir. Casi al alcanzar las tierras dei tragico retorno sin gloria, le Uegé el indeseado y doloroso asentamiento definitivo. En et largo trayecto de casi tres afos, habia sorteado peligros sin fin, ataques terribles de dis- tintas tribus indfgenas, cuando fnalmente fue herida de muerte ‘en un atague por los charcas. Se quebr6 asf su anhelado porventr construido con sueflos @ fusiones. Se cumplis su deseo de quedar en tierras de Amé- rica, pero ya no podria aspirar ge ee la honda virginidad de las mismas... y fue una mds que quedé en ei camino. Ta india Sagrario, integrante de la expedicién, cuyo hijo pudo venir al mundo, en plena selva santiaguena, gracias a la habilidad de partera de Leonor, Hord mas angustiada que las demas, quizds con gran dosis de gratitud, la muerte de esta espafiola valerosa. Carmona, su amante com- paftero de aventuras, abrumado de impotencia y dolor, Uord el suefto eterno de su consorte. La desaparicién de Leonor, cxya parte material quedaria anéni- mamente perdida en la vaste- dad de tierras sin nombre, y atin sin destino, lenarfa para siempre sus noches de negros insomnios, El camino a recorrer le parecerfa ya reseco, estéril, sin ilusion alguna. Se esconde- rfa la risa en sus labios, se hundirta en silencio angustiante y Worarta la muerte de su en- trafa viva. er pe erst on Rojas la fe cristiana. A ciso, se sentiria atraida alld en setae load ctee cet aie tan hs ar Bu, dat ee Sean Ste nds See feat Rebate i los suefios le aportarfan dudas de dnimo proclive a la calidez de un afecto, conocerfa a Ber- un sentimiento firme que ter- En la expedicion de Diego mantuvo permanentemente en alto los principios eristianos, fue ademas la samaritava siempre pronta a la ayuda, al auzilio desinteresado; fuerte, valerosa y audaz puso de mé nifiesto estas virtudes en dis- tiggas oportunidades, llegando a veces a sacrificar su propia vida para protegersla de sus compatieros. Con elemeptosstratdos desde el Cuzco y eomo colaboradora del padre: Galan en los altos de la travesfa que consideraba necesario, con ayuda de las indigenas levantaba el altar en sdonde se oficiaba el santo sa- crificio de la misa. La primera fue celebrada en Ayavirt, a orillas del actual lago Titicaca, hoy territorio botiviano. La mas emotiva fue la que celebraron para rogar por la salud de Diego de Rojas a pocas horas de su muerte. Grande fue el dolor con que tuvieron que desmontar el altar, adornado con flores silvestres, mantel de aigodén y candelabros tratdos desde el Cuzro. Contindan avanzando.. Mendoza, quien por disposicién de Rojas qued6 al frente de la expedicion, erige Medellin, ya citado como primer asenta- miento espafiol en tierras que serfan luego el N.O. argentino All, Mart L6pez y el padre Galan construyen 1a primera capilla catélica, realizandose en la misma el primer casamiento catélico en un altar, Mart Lopez se casa por la ley de Dios con Bernaldino de Balboa, reali- zandose ast el casamiento de una mujer virtuosa que se em- pefid permanentemente para no vivir en pecado. En la misma capilla cristiana, en la aislada, chata y humilde Medellin, per- dida en tierras det Dulce, co- mulgan con hostias fabricadas por Mari Lopez con ayuda de las mujeres indigenas. Mendoza, que temeroso exige a Heredia juramento de lealtad y obe- diencia, juramento que muy pronto serta olvidado. A meses de éste, Mendoza es asesinado y Heredia ocupa su lugar. Pero el tiempo y los hechos van reductendo poco a poco la expedicién, atenuando sober- bias, empobreciendo las raidos y vistosos uniformes de otrora, cual se resistia. Finalmente, yeeto, no tentan en donde afincarse, recorrian tierras al Smee tars 2 fueron répidos, y nada pudie. horrible muerte ante la impo- eee la voz que los acercaba a Dios mulo que cubrid su cuerpo y la algarrobo, traida por ella desde ‘su descanso infinito ee hombres y mujeres de la con- afortunados, de cara al espacio, huida de los salvajes. Mujeres gees oe ry cae n cualquier lugar de 0 at nhl ie eres, que son resabios de viejos mitos arquetipicos no sdlo indigenas, sino universales. Muchos si- guieron la vida subterrdnea de cuasi-teatrales o de danza. Esto es significativo, porque quiere decir que los viejos mitos no fe ara deena ello son por ejemplo “La Dia- abstracta del concepticismo popular encontro el mejor modo eee tare oc tistas de nuestro medio, difun- feet nt ‘Aves magicas En Santiago del Estero la leyenda mds popular es la det Cacuy. Pero antes de ir hacia ella, queremos hacer un pe- quefo paralelismo con otra muy similar: la del urutad. La leyenda correntina dice que en tiempos remotos, una dellfsima princesa se enamord de un joven forastero, quien, luego de obtenido sus favores le dijo que era el dios Cuarajhi (el sol, en guaranf) y que debia regresar al cielo. La noche se aprozimaba y é1 debta partir. Ella para poder seguir viéndolo Se subid al drbol mds alto, y desde allf, mientras Woraba la desdicha de perderlo, se trans- forms en pajaro. Otra version de la misma leyenda dice que el rey padre, agraviado por la deshonra que le habia hecho su hija, ordend que se la colgara del arbol mds alto, pero antes de morir, la princesa se trans- formd en lo que es ahora: el urutaul, Tanto en la leyenda del Cacuy como en la que acaba- mos de contar, hay una alego- ria mitica: la mujer abando- nada que ilora el alejamiento de su compafero. El ave-mujer que con su gemido lastimero purgard eternamente una culpa moral: el urutau, la liviandad con que acepto los amores de un desconocido; el cacuy, la perversidad dg lq, hermana. Aunque, si seguimos los razo- namientos(de profunda in- fluencia freudiana) del Dr. Canal, Feij6o, se podria dar otro enfoque. Veamos por qué. eDicen que en el monte vivian dos hermanos. Pero mientras él se desvivia por atenderla y hacerla feliz, ella —totalmente indiferente—parecta gozar ha- ciendo dafio a su hermano. A veces, hosca y huratta, lo pri- vaba hasta dei placer de su compafifa. Un dia, cuando él volvia cansado y sediendo del monte, ella derram6 el ultimo pote de hidromiel que tenfan. Harto de soportaria, el her- mano la invito al monte, a buscar un nuevo panal que habfa encontrado. Ella (inex- plicablemente) acepto. Al Uegar ante un drbol muy alto, él le dijo que debfa taparse la cabeza, pues habia peligro si las abejas andaban cerca. Ella, sumisa y embozada, comenzo el ascensd antes que su hermano. Cuando lego a lo mds alto del drbol, él, simulando que ascen- dia, fue bajando mientras des- gajaba totalmente el tronco. ‘Cuando pas6 el tiempo y ella, quitdndose la manta, se dio cuenta de la trampa en que habia catdo, comenz6 a lamar @ su hermano; ;Turay! Al verlo que se alejaba le grit6: ;Cacuy... Turay! (de- ténte, pdrate hermano). Pero él no regreso. Y mientras la noche envolvia al monte con su manto de negrura, ella se convirtio en el pdjaro que gime, llamando auin a su hermano, ‘Siguiendo la tesis del Dr. Canal Feijdo podemos pregun- tarnos: cy si el hermano —tan bueno y generoso— requeria los amores de su hermana?

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