Está en la página 1de 3

Nada.

Nada de nada.
Ni un recuerdo.
Tu cuerpo mestizo pasea por mi mente
ofuscado, en un mar borroso de inconsistencias
de miradas muertas
de angustias insostenibles
inexistentes.
En este tiempo
arbitrario
incoherente
sin historia y sin destino.

En este mismo sitio de siempre


con esta virgen media loca
amarrada a mil cadenas
a siglos
a conflictos
a coronas de nacionalismos absurdos
a la cabeza mismo de esta franciscana plaza
en la mitad del medio día
en el centro mismo de la tierra
justo a la hora del pan con cola.
Nada.
Nada de nada.

En este vacío hueco,


rondando por el esófago
rodeado por la cabeza
me preguntas y repreguntas,
preguntas que no tienen respuestas.
Preguntas que no te las contesto
o respuestas sin sentido
y vacilas
y te quedas muda
y viajas al extranjero
y no vuelves
y te pierdes en la tangente
en la línea divisoria de lo que pudo ser
en la inquisición de que por qué no fue
y te pierdes
y te pierdes
y me lanzas a lo vacuo
como castigo
como venganza
como diciéndome
la pregunta eterna
mil veces y mil veces más
hasta el hastío
por el mail
en el e-conozco
en la huella de la imagen latente
en la miseria de la inexistencia
en el vacío de la nada de nada
sin respuestas y sin sentido
la pregunta eterna…

Murmuras desde el fondo


Y me miras
desde esa esquina
esquina superior derecha
240 x
123 y
760 z,
tinturada de rojo incandescente
tinturada de luto y de tiniebla
con la boca entreabierta
remordiéndote la lengua
como con iras
como con odio
media temblando
media soñando
me cuentas tus historias
que estas en Cartagena
que esta es mi dirección
que cuando te voy a ver
que son n, los días que me estas esperando
pero no te contesto como de costumbre
me evado
me voy al infinito
me declaro loco
en el día de la independencia
y nuevamente me amenazas
y otra vez me lanzas a lo vacuo
y otra vez el vacío
y otra vez la nada
la nada de nada.

Amanece como de costumbre


y te clavas en mi pecho
y te incrustas en mi espalda
y de repente
aleteas al infinito
de tu fe cristiana
y de repente
te despides
a la distancia
que dios te bendiga
hasta mañana…

También podría gustarte