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Las conjeturas no deben cegar nuestras certezas inmutables Hemos de seguir viviendo, incluso hemos de acudir a votar, y nos

sentimos en un mar de dudas, tras el ocano de sangre del 11M. El dolor enturbia nuestra mente, pero de nuestra alma emergen simultneamente las convicciones ms firmes. Tuvo que ser Albert Einstein quien declarase, ante el dilema de la bomba atmica en plena II Guerra Mundial: La paz no puede mantenerse por la fuerza...slo se consigue mediante la comprensin. Incluso sin la inteligencia del cientfico pacifista, todos s sabemos bien que Con la muerte de los dems nunca nadie puede ganar nada en ningn lugar del mundo. La violencia, la guerra, los ejrcitos y las guerrillas slo causan ms masacre y horror. La democracia, la justicia y la paz son el nico camino para toda la humanidad. Son culpables todos aquellos que buscan victorias por la fuerza de las armas. Ninguna guerra est justificada; ni ninguna causa vale un solo muerto. No se puede vencer sin sembrar el odio; convencer es el mtodo. La inocencia asesinada clama el desprecio hacia los belicosos. La paz es verdad, justicia, solidaridad, hermandad y amor. La guerra es la salida cobarde a los problemas de la paz. La paz comienza justamente donde la ambicin termina. Ante las urnas que hable nuestro pacfico corazn. La paz es un empeo que nos concierne a todos. No hay caminos para la paz; la paz es el camino. Jams hubo una guerra buena o una mala paz. La justicia elimina los obstculos para la paz. Votemos paz aqu, ahora, para todos, ya. Si queremos paz, sembremos la paz. Nadie sino nosotros traer la paz. Demos una oportunidad a la paz. La paz est en nuestras manos. No tememos a la paz. La paz es posible. La paz vendr. PAZ!

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