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Cmo el chocolate pas de los dioses a los hombres

Annimo
(Leyenda americana)

Desde el principio de los tiempos exista en las selvas vrgenes deYucatn y de Guatemala el cacahuaquchtl, rbol con cuyos frutos Preparaban su bebida los dioses: los tostaban en una sartn de barro y luego los trituraban entre dos piedras hasta conseguir un polvo que se verta en agua hirviendo. Con dos ramitas lo batan cuidadosamente hasta que el lquido comenzaba a hacer burbujas. A esta infusin burbujeante le aadan, entonces, pimienta picante, almizcle y miel, y lo beban ceremonialmente. Los dioses eran bondadosos y permitieron que en algunas circunstancias especiales los mortales tambin pudieran preparar y beber de su bebida sagrada, el tchocoatl. Fue el sabio Quetzalcatl, el gran dios barbudo, prudente como la serpiente y hermoso como el quetzal, quien ense a los hombres el conocimiento del cacahuaquchtl, que no solo daba placer y fuerza, sino tambin riqueza, ya que l les haba enseado a usar los granos del rbol como monedas. Un da el dios parti: construy una balsa de serpientes y se lanz por el ocano hacia el Este, hacia donde sala el Sol. Desde entonces su pueblo esper el regreso con tristeza e impaciencia. Qu fastuoso da sera aquel! Todo el pueblo preparara nuevamente el tchocoatl espumoso y lo degustara con religiosidad en las copas de oro fi no. Por ello, cuando Hernn Corts, barbudo y con armadura, lleg desde el Oriente a lomos de un extrao animal vestido tambin de hierro el emperador Moctezuma y sus sbditos alegremente exclamaron: es l! Y en su honor realizaron la ceremonia del tchocoatl, entregando, sin saberlo, la bebida divina a unos simples mortales que la difundiran desde ese momento por el mundo.
Fuente: Zeballos, D. (2009). Leyendas americanas de la tierra. Santiago de Chile: Editorial Zig-Zag.

En su honor realizaron la ceremonia del tchocoatl

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