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VII. CORRIENTE ELECTRICA El célcuto do los circuites eléctricos de corriente continua se basa en el empleo de la ley de Ohm, Para un sector homogéneo del circuito Ja mencionada Jey expresa la relacién entre la intensidad de corriente J, la tensién J y la resistencia R: U l=q. Parte de tos problemas de este capitulo estd dedicada al célculo de los gireuitos elécteicos que no se reducen a un conjunto de conductores unidos en serie y en paralelo. En semojantes problomas, con frecuencia, se facilita consi- dorablemente su cdlculo si se toma en consideracién la simetria del esquema que 2 analiza, Para un circuite cerrado, formado por la fuente de corriente com fem & ¥ resistencia interna r, la ley de Ohm tiene la forma 6 '=ay7- Si el sector del circuito, a cuyos extremos se aplica Ja tensién U, contiene la fuente de fem, la intensidad de cortiente so determina con ayuda de le ley de Ohm para el sector no homogéneo del cireuito: UAE R4+r* Por tensién / en el sector que considarames se entiende la diferencia 9, — — Q,, donde g, es el potencial del punto del que fluye la corriente, mientras que Ga, € potencial de! punto hacia el que la corriente fluye. En esa formula la fem $ se toma con signo mds si la corriente esta dirigida dentro de la fuente del polo negative al positive y con signo menos en el caso contrario. Con ello, la direc- cf6n de Ja corriente se toma al azar. Si como resultado del céleulo con [a formula anterior, la corriente resulta ser negativa, esto significa que ella, en realidad, fluye en la direccién opuesta al sentido que elegimos, Cuando la corriente J circula por el sector a cuyos extromos esta aplicada La lessttal U, durante el tiempo At, el campo eléctrico realiza en este sector el trabajo f= AA = TUAt. Como resultado de este trabaja, en el sector del circuite quo estudiamos se des- prende calor determinado por la ley de Joule — Lenz: AQ = FRAt, donde FR eg la resistencia del sector. Al variar ol flujo mugnético que pasa por una superficie limitada por un circuito, ep éste surge una fem de induccién, cuyo valor segin la ley de Faraday Cables y bornas 263 es proporeional a Ja rapidez con que varia el flujo magnético: t-—+r: El signo menos en esta férmula corresponde a la regla de Lenz que determina el sentido de la corriente inducida. EI céleulo de Ios circuitos eléctricos de corriente alterna se basa en que, al conectarlos en la red do tensién sinusoidal, la resistencia 4, la inductancia L y la capacidad eléctrica C Ja corriente en el circuito también es sinusoidal. Les valores de amplitud de la corriente f, estn ligados con los valores de amplitud de ia tensién U,, wlimentada a cstos elementos, con las relaciones Uy hoe 1y=Uyol. En la resistencia 6hmica la tensién coincide en fase cou Ja corriente, en la inductancia la tension adelanta a la corriente on fase en m/2, en la capacidad, se retarda de Is corriente en x/2. En un circuito en serie de corriente alterna, que conticne la resistencia A, la capacidad € y la inductancia L, entre la tensién y la corrieute aplicadas existe desfasaje. Si la tensiénu aplicada so da con Ja expresiin U == Uy cas wt, la co- rriente en el circuito es igual a J =, cos (wt— 9), donde el valor de la amplitud de la corriente J, y el desfasaje @ se detorminan con las fermulas U, oL—Sot a, goa Vitwl—iecr' ‘8? ® 1. Cables y bornas. Tenemos 7 bornas, cada una de Jas cuales esta unida con todas las demas mediante iguales cables de resistencia R. Hallen la resistencia entre cuales- quiera dos bornas. A Ante todo, de la simetria del circuito esevidente que, en- tre cualquiera par de bornas, la resistencia es la misma. Analicemos el circuito auxi- liar (fig. 1.4). Dos bornas A y B estin unidas entre si con el ca- Die de resistencia A, las restantes n—2 bornasestin conectadas con las bornas A y 8 mediante iguales 5 «4. Circuito equivalonte gatas: cables de resistencia R, petro no eafeula de la resistencia entre eual- estin unidas entre si. quier par de bornas En este circuito entre las bor- nas A y B se han conectado en paralelo la resistencia J? y 2 — 2 re- sishencias 2R. Por esta razon, Ja resistencia Lotal fl, , culre las bor- nas A y B se calcula con la formula 1 4 et Rt » de donde Rag= De la simetria del esquema, representado en la figura, se desprende que si entre las bornas A y B creamoscierta diferencia de potencial, los potenciales de las restantes n — 2 bornas seriin entre si iguales. = aR ut 264 VII. Corriente oléctrica Ahora, unamos con los cables de resistencia A cada una de las n — 2 bornas con todas las demas. En dichos cables no habré co- rriente y, por lo tanto, en este caso, la resistencia Ry , entre las bor- nas A y B no variard. Pero el circuite obtenide como resultado de se- mejante conexién coincide con el que se indica en el planteamiento del problema, ya que en este circuito cada borna esté unida con todas las restantes mediante los cables de resistencia 2. Asi pues, la resistencia buscada entre cualesquiera dos bornas es igual a 2R/n. Presten atencién hasta qué punto es sencilla la solu- cidén de este problema al hacer uso de las consideraciones de sime- tria. Claro esta, es facil adivinar la forma de la solucién si se conside- ran sucesivamente los sencillos casos particulares para n iguales a 2, 3-y 4. Pero es bastante difteil demostrar que la férmula obtenida Rap = 2K/n es cierta para todo nimero de borna nr, Al mismo tiem- po, al captar Ja simeteia de este circuito, no evidente a primera vista, vemos que el caleulo del caso general no presenla mayores complica- ciones que con tres bornas unidas.& 2. Medicién de las resistencias en un cireuito. En la fig. 2.4 se muestra una parle de un circuito compuesto de resistencias descono- cidas. ¢Teniendo wn ohmimetro y cables de conexién, cémo medir la resistencia A, sin cortac ningdn contacto del circuito? A Segin el planteamiento del problema no se puede cortar nin- guna de las conexiones de este esquema, pero se permite unir con ud {J Fig. 2.1. Sector de un cirewto rami Fig. 2.2. A esta forma se puede reducir cado que contione Ja resistencia busea- el citcnite mestrado en Ja fig. 2.4, me- da Ry diante cables adicionales cables cualesguicra de los puntos, es decir, cortocircuitar ciertos sec- tores, Empleando los cables siempre podemos reducir el circuito ini- cial a Ja forma mostrada en Ja fig. 2.2. A Medici6n de las resistencias en un circuilo 265 El circuito que viene en Ja fig. 2.1 so reduce a dicha forma si cor- tocircuitamos los puntos A, B y C. Entonces, e] papel de A, en la fig. 2.2 sera desempefiado por las resistencias J, 2 y 3, conectadas en paralelo (fig. 2.1), en tanto que el papel de A, lo interpretara la re- sistencia de todo el circuito ramificado entre los puntos C y D. Es facil comprender que, en el caso general, el cirevito en la fig. 2.2 se puede obtener de un circuito arbitrario que contenga R,, uniendo Fig. 2.3. Con el fin de determinar las tres resistencia desconocidas en el circuito de Ja fig, 2.2, es idéneo realizar mediciones cortocireuitando de antemane los puntos £ y D (a), A y E (b), A y D (ce) entre si en cortocirouito los extremes de todos los resistores conecta- dos, por un mismo lado, al que buscamos, (Si en el cirenito hay re- sistencias paralelasa A, es imposible determinar A, sin realizar des- conexiones: s6lo se puede hallar la resistencia total de Lodos los resis- tores conectades en paralelo a Ry.) Ahora, es facil encontrar cl valor de R,. Realicemos las tres siguientes mediciones. 1. Cortocircuitamos los puntos E y D y conectamos el ohmimetro entre los puntos A y D. El circuito equivalente se aduce en la fig. 2.3a. La indicacién r, del ohmimetro esté ligada con R, y R, me- diante la relacién t 1 1 Tt ao 2. Cortocirenilames Jos puntos A y £ en la lig. 2.2. Come antes, el ohmimetro est conectado entre los puntos A y D. Et circuito equi- valente se representa en la fig. 2.36. La indicacién det ohmimetro r, esta ligada con Ry y A, con la relacién L i 1 Rea ae ® 3. Cortocircuitamos los puntos 4 y D. Conoctamas el ohmimetro entre los puntos E y D (fig. 2.3¢). En este caso, la indicacién del oh- mimetro rs se supedita a la relacién i 4 1 eter 8) ty 266 VII. Corriente elécteica Sumando, término por término, las ecuaciones (2) y (3) y sustra- yendo la ecuacién (1), obtenemos 24 tf ee a & 3. Registencia de un circuito. Hallen la resistencia de un cireuito compuesto por NV eslabones (fig. 3.1). La resistencia de cada resistor es igual a HR. Fig, 8.2. Designacién de las corrientes y tensiones de soctores aislados de un circufte de NV eslabones A Las designaciones empleadas en la resolucién se muestran en la fig. 3.2. Empleando varias veces la ley de Ohm para un sector del circuilo es facil obtener las relaciones = 2,R + Ugo (i) 2laal + Caan 2) Una = (Fn Ina) B- (3) Sustrayendo de (1) la ecuacién (2) y haciendo uso de (3), obtene- mos Uy —4U yi + Ung = 0. (a) Mas adelante, igualando Ja tensién U,,., en el sector ad a lasuma de las tensiones en los sectores ab, be y cd, tondremos Cy = Fat) RS Iya + (Enet Enea) Ro Ina B, 3, Resistencia de un circuito 267 de donde invitee 2, 6) La peuriencia buscada Ay se determina por la relacion Ry = = Uylly. Las tonnes obtenidas (4) y (5) llevan el nombre de relaciones recnrrentes, ya que ellas dan Ja posibilidad de hallar la corriente y Ja tension para el r-ésimo eslabén del circuito, si dichas magnitudes son conocidas para Jos dos eslabones anteriores. Tomemos con la unidad la corriente J, en el primer eslabén del cireuito: J, = 1. Butonces. OU, = 38. Ahora, para el segundo eslab6n, con ayuda del circuito en la fig. 3.2, es facil hallar 7, = 4, U, = 118. A continuacién, las cortiontes y las tensiones en todos los siguientes eslabones se pueden hallar aplicande sucesivamente las relaciones recurrentes (4) y (5). R y r.> 1, la corriente en la ramificacién que contiene ¢, y A, es pequeiia en comparacién con la corriente que pasa por el amperimetro con cualquier valor de R, y, por ello, no influye, practi- camente, sobre las indicaciones del amperimetro. Son también po- sibles otras condiciones. intenten encontrarlas por su cuentalé 5. Un circuito mas con reéstato. El circuito montado se muestra en la fig. 5.1. cA qué condiciones no influye sobre las indicaciones del amperimetro la variacién de.la re- sistencia R,? M, varia dentro de cuales- quiera margenes, A A primera vista parece que eso es imposible, ya que Ry--R, y A estan unidas en paralelo y el cambio de Ay conduce, obligatoriamente, a la varia- Pik aPicisan ean e i ig. 5.4 @Puede no vari = ainporimatro. oro esto sla pore a Sect sel amperinot primera vista. Sou posibles casos cuan- do esto no es asi. Primero, si Ry>> R, con cualquier R, la ramifica- ction de la corriente al sector que contiene A, y Rz se puede despreciar en comparacién con la corriente por el amperimetro. Si la resistencia Fy la resistencia interior del amperimetro son ignales a cero, toda la corriente, tamificarse, pasa por el amperimetro y su valor no deponde de #,. Segundo, un caso atin mas interesante: si la resisten- cia interna de Ja bateria r = 0, los sectores del circuito que contienen 6. Fuente de corriente continua 27 el reéstato 2, y el amperimetro no pueden influenciar, de ningun mo- da, uno sobre otro. Este caso corresponde a la conexién en paralelo de cargas a la red con tensiéa continua. En la practica, la igualdad a cero de la resistencia interna de la fuente quiere decir que ella debe ser pequefia én comparacién con la resistencia de cada una de las ra- mificaciones paralelas. 6. Fuente de corriente continua. Una fuente de corriente tiene fem @ y resistencia interna r. Investiguen las condiciones de trabajo de semejante fuente: hallen la dependencia entre la tensién U en la carga, la potencia total P, la potencia ér titil Pg, el rendimiento 7 y la corrien- 4 te J creada por la fuente, A Elcireuito eléetrico que contiens una fuente de corriente y una carga, cuya resistencia R podemos variar, se muestra en la fig. 6.4. La corriente J en el circuito se determina con la ley F de Ohm Fig. 6.4. Las condiciones de tra- p= rer) bajo de la fuente de corriente = Rp * so determinan con la resisten- Al variar la resistencia de ka carga Cha G8 T8 Care TE R desde la infinidad (circuito abierto) hasta cero (cortocircuito en la fuente), la intensidad dala corriente varia desde cero hasta el valor méxime J, igual a €/r. La tensién en las bornas de Ja fuente U, igual a la fem & estando el circuito abier- to, al haber corriente J en el circnito se determina con la expresién U=j8—F. (2) Si en el segundo miembro sacamos la fem & del paréntesis y, toma- mos en consideracién que la razén &/r es igual a la corriente de cor- tocireuito /,, la férmula (2) toma la forma U=6 A —WI,). (8) La dependencia entre la tensién en el circuito externo y Ja corriente se representa con una linea recta en la fig. 6.2. La potencia total P, desarrollada por Ja fuente, es igual al produc- to de lafem & por la intensidad do la corriente I: P= 6l, (4) La potencia util Py, que se desprende en la carga es igual al producto de la tensién en el circuito externo U por La intensidad de la corrien- te J. Si para la tensién J hacemos uso de la formula (2), la potencia til Py, ee obtiene como Ja diferencia entre la potencia total P y la potencia do las pérdidas térmicas debidas a la resistencia interna de 272 VII. Corriente elé Ja fuente: Pq = Ul = @1 — Pir. @) Pero si para U empleamos la f6rmula (3), la expresién para la poten- cia util Py, se puede escribir en la forma: Poy = 6F (A — If). (6) Como se deduce de la formula (4), la potencia total P que desarrolla la fuente es proporcional uw la corriente en el circuito J. Su grafica se representa con una linea recta en we la fig. 6.2. Como se deduce de la é formula (5) 6 (6), la grdfica de la potencia Gtil Py, esuna parabola, UB(1-1f5) cuyas ramas estan dirigidas hacia abajo (fig. 6.2). Esta parabola cor- ta el eje de abscisas en los puntos 1 =00F =1y: la potencia ttil se anula tanto al no haber corrien- te (circuito abierte), como, asi- mismo, al haber cortocircuito, cuando toda Ja potencia P que desarrolla la fuente se desprende en forma de calor en su resisten- cia interna. EB] vértice de la para- bola, correspondiente ala poten~ cia Gtil mdxima, se encuentra en el centro entre los puntos / = 0 e/ == J). El valor maximo de la potencia Gtil, alcanzado con f = =I,/2, como se desprende de la formula (6), es igual a €//2, os decir, a la mitad de la potencia total desarrollada por la fuente con la intensidad de corriente da- Fig. 6.2, Dependencia entre la tensién da. Con esto, la segunda mitad de U, ‘as potencias total P y util Pj,, el a potencia desarrollada se gasta rendimiento n y la corriento en el indtilmente, para el calentamien- SIpeuapy to de Ja fuente. Es facil advertir (p. ej., eu la formula (4)), que la potencia atil os la maxima cuando la resistencia de la carga Jt es igual a la resistencia interna de la fuente. El rendimiento de Ia fuente, igual a la razén entre la potencia in rar la total P, se puede caleular por medio de las férmulas y (6): n= Py/P = 1 — HI. @ 7. Conexién en serie de las fuentes de cortiente La grafica de la dependencia del rendimiento 7 respecto de la co- rriente en el circuite J se muestra en la fig. 6.2. De las graficas de Ja fig. 6.2 se deduce que las exigencias de obten- cién de la mayor potencia util y el maximo rendimiento se contradi- cen entre si: al lograr la mayor potencia dtil, el rendimiento sélo constituye el 50%. Con el fin de que el rendimiente sea préximo a la unidad, la corriente en el circuito debe ser pequefia, pero, entonces, tiende a cero la potencia util. Cualquier potencia atil P,, menor que la maxima, puede obtener- se con dos valores de la corriente en el circuito: 7; ¢ /,. En ta fig. 6.2 vemos que es preferible obtener dicha potencia con meuor valor de la corriente en el circuito 7, ya que, cou elfo, el rendimiento de la fuente es mds alto.é 7. Conexién en serie de las fuentes de eorriente. En el circuito montade, cuyo esquema se ofrece on la fig. 7.4, Ja fem 8, de la pri- mera fuente es mayor que la fem &, de la segunda. &] voltimetro es & & , & or & % 4) - Bay- % ap— Bay t { A R Fig. 7.4. Con |la Have € corzada la Vig, 7.2. En este circuile la,fuente de aguja del voltimetro puode desviarse fem $, est conmuiladaa la polaridad tanto hacia unv como hacia otre lado, — inversa en cumparaciiu con la fig. 7.4 en Juncién de los valores de Ja fem y las resistencias. perfecto, ademas su cero se cncuentra en ct centro de la eseala. Con Ja Have abierta la aguja del voltimetro se desvia a la izquierda. Para unos valores de los pardmetros del circuilo, después de cerrar la ia- ve, la aguja se desvia a ja izquierda, para otros, a la derecha. El va- lor absoluto de la tensién, que muestra el voltimetro, es conocido e igual en ambos casos. ¢Qué es lo que mostrara el vollimetro y hacia donde se desviard su aguja en cada uno do ostos casos, si la segunda fuente se conmuta como se muestra en ta fig. 7.2? A EL voltimetro perfecto, conectado al circuite uléctrico, mues- tra una tensidén igual a la diferencia de polencial entre los puntos de conexion del instrnmenlo, Designemos los potenciales de dichos puntos en el primer esquoma y, y @,, en el segundo, p, y pj. Para re- dueir ta anotacién introducimos U = 9, — @, ‘=O — @;. La corriente en el esquema de la fig. 7.4 se da con la formula * — Sth ) Att ah* 1e-664 274 VIL Corriente eléctrica Por otro lado, empleando la ley de Ohm para un sector no homogéneo dei circuito que contiene la fem &, , para esa misma corriente [ se puede escribir la expresiéu pa eth UT (2) " i Ignalemos los segundos miembros de las expresiones (1) y (2): $it%, _ Ut (3) nth mu De modo andlogo en absoluto, para el esquema en la fig. 7.2, obte- hemos $i-%, U4 Atte @ Dividiendo, término por término, (3) entre (4), abtenemos Sit6, _ U+b 6-6. U8, * 6) de donde «_ (8-8) U— 28,8, . ea (6) De modo formal hemos obtenido la solucién. Al obtenerla no he- mos vtilizado de ninguna manera Ja indicacién acerca de hacia qué lado se desvia la aguja del voltimetro y, hasta el momento, no esté claro cémo hacer uso de este resultado en cada caso concrete: no sa- pee qué signo asignar a la tensién U en cada uno de los casos ana- lizados. Si la Have esta abierta, cuando falta la corriente en el circuito de la fig. 7.4 el potencial g, es mayor que Q., es decir, U = 9, — Gy < <0. Segin el planteamiento del problema, en tal caso la aguja del voliimetro se desvfa a la izquierda. De esta manera se establece Ia ligaz6n entre la direccién de la desviacién de la aguja del veltimetro y ol signo de Ja tensién {/: al desviarse la aguja del instrumento a la izquierda U <0 y al hacerlo a la derecha, U> ©. Por esta causa, en el primer caso, al inclinarse la aguja a la izquierda, en la formula (6), se pone el valor negative de la tensién U, que muestra el volti- metro, mientras que en el segundo caso (la aguja se desvia a la dere- cha), el positive. De esta misma forma se establece la direccién de la aguja del voltimetro en el circuito de la fig. 7.2: si el valor de U, calculado con la formula (6), es negativo la aguja del voltimetro se des- viara a la izquierda, si es positive, a la derécha. Vemos con facilidad que en el esquema en la fig. 7.2 la aguja del voltimetro siempre se desviaré en la misma direccién que al estar abierta la !lave, independientemente de la direccién a la que se des- viard en el circnito de la fig. 7.4. En efecto, como ¢, > @,, la di- reccién de la corriente en el circuito en la fig. 7.4 viene definida por 8. Conexién en puralelo de das fu $s de cornente 275 la fuente &, y 9, > 9), es decir, U’ <0. Esto se desprende en di- recto de la férmula (6). En el caso U <0 este hecho es evidente, cuando U > 0 se requiere wna investigacién mas detallada. Les pro- Ponemos que realicen esto independientemente, pero antes lean la solucién del problema hasta el fin. Ahora, reflexionemos qué significan, desde e! punty de vista fi- sico, diversas direccianes de desviacién de la aguja del voltimetro en el esquema de la fig. 7.1, Estudiemos la formula (2). Como acabamos de aclarar, la tensién U que en ella entra es neguliva si la desviacion de la aguja del voltimetro se produce en el mismo sentido qua cuando la Mave est abierta y en el circuito no hay corriente. ln este caso, como se desprende do (2), la corriente en el circuilo es menor que la de cortotircuito para la fuente &:f 0 y de (2) se deduce que la corriente en el circuito es mayor que la de cortocirenito de la fuente J,. Esto quiere decir que la fuente &, funciona «no normalmentep: la potencia que se desprende en su resistencia interna supera sus posibilidades, es decir, la potencia maxima que Ja funte puede desarroflar. Por esta raz0n, si rotiramoes esta fuente en cl cireuito la cortiente abmentara. Si reflexionamos no se deben conectar en scrie las fuentes de co- trientel En ocasiones, esto puede conducir al resultado opnesto al de- seado. A pesar de que con Ia conexién en serie de las fuentes de co- rriente la fom de la bateria siempre aumenta, Ja intensidad de co- rriente on el cireuilo puede disminuir si, con ello, creve demasiado la tesistencia interna de la bateria. Antes de aiadir a wna batoria en se- sie una fuente mas de corriente, hay que cerciorarse de que su co- rriente de corlocircuito supera la intensidad de corriente en el circui- to antes de conectar la indicada fuente. Pero cémo revelar en la practica semajante fuente «pardsitay en un circuite alimentadoe por una bateria de clemontos conectados en serie? Y para acabar. Si realizan el anélisiy de la formula (6) es suficien- te comprender que con el valor positivo de la tension U/ ella no puede superar %,. De aqui sigue de inmediato que U" <0, os decir, en este caso la aguja del voltimetro también se desviara a ta izquierda. A 8. Conexién en paralelo de las fuentes de corricnte, Dos fuentes de corriente con fem &, y $, y resistencia interna ry ¥ ry, acopladas en paralelo, estan en conexidn con una carga, cuya resistencia R se puede variar (fig. 8.1). La fem de la primera fuente 8, es mayor que la de la segunda: #, > #,. Resulta que con cierto valor de Ja resistencia R en el amperimetro no hay corriente. (En qué direecién 276 VIL Corriente cléctrica circularé la corriente por la sogunda fuente si la resistencia de la carga R: se aumenta; se disminuye? A El procedimiento mas directo, pero no el mis sencilla, para resolver este problema consiste en aplicar las reglas de Kirchhoff al circuito ramificado que consideramos. Designemes las corrientes en los sectores no ramificados del circuite por J,, /, y prefijemos sus di- recciones como se indica en la fig. 8.2. Do acuerdo cou la primera regla de Kirchhoff, que expresa Ja ley de la conservacién de la carga, la suma algebraica de las corrientes en el nodo es ignal a cero: +iz-—1 =0. (1) En correspondencia con la segunda regla de Kirchhoff, que sigue de la Jey de Ohm para un sector no homogéneo del cireuito, en cualquier circvito cerrado la suma algebraica de los productos de las corrientes Fig. 8.1. La resistencia f esti elegida Fig. 8.2, Para el céleulo de las corrien- de tal modo que [a corriente que pasa les en el circuito segin las reglas de por el amperimotro ¢s nula Kirchhoff por la resistencia de lus respectives sectures es igual a la suma alge- braica de Jas fem con Jas que se tropieza al recorrer dicho circuito. Eligiendo los circuitos que contienen una de las fuentes de corriente y la resistencia de la carga, obtenemos Ary tiR=8, br, + IR = 6. (2) Resolviendo el sistema de ecuaciones (1) y (2), podemos hallar las corrienteson todos los sectores. Para responder a Jas preguntas plantea- das es suficiente tener la expresién para la corriente J, que pasa por Ja segunda fuente: Sai + M—ih h=-Tgearean 68) La corriente dejari de pasar por el ampecimetro cuando el numeva- dor de la expresion (3) se anule. Partiondo de esta condicién halla- mos aquel valor de ta resistencia de la carga R para el que la indica- cién del amporimetro es igual a cero: Range. (4) =T gi —Oe 8. Conexién on paralelo de las fuentes de corriento 277 La corriente J; que pasa por la segunda fuente ira, en realidad, en la direccién indicada en la fig. 8.2, si el numerador en la expresién (3) es positivo, es decir, al verificarse la condicién é Ran ah 2 (5) Si la resistencia de Ja carga A satisface la desigualdad opuesta, el numerador de (3) es negativo y la corriente J,, que pasa por la se- gunda fuente, se dirige, en realidad, en sentido inverso. Asi pues, al disminuir la resistencia R con relacién al valor de (4), la corriente que pasa por la segunda fuente iré como se muestra en la fig. 8.2, mientras que al aumentaria, en sentido contrario, Prestemos atencién a que el proce- dimiento formal, aplicado para resolver el problema con ayuda de las reglas de Kirchhoff, permite obtener un resulta- do cierto sin adentrarse en el sentido fisico del resultado hallado. En efecto, hasta el! momento no podemos dar res- dooce etels uéelaumen- PIB: 6.3. Oe fo'de ln rvistencia dela carga conduce ‘mga frat ae ala al de : conectarla Ta corriente por la al surgimiento de lacorriente 7, en la parte restante del circuito no indicada direccién, precisamente. La varia tentativa de respander a esta pregunta nos conducira a otro procedimiento monos formal para resolver el pro- blema. Ante todo cabe advertir que cuando a través de la segunda fuen- teno circula corriente, ésta existe 1an sélo en el cirenito no ramificado que contiene la fem 8, y la resistencia de la carga # (fig. 8.3). Con ello, la segunda fuente se puede desconectar, y en of circuite restan- te nada variard. La intensidad de la corriente 7 se puede hallar par- tiendo de la ley de Ohm para un circuito no ramificado: __& , l=% a (6) Por otro lado, al no circular la corriente por la segunda fuente la ten- sién U en sus bornas es igual a la fem 8, de dicha fuente. Por ello, haciendo uso de la ley de Ohm para el sector homogéneo del circuito que contiene la carga A, tendremos 1=UIR = 6K. ) Igualando les segundos miembros de las formulas (6) y (7), obtenc- mos para la resistencia de la carta A, con lu que la cortiente deja de pasar por la fuente con la fem @,, la expresién anterior (4). Ella sélo tiene sentido si #, >, lo que es natural ya que la tensiéu U 218 VII. Corriente eléctrica en las bornas de la primera fuente en funcionamiento siempre es me- nor que su fem 63. Ahora, consideremos cémo variara la tensién entre los puntos A y Bal cambiar fa resistencia # si la segunda fuente falta. Al dismi- nuir R la corriento en el cixcuito erece y, por lo tanto, la tension en Jas bornas de la fuente con fern 6, (es decir, entre los puntos A y B) disminuira. Esta tensidn se hace menor que la fom &,, por ello, al conectar Ja segunda fuente la cocriente pasara por ella como se mues- tra en la fig. 8.2. lin tal caso, la segunda fuente funcionara nor- malmente, es decir, dirigicé Ja onergia al cireuito externo y esta energia se desprenderd en la carga. Con ayuda de razonamientos andlogos podemos cerciorarnas de que, al anmentar Ja resistencia de la carga, la tensién entre los pun- tos A y B crece, o sea, se hace mayor que 8. Por ello, al conectar la segunda fuente la eorricnte pasard por ella en direccién opuesta a la mostrada ev la fig. §.2. Fin semojante caso, la segunda fuente no ce- de energia al circnilo externo y ella consume la energia de la primera fuente. Asi pues, en caso de conexién en paralelo de las fuentes de co- rriente con diferentes fein existe un valor limite de la resistencia de la carga, el valor ileterminado por la formula (4). Si la mencionada re- &r sistencia es mayor que la limite, el Ns empleo de la segunda fuente noes con- yeniente: su conexién conduce a la dis- minucién de la corriente que pasa por Ja carga. & 9. Baterfa de elementos igual Cierto nimero x de iguales fuentes de corriente, con fein & y resistencia inter- na r, estan unidas en paralelo y conec- tadas a lu carga externa. ¢Cudntas ve- cos disminuird la corriente en la carga si uno de los elementos que forman Ja & bateria se conecta por error con la po- Rig. @4. Butoria de ignales laridad inversa (fig. 9.4)? elomentos A Cuando todas las fuentes de co- rriente estan conectadas correctamente Ja fem de Ja bateria es igual a la fem de uno de los elementos @, en tanto que la resistencia interna es igual ur/n. Porello, la corriente que pasa por la carga con resistencia 7 se determina con la expresiéa € Raprin * qt) Este resultado we obtiene de inmediato si tomamos en considecacion Ja simetrta del rsqeemia que examinamos: todas las fuentes de co- 9. Bateria de elementos iguales 279 rriente se hajlan en las mismas condiciones, por lo tanto, lag corrien- tes en ellas son iguales y m veces menores que la corriente en la carga. Pero si se conmuta la polaridad de una de las fuentes (fig. 9.4), la simetria desaparece y, hablando en general, surge la necesidad de apli- car las reglas de célculo de los circuitos ramificados. Sin embargo, en el caso que examinamos es posible no operar sogiin recetas estdn- dar, sino que simplemente expresar la tensién U4, entre los puntos A y B (fig. 9.4) como la diferencia entre 1a fem de la fuente de co- rriente y la tensién dentro de ella para os elementos conectados ¢co- Trecta» e ¢incorrectamentes: é—hr=—-(¢—Jyl. (2) La corriente J’ que se ramifica a la carga es igual a la suma de las corrientes en los elementos conectados ¢corcectamentes (n — i) F, descontando la corriente /, que pasa por el elemento conectado ¢in- correctamentes: =-N)h-Iy @) Expresando de aqui /, y poniéndola en (2), Hegamos a la igualdad Iynr — I'r = 28. A) Por otro lado, la tensién entre los puntos A y # es la de la carga R, por lo que €—hr=rer. (3) Resolviendo el sistema de ecuaciones (4) y (5), obtenemos , 6 , I =a 2a). (6) Comparando (6) y (4), hallames LUE = 1 — Qn. (7) Ea particular, para n = 2 la corriente J’ = 0, lo que es evidente par- tiendo de consideraciones elementales; para x = 4 la corriente en la carga se reduce a la mitad. Es notable que el resultado (7) obtenido no depende ni de Ja fem de elementos por separado y de sus resistencias internas, ni de la re- sistencia de la carga. Esto induce la idea de que debe existir otro pro- cedimiento mds sencillo de resolucién del problema. Ante todo sefialemos que al conmutar la polaridad de uno de los elementos 1a resistencia interna de toda la bateria sigue siendo la misma y que sdlo puede variar su fem. Claro esta, estas consideracio- nes cualitativas se certifican con la formula (6), de la que se despren- de de inmediato el valor de la fem de la bateria que se obtuvo: & = = (1 —2/n). Ahora, el problema consiste en que, independien- temente de ta solucién aducida, debemos hallar la fem de la bateria cou un elemento conectado incorrectamente 280. Vil. Corriente eléctrica Sustituyamos todos n — 4 elementos conectados «correctamente» por uno solo con fem & y resistencia interna 7/(n — 1). Entonces, el circuito equivalente de toda la bateria toma la forma mostrada en la fig. 9.2. Como 1a fom de la bateria es igual a ba tension en los polos Ay B abiertos, sélo nos queda hallar la tensién entre los puntos A y B enel circuito de la fig. 9.2. Esta Erker) tensién se puede anotar en 1a forma 8 = Ug, =8—bi(n—1), @) donde Ja corriente J. circulante por el A cireuilo representado en la fig. 11.2, es igual a . 26 or Tlie t ) Fig. 9.2. Circuilo equivalento de E la bateria den clementos mos- Paniendo J de (9) en (8), obtenemos la fig 9. trada en la fig 9.1 & = @ Ud — 2m), (10) Como al conmutar ta polaridad de uno de los elemeatos, la resisten- cia total del circuite con la carga no varia, la corriente en ella varia- ra tantas veces, como las que varié la fem. Es natural que, asimismo, el segundo procedimiento conduce al mismo resultado. & 10. Electromotor de corriente continua. Un electromotor, cuyo inducido tiene una resistencia 2, esti conectado a la red de corriente continua de tensién UY. Con ello, una pesa de masa m asciende a la velocidad vf mediante un hilo imponderable enrollado en el arbol del motor. cA qué velocidad v} descenderd esa misma pesa si en el circuito externo se produce un cortocireuito de resultas del cual el arrollamiento del inducido se cortocircuita? El inducido del clectro- motor se encuentra en el campo magnético creado por un imdn per- manonte. El rozamiento en los rodamientos se desprecia. ‘AA Ante todo, reflexionomes cual es la causa de que se establezca cierta determinada velocidad de descenso. La cosa radica, en que si, simplemente, desconectamos el motor de la red, al no haber roza- miento en los rodamientos, la pesa pondra en rotacién el inducido y bajard en movimiento uniformemente variado. Claro esté que Ja ace- leracién sera menor que la de la caida libre si el inducido del motor tiene notorio momento de inercia. Como vemos, aqui el motor nada tiene que ver, su inducido es simplemente un volante que se pone en rotacién por ja pesa en descenso, No obstante, en el caso que conside- ramos en el problema, el circuito eléctrico esta cerrado, pero de tal forma que al motor no se alimenta Ja tensién y, como resultade, al bajar la pesa, trabaja como un generador de corriente continua corto- circuitado, Durante la rotacién del inducido en el campo magnético por su arrollamionto pasa la corrionte. La velocidad de descenso de 40, Electromotar de corriente continua 281 Ja pesa aumentara ahora sélo hasta que el momento mecanico, que actia sobre el inducido del motor por parte de la pesa, quede com- pensado por el momento de fuerza que actiia sobre el inducido con corriente por parte de! campo magnético del inductor. En vista de que ¢l momento de las fuerzas mecanicas, que actian sobre el inducido, es el mismo tanto con el ascenso uniforme, como también con el descenso uniforme (la pesa es la misma), mientras “7 que el campo magnético del induc- Vr tor se considera continuo (segin cl planteamiento él se crea con un iman permanente), resulta que la mgy|~ corriente en el circuito del indu- cido sera igual para el ascenso y descenso estacionarios, ya que la ok lp Ue 5 fuerza que actia sobre un conduc- lor cop corriente en el campo Fig. 0. Denanitebt seit Ua fine ti i meednica desar - magnelica o5 proporcional a laco- qromolar y la magnitud de la corriente triente. Para el movimiento esta- cionario designamos con J ta co- rriente en el inducido. Esta se puede hallar haciendo uso de la ley de la conservacion de la energia durante el ascenso de la pesa: la poten- cia JU que se consume de la red va_ para calentar el arrollamiento del inducido y para elevar la pesa. Designando con Py, la potencia mecdnica desarrollada por el motar, podemes escribir TU = PR + Py. () Al resolver esta ecuacién, hallamos v Py 7 Tag V ae @ éPor qué so han obtentdo dos valores de Ia corriente? En ol planteamiento del problema se prefijaron la maga de Ja pesa y la ve- locidad de ascenso, es decir, de hecho se ha prefijado la potencia me- ednica desarrollada por cl motor: Py = mer. 8) Pero una misma potencia mecdnica, menor que la maxisna que puede desarrollar el motor con la tension U prefijada, se puede obtener con dos valores de la corriente en el inducido. En efecto, con ayuda de la formula (4) construyamos la gréfica de la dependencia entre la po- tencia mecdnica Py_ ¥ la intensidad de corriente en el inducido del motor (fig. 10.1), Esta grifica es una parabola, cuyas ramas estan dirigidas hacia abajo y cortan el eje de abscisas en los puntos J = 0 e J = U/R. El primer punto corresponde al régimen de la marcha en vacio, es decir, a la rotacién del inducido del motor sin carga meca- 282 VIL. Corriente eléctrica nica externa. Con ello, la fem de induccién en el arrollamiento del inducido compensa ja tensién U aplicada y, por ello, no hay corrien- te. El segundo punto (J = U/R) corresponde al inducido que no gira, frenade con un esfuerzo externo, cuando la fem de induccion falta en su arrollamiento. Con ello, evidentemente, la potencia mecdaica del motor es igual a cero y toda la potencia de la red se consume para el calentamiento del arrollamiento del inducido. El vértice de la para- bola corresponde a la potencia mecdnica maxima del motor que, co- mo es facil cerciorarse, es igual a U/4R. De Ja fig. 10.1 se desprende que cualquier valor de la potencia mecinica P,, = mgvt, menor que U*/4R, se puede obtener con dos valores de la corriente I, ¢ J,. A cada uno de estos valores de la co- 10.2. Una misma potencia mecdnica P,, = myo} puede ser obtenida con dos valores de la velocidad angular del inducido rriente corresponde uo determinado valor del momento de Ja fuerza externa que actia sobre el inducido del motor. Como dicha fuerza es igual a ja de la gravedad mg que actia sobre la pesa que se eleva, a cada valor del momento mecanico corresponde un determinado ra- dio del 4rbol sobre el que se enrolla el hilo (la fig. 10.2 a corresponde al valor menor del momento mecdnico y, por Jo tanto, a la corriente J,, la fig. 10.2 6, a la corriente 7,). En el primer caso, la misma po- tencia mecanica del motor mgv}, se obtiene con menor radio y mayor velocidad angular de rotacién del inducido que en el segundo caso. Es evidente que al primer caso corresponde un rendimiento mas alto del motor. Hablando en rigor, a pesar de que los datos del problema son insuficientes para dar preferencia a uno u otro valor dela co- rriente, pero si suponemos que durante el ascenso de Ja pesa el motor funcionaba en e) régimen «correcto», de las raices J, o 7, hay que ele- gir la menor. Como hemos aclarado, esa misma cosriente pasaré, asimismo, por el arrollamiento del inducido en el transcurso del descenso esta- cionario de Ja pesa- Empleemos la ley de la conservacién de la ener- gia. Como ahora el motor es de por si un generador de corriente conti- 41. Condensadores en un circuito con corriente 283 nua cortocireuitado, »] decrecimiento de la energia potencial de la pesa es igual a la cantidad de calor desprendida en el arrollamiento del inducido: mgvl = PR. (4) Bl valor de la velocidad estacionaria de descenso v| se obtiene de aqui después de poner el valor de la intensidad de curriente J de la for- mula (2), en la que la potencia mecdnica P,, desarcollada por el mo- tor al ascender la pesa, se pone de la relacién (3): =F = par [t- -1- “Ey. ©) Es curioso sefialar que la suma de las velocidades de ascenso y des- censo es igual a la velocidad de la marcha en vacto vp, es decir, a la velocidad de ascenso del hilo sin la pesa. Con el fin de cerciorarse de esto, recordemos que la fem de induc- cidu 6,, que surge en el arrollamiento del inducido, es proporcional a la velocidad de rotacion del inducido, o sea, a la velocidad vde movimiento del hilo enrollado en el arbol: &, = he. (6) Empleando la expresién (6) escribamos las ecuaciones de la ley de Ohm para tres regimenes de trabajo del motor: al ascender la pesa, al descender ésta con el inducido corto- circuitado y para la marcha en vacio: U — kot = IR, kof =IR, U—iw, =0- @ Sustrayendo Jas ecuaciones segunda y tercera de la primera, obtenemos oh eh = ry Aw (8) ALA, Las tensiones en los 11, Condensadores en un cireuito Pe aucune Cy y Cy dependen econ corriente. Examinemos el circuito de la posicién do lag Haves Ky representado en ja fig. 11.1. A las bor- yy nas de entrada esta aplicada la tension continua U. Determinen las lensiones en los condensadores, conside- rando las cuatro posibles posiciones de hus Jlaves K, y Ky: 4) las dos llaves estan abiertas; 2) la [lave K, esta cerrada, la Ky, abierta; 3) las dos llaves estén cerradas; 4) ta llave KX, esta abierta, la K,, cerrada. 4 Analicemos consecutivamente los cuatro casos, 1. Cuando ambas Ilaves estan abiertas en ninguno de los sectores del circuito hay corriente. En este caso, el problema es puramente electrostatico: dos condensadores unidos en serie estan conectados a la fuente de tensién continua U, Por ello, las Lensiones U, y Uz en 284 VII. Cortiente el los condensadores se determinan del sistema de ecuaciones U,+U,=U, CU, = C,0,. (4) La primera de estas ecnaciones es evidento, en tanto que la segunda refleja la igualdad de las cargas de los condensadores conectados en serie. Resolviendo e) sistema (1), hallamos (2) 2 2. Bn el segundo caso, cuando la Have X, esta cerrada y la K,, abierta, el circuite toma la forma mostrada en la fig. 14.2, En seme- Jante cireuilo, por las resistencias R, y Ry wnidas en serie pasa la co- sriente, miontris que para los condensadores todo queda del mismo modo que en cl primer caso, ya que la tension U, segin el plantea- miento, es invariable, Con otras palabras, er semejante esquema los U y & & oy & -—- fy fy Ry ae Fig. 14.2, Tal forma toma el cirewito Fig. 411.3. Cuando ambas laves estan cuando Ia Taye K, esté cerrada y la cecradas cada condensador esta unido K, abierta en paralelo con asus resistencia circuitos en serie de condeusadores y resistencias estin por separado conectados cn paralelo entre sia la red con tension continua {. Si la tensién U no se mantiene invariable y la fuente es, p.ej., im acumulador con tem € y resistencia interna r, la conexién del cireujto de las resistencias Ry y Ry y la aparicién de la corriente T= &(R, + A, +7) conducen a la disminucién do la tension apli- cada al circuito de los condensadores. En este caso, ella sera igual no a la fem de la fuente, sino que a @ (Ri + Fy) Us (A+R) = @) Las formulas (2) para las tensiones en los condensadores guedan igua- les, s6lo que por U se debe entender la magnitud obtenida de (3). 4. Cuando ambas !aves estan cerradas no podemos considerar que los condensadores estan conectados on serie. En efecto, en tal casu el circuito se puede representar como se mnestra en la fig. 11.3. Cada uno de los condensadores est4 conectado en paralelo con osu» resisten- cia y, por ello, las cargas de Jos condensadores ya no son iguales en- 42. Circuito com “memoria” 2hb tre si. La tensién en cada condensador es igual a la tensién en la co- rrespondiente resistencia. Como las resistencias R, y Ry estan conec- tadas entre si en serie, Ja corriente que pasa por ellas es la misma y las tensiones U, y Uy satisfacen el sistema de ecuaciones: U,+U,=U, UU, = RR, (4) Resolviendo este sistema, oblenemos & / tt 7 U,=0 ay > GU Ra (5) Si tampoco en este caso se puede despreciar la resistencia interna de Ja fuente, en las formulas (5) por U bay que entender la tensién en el sector externo del circuito, obtenida de la relacién (3). 4. Cuando la Have &, esté abierta en el cireuito no hay corriente. Si, ademas, esta cerrada la lave K,, la tensién en el condensador C, es nula. Por Jo tanto, ta tension en el condensador C, es igual a la tension U de la fuente de corriente. Sefialemos que los resultados obtonidos sélo son ciertos cuando han finalizado en el circuito todas los procesos transiterios. Inme- diatamente después del cierre (o la abertura) de las Haves se produce la recarga de los condensadores, lo que ocupa cierto intervalo de iempo. La duracién de éste depende de los valores de las resistencias y capacidades. Al resolver este problema, en cada uno de Ins casos examinados, se consideraba que todos los condensadores cstaban no cargados hasta la conexidn de la fuente. Esta condicién puede resultar que nose cum- pla cuando tiene lugar el paso consecutive ile uno a otro caso sin desconectar la fuente. P. ej., al pasar del caso 4 al 1, abriendo la Ia- ve K,, el condensador C, queda descar- gado como lo estaba, a pesar de que con ello se obtiene un circuitocon conden- sadores concclados en seric. La tension en el primer condensador sigue siendo U, en tanto que en el segundo, igual a cero. Comparen este resultado con la solucién del problema 4:3 del capitulo «Blectrostaticuy. & F i —#t 12. Cireuito con «memoria». Ala Fie 12-1. Regie eléctrico entrada del circuito mostrado en la San SESE fig, 12.4 se mantiene la tension cons- tante U. Al principio todas las Haves estin abierlas, los condensa- dores no estan cargados. éQué manipulaciones hay que hacer con las lhaves y la corredera del redstato R para que: 1) la tensién en el con- donsador C, sea igual a U y, con ello, esté encendida la bombilla; 2) la tensién en el condensador C, sea igual a U y la bombilla también esté encendida? 286. VI. Corriente eléctrica Primero cerremos la Nave K. Para que la bombilla esté encen- dida la llave X, debo estar cerrada. Cerrémosla. En este case las ten- siones en los condensadares son distintas de cero y su suma es igual a la tensién aplicada U. Dichas tensiones sdlo su pueden variar cerran- do la llave K,. Cerrémosla tambiéa. Si ahora, desplazando la corre- dera, hacemos Ja resistencia del reéstato igual a cero, toda la tension U estard aplicada a la bombilla. La tensién en el condensador C, sera, asimismo, igual a U, on tanto que la tensién en el condensador C, so anulard: asi hemos realizado Ja situacién 2). Ahora, podemos abrir la llave KX, y retornar la corredera del reéstato a su anterior po- sici6n. Con ello, la tensién en el condensador Cy quedara igual a U, en C, igual a cero y la hombilla seguiré epcendida. Aunque ahora el estado de las Ilaves es el mismo que antes de cerrar K», las tensiones en los condensadores son otras. Con otras palabras, el sistema «re- cuerdas sn prehistoria. Prestemos atencién a que con la sucosividad elogida de las mani- pulaciones con fas aves, es imposible hacer igual a U la tensién en ol condensader C). Hay que buscar otra sucesién de las manipulacio- nes. Después de cerrar Ja ave X, intentemos cervar la lave Kyy no la Mave K,, como aztes, En este caso la tensién en el condensador C, seré igual a U, eu C, igual a cero, y, claro est4, la bombilla esta- ré apagada, Ahora, abrimos la llave As, con lo que la tensién en los condensadores no variara. Si, a coutinuacién, cerramos La lave K, ‘a bombilla se cncenderd, es decir, sera realizada la situa- cién 4). Asi pues, en ambos casos considerados las posiciones finales de todas las Iaves y de Ja corredera son iguales, la bombilla estar4 en- cendida, pero lus distribuciones de las tensiones por los conden- sadores son diamelralmente opuestas. Dichas tensiones dependen de la sucesién de las conmutaciones precedentes. A 13. Procesos transitorios en un circuito com eondensador, :Cudnto liempo lardard en cargarse un condonsador de capacidad C, si se conecta a través de la resistencia @ a una fuente de tensién continua Up (fig. 13.1)? A Al cerrar la Wave K (fig. 13.4) por ef cirenito pasa ta corriente y el condensador comienza a cargarse. A medida que crece la tensién eu eb condensador la corriente en el circuito doerece. El proceso de carga del condensador transcurrira hasta que la tensién en él se igua- je a la de la fuewte (4. Después de acumular en las armaduras del condensador la carga gy = CUg, que para ello cs necesaria, en el cir- cuito cesa la corrionte, es decir, en éste finalizan los procesos tran- sitorios. Designemos con g la carga do la armadura superior del condonga- dor. En el proceso de carga del condensador este parametro varia. La velocidad de variacién de la carga de la mencionada armadura 12. Procesos transitorios en un circuito 287 dq/dt determina la intensidad de corriente J en el circuito: I = dgfdt. (1) La formula ({) corresponde a la eleccién de la direccion de la corrien- te que se muestra en la fig. 13.2: el valor positive de la corriente en la férmula (1) corresponde al crecimiento de la carga de la armadura superior del condensador, 0 sea, al valor positive de la derivada dg/dt. LT Fig. 13.1, El eondensador C so cargaa Fig. 13.2. Con semejante cleccién del través de la resistencia A de la fuente sentido de la corrionte su valor J esta de tensién continua U, Tigado con la carga de Ia placa supe- rior q mediante la relacién | = dg/dt En el circuito en serie que consideramos la suma de tas tensiones en la resistencia U, y en el condensador U7, es igual a Ja tensién apli- cada U,. Como Ja tensién en la resistencia Up es igual al producto de la corriente J por la resistencia R, IR + Ug =Uy Q) Poniendo aqui el valor de la cotriente J mediante la velocidad de variacién de carga del condensador de la ecuacién (1) y teniendo en cuenta que la tensién Ug en el condensador es, en cualyuier momento, igual a g/€, obtenemos de RB+G=%. (3) Esta ecuacién diferencial para la funcién g (¢) determina la depen- dencia entre Ja carga del condensador y el tiempo. Resulta cémodo anotar dicha ecuacién en forma algo diferente, tomando en considera- cién que la tensién aplicada Uy es igual a la razon entre la carga de- finitiva del condensador gq y su capacidad C’': U, = g,/C. Entonces, en lugar de (3), obtenemos dgldt = (yy — gV/RC. @) Es facil reducir esta ecuacién a una forma bien conocida, si en lugar de la carga de la armadura g introducimos otra magnitud incégnita @, que caracteriza en qué grado Ja carga q se diferencia, en el momen- to dado, de la carga definitiva gg: Q=%m-—4% 6) 208 VII, Corriente clectrica De la definicion (5) se desprende que dq/dt = — dQ/dt. Por ello, ta ecuaciét (4), despues de sustituir (5), toma la forma dQidt = —QIRC. (@) La eenacion (6) signifies que la velocidad de variacién de la earga que falta @ es proporcional al propio valor de Q. La solucién de esta ecua- cién es ta funcién exponencial Q(t) = A exp (— URC). (@) La constant 1 se puede hallar de das condiciones iniciales, De- bido a que en ¢l momento inicial de tiempo t = 0 el condensader no esld cargady {7 = 0), como se despronde te la formula (5), la carga 2=Gol empty] aS he Fo eri te t/r) I 8 eg r # Fig. 13.3. Grafica de la yuriucion de Ja carga del condensador @ que falta es, en este caso, igual a g,. Asi pues, la constante A en ja ecuacién (7) es igual a Ja carga delinitiva del condensador yp. La grafica de la dependencia Q (4) se muestra con una linea de trazos en la fig. 13.3. De la formula (7) se desprende que el producto RE es igual a aquel intervalo de tiompo t durante el que el valor de Q(t) disminuye e veces: Q(t) =qle t= aC. (8) La dependeucia entre la carga del condensador g y el tiempo para el proceso que examinamos se obliene de ta formula (5), después de poner en ella Ja expresion para Q (i) de (7): g(t) = Gy {tl — exp ( — r)}. (9) La grafica de g (t), mostrada en la fig. 13.3, se puede construir como la di cia entre el valor constante de la carga definitiva go ¥ 1a grafica de la fancion Q (¢). La dependencia hallada entre La ra el condunsador y el tiempo (4), permite hallar con facilidad rrienle en el ¢ ito durante la carga del condensador en cual- momento de tienpo. Como, de acuerdo con la férmula (1), la corriente es la derivada dg/dt, mediaute (9) hallamos (40) 13, Procesos transitorios cp un cireurty 289 En elf transcurso de la carga del condensador, la corriente es la maxima én ¢] momento inicial (al cerrar la Nave) y, a continuacién, decrece con el tiempo cxponencialmente. En la fig. 43.3 su grafica tiene la misma forma que la de Q (t). De modo andlogo es posible examinar los procesos que transcurren cuando el condensador se descarga por la resistencia. Supongamos que en el momento inicial el condensador de capacidad C osta carga- do hasta la tensién U,, 0 sea, tiene una carga g, = CU,. Al cerrar la llave en el circuite surge una corrien- te que decrece a medida que el conden- sador se descarga (fig. 13.4). Si como +£ £ y ir antes entendemos por qla carga de la he armadura superior del condensador, a la direceién de la corriente clegida en ig. 13. i Fig. 13.4. Con semejante elec- la fig. 13.4 corresponde la expresién ok 134 con, Sele I = — ddfdt, (11) su valor F esta ligado con la ee ci de la placa superior g por yaquecon el valor positive delaco- “la relacién d= agidt rriente J la carga dela armadura decre- ce, es decir, dg/idt <0. Como en cualquier momento do tiempo la tensién en el condensador U, = g/C es igual la tonsién en la re- sistencia Up = 7R, mediante la expresién (11), tendremos dg 4 eRe (12) La solucién de esta ecuacién, correspondiente a nuestras condiciones iniciales, tiene Ja forma q(t) = 9 exp (= tr), t= KC, (13) ya que con ¢ = 0 la carga del condensador es igual a gg. Igual caracter exponencial tiene, asimismo, la depeadencia entre la corriente en el circuito al descargarse el condensador y el tiempo: di é Ug t I()=—4f = exp (—+) =f exp (—=). (14) Como se deduce de los resultados obtenidos tanto cl proceso de carga del condensador, como el de su descarga, hablando en rigor, continian un tiempo infinitamente largo. Pero, como todos los pro- cesos semejantes, en los que la dependencia temporal se describe con un exponente de grado negative, la variacion fundamental de la magnitud que se cohsidera (en el caso dado la carga del condensador o bien la corriente en el circuito) transcurre durante un intervalo fi- uito de tiempo y sélo requiere un tiempo infinite la restante varia- cin, relativamente pequofia, de dicha magnitud. El pardmetro que caracteriza la duracién de semejante proceso es la magnitud t= RO. 19—641 290 VIL. Corriemte oléetrica En el intervale de tiempo t la magnitud que consideramos variar& es 2,72 veces. Si nos interesamos por el tiempo en el transcurso dol cual se produce la variacién en cualquier ntimero de veces (cuan se quicra grande pero finito), este tiempo se diferenciara de t s6lo por el factor numérico (con ello, comparativamente pequeiio). P. ej., el tiempo que pasa hasta que en las armaduras del condensador que se descarga sélo quede una milésima de la carga inicial es igual a t+3 In 10 = ee Tt. En todo sistema real el proceso transiterio continda en el trans- curse de un intervalo finito do tiempo {y no infinitamente grande), ya que hablar de semejante proceso sélo tiene sentido hasta el instante en que ? la magnitud que se considera dismi- nuye obteniendo el valor correspondien- te a las fluctuaciones térmicas en el sistema. . : En la solucién aducida de) pro- Fig. 13.5. Sener del RC-cit- blema, Lacitamente, hemos supuesto oe que el valor instantaneo de la corriente es el mismo en cualquier lugar del circuito eléctrico que une las armaduras del condensador, mientras que el campo eléctrico del condensador es igual que en electros- lAtica con esas mismas cargas en las armaduras. Asi se puede con-~ siderar si la propagacién de las interaceiones eléetricas, prdctica- mente, se produce de modo instanténeo. Como, en realidad, la pro- pagacién del campo electromagnético se produce a velocidad finita {a la velocidad de Ja luz ¢), la suposicién de la instantaneidad estara justificada si el tiempo de propagacién del campo a Io largo del cir- cuito es pequeio en comparacién con t. En tales casos suele decirse que en el circuito eléctrico los fenémenos tienen cardcter casiestacio- nario. Si designamos con / Ja longitud del circuito, la condicién que determina que el proceso es casiestacionario durante la carga o descar- ga de los condensadores, tiene la forma Veet = RC. Los procesos analizados en este problema permiten explicar como transcurre la transformacién de la tensién alterna que se transmite a la entrada del AC-cireuito en forma de secuencias de impulsos rec- tangulares (fig. 13.5). El comienzo de cada impulso rectangular (fig. 13.6) corresponde a Ja conexién a las bornas de entrada del cir- cuito de la fuente de tension continua U, para un tiempo igual a la duracién det impulso 7. Con ello, en el circuito, de acuerdo con la formula (10), a salto surge la corriente que disminuye de modo gra- dual a medida que el condensador se carga. Si el tiempo de la carga del condensador t = RC es mucho menor Yen & Uae i Procesos transitorios en un circuito 294 que la duracién del impulso rectangular 7’, transmitido 4 la entrada, Ja corriente de carga cesard antes de que se acabe el mencionado im- pulse. En el momento que llega el frente posterior del impulso rec- tangular, transmitido a la entrada del circuito, la tensién se anula a salto. De hecho, esto significa que se produce el corlucircuito en las bornas de entrada del esquema. El circuito que contiene R y C se convierte en cortocircuitado y el condensador se descarga por Ja re- sistencia R. Durante la descarga ja direccién de la corriente cs opuesta a la de la corriente en el transcurso de la carga. Por ello, la tonsién do salida en Ja resistencia R tiene polaridad inversa al reali- zarse la carga y la descarga (fig. 13.6). Los impulsos de la tensién desalida con t <7 tienen Ja mis- ma magnitud tanto para la polari- Urn] Tr tooo, oat ar =F t mt [ [ [ r9T é Fig. 43.6. Dependencia respeeto del tiempo de la tension de salida en el RE-circuito al alimentar a su entrada dad positiva, come para la negati- impulsos rectangulares va, ya que el condensador tiene tiempo para cargarse hasta la tensién U, y la corriente por la resistencia Res igual en ambos casos, lo que sé sigue de las férmulas (10) y (14). Si el tiempo de Ja carga el condensador t es mayor que la dura- cién del impulso rectangular 7, hacia el momento de la Megada del frente posterior, al condensador le falta tiempo para cargarse hasta la tensién U,. La gréfica de la tensién de salida en la resistencia R asimismo se muestra, para este caso, én la fig. 13.6, Los impulsos de salida de polaridad negativa son ahora menores, ya que, durante la descarga, la corriente del condensador es menor que al realizarse la carga. De aqui se desprende que si 7< + la forma de Ja tensién de salida en el AC-circuito difiere de manera insignificante de la ten- sién de‘enttada mienttas t< 7. Al aproximarse { a t los impulsos de polaridad negativa crecen de manera gradual, mientras que los impul- sos de polaridad positiva, decrecen. A fin de cuentas, para ¢ > 1 los impulsos positivos y negativos se igualan en magnitud y la com- ponente continua de la tensién de salida se anula. En el RC-circuito la forma de la tensién de salida, en general, no se distingue de la forma de Ja tensién de entrada en aquel caso cuando esta ultima tensién depende sinusoidalmente del tiempo. Claro esta, la amplitud y Ja fase de la tensién de salida seran distin- tas de las de la tensién de entrada, pero la dependencia del tiempo se- rd como antes sinusoidal. La conservacién cde la forma de la tensién, a diferencia del caso de los impulsos rectangulares considerado més arriba, para la tensién sinusoidal se realizara con cualesquiera rela- ciones entre t = RC y el periodo de la tensién que se alimenta. A 19s 282 VIL. Corriente eléctrica 14. Resonancia de un cireuito en serie de corriente alterna. Al resistor R, condensador C e inductancia L, conectados en serie (fig. 44.4), se alimenta la tension alterna sinusoidal U (t) = Uy cos wt, con la particularidad de que la frecuencia @ se puede variar sin cam- biar la amplitud de la tensién [/,. Result6 que con las frecuencias @, y ©, la intensidad de 1a corriente en el circuito es la misma e igual a la mitad de valor maximo posible. éCon qué frecuencia wp» se al- canza el valor méximo de Ja corriente? A Enel esrcuito que consideramos la amplitud de la corriente al- terna se determina por la relacién U, ee 0° VF or— Tac Para los pardmeros fijados del circuito R, Ly € y para la ampli- tud prefijada de la tensién externa [,, esta formula proporciona la (1) 7 aptytiy ww Fig. 14.1. Cireuito en serie de corrien- Fig. 14.2. Dependiencia entre la am- to alterna plitud de Ja corriente y ia frecuencia dependencia entre la amplitud de Ja corriente en el circuito y la fre- cuencia w de la lensién aplicada. Esta dependencia tiene Ja bien co- nocida forma de la curva de resonancia (fig. 14.2). En caso de bajas frecuencias (w ¥ 0) la presencia del condensador es, practicamente, equivalente a la ruptura del circuite y, por ello, no hay corriente. En caso de altas frecuencias (@ —» oo) la resistencia del condensador tien- de a cero, pero, por lo contrario, crece ilimitadamente la resistencia de la inductancia y, de nuevo, la corriente tiende a cero. El valor maximo de Ja amplitud de la corriente, como se desprende de la fér- mula, se aleanza en la frecuencia @, con la que la expresién entre pa- réntesis se anula: & = VEE. (2) En este caso, Ja reactancia inductiva y la capacitancia son iguales entre si y en el circuilo tiene lugar la resonancia de tensiones. Si @ = @p la corriente en el circuito sélo depende de la resistencia dh- 14, Resonancia en un circuite en serie 293 mica #, su amplitud es igual a U,/R, en tanto que no existe desfasa- je entre la corriente y la tensién aplicada. La formula (2) daria respuesta a la pregunta del problema si fue- sen conocidas la inductancia LZ y la capacidad C. Pero, segiin el planteamiento del problema, es preciso expresar w, por medio de las frecuencias @, ¥ @2, con las que la amplitud de la corriente es dos ve- ces menor que la maxima. De la fig. 14.2 se desprende que la frecuen- iT i iat ~ty ty, =O Wy Wy @ Fig. 14.3. La ecuacién (8) tiene ademas dos raices negativas cia @, yace entre @, y @,, mientras que las propias frecuencias «, y @» estan tanto mas cerca, la una de la otra, cuanto mds aguda sea la curva de resonancia. Con el fin de hallar Ja frecuencia de resonancia , operamos del modo siguiente. Como vemos en la fig. 14.2, las frecuencias @ y , son las raices de la ecuacién Uo Uy 2h VAR (or —tfoce * @ ya que ellas se determinan por los puntos de interseccién de la recta I, = U,/2R con Ja curva de resonancia (1). Sefialemos que ademas de las raices positivas @, y ws, que tienen sentido fisico, la ecuacién (3) tiene raices negativas —o, y —@, de forma que el segundo miem- bro de (8) es una funcién par de la variable w (fig. 14.3). Elevando (3) al cuadrado, obtenemos (ob — thal)! — 3k? = 0. (4) Multiplicando (4) por w*€* y, de acuerdo con (2), sustituyendo el producto LC por 4/w, hallamos wot — 0 (2 + 3A*C02) wo + of = 0. 6) La ecuacién (5) es bicuadrada y, por consiguiente, tiene cuatro rafces. Igual cantidad de raices tenia la ecuacién inicial (3). Como al elevar al cuadrado la ecuacién (3) no pudimos perder raices, las rai- ces de la ecuacién (5) coinciden con las de (3). Segun el teorema de Vidte, el término independiente de la ecuacién (5) es igual al produc- to de sus raices: w?a} = «3, de donde w, = Vo, 24, VIL. Corriente eléctrica Prestemos atencién a que para que cl resultado obtenido sea valido sélo es necesario que con las frecuencias @ = a, y @ = w, los valores de la corriente en el circuito sean iguales. No os obligatoria que ellos constituyan, precisamente, la mitad del valor maximo. Ep efecto, si con las frecuencias @, y @, los valores de la corriente son n veces menores que su méximo valor, en el primer miembro do la ecuacién (3) U,/2R debe sustituirse por Uy/nR. Es facil cerciorarse de que el término indepondiente w{ en la ecuacién (5) no varia y, por ello, de acuerdo con el teorema de Viéte es como antes a = a,0;. & 15. Inversor de fase. A los puntos A y B del circuito mostrado en la fig. 15.1 se alimenta Ja tensién U4, = Uy cos wt. EQué tensién A hy % ~ Ee 2 L Re \ x a ‘6 av Fig. 15.1. Alos puntos A y Bseali- Fig. 15.2. Bl diagrama vectorial de las Menta tensién sinusoidal tensiones para el sector del circnito AEB habra entre los puntos £ y D? ¢Bajo qué condicién el valor de ampli- tud de dicha tensién coincide con Uy? En este caso, dcudl sera el desfasaje entre las tensiones Ua, y Urp? 4 Con el fin de resolver este problema es cémodo omplear el método de los diagramas vectoriales. Con ello, las magnitudes que nos interesan pueden ser halladas partiendo de evidentes considera- ciones geométricas, Construyamos el diagrama vectorial de las tensiones en todos los elementos del sistema. Examinemos el sector AZB. Como la resis- tencia R, y la capacidad C, estan unidas en serie, los vectores que representan Jas lensiones Up, y Ue, son perpendiculares entre si, en tanto que su suma representa la tensién aplicada U4 - Para el sen- tido antihorario elegido de rotacién de los vectores, el diagrama vec- torial de dichas tensiones se muestra en la fig. 15.2. Describamos una circunferencia alrededor del tridngulo rectangulo formado por los veotores Ugr,, Uoe, ¥ Uo. La hipotenusa U, es ol didmetro de dicha circunferencia, Ahora, construyamos los veetores que representan las tensiones 7 ,, y Uc,. Ellos son también perpendiculares entre si y su suma es igual al vector U, que representa la tensién aplicada U4,» Para que més adelante nos sea cémodo hallar la tensién entre 45. Inversor de fase 295 los puntos E y D, que es la que nos interesa, al construir el diagrama vectorial tomemos en consideracién la consecutividad de unién de los elementos € y R en cada brazo del esquema. El diagrama vectorial completo de Jas tensiones se muestra en la fig. 15.3. Ahora, es facil comprender que la tensién entre los puntos E y D, es decir, la dife- rencia entre las tensiones Up, y Uc, se representara con el vector U;, que se dispone por otra diagonal del cuailrilatero de tensiones. Su Fig. 45.3. La tensién Up,—U, entre Fig. 15.4. Para que la amplitud do la los puntos E y D se representa con el _tensiGn de salida entre los puntos £ y D Se ae sea igual a la amplitud de la tensién @ aplicada, el vector Uj dobe pasar por el centro de la circunferencia sentido se determinara con lo que llamaremos tensién entre tos pun- tos E y D: Ja diferencia Up, — Ve, 0 bien Uc, — Up,. El sentido de dicho vector indicado en la fig. 15.3 corcesponde a la primera po- sibilidad. Entonces, el valor instantdaneo de la teusién Upp se des- cribiraé con la expresién Usp = VU, cos (wt + 9), (t) donde el dngulo @ (fig. 15.3) puede variar desde 0 hasta . De las consideraciones geométricas esti claro que el valor de amplitud de esa tensién no puede ser mayor que U,. Este valor sélo es igual a U, cuando el vector U/, pasa por él diametro de la circunfe- reneia. En tal caso, el cuadrildtero de tensiones se convierte en un rectangulo y el desfasaje p entre Upp y U, gy que hos interesa, es dos veces mayor que el desfasajo entre ta lensién aplicada Uy, y las tensiones en las resistencias A, y R, (fig. 15.4). El dngulo 9/2 se halla con facilidad partiendo de consideraciones geométricas: tg (9/2) = Uoo,/Uon, = Voc, Vor, @) Como en los sectores del circuito unidos en serie las corrientes son iguales, las relaciones (2) se escriben en la forma ta (2) = 1/(@C,Ry) = 1a, Re). (3) De la relacién (3) se deduce que U; es igual a U, cuando se veri- fica la condicién C\R, = C.R,, mientras que el desfasaje p, que en- 296. VII. Corriente eléctrica tra en la formula (1), se determina, en este caso, con la expresién para la tangente del Angulo doble: tl Ztalpi2) _ 2a Ry SO" FF OH OCR En caso de igualdad de las resistencias capacitativas y dhmicas, es decir, para {/wC = AR, el desfasaje entre las tensiones Use y Ugp constituye 7/2. E] esquema estudiado es de por si un ejemplo de sencillo inversor de fase si se utilizan capacidades y resistencias variables, A {6. Transformador con ndcleo, Al conectar el arrollamiento pri- mario del transformador con nicleo cerrado a la red con la tensién U, = 100 V, en el arrollamiento secundario abierto, con un nimero de espiras dos veces mayor (n = 2), la tension U, = 197 V. éQué tension habra en el arrollamiento secundario abierto si se emplea un niicleo del misme tamaiio, pero de un material con permeabilidad magnética k = 10 veces menor que en el primer caso? La dispersién del flujo magnético y las pérdidas en el nudcleo no se toman en consi- deracién. 4 Lo mismo que en e! planteamiento del problema, a continua- cién, designaremos con las letras U, y U, los valores de amplitud (o reales) de las respectivas tensiones. La solucién que se aduce seguidamente es cierta para el régimen de «marcha en vacioe, cuando el arrollamiento secundario del transfor- mador esta abierto, En el primer caso, la tensién U, en el arrollamien- to secundario abierto es menor que nl’, = 200 V. Como, segun el planteamiento del problema, io hay dispersién dol flujo magnético y pérdidas en el wicleo, esta diferencia esta provocada por la caida de la tensién en la resistencia 6hmica del arcollamiento primario. La tensidn en la resistencia inductiva R, del arrollamiento primario adelanta en fase en a/2 a la corriente y, por la tanto, a Ja tension en Ja resistencia dhmica. Por ello, para la tensién total U, en el arrolla- miento primario, como esta claro en el diagrama vectorial, es posible escribir =VURFU. (1) Claro esti, es att medir por separado, directamente, Up y Uz, ya que el arrollamiento primario no es la union en serie de la inductancia £ y la resistencia Ghmica R: cada elemento del arrolla- miento, simultaneamente, posee inductancia y resistencia. Este es un circuito de Jos Hamados con parimetros repartidos. Pero durante él célculo so puede sustituir el arrollamiento real por un circuito con pardmetros conventrados, es decir, Ja inductancia y la resistencia, unidas en serie, ya que por cada elemento de) circuito inicial pasa una misma corriente. 16, Trangformadot com micleo 297 La tensién en Ja resistencia inductiva del arrollamiento primazio es en médulo igual a la fem de autoinduccién , que surge en dicho arrollamiento, pero opuesta a alla en fase. La tensién U, en el arro- llamiento secundario abierto es igual a la fem de induccién &, que en él surge. Como %, y &, estén ligadas entre si con Ja relacién €,/8, =n, entonces Uy = nu. (2) Asi pues, la tensién en el arrollamiento secundario abierto se determina no con la tensién total en el arroflamiento primario, sino que sélo con su componente inductiva. Como de la relacién (1) se desprende que Oe Re (3) Oy VREFRE VIF RRL resulta que all, U7,= aS - 4) 2 Vienne @ La sustitucién del nécleo conduce a la variacion de la resistencia inductiva del arrollamiento primario. La mencionada resistencia R,, es proporcional a la permeabilidad magnética del material del niicleo, por ello R,/Ri, =k, 6) donde Rj, es la resistencia inductiva del arrollamiento primario des- pués de sustituir el nicleo. Teniendo en cuenta la férmula (5), con aynda de (4), después de sustituir el ntcleo, la tensién (7; en ol arrollamiento secundario se puede escribir en [a forma ny TE Veron “ De las relaciones (2) y (3) se desprende que (RIR,Y = (U,/UP — 1 = (aU /U,)* — 1. 7) Poniendo (7) en Ja expresién (6), hallamos a (8) oy TR Oe] Empleando Ios valores de las magnitudes que entran en la férmula (8), prefijados en el planteamiento del problema, obtenemos WU, = = 100 V. pues, la tensién en el arrollamiento secundaria abierto resul- t6 ser igual a la que se alimenté al arrollamiento primario, a pesar de que el niimero de espiras en el arrollamiento secundaria es dos ve- ces mayor. El ejemplo considerado muestra la importancia del nt- VII. Corriente eléctrica cleo con gran permeabilidad magnética: para el funcionamiento normal del transformador es necesario que la.resistencia Ghmica R del arrollamiento primario sea pequefia en comparacién con su resis- tencia inductiva Ay (R< Ry). Al verificarse esta condicién la componente inductiva de la ten- sién sera proxima a la tensién U, alimentada al arrollamiento pri- mario. Ba la «marcha en yacioo en tal transformador U, = nr. Estas tensiones estan casi en antifase. Gracias a la gran resistencia induetiva del arrollamiento primurio del transformador con nicleo, en él, cuando el circuito secundario esta abierto, la corriente es pequefia a pesar de ser pequeia la resistencia ohmica del arrolla- miento primario. Si semejante transformador se conecta a la red de corriente continua, donde sdlo la resistencia dhmica R desempefia su papel, la corriente en el arrollamiento primario aleanzaré un enorme valor y ol transformador se fundiré. A 47. Transformador con nécleo complejo. El niicleo del transfor- mador tiene la forma simétrica mostrada en la fig. 17.4. El arrolla- miento izquierdo tieno , espiras, el derecho, n, espiras. Cuando al arrollamiento izquierdo esta aplicada la tensin Uj, en el derecho abierto la la tensién es igual a U>. éCuail sera la ten- sidnen el arrollamiento izquierto si esa misma tensién U, se alimenta al arro- Hamiento derecho? Se considera que el flujo magnético creado por la corriente en cualquiera de los arrollamientos no (A sale del nicleo. A Si el nicleo del transformador no tuviess ramificaciones el flujo mag- nético, que atraviesa cada uno de los arrollamientos, seria el mismo. Si, ademas, Jas resistencias éhmicas de los arrollamientos fuesen pequefias en comparacién con las induc- tivas, para semejante transformador la razéa entre las tensiones en Jos arrollarnientos seria igual, en Ja marchaen vacio, a la razéu entre Jos nfimeros de espiras: ccccae Ca Fig. 17.1, Transformador con miicleo. complejo UsU, 5 yin. () Claro esti, en semejante caso no se necesitaria prefijar la tension U, en el arrollamiento derecho, mientras que la tension U en el arrollamiento izquierda, al alimentar al derecho la tensién U,, se de- terminaria con la formula U = U,n,/n,. (2) éEn qué se diferencia el funcionamiento del transformador cuando en el micleo se produce la ramificacién del flujo magnético? 47. Transformador con nucleo complejo 299 Esta claro en absoluto, que la relacion (t) ya no ser cierta, ya que la fem inducida en una espira sera diferente en los arrollamientos dere- cho e izquierdo. Supongamos que el flujo magnético (,, creado por la corriente en el arrollamiento izquierdo, se ramifica de modo que por el arrollamiento derecho pasa el flujo @, = kW. El coeficiente k <1 depende de la estructura del ndcleo, Con el mismo coeficiente ‘estan también ligadas la fem de induccién en espiras aisladas de los arrollamientos izquierdo y derecho: &, = ké. Por esto, las tensio- nes U, y Uy, que son proporcionales a la fem en una espira aislada y al nimero de espiras en el arrollamiento, estan ligadas con la rela- cién U, = kU,ny/n. @) Prestemos atencién a que esta relacién permite hallar el coeficiente & de division del flujo magnético segiin los valores prefijados de My, ¥ Uy, Uy, Es de interés sefialar que la tensién de salida U, puede ser menor que la tensién U, que se alimenta, incluso con ny > mm, ya quek <1. Ahora, supongamos que la tensién U, se alimenta al arrolla- miento derecho del transformador con mimero de espiras ry. Como el nicleo es simétrico con relacién a la linea media AA (fig. 17.1), la ramificacién del flujo magnético, creado por la corriente en el arrollamiento derecho, también se determinara por ese mismo coe- liciente &. Por esta razén, en el caso que consideramos, la tensién U en el arrollamiento izquicrdo abierto estA ligada con ja tensién U,, alimentada al arrollamiento derecho, con una relacién andloga a (3): U = kU ynlng. (4) El coeficiente incégnito & que entra en esta relacién se puede ex- cluir haciendo uso de la formula (3), Con ello, Ja tensién buscada re- sultard expresada no por la tensién alimentada ,, sino por la ten- sién U,, existente en el arrollamiento derecho abierto, cuando U, se alimenta al arrollamiento izquierdo: U = U, (n/n,)*. (5) Claro esta, a la férmula (2), cierta para un transformador con né- cleo no ramificado, se le puede adjudicar esa misma forma si, con ayuda de la formula (1), se expresa &, por medio de Uy. No obstante, alli no tiene sentido realizar ¢al caso, ya que [/, no es una magnitud independiente que sélo se expresa por U, y la razén de los nimeros de espiras en tos arrallamientos. En un transformader con nicleo ramificado U, depende, ademds, del coeficiente & de divisién del flujo magnético. Se consiguié eliminar dicho coeficiente de la formula definitiva (5) a cuenta de que la tensién est4 expresada no por medio de la tensién alimentada U,, sino mediante la tension Uy. Ya que la 300 VII. Corriente eléctrica tensién U, no entra en e! resultado (5), ella podia no prefijarse en el planteamiento del problema y sélo sefialar que ella es igual en ambos casos. A 18. Un extraito voltimetro. Sobre el niicleo de hierro del transfor- mador (fig. 18.4), en lugar del arrollamiento secundario, se ha asen- tado un anillo conductor con resistencia R, A los puntos A y B de este anillo, separados a una distancia igual a 4/3 de la largura del anillo, esta conectado un voltimetro perfecto. La fem de induccién, inducida en el anillo conductor, es igual a &. ¢Qué mostrard el vol- timetro? A El flujo magnético en el nacleo, que varia con el tiempo, gene- ra un campo eléctrico rotacional, cuyas lineas de intensidad son cir- cunferencias que rodean simétricamente el nticleo. Para la disposicién Nad Pig. 18.4. Anillo conductor en cl ni- Fig. 18.2. Circuito cerrado de iguales cleo de un transformador fuentes de cozriente simétrica del anillo las fuerzas ajenas son iguales en todos sus secto- res y la fern de induccién es proporcional a la longitud del sector en cualquiera de los sectores del anillo. En particular, en el sector AB la fem de induceién 845 = /,8, mientras que en ol sector BCA 8 pea = */8. Por esto, puede parecer que el problema dado es equivalente al bien conocido problema acerca del circuito consti- tuido por iguales fuentes de corriente unidas en serie (fig. 18.2). Es facil demostrar que eutre cualesquiera dos puntos de semejante circuito la tensién es igual a cero. En efecto, aplicando Ja ley de Ohm para el sector FD de 1m cireuito no homogéneo que contiene 7 ele- mentos, tendremos — Uevtné 1a Deas “ Por otro lado, aplicando la ley de Ohm a todo el circuito cerrado de n + m elementos, obtenemos _(rtms ¢ T= pein @) 18, Un extraiio voltimetro 304 Comparando (1) y (2) vemos que Upp = 0. Si a los puntos F y D se conecta un voltimetro su indicacién ser igual a cero. [ncluso si los puntos F y D se unen en cortocircuito, en el circuito nada variara y la corriente no pasaré por el puente. Parecia que también en el problema que estudiamos acerca de la conexién del voltimetro a los puntos A y B del anillo conductor. que abraza el nicleo del transformador, obtendremos una indicacién Fig. 18.3. Dos procedimientos de conexidn del voltimetro a los puntos A y B nula del voltimetro, ya que aqui la tensién entre cualesquiera dos puntos del anillo también es igual a cero. Sin embargo, si realizamos semejante medicion, el resultadv del experimente sori asombroso: aparte de que el voléimetro indicara no el cero, ademas, sus indica- ciones no dependerdn de cémo se disponen los conductores que unen el voltimetro con los puntos A y B con relacién al micleo del transfor- mador (fig. 18.3). La cuestion radica en que en el esquema con Ja fuente de corriente (fig. 18.2) el circuito del propio vollimetro no desempefia papel al- guno, mientras que en el caso que consideramos (fig. 18.3) el volti- metro con los conductores de alimentacién forman un circuite en el que también se observa el fendmeno de la induccién electromagnética- Como sabemos, la indicacién del voltimetro es propercional a la corriente que por él pasa: cuando la corriente por el voltimetro es igual a [,, la tensién que él muestra Uy es igual a /,Ry, donde Ry es la resistencia interna del voltimetro. Con el fin de aclarar cual sera la indicacién del voltimetro al conectarlo segiin el primer proce- dimiento (fig. 18. 3a), aplicamos al citcuito cerrado, que contiene el sector AB del anillo, a los conductores de unién y al voltimetro, la segunda regla de Kirchhoff. Como el cireuito que examinamos no abraza el niicleo, la fem de induccién ser en él igual a cero. Como re- sultado la ecuacién, obtenida al recorrer dicho circuito, tiene la for- ma IRag—TyRy = 9, 3) 302 VH. Corriente elécirica donde J es la corriente en ol anillo. La corriente J se considerard igual en todos Jos sectores del anillo, ya que segin el planteamiento el voltimetro es perfecto y, por consiguiente, es posible despreciar la corriente que se ramifiea en el voltimetro en comparacién con Ja co- triente on o! anillo. Bn el caso dado, esto significa que su resistencia R, es mucho mayor que la R en el anillo. Como para todo el anillo es cierto IR=€, (4) mientras que la resistencia A, del sector AB constituye un tercio de la R del anillo, de (3) obtenemos Uy = Ry =, 6. (6) Asj pues, la indieacién del voltimetro es, en realidad, distinta de cero, aunque él esta conectado a los puntos del anillo entre los quo la tensi6n es igual a cero. Esto sucede en virtud de que, en el caso da- do, en los conductores de alimentacion también actian las fuerzag ajenas. Claro estd, ese mismo resultado (5) se puede obtener conside- rando otro cirenite cerrado, que contiene ol voltimetro con los conduc- lores de alimentacién y el sector BCA del anillo (fig. 18.3a). Se- mejante circuilo abraza el nicleo y la fom de induccién que en ét actila es igual a &. La ecuacién que se obtiene al recorrer este cir- cuito, tiene la forma TReea + Iylty = Como FRaca = J-%/gR = %/g8, de (6) de nuevo obtenemos OU, = dyRy = "58. @ De forma andloga en absoluto podemos hallar la tensién que muestra el voltimetro al conectarloa los puntos A y B segtin el segundo procedimiento (fig. 18.3). La fem de induccién en el circuito que contiene el voltimetro con los conductores y el sector AB del anillo es igual a &. Por ello, durante el recorrido de este cireuito la ecua- cién tiene la forma (6) Rag tly = &. (8) Como IR, sg = J-/,R = '/58, para las indicaciones del voltime- tro, otenemos U, — [,Ry = */,8. Este mismo resultado se obtiene si hacemos uso del circuito que contiene el sector BCA, en el que la fem de induccion es igual a cero. Asi pues, las indicaciones del voltimetro, en realidad, resultan ser diferentes en los casos a y b en la fig. 18.3, a pesar de que él se conecta a los mismos puntos. De este problema se desprende que en fisica, con respecto a las analogias, hay que guardar cierto grado de precaucién. El empleo de las analogias proporciona gran ventaja, pero, con ello, cvitar los escollos sélo es posible comprendiendo con suficiente profundidad el fendémeno fisico que se considera. La analo- 419. Transformaciones energéticas on cl generador 303 gia nunca significa identidad, ya que incluso en fendmonos muy pare- cidos de distanta naturaleza fisica siempre se observan sus peculiari- dades. A ° 19. Transformaciones energéticas en el generador. La fuerza de Lorentz es la causa que provoca el movimiento de las cargas en los arrollamientos del generador eléctrico. No obstante, la fuerza de Lorentz est4 dirigida perpendicularmente a la velocidad de las car- gas y por ello no realiza trabajo. éDe qué manera se produce en el generador Ia transformacién de la energia mecanica en la eléctrica? 4 Para simplificar, examinemos el modelo lineal del generador considerando que el conductor de longitud [ se pone en movimiento a velocidad constante v en sentido per- pendicular a las Mineas de induccién B it gz de un campo magnético homogéneo ® iM 6 (fig. 19.1). Vamos a considerar que el vector B esta dirigido hacia el lector. Con el movimiento uniforme del con- t| |e ductor, la fuerza externa F que sobre él @ acta se compensa con la fuerza de Amps @ il F, = IBi, (t) tl que surge al aparecer la corriente Jen el] circuito, es decir, al conectar Ja car- Fig. 8 19.4, El conductor de longi- estd on movimiento a velo- ga al generador. “ cidad constante v en sontide per- La existencia de la corriente en el pendicular a lasiineas de induc- circuito se condiciona por el movimien- cién B to dirigido de las cargas que entran en la composicién de los conductores. Para que los razonamientos sean ¢6- modos, consideraremos que dichas cargas son positivas, ademas me- diante WV designaremos el nimero total de éstas enel conductor que exa- minamos. Las mecionadas cargas se mueven a lo largo del conductor a cierta velocidad constante a (velocidad de deriva). Como el propio conductor se desplaza a velocidad v, la velocidad V de movimiento de las cargas, respecto al sistema de referencia del laboratorio, es igual a 1a suma vectorial de las velocidades y w (fig, 19.2) y esta dirigida bajo el Angulo a con relacién a la velocidad v del conductor, con allo sen a = u/V. De aqui queda claro que la fuerza de Lorentz Fy, que actia sobre las cargas perpendicularmente a su velocidad V, esta dirigida no a lo largo del conductor, sino bajo el Angulo « respecto de él (fig. 19.3), y su médulo se calcula con la formula Fy = VB. 2) La componente de la fuerza de Lorentz, perpendicular al conductor, gue actua sobre todas las NV cargas, es precisamente Ja fuerza de Ampé- 304 VI. Corriente eléctrica re F, que actia sobre el conductor con corriente en el campo magné- tico: Fy = NF;, sen o = NgVB sen a. (3) Poniendo aqui sen a = u/V, obtenomos Fy = NquB. (4) Es facil ver que esta oxpresién coincide con la férmula (1), En efec- ‘to, sea que la carga Ng pasa por toda la longitud / del conductor i a e® !! 6 i" i 6& 8 @ Oe v r & a Ey 1 ‘“ 1 fe ar @ It e@ B E-Ne It f Hi Fig. 19.2. La velocidad de movi- Fig. 19.3. La fuerza de Lorentz Fy, miento de las cargas con relacién es igual a la suma de las fuerzas de al sistoma do referencia del labora- Ampore Pa y la fuerza ajena Fay torio en el tiompo ¢. Entonces, u = J/t y Ng/t sora la corriente J, o sea, el segundo miembro en (4) es igual a IIB. El trabajo de la fuerza extrema F en el tiempo ¢ que examinamos se da con la expresién Ap = Fut = NquBui. (5) Como ut = 1, tendremos Ap = NqvBl. 6) Ahora, calculemos el trabajo de las fuerzas ajenas realizado en el tiempo ¢ al desplazarse la carga Ng a lo largo del conductor. En el generador ideal (en ausencia de pérdidas) precisamente semejante trabajo se realiza en el circuito externo, es decir, en la carga del ge- nerador. Elia es igual al trabajo efectuado por la componente de la fuerza de Lorentz. dirigida a lo largo del conductor (fig. £9.3): Agy = NgVB cos a-l = NqvBi. (7) Comparando los segundos miembros en las formulas (6) y (7) vemos que el trabajo de las fuerzas externas A,-, que aseguran el desplaza- miento del conductor, es igual al trabajo do las fuerzas ajenas Aq, que ponen en movimiento las cargas en el conductor, 20, Un cuadro que cae en el campo magnético 305 * Al resultado obtenido se puede Hegar de inmediato sin realizar cdleulos tan detallados. En efecto, la fuerza de Lorentz Fy, que actia por parte del campo magnético sobre las cargas en movimiento por el conductor, se puede descomponer en dos componenies: la fuerza de Ampére F,4, perpendicular al conductor, y la fuerza ajena Fy; dirigida a lo largo del conductor (fig. 19.3). Precisamente esta ltima fuerza provoca la separacion de las cargas en el interior del generador y es la causa del surgimiento de la fem. El trabajo de la fuerza de Lorentz es igual a cero, ya que ésta es perpendicular a la velocidad. Por ello, el trabajo sumario de Jas fuerzas de Ampdre y de las aje- nas es igual a cero: Ay + Ag) = 0, es decir, Ayy = — Aa. La fuerza de Ampére es igual en médulo y opuesta en direccién a la fuerza externa aplicada al conductor. Por eso, el trabajo de la fuerza externa Agx, = — Ag. De aqui se deduce que el trabajo de las fuer- 2as ajenas, realizado en la carga, es igual al trabajo de las fuerzas ex- lernas que ponen en movimiento el rotor del generador. Resumiendo, podemos decir que el papel de la fuerza de Lorentz en el generador eléctrico consiste en la transformacién de la energia mecdnica en la eléctrica. & 20. Un euadro que cae en cl campo magaético. Un cuadro meté- lico rectangular se encuentra entre los polos de un electroimdn que croa un campo magnétice continuo homogéneo de induccién 8, di- — Soaps f* A ail N s ao \ Fig. 20.1. El euadro metdlico cac por Fig. 20.2. Al surgir Ia corriente do in el campo magnético duceiéa / aparece Ja fuerza de Ampére F rigido horizontalmente (fig. 20.1). En cierto momento el cuadro se suelta y él comienza a caer. Describan el posterior movimiento del cuadro. Consideren que e] campo magnético sélo existe entre los po- los del electroiman. A Ante todo sefialemos que un cuadro abierto, por el que la corriente no puede pasar, caeria del mismo modo que en ausencia del campo magnético, es decir, con la aceleracién constaute de la cai- u-041 306 Vil. Corriente eléctrica da libre g. Lo mismo pasara con un cuadro cerrado hasta el momento: en que se encuentre por completo entre los polos del imdn, es decir, en la region del campo magnético homogéneo. En efecto, en este caso el flujo magnético que pasa por el cuadro no varia con su movimiento de avance, en él no surge la corriente de induccién y ninguna fuerza, salvo la de la gravedad, actiia sobre el cuadro. Pero todo cambiaré en cuanto el lado inferior del cuadro salga de los limites de los polos de iman, es decir, de la regidn donde existe el campo magnético (fig. 20.2). Ahora, cuando el cuadro se mueve, el flujo magnético que lo atraviesa decrece y en el cuadro fluird Ia co- rri¢nte de induceién. Como resultado, en e] Jado superior horizontal de] cuadro, siluado en el campo magnético, actia la Iuerza de Ampé- re F. Ella, de acuerdo con la regla de Lenz para Ja corriente de induc- cién, esta dirigida hacia arriba, es decir, tiende a reducir el influjo externo que conduce a la aparicién de Ja corriente de induccién. La aceleracién del cuadro ya no seré igual a g. Las fuerzas de Ampére que actéian sobre los ladys laterales (verticales) del cuadro, estan di- rigidas en sentidos inversos y no ejercen influencia sobre su movi- miento, Como la fuerza de Ampére F, que actia sobre el lado superior del cuadro, es igual a JBI (I es la longitud de dicho lado), la ecuacién de la segunda ley de Newton para el cuadro en caida sera: mdvidt = mg — BL. (1) Aqui, m es Ja masa del cuadro. La corriente de induccién J depende de la resistencia del cnadre R y de la fem de induccién 8;. La fem de induccién es igual ala velocidad de variacién del flujo magnético que pasa por e} cuadro &, = Bl, (2) por ello I = BwIR. (3) Poniendo la corriente de induccién (3) en la ecuacién de la segunda Jey de Newton (1), obtenemos ay a =g- a v. (4) Si hacia el momento en que el lado inferior del cuadro sale del campo magnélico la velocidad del cnadro es pequefia, de manera que el primer sumando en el segundo miembro de (4) es mayor que el segundo, el cuadro continuard acelerandose, aunque a menor acele- racién. Pero si el cuadro se aceleré hasta tal punto que el segundo su- mando result6 mayor que el primero, aquél comenzara a frenarse. La ecuacién (4) tiene la misma forma que Ja que describe la acele- racién de un buque bajo Ja accién de la traccién constante de las hé- lices, tomando en consideracién Ja fuerza de resistencia proporcio- 20. Un cnadro que cae en ol campo magnetico 307 nal a la velocidad del buque (vean, p. ej., el problema 9 del capitulo «Mecdnica de los fluidos»). Una ecuacién exactamente igual describe, asimismo, la caida de una bola pesada por un liguide viscoso, En todos los casos, la velocidad del campo variaré hasta el momento en que la fuerza de resistencia se iguale en médulo con la fuerza externa permanente. Dicho valor de la velocidad »,, correspondiente al movimiento estacionario, es facil hallar con ayuda de (4), incluso sin resolver la ecuacién diferencial aducida. En caso de movimiento estacionario dv/dt = 0, y para la velocidad v,, igualando a cero ol segundo miem- bro de (4), obtenemos vo, = mgR/BE, (5) La velocidad v, de Ja caida estacionaria también se puede hallar partiendo de razonamientos energéticos, sin emplear las ecuaciones de movimiento. Cuando el cuadro cae a velocidad constante su ener- gia cinética queda invariable, la energia potencial disminuye y, por allo, el calor de Joule que se desprende en e) cuadro os igual al decre- cimiento de su energia potencial en el campo de la gravedad: ER = mpu,. (6) Poniendo aqui el valor de a corriente de induceién J de Ja formula (3), Hegamos al valor anterior de v, expresado con la formula ©). v;. Log sectores rectilineus oblicuos de las graficas para t <0 corresponden a la caida libre del Sree ae cuadro antes de que aparezca la . 20.3. La ve q 3 i i tiendo aun calor daterminano vy ‘inde fuorra de Ampére. La distancia que pendientemente dol valor de la veloci- Cubre el cuadro en el transcurso del dad inicial vy tiempo catacteristico de estable- cimiento t eg igual al area som- breada de estas gréficas. Con el fin de efectuar la estimacion, pode- mos considerar que, segin el orden de la magnitud, dicha Area es igual a vt. Si la longitud del lado vertical del euadro 7, es mucho menor que dicha distancia ¥,7, no podremos hablar de ningun estable- cimiento de la velocidad del cuadro. Para que se produzca el estable- cimiento de la velocidad es preciso que se verifique la desigualdad bx orae (BEY*. (#4) Solo al cumplirse esta condicién el campo magnético influira de modo notoria en el movimiento del cuadro. Es de interés sefialar que a semejante condicién podemos Hegar partiendo de otras consi- deraciones mas evidentes, En efecto, cl campo magnético puede in- fluir considerablemente sobre el movimiento del cuadro sélo cuando durante la caida tibre, en el tiempo t, el cuadro recorre una distancia menor que su dimensién vertical J,: 1, > gt’. Poniendo aqui el va- lor de + de la f6rmula (8), Hegamos de nuevo a Ja condicién ({1). Al] resolver ol problema congiderabamos que Ia regiéu dende exis- te el campo raagnétice tiene una brusca frontera (figs. 20.1, 20.2). 21. Procesos transitorios en_un electromotor 309 Precisamente, la consecuencia de semejante suposicién es la existen- cia de inflexiones en las grificas de la velocidad con t = 0 (fig. 20.3). Como en todo iman real 1a caida del campo magnético transcu- rre gradualmente, en realidad al movimiento de] cuadro corresponden las graficas con Inflexiones suavizadas. Al resolver el problema no tomamos en consideracién la autoin- dueeién del cuadro en caida, gracias a la cual la corciente de induc- cién, hablando en rigor, no es igual al valor dado con la formula (3). En realidad, se puede despreciar este efecto cuando e] campo mag- nético exlerno B es mucho mayor que el campo magnético creado por la propia corriente de induccién.& 24. Procesos transitorics en un electromotor. Como transcurre el establecimiento de la velocidad constante de rotacién del nicleo del electromotor después de conectarlo a la red con tension con- tinua? 4 El electromotor de corriente continua es un dispositive has- tante complicado, aunque su principio de funcionamiento es muy 24.4, Modelo lineal de um electromotor de corriente continua con excitacion independiente sencillo. Se basa en que sobre un conductor con corriente, situado en un campo magnético externo, actGala fuerza de Ampére. Por esta yaz6n, es posible comprender Jos procesos que se preducen en el elec- tromotor, considerando su modelo més sencillo que tiene la sigwien- te forma (fig. 21.4). Por barras de contacto lisas horizontales y parale- Jas puede desplazarse sin rozamiento un vastago metalico, cuya rest tencia eléctrica es igual a A. Todo el sistema esta ubicado en un ca po magnético homogéneo, cuya induccién B esta dirigida en senti- do perpendicular al plano formado por las barras. A los extremos de éstas se aplica la tensién continua U. Al pasar la corriente, sobre el vastago actaa la fuerza de Ampére F que puede provocar su despla- zamiento por las harras. En semejante dispositive el vastago movil es el andlogo del niicleo del electromotor, ya que durante su despla- zamiento puede realizarse trabajo sobre cuerpos externos, Este mismo artefacto puede también servic de modelo de un ge- nerador de corriente continua si a las barras no se alimenta la ten- sién, sino que, con ayuda de una fuerza externa, se pone en movi- 310 VII. Corriente cléctrica miento el vastago. Semejante modelo muestra con evidencia la cau- sa de que los motores de corriente continua sean reversibles. Para semejante electromotor, en funcionamiento on el régimen ge- nerador, el proceso de establecimiento de la velocidad constante de movimiento del inducido ya fue estudiado en el problema anterior. En el ejemplo que en él analizamos (el cuadro en caida por el campo magnético) el papel de fuerza externa conslante, que imprimia el movimiento del inducido, era desempefiado por la fuarza de la grave- dad, mientras que los papeles de carga externa y resistencia interna del generador, los desempefiaba ta resistencia del cuadro. Como la carga externa del generador y el arrollamiento de su inducido for- man un circuite eléctrico en serie, los procesos de establecimiento en el generador cargado y en el cortocircuitado, en principio, en na- da se diferencian. Sélo ser& distinto el tiempo caracteristico de esta- blecimiento t, ya que él depende de la impedancia del circuito. La analogia advertida con el problema anterior pormite de inmedia- to marcar la via para analizar el modelo que estudiamos en el régi- men de electromotor. Con este fin, hay que escribir la ecuacién que determina la intensidad de corriente en el circuito y la ecuacién de movimiento del vaéstago. Como la fem de induccién es proporcional a la velocidad del vastago: 8, = Bly (fig. 24.4), entonces IR =U — Blo. (4) Designemos la fuerza externa que actita sobre el vastago por F, (fig. 24.1). Come la fuerza de Ampére F = FBI, la ecuacion de la segunda ley de Newton para el vdstago de masa mse escribe en 1a for- ma mdvidt = 1Bl — Fy. (2) Después de poner en esta ecnacién el valor de la corriente de la ecua- cin (1). ella loma la forma dv 4 ¢ UBL Be Hoe Or —F)—ae & La expresién entre paréntesis en el segundo miembro de esta ecua- cién es positiva si el dispositivo que examinamos funciona en el ré- gimen de electromotor. En efecto, la razén U/R proporciona el ma- ximo valor de la corrionte en el circuito cuando el vastago estd inmé- vil; por ello, (U//R)BI es igual al valor maxime posible de Ja fuerza de Ampére. La fuerza externa F no debe superar este valor, ya que, en caso contrario, el artefacto funcionard como generador. El valor de la velocidad del v4stago v, en el régimen estacionario, cuando dv/dt == 0, se puede hallarigualando a cero el segundo miem- bro de la ecnacion (3): on) @ ange (0 24, Procesos transitorios en un electromotor sit Claro est4, este valor de v, se puede hallar, asimismo, partiendo de consideraciones energéticas, andlogamente a como lo hicimos en el problema anterior o en el problema 10, donde se consideraba el régimen eStacionario de funcionamiento del motor. Con el fin de investigar el proceso transitorio on el sistema que consideramos hay que resolver la ecuacién (3). Gon ayuda de la ex- presién (4) anotamos para v, dicha ecuacién en forma mas compacta dufdt = — (v — vt, 6) donde se ha utilizado Ja designa- cién vit, yR---= g Tt 7 t gS =F Marcha én vacio Vamos a considerar que en el mo- a mento de conexién a la red el in- re} ducido del motor estaba inmévil: UR v (0) = 0. La solucién de la ecua- barga cién (5), que satisface a semejante BL ee condicién inicial, se escribe en la o : a forma v@=v[t —exp (—)]. (7) La grafica de la velocidad del vastago se muestra en la fig. 21.2. La duracién del proceso (7) de establecimiento de Ja velocidad v, se caracteriza por el tiempo t expresado en la formula (6). Los resultados obtenidos, que describen el proceso de estableci- miento, son cierlos para todo tipo de carga mecinica tolerable del motor, incluida la marcha en vacfo, a la que corresponde fF, = 0. En este caso, el valor estacionario de Ja velocidad v, = U/Bl y la dependencia entre la velocidad y el tiempo se da con la formula »(t)=g-[1—exp (—4)]. (8) Si ponemos la velocidad x (t) en la ecuacién (1), os posible obte- ner la dependencia entre el tiempo y la corriente consumida por el motor. En el régimen de marcha en vacio esta dependencia tiene la forma Fig, 24.2. Bl cstablecimiento do a ve- locidad del inducido y Ia corriente on ésteen los regimenes de marcha en vacio y con carga mecinica F, r()=Zexp (—4). (9) La grafica de la corriente se muestra en Ja fig. 21,2. En el momento inicial, cuando e) inducido esta inmévil, la corriente es la maxima e igual a U/R. A continmnacién, a medida de la aceleracién del indu- Bie. VIL. Corriente eléctrica cido la corriente disminuye exponencialmente hasta cero. De es- te mismo modo depende del tiempo Ia potencia consumida P = = UT). Borttie Ja conexi6n a la red del motor con carga mecanica (que puede ser incluso e) rozamiento en los rodamientos), el valor maximo de la corriente en e] momento inicial sera el mismo que para la mar- cha en vacio e igual a U/A. A continuacién, a medida que el induci- do s¢ acelera la corriente decrece, pero no tiende a cero sino a un de- terminado valor /,, que es f4cil de hallar de la condicién de que en el régimen estacionario la fuerza de Ampére [,B/ compensa la fuerza externa F;: 1, = P,/BL (0) Para este caso la grafica de la corriente se ofrece en la fig. 21.2. Sefialemos que el surgimiento a salto de la corriente al conectar e] motor esta condicionado con que hemos despreciado por completo Ja autoinduccién del inducido. Cuando se tiene en cuenta la autoin- duccién, la corriente crecera gradualmente durante la conexién, pe- ro la duracién del crecimiento es, por regla, pequefia en comparacién con el proceso de establocimiento de la rotacién del nécleo que con: deramos. La influencia de la autoinduccién sobre este proceso de es- tablecimiento es, por regla, insignificante, ya que en el electromotor con excilacién independiente el campo magnético externo es mucho mayor que el que la corriente crea en el inducido. A 22, Un diode en un circuite eléctrico. En un circuito destinado a la carga de un condensador (Sig. 22.1), esta cunectado el diodo D. La caracteristica intensidad-tensién o bien tensidn-corriente del dio- te / te, | a Fig. 22.1. Cireuito para cargar un Fig. 22.2, Caracteristica corriente- condensador que contiene im diodo tensién det diodo do se muestra en la fig. 22.2. éQué cantidad de calor se desprendera en la resistencia A y en el diodo después de cerrar la llave K durante el proceso de la carga del condensador? 4 ¢Para qué hay que conectar el diodo en el circuito de carga del condensador? Algunos tipos de condensadores, en particular los elec- 22. Un diodo en un cirouito eléctrico 343. troliticos, requieren una polaridad determinada de la tensién que se les alimenta. En caso contrario, ellos pueden, simplemente, dete- riorarse. El rasgo earacteristico de un diodo es sn conductividad uni- lateral. Por ello, la conexién de! diodo al circuito mostrado en la fig. 22.1, protege el condensador contra Jos deterioros, incluso en el caso cuando a la entrada del circuito sea transmitida una tensién de polaridad gpuesta. Con ello, la corriente no pasara por el cireuito y, claro esta, en la resistencia A no se desprendera calor. Si la tensién U,, alimentada a la entrada, tiene la polaridad re- querida, al cerrar Ja [lave K 1a corriente en el cireuite sera la mdxima en el momento inicial y, a continuacién, a medida que el condensa- dor se carga, decrece gradualmente hasta cero. Con el fin de caleular el calor que se desprende en la resistencia directamente por 1a ley de Joule — Lenz, hay que hallar la dependencia entre la corriente de carga y el tiempo. No obstante, esto se puede evitar si se emplea la ley de la conservacién de la energia. Supongamos que en el proceso de la carga del condensador por el circuito pasé cierta carga g. Con ello, el trabajo realizado por la fuente externa de tension A= Ug. (1) Como Ja carga del condensador es ahora igual a q, la energia acu- mulada en el condensador ie lit wet. (2) Basdndonos en la ley de la conservaci6n de la energia, podemos afir- mar que e] calor Q, desprendido en la resistencia R y el diodo D, es igual a la diferoncia entre cl trabajo A, realizado por la fuente ex- terna, y la energia W acumulada en el condensador: Q=A-W. (3) Para obtener la respuesta a la pregunta planteada, nos queda acla- rar qué carga y pasd, precisamente, por el circuito y cémo se distri- buye el calor Q desprendido entre la resistencia R y el diodo D. La carga total g, que pasé por el circuito, es facil de hallar, ya que, a fin de cuentas, la tensién en el condonsador Ue se haré igual a la tensién aplicada U,: q= CU. (4) Poniendo el valor de g de la formula (4) en las relaciones (1) y (2), obtenemos la cantidad total de calor Q desprendido en la resis- tencia y el diodo o= S. 6) La cuestién es mds complicada al aclarar qué parte del calor Gz se desprendié en la resistencia y qué parte @p en el diodo. La causa 314 Vil. Corriente eléctrica de esto reside en la complicada forma de la caracteristica corriente- tensién del diodo, de la que se desprende que la resistencia del diodo depende en allo grado del valor de la tensién aplicada a él. Para entender este problema, sustituyamos, primero, Ja caracteristica real corriente-tensién del diodo, mostrada en la fig, 22.2, por la idoaliza- da, representada en la fig. 22.3. A diferencia de la caracteristica real del diodo, vamos a conside- rar que la resistencia del diodo en la direceién del cierre tiende al infinito (es decir, la corriente inversa es igual a cero). También va- ay Fig. 22.3. Caracteristica corriente- Fig. 22.4. Para la eleccién de los pa- tensiém idealizada del diodo rametros U, yr de la caracteristica idealizada del diodo, Con el fin do comparar se muestra la caracteris- tica corriente-tonsién de la resis- tencia R (f= U/R) mos a considerar que la resistencia de} diodo en la direccién de paso es infivita hasta que la tensién aplicada alcance cierto valor U,, después de lo cual la resistencia, a salto, disminuira hasta cierto va- lor r. En realidad, esto significa la sustitucién del sector de la carac- teristica cortiente-tensién real, que asciende abruptamente, por la recta en la fig. 22.3. éComo elegir el valor de U, a partir de} cual la resistencia del diodo se puede considerar constante y a qué es igual este valor constante de r? Al cerrar Ja jlave, la corriente en el cireui- to no puece sobrepasar el valor U,/R. Por ello, el sector de la carac- teristica corriente-tensidn del diodo, situado mas arriba del punto i = U,/R en lafig. 22.2, no tiene, en general, relacién con el presen- te problema. Consideramos que Ja resistencia A y la lensién aplica- da U, son tales que dicho punto se encuentra en el sector abrupto, ca- si rectilfneo, de la caracteristica corriente-tensién, como se muestra en la fig. 22.4, Sustituyamos ese sector por una recta y continuémos- la hasta su interseccién con el eje de abscisas, Vamos a considerar que esta recta es la caracteristica corriente-tensién idealizada del diodo. Entonces la tension U, corresponde al punto de interseccién de la rec- 22. Un diodo en un circuito eléctrico 345 ta construida con el aje de abscisas, mientras que su inclinacién carac- teriza_ la resistencia del diodo r para las tensiones que superan U/,, La ecuacién de esta recta vo l= is. i, (6) Para esta caracteristica corriente-tensién idealizada del diodo, Ja corriente de carga ya se anula cuando la tensién en el condensador alcanza el valor U, — Uj. Por esta raz6n, hacia el momento cuando cesa la corriente en el circuito, la carga del condensador seré igual a C (U, — U,) y su energia, a C (U, — U,)*/2. Como en el circuito la corriente sélo existe cuando las tensiones en el diodo son mayores que Uj, sélo ¢trabajay el sector oblicuo de la ! aL - aAlfr men ny lgrb, £ tis T Fig. 22.5. Cirouito oquivalente de Pig. 22.6. Circuito equivalente « la wn diodo ¢idealizados con Ja ten- fig. 22.1 si el diodo tiene una carac- sin U > OY teristica corriente-tensién ideali- zada caracteristica corriente-tensién idealizada. Pero la ecuacién de dicha recta (6) corresponde a la ley de Ohm para un sector no homogéneo del circuito mostrado en la fig. 22.5 con fem de la fuente 0, g. Por ello, la amplitud minima de las oscilaciones vertica- es con la que la moneda se separa del soporte, se da con la formula Brin = glo. (4) Cuanto mas alta sea la frecuencia de las oscilacioues, menor serd esta amplitud. Como se desprende de la fig. 1.1, la separacién de la mone- da se produce con el movimiento del soporte hacia arriba desde la posicién media, cuando su velocidad disminwyo. Es de interés se- fialar que la posicién y, del punto de separacién, para la frecuencia @ prefijada, no depende de la amplitud de las oscilaciones del sopor- te. Be efecto, poniendo de (3) sen wt, = g/w®B en (4), hallamos ¥, = slo. Hasta el momento de tiempo ¢, el soporte y la muneda se mueven conjuntamente. A partir del momento t, la grafica del movimiento de la moneda es una parabola que, en el punto ¢,, tiene una tangente comtin con la sinusoide. En caso de oscilaciones horizontales de) soporte el movimiento de la moneda queda definido por Ja fuerza de rozamiento que sobre ella actia. En tanto que la aceleracién del soporte no supera en mé- dulo la aceleracién mAxima pg, que la fuerza de rozamiento puede co- municar a la moneda, ésta se moyerd junto con el soporte. Si en cier- to momento de tiempo la aceleracién del soporte supera dicho valor maximo, la moneda se deslizara por el soporte. Las ecuaciones de este 320 VILL. Oseilaciones y ondas caso son analogas a (1) y (2): e(!) = Asen ot, a, (t) = —w"A sen ot. (3) La amplitud minima con la que Ja moneda se deslizard por el sopor- te se halla de la condicién A soin = pg, de donde Am = yg/a?. (6) Es natural que esta amplitud seri tanto menor, cuanto menor sea el coeficiente de rozamiento. Sefialemos que en los problemas do semejante género no sélo es de interés la aclaracién de las condiciones con las que la moneda se separa del soporte o bien se desplaza con relaciéna él, sino también Ja investigacion del eardcter del movimiento ulterior de la moneda tanto con oscilaciones verticales, como con horizontales del soporte. Semejante problema es de mayor interés, pero, al mismo tiempo, mas complicado. & 2. Movimiento de una moneda por un soporte en vibracién. (Qué forma tiene la grafica de la velocidad de una moneda, yaciente en un soporte que reiliza oscilaciones horizontales arménicas con frecnen- cia wo y amplitud A? A Como aclaramos on el problema anterior al verificarse la con- dicion w'A < pg la moneda se desplazara junto con el soporte. Con Fig. 2.4. En los intervalos ty, fy y t, la moneda se mueve junto con el soporte ello, la grifiea de Ja velocidad de la moneda coincide con la de la ve- Jocidad del soporte y la cosinusoide vy (t) = wA cos wt mostrada en la fig. 2.16. Por ello, sdlo es de interés el caso contra- tio @A > pg, cuando la moneda se desplaza con relacién al sopor- te. En la fig. 21a se aduce la grafica de la aceleracion del soporte a, (t) = —o*4 sen wt en la que se indican las regiones donde et 2. Movimiento de una moneda por un soporte sat médulo de dicha aceleracién no supera el valor ug, es decir, la ace- leracién maxima que la fuerza de rozamiento puede comunicar a la moneda. Precisamente on estos intervalos de tiempo (intervalos de acapturae) la moneda podria moverse junto con ef soporte. Supongamos que hasta el momento 4, (fig. 2.1) ta moneda so mueve junto con el soporte. En el momento 1, se produce la «sepa- racién» de la moneda y el rozamiento en reposo se sustituye por el rozamiento de deslizamiento. Como la fuerza de rozamiento de desli- zamiento es constante, el movimiento posterior de. la moneda en el sistema inercial de referencia (es decir, en ef sistema de referencia de] laboratorio y no respecto del soporte) transcurre con aceleracién constante. Por ello, a partir del momento ¢,. la grifica de Ja veloci- dad de la moneda es una lfnea recta, cuya inclinacién viene determi- nada por Ja fnerza de rozamiento de deslizamiento. Si consideramos que esta fuerza es igual a la fuerza maxima de rozamiento en reposo, la mencionada recta sera tangente a la sinusoide en el momento de la aseparacién» t,. El cardcter del movimiento ulterior de la moneda depende de en qué momento de tiempo su velocidad sera de nuevo igual a la del so- porte. Si esto stucede dentro de los limites del intervalo de «capturas, p. ej., en el momento ¢, (fig. 2.1), em el trauscurso del intervalo desde t, hasta el limite del intervalo de «captura» fy, la moneda se moveri junto con el soporte. En el momento ¢; de nuevo se produce la «separa- cién» y el movimiento posterior otra vez transcurre con la misma ace- feracién en médulo, pero dirigida en sentido opuesto. in ef momento t, la velocidad de la moneda y del soporte se iguala de nuevo y ellos se mueven en conjunto hasta la siguiente «eparaciéna que se produ- ce enel momento #,. A continuacién, todo se repile otra vez, Asi pues, la grafica de la velocidad dela moneda es, de por si, una asierray compuesta de segmentos de sinusoides y de rectas (fig. 2,16), Ahora, analicemos el caso cuando la velocidad de la moneda y del soporte se iguala fuera de los limites del siguiente intervalo de «cap- turay (fig. 2.2). Aqui, la grafica de la velocidad de Ja moneda estara constituida por segmentos rectilineos, cuya inclinacién, igual a la aceleracién de la moneda pig, queda definida por la fuerza de roza- miento de deslizamiento. En esta grafica las inilexiones corresponden a los momentos de la variacién del sentido de ta fuerza de rozamien- to. Esto se produce al variar el sentido de la velocidad relativa, es decir, en las intersecciones de las rectas con la sinusoide del grafico de la velocidad del soporte. La altura de los dientes de semejante «sierra», es decir, el valor maximo de Ia velocidad de la moneda Vmax, €8 igual al producto de Ja inclinacién pg por un cuarto de pe- riodo de las oscilaciones del soporte: Umax = HEPA = npg. 2-644 322 VIII. Oscilaciones y ondas Asi pues, son posibles tres regimenes de movimiento de la moneda sobre el soporte en vibracién en funcién del valor del pardmetro adi- mensional w*A/ug. Como hemos visto, cuando o7A/pg <1 la mone- da se moverd junto con cl soporte. Para valores de este parametro mayores que la unidad, sélo parte'del periods la moneda se moverd conjuntamente con el soporte. Semejante régimen de movimiento se tealiza hasta que el parémetro w*A/yg alcance el valor VT + n/4. Fig. 2.2. La moneda se desliza continuamente respecto del soporte Con el fin de cerciorarse de esto, es suficiente comprender que el paso al tercer régimen, durante el cual la moneda se desliza continuamente con relacién al soporte, se produce cuando el producto de la inclina- cién de Ja recta jg por la mitad del period 7/2 es igual al valor doble de Ja velocidad del soporte en el momento de la separacién: ugn/@ = 2@A cos wt,. Poniendo aqui cos wt, = V1 — sen*ot, = V1 — (pgi@®A), ba- llamos el valor limite del pardmetro que nos interesa: wAlpg= V T+ ah. Vemos que e] paso de un régimen de movimiento a otro es posible al aumentar bien Ja frecuencia, o bien Ja amplitud de las oscilaciones A, o al disminuir ef coeficiente de rezamiento p. A 3. Péndulo combinado. Consideremos e! péndulo ofrecido en la fig. 3.1. Una ligera barra de largura / esta suspendida de un eje en el punto A de forma que ella puede moverse en el plano de la figura. Al peso de masa m, en el extremo de la barra, estan fijados iguales resor- les de rigidez &, dispuestos en el mencionado plano horizontalmente. Los otros extremos de los resortes estan fijados. Hallen la frecuencia 3. Péndulo combinado 823 de las pequefias oscilaciones propias de semejante péndulo en ausen- cia del rozamiento. Las masas de la barra y los resortes se desprecian. A Si no hubiera resortes, el sistema que examinamas seria un pén- dulo simple ordinario, realizando ascilaciones en el campo do la gra- vedad. La frecuencia de las oscilaciones propias de semojante péndu- lo w, depende de la aceleracién de la caida libre y de Ja largura de la barra J: at = gil. (A) Y¥ a la inversa, en ausencia de la fuerza de la gravedad el sistema dado se convierte en un péndulo de resorte, en el que la masa, m osci- la en el plano horizontal, alrededor de su posicién de equilibrio, bajo Fig. 3.1. Las oseilaciones de seme- Fig. 8.2, Para caleular las fuerzas jante péndulo estén condicionadas que actiian sobre cl peso desviado tanto por Ia fuerza de gravedad, de la posiciéu de equilibria como por las fuerzas elasticas el efecto de las fuerzas eldsticas. Como sobre el cnerpo actian dos re- sorles, la expresién para la frecuencia de las oscilaciones Propias de semejante péndulo tiene Ja forma of = kim. 2) Es facil obtener la expresidn para la frecuencia de Jas oscilaciones propias del péndulo combinado que consideramos, cuando sobre su movimiento influyen tanto la fuerza de la gravedad, como las fuerzas elasticas de los restortes deformados. Con este fin, como por regla, hay que considerar las fuerzas que actian sobre el péndulo, sacado de la posicién de equilibrio, y escribir Ja ecuacién de la segunda ley de Newton. Sea que e] peso esté desplazado a Ja derecha de Ja posicién de equi- hibrio a una distancia z (fig. 3.2). En esta posicion sobre el peso acthan 2s 224 VIII. Oscilaciones y ondas en direecién horizontal dos fuerzas F, y F, dirigidas hacia la posicidn de equilibrio. La fuerza P, esta condicionada por el efecto del campo. de la gravodad. Si la desviacién x es pequefia en comparacién con la longitud del péndulo £(|21< 8), para la proyeccién de esta fuerza sobre el oje t sera cierta la expresida aproximada . Fy = —mgzil. 3) La fuerza FP, es la resultante de las fuerzas que actiian sobre el peso por parte de los resortes. Para la direccion elogida del eje x, indicada en ta fig. 3.2, la proyeccion de la fuerza que actda sobre el peso en Ja posicion de equilibrio por parte del resorte derecho, es igual ak (¢ —&), donde sy es la longitud del resorte noe deformado y s, la distancia entre Jos extremos del resurte para la posicion de equili- brie del peso, Sis > sy, o sea, el resorte esta oxtendido, dicha fuerza estari dirigida a la derecha, si el resorte esti comprimido (s <5), ala izquierda. La proyeerion de la fuerza que actita sobre el peso en La posicidn de cquilibrio, desde el resorte izquierdo, es igual a kt (s — Cuando el peso se encuentra desplazado del equilibrio en z (tig, 3.2), por parte del resorte derecho actia una fuerza cuya pro- yeccién es igual a ke (s —2—s,), on tanto que desde of izquierdo, =k (s + x — 54). Por esto, la proyeccién de Ia resultante de la fuer- za F, sera igual a la suma F,=k(s— 2c —s) —k (s+ — sy) = —She. (4) Indiquemos que F, siempre esta dirigida hacia la posicaén de equili- brio y no doponde de que los resortes, en la posicién de equilibrio del peso, estén oxtendidos o bien comprimidos. Teniendo en cuenta las expresiones (3) y (4), la ecuacion de la se- gunda ley de Newton so escribe en la forma ma = —mgzll — lke. (5) Como, por reglu, se suele adoptar, designemos con « la aceleracién a, igual a la segunda derivada del desplazamiento z. Entonces, la ecuacién (5) se puede anotar en la siguiente forma: E+ (g/l-+2k/m) z= 0. (6) Asi pues, para el sistema que estudiamos la segunda ley de Newton conduce a la ecuacion diferencial de las oscilaciones arménicas, para las que e] cuadrado de Ja frecuencia w? es igual al cooficiente de z: wt = gil + 2m. (y Comparando esta férmula con las expresiones (1) y (2), nos cer- cioramos de que el cuadrado de la frecuencia de las oseilaciones pro- pias del péndulo combinado es igual a la suma de los cuadradas de las frecuencias @, y w, que son las frecuencias de las oscilaciones pro- pias del péndulo al someterlas al influjo, por separado, de cada una 4, Péndulo_asimétrico 325 de las causas que provocan las oscilaciones: of = wf + 0) (8) La propiedad que hemos revelado esta bastante extendida para procesos oscilatorios de diversa naturaleza: si cierla magnitud fisiea puede efectuar oscilaciones propias bajo el efecto de varias calsas, al acluar ellas simultdneamente la frecuencia de las oscilaciones satis- face la regla (8). Claro esta, el resultado (7) u (8) obtenido salisface los casos limi- tes, es decir, cuando bien la rigidez ce los resortes, o bien la fuerza de la gravedad tienden a cero. Es de interés el caso Ifmite para el que la largura de la barra @ crece infinitamento. Si f oo legamos al mis- mo resultado que si g-> 0, En tal caso, cl papel de la barra sdlo se reduce a sostener el peso que oscila bajo el efecto de los muelles. & 4, Péndulo asimétrico. Un péndulo, como el del problema ante- rior, en lugar de resortes ticne fijada al peso por un lado una goma eldstica que sélo manificsta propiedades eldsticas al extenderse (fig. 4.4), Cuando el péndulo se encuentra en posicién vertical la goma no Fig. 4.1. Con la posicién yertical Fig. 4.2. Al desviar el péndulo a la del péndulo la goma no esta oxten- izquierda la goma no influye sobre dida su movimiento esta extendida. El desplazamiento del peso a la derecha condiice a la extensién de la goma que satisface la Jey de Hook: # = —kz. Du- rante el desplazamiento del peso a la izquierda la goma simplemente queda suspendida. Hallen el periodo de las oscilaciones propias de semejante péndulo asimétrico. & Cuando el péndulo se desplaza a la derecha Ja goma se extien- de y el movimiento de! peso transcurre segiin la misma ley que el mo- vimiento del péndulo combinado del problema 1. La tnica diferen- cia consiste en que en lugar de dos resortes ahora tenemos s6lo uno, Por ello, para c>0 ma = —mgril — ke (x > 0). 326 VIil, Oscitaciones y ondas Introduciendo para ta aceloracién @ la designacién x, anotamos (t) en Ja forma z+otr=0 (220) Q donde la frecuencia de las oscilaciones propias wy se determina por la relacién cat = gil -+ kim. (3) De Ja ecuacién (2) se desprende que el movimiento del peso lsanscurre segtin la misma ley que en caso de las oscilaciones armé- nicas con frecuencia w» mientras x > 0, ya que la fuerza eldstica — — kz acta sobre el peso sélo mientras el péndulo esta desviado a la derecha. En ¢uanto el péndulo pasa por la posicién de equilibrio y comienza a desplazarse a la izquierda, cesa el efecto de la goma y el péndulo se mueve del mismo modo que con la oscilacién libre en el campo de gravedad (fig. 2.2). La ecuacién diferencial de seme- jante movimiento tiene la forma roir=0 (x<0), donde o?=g/l. (4) Asi pues, el cuadro completo del movimiento del péndulo con ja goma no se describe con una ecuacién diferencial. Gada vez, en el momento del paso del péndulo por la posicién de equilibrio, para la descripcién del movimiento ulterior hay que pasar de una ecuacién a otra: de la (2) a lu (4), si el peso pasa por la posicién de equilibrio de derecha a izquierda y de la ecuacién (4) a la (2), si esto sucede de izquierda a derecha. E] periodo 7, durante o! cual se realiza el ciclo completo del movimiento del péndulo asimétrico que examinamos, se compone de dos semiperiodos, correspondientes a las oScilacionesarménicas con frecuencias ) y ©, T =n (tly + ta). (5) Es interesante comparar entre si la desviacion maxima del péndulo durante sus desplazamientos a derecha e izquierda de la posicién de equilibrio. P. ej., esto se puede hacer construyendo la grafica de la dependencia entre e} desplazamicnto del peso y el tiempo. Supongamos que en e! momento inicial de tiempo ¢ = 0 el peso se desplaza a la derecha a una distancia A, de la posicién de equilibrio y que se suelta sin velocidad inicial. Hasta que el peso alcance la posicion de equilibrio, !a gréfica de su movimiento sera parte de la cosinusoide correspondiente a la solucién de la ecuacién (2) (fig. 4.3): x ()= Ag cos pt (0< t wp ol extreme termedio de sus frecuencias. Prestemos x fertoe el peed ye! Peni atencidn a que, al tender la frecuencia antifase de las oscilaciones del punto de suspen- sién a la de las oscilaciones libres del péndulo, la amplitud desus oscilaciones forzadas crece ilimitadamente, es decir, surge la resonancia. Cerca de la resonancia el resultado obtenide no es aplicable, ya que, pri- mero, partimes de la suposicién de la pequefez de las oscilaciones y, Segundo, junto a la resonancia no se puede despreciar el amorti- guamiento, porque sélo al tener éste en cuenta, eu resonancia la ampli- tud resulta ser finita. En el caso w >> w, la longitud del péndulo imaginario Lb , 10. Amortiguamiento de las oscilaciones 343 Bad 5 — a X= oa yah para @ o)- (7) La amplitud de las oscilaciones de! peso x, siempre se puede hacer suficientemente grande aumentando la masa del peso m. Pero, como 346 VIII. Oscilaciones y ondas se desprende de (6), el aumento de la masa requerira o] aumento de la rigidez del muelle hk. Hemos aclarado que, en realidad, al elegir correctamente la rigidez del muelle, es posible tal movimiento del sistema conside- rado con el que permanece inmévil el soporte con el motor, No obstan- te, hay que hallar respuesta acerca de que si el sistema pagard por si mismo a semejante estado después de poner en marcha el motor. La respuesta a csta pregunta es positiva. El rasgo general de las oscila- ciones forzadas, que transcurren bajo el efecto de wna fuerza externa periédica, consiste en que al pasar cierto tiempo después del comienzo del mencionado efecto, el sistema se > 4, 4,>>d) se ha introducido por completo una placa dieléctrica de masa my permeabilidad e, que, justamente, ocupa todo el espacio entre las armaduras. En e] eondensador se mantiene la tensién constante U, La placa dieléctrica se desplaza a lo largo del lado de largura [, a la distancia x, y se suelta. Despreciando el rozamiento, tales Ja dependencia entre el desplazamiento de la placa y el tiem- po z (t). A Gon el [in de aclarar la ley con la que transcurrird el movi- miento de la placa, ante todo, es necesario hallar la expresién para la fuerza que sobre ella actia por parte del campo eléctrico del conden- sador plano, conectado a la fuente de tensién constante U. Sea que la placa dieléctrica se ha sacado a una distancia x tras los margenes del condensador (fig. 11.1) y se halla en equilibrio debido al efecto de fa fuerza F,), que acta por parte del campo eléctrico, y de la fuerza externa F, igual en médulo a la primera. Supongamos que el dieléc- (rico se desplazé por el espacio entre las armaduras en la magni- tud Az. De la ley de la conservacién de la energia se deduce que el trabajo Argen, realizado en este caso por la fuente de tension, es igual 14. Oscilaciones no sinusoidales 347 a la suma de la variacién de la energia del condensador AW, on y ¢l trabajo mecanico de la fuerza F,) sobre las fuerzas externas: Atuen = AWeon + Ferd (1) on ello, la carga del condensador varié en la magnitud Sg, la va- 6n de la energia del condensador AW coq = 2". 2 En este caso, la fuente de tensién realizd un trabajo Atyen = U Ag. (3) Poniendo AWeon ¥ Argen de (2) y (3) en la ceuacién (1), obtenemos Pade. (4) Esta relacién permite hallar la fuerza F,; que actia sobre la placa dieléctrica por parte del campo eléctrico del condensador. La varia- cidn de la carga del condeusador Ag al introducir la placa se puede Fig. 11.1. Para hallar la Tuerza Fey com iy que se atrae la placa dieléctrica con ta tensién C’ invariable entre las armaduras del condensador escribir en laforma Ag = UAC. La variacién de la capacidad del con- densador AC, al introducir la placa en Az, se puede hallar si consideramos al condensador con la placa parcialmente sacada como dos condensadores unidos en paralelo, uno de los cuales esta Heno de un dieléctrico y él otro, no. Entonces, un sencillo caleulo nos conduce al resultado Ae sale—t) hfe J (3) Poniendo la variavién de la carga Ag en la ecuacién (4), halla mos que . —1jl ja a Fya ee S. o Asi pues, si entre las armaduras del condensador se mantiene ten- sién constante, la fuerza que actda sobre el dicléctrico no depende de la longitud de la parte que sobresale del condensador. Esta fuer- za atrae el dieléctrico al espacio entre las armaduras. BB VII, Oscilaciones y ondas Ahora, es fAcil comprender que ta placa que sobresale, bajo el efec- to de la fuerza F'.1, estara en movimiento uniformemente variado con la aceleractén a = F,\/m hasta que alcance la posicién de equili- brio. Después de que la placa pase por inercia dicha pasiciéa y salga del condensador por el otro lado, la direceién de la aceleracién variara por la opuesta, ya que cambia el sentido de la fuerza de retraccién. £ Fig. 11.2. Las gréficas de dasplazamiento y volocidad con las oscilaciones de la placa dieléetriea en el condesador Como resultado la placa realizar oscilaciones que no seran armé- nicas. la grafica del desplazamiento en funcion del tiempo z (i) consta de segmentos de parabola (fig. 11.2). P. ej., en el transcurso del primer cuarto de periodo de tales oscilaciones, es decir, para O constante. Es imposible conseguir wna diforencia de fase invariable de dos ondas irradiadas por dos fuentes de Juz que no sean de laser. Por ello, para obtener la figura de interferencia la luz de una fuente se divide cn dos haces y, a continua- cién, después de que ellos pasan distintos recorridas de nuevo se reiinen. Los fend menos de difraccién, que surgen cuande la luz pasa por agujeros u ohsticulos reciben su explicacién al considerar ia interferencia de las ondas coherentes secundarias constrnidas segin el principio de Huygens, Este principio da la posibifidad de establecer las leyes que describon la conducta dela onda Iuminosa en el limite de separacion de dos medios transpa- rentes, Gon Ja aproximacion de la dptica geométrica, para prefijar la posicién de Jas superficies ondulatorias se pueden introducir rayos, o sea, lineas perpen- diculares a las superficies ondulatorias, Los rayos de Ine caracterizan la direc- cién de propagacién de la onda, Las reglas de hallazgo de los rayos para las on- das reflejada y refractada, que se desprenden de! principio de Huygens, son las hion conocidas leyes de la éptica geométrica. Las Jeyes fundamentales de la dptica geométrica, tales como la ley de la propagacion rectilinea de la luz por un medio homogéneo, las loyes de reflexion y refraccién de la Iuz en el limite de dos medios, se len obtener, asimismo, del principio de Fermat. De acuerdo con él, el recorrido real de un tayo de luz es aquel que pasa la luz necesitando para ello cl ticmpo extremo {por regla, el minimo) en comparaciin con evaiquier otro recorride préximo al real entre los mismos puntos, Aunque semojante enunciacién del principio do Fermat no es del todo exacta, ella es suficiente para la comprensién de los ejemplos que vamos a estudiar mas abajo. Como Ja velocidad de Ja Juz en un medio con indice de refraccién » es igual a c/n, el principio de Fermat se puede enunciar como el requerimiento de Ia langi- 362 EX. Optica ud Optica minima del rayo al propagarse la luz entre dos srunttos prefijados, Por longitud éptica del rayo entendemos e producto del indice de refraccién por la longitud de} rayo. En un medio no homogéneo Ia longitud éptica del rayo se compone de las longitudes dpticas en distintos sectores que pueden conside- rarse homogéness, £) empleo del principio de Fermat permite considerar algu- nus problemas desde un punto de vista algo diferente que al hacer directamente uso de las leyes dle reflexién y refraccién. P. ej., al considerat un sistema 6pti- co de enfogue en lugar de cmplear la ley de refracciém de Is Juz sobre una super- ficie curvilinen, es posible, simplemente, exigir la igualdad de las longitudes Opticas de todes los rayos que se enfocan. 1. Sextante y reflector angular. Dos espejos planos forman el Angulo diedro a. Sebre uno de los espejos incide un rayo que yace en el plano perpendicular a la arista del dngulo. Determinen el Angulo A Fig. 4.4. Despudsdesulrir reflexionen ig. 1.2, Esquema de principio de un dos espejos, el rayo incidente varia su sextante direceién en el angulo B de desviacién del rayo fi de la direccién inicial después de reflejarse en los dos espejos. La marcha de los rayos se muestra en la fig. 1.1. 4 Supongamos que el Angulo de incidencia del rayo sobre el primer espejo es igual a y, Sobre el segundo, 6. Es evidente que el Angulo B, como Angulo exterior de un tridngulo formado por los rayos, es igual a 2 (y + 4). Por otro lado, y + 4 = a, ya que tanto el an- gulo a, como y + 5, completan el Angulo w hasta n. Por esto, B = = 20. ILo mas interesante consiste en que este Angulo no depende del angulo de incidencia del rayo sobre el espejo! Esta propiedad ha permitido, precisamente, emplear semejante sistema de espejos en el instrurmento de nayegacién Hamado sextante. Con este instrumento se mide Ja altura del astro sobre el horizonte, es decir, cl angulo B entre las direcciones al horizonte y al astro (fig, 1.2). Esto se realiza en condiciones desventajosas, p. ej., en la cubierta do Ja nave en ba- lanceo. El instrumento puede sujetarse con las manos temblerosas, con ello, sdlo es da importancia fijar con precision el angulo a, Uno de los espejos es semitransparente, Observando la linea del horizonte 4. Sexlante y reflector angular 363 a través de él, variando el Angulo a, se hace coincidir con ella la ima- gen del astro que se ve en dicho espejo (fig. 1.2), A continuacién, el valor del Angulo se lee en Ja eseala del instrumento Prestemos atencién a un caso particular cuande los espejos for- man entre si el Angulo recto, Entonces B = a y, como resultado de dos reflexiones, el rayo incidente gira en direccidn opuesta (fig. 1.3). Recordemos que esto es cierto sélo en el caso cuando el rayo inci- dente yace en el plano perpendicular a la arista del angule diedro entre los espejos. (Es posible crear un dispositive en el que el rayo incidente se reflejara hacia atrés en cualesquiera condiciones? Resulta que para ello es suficiente afiadir a los dos espejos un tercero, situdndo de mo- y Fig. 4.3. El rayo que yace en el Fig. 1.4. La célula céncava de tres plano del disefio se refleja hacia espejos planos perpendiculares en- atras si los espejos forman un én- tre si forma un reflector angular gulo recto do que los planos de los tres espejos sean entre si perpendiculares, como los planos de coordenadas de) sistema cartesiano (fig. 1.4). Para la orientacién al azar del rayo incidente, éste, después de suftir la reflexién de cada uno de los espejos, se propagara con precisién en sentido contrario. Es faci] corciorarse de esto. En la fig. 1.52, con el sombreado, se muestran los planos del espejo y el plano de in- cidencia del rayo. Vemos que las proyecciones de los rayos ineidente y reflejado sobre el plano del espejo estan dirigidas a lo largo de una misma recta MN (fig. 1.5 6). Las proyecciones de estos rayos sobre cualquier plano Q, perpendicular al espejo, forman iguales Angulos con la perpendicular al espejo (fig. 4.5 ¢), De aqui se desprende que en caso de Ja reflexion de los rayos de tres espejos perpendiculares entre si, las proyecciones de los rayos sobre el plano de cualquiera de los tres espejos tiene el aspecto mostrado en la fig. 1.6. Pero, si ja proyeccién del rayo sobre cualquiera de los planos de coordenadas varia la direccién por la inversa, el propio rayo, después de tres reflexiones, girard con precisién hacia atras. Semejante dispositivo recibe el nombre de reflector angular y se utiliza ampliamente en la practica, 364 IX. Optica Estos instrumentos se realizan con frecucncia en forma del angulo cortado de un cubo de vidrio, es decir, de una pirdmide triangular equilitera, Las caras laterales de tal cubo se hacen especulares. Los Fig. 1.5. La proyeccion de los rayos incidente y reflojady sobre el plano del espejo tiene el aspecto mostrado on la fig. b. mientras que la proyeccién en el plano @, como en la fig. ¢ reflectores angulares se utilizan en lugar de espejos en los resonadores laser y en los telémetros. Su ventaja consiste en que ellos no requie- ren ajuste. Reflectores angulares especiales fueron Ievados a la Luna fleja del tercer eapejo que yace en plano lita Lransparente con n—2, después del diseiio ic su reflexidn, se dirige exactamen- te hacia atras Fig. 1.6. En el punto @ el rayo se re- Fig. 1.7. El rayo que ineide sobre la bol a y se emplearon con el fin de medir la distancia hasta nuestro satélite con ayuda del rayo laser. El error de la medici6n sdlo constituyé 0,1 m. La aplicacién de los reflectores angulares mds difundida son los reflectores rojos de la luz, instalados en los automéviles, bicicletas y en Ja sefializacién de carreteras. Semejante accesorio es un mosaico de dngulos especulares. 2. Reflejo de sol 365 Es de interés sefialar que esta misma propiedad de reflejar la luz, incidente bajo cualquier angulo, la posec cl elemento dptico repre- sentado en la fig. 1.7, Es una bola de material transparente con indi- ce de refraccion n = 2 y con la superficie posterior plateada. Es f cil mostrar que cualquier rayo que pase por cl interior «te la bola, dlis- tando relativamente poco de su centro, después de reflejarse de ta superficie posterior saldra de la bola cn direceiin inversa. Es! piedad se emplea para fabricar pintura reflectante de la f sehales de carretera: en su composicién se ineluyen dimian tas de cristal, & 2. Reflejo de sol. Si con un espejo plano reclangular enviamos wn reflejo de sol, en una pared cercana la forma de la mancha |umi- nosa repetira la forma det espejo, mientras que en la pared lejana la mancha luminosa tendra forma eliptica. {Por qué? A El espejo (lo mismo que un diafragma) limita el haz de los rayos solares rectilineos que sobre él inciden y varia su direccion. EI cambio de la direceién de Jos rayos al reflejarse no desempeia uu papel de principio en el problema de ta forma de la mancha hi- minosa que se forma en la pared. Por esto es suficitule considerar la limitacién del haz de rayos solares mediante un agujero de la mis- ma forma y dimensiones que el espejo. El fendmeno descrito en el planteamiento del problema se debe a que la Iuz del Sol crea en [a pared la imagen del agujero cuando la pared esta cerca y proporcionn la imagen de la fuente al estar la pared lejos. Examinemos los dos casos con detalle, 1, La pared se encuentra cerea del ayujero (o bien del espejo). Con la primera aproximacién podemos considerar que el Sol es fa fuente puntual S (fig. 2.1). Entonces, la mancha lnminosa es fa proyeccién central del agnjero en el plano de la pared. El centro de la proyeccién S$ sc encuentra muy lejos, por ello todos los rayos, pricticamente, son paralelos. Si, con ello, el plano de la pantalla con el agujero y la pared son paralelos, la forma y la dimensién de la mancha Juminosa d, coinciden con la forma y la dimension del agujero d: d, = d. Primero, supongamos que la pantalla con el agujero y la pared son perpendiculares a Ja diteccién de los rayos (fig. 2.1). Si inelina- mos la normal al plano de fa pantalla con el agujero hasta un dangu- lo B con relacion a la direecién al Sol, la dimension de la mancha lu- minosa en la correspondiente direccién disminuiré: d, = dos f. Pero si inclinamos la normal hacia la pared en et Angulo y, ta dimen- sién de da mancha aument 366 IX. Optica Con semejantes inclinaciones la mancha luminosa en la pared es de forma rectangular. Si inclinamos simulténeamente la pantalla y la pared respecto a la direccién de los rayos en distintos planos, la mancha luminoga tendrd Ja forma de paralelogramo. En realidad, debido al carécter finito del diametro angular del Sol (a sx 0,01), el limite de la sombra en la pared desde los bordes Fig. 2.4. La forma del reflejo de sol cuando la pared esta cerca del agujero del agujero ev la pantalla estardn difuminados. Es obvio que los resultados obtenidos mas arriba son ciertos cuando la auchura de la penumbra es mucho menor que las dimensiones de la mancha lumi- nosa (es decir, las dimensiones del espejo). La anchura de la penumbra Fig. 2.2. Para la determinacién de la anchura de la pesumbra d'=oL, donde L es la distancia del agujero a Ja pared (fig. 2.2). Asi pues, la forma dol reflejo de sol repite la forma del espejo hajo la condici6n de que ad < d, Como a = 0,04, la condicién que con- sideramos tomaré la forma E1004. Si d ~ 40 em esto properciona L < 10 m. 2. La pared esta lejos del agujera (del espejo). Ahora, con la primera aproximacidn, el agujero en la pantalla se puede considerar puntual, Su forma no desempefia papel alguno y todo queda defini- do por la dimensién angular finita del Sol. La mancha luminosa en la pared es como si fuera la imagen del Sol en una c4mara oscura. 2. Reflejo de sol 367 Ella es de por si la seccién con al plano de la pared del cono cilindri- co de los rayos solares con el vértice situado en el agujero y con dn- gulo a en el vértice igual al didmetro angular de Sol (fig. 2.3). Si la pared es perpendicular al eje del cono de los rayos, la mancha lu- Fig. 2.3. Forma del reilejo cuando la pared esta lejos del agujero minosa tiene la forma de un circulo de didmetro d, = aL. Si la pa~ red tiene una inclinacién con dagulo y, 6) circule se convierte en una elipse con el aje mayor d, = d,/cos y = aL/cos ¥. Al aumentar las dimensiones del orificio (0 sea, del espejo) la luminosidad de la mancha creca (el reflejo de sol es mas brillante) pero, simulténeamente, sus bordes se difuminan en mayor grado. Es evidente, que tal difuminacién es de un orden de las dimensiones 4 de] agujero. Asi pues, el reflejo de sol tiene forma eliptica (0 bien redonda) si d< d, = ah, es decir, si L >> 100d. De la solucién aducida es obvio que el pardmetro adimensional T, que es el que determina la forma del reflejo de sol, es la razén entre él didmetro angular del Sol w y la dimensién angular del espe- jo, es decir, el angulo ¢ bajo el cual él se ve desde la pared: T = ale = afd. Sil <1 se verifica el primero de los casos considerados, si T >> 1, el segundo. El analisis que hemos realizado se hasaba por completo en la ley de la éptica geométrica acerca de la propagacién rectilinea de la luz. La solucién exhaustiva debe tomar en consideracién los efectos de difraccién que se manifiestan en la desviacién respocto de Ja ley de la propagacién rectilinea de fa luz al pasar ¢ésta por el agujero en la pantalla. El Angulo @ de la desviacién por difraccién de la huz, se- gun el orden de la magnitud, es igual a la razén entre la longitud de la onda luminosa A y la dimensién del agujero d: g= Nd (con mayor detalle acerca de esto, véase el problema «Enfoque de una camara fotograficas), Los efectos de la difraccién no influyen Sobre la forma del reflejo de sol si e] dngulo p es pequefio en compara- 268 1X. Optica eidn con la dimension angular del Sol a: Nd a. Covsideranda A wx 5-10-T m, a = 0,01, hallamos que los efectos de difraceiéu son insignificantes si, p, ej., la dimensién d del espejo supera 5107 ma 3. Retrae normal a la ¢ i de ta luz en una cuda de vidrio. La luz incide por la de la cuiia de vidrio con pequefo Angulo en ef vérti- ce (fig. 3.4). gA qué dngulo girarin fi los rayos de la luz refractada en la nia al girar log s incidentes en un f pequefio dngulo & alrededor de la arista a de la cufia? A La respuesta a la pregunta plan- leada se pucde obtener aplicando con- 4 secutivamente la ley de refraccién de la luz en el limite de separacién de dos / medios. Como segiin et plinteamionto . . del problema los angulos son peque- Fig. 3.1. Htefraccion delosrayos figs, en Ja Jey de refraccién sus senos en una cvfia de vidrio Spee se pueden sustittir por los propios angules expresados en medida ra- dial. Los rayos incidentes por la normal sobre la cara delantera de la cuiia sufven refraccién sdlo en la cara posterior, en la qne el Angulo h, op f a fd Big. 3.2. Par 1 determinacién del Angulo de giro del rayo de incidencia es igual al Angulo de refraccién y de La cufia (fig. 3.2). Si desigvamos el angulo de giro de dichos rayos con e, lendremos nsen y = sen (¢ -F y)s (1) de donde, para pequenos yalores de los Angulos y y s, se desprende ny ae ty, o sea, ex (n —1) 7. (2) 4. Refraccign de ta luz en una cufia de vidrio 369 Los rayos que inciden sobre la cara delantera oblicuamente (bajo el Angulo a), sufren refraccién sobre las dos caras de Ja cuiia (fig. 3.2). En Ja cara delantera sen @ = nsenip, (3) de donde e] Angulo de refraccién de la cara delantera = a/n. En la cara posterior de la cuiia se verifica la relacién nson (p + y) = sen (p + y); nih+yeery (4) es decir, el angulo de refraccién en la cara posterior p = nip + + (rn —1)y. Tomando en consideracién que debido a (3) mp = a, tenemos de donde grat (n—N)y (5) Como vemos en Ia fig. 3.2, el Angulo de giro de Jos rayos refractados es igual a la diferencia de los Angulos @ y &: p-exa Asi pues, el rayo refractado gira al mismo Angulo que el incidente. La respuesta real a la pregunta en el planteamiento del problema ya la hemos conseguido en la férmula (5), ya que la diferencia @ — ! Fig. 3.3. Giro del frente do onda durante la refraccién do Ia luz en Ja culla —a, como se desprende de la fig. 3.2, nos proporciona e} angulo de desviacién de les rayos de su direccién inicial al pasar por la cufia. De (5) se deduce que p —a@ = (m —1) y, es decir, con pequefos Angulos el dngulo de desviacién no depende del angulo de inciden- cla a El angulo de desviacién g — a, expresado con Ia formula (5), se puede hallar sin aplicar la ley de refraceién, si aplicamos el prin- cipio de Huygens o el de Fermat. En la fig. 3.3 se muestran con H- 24841 370 IX. Optica neas de trazos las posiciones de las superficies ondulatorias para las ondas planas incidente y desviada en la cuit. E] giro del frente de onda esta condicionado por ta disminucién x veces de Ja velocidad de fase de la luz en cl vidrio, El tiempo de paso de la luz por el sector CFD es igual al tiempo en el sector AB. Por ello, deben ser iguales las lougitudes Opticas de estos sectores: |CFl+n|fD| =| AB, 6) El frente de onda de la onda desviada forma el Angulo g con la cara delantera de la cufia. Por ello, con Ja cara posterior é! forma el 4ngu- lo p+ y. Ahora, con ayuda de la fig. 3.3, la relacién (6) se puede anotar en la forma La + nly = Ly +) (aqui b= | AF| =| 4D 1), de donde, en directo, sigue la férmula (5). & 4, Rayos X en medicina. Como 6s sabido en los tejidos del orga- nismo la luz visible se absorbe con mucha menor intensidad que la radiacion de rayos X. Por qué, entonces, para el diagnéstico se em- plean en medicina, precisamente, los rayos X y no la radiacion de la region visible del espectro? A En el planteamento sélo se dice que los rayos X se absorben més intousamente por el erganismo humano que la luz visible. Y si la posibilidad de «radiografiary s6lo se determinara por ia absorcion, jos rayos X no darian ninguna clase de ventajas en comparacién con Ja radiacion visible. Esto significa que la cuestion radica no sélo en el grado de absorcién de la radiacién, sino que en algunas otras singularidades de su propagacién en el organismo. §Cémo pueden estar ligadas dichas singularidades? ‘Ante todo, recardemos que el organismo es un medio no homogé- neo de tejidos, que limitan entre si, con diferentes propiedades Opti- cas. Para la propagacién de la luz visible estas no homogeneidades resultan ser de suma importancia. Su papel puede comprenderse en el siguiente sencillo ejemplo: vemos perfectamente los pececillos en un acuario a través de la capa de agua, pero nada vemos con espesa niebla, constituida de diminutas gotas de esta misma agua, Pura y Grangparente, suspendidas en el aite transparente en absoluto, {Por qué? Vemos el objeto si el haz de luz, que sale de cierto punto en él, incide en nuestro ojo y, de resultas, en la retina se forma la imagen de dicho punto. Pero si en el recorrido semejante haz tropieza con una gota de niebla, toda la luz que incide sobre ella, como resultado de Ta refloxién y Ia refraccién en su superficie, varia Ja direccién de pro- pagacién y se separa del haz. Si en el recorrido del haz tales gotas son muchas, ellas interceptan el haz de modo que en la retina del ojo no puede formarse la imagen del punto dado del objeto. Al ojo sélo 4, Rayos X en medicina avi Ilegara la luz dispersa por las gotas de niebla que no es capaz de for- mar la imagen del objeto. Semejante luz dispersa ya no sirve de senal para el ojo, Sino que sélo crea el fondo de ruido. Es facil estimar la distancia J a la que atin podemos distinguir los objetos en la niebla. Para simplilicar, vamos a considerar que todas las gotas de niebla son bolitas iguales de radio #. Es evidente que el haz cilindrico de luz del mismo radio R podta sin obstaeulo pro- pagarse hasta el momento cuando tropiece en su camino con una go- ta de niebla. Por ello, para estimar la distancia { podemos considerar que en el volumen’ de un cilindro de radio R y largura i debe haber, por término medio, una gotita de niebla. Para una concentracién de dichas gotitas igual a esta condicién condnce a ta igualdad nk = 1, de donde 1 = 1/(Rt). Sefialemos que, en realidad, la intensidad del haz luminoso du- rante su propagacién por la niebla decrece a medida de aumentar la distancia segiin una ley exponencial. Una estimacién mas escrupu- losa muestra que el valor hallado de J es la distancia en la que la intensidad del haz de luz deerece e veces. Asi pues, al propagarse la luz por un medio no homogéneo, que débilmente absorbe, la debilitaci6n del haz Inminoso en condiciones de una concentracién suficientemente alta de las no homogeneidades, se determina no tanto por la absorcién, como por la dispersién en Jas no homogeneidades, Claro esté que esta dispersién sélo se veri- fica cuando el indice de refraccién varia on el limile de las no homo- geneidades, En particular, en la niebla la luz visible se dispersa con eficacia porque el indice de refraccién de las gotas se distingue noto- riamente dei indice de refraccién del aire. El organismo del hombre esta formado no por golas, pero debido a la presencia do miltiples no homogeneidades la figura cualitativa de la propagaciéa de la luz visible por él es la misma que en ja nie- bla, ya que los indices de refraccién de distintos ejidos del organismo se diferencian entre si. De modo en absoluto diferente iranseurre la propagacién de los rayos X. La causa de esto radica en que el {ndiec de refraccién de los rayos X no difiere de la unidad, practicamente, en todas las sus- tancias. Por esta razén, los rayos X se propagan por el organismo de forma rectilinea, sin dispersarse y como si no notaran todos los limites internos entre distintos tejidos. Las imagenes mas sombrias de ios huesos y los érganos internos surgen gracias a la diferente ab- sorcién de los rayos X en los huesos y tejidos blandos del organismo. No obstante, la radiacién roentgen, debido a la absorcion, no puede pasar por un gran grosor del medio, incluso al no haber dis- persién. P. ej,, la radiacién emitida por los cuerpos celestes en la region visible del espectro alcanza libremente Ja superficie de la Tierra, pasando por todo el grosor de la atmdsfera homogénea (si oar 372 1X, Optica no hay niebla o bien nubes), pero los rayos X se absorben por com- pleto en la atmésfera, Por esto, la astronomia de rayos X se ha he- cho posible sélo después de sacar los telescopios de rayos X tras los margenes de la atmésfera. & 5. Imagen de objetos volumétrieos. Con ayuda de una lente delga- da se obtiene la imagen de un objeto volumétrico, p. aj., de un cubo. ¢Puede ser 1a imagen volumétrica de este objeto geométricamente semejante al propio objeto (es decir, ser también un cubo)? AA primera vista puede parecer que asi debe ser, ya que la imagen siempre se parece al objeto. Sin embargo, si probamos mos- Fig. 5.1. Para delucir la formula de Newton para una lente delgada trar de modo riguroso que la relacién de las dimensiones transversa- les y longitudinales en la imagen es la misma que en el objeto, vere- mos que la cuestién no es tan sencilla. El enfoque cualitativo para la resolucién de este problema se basa en el empleo de la formula de Ja lente delgada 4,1 1 aty-F: (1) Es comodo dar a esta formula una forma algo diferente, introducien- do la designacién p para la distancia desde el objeto hasta el foco delantero de la lente y g para la distancia desde el faco posterior has- ta la imagen (fig. 5.4): p=d—F, q=f—F. @) Poniendo las magnitudes d y f de (2) en la ecuacién (1), después de sencillas transformaciones, obtenemos pg = Fe, @) Semejante tipo de relacion para una lente delgada recibe el nombre de formula de Newton. Designemos las dimensiones transversal y longitudinal del objeto por yy z, mientras que las correspondientes dimensiones de la ima- gen por Y y X (fig. 5.2). Con el fin de aclarar la cuestion de la seme- janza geométrica entre al objeto volumétrico y su imagen, ademas del aumento lineal transversal de la lente T = Y/y (fig, 5.2), intro- 5, Imagen de objetos volumétricos 373 duzcamos el aumento longitudinal y, igual a la razén de las dimen- siones longitudinales de la imagen y el objeto: y = Xz. (4) El aumento transversal de la lente [ so puede expresar con las magnitudes introducidas p y g que caracterizan la posicién del ob- jeto y la imagen respecto de los focos de Ia lente: tL Pe, Pala > Fpp 6) Poniendo aqui la distancia focal de la lente F de la férmula de New- ton (3), obtenemes P=¥ gp. (6) Con el fin de obtener la expresién para el aumento longitudinal y, hagamos uso de la f6rmula de Newton para el punto del objeto mostrado con la flecha horizontal en la fig. 5.2: (p + 2) (gq —X) = Ft 7) Suprimimos los paréntesis en el primer miembro de la expresién (7). g-X eI Fig. 5.2. Para calcular el aumento ‘Sanarersal y longitudinal de una lente del- gada Entonces, tomando en consideracién la formula (3), obtenemos zg —pX —2X = 0. (8) Supongamos que xX es pequefio en comparacién con cada uno de los dos restantes términos de la relacién (8). En este caso de (8) se dedu- ce que Xia = qip. @) Para que el sumando zX eliminade en (8) sea pequehio en compara- cién con el segundo término pX,es necesario que la dimensién longi- tudinal del objeto x sea pequefia en comparacion con la distancia p desde el objeto hasta e) foco: 2 < p. Si esta condicién se cumple, de (9) se desprende que, asimistno, X 4, es decir, el medio superior en la fig. 6.2 posee den- sidad éptica mayor. Pero si comprendemos por simbolo x el indice relativo de refrac- cién del medio superior con relacién al inferior, tiene sentido consi- derar también e] caso contrario n <1, cuando el haz paralelo de rayos sufre refraccién al pasar del medio mas denso al menos denso. Como al deducir la ecuacién de Ja superficie refringente no se hizo uso de la condicién m > 1, asimismo, en el caso 7 < 1 la ecuacién de] limite que buseamos se dard, lo mismo que antes, con la formu- la (1), pero, como se deduce de (2), cuando n <1 a? <0. En esto caso, la expresién (1) sera Ja ecuacién de la hipérbola representada en la fig. 6.5. Para crear mediante tal superficie refringente una lente, como segunda superficie refringente se debe elegir en e) medio inferior un plano perpendicular al eje del haz. La distancia desde este plano hasta el vértice de la superficie refringente se elige en funcidn de qué diémetro queremos que tenga la lente. Ahora, no habré limitaciones para la dimensién del didmetro (la recta de trazos en la fig. 6.5). 7. Radiacién de Cherenkov 377 Se crea la impresién de que hemos conseguido construir una lente perfecta, por lo menos para los rayos monocromaticos. Sin embargo, semejante lente no sirve en absolute para obtener las imageves inclu- NS (i Fig. 6.4. La segunda superficie de Fig. 6.5. Conn <4 lasuperficioen- la lente enfocadora debe ser parte focadora del haz paralelo es um hi- de una esfera perpendicular a los perboloide de revolucién rayos so de objetos infinitamente alejados, En efecto, en un mismo punto sélo se cortan los rayos paralelos al eje de simetria de tal lente. Los haces de rayos paralelos, oblicuos al eje dptico de la lente, no se cortan en un punto. & 7. Radiacién de Cherenkov. Durante el movimiento uniforme del electrén por un medio, a velocidad mayor que la de la Iz en el me- dio dado, se observa el llamado efecto de Vavilov — Cherenkov. Consiste en que el electrén perturba, coherentemente, con su campo las moléculas 0 Jos dtomos del medio, debido a to cual ellos se con- vierten en fuentes de ondas luminosas que se propagan en determi- nada direecién, Haciendo uso del principio de Huygens determinen en qué direccién se propagaré la radiacién 4 En un medio con indice de refraccién 2 > 1 las ondas lumi- nosas se propagan a la velocidad v = e/n, menor que la de Ja luz en el vacio. Con objeto de hallar la direccién de propagacién de la radiacién de Cherenkov es precise, en cierto momento de tiempo, determinar la posicién del freute de la onda iuminosa excitada por el electrén durante su movimiento. En la fig. 7,4 est4 representada la trayecto- 378 IX. Optica se ria rectilinea del movimiento uniforme del electron en el medio. Ca- da punto de la trayectoria del electrén se puede considerar como la fuente de una onda esférica luminosa que se propaga a velocidad v. Sean A, B y € los puntos de Ia trayectoria en los que se hallaba el electrén después de intervalos iguales consecutivos de tiempo At. En el momento de tiempo cuando el electrén se encontraba en el punto 8 el frente de Ja onda, excitada por él en el punto A, repre- sentaba una esfera, cuyo radio v At era menor que Ja distancia AB, ya que la velocidad del electrén vg, supera la de la luz en ol medio. a Fig. 7.4. La_construccién segin e) Fig, 7.2. La radiacién de Cherenkov principio de Huygens del frente de se propaga bajo el dngulo 6 con rela- onda emitida por un electrén, cuya ve- cidn al sentido de movimiento del locidad en la cate dos es mayor quo electron ja de la luz Cuando el electrén Mega al punto C, el frente de la onda, excitada por él en el punto B, es una esfera de radio v Af, en tanto que el frente de la onda, excitada en el punto A, una esfera de radio dos veces mayor, Para econfeccionar el frente de onda de la radiacién de Cherenkov en el momento cuando el electrén se halla en el punto C, segiin el principio de Huygens, hay que hallar la envolvente de los frentes de todas las ondas, excitadas por el electrén en los instantes anteriores. A partir de la fig. 7.1 se desprende en directo que esa envolvente es la superficie de un cono circular, calyo eje coincide con Ja trayectoria del electrén, con vértice en el punto C, mientras que el Angulo g entre la generatriz del cono y su @je se determina con la relacién sen @ = v/d,),. Como los rayos de la Juz son perpendiculares al frente de onda, la radiacion de Cherenkov se propaga bajo el Angulo 9 a la direccién de movimiento del electrén (fig. 7.2): cos 8 = sen p = v/v, (1) 7. Radiacién de Cherenkoy 378 Hemos construido ei frente de onda para el momento de tiempo cuando el electrén se encuentra en el punto C. Con el transcurso del tiempo ¢] vértice del cono, coincidente con la posicién de) electron, so desplaza junto con él a velocidad v,). El receptor de la radiacién, situado en algiin punto D (fig. 7.2), registrara la rafaga de luz en el momento cuando el frente de onda de laradiacién de Cherenkov aleance dicho punto. Basados en este principio funcionan los contadores de Cherenkov de particulas cargadas, exlensamente empleados en fisica nuclear. Es de interés sefialar que la condicién de la radiacion de Cheren- kov (4) es cierta para cualquier fuente «ultraluminosas y no sdlo para la particula cargada en movimiento a velocidad mayor que la sch, vst m7 Of Fig. 7.3. La linea de interseceién det frente de onda con e] limite de sepa- racién de dos medios se mueve a la Fig. 7.4. Las direcciones de las ondas reflejada y refractada se pueden obte- ner empleanda la condicién de la ta- velocidad vu’, mayor que vy, diacién de Cherenkov de la luz en el medio dado. P. ej., sien el limite plano de separacién de dos medios ineide una onda plana bajo cierto Angulo a (fig. 7.3), la linea de interseccién del frente de onda con el limite de separacién se mueve a lo largo de éste a la velocidad v = vfsena > v4, (2) donde v, = c/n, es Ia velocidad de fasede la luz, ene} primer medio. Considerando esta linea, en movimiento a la velocidad v’ > »%, como una fuente ultraluminosa y aplicande al primer medio la con- dicién de la radiacién de Cherenkov (4), hallames, de inmediato, la direccién de la onda reflejada p, (fig. 7.4): sen B, = cos 6, = u,/u". (3) Poniendo en (3) la velocidad de movimiento de la fuente v' de (2), obtenemos que sen J, = sen « o bien B, = a. Esta es la bien cono- cida ley de reflexién de la luz en el limite plano. Ahora, apliquemos Ja condicién de la radiaciéu de Cherenkov (1) al segundo medic, donde Ja velocidad de fase de la luz v, = cin,? -sen B, = cos 0, = v/v". (4) 380 TX. Optica Si v' < vy, la condicién (4) no se cumple con ningin valor de 0, es decir, por el segundo medio la Juz no puede propagarse. Esto co- rresponde al bien conocido caso de la reflexién total de la luz de un medio con densidad 6ptica menor y que tiene Jugar cuando v,/sen a < Ry. Si v’ > vy, la condicién de la radiacién de Cherenkov (4) nos proporciona la direccién de la onda de la luz refractada que se propaga por el segundo medio: sen By= 72 sen c= sen a, (5) Asi pues, vemos que las leyes ordinarias de reflexién y refraccién de la luz en el fimite plano coinciden con la condicién de ta radia- cién de Cherenkov y, en este sentido, podemos decir que la condicién de A radiacién de una fuente ultraluminosa es ya conocida varios Siglos. Ahora, consideremos en que se diferencia la radiacién de Che- renkoy de otros tipos de luminiscencia, provocados por el movimien- to de una particula cargada por la sustancia, Durante el movimiento del electron por la sustancia su interaccién con los 4tomos de ésta conduce a que parte de la energia del electron se puede transmitir a los Atomos, provocando su ionizacién o bien excitacién con la poste- rior irradiaciéu. Sin embargo, esto no es la radiacién de Cherenkov, ya que ella no es coherente. Semejante radiacién es posible incluso a velocidad del electrén menor que la de fase de la luz en un medio. Para representarse con mayor claridad las singularidades de la ra- diacién de Cherenkov, examinemos el siguiente ejemplo. Imaginé- monos que el electrén, a considerable velocidad, est4 en movimiento por el eje de un canal hueco hecho en Ja sustancia, de modo que él no sufre choques direatos con los étomos de ella. Sin embargo, resul- ta que si el diimetro del canal es mucho menor que la longitud de on- da de la luz, a pesar de todo se produce la perturbacién del medio con el campo clectromagnético del electrén, lo que, cuando vei > 2, conduce a la pérdida de energia de los electrones en forma de una radiacién luminosa a través de la superficie del canal. Con ello, si el medio es transparente por completo, el flujo de la radiacién pasa por él sin obstaculo. Precisamente esta radiacién es Ja pura radia- cién de Cherenkov, Claro esta, la energia que se irradia se toma de la energia del electrén en movimiento, cuya velocidad debe, en tal ca- so, disminuir. Pero la propia radiacién de Cherenkov no esta ligada, de manera alguna, con e) frenado del electrén, ya que ella también se produce con el movimiento uniforme de] electrén a la velocidad ¥ei > v. Es obvio que semejante movimiento uniforme, debido a jas pérdidas de energia para la radiacién, no puede ser movimiento por inercia y, para sumanutencién, requiere una fuerza externa cons- tante, & 8, Enfoque de una eémara fotogriifica BBL 8. Enfoque de una cdmara fotografia, El objetivo de ésta crea la imagen real, que yace en el plano focal, de un punto alejado al infinito. Por esta razén, al fotografiar objetos alejados, la capa foto- sensible de la placa o pelicula se hace coinvidir con cl plano focal. Determinen la desviacién maxima tolerable de la capa fotosensible respecto del plano focal del objetivo para la que no se produce el empeoramiento de la calidad de la imagen Vamos a considerar queen el ob- jetivo de la camara fotografica se han liquidado todas las aberraciones. Si Ja luz se propagara, rigurosamente, segiin las leyes fe i optica igeomelsiet, el haz paralelo de rayos de una fuente puntual, alejada al infinito, conver- ne 8.4. Al desplazar la placa re Plano focal del objetivo la geria en el foco del objetivo (fig. 8.1). jmagen dela fuente puntual se Si disponemos la placa (fotogrdfica) de difumina en forma de una man- modo que la capa fotosensible no yazca cha redonda con exactitud en el plano focal, sino que esté desviada de éste a uno u otro lado en la magnitud Az, en la placa se obtendra no un punto sino la imagen en forma de un circu- Jo. Su didmetro a, como vemos én Ja fig. 8.1, se determina de la relacién a=OAc=— Ac. (1) Aqui D es el didmetro del orificio en el diafragma o bien el dia- metro de la montura del objetivo cuando el] diafragma esté totalmen- te abierto. Cerca del punto de intergeccién del haz de rayos la curvatura de Ja superficie de onda se hace tan considerable que las condiciones de aplicacién de la éptica geométrica a ciencia cierta no se cumplen. Por esta razén el flujo luminoso no se puede reunir en un punto en el foco del objetivo. Qué aspecto tiene la imagen de una fuente pun- tual, alejada al infinito, en el plano focal del objetivo de la camara fotografica? Con el fin de obtener una representacién de esto, examinemos pa- ra simplificar la difraccién de una onda plana al pasar ella por una rendija con bordes paralelos rectos (fig. 8.2). Coloquemos detras de la rendija una lente convergente. De acuerdo con el principio de Huygens cada punto del frente de la onda luminosa en la rendija es una fuente de nuevas oscilaciones, que se propagan en todas direo- ciones. En cada punto del plano focal de la lente convergen aquellos rayos que antes de ésta eran paralelos entre si. Por ello, para hallar la figura de difraccién en el plano focal de la lente, hay que const- derar la interferencia de diversos haces de rayos paralelos entre si, 382 IX. Optica Todos los rayos que se mueven de modo paralelo a la direccién inicial, tienen igual fase, por lo que en el centro de la figura de di- fraccién (punto A en la fig, 8.2) veremos el maximo de iluminacién. Examinemos los rayos que constituyen el Angulo con la direecién inicial, Si la diferencia de marcha de los rayos extremos A es igual a la longitud de onda de luz 2, como resuitado de la interferenciaen el punto B se producira la extincién mutua de las oscilaciones. En efecto, para cada elemento del frente de onda o en la mitad superior Fig. 8.2. Para el cdlcuto de las dimensiones de da figura de difraceiéy de la rendija (lig. 8.2) habré un elemento igual a’, distanciade del primero en D/2, en la mitad inferior de la rendija y la diferencia de marcha de los rayos, salientes de estos elementos, sera igual a 4/2. Como resultado de la interferencia estos rayos se extinguen entre si. Como vemios en la fig. 8.2, el angulo ce difraccién que a ellos corres- ponde ¢, = A/D = MD. 2) Los rayos difractades bajo los Angulos desde 0 hasta @, convergen en el plano focal entre los puntos A y B y se extinguen entre sf sdlo parcialmente. Si tomamos en consideracién la interferencia de los rayos difractados bajo angules mayores que @,, los cdlculos muestran que la distribucién de ta intensidad de la luz en la pantalla tiene la forma mostrada en Ja fig. 8,3, La iluminacion de la pantalla en el primer maximo lateral es menor que el 5% de la iluminacién en el maximo principal. Esto quiere decir que casi todo el flujo luminoso, que ha pasado por la rendija, se propaga en el intervalo de angulos desde —g, hasta q,. La imagen de la fuente puntual, alejada al infinito, en el plano focal de la lente resulta difuminada, formando una banda perpendicular a los bordes de Ja rendija. La anchura de esta banda b=2F9,=24 F. (3) El examen de la difraccién en un agujero redondo de didmetro D muestra que la imagen de una fuente puntua!, alejada al infinito, 8. Enfoque de una cémara fotografica 383 se difumina formando una mancha redonda, cuyo didmetro se deter- mina con la misma férmula (3) con un coeficiente numérico adicional préximo a la unidad. Asi pues, en la cémara fotogrifica la imagen de una fuente puntual, alejada al infinite, es un circulo de difraccién cuyo diametro 6, de acuerdo con Ja formula (3), es tanto mayor cuan- to menor es e] orificio en el diafragma del objetivo. Los objetivos de gran didémetro (a condicién de que se han eliminado las aberracio- nes) proporcionan imagenes de mayor calidad. El didmetro de Ja mancha de difraccién, dado con la férmula (3), es para el objetivo ofrecido la imagen minima posible en principio F, “y -% Ff I Me Fig, 8.3. Distribucién de la ins foaolin en Ja pantalla durante la difraceién de una onda plana en la rendija de ta fuente puntual. Por esta razén, es intitil tender a que la placa coincida con el plano focal del objetive con tan alta precisién que e] didmetro de la mancha a, con la aproximacién de la Optica geo- métrica, que proporciona la férmula (1), sea menor que la dimension de Ia mancha de difraccién 6. Igualando los segundos miembros en las formulas ({) y (8), hallamos el error tolerable de instalacién de la placa fotografica Ax = 2A (FID). (4) P. ej., para una c4mara fotografica con abertura relaltiva D/F igual 41:3,5, el valor caracteristico Az es de un orden de 10-5 m, Con mayor error no se empleara plenamente el poder resolulivo de} objetivo. Sefialemos que la resolucién de este problema permite analizar con facilidad la cuestién de la profundidad de foco. Come debido a los efectos de difraccién e] tamafio de la imagen de un punto lejano no depende de la posicién de la placa dentro de los limites del seg- mento Az, dado con la formula (4), en Ja fotografia se obtendran con igual nitidez no sélo los objetos distanciados, sino también aquellos 384 IX. Optica objetos hasta ios que la distancia d satisface la relacién 1 i 4 eh age (5) Teniendo en cuenta que Ac < F, de aqui es facil de obtener d= F*fAz, (6) Poniendo Az de la formula (4), hallamos aquella distancia d, comen- zando de la cual y hasta el infinito todos los objetos saldran en ja foto nitidos, si la placa se halla en el plano focal del objetivo: d = D2, (a) Ahora, consideremes lo que suceder4 si ubicamos la placa no en el plano focal, sino alajada ala distancia Az de dicho plano (fig. 8.1). Es evidente que entonces en la placa, con la aproximacion de la épti- ca geométrica, seran idealmente nitidas las imagenes de aquellos objetos que se hallan a la distancia d del objetivo. Las imagenes de los puntos alejados infinitamente y de aquellos que se hallan a la distancia d/2 serdu circulos de diametro a. Por ello, en la foto obten- dremos imagenes igualmente nitidas de todos los objetos situados desde la infinidad hasta distancias dos veces menores que d. De la formula (7) se deduce que la profundidad de foco depende de hasta qué punto se ha diafragmado el objetivo de la camara foto- grafica. Mientras menor sea e] didmetro D del orificio del diafragma, tanto mayor serd la profundidad de foco. Pero al aumentar ésta, la diafragmacién conduce al empecramiento de la nitidez de las imaé- genes de aquellos objetos hacia los que esta enfocado el objotive: de la formula (3) vemos que con ello aumenta Ja dimensién de la mancha de difraccién b. A 9, Faroles a distinta distancia, Los faroles callejeros encendides, en forma de esferas opalinas, parecen tener igual luminancia desde distancias de 20 y 40 m. gCémo explicar este fenémeno? A. Qué significa que en ambos casos los faroles parecen poseer igual luminancia? Ante todo, es necesario aclarar qué es lo que deter- mina la sensacién subjetiva de la luminosidad. Es evidente, que las Sensaciones visuales dependen del tamafio de la imagen en la retina de] ojo y de la iluminacién de dicha imagen. Pero la sensacién de lu- minosidad de la superficie no depende de las dimensiones de la ima- gen de ella en la retina. Lo mas sencillo es cerciorarse de esto en un experimento, cerrando parte de la superficie luminasa del farol. La sensacién de luminosidad de la parte no cubierta del farol, con ello, no varia. Asi pues, la sensacién subjetiva de la luminosidad no depende de las dimensiones de la imagen del farol, creada por el cristalino en la retina del ojo, sino que sdlo se determina por la iluminacién. Pro- 9. Faroles a distinta distancia 385 bemos aclarar por qué Ja iluminacién de la imagen de iguales faroles, ubicados a diferentes distancias, sera la misma. A grandes distancias de un orden de 20—40 m, un farol de 20— 30cm de radio, al caleular la iluminacién creada por él en la super- ficie del cristalino (o bien el] flujo luminoso que incide en el ojo), puede ser considerado coma una fuente puntual de luz, a posar de que su imagen en la retina del ojo tiene dimensiones finitas. Por ello la iluminacién de la superficie creada por tal farol decrece in- versamenteproporcional al cuadrado de la distancia. Por consiguien- te, del faro] que se encuentra a una distancia de 40 m el flujo lumi- noso que incide sobre la superficie de la pupila es cuatro veces menor que el del farol ala distancia de 20 m. El tamaiio lineal de la imagen del farol en la retina siendo la distancia de 40 m es dos veces menor, en tanto que el area de su imagen, cuatro veces menor que con la distancia de 20 m. De este modo, la disminuci6n del flujo luminoso del farol que va a parar al ojo es proporcional a la disminucién del sector de la retina del ojo, sobre la que dicho flujo incide y la ilu- minacién de la imagen no depende de la distancia hasta el farol. Claro esta, que esto sélo es cierto al no haber absoreién o dispersién de la luz; en caso contrario, p. ej., al aparecer humo o niebla, la iluminacién creada por el farol en la pupila decrece con mayor rapi- dez que el area de la imagen én la retina. Con ello, a mayor distancia el farol parece mas opaco. Ahora, reflexionemos qué variard si miramos e] farol con un pris- matico. Podemos figurarnos que la iluminacién de Ja imagen del farol extendido, al observarlo con el prismatico, no puede ser mayor que al observarlo a simple vista. En efecto, ol prismatico se construye de modo que, junto con el ojo de! observador él forma un sistema 6ptico inico, en el que todo el flujo Juminogo incidente en el objeti- vo pasa al ojo. Con ello, e) rea de la imagen en la retina del ojo aumenta tantas veces, como crece el flujo luminoso que incide en el ojo. Como resultado, despreciando las pérdidas de luz en el sistema Optico del prismatico, la iluminacién de Ja imagen en la retina queda invariable y el farol parecerd, en el mejor de los casos, tan brillante como al observarlo sin el prismatico. Otra cosa ser{ en absoluto si observames con el prismatico o un telescopio una estrella. Estas estan tan alejadas de nosotros que, a pesar de sus gigantescos tamaiios, las dimensiones angulares de casi todas las estrellas son muy pequefas. Por ello, la imagen de la estre- Ila en Ja retina del ojo, incluso al observarla por el mas grande de los telescopios, no se distingue de la imagen de una fuente luminosa de verdad puntual. Gon otras palabras, esta imagen es un circulo de difraccién, Su tamafio no depende de i se observa la estrella por un telescopio con el ocular elegido correctamente o bien a simple vista, directamente. Pero el flujo Inminoso de Ia estrella y, por consigu- iente, Ja iluminacién de su imagen al emplear e] telescopio es tan- 25641 386 IX. Optica tas veces mayor que a simple vista, cuantas veces es mayor el drea de! orificio de) objetivo que el area de Ja pupila. Por ello, en el teles- copio las estrellas uos parecen més brillantes, Con el telescopio se pueden ver estrellas muy débiles que, en general, son invisibles a simple vista. Ademias, con el telescopio es posible ver las estrellas incluso du- rante el dia. Esto se explica debido a que la estrella en el telescopio parece mas brillante, mientras que el fondo sigue siendo el mismo, ya que cualquier sector del cielo es, de por si, uma fuente de luz ex- tendida. & 10. La perspectiva en la fotografia. gCémo hay que observar una foto para obtener una impresién tridimensional (de relieve) correcta con perspectiva no distorsionada? & La presencia en la cAmara fotografica de determinada profun- didad de foco permite en una foto plana obtener una imagen elara de A a Le Fotografia Fig. 10.4. Obtencién de uma perspectiva correcta al observar una fotografia los objetos situados a distintas distancias del objetivo. Las image- nes planas de objetos tridimensionales extendidos siempre transmi- ten una perspectiva geométrica determinada, es decir, una bien de- finida relacion entre la dimensién y disposicién de los objetos situa- dos a distintas distancias de la camara fotografica. Al formarse la imagen plana en la placa fotografica, el objetivo realiza la proyeccién central de los objetos (fig. 10.10). El centro de semejante proyeccién 0 se encuentra en el punto medio del gbjeti- vo, ya que los rayos que pasan por él centro de !a lente no se desvian. Como resultado, la imagen del objeto A més alejado tendré en ia 40. La perspectiva en la fotografia 387 foto menor tamajiio que la imagen del objeto B de ese mismo lamaio, pero més cercano. Por regla, al fotografiar la placa se halla casi en el plano focal del objetivo. Para obtener una representacién tridimensional co- rrecta, al observar la foto, es preciso que las dimensiones angulares de las imagenes de objetos vistos por el ojo sean las mismas que al observar directamente dichos objetos. Si miramos la foto poniendo, exactamente, el ojo en el mismo punto donde se encontraba el objeti- vo, la mencionada condicién se cumpliré: como queda claro de la fig. 10.1b, veremos ios objetos en la imagen bajo los mismos angulos que durante su observacién directa desde el mismo punto donde se hallaba el objetivo de la camara al tomar la fotografia. Asi pues, debemos mirar la foto con un solo ojo situaéndolo a la distancia igual a la focal dol objetivo. Entonces la fotografia pro- ducira una impresién natural de relieve. Para distancias focales de 25 em y mayores ello se realiza con facilidad. En las cdmaras foto- graficas de pequefio formato, que son las mas difundidas, la distancia focal es mucho menor y, por regla, constituye unos 5 cm. En este caso, al mirar diapositivas debe emplearse una lupa (diascopio}, entonces aqui se conservara, asimismo, la distancia correcta entra el ojo y la imagen. Al observar fotos, ampliadas nm veces en ¢ompara- cién con el negativo, con el fin de conservar la perspectiva natural, Ja distancia entre el ojo y la foto debe ser x veces mayor que la distan- cia focal del objetivo. En caso de un gran auditorio, p. ej., en una sala de cine, esta condicién se verifica sélo para un pequeto numero de puestos. Cuando una foto se mira con un sole ojo, desde una distancia in- correcta, la foto ofrece la impresién tridimensional, pero con pers- pectiva distorsionada. Siendo la distancia demasiado cereana, la profundidad de la foto nos parecera disminuida, mientras que siendo demasiado grande, aumentada. Esta distorsién de la perspectiva se aclara en la fig. 10.2. En Jos tres casos, desde diferentes distancias, se observa una misma fotografia por eso la posicién de cualesquiera puntos de la imagen, p. ej., de los puntos A‘ y B’, que corresponden a los vértices de los faroles, es la misma. La fig. 10.2¢ corresponde a la posicién correcta del ojo y, por lo tanto, a la perspectiva no distor- sionada. Al mirar la foto de una distancia menor (fig. 10.2b) la dis- tancia entre los faroles nos parecerd disminuida. Al mirar de mayor distancia (fig. 10.2c) la figura parecera alargadaa la profundidad. La distorsién de la perspectiva longitudinal se advierte muy bien al llevar a cabo la observacién con ayuda de un anteojo o bien pris- matico, Aunque con el prismatico vemos Ja imagen volumétrica, en Ja profundidad todos los objetos y distancias nos parecen acortadas. El objetivo del anteojo crea en e) plano focal la imagen real, la que, @ continuacién, se observa con el ojo por el ocular. Con ello, el ocu- lar acta como una lupa que permite aproximar el ojo a la imagen 25 388 IX. Optica y, debido a esto, aumentar e] Angulo de visién. Como vemos en la fig. 10,26, el aumento de este anguio conduce a Ja disminucién apa- rente de la profundidad. Sélo podemos ver por e] anteojo la perspec- tiva no distorsionada cuando éste no varia el dngulo de visién. ® Me Me eo TET. “ Te i Fig. 10.2. Distorsién do la perspoctiva al set incorrecta la posicién de los ojos Paro esto corresponde a la ampliacién igual a la unidad. Si el ante- ojo proporciona ampliacién, la distorsién de la perspectiva es ine- vitable. Adin mayor impresién produce el experimento inverso. Si mira- mos con ayuda del prismatico o el anteojo, dirigiendo al objeto el ocular y no el objetivo, la extensién del objeto en profundidad nos pareceré aumentada de modo curioso. & 44. Posiciém del diafragma y la perspectiva. Por regla, en las ca- maras fotograficas el diafragma se ubica entre las lentes del objeti {Qué cambiar en las fotos si el diafragmase coloca a diferentes di: tancias en el intervalo entre el objetivo y la placa fotografica? Consideren el caso de la macrofotogralia, cuando las imagenes de los objetos se obtienen casi de tamafio natural. ‘A Ante todo, prestemos atencién a que para obtener la imagen de tamaiio natural la cdmara fotografica debe dar la posibilidad de hacer la distancia entre el objetivo y la placa fotogréfica igual a la distancia focal doble F. Entonces, poniendo los objetos ante la cé- 41. Posicién del distragma y la perspectiva 389 mara a distancias de un orden. de 2F, obtendremos 6n la placa 3u ima- gen nitida. Con esto, como vimos en el problema 8, la profundidad de foco seré tanto mayor cuanto menor sea el didmetro del agujero en el diafragma. Llegamos a esta conclusién al considerar que a la imagen del punto corresponde el lugar del maximo estrechamiento del haz luminoso, con la particularidad de que dicho estrechamiento queda determinado por los efectos de difraccién. Semejante representacién acerca de la formacién de las imagenes es univer- salmente admitida. Pero nosiempre las imagenes bien percibidas por nuestro ojo, son idénticas a las imagenes muy Fig. 214. ee de jc cenere nitidas. Recordemos, aunque solo sea, oscura que con frecuencia se percibe con per- fecta claridad un cuadro pintado por el pintor a grandes y rudas pin- celadas, Esto mismo también se refiere a la obtencién de imagenes en ciertos dispositivos épticos, p. ej., en la cAmara oscura (fig. 11.1). En ella la imagen de un punto luminoso es una mancha formada por un haz que, aunque estrecho, es divergente. Asi pues, la calidad de la imagen de una figura tridimensional en una foto plana se determi- na no sélo con Ja profundidad de foco, condicionada por los fenéme- nos de difraccién, sino también por la peculiaridad psicolégica de nuestra vista. Por ello, mas adelante vamos a considerar que, Con una diafragmacién suficientemente grande, se obtienen buenas imé- genes de objetos situados a diferentes distancias, incluso 6n el caso cuando la placa fotogréfica no coincide con la posicién de su imagen confeccionada segin las leyes de la geometria Optica (fig. 11.2a). Ahora, podemos comprender cémo influiré sobre el cardcter de las fotos obtenidas la posicién del diafragma con pequefio agujero, que separa los haces estrechos necesarios para formar imagenes ni- tidas. En el caso cuando el diafragma esta situado cerca del objetivo (p. @j., entre sus lentes), todos Jos haces estrechos de luz que forman la imagen plana se cortan en el objetivo (fig. 11-22). De resultas, la imagen de los objetos B cercanos al objetivo serd mas grande que la imagen de esos mismos objetos A, pero situados mas lejos. La foto- grafia ofrecerA una impresién tridimensional correcta con perspectiva no deformada, es decir, los objetos en la foto se verdn bajo los mis- mos angulos que durante la observacién directa desde el lugar donde se realiza la fotografia, Claro est, que esto ocurrird sélo cuando mi- ramos la foto de modo correcto, o 86a, Como se mostré en el problema anterior, con un ojo solo desde una distancia igual a la existente des- de el objetivo hasta la placa al tomar la fotografia. Supongamos ahora que el diafragma se encuentra cerca del foco del objetivo (fig. 14.2b). Por el foco sélo pasan aquellos rayos que antes del objetivo se desplazaban paralelamente al eje éptico prin- 390 TX, Optica cipal. Por esto, en la formacién de la imagen s6lo tomaran parte los haces estrechos, cortados por el diafragma, cuyos ejes antes del obje- tivo son paralelos al eje éptico principal, De la fig. £1.2b se despren- de que, en tal caso, las imagenes de los objetos iguales A y B*situa- Fig. 11.2. Ba la fotografia la perspectiva se determina por la posicién del diatrag- ma que limita los haces luminosos: a, perspectiva no deformada; 6, enla foto la perspectiva desaparece cuando el dinfragma se encuentra en el foca; c, perspecti~ ya invertida cuando el diafragma esta alejado de! objetivo a una distancia Mayor que la focal dos a distintas distancias, tendran las mismas dimensiones. En la foto desaparece la perspectiva y parece que todos los objetos se en- cuentran a igual distancia, Aun mAs extraordinario es el caso cuando el diafragma se coloca tras e] foco, mis cerca de la placa fotografica (fig. 11.2c). Ahora, como vemos con claridad en la figura, por el agujero en el diafragma sélo pasan aquellos rayos que antes de la lente podian considerarse como salientes de la imagen real de! agujero del diafragma, creado por el objetive. Observando en la figura los haces estrechos salientes de los objetos A y B, cortados por el diafragma, es posible cerciorar- se de que el tamafio de la imagen del objeto A alejado sera mayor que el de] objeto B cercano. La perspectiva en la foto estara invertida, es decir, jlos objetos mas alejados parecerd que estén mas cercal 42, Exposicién a) fotogcafiar aot Asi pues, la posicién del diafragma que limita los haces luminosos influye sobre la perspectiva de Ja imagen obtenida en la foto. A me- dida que el diafragma se desplaza, desde el objetivo hacia ta placa fotografica, la profundidad de la perspectiva decrece paulatinamen- te, desapareciendo por completo al coincidir el agujero del diafrag- ma con el foce. Seguidamente, Ja perspectiva aparece de nuevo, pero ya invertida. Para excluir equivocos, remarquemos que las deducciones hechas mas arriba, acerca del earacter del la perspectiva en la foto, s6lo son ciertas con la presencia de un diafragma con pequefio agujero. Si au- mentamos al didmetro del agujero, los haces se ensancharan y en el plano de la placa fotografica no obtendremos la imagen nitida de objetos ubicados a diferentes distancias. En lo que se refiere a las imagenes de objetos, construidas segiin las leyes de la éptica geomé- trica (es decir, como los puntos de interseccién de los correspondientes rayos), su posicién y dimensiones no dependen, como es légico, ni del didmetro del agujero en el diafragma, ni de su disposicion. De la fig. 11.2c se desprende que gracias al diafragma en la for- macién de la imagen de cualquier punto del objeto, sélo participa una pequefia parte de la superficie de la lente. Con el fin de que en la placa fotografica se ohtengan las imagenes de los puntos extremos del objeto, es preciso que los haces luminasos que a ellos corresponden pa- sen por la lente. En la figura vemos que, para ello, el tamaiio de la Jente ha de ser mayor que el del objeto. & 12, Exposicién al fotografiar. Para obtener reproducciones de un gran lienzo, primero éste se fotografia por entero, es decir, su plano general y, a continuacién, en las mismas condiciones y con la misma cAmara sa fotografian detalles por separado de tamafio natural. 4Cémo hay que cambiar la exposicién al variar la escala? A Al fotografiar, para la reproduccién correcta de los samitonos, cada género de pelicula fotografica requiere una determinada exposi- cién. Con otras palabras, en cada cuadro (fotograma) de la pelicula debe incidir, por término medio, una misma eantidad de energia !n- minosa. Por esto, el producto de la iluminaqién de la imagen en la pelicula por el tiempo de exposicién debe quedar invariable. Partiendo de esta condicién, es facil hallar como hay que cambiar la exposicién al variar la escala. Elijamos cierto elemento AS det lienzo que fotografiamos, tan pequefio que al hallar el flujo luminoso A® que de é! sale, dicho elemento se puede considerar como una fuen- te puntual de luz. Entonces, el flujo de energia luminosa de semejan- te elemento incidente sobre el agujero del objetivo de la camara, abier- to por el difragma, es proporcional al area del elemento AS y el 4n- gulo sélido Q, por el cual se propaga (fig. 12.1). El angule sélido Q se mide con la relacién entre el area del agujero en el objetivo a y el cuadrado de la distancia desde el objetivo hasta el lienzo que foto- 802 IX, Optica grafiamos ¢. Por esto, Ad ~ QAS = AS. (4) Determinada parte de este flujo luminoso incide sobre el area AS’ de la pelicula fotografica, ocupada por la imagen del elemento del lienzo AS. La parle restante (por regla, pequefia) de este flujo se As! l Fig. 12,1, B1 flujo lominoso del elemento AS que incide sobre ol drea AS’ so propaga por ol angulo sélide 2 = o/d® Fig. 12.2, La razén de Jas éreas AS y AS” es igual al cuadrado de les distan- cias d yf pierde debido a la reflexién y absorcién de la luz en los vidrios del objetivo, Como la iluminacién £ de Ja imagen es igual a la razon entre e] flujo luminoso y el drea sobre la que él incide, resulta que Ad a AS Bm a ~ a as @) La razén entre el area del objeto AS y el area de su imagen AS’ es igual al cuadcade de la razén entre Ja distancia d desde el objeto hasta e) objetivo de la camara fotografica y la distancia f desde el objetivo hasta la imagen (fig. 12.2): AS/AS' = aft. 3) Poniendo esta relacién en (2) nos cercioramos de que la iluminacién de la imagen en Ja pelicula es proporcional al area del agujero del objetivo o e inversamente proporcional al cuadrade de la distancia desde e] objetivo hasta Ja pelicula fotografica: E~ olf. (4) 43, Interferencia de la luz de une fuente extondida 393 Al fotografiar el plano general del lienzo Ia distancia f es, préctica- mente, igual a la distancia focal del objetivo F, Cuando fotografia- amos los detalles del lienzo de tamafio natural, la pelicula debe hallar- sea la distancia focal doble del objetivo: f == 2/. De resultas, como se deduce de (4), la iluminacién de la imagen en la pelicula disminui- pd cuatro veces si, claro esta, al pasar a fotografiar los detalles la ilu- minacién de) lienzo y el area del agujero del diafragma del objetivo o quedan invariables. Esto significa que debemos aumentar la expo- sicién cuatro veces. Si queremos que la exposicién sea la misma, es obvio que es preciso aumentar cuatro veces el drea del agujero 9, eg decir, aumentar el doble la abertura relativa del objetivo. A 13. Interferencia de la luz procedente de una fuente extendida. Una placa de vidrio de caras planas y paralelas de grosor dy con indice de refraccién n se ilumina con la luz monocromatica de longitud de onda 4, mediante una fnente ex- tendida. Detras de la placa se en- fz) A cuentra una lente con distancia 7) focal F (fig. 13.1). ¢Qué forma wana} hb -== % tendra la figura de interferencia que se observard en la pantalla si colocamos a ésta en el plano focal de la lente? Fig, 13.4. Esqyoma para observar la in- A Dividamos mentalmentela terferencia de Ja luz de una fuente lu- fuente extendida de luz en peque- minosa extendida jios elementos aislados, cada uno de los cuales puede considerarse como una fuente puntual. Todas estas fuentes emiten luz de una misma longitud de onda A, pero indepen- dientemente unas de otras. Por esto, ellas no son coherentes entre si, Fig. 13.2, La interferencia de Ja luz en el punto A esta condicionada por el rayo que sale de la fuente puntual $ bajo cl angulo 6 Cada fuente elemental de luz S irradia una onda esférica, es de- cir, emite rayos de luz en todas direcciones (fig. 13.2). Después de pasar por la placa y Ja dente estos rayos inciden sobre diversos pun- 394 IX. Optica tos de la pantalla. Consideremos uno de tales rayes que constituye el Angulo @ con el eje éptico principal de ta lente, Como resultado de multiples reflexiones en ias caras de Ja placa este rayo se divide, co- mo sé muestra en la fig. {3.2, en una secuencia de rayos paralelos entre si, Las amplitudes de las ondas, correspondientes a estos rayos, decrecen con rapidez. Todos los rayos mencionados, después de pasar por la lente, se concentran en un mismo punto A del plano focal. Este punto 4 se encuentra a Ja distan- cia x del foco principal de la lente 0 que, como se ve facilmente en Ia fig. 13.2, se da con la expresién r= Fig®. (i) Como todos estos rayos surgieron de un mismo rayo, ellos son coherentes entre Fig. 13.3. Para el edloula dela 81 Y, al Iegar al punto A, interfieren. diferencia de marcha de los En funcién de la diferencia de marcha rayos interferentes entre log rayos, en el punto A se obser- vara bien amplificacién, o bien la de- bilitacion de la iluminacién. Como las condiciones de amplificacién o debilitacién de las oscilaciones son iguales para todos los pares de rayos vecinos, con el fin de determinar la posicién de los ma4ximos y minimes de Ja figura de interferencia es suficiente considerar dos rayos vecinos. Con ayuda de la fig. 13.3 es facil cerciorarse de que la diferencia de marcha puede ser calculada del modo siguiente: A= (BC+CD) n— BE = 24 — 2d ig G,s0n 8. (2) Empleando la Jey de refraccién de la luz en el limite aire—vidrio sen @ = nsen %, @) expresamos Ja diferencia de marcha A en la formula (2) con el Angu- lo 4: 4 08, A= 2nd ( —tg9,sen 8,) = 2nd cos 0. (4) De la expresion (4) se desprende que para Ja placa de caras planas y paralelas la diferencia de marcha A depende sélo del angulo 6,, 0 bien, on virtud de la relacién((3), s6lo del Angulo 8, formado por el rayo con el eje Optico principal. Remarquemos, que esta diferencia de marcha no depende de la posicién de la fuente puntual S. En aquellos puntos de la pantalla, donde la diferencia de marcha Aes igual a un ndmero entero de longitudes de onda, se observara el maximo de ihiminacién, mientras que donde a un nimero semientero, el minimo. Como A sélo depende del Angulo 6, estos m&ximos y mi- 13. Interferencia de le luz de una fuente extendida 395 nimos se situardn en circunferencias concéntricas, cuyo centro yace en el punto 0. {Qué se observard en Ja pantalla en el plano focal de la lente de la luz que llega de una de tas {uentes elementales S? En ausencia de la placa de vidrio todos los rayos de § que pasan por la Jente, en co- rrespondencia con las leyes de la éptica geométrica, crean la imagen Fig. 13.4. Em ausencia de Ja placa plana y ela la fuente puntual S propor- clona una mancha clara en el plano focal de la lente de la fuente S en algén punto S’ (fig. 13.4). En la pantalla, en el plano focal de la lente, habra, con ello, una mancha iluminada cuyo tamafio esta limitado por los rayos extremos que pasan por la lente. En presencia de la placa esta mancha estara cortada por bandas cla- ras y oscuras de interferencia las que, como ya hemos aclarado, son Fig. 13.5. Bn presencia de la placa Fig, 13.6. Superposiciém de las fi- plana y paralela la mancha clara en guras de interferencia de dos fuen- la pantalla esta cortada por bandas tes puntuales de interferenciu cireuferencias con centro en @ (fig. 13.5). Los radios de los anillos claros, correspondientes a la condicién A = kA, se caloulan con faci- lidad mediante las formulas (4) y (1). Estos radios no dependen de la posicién de la fuente elemental puntiforme 5- ‘Ahora, es facil aclarar qué aspecto tendré la figura completa de interferencia, creada pot toda Ja fuente extendida S. Ella se obtie- ne de regultas de Ia superposicion de las figuras de interferencia de las 396 IX, Optica fuentes elementales aisladas. Las manchas de fuentes aisladas se si- tian en diferentes lugares de Ja pantalla, sobreponiéndose, parcial- mente, unas sobre otras (fig. 13.6). Es de importancia que, como ya se ha mostrado, los anillos de interferencia en dichas manchas tienen el centro comun 0 e iguales radios, Por ello, durante la superposicién se forma un sistema comtin de anillos de interferencia. Como resulta- do, la figura total de interferencia es un conjunto de circunferencias claras y oscuras que se alternan, cuyo centro se encuentra en el eje éptico principal de la lente. De la solucién aducida esté claro que las figuras de interferencia en el plano focal de la lente, provocadas por una fuente monocromé- tica de luz extendida y por la fuente puntual S,, situada en el eje dptico principal (fig. 13.2), en principio, no se diferencian entre si. La diferencia sdlo consiste en que la fuente extendida proporciona més luz que el elemento aislado S$, y que su figura de interferencia ocupa mayor area en la pantalla. En conclusién, sefialemos que una figura andloga de interferen- cia se puede observar, asimismo, en la luz reflejada de la placa de ca- ras planas y paralelas. & X. FISICA RELATIVISTA Y CUANTICA La mecdnica de Ia teoria de la rolatividad describe el movimiento de los ‘cuerpos en aquellos casos cuando su velocidad es comparable con ta de la luz. En la mecdnica relativista la masa depende de la velocidad: iy oar: «) Aqui, mg es 1a masa en reposo, es decir, 1a masa en of sistema «te referencia donde el cuerpo esté inmévil. Precisamente esta magnitud se entionde por masa eu la mecénica no relativista. El impulso (eantidad de movimiento) p de una particula esté ligado con su velocidad o mediante la relacién m Vi-ve © p=mos Una de las ms adimirables conclusiones de la teoria de la relatidad es la Me ae Ja oquivalencia de la masa y la energia, expresada con la famosa formula le Einstein Tage? Vea ® De acuerdo con esta ley, cUalquior variacién de Ia onergia del sistema so acom- patia de la variacién proporcional de Ig masa. P. ej., una particula acelerada tiene mayor masa que [a inmévil, un cuerpo caliente, mayor masa que el frio, un thuelle comprimido, mayor masa que el no comprimide. De la formula (3) se desprende que en la mecénica relativista el cuerpo en reposo posea la energia Eq = moe?, llamada onergis en reposo. De las expresiones (2) y (3} se desprende la formula que liga entre si la enetgia y el itpulso del sistema relativista: Bt pict = mies. (4) Prestemos atencién a que en el do miembro de (4) se encuentra wna magni- tud que no depende de la eleccidn del sistema de referencia. Por ello, aunque eada uno de los sumandos en el primer miembro tiene diverso valor en distin tos sistemas inerciales de referencia, todo el primer miembro no depende de Ja eleceién del sistema de referencia, es decir, es un invariante relativista, Para las portioulas ultrarrelativistas, es decir, para aquellas en las que la onergia E es ucho mayor que la energia en reposo m,c?, la relacién {4) se puede anotar apro- ximadamente en la forma FE = pe. Si al describir Jos fendmenoa relativistas en Jas feyes de fisica aparece la constante universal c = 2,998-10! cm/s*), que és la velocidad méxima de B=me= =) En este eapitulo se emplea el sistema de unidades CGSE. 398 X. Fisica relativista y cudntica propagacién de jas interacciones, es decir, la velocidad de la luz en el yacio, al describir los fendmenos del micromundo aparece otra constante fundamental A, la Mamada constante de Planck. Su valor es igual a 6,62-4027 erg-s. Las sropledades corpuseulares de la Iuz, observadas en los experimentos, conducen a la representacién de que la radiacién electromagnética se puede considerar como un flujo de fotones. De acuerdo con 1a teoria cudntica, la energia del fot6n es proporcional a Ja frecuencia de la correspondiente radiacién y se da con Ja formula de Planck E= ty. (5) Como en estado de reposo el fotén no existe, su masa en reposo m, os nula, en tanto que el impulse, en virtud de las relaciones (4) y (5), s¢ expresa con la formula p= Avie. () Las rolacioney de indeterminacién de Heisenberg, loy fundamental de fisica del micromundo, relacionan entre si la incertidumbre en los valores de cierta coordenada x de la particula y la correspondiento proyeccién del impulso p, en am mismo momento de tiompo: da Dg he (7) La imposibijidad de adjudicar, simulténeamente, a wha microparticula los valores exactos de la coordenada y de Ja correspondiente proyeccién del impulso estd ligada con la manifestacién de la doble naturaleza corpuscular-ondulato- ria de los microobjetos. Las ropiedades ondulatorias de éstos se caracterizan por ia Hamada longitud de onda de De Broigle 4 que es inversamente proporcio- nal al impuiso de Ja particula: A= hip. (8) El dualisme corpuscular-ondulatorio consiste en que cualquier partfeula: fotén, electrén, protén, atomo, etc., posee la posibilidad potencial de manifestar tanto propledades corpusculares, como ondulatorias, mas en fenémeno alguna jamés se manifiestin de modo simulténeo, 4. Principio de relatividad, Una bolita de masa m suspendida de un hilo de largura / esté inmévil en el campo homogéneo de gravedad de intensidad g. En cierto momento de tiempo el punto de suspen- sién comienza a moverse en sentido horizontal a velocidad congtante v (fig. 1.1). @Cémo se moverd la bolita en tal caso? & El planteamiento cde este problema es muy sencillo, pero, a primera vista, no se comprende en absoluto como abordarlo. Por un lado, es obvio que e! movimiento de este sistoma mecanico se supedita a las leyes de la mecanica clasica de Newton. Por otro, no esta claro como dichas leyes pueden aplicarse aqui. ‘Como sugerencia hacia el hallazgo de las vias para resolver este problema, puede servir la circunstancia de que ella se ha introduci- do en el capitulo «Fisica relativista y cudnticay. El hecho de que la fisica cudntica nada tiene que ver con el problema no provoca dudas, Por eso nos queda por aclarar qué relacién puede tener éste con la teo- tia de la relatividad, aunque en el problema se considera un movi- miento a velocidades que, a ciencia cierta, son no relativistas. Resul- ta que el problema tampoco esté relacionado con la teorfa de la re- latividad. Pero e] principio de relatividad, yacente en la base de 1, Principio de relatividad 399 dicha teorfa y, dicho sea, en su forma clasica, enunciada por el pro- pio Galileo, tiene relacién directa con este problema. Su aplicacién permite de inmediato reducir este problema a otra bien conocido. De acuerdo con e] principio de relatividad de Galileo, las leyes que describen los fenémenos mecdnicos son iguales en todos los siste- mas inerciales de referencia. Para resolver este problema es idéneo pasar al sistema de referencia en el que el punto de suspensién esté inmévil. Como en el sistema inicial de referencia (del laboratorfo) uv od ttt \ x g gy ou \ * if oo mt Fig. 1.4. En cierto momento el Fig. 1.2, En ol sistoma de referencia Junto de suspension se pone en donde el punto do suspension esta movimiento a velocidad constante » immédvil, en ol momento inicial la bolita tiene Ja velactdad —v el punto de suspensién se mueve a velocidad constante v, el nuevo sistema de referencia también es inercial, No obstante, en este siste- ma el movimiento de la bolita con el hilo es ya de forma bastante sen- cilla: el punto de suspensién del hilo esta siempre inmoévil, mientras que a la propia bolita se le comunica én el momento inicial de tiempo la velocidad 9—v, dirigida por la horizontal a la derecha (fig. 1.2). Es obvio, asimismo, que en el nuevo sistema de referencia sobre la bola también actia el campo de gravedad de intensidad g. En el sistema de referencia, ligado con el punto de suspensidn, el posterior movimiento de la bolita transcurrira de modo diferente en funcién de su velocidad inicial, Siendo pequeiia la velocidad ini- cial, el sistema se comportard como un péndulo simple que realiza pequeiias oscilaciones, casi arménicas, cerca de la posicién de equi- librio vertical: © (2) = Gp sen wt. (1) La frecuencia w es igual a Ja frecuencia de las oscilaciones naturales del péndulo simple de longitud J: @? = g/l, La eleccién de la fase inicial de las oscilaciones en la ecuacién (1) corresponds a que, para t = 0, el péndulo se encuentra en posicién vertical y p = 0, La am- plitud de Jas oscilaciones @, se halla también de las condiciones inicia- Jes. Como de acuerdo con Ja férmula (1) la velocidad angular del pén- 400 X. Fisica relativista y cudntica dulo g, es igual a @ (£) = OP_ cos wi, (2) la velocidad lineal de la bola para t = 0 es igual a aol. Igualandola a la velocidad inicial v, hallames la amplitud angular @,? Qo=vol. @) Semejante movimiento oscilatorio arménice del péndulo sélo se pro- duce siendo pequefia la amplitud @_< 1, es decir, como se desprende de la formula (3), cuando veoi=Vel. Si la velocidad inicial v no es muy pe- quefia, 63 decir, no satisface la desigualdad aducida, las oscilaciones del péndulo se pro- { duciran con mayor amplitud y ya noserén arménicas. Pero la amplitud de las oscilacio- 1 nes no puede sobrepasar el valor @y=1/2, i lo que es evidente. Con semojante amplitud, t en las posiciones extremas, la bolita ascen- A ae derg hasta el nivel del punto de suspensién, om Como es facil cerciorarse, aplicando la ley Fig. 4.3. Para hullar el de la conservacién de la energia,a esto ¢o- punto donde la tension rresponde_el valor de la velocidad inicial del hilo 7 scamula = yy _. Bgl. En tanto que si la velocidad ini- cial es mayor que este valor, la bolita ascen- doré mds arriba del punto de suspension, pero, sin embargo, ella se moverd por una circunterencia sélo hasta que la fuerza de tensién del hilo se anule. A partir de este punto, el hilo flexible no influye sobre el movimiento de la bolita y ella se mueve libremente en e] campo de gravedad por una paribola hasta que el hilose extienda de nuevo a toda su longitud. La posicién angular del punto 9,, en el que la fuerza de tension del hilo se anula, resulta facil de hallar con ayuda de la ley de la conservacién de la energfa y la proyeccién de la ecuacién de la se- gunda ley de Newton sobre la direccién del hilo, suponiendo que en ella Ja fuerza de tensién del hilo 7’ es igual a cero. De la fig. 1.3 se desprende que dichas ecuaciones se escriben de Ja siguiente forma: 0 = mgl (Lone g)) +, (4) magcos (1 — @,) = mvi/l. (5) Poniendo v? de la ecuacién (5) en Ia (4), hallamos eos =F (2-5). (6) 2. Excitacién del atomo durante el choque 404 Como la bolita asciende a mayor altura que el punto de suspensién sdlo cuando v* > 2gl, el valor de cos g,, dado con la formula (6), es negativo. De la formula (6) se deduce que cuanto mayor es la ve- locidad inicial de la bolita v, tanto mas préximo a x es el Angulo g,. Por dltimo, si v® == Sgl, cos g, = —1 y la fwerza de tension del hilo se anula, cuando la bolita, al moverse por la circunferencia, resulta estar exactamente sobre e] puate de suspension. Es obvio, que con semejante valor de la velocidad inicial y adn mas con valores mayores que ésta, la bolita realizard revoluciones completas por la circunfe- rencia, tensando continvamente el hilo. El movimiento de la bola en el sistema inicial de referencia (del laboratorio), donde su punto de suspensién se pone en movimiento uniforme a velocidad v, se obtiene de resultas de la composicién del movimiento descrito mas arriba en e] sistemu auxiliar de referencia y del movimiento uniforme a velocidad v. El ejemplo que hemos estudiado muestra con evidencia lo si- guiente: a pesar de que las leyes de movimiento son iguales en todos los sistemas inerciales de referencia, al resolver un problema concreto, uno de ellos puede ser mucho mas cémodo que los restantes. A 2. Excitacién del dtomo durante el choque. La cuergia minima de excitacién del 4tomo de hielo es igual a 21,12 eV. {Es posible la excitacidn de un dtomo inmdvil de helio al chocar con un protén que posea la energia de 24 eV y con un electrén con esa energia? A Si la energia de la particula que irrumpe es insuficiente para la excitacién del 4tomo, su choque con éste es perfectamente elastico, ya que el estado interno del tomo no puede variar. Al excitar o fo- nizar un 4tomo como resultado del choque con una particula en mo- vimiento asu encuentro, el choque ya resulta no elastico, ya que par- te de Ia energia cinética se transforma en la energia interna de exci- tacién del dtomo o se consume para realizar el trabajo de ionizacién, eg decir, para separar e) electron del 4tomo. Debido a la Jey de la con- servacién del impulso toda la energia cinética de la pacticula inci- dente no puede dirigirse a la excitacién o ionizacién del Atomo. 2Gu4l es Ja parte maxima de la energia cinética inicial que puede ser utilizada para la oxcitacién del Atomo? Es facil responder a esta pregunta si hacemos uso de las leyes de la conservacidn de la energia y el impulso para el proceso del choque de una particula en moyi- miento con un 4tomo no excitado. La energia de excitacién W es la variacién de la energia interna del jtomo al pasar del estado funda- mental al de excitacién. La energia de la particula que irrumpe es su energia cinética mv*/2, donde v es la velocidad de la particula antes del choque, Podria parecer a primera vista que para excitar un atomo él caso més ventajoso es aquel, en que como resultado de Ja colisién la par- ticula incidente se para, transmitiendo al Atomo toda la energia. No ify 26-644 402 X. Fisica relativista y cudntica obstante, en realidad resulta que en tal caso, después del choque, la energia cinéti¢a del sistema no sera la minima. A la energfa interna de} atomo pasa la mayor parte de la energia cinética de la particula si, después de Ia colisién, el tomo y la particula que irrumpe se mue- ven a igual velocidad, a pesar de que esta iltima conserva cierta par- te de su energia cinética. Para cercioratse de esto, con la mayor facilidad, consideremes el proceso de la excitacién del atomo en el sistema de referencia en que esté inmévil el centro de masas del 4lomo y de Ia particula incidente. Tal sistema de referencia también es inercial. De acuerdo con el principio de relatividad, las leyes que describen cualesquiera fend- menos fisicos son iguales en todos los sistemas inerciales de referen- cia. Por ello, en el sistema introducido, lo mismo que en el inicial, también se verifican Jas leyes de la conservacién de la energia y el impulso. £1 impulso total en este sistema de referencia es igual a ce- ro, por lo que después del chogque pueden detenerse ambos cuerpos, es decir, el Atomo y la particula. Si en realidad se paran ambos cuer- pos, a la energia interna del 4tomo pasara toda la energfa cinética inicial. Pero el 4tomo y Ja particula, inméviles en el sistema del centro de masas, tienen igual velocidad en el sistema de referencia inicial del Jaboratorio. Esto significa, que el incremento de la ener- gia interna del dtomo sera el maximo cuando, después del choque, tanto el dtomo como la partfcula incidente tienen la misma veloci- dad. Semejante colisién recibe el nombre de choque perfectamente inelastico, aunque, después del choque, las particulas no se unen en un cuerpo unico, sino que se mueven independientemente. Escribamos las leyes de la conservacién de la energia y el impul- 80, Considerando este caso coma ef mas favorable para la excitacién dei atomo. Designemos Ja masa del atomo con M y la velocidad de éste y de Ja particula después del choque, con V. Entonces mo =(M+m)V, (1) ANON boy, Q Empleamos aqui las formulas no relativistas, ya que para las energias que nos interesan de un orden de 20 eV, el electrén y no digamos ya el protén, se mueven a velocidad mucho menor que la de Ja luz. Para la energia prefijada de excitacién W las ecuaciones (1) y (2) determinan la velocidad minima de la particula incidente v y, por lo tanta, la energia minima mv*/2 con la que es posible la excita- ciéa del 4tomo. Expresando V de (1) y poniéndola en (2), hallamos mr = (142) Ww. (3) 3. Transformacioncs de les electrones y fotones 403 De esta relacién se desprende que cuanto mis ligera sea la parti- cula incidente, menor sera su energia que resulta suficiente para ex- citar el atomo. P. ej., al excitar un atomo con un electron que irrum- pe (m< M), practicamente, es suficiente que su energia sea igual a la de oxcitacién W. Pero si el 4tomo de helio se excita con un protén que con 61 choca (m = M/4), como se deduce de la formula (3), ta energia cinética del proton deberd ser 1,25 veces mayor que la de excitaciOn. Por esto, un electron con energia 24 eV puede excitar un ftomo de helio (ipero también dispersarse eldsticamente, pues las leyes de la conservacién y del impulso toleran, asimismo, semejante procesol), mientras que un protén con semejante energia, sin falta, se dispersara elasticamente. El ejemplo considerado permite comprender por qué, durante el surgimiento de una descarga de gas auténoma, los electrones desem- pefian el papel predominante en la ionizacién por choques y no los jones pesados, aunque éstos se aceleran por el campo eléctrico. A 3. Transformaciones mutuas de los electrones y fotones. ¢Es po- sible la radiacién y absorcién de la Juz por un electron libre? gPuede e] fotén libre, con suficiente energia, transformarse en un par elec- tron-positrén? A. ¢Puede emitir luz un electron libre? A primera vista parece que la emisién de un fotén por un electrén en movimiento libre no contradice las Jeyes de la conservacién de la energia y el impulso. En efecto, al parecer nada impide al electron, en movimiento a cierta yolocidad v, reducir su velocidad, transmitiendo al fotén emitido parte de su impulso y energia cinética. No obstante, al escribir las leyes de la conservacién de la energia y el impulso, veremos que, si- multaneamente, es imposible satisfacer estas leyes. Con el fin de cer- ciorarse de esto, lo més sencillo es hacer uso de la equivalencia de diversos sistemas inerciales de referencia: en todos ellos Las leyes fi- sicas son las mismas, Por esta razén, es suficionte demostrar la impo- sibilidad de emisién de un fotén por un electréu libre en aunque sdlo sea uno de los sistemas inerciales de referencia. Consideremos el sistema de referencia en el que el electron esta in- movil. La energi del electrén en dicho sistema antes de irradiar el fotén By = mg (4) Después de emitir el fotén, on virtud de la ley de Ja conservacién del impulso, el electrén adquiere cierta velocidad v y la energia del siste- ma electrén més fotén sc proporciona con la expsesidn bes mec E “ae +hy, (2) donde hy eg la energia del fotén emitido. Comparando las formulas (4) y (2) vemos que satisfacer la ley de la conservacion de la energia es imposible, ya que E siempre es mayor que Ey. 266 404 X, Fisica relativista_y cudntica Reflexionando sobre los razonamientos aducidos, es facil com- prender que cl electron libre no sélo no puede irradiar, sino que tampoco absorber la luz. Para cerviorarse de esto, es suficiente anali- azar, simplemente, las formulas aducidas en orden inverso: la relacién (2) proporciona la energia del sistema electron mas fotén antes de la absorcién en el sistema de referencia, donde el impulso sumario del electrén y el fotén es igual a cero, mientras que la relacién (1), la energia después de la absorcién del foton. Es evidente, los razonamientos aducidos sélo son justos para las particulas elementales y no son aplicables para objetos complicados, constituides por varias particulas elementales, p. ej., para los Ato- mos y moléculas, iLos 4tomos o las moléculas en movimienta libre pueden irradiar y absorber! El electrdn puede emitir o absorber fotenes sélo cuando él se mue- ve con aceleracién, p-ej., cuando vuela cerca del nicleo y entra en interaccién con su campo eléctrice. Ante Lodo sefialomos que Ja transformacién del fotén (cuanto ga- mma) en el par electrén-positrén sélo es posible en presencia de cierta particula, Sin ella, este proceso es imposible en virtud de la ley de la conservacién del impulso. En efecto, supongamos que el hecho se ha consumado, 0 sea, se ha formado un par electrén-positrén, Siempre existe tal sistema de referencia, en 61 que el centro de masas del electrén y el positrén csta inmévil, es decir, el impulso total det par formado es nulo. Entonces, en este sistema de referencia también ha de ser igual a cero el impulso del fotén que generé dicho par. Pero esto og imposible, ya que no existe tal sistema de referencia en el que el fotén esté en roposo. Por ello, el fotén puede transformarse en un par electrén-positrén sélo en presencia de una particula que «tome sobre six su impulso. Es facil comprender que la energia del fotén, necesaria para el «nacimiento» del par, sera tanto menor cuanto mayor sea la masa M de la particula que se Leva el impulso del fotén. Ein efecto, mientras dicha particula soa mayor, menor energia cinética adquirird en dicho caso. Si my/M <4, la mencionada energia se puede despreciar, Si el electrén y positron formados estan en reposo, su energia serd [a mi- nima de todas las posibles o igual a la energia en reposo del sistema 2m,e?. Por esto, la energia minima del fotén, con la gue es posible la creaciéu del par, se determina con la relacién hy = 2m,ct. (3) Esta energia recibe el nombre de energia de umbral. Poniendo aqui el valor de la masa en reposo del electrén m, = 0,91-10-* g y la velo- cidad de lo Juz ¢ = 2,998-40" cm/s, hallamos gue la energia de um- bral de formaciéu del par electrén-positron constituye 163-10-6 erg = = 1,02-410% eV. La longitud de onda del cuanto gamma con seme- jante energia es igual a A = cfy = he/(2 mae) = 1,2-107° em = 3. Transformaciones de los electrones y fotones 405 = 0,012 A. Con semejantes fotones se tropieza en la radiacién césmi- ca y surgen durante el frenado de las particulas cargadas rapidas en Ja sustancia, aceleradas en potentes aceleradores. Ahora, es posible hallar Ja energia que debe poseer el fotén para que pueda aparecer el par electrén-positrén en la proximidad del electrén en reposo. Razonemos de! modo siguiente, Pasemos al siste~ ma de referencia en el que el centro de magas de las tres particulas, es decir, el electrén inicial y el par electrén-positrén formado, estd en reposo, Claro esta, las propias particulas pueden estar en movimiento. En este sistema de referencia la energia total sera la minima si las tres particulas estan en reposo. Semejante caso, precisamente, ¢o- rresponde a la energia minima del fotén, necesaria para la creacién del par en las cercanias de] electrén. En tal caso, despreciamos la energia de la interaccién coulombiana de los electrones y el positron que por el orden de magnitud constituye varios electronvoltios. Retornando ahora al sistema de teferencia del laboratorio, vemos que, después de la aparicién del par, las tres particulas deben mover- se a igual velocidad. Como la masa de dichas particulas es igual, tam- bién lo serén sus impulsos. En virtud de la ley de la conservacién del impulso esto significa que el impulso total, poseido por el fotén y el electrén antes de la creacién del par, se dividira en partes igua- Jes entre las tres parliculas, Si hasta el nacimiento del par el electrén, en el sistema de referencia del laboratorio, estaba en reposo, después de la aparicién del par el impulso p de cada particula es igual a un tercio del impulso del fotén hv/e: p = hvi3e. rea) Empleando Ja férmula relativista, que expresa la energia de la particula por medio de su impulso, nos cercioramos de que la energia de las tres particulas es la misma e igual a E=v pet timict = V (vip nites. 5) Ahora, sélo nes queda hacer uso de la ley de la conservacién de la energia, Antes de la aparicién del par, la energia en 6] sistema de re- ferencia de] laboratorio era la de] fotén hy y Ja energia en reposo del electrén myc*. Después de la creacién del par, Ia energia ser4 igual al valor triple de la energia de cada una de las particulas. Por ello, hy} mget= 3 V (evs) mies. (6) Elevando al cuadrado ambas partes de esta igualdad y reduciendo los términos semejantes, hallamos el valor fy de la energia de umbral de ereacién del par cerca del electrén en reposo: hy = Amgct. «) Prestemos atencién a que esta energia supera dos veces el valor 406 X. Fisica relativista_y cudntica de la energia de wnbral del fotén para la generacién del par electrén- positron en la proximidad de wna particula pesada, p. ej., cerca del nucleo de un elemento pesado. Esto quiere decir gue sdélo la mitad de la energia de] fotén se transforma, en la energia en reposo de las particulas creadas. La otra mitad se convierte en cinética, & 4, Efecto Doppler. Con seguridad, el lector habra notado como varia el tono del sonido del silbato de la locomotora cuando el tren pa- sa junto a nosotros. E] alto tono del silbato del tren que se aproxima se vuelve notoriamentle mas bajo en cuanto la fuente del sonido pasa sin detenerse y comienza a alejarse. Semejante variacién de la fre- cuencia de la sefial percibida durante e! movimiento de la fuente de sonido (o receptor) leva el nombre de fendmeno de Doppler. En opti- ca también tiene lugar este fenémeno: el dtome en movimiento emite juz de wna frecuencia diferente en comparacion con el inmévil. Resul- ta que este fenémeno, tipicamente ondulatorio, encuentra correcta explicacién desde cl punto de vista de las representaciones acerca de la luz como el conjunto de cuantos luminosos, es decir, fotones. Apo- yandonos en estas representaciones, muestren que con el movimiento lento de un dtomo que irradia la variacién relativa de la frecuencia de la luz emitida por él Av/v ge da con ja relacién AY” cosa, v ¢ donde 6 es el dngulo entre la direccién de movimiento del atomo y el sentido del foton emitido. A Como nada sabemos del mecanismo de emisién de la Ine por los &tomos, solo queda intentar la aplicacién de las leyes de la conser- vacién de la energia y el impulso al acto de emisién del fotén por el 4tomo en movimiento. El dtomo ¢fijado,» inmévil, emite un fotén con énergia Av al pasar el primero de un estado estacionario a otro. La diferencia de energia de estos estados estacionarios no depende de si el &tomo esta en reposo o en movimiento Cuando un {tomo en movimiento emite un fotén, ol impulse del primero varia, puesto que el fotén emitido posee cierto impulse. Por consiguiente, la energia cinética del dtomo también varia y Ja del % Pe Fig. 4.4. Antes do la emisién del impulso del étomo p es igual a la suma algebrai- ca del impulso p, después de Ja irradiacién y e) impulso del foton py fotén Av’, emitido por el atomo en movimiento, se diferencia de hy debido a la variacién de la energia cinética del atomo. 4, Efecto Doppler 40T Partiendo de la ley de la conservacién de la energia . _ pt Ay’ -W=-te (dy) donde p es el impulso del Atomo de masa m antes de la emisién del foton; p,, después de la emisidn. Los impulsos inicial y final del 4tomo se pueden ligar con el im- pulso del fotén emitido p; mediante la ley de la conservacién del im- pulso (fig. 4.1): P=Pit+ Be (2) Pasando p; en Ja igualdad (2) al primer miembro, elevando al cuadrado Ja igualdad obtenida y, tomando en consideracién que el impulso del fotén es en extremo pequeiio en comparacién con e! del dtomo emi- sor, obtenemos B® — 2pp;cos 8 = pi. 8) Con ayuda de (3) la ccuacién (1) se puede anotar en la forma hy’ —hv = 2 p, 6088. (4) 4Como escribir la expresion para el impulso del fotén p,? Como el impulso del campo electromagnético esta ligado con la energia del campo W mediante la relacién W = pe y la energia del fotén emi- tido es igual a hy’, el impulso de este fotén Pt = hv'le. (6) Poniendo (5) en (4) y tomando en consideracion que p/m es la velocidad de movimiento v del atomo que irradia, tenemos , oe vi—v=v' —cos 6, de donde v= wy (14+ Seo) (6) cos 8 ‘ con una precisién de hasta los términos del orden u/c. De esta f 6rmu- la se desprende [a relacién aducida en el planteamicnto ave = =z 008 8. Prestemos atencién a la siguiente circunstancia. Si cn la formula que determina el desplazamiento de frecuencia, hacemos v = 0, obtendremos Av = 0. {Quiere decir esto que la Juz irradiada por el 4tomo libre inmdvil tiene la misma frecuencia que la luz que emite cl tomo éfijado»? Incluso partiendo de razonamientos intuilivos es obvio que esto no puede suceder debido a los fenémenos de repercu- sidn: la ley de la conservacién det impulso requiere que como resul- tado de la emisién del fotér e) atomo libre se ponga en movimicnto. 408 X. Fisica relativista y cudntica En la formula aproximada, antes obtenida, no se tiene en cuenta el fenémeno de repercusién, ya que al deducirla, pasando de (2) a (3), hemos despreciado el impulse del fotén considerandolo pequefio en comparacion con el impulse del étomo emisor. Por ello, en Ja for- muta definitiva no se puede hacer v = 0, ya que la solucién aducida sélo es cierta al verificarse la condicién hv/e< mv. Pero si conside- ramos la radiacién de la luz de un 4tomo inmévil, sera el fenémeno de repercusién el que determine la variacién de Ja frecuencia, El desplazamiento de la frecuencia, condicionado por e] fend- meno de la repercusién, es facil de hallar empleando las leyes de la conservacién dé la energia y el impulso. Escribamos las ecuaciones (1) y (2) para el caso p = 0: bv’ —bw=— 2, d=r-=. Poniendo el impuiso de la repercusién p, de la sogunda igualdad en la primera, hallamos & hy’? =e ) Asi pues, el desplazamiento relativo de la frecuencia, debido al fe- némero de repercusion, se determina con la raz6n entre la energia del fotén y la energia en repose del dtomo emisor, Para los cuantos gam- ma, emitidos por nicleos atémicos, semejante desplazamiento es con- siderable. En la banda éptica Av/v< 1 y la férmula (7) se puede ano- tar en la forma av AY vem P. ej., para las lineas de Ia serie de Balmer en el espectro del atomo de hidrégeno Aviv ~ 10-°. Claro esta, el fonémeno de repercusién tambiénse puede tomar en consideracién cuando la luz se emite por un 4tomo en movimiento. Para ello, al pasar de la formula (2) a Ja (3) hay que conservar el su- mando que contiene el cuadrado del impulso del fotén. La expresién definitiva para el desplazamiento relativo de la frecuencia contendra, ademas de (cic) cos 0, el término Ay'/(2me*) que es el fundamental cuando v = 0. Hasta ahora, hemos considerado el caso no relativista, cuando el Atomo que emite se encontraba en movimiento a velocidad v, mucho menor que la de la luz ¢. Es de interés aclarar cudl seré e] desplaza- miento de la frecuencia, condicionade por el efecto Doppler, si el emisor se mueve a gran velocidad comparable con la de la luz ¢. Esto se puede hacer si para la energia y el impulso del étomo emisor se emplean expresiones relativistas precisas. No obstante, es mas fa- cil considerar otro ejemplo, relacionado con la aniquilacién del par electrén-positrén, que va acompafiada de la emisién de des cuantos 4. Ufecto Doppler 409 gamma. El andlisis de este ejemplo permitira responder a la pregunta que nos interesa. Supongamos que antes de la aniquilacion Ia velocidad relativa del electrén y del positrén es pequefia, es decir, podemos considerar que ellos estan en reposo. Como, antes de la aniquilacion, el impulse de todo el sistema era igual a cero, él seguira siendo nulo, asimismo, después de la irradtacion. Esto quiere decir que los fotones surgidos durante la aniguilacién vuelan en sentidos opuestos y tienen impul - sos iguales en médulo kv/c y, por lo tanto, igual frecuencia v. Halla- mos de inmediato esta frecuencia, empleando la ley de la conservacién de la energia: igualando la energia del fotén a la energia en reposo del electrén y el positrén 2hy = 2mgc?, obtenemos v= mck. 8) Eu virtud de (8), Ja longitud de onda 4 = ¢/v, correspondiente a di- cha radiacién, es igual a h/mge y recibe el nombre de longitud de onda de Compton del electrén. Ahura, consideremos este mismo proceso de aniquilacién del electrén y positron desde el punto de vista de otro sistema de refe- rencia, con relacién al cual el par eleetron-positrén, antes de su ani- quilacién, estaba en movimiento a la velocidad v. Elijamos e] sentido de la velocidad v de forma que ella coincida con Ja direccién de pro- pagacién de uno de los fotones emitidos. Designemos con v, la fre- cuencia del fotén emitido hacia cadelante» y con vq, la del omitido hacia satris». Entonces, en este sistema de referencia la ley de la conservacién de! impulse en la proyeccién sobre la direccién del mo- vimiento del par que se aniquila adquiere la forma iy he My fv, age . @) e ¢ Vive Durante la aniquilacidn Ja energia relativista total del par se trans- forma en la energia de radiacién. Por ello, la ley de Ja conservacién de la energia se escribe en la forma 2m,c* ds, (10) Del sistema de ecuaciones (9) y (10) es fAcil hallar Jas freeuencias ¥, ¥ Vo. Multiplicando ambos miembros de (9) por ¢ y sumdndola con fa ecnacién (10), hallamos v,: tig foto cle wate fav fe. (ty Aqui se ha empleado Ja expresién (8) para la frecuencia v del foton, 27-844 440 X, Fisica rolativista_y euantica emitido al aniquilarse el pac inmévil. De modo andlogo, sustrayen- do de la ecuacién (9) la (10), hallamos ¥,! wavy =. (42) ‘Las formulas (11) y (42) obtenidas proporcionan la expresién para el efecto longitudinal Doppler en el caso relativista. La frecuencia v, del fotén emitido en el sentido del movimiento es mas alta, mientras que la [recuencia v, de! folén, emitido contra el movimiento, es mis baja que la frecuencia del fotén emitido por el emisor inmévil. Es faci} advertir que cuando v/e< 1 las formulas (11) y (12) dan una expresién corriente para el efecto no relativista Doppler. Con dicho fin, multipliquemos e! numerador y denominador del radi- ecando en la formula (11) por ¢ ++ v. Después, despreciando en el de- nominador la magnitud v* en comparacién con c®, obtenemos wav fe wv (144), (13) lo que coincide con la férmula (6) al ser 8 = 0. Por analogia, para vie< 1, la formula (12) proporciona una expresién que coincide con Ja (6) si en ésta hacemos 6 = x. En el transcurso de todos los razonamientos, tacitamente, por frecuencia hemos entendido la de la radiacién registrada por un re- ceptor inmévil en el sistema dado. La variacién de la frecuencia s6lo transcurtia a cuenta del movimiento de la fuente. En realidad, en el caso de la radiacién electromagnética, que se propaga en el vacio, to- das las férmulas obenidas son también ciertas para el movimiento del receptor de Ja radiacién, sélo que en tal caso se debs entender por v la velocidad relativa, es decir, la velocidad de la fuente respecto del receptor. A 5. Vela foténica. Sobre un espejo plano perfecto inmévil de ma- sam, por la normal a su superficie, incide una onda luminosa plana. Por el efecto de la fuerza de la presién de Ja luz el espejo se pone en movimiento. Determinen la velocidad final del espejo y la energia de la onda que de 61 se refleja, si la energia de la onda incidente es igual a W,. 4 Enel transcurso de todo el libro nos hemos cerciorado malti- ples veces de que muchos problemas se pueden resolver sin profundi- zar en los detalles de Jos fenémenos fisicos que se producen. Con el fin de dar respuesta a gran niimero de preguntas es sdlo suficiente imaginarse e] cuadro general de los fenémenos que se estudian y apli- car, correctamente, las Jeyes fundamentales de la conservacién que corresponden. Lo mismo pasa er: este problems, Le solueién dindmi- ca precisa se ve aqui acompafiada de grandes dificultades. En efecto, 5, Vela foténica 444 la energia de la onda reflesada del espejo depende de como se mueve éste, mientras que la ley de movimiento del espejo sc determina por su interaccién con la onda Iuminosa. Sm embargu, es en absoluto obvioe que independientemente del mecanisma de lx interaccion de la onda electromagnética con el espejo, han de verilicarse las Jeyes de la conservacién de la energia y el impulse, ya que el sistema que con- sideramos, 0 sea, é] espejo y la onda luminosa. es cerrado. La apli- cacién de dichas leyes da Ja posibilidad de resolver este problema inchiso tomando en consideracién los cfectos relativistas. Procedamos a resolver el problema, La energia de Ja onda lumi- nosa incidente sobre el espeyo es igual] a (V,, en tanto que designamos con W, Ja energia de Ia onda refleje Primero ed espejo esta en re- poso. Entonees Ja ley de la conservacion de la energia se puede escri- bir en la forma Wy mgt = Wy (t) Como Ja energia del campo electromagnético W esta ligada con su impulso p por la relacion p= Wk, Q) Ja Jey de la conservacién de) inpulse toma la forma Wo — Mot mate Vira * (3) E] signo menos ante el primer término del segundo miembro de la forma (3) corresponde a que la onda reflejada del espejo se mueve en sentido inverso. Para excluir la energia de la onda reflejada W,, mul- tiplicamos ambos miembros de la igualdad (3) por ¢ y la sumamos con (1), término por término. Entonees, obtenermos (ee) (4) Con una simple transformacion la expresién (4) puede reducirse a la forma i 25 oh Sg =(f rage? y. (5) De aqui, obtenemos la expresién para la velocidai final del espejo vr oft L2H y/myc?)?—4 a 8 EER mT A” @) Ahora, hallemos Ja energia de la onda reflojada W’,. Para ello, sustraemos de la expresién (1) la igualdad (3), mulliplicada por c: inge* == 2W4 ++ mec? Vv eo 20" 4A Fisica relativista y cnantica de donde, con ayuda de (5), hallamos con facilidad la energia de la onda reflejada W,: Wo Wy =TFivyme (8) fs de interés sefialar que la energia de la onda reflejada no puede superar la mitad de la energia en reposo del espejo, por muy grande que sea la energia de la onda incidente. Eliminando la unidad en el denominador de (8), aumentamos el segundo miembro, por esto, Wo mge® Wis Wome Asi pues, mientras mayor es la energia de la onda ineidente, tan- ta mayor parte de dieha energia se transmite al espejo. Siendo W,>> myc?, pricticamente, toda la energia de la onda se transmite al espejo. Se refleja sélo una pequefia parte de Ja energia igual a m,c?/2, como acabamos de ver. Remarquemos una vez mds: |hemos obtenido este resultado sin profundizar en absolute en el mecanismo de interaccién de la onda electromagnética con la sustancia de la que esta hecho el espejol Es curioso aducir otro caso limite, cuando la energia de la onda in- cidente es mucho menor que la energia en reposo del espejo: Wa< < myc?. En este caso no relativista las férmulas (6) y (8) se pueden simplificar. En el denominador de la expresién (6) podemos despre- ciar, en comparacién con Ja unidad, el segundo sumando entre parén- tesis, mientras que en el numerador, al elevar al cuadrado el parén- tesis, hay que conservar el producto doble, ya que Jas unidades se eli- minan entre sf. Como resultado, obtenemos vie ee 2Wy/moe?. ) Como con +< fes cierta Ja formula aproximada (1 + 2)-! & 1 — la expresién (8) si W,< m,c4 se puede reducir a la forma AW Wo—W1 _ _2Wo Wo OWS (£0) De estas relaciones se désprende que, en tal caso, la onda se refleja casi por completo del espejo, transmitiéndole sélo una insignifican- te parte de su energia. Por esto, la evela folénica» s6lo puede ser efi- eaz cuando la energia de la onda que sobre ella incide es comparable con la energia en reposo. & &. El efecto fotoeléctrico y los rayos X. Sobre la bolita de un electrémetro inciden los rayos X. El 4ngulo de desviacién de la agu- ja cesa de variar cuando la diferencia de potencial entre la bolita del electrémetro y la ticrra aleanza el valor U = 8 kV. gCual es la longitud de ouda de los rayos X incidentes? ¢Qué tensién V se ha alimentado a los electredos del tubo de rayos X? Gi, Bl efecto fotoeléctrico y los rayos X 413 A Ante todo, aclaremos de dénde aparece la carga en Ja bolita del electrémetro. Si éste no estaba previamente cargado, ta tinica causa de la aparicién de las cargas debe ser el efecto fotoeléctrico provocado por Jos rayos X. Al arrancar {expulsar) los electrones la bolita del instrumento se carga positivamente. Pero con el crecimien- to de la carga en la bolita, el creciente campo eléctrica no permite que los electrones expulsados puedan escapar si su energia cinética no es suficientemente grande. Tomando en consideracién el efecto de frenado del campo eléctrico que surge, la ecuacién de Einstein, es decir, la ley de la conservacién de la energia para e] acto elemental del efecto fotoeléctrico, se eserihe en la forma va At 4 ed, (4) En esta expresian A es el trabajo para arrancar e) electrén del mate- tial de la bolita del electrémetro; v, la velocidad del electron expul- sado a gran distancia de la bolita; U, la diferencia de potencial entre la bolita del electrémetro y Ja tierra; e, la magnitud absoluta de la carga del electrén. Es evidente, que el aumento de Ja carga de la bolita continuara hasta que su potencial alcance un valor tal, conel que todos los elec- trones expulsados retornen al electrémetro. Con otras palabras, U7 en el segundo miembro de la ecuacién (1) alcanza e) valor maximo cuando la velocidad del electrén arrancado v en el infinito se anula. De este modo, con la frecuencia prefijada v(de los rayos X, el valor estacionario de la tension U en ei electrometro se determina con Ja relacion hv = A+ eV. (2) De la ecuacién (2) podriamos determinar la frecuencia de tos ra- yos X incidentes, segtin la tensién conocida C’, si conociéramos el trabajo de expulsién 4. No obstante, en el planteamiento del pro- blema no se indica de qué material esta hecha la bolita del electré- metro, pero esté claro en absoluto que es metilica. El valor caracte- ristico del trabajo para arrancar los electrones de los metales consti- luye varios electronvoltios (p. ej., para la plata 4,7 eV). Pero el va- lor prefijado de la tensidn en el electrémetro es igual a § kV, es de- cir, el segundo término en cl segundo miembra de la ecuacion (2) es unos tres érdenes mayor que el primero. Por esta raz6n, es posible despreciar Ja magnitud A en comparacién con ef’, De resultas, obte- nemos hy = eU, (8) de donde obtenemos para la longitud de onda 4 de los rayos X i= civ = chlel’. ANd X. Fisica relativista y cudatica Poniendo los valores nurméricos obtenemos 4 a 1,5-10-° m = = 0,15 nm, Claro esta, éste es el valor limite, minimo posible, de la longitud de onda. Con ello, en el espectro de los rayos X puede haber longitudes de onda mayores y de cualquier intensidad. Con objeto de dar respuesta a la segunda pregunta del problema nos queda aclarar cud) debe ser la tensién de los electrodos del tubo de rayos X para que la longitud de onda A hallada sea la menor en el espectro irradiada, Los rayos X pueden ser de dos tipos: radiacién caracteristica y de frenado. Lu primera surge al pasar los eloctrones entre profundos niveles de energia del Atomo cuando éste se excita come resultado del choque con un electron rapido, Lo mismo que la radiacién 6ptica de Atomos por separado, la radiaciéu caracteristica de rayos X consta de lineas aisladas diseretas, con la particularidad de que para cada elemento quimice es caracteristico su conjunto de Jineas. La radia- cidn de frenado de rayos X se emite por los propios electrones inciden- tes durante su decoleracién on la sustancia del anticatodo del tubo de rayos X. Esta radiacién, a diferencia de la caracteristica, tiene espectro continua. Al considerar el acto elemental de la radiacién de frenado podemos cereiorarnos de que el espectro continuo tiene un limite de ondas cortas Ay y ligarlo con la tensién acelerante V en ef tubo de rayos X. Como hemos visto, el electrdn libre en movimiento uniforme no irradia. Por ello, Jos rayos X sélo surgen durante la interaccién del electron acelerado con la sustancia del anlicdtodo. Si consideramos que con esto toda la ouergia cinética del clectrén se puede transfor- mar por completo en radiacién, la frecuencia limite v, puede caleu- larse de inmediato de la relacién hyy = eF. (4) Aqui, eV es el Lrabajo realizado al acelerar el electrén con las fuer- zas del campo eléctrico acelerador del tubo de rayos X. No obstante, la aplicacién de slo la ley de Ja conservacién de la energia puede conducir a la obtencién de valores incorrectos de las magnitudes de umbral, ya que semejante transformacién anergética puede ser incompatible con la ley de la conservacion del impulsa. Con semejante ejemplo ya hemos tropezado en el problema 3 al considerar la creacidn por el fotén del par clectrén-positrén cerca del electron en reposo. Por esta razén, para determinar el limite de ondas cortas del espectro continuo de la radiacién de frenado de los rayos X, hablando en rigor, hay que aplicar al acto elemental tanto la ley de la conservacién de la energia, como la ley de Ja conservacién del impulso. La emisién del fotén de rayos X se puede producir cuando el elec- tron ynela en las proximidades de alg nicleo de Ja sustancia del anticatoda, sufriende el efecto de un fuerte campo eléctrico. En tal 6. El efecto fotoeléctrice y los rayos X 445 caso, el electrén puede transmitir al nicleo parte de su impulso, lo que asegura la conservacién de la encrgia total y el impulso de todo el sistema. Como la masa del nticleo es mucho mayor que la del elec- tron, al transcurrit e) acto clemental de interaceion con el electron, durante el que nace el foton de rayos X, el nucleo puede saceptat» cualquier impulso, sin recibir, con ello, ni una gota de energia, Por ello, no entrara en contradiccién con la fey de conservacién del im- pulse el proceso con el que ek electron incidente se detiene gastando toda su energia cinética sélo para la emisién del fotén. A este pro- ceso corresponde, precisamente, la ecuacién (4). En Jos razonamientos sélo hemos hecho uso de la cireunstancia de que la masa del electrén incidente es mucho menor que la de] ni- cleo. No tiene importancia qué nicleo participa en el proceso. Por ello, el limite superior deo la frecuencia de la radiacién de frenado Vp no depende del material del anticdétodo. Como al emitir el fotén con una energia kv, el electrén transmite a éste toda su energia, es plenamente evidente que la lensién de aceleraci6n V en el tubo, la frecuencia de la radiacidn caracterfstica no puede ser mayor que el valor vp, determinado con la ecnacién (4). Ahora, para responder a la segunda pregunta del problema sélo hay que comparar las f6rmulas (3} y (4). Como el valor estacionario de la diferencia de potencial U entre la bolita del olectrémetro y la tierra se determina, precisamente, durante el efecto fotoeléctrico con el limite superior de las frecuencias de los rayos X incidentes, la ten- Sidnaceleradora en el tubo de rayos X Ves iguala U,osea, aSkV. aA 7. Haz electrénico estrecho, Con e] fin de reducic el tamaiio de la mancha en la pantalla det tubo de rayos catédicos, después del cdtodo se pueden instalar dos diafragmas con orificios a cierta distan- Fig. 7.41. Com el fin de dismjnuir ek tamafio de la mancha en Ja pantalla es posible hacer uso de dos diafragmas con agujeros cia / entre ellos (fig. 7.1). Demuestren que para ¢] segundo orificio existe un didmetro dptimo correspondiente al tamaiio minimo de la mancha de la pantalla. ad X. Fisica celativista y cuantica A Después de pasar el intervalo de aceleracién, al que se ali- menta la tensién coustante V, los electrones se mueven por el tubo uniformemento, a impulsos practicamente iguales en médulo p, de- terminados con la relacién pam = eV. (ly Aqui, para Ja cnergia cinética de los clectrones se ha empleado una expresion to relativista, ya que en la prictica, con tensiones de ace leracién de un orden de 10 kV, los electrones se aceleran hasta velo- cidades que no superan 0,2 de la velocidad de la luz. Con ello, las correcciones relativistas constituyen un total del 2%. Para empezar, consideremos que el electron ¢s una particula cla- sica cuyo movimiento ge deseribe cor las leyes de Newton. Suponga- mos que el orificio en el primer diafragma es tan pequefio que lo podemos considerar como puntual. En semejante caso, el didmetro de la mancha on la pantalla del tubo serd tanto menor cuanto menor sea el orificio en el segundo diafragma. En efecto, en cl haz, los elec trones estén en movimiento rectilineo y de la fig, 7,2 se desprende que el tamaiio angular de la mancha 0 so determina con la relacién @) donde des el diametro del orificio en el segundo diafragma. Por cllo es cvidente quo si los electrones se condujeran en realidad como parti- culas clasicas, el tamafio de la mancha en Ja pantalla del tubo se po- dria hacer cucin se quisiera pequefia. Pero en la realidad esto no es asi. Si reducimos ilimitadamente cl diametro del orificio en el segundo diafragma, las represeataciones cldsicas acerca del movimiento del electron por una trayectoria delerminada resultardn, tarde o tem- prano, inaplicables, «Como determina a partir de qué momento comenzaraén a manifestarse en nuestro sistema las regularidades cudnticas y a qué conse- cuencias Uevardn respecto del tamaiio de la mancha en ta pantalla? La respuesta a esta pregunta se puede obtener con ayuda de las rela- eiones de incertidumbre o indetermi- ig, 7.2. La dimensién angular nacién de Ueisenberg que establecen del haz 6 depende del diametro los limites de aplicacién del procedi- 4 del agujero en el segundo itia- miento clasico de deseripeién, Si el fragma electrén pasé por el orificio en et se- gundo diafragma, la indeterminacién en el valor de su coordenada en el sentido de través del haz Ax se determina con la dimensién del orificio a: Ar = d. : (3) En virtud de fa relacién entre las incertidumbres, al pasar por dicho Haz olectrénico ostr iN? orificio el electron adquiere un impulso cular al eje del haz: controlable Ay, perpendi- Ap, & hi Ax = hid. r Debido a esto, después de pasar el diafragma surge una indetermina- cidén en la direceién de movimiento de] electron, condicionada por el ofecto de las regnlaridades cndnticas. Para caraeterizar esta inde- terminacién es comodo introducic @f dngulo O44, de acuerdo con la relacién Ap, he Degen = SEE we (3) Asi pues, como se deduce de la férmula (5), gracias a los efectos cudu- ticos, al disminuir el didmetre del orificio ¢. se produce el ensancha- miento del haz y, de resultas, el aumento del tamafo de Ja mancha en fa pantalla del tubo. Por lo visto, sdlo se debe disminuir el orifi- cio en el diafragma hasta que la difuminacién cel haz Guan se iguale con el tamafio angular 8 determinado por las trayectorias clasicas de los electrones: O.yan = 9. Iaciendo uso de tas relaciones (5) y (2), partiondo de dicha condicién, determinamos la dimensiéa dptima del orificio en ol segundo diatragma: da Valip. (6) Si hacemos ef diémetro del orificio menor que esta maguitud, ef dii- metro de Ja mancha aumentaré debide a los efectos enanticos. Podemos Hegar al resultado expresado con ta formula (6) por otra via, sin emplear las relaciones de las indeterminaciones de Heisen- berg. El efecto de las regularidades cudnticas se manifiesta en que el electron posce propiedades ondulatorias que conducen a fendmenos de difraccién. La longitud de onda 4, correspondiente al eleetrdn, depende de su impulso y determinase con ta relacian de De Broglie: 0 Con el fin de emplear esta relacién para dar respuesta a la pregunta del problema, ante todo, hay que comprendes que a la representacidn cldsica del movimiento de log electrones por delerminadas trayecto- rias corresponde la aproximacién de la dplica geométrica, en La que la descripcién de la propagacion de las ondas so efectia con ayuda de la nocién de rayos. Ew pocas palabras, a las trayeetorias clasicas corresponden los rayos. Eu el experimento que cousideramos, a) mo- vimiento rectilineo clasico de los electroues enLre los diadragmas talla corresponde un haz de rayos rectitineos, Con esta aproxima- cién, cuanto menor sea el tamaiio del orificio. tanto menor seri el tamafio de la mancha en la pantalla, lo que plenanenty corresponde ala formula (2). Pero, a fin de cuentas, la disminieidn del tamaio 418 X. Fisica relativista y oudntica del orificio conducira a la aparicién de fendémenos de difraccion. En cualquier aparato éstos provocan desviaciones respecto de la ley geo- métrica de propagacidu de los rayos en &ngulos de un orden de la ra- z6n entre la Jongitud de onda y el tamafi del obstaculo. Por esto, la dimension angular caracteristica 8, de la ampliacién por difraccién al pasar la onda por un orificio de diametro d, sera Bon = Ma. (8) Si ponemos aqui la longitud de onda de De Broglie del electrén de la formula (7), para el ensanchamiento angular del haz, a cuenta de la manifestacion de los efectos cudnticos, obtendremos la expresion anterior (5). Aducimos las estimacioneés numéricas para la dimensién éptima del orficio en el segundo diafragma. Siendo Ja tensién acelerante de V = 10 kV, el impulso del electrén constituye, como sigue de la f6r- mula (1), p = 5,410 g-cm/s, Tomemos la distancia entre los diafragmas J igual a 1 cm. Entonces, de acuerdo con la formula (6), obtenemos para el diametro éptimo d = 3,5-10-5cm. E] tamafo de la mancha D en la pantalla, alejada del diafragma a la distancia L, como se desprende de la fig. 7.1, se calcula por la formula D=L-0=45 y con L = 50 cm no supera los 2-40-* em. En Ja practica no hay necesidad de obtener una mancha tan pe- quefia. Por esta razén, el tamafio del orificio en el diafragma se pue- de hacer mayor. Con ello, los efectos cudnticos no se manifestarén en el movimiento de Jos electrones y podemos calcular sus trayectorias segtin las leyes de mecdnica clasica. Como es obvio de la solucién aducida de este problema, una re- presentacion evidente de los limites para aplicar la descripcién ¢lasi- ca del movimiento de Jas particulas se puede obtener realizando la estimacién do Ia longitud de onda de De Broglie que les corresponde. En el ejemplo que hemos examinado, de acuerdo con la fdrmula (7), dicha longitud de onda 4 = 10-* cm. Siendo mayores Jas energias de los electrones, la longitud de onda de De Broglie ser4 atin menor y su movimiento en los aparatos macroscépicos puede describirse del modo clasico. P. ej., en la cémara de Wilson la traza de Ja particula cargada es una cadena de gotas de agua, cada una de unos 10-° cm de didmetro. En semejantes condiciones, cuando la coordenada trans- versal de la particula en vuelo se prefija con tal indeterminacién ella, precisamente, puede ser considerada como una particula clasica en movimiento por la trayectoria. & 8. El atomo de hidrégeno y Jas relaciones de indeterminacién. ‘a aplicacién de las relaciones de indeterminacién al movimiento del electron en el Aloma muestra que la descripciéu clésica no puede 8. El dtomo de hidrégeno y Ja indeterminacién 419 ser aqyi empleada y hay que hacer uso de las leyes cuanticas, El principio de indeterminacién o incertidumbre es la tesis fundamental de la teoria cudntica que no sdlo establece los Ifmites de aplicacién de las representaciones cldsicas, sino también permite investigar las propiedades de los sistemas cuanticos, Consideren el atomo de hidré- geno empleando Jas mencionadas relaciones. Estimen el tamajio de] atomo y la energia de enlace del electrén en el estado principal (es decir, la enorgia de ionizacién). A Para responder a las preguntas planteadas os suficiente, en vealidad, utilizar Ja relacién de indeterminacién de Heinsenberg que liga la incertidumbre de los valores de Ja coordenada del electrén y la correspondiente proyeccién de su impulso: Aa-Apy ah. (1) Con esto, podemos eludir el empleo de una detallada teoria, basando- nos en el modelo planetario de Rutherford, De acuerdo con este mo- delo el electron esté en movimiento por una érbita en torno del ni- cleo y su impulso estd dirigido por la tangente a la trayectoria. Por esta causa, por medida de la indeterminacién dela posicién del elec- trén es légico tomar la longitud de la érbita 2xr, mientras que como medida de la indeterminacién del impulso, el propio impulso del elec- trén p. Esto significa que para el electrén en el atomo, la relacién (1) se puede escribir en la forma Qur-p Reh o bien, introduciendo en lugar de h la magnitud & = h/2n, rep zh. @) El estado fundamental del tomo eg el correspondiente a la ener- gia minima posible. En el modelo nuclear la energia del atomo E contiene la energia cinética del electron p*/2m y a la energia poten- cial de interaceién del electrén con el micleo —e?¥r: 2 a A =O @) En la teoria clasica el impulso del electrén, con el radio prefijado de la érbita r, se determina con ayuda de la segunda ley de Newton: muir = er (4) Expresando de aqui el valor p = mr y poniéndolo en (3), obtenemos E = ~¢2r, (3) Como se desprende de esta férmula, la energia del dtomo es igual a cero cuando el electrén se encuentra ea una orbita de radio infinita- mente grande, y tiende aun valor negativo infinitamente grande cuan a2) X. Fisica relativista_y cudntica do elelectrén se aproxima al niles. Asi pues, la energia de enta- ce del electron es igual a cero en el primer caso e infinitamente gran- de én el seguido, Esto quiere decir, que la mecanica clisica no puede explicar en general por qué el tomo tienen una dimensién finita y energia de enlace determinada. Pero en cl micromundo la segunda ley de Newton es incierta. Como signe de la relacién de indeterminacién (2), al disminuir el radio del dtomo r ol impulso del eleetrén p crece como 1/r, 0 soa, no de la forma que le adjudica la segunda ley de Newton (4), sino que con mayor rapidez. De resultas, al disminuir r la energia cinética cre- ce a mayor velocidad de la que disminuye la potencial, de modo que si + 0 Ja oncrgia total del dtomo, caleulada con la férmuta (3), cvece de forma ilimitaia. De aqui, de inmediato es evidente que el elec- trén no puede scaers sobre el niicleo y el Alomo ha de tener tamario finito. Con ¢) fin de estimar el tamafo y Ja energia del dtomo en el estado fundamental, podemos hallar el] minima de la expresién (3) expresande en ella p (9 bien r) con ayuda de la relacién (2): Bere Pen Ee. (6) Igualando a cero la derivada respecto de p del segundo miembro, ha- Iamos eftvalor del impulso py con el que la energia total es la minima: Po = meth, (7) Como se desprende de la relacién (2), el valor del radio correspondien- le a semejante impulso ro = Fe/me? = 0,53-40-8 em. (8) Poniendo estos valores de rg y py en la formula (3) (o bien el valor de po en la formula (6)), hallamos ta energia de) atomo en el estado fun- damental E, = —meti2ht — — 13,53 eV. () De modo que para ionizar el dtomo de hidrdgeno es neeesaria una energia de 13,54 eV. Svgin el sentido de ta solucién era de esperar que obtendriamos solo el orden correclo de las magnitudes. Sin ombarge, las ex presiones halladas para el radio ry y la energia Ey coinciden con los valores que ofrece el modelo del atemo de hidrégeno de Bohr, basado en la idea de la cuantizacién del momento de impulse del electrén, Gomo ve- itos, ef tam: de] atomoe y Ja energia de enlace del electrén se pue- det: detorminar sin recurrir a las reglas dle cuantificacién, empleando finicamente Ia relacién de indeterminaciones. A la coincidencia «oe las eslimaciones aproximadas oblenidas mas arriba con los valores precisos (le las corresponilientes magnitudes no se le debe dar impor- tancia demasiado grande. Sélo es significativo que la relacién de in- delerminaciones permite hallar el orden correcta de dichas magnitu- 9, El nacloo atomico y la indoterminacion 42h des. Con esto, el estado fundamental del dtomo se determina median- te un campromiso, con el cual la energia total tione el valor minimo posible tolerable por jas relaciones de indeterminacion. Sefialemos que el enfoque considerado en este problema, basado en Jas relaciones de indeterminacién, proporciona uta figura inter- na no contradictoria de la estructura del domo ya diferencia de la teoria de Bohr da la posibilidad de comprender por qué el tomo ce hidrégeno en su estado fundamental posee simetria esférica. A 9. El ndeleo atémico y las relaciones de indeterminacion. De los experimentos de Rutherford para la dispersion de las particulas a se sabe que el nucleo atémico tiene un didmetro de un orden de 40°": —410-3 cm. Considerando que e} nieleo consta de nucleones (es decir, de protones y neutrenes), con ayuda de fas relaciones de indeterminacién, éstimar la energia de enlace de] nucleén en el nt- cleo, o sea, la energia especifica de enlace. A Este problema se parece mucho al anterior. Pero al emplear las relaciones de indeterminacién, aqui surgen diferencias relaciona- das con que nosotros ne conocemos el caracter de las fnerzas que mat- tienen el nucleén en el niicleo. Con otras palabras, es desconocida la dependencia entre la energia potencial del nucleén y su posicién den- tro del nucleo. Por esta razén, si para el dtomo fue posible hallar tan- to su tamafio como la energia de enlace del electrén, para el miclea el empleo de la relacién de indeterminaciones permite sdlo ligar en- tre si las magnitudes andlogas. Vamos a considerar que el nucleén se encuentra en ciorto lugar dentro del nteleo, 0 sea, la indeterminacién de su posicién se carac- teriza por las dimensiones dol nucleo, Entonees, la relacién de inde- terminaciones proporciona la siguiente estimacién para el impulso de] nueledn: pe filra, (1) donde ro es €] radio del nucleo, El valor de la velocidad de un nucleén de masa M = 1,7-10-% g con radio del mitcleo ry) 107 em, correspondiente al mencionado impulso, constituye varias décimas de la velocidad de la luz, Por esto, durante las esLimaciones podemos considerar que el nucledn es no relativista. Asi pues, la energia ciné- tica EZ, del nucleén de masa M en el nicleo debe ser de un orden de + id ne 6 y= © ying © 10 MoV. @) Como en el micleo el nucleén se encuentra en estado ligado, el valor absoluto de su encrgia potencial debe ser mayor que 10 MeV. Asi pues, la profundidad del pozo de potencial, por el que esta en movi- miento el nucleén en el nucleo, no puede ser, en todo caso, menor que el valor indicado. La profundidad de diche pozo de potencial proporciona una eslimacién aproximada de la cnergia de enlace para un nucledn, 420 X, Fisica relativista y cudntica do cl electron se aproxima al nicleo. Asf pues, Ja energia de enla- ce del electron es igual a cere en el primer caso e infinitamente gran- de en el seguido. Esto quiere decir, que la mecdniea clisica no puede explicar cn general por qué el Atomo tienen una dimensién finita y energia de enlace determinada. Pero en el micromundo la segunda ley de Newton es incierta. Como sigue de ta reiacién de indeterminacién (2), al disminuir el radio del jtomo rel impulso del electrén p erece como 4/r, o sea, no de la forma que le adjudica la segunda ley de Newton (4}, sino quo cou mayor rapidez. De resultas, al disminuir ra energia cinética cro- cea mayor velocidad de la que disminuye la potencial, de modo que Si r— 0 la energia total del itomo, calenlada con la formula (3), crece de forma ilimitada. De aqui, de inmediato es evidente que el élec- {ron no puede é€aere sobre el nucleo y el atomo ha de tener tamaiio finito, Con ef fin de estimar el tamafio y Ia energia del 4tomo en el estado fundamental, podemos hallar el minimo de la expresién (3) expresando en ella p (o bien r) con ayuda deo Ja relacién (2): = ad eh, | Ew — z - (6) Tgualando a cero la derivada respecto de p del segundo miembro, ha- Hamos ek-valor del impulso p, conel que Ja energia total es la mipima: Po = meyh, (7) Como se desprende de la relacién (2), el valor del radio correspondien- te a semojante impulso ry = H/me? = 0,53-10-8 cm, (8) Poniendo estos valores de ra y py eu la formula (3) (o bien el valor de Pq €n la formula (6)}, hallamos la energia del 4tomo en el estado fun- damental Eg = — met/2h® = — 13,53 eV. (9) De modo que para ionizar el dtomo de hidrdgeno es necesaria wa energia de 13,53 eV. Segtin cl sentido de la solucién era de esperar que obtendriamos solo cl orden correcto de las magnitudes. Sin embargo, las expresiones haltadas para c] radio r, y la energia £y coinciden con los valores que ofrece el modelo de) atomo de hidrégeno de Bohr, basado en la idea de fa cuantizaciin del momento de impulso del electron. Como ve- mos, el Lamaiio del dtomo y la energia de enlace del electron se pue- den determinar sin recurrir a las reglas de cuantificacién, empleaicde Gnicamente la relacién de indeterminaciones. A la coincidencia de las estimaciones aproximadas obtenidas mas arriba con los valores precisos de las corresponiientes magnitudes no se le debe dar impor- tancia demasiado grande, Sélo es significalivo que la relacién de in- determinaciones permite hallar el orden correcto de dichas magnilu- 422 X. Fisica rolativista y cudntica La estimacion obtenida concuerda correctamente con el valor ex- perimental do la energia especifica de enlace, hallado partiendo de mediciones con ayuda de la espectroscopia de masas y que para la mayoria de los micleos es igual a 8 MeV/nucledn. La energia de 10 MeV constituye sélo ef 1% de la energia en Te- poso del nucleén Mc* ~ 4 GeV. Por esta causa, podemos considerar en realidad, que el iicleo consta de nucleones aislados, cuya energia de enlace és pequeéfia én Comparacion con su energia en reéposo. Es de interés seftalar que estos mismos argumentos, basados en las relaciones de indeterminaciones, muestran que en la composi- cién del niicleo no pueden entrar, ademés de los protones, los electro- nes como se suponia en uno de Jos modelos tempranos dol nécleo até- mico, que existia antes del descubrimiento del neutron. En efecto, si el electrén esta localizado en un dmbito de una dimensién del orden ry = 1075 om, 61 serd ultrarrelativista, de lo que nos cerciora- mos con ayuda de la relacién (1). Para estimar su energia puede em- plearse la expresién E, = pe, lo que nos da E, x 0,2 GeV. Este enorme valor de la energia del electron es incompatible en absolute con el valor caracteristico de la energia de enlace del nicleo recalcu- lada para una particula, igual a unos 8 MeV, sin hablar de que 0,2 GeV es 400 veces mayor que la energia en reposo del electron, ituye 0,5 MeV. & io de equivalencia. Una bolita de masa m esta sus- pendida dentro de un tanque vacio de un hilo imponderable de largn- ra J (fig. 10.1). Eu el momento inicial 2 = 0 e] tanque comienza a des- plazarse en direccién horizontal con aceleracién constante a. iQué movimiento realizara con ello la bolita? ¢Qué variard si el tanque se Ilena de agua de antemano? 4 Este problema recuerda en alto grado el primer problema del capitulo en el que e] punto de suspensién del péndulo comenzaba a moverse a velocidad constante y era a necesario determinar el posterior mo- vimiento del péndulo. Como pudimos apreciar, gracias al principio de rela- tividad, la solucién del problema se fa- cilitaba considerablemente al pasar al sistema de referencia ligado con el pun- to de suspensiéu. En nuestro caso, el principio de relatividad de nada nos servird, ya que tal sistema de referencia no es inercial debido al movimiento Fig. 10.4. Bl tanque comienza acelerado del punto de suspensién. Pe- 4 moyerse con aceleracién cons- ro, a pesar de todo, en el presente pro- tante @ blema, asimismo, el paso a un nuevo sistema de referencia donde el punto de suspensién estd inmévil, fa- ci)ita Ia solucién, Con ello, hay que hacer uso de une de las mas fun- 10. Principio de equivalencia 423, damentales leyes de la naturaleza, el llamado principio de equivalen- cia que yace en la base de Ja teoria relativista de la gravitacién. Con el fin de formular el principio de equivalencia consideremos el siguiente experimento imaginario. Supongamos que un laboratorio cerrado, p. ej., la cabina de un ascensor, esta en movimiento con ace- leracién constante @ respecto a cierto sistema inercial de referencia, en la region del espacio donde esta ausente el campo de gravitacidn. Entonces, en el ascensor, todos los cuerpos libres, que no sufren acele- racion con relacién al sistema inercial, respecto del ascensor tendrin igual aceleracién —a. El observador que se encuentra en e] ascensor cerrado y que no tiene la posibilidad de «mirar al exteriors, por la conducta de dichos cuerpos no puede llegar a Ja conclusién de si el ascensor est4 en movimiento con aceleracién @ o bien esta en repose en un campo homogéneo de gravedad, cuya intensidad g es igual a —a. En efecto, con la accién de semejante campo de gravedad todos los cuerpos libres en el ascensor en reposo se moverdn con igual acele- racién g = —a. Tal equivalencia de] campo de gravedad y del movimiento acele- rado de] sistema de referencia es cierta para cualquier fendmeno me- cdnico: todos los fenémenos mecinicos en el ascenser en movimiento con aceleracién transcurren del mismo modo que en el ascensor inm6- vil, pero ubicado en el campo de gravedad. Después de enunciar este principio, Einstein lo difundié, igual que el principio de relatividad, no s6lo a los fenémenos mecanicog, sino también, en general, a todos los fendmenos fisicos. La aplicacién del principio de equivalencia permite simplificar e] examen de muchos fendmenos fisicos y transformar en trivial nues- tro problema. En lugar de considerar el tanque en movimiento con aceleracién, vamos a imaginarnos que é] esta inmoévil, pero que so- bre todos los cuerpos situados en él actia cl campo gravitacional ‘% Fig. 10.2. En elsistemadereferen- Fig. 10.3. El péndulo realiza osci- cia ligado con él tanque actiia un laciones con amplitud ay junto a Ja efectivo campo de gravedad gy direcci(m prefijada por el vector g. g, = —a (fig, 10.2). Adiciondndose con el campo real do gravitacién de la Tierra, este campo proporciona un campo de gravedad efectivo, cuya intensidad g, = g -+ g, = g —a. El veetor g, esta desviado 424 X, Fisica relativisla y cudptica de la vertical real en el Angulo ag, cuya Langente se determina lg ay = aig. (A) La intensidad deb campo de gravedad efectivo se determina con cl teorema de Pitigoras: anv ete Q) Es obvio que en la posicién de equilibrio el hile del péndulo esta di- tigido a lo largo del vector g,. En e] momento inicial, cuando el lan- que comienzaa moverse con aceleracién a, la bolita esta inmévil y el hifo en posicién vertical, eg decir, el péndulo esta desviado a la iz- quierda en el Angulo cp de la nueva posicién de equilibria (fig, 10.3). Por esta razon, en el tanque vacio, el péndulo efectuara oscilaciones respecto a la nueva posicién de equilibrio con amplitad angular a. Si fa aceleracién del tanque @ es pequefia en comparacién con la ace- leracion de la caida libreg, la amplitud de las oscilaciones es pequefia y éstas serdin arménicas. El Angulo de desviacién de Ja nueva posicion de equilibrio c (i) variara, en tal caso, en el tiempo segin la ley a (t) = — a4 Cos wi, 8) donde, cou pequefia amplitud, la frecuencia w se determina con la relacion go _ysitat os a} what EE wh (14 F). En presencia del rozamiento estas oscilaciones so amortiguan gra- dualmente y el péndulo se detendra en la nueva posicién de equilibrio. Empleando el! principio de equivalencia, es facil dar, asimismo, respuesta a la pregunta de cémo se com- portaré el péndulo en el tanque leno de agua, Debido a la alta viscosidad, las oscilaciones cesardn, practicamen- te, de inmediato y el péndulo se para- iy eu la posicién de equilibrio, Si la ensidad de Ja bolita es mayor que la dol agna, la posicidn de equilibrio del i, {0-4 Bn of tanguelleno de péndulo sera [a misma que en el tan- posicién invertida que vacio. Pero si la densidad de ta bolita es menor que Ja del agua, el Angulo de desviacién del hilo cn la posicién de equilibrio es distinto dem. Al Llenar eltanque de agua la bolita emergera por el efecto dv la fuerza asconsional, dirigida en sentido inverso a Ja de la gravedad. Durante el movimiento del tan- que con accleracién @ la fuerza ascensional esta dirigida en sentido conteario al vector gz (fig. 10.4). &

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