Está en la página 1de 275
SABIDURIA para la NUEVA ERA | IONIAN POR RECORRER La busqueda espiritual en el envejecimiento RICHARD PETERSON Cc ce harles Cay Edi al RICHARD PETERSON EL CAMINO POR RECORRER La busqueda espiritual en el envejecimiento Prélogo de Charles Thomas Cayce EDAF/ NUEVA ERK Titulo del original inglés MILES TOGO ‘Traduccién de: ALEJANDRO PAREJA © 1989. Richard Peterson © 1993. De la traduccién, Editorial Edaf, S. A. © 1993. Editorial EDAF, S. A. Jorge Juan, 30. Madrid Para la edici6n en espafiol por acuerdo con HARPER SAN FRANCISCO a Division of HarperCollins Publisher Inc., San Francisco. Califomia,USA. No esté permitida la reproduccién total o parcial de este libro, ni su tratamiento informitico, ni la transmisiGn de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea clectrénico, mecénico, por foto- copia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright. Depdsito legal: M. 34.637-1993 ISBN: 84-7640-762-9 PRINTED IN SPAIN IMPRESO EN ESPANA. Graficas Rogar, S. A. - Pol. Ind. Cobo Calleja - Fuenlabrada (Madrid) INDICE Pags. Lista de tablas..... Prélogo, por Charles Thomas Cayce Prefacio Agradecimientos. PRIMERA PARTE ANTES DE DORMIRME 1. «Casi demasiado tarde?» Una visién con los «ojos con- vencionales»...... oo 2. «jNunca es demasiado tarde!» Una visién con «ojos nue- Vos»... SEGUNDA PARTE, EL CAMINO POR RECORRER Ideales y misi6n en la vida: El propésito de todo ... Meditacién y oracién: Comunicarse donde importa Los suefios: unos mensajes que no debemos pasar por alto Actitudes y emociones: Usted elige El conocimiento y las habilidade: gracias nuevas»... Maw RY «E| perro viejo y las il 15 17 27 41 12. 13. Bibliografia escogida..... EL CAMINO POR RECORRER Pags. La memoria: {Usela o la perdera! La salud y el régimen alimentici una manera natural...... 189 Condiciones de vida y situacién econdémica: cuando hay que saber decir «es bastante» 223 Participacion y servicio: dirigirse a los demé: 235 TERCERA PARTE PROMESAS QUE MANTENER Elija su camino hacia el desarrollo espiritual. 255 Mantenga el equilibrio.... 271 Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla SNAKE YNS Il. LISTA DE TABLAS Pags. Test: ,Cémo es hacerse viejo? 36 Test: El camino de los «ojos nuevos» 46 Tabla de ideales de la vida 71 Test:Al ir envejeciendo.. 127 Test: Los rasgos de los dem: 135 Test: ;Cémo es mi régimen alimenticio’ Los grupos de alimentos de Cayce... Ejemplo de plan de desarrollo de un mes para la persona totalmente comprometida. Ejemplo de plan de desarrollo de un mes para ‘Ta persona medianamente comprometid: Ejemplo de plan de desarrollo de un mes para la persona experimentadora..... Ejemplo de plan de desarrollo de un mes para ‘ta persona especializada ... PROLOGO «Ha llegado un momento en la historia de la Tierra en que las gen- tes de todas partes aspiran a conocer mejor los misterios de la mente y el alma», dijo mi abuelo, Edgar Cayce, en uno de sus trances incons- cientes en los que manifesté unas notables dotes de clarividencia. Sus palabras son proféticas incluso hoy, pues cada vez son més las personas que buscan explicaciones parapsicolégicas de los suce- sos diarios. Por ejemplo, segtin una encuesta realizada a nivel nacio- nal por el Consejo Nacional de Investigacién de la Opinion Publica, casi la mitad de los estadounidenses creen que han entrado en con- tacto con alguna persona fallecida, cifra que duplica la de hace diez afios. Dos terceras partes de todas las personas adultas dicen que han tenido una experiencia extrasensorial; hace diez afios sdlo afirmaban tal cosa la mitad de las personas. Todas las culturas de la historia han advertido las dotes de algunos de sus miembros que iban més alld de los cinco sentidos. Estos indivi- duos poco comunes tenian un interés especial, porque parecia que podian aportar soluciones a los problemas acuciantes de la vida. La cultura de los Estados Unidos en el siglo XX no es ninguna excepcién. Edgar Cayce fue quizds el vidente mas famoso y mejor documen- tado de nuestra época. Empezé a hacer uso de sus dotes poco comu- nes cuando era joven, y desde entonces, y durante mas de cuarenta afios, se acostaba en un divan, normalmente dos veces al dia, entraba €n un trance semejante al suefio y respondia a preguntas. Mas de catorce mil de estas disertaciones suyas, a las que se llamé «lectu- 12 EL CAMINO POR RECORRER ras», fueron transcritas cuidadosamente por su secretaria, y fueron conservadas por la Fundacién Edgar Cayce, con sede en Virginia Beach, estado de Virginia (EE.UU.). Estas lecturas parapsicoldgicas siguen ofreciendo inspiracién, ideas y ayuda terapéutica a decenas de miles de personas. Edgar Cayce, que sdlo habfa recibido educacién primaria, vivid una vida sencilla y corriente. Pero ya de nifio, en Hopkinsville, esta- do de Kentucky, advirtié que tenia dotes parapsicolégicas. Estando solo un dja, tuvo una visién de una mujer que le decfa que tendria poderes poco comunes para ayudar a la gente. También hablaba de haber tenido experiencias de «ver» a parientes suyos ya fallecidos. Una vez, estudiando las lecciones de la escuela, se quedé6 dormido sobre su libro de texto y, cuando se desperté, conocia perfectamente todo el contenido del libro. Siendo joven se sometié a una sesién de hipnotismo para tratar una afeccién de garganta que le habia hecho perder el habla. Descu- brié que, hipnotizado, era capaz de hacer diagnésticos y de prescribir tratamientos para las dolencias de los demas, muchas veces sin cono- cerlos y sin ver siquiera a la persona enferma. La gente empezé a for- mularle preguntas de otros tipos, y descubrié que también era capaz de responder a éstas. En 1910, el diario New York Times publicé un articulo de dos paginas, ilustrado con fotografias, sobre las dotes parapsicolégicas de Edgar Cayce, descritas por un joven médico llamado Wesley Ket- chum en un informe presentado ante una sociedad de investigacién médica de Boston. A partir de entonces, personas de todo el pais solicitaron su ayuda, formulandole preguntas de todos los tipos ima- ginables. Ademés de sus dotes poco comunes, Cayce fue un hombre pro- fundamente religioso que impartié clases de catequesis todos los domingos de su vida adulta, y que se leyé la Biblia entera una vez por cada aio de su vida. Siempre intent6é sintonizarse con la voluntad de Dios estudiando las Sagradas Escrituras y manteniendo una rica vida de oracién, y procurando, ademés, ser titil a aquellos que le pedian ayuda. Sélo utilizaba su capacidad con fines tiles. La senci- Ilez y la humildad de Cayce y su dedicaci6n a hacer el bien en el PROLOGO 13 mundo siguen haciendo que el ptblico se interese por la historia de su vida, por su labor, y por la profunda informacién que dejé. Con esta serie de libros confiamos en ofrecer al lector nuevas ideas sobre la busqueda de la comprensién y del significado de la vida. Cada libro de la serie estudia su tema concreto desde el punto de vista de las lecturas de Edgar Cayce, comparandolo con los pun- tos de vista de otras fuentes metaffsicas y con el pensamiento cienti- fico moderno. El lector interesado no necesita un mayor conocimien- to de los textos de Cayce. Cuando se cita una de las lecturas de Cayce, se facilita el ntimero que identifica a dicha lectura, para mayor facilidad de los lectores que quieran leer el texto completo. En cada volumen se incluye una bibliograffa recomendada para ampliar el estudio del tema. Este libro, el Camino por recorrer: La busqueda espiritual en el envejecimiento, por el doctor Richard Peterson, se inspira en las muchas indicaciones que se encuentran en las lecturas de Cayce para tratar de una manera positiva el proceso natural de la madurez, y para vivir una vida llena de significado a cualquier edad. El autor también se apoya en los resultados de las ultimas investigaciones cientificas sobre el misterio de la longevidad y sobre cémo vivir una vida sana. Como antiguo jefe de recursos humanos de la Asociacién para la Investigacién y la Iluminacién, el doctor Peterson ha dedicado muchos ajfios a estudiar los textos de Cayce y con personas de todas las edades. Esté magnificamente capacitado para escribir un libro como éste, que resultard titil a cualquier persona interesada en enve- jecer con vitalidad y con un propésito. Doctor CHARLES THOMAS CAYCE Presidente Asociaci6n para la Investigacién y la Iluminacion PREFACIO Este libro estd dirigido a los lectores de cualquier edad que quieran aprovechar al m4ximo el camino que les queda por andar en su edad avanzada: en sus sesenta afios, en sus setenta, en sus ochenta, y més alld. Entre ellos se pueden encontrar los lectores de edad madura que quieran prepararse para los aiios venideros, asi como los que ya tienen una edad avanzada y que estén deseosos de recibir de la vida algo mas de lo que estén recibiendo. La persona de cualquier edad que aplique las ideas y las sugerencias de este libro a su vida diaria alcanzar4 un sentimiento de propésito en la vida y una satisfaccién consigo mismo mayores de lo que podria haber llegado a imaginar. Experimentara cambios positivos en su bienestar fisico, en su enriquecimiento mental y en su satisfaccién espiri- tual. Y no estoy haciendo esta promesa a la ligera. Uno de los indicios del interés creciente por la vida en la edad avanzada es el némero cada vez mayor de libros y articulos que apa- recen sobre el tema de la vejez y el envejecimiento: sobre el proceso del envejecimiento, sobre cémo soportar la edad o disfrutar de la edad (sea cual sea ésta), sobre cémo cuidar de las personas mayores, etcétera. Entonces, jpor qué escribir un libro mas? Una aportacién unica de este libro es el texto que le sirve de base: las lecturas parap- sicolégicas realizadas por Edgar Cayce con intencién de ayudar a centenares de personas a resolver sus dudas fisicas, mentales y espi- rituales. Algunas de estas dudas estén relacionadas directamente con el proceso del envejecimiento, pero muchas mis estén relacionadas con el propésito mas amplio de vivir una vida significativa y util, con 16 EL CAMINO POR RECORRER independencia de la edad. Me he basado en una amplia seleccién de las lecturas de Cayce para presentar sugerencias sobre cémo enveje- cer con confianza y con elegancia. Por expresarlo de una manera muy sencilla, mi propésito es mostrar el modo en que la vida de la edad avanzada se puede vitalizar aplicando las ideas expresadas en la filosofia que se desprende de las lecturas de Cayce. Segtin Malcolm Cowley, poeta, ensayista y critico, en su libro The View from 80 («La vista desde los 80»), yo soy uno de los muchos auto- Tes que tratamos el tema de la vejez pero que no somos mas que «unos mozalbetes y unas muchachas (...) de algo menos 0 poco mds de sesenta afios». Da a entender que quiz4s conozcamos la bibliografia, «pero no la vida. (...) Lo que no saben y no pueden saber es qué se siente al ser vie- jos». Yo he intentado compensar un poco mi visién «juvenil» desde los sesenta hablando con personas que tienen la ventaja de ser sexagenarias, septuagenarias y octogenarias. Mis diez compaiieros de tertulia no son una muestra extrafda al azar entre toda la poblacién estadounidense de edad avanzada, pero son personas que intentan basar su vida en una filo- sofia de la vida representada por las lecturas de Edgar Cayce. La presentaci6n del libro est4 dirigida a animar al lector a aplicar las ideas del mismo. Muchas lecturas de Edgar Cayce recuerdan a los consultantes que deben aplicar Ia informaci6n que reciben en las lectu- Tas para poder experimentar los cambios beneficiosos. La experimenta- cién con ideas nuevas es una manera de empezar a convertir el conoci- miento en sabiduria, y de empezar a vivir el cumplimiento de mi pro- mesa anterior. A lo largo de todo el libro se encuentran apartados con el titulo de «Actividades personales», que contienen tests y otras activida- des pensadas para hacer que las ideas salgan del libro y se incorporen en su vida. Le recomiendo que abra un cuaderno, una especie de diario personal, para realizar en él los ejercicios y hacer otras anotaciones que le parezcan relevantes. Utilicelo para registrar y celebrar su desarrollo, para anotar y resolver sus problemas, y para trazar sus planes de accién para el futuro. Si comparte su vida con un c6nyuge © con un amigo inti- mo, le sugiero que le ofrezca la oportunidad de participar con usted en los ejercicios y en las actividades. Mi promesa es valida para ambos. jOjal4 encuentre vitalidad, sabiduria y gracia en el camino que le queda por andar! AGRADECIMIENTOS Edgar Cayce solfa decir en sus lecturas que el servicio que una persona prestaba a otra era «el m4ximo servicio que se puede prestar a Dios». En una lectura para cierta persona, dijo que el servicio a otra persona era la zinica manera de aportar satisfaccién a la vida y de tener alegria de vivir. Son muchas las personas que me han prestado servicios en la preparacién de este libro, y que deben compartir conmigo la satisfac- cién de verlo terminado. Expreso aqui especialmente mi agradeci- miento y mi amor a las siguientes personas: Mi compafiera del alma, esposa, primera editora y mejor amiga, Anita, que enriquece mi vida con el Espiritu, y sin la cual yo quizas no hubiera ofdo hablar jamds de Edgar Cayce. Mis diez «compafieros de tertulia» y amigos queridos, que me han ayudado a ampliar mi visién de la vida en la madurez con el Espiritu: Ada, Belva, Don, Dora Lou, Everett, Mae, Mike, Nell, Richard y Shane. Mis padres, Lea y Oscar, que han sido modelos del arte de enveje- cer con elegancia, y que ahora, a sus ochenta y siete y noventa y dos afios afios, son unos destacados modelos de amor y de compafifa en la edad avanzada. Mi suegra, Alice, cuya sola presencia, a sus ochenta y cinco, es un recordatorio de la fuerza callada de la amabilidad y de la deli- cadeza. 18 EL CAMINO POR RECORRER Mis hijos y nietos, Scott, Fran, Lyn, Kelsey y Holly, simbolos del flujo constante del amor y del apoyo a través de las nuevas generaciones. También quiero expresar mi agradecimiento profundo a las siguientes personas: Mark Thurston, cuyos libros, conferencias y orientaci6n han influido significativamente en,mi trabajo con las lec- turas de Edgar Cayce; Charles Thomas Cayce, que me ha ofrecido su apoyo y su 4nimo constante y me ha brindado oportunidades para desarrollar mi trabajo; Bob Smith, cuya orientacién como editor y cuyo apoyo moral me mantuvieron en marcha; y, sobre todo, el pro- pio Edgar Cayce, cuyo extraordinario legado de las lecturas y cuya organizaci6n han transformado mi vida. A todas estas personas les dedico mi libro con amor. Pero tengo promesas que mantener Y un camino por andar antes de dormirme. ROBERT FROST De «Pararse junto al bosque una tarde de nieve» PRIMERA PARTE ANTES DE DORMIRME INTRODUCCION A LA PRIMERA PARTE ANTES DE DORMIRME Algunas veces es mucho mds alegre y esperanzador tener Setenta afios que tener cuarenta. OLIVER WENDELL HOLMES, a los ochenta afios, en carta a Julia Ward Howe, que cumplia setenta, el 27 de mayo de 1889. Lo que importa no es lo viejo que eres, sino cémo eres viejo. MARIE DRESSLER, a los sesenta y cinco afios. Citada en la revista Reader’s Digest, marzo de 1934. La mayoria de la gente dice que al hacernos viejos debe- mos renunciar a ciertas cosas. Yo creo que nos hacemos viejos porque renunciamos a ciertas cosas. SENADOR THEODORE FRANCIS GREEN, a los ochenta y siete afios. Citado en el diario Washington Post, 28 de junio de 1954, E| envejecimiento es al mismo tiempo una realidad y una sensa- cién. Aunque no arranquemos todos los dfas una hoja del calendario, no podemos menos de darnos cuenta del paso del tiempo. Por cada dia que pasa somos un dia més viejos. Pero gno ha advertido usted que no todos los minutos u horas parecen iguales? {No le parece que algunos dias o algunas semanas son més largas que otras? 24 EL CAMINO POR RECORRER Sus ideas sobre su vida y sobre el punto de ella donde se encuen- tra son consecuencia de muchas influencias: de sus padres, maestros, orientadores religiosos y amigos; de los libros, los periddicos, las peliculas y la television. Sea cual sea su edad, si considera sus impre- siones sobre la vida y el mundo que le rodea, probablemente descu- briré que su visién personal de la realidad (su «paradigma personal») no es demasiado diferente de la de los que le rodean. Este paradigma es la base de que parte para plantearse preguntas como éstas: ¢Cudl es el significado de la vida en este planeta? ;Es verdadero el mundo que me rodea? ,O no es més que una ilusién creada por mi mente? {Tiene un fin el hecho de que yo esté en este planeta, con mi mente y con mis sentimientos? ,O es el ser humano un fruto casual de la evo- lucién bioldgica? ,Tiene mi propia vida un objetivo concreto? Mientras nos cefiimos a un solo paradigma sencillo, sobre todo si se trata de aquel en que nos educaron, podremos dar respuesta a estas preguntas (o despreocuparnos de ellas) con relativa facilidad y con- sistencia. Pero el precio que pagamos por esa sencillez es el de tener que aceptar también las consecuencias que tiene aparejadas ese para- digma, esa visién de la realidad. Si nuestro paradigma nos permite creer, por ejemplo, que la vida sirve principalmente para conseguir un m4ximo de ganancias o de felicidad personal para nosotros mis- mos, y que carece de un objetivo tiltimo, entonces deberemos estar preparados para aceptar los sentimientos de desesperacién y de falta de sentido que pueden asediarnos con los afios. En el capitulo 1 resumimos algunas de las condiciones y de las limitaciones de un paradigma convencional propio del mundo occi- dental. Permite al lector poner a prueba los limites de sus propias opiniones en relacién con el proceso del envejecimiento, tal como lo ve a su alrededor y lo experimenta en si mismo. El capitulo 2 presenta conceptos propios de un paradigma menos admitido entre las personas que se han formado en las civilizaciones occidentales: el de las ideas y los principios que se desprenden de las lecturas de Edgar Cayce. Estos conceptos ya no resultan tan extrafios para la mentalidad occidental como resultaban hace algunos. afios. Cada vez es ms comin la manifestacién de estas ideas, aunque a veces se hable de ellas con escepticismo, con burlas o incluso con ANTES DE DORMIRME 25 desprecio, como tantas ideas nuevas que han amenazado a los anti- guos paradigmas y que han sido objeto de criticas o de burlas. El lector desconfiado puede optar por dejar en suspenso de momento su juicio sobre los conceptos ajenos a sus cémodos para- digmas actuales. Pero, después de poner a prueba algunas de las ideas presentadas en el libro, hasta los lectores escépticos pueden advertir que sus opiniones empiezan a acercarse a los conceptos nue- vos. O quizds descubran que, al convencerse de las ventajas de apli- car estas ideas, pueden aceptar y aplicar muchos de los principios y técnicas de dichas ideas sin abandonar sus paradigmas actuales en lo esencial. 1 «,CASI DEMASIADO TARDE?» UNA VISION CON LOS «OJOS CONVENCIONALES» Todos quieren vivir mucho tiempo, pero nadie quiere ser viejo. BENJAMIN FRANKLIN, Almanaque del Pobre Richard del afio 1749. 4Ha pensado usted alguna vez: «No me puedo creer que voy a cumplir los cuarenta el mes que viene», o los cincuenta, 0 los sesen- ta? Son pocos los acontecimientos de nuestra vida de adultos que ins- piran tantas bromas y chistes como los cumpleafios en los que entra- mos en una nueva década. Estos cumpleafios especiales provocan en algunos de nosotros nerviosismo cuando se acercan y rencor cuando ya han pasado. Son ocasiones que suelen incitamos a que examine- mos nuestra calidad de vida, a que nos comparemos a nosotros mis- mos con un patrén, mal definido pero exigente, de lo que es «vivir la buena vida». Evaluamos el trabajo diario que hemos elegido, nuestro modo de vida, nuestras relaciones personales, nuestros recursos. Presentaré un ejemplo. Hace poco asisti a una fiesta sorpresa que se ofrecié en honor de una mujer que cumplia «los estupendos cin- cuenta» (eso es lo que estaba escrito en uno de los globos que flota- ban cerca del techo). Al volver la vista atrds, ella se sentia agradecida por haber salido adelante tras varios afios dificiles con problemas de salud y familiares. Mirando al futuro, sentia cierta necesidad de ace- 28 EL CAMINO POR RECORRER lerar el ritmo de su carrera profesional como pintora, ahora que habia caido en la cincuentena. Cuando los adultos jévenes Ilegan a su primer cumpleafios «de los grandes», cuando cumplen treinta afios, se plantean preguntas como éstas: ,Cémo he Ilegado hasta aqui en tan poco tiempo? ¢Voy por el buen camino? ,Qué he estado haciendo de mi vida? ,Qué estoy pasando por alto? El psic6logo Daniel Levinson escribe en su libro The Seasons of a Man's Life («Las estaciones de la vida del hombre»): A una persona de veintitantos afios le parece que llegar a los treinta es «superar la cumbre». Durante la treintena, el cuadragésimo cumpleafios es una amenaza temible. En cualquier momento de la vida, la superacién del préximo hito de la edad se asocia a una pérdi- da total de juventud, de vitalidad e incluso de vida. ;Qué puede repre- sentar, entonces, aproximarse a los sesenta y sentir que todas las manifestaciones de la juventud estén a punto de desaparecer, y que s6lo queda la «vejez»? Segtin Levinson, una posible soluci6n es la de encontrar en cada edad de la vida un equilibrio entre los valores de la juventud y los de la vejez. En los tiltimos aiios de la madurez sugiere, por ejemplo, que podemos perseguir la imagen del «anciano sabio y creador» sin per- der «el contacto con la vitalidad juvenil, con las fuerzas de desarrollo en el yo y en el mundo». Al ir envejeciendo podemos reducir al minimo Ja angustia producida por la pérdida de la juventud si vivi- mos de una manera dindmica, sin dejar de desarrollar nuestros recur- sos interiores y de aplicar estos recursos en nuestras vidas externas. Las lecturas de Edgar Cayce aportan una amplia variedad de orienta- ciones sobre el modo de llevar a nuestras vidas esta vitalidad. Levinson y sus colegas de la universidad de Yale, en sus investi- gaciones decisivas sobre los ciclos de desarrollo de la vida adulta, identificaron cuatro edades en las que se dividen las vidas con nota- ble consistencia. Hacia el final de cada edad y el principio de la siguiente se encuentran tres periodos principales de transicién. El ter- cero y Ultimo de estos periodos es el de la Transicién Adulta Ultima, « {CASI DEMASIADO TARDE?» UNA VISION CON LOS «OJOS CONVENCIONALES» 29 que suele producirse entre los sesenta y los sesenta y cinco afios de edad. Levinson considera que esta transicién es un «periodo de desa- rrollo significativo» que «representa un cambio de primer orden en el ciclo vital». Advirtamos que habla de desarrollo, y no de decadencia ni de deterioro. En cada periodo de transicién es esencial realizar una evaluacién, preguntdéndonos: «;,Qué he hecho hasta ahora? Y ,ad6nde me dirijo? Los individuos que no se plantean estas preguntas en el periodo de transicién tendrén més diffcil su adaptacién efectiva en la edad siguiente. De hecho, puede que sigan funcionando al nivel de la edad anterior: esto explica los casos de las personas de treinta y cinco afios que todavia no saben lo que quieren ser «cuando sean mayores», y los de los septuagenarios que siguen intentando aferrarse a una serie de ambiciones y de expectativas propias de la edad madura. El perio- do de transicién es un medio que permite a las personas distanciarse del pasado mientras se preparan para el futuro. Otro estudio cldsico del desarrollo humano son las investigacio- nes realizadas por el psicoanalista Erik Erikson, que observé las vidas de varias familias a lo largo de muchos aiios. En su libro Childhood and Society («Infancia y sociedad»), publicado en 1950, Erikson identifica ocho edades en el desarrollo humano, desde la infancia hasta la vejez; todas ellas son fundamentales para el desarro- Ilo psicosocial normal, y cada una de ellas se caracteriza por un con- junto propio de decisiones que tomar y de cuestiones que resolver. En un libro que publicé recientemente, Vital Involvement in Old Age («Participacién vital en la vejez»), Erikson estudia especialmente a las personas que se encuentran en la octava edad (la vejez), y descri- be lo necesario para conseguir una integraci6n satisfactoria de todo lo que se ha vivido antes, «para consolidar un sentimiento de sabidu- ria con el que vivir el futuro». En resumen: tanto los estudios de Erikson como los de Levinson dan a entender que no hay momento mejor que los afios de madurez para emprender el tipo de autoandlisis que nosotros soliamos dejar para nuestros primeros cumpleafios que abrian década: las reflexio- Nes sobre dénde hemos estado, sobre como encaja todo, y sobre adénde vamos ahora. Una serie de ideas inspiradas en las lecturas de 30 EL CAMINO POR RECORRER Edgar Cayce pueden ayudamos a superar con elegancia el periodo de transicién de los sesenta a los sesenta y cinco, Y las lecturas ofrecen mucho mas para enriquecer los afios siguientes de la vida, los afios de la edad avanzada. LOS ANOS QUE DEJA ATRAS Este libro se dedica sobre todo a los afios que tiene por delante, a los afios de su edad avanzada. Pero para dar al futuro algo de perspecti- va (teniendo en cuenta sobre todo el punto de vista del capitulo siguien- te) voy a echar una breve ojeada al pasado visto desde el presente. Es posible que cuando se aproxime a uno de los cambios de década avanzados piense: «Si todavia no lo he hecho, seguramente ya no lo haré nunca.» A algunos les puede suceder ya en los cincuen- ta; a otros puede venirles més bien en los setenta o incluso en los ochenta; otros mds pueden no llegar nunca a esta renuncia. No tiene nada de raro que usted se desanime por los afios que deja atras: esto suele deberse a que advierte las diferencias entre lo que habia esperado y planeado y lo que sucedié en realidad. Las expectativas no satisfechas son probablemente la causa més impor- tante de frustracién, de decepcin e incluso de desesperacion. Tiende a comparar sus logros mentales y ffsicos con los de los demas y con valores absolutos, en vez de buscar dentro de si mismo sus propios logros y avances. Tiende a pensar en las cosas materiales que tiene 0 que no ha conseguido, en vez de en las vidas a las que ha afectado favorablemente o los servicios que ha prestado a los demas. Quizds sea usted como el personaje George Bailey, representado por James Stewart en la pelicula ;Qué bello es vivir! George llega a un punto bajo de desesperaci6n y est4 a punto de tirarse de un puente para acabar con todo. Pero un amable aprendiz de angel llamado Cla- rence se lo impide y le ensefia lo mucho que ha hecho por su pueblo, Bedford Falls, por su familia y por las vidas de los que le rodean: personas a las que ha prestado apoyo econémico, a las que ha dado una segunda oportunidad o un medio para ganarse honradamente la vida. Seguin las lecturas de Cayce, es posible que los logros mds «CASI DEMASIADO TARDE?» UNA VISION CON LOS «OJOS CONVENCIONALES» 31 importantes de nuestra vida sean las experiencias en las que ayuda- mos a otras personas a recuperarse tras una caida o a dar un nuevo paso adelante en sus vidas. En este libro se proponen diversos ejercicios y actividades bajo el titulo de «Actividades Personales», pensados para ayudarle a aplicar directamente en su vida las ideas del libro. La fuente de Edgar Cayce solia recordar a las personas que recibian sus lecturas que la com- prensién viene con la aplicacién. Como se sefialé en el prefacio, qui- zs le interese llevar un cuaderno para realizar en él los ejercicios del libro y para registrar sus ideas y sus planes. ACTIVIDADES PERSONALES Dedique algunos minutos a recordar su vida, concentrandose en los tltimos veinte afios, aproximadamente. Prepare una lista de sus logros en cuanto a: Servicios prestados. Oportunidades aprovechadas, Producciones realizadas Metas alcanzadas. Conocimientos 0 habilidades aprendidas. Experiencia acumulada. Ayuda prestada a personas. Creatividad aplicada. Imaginese que tiene a su lado a su Angel custodio, que le va indi- cando Jos modos en que usted ha hecho del mundo un lugar diferen- te, a su manera personal. ,Qué cosas no se habrian hecho si no hubiera sido por usted? ¢Quién ha vivido una vida mejor por haber intervenido usted en ella? ;Qué lecciones ha aprendido usted que puede trasmitir a los demds? No intente medir o pesar sus logros. No se detenga en lo que ha dejado incompleto o retrasado ni en las metas no alcanzadas. Las lec- turas de Cayce nos advierten que sélo fracasamos cuando dejamos de intentarlo. ;Limftese a anotar sus logros y a disfrutarlos! 32 EL CAMINO POR RECORRER Ha Ilegado el momento de dejar de leer y de ponerse a escribir la lista. Cuando termine, conserve sus notas. Volverd a ellas mas adelante. DONDE ESTA EL AHORA Ha dirigido la mirada atr4s; ahora, vuelva a centrarse en el pre- sente. Observe, concretamente, un aspecto de su visién personal del mundo: sus ideas y sus actitudes sobre la vida en la edad avanzada. Sus impresiones sobre la vida después de los sesenta o de los setenta se han forjado a partir de fuentes ptiblicas (como son los articu- los de prensa, los programas de televisién y los libros) y de fuentes personales (sus amigos y parientes de edad). Por una parte, quizds admire usted el logro de haber alcanzado una edad avanzada («jTiene usted ochenta y cinco afios? ;Qué maravilla!») Por otra parte, puede sentirse maravillado por el hecho de que sea posible la vitalidad a tales edades («;Cdmo es que sigue dirigiendo orquestas a los ochenta y cinco?»). Dicho de otro modo, su paradigma le hace creer que Iegar a alcanzar una edad avanzada es algo notable, y que funcionar bien a tal edad es casi increible. EI poeta Henry Wadsworth Longfellow advirtié esta duplicidad, y present6 como respuesta un breve catdlogo de logros en edades avanzadas, en su poema «Morituri Salutamus»: jEs demasiado tarde! Oh, nunca es demasiado tarde Hasta que el corazén cansado deja de palpitar. Catén aprendié griego a los ochenta; S6focles Escribié su gran Edipo, y Siménides Arrebaté el premio de poesta a sus compaieros, Cuando ambos habian cumplido mds de ochenta. Chaucer, en Woodstock con los ruisenores, Escribi6é los Cuentos de Canterbury a /os sesenta; «{CASI DEMASIADO TARDE?» UNA VISION CON LOS «OJOS CONVENCIONALES» 33, Goethe, en Weimar, trabajando hasta el fin, Terminé el Fausto después de los ochenta. Son, en verdad, excepciones; pero muestran cudnto puede adentrarse la corriente del Golfo de nuestra juventud en las regiones drticas de nuestras vidas... Muchas de sus actitudes sobre el envejecimiento se pueden resu- mir en la paradoja de Benjamin Franklin con la que abrimos este capitulo: quiere vivir mucho tiempo, pero no quiere hacerse viejo. De hecho, rehtiye a los que ya se han hecho viejos. ;Existe alguna otra situacién en la vida en Ja que conffe en llegar a integrarse algtin dja en un grupo a cuyos miembros desprecia hoy? ‘Vamos a seguir con las actividades personales: veamos sus ideas sobre lo que representa ser una persona mayor dentro de la sociedad. ACTIVIDADES PERSONALES La tabla 1, que aparece a continuaci6n, es un test que le permite evaluar sus propias ideas sobre lo que representa el envejecimiento. (Las palabras personas mayores que aparecen en el test denotan prin- cipalmente a las personas por encima de los setenta afios). A la derecha de cada afirmacién aparece una escala de puntuacién que va desde el ntimero de la izquierda, que quiere decir «Completa- mente de acuerdo», hasta el ntimero de la derecha, que quiere decir «Completamente en desacuerdo». Rodee con un circulo el ntimero que represente su respuesta, sin preocuparse de momento por el valor del niimero. Califique cada afirmacién con sinceridad, en funcién de sus ideas, y no pensando en cudl cree que es la respuesta «correcta». Después de completar el test, calcule la puntuacién sumando los miimeros que ha rodeado con un circulo. Busque el texto que le corresponde en funcién del total: 41-50: Al parecer, usted tiene una visién muy saludable y opti- mista de la vida en la edad avanzada. Ha evitado la mayoria de los 34 EL CAMINO POR RECORRER estereotipos que tienden a presentar a las personas mayores como personas con limitaciones en su capacidad y en sus intereses, infle- xibles en sus actitudes y en sus habitos, incapaces de desarrollarse y de cambiar. En vez de ello, parece que advierte las posibilidades de llevar una vida dindmica a esas edades, aunque ello exija cierto grado de ajuste y de compromiso. Reconoce que la persona mayor es muy capaz de ser flexible y de cambiar para adaptarse a las cir- cunstancias. Este libro le servird para confirmar su visi6n positiva de la edad avanzada. Tiene grandes dotes para aprovechar las oportunidades y para crear estrategias que le permitan dar forma a su propio futuro de una manera positiva. 31-40: Al parecer, usted tiene una visi6n positiva, en lineas generales, de la vida en la edad avanzada, aunque no esté completa- mente preparado para renunciar a todos los estereotipos que presen- tan a las personas mayores como seres de capacidad limitada, de intereses estrechos, de actitudes y habitos inflexibles, e incapaces de desarrollarse y de cambiar. Seguramente espera que los estereo- tipos sean falsos, y que usted pueda aprovechar las posibilidades de una vida més dindmica, aunque deba realizar algunos ajustes y bus- car algunas soluciones de compromiso en funcidn de sus circuns- tancias. Este libro puede servirle para liberarse de sus inquietudes sobre la edad avanzada. Esto le permitir4 aprovechar las oportunidades y crear estrategias para dar forma a su propio futuro de una manera positiva. 21-30: Al parecer, usted tiene una visin algo negativa de la vida en la edad avanzada y acepta como verdaderos muchos de los estereo- tipos que presentan a las personas mayores como seres de capacidad limitada, de intereses estrechos, de actitudes y habitos inflexibles, e incapaces de desarrollarse y de cambiar. No tiene grandes esperanzas de vivir una vida significativa y dindmica a esas edades; parece, por el contrario, que espera vivir un periodo de decadencia, de limitacio- nes y de aislamiento. Este libro puede ayudarle a replantearse sus opiniones sobre la edad avanzada y sobre las limitaciones que usted le atribuye. Si usted «CASI DEMASIADO TARDE?» UNA VISION CON LOS «OJOS CONVENCIONALES» 35 est4 dispuesto a aprender algunas de sus técnicas y a aplicarlas, el libro puede sugerirle oportunidades y estrategias que le ayudardén a evitar los tropiezos causados por los estereotipos y a dar forma a su propio futuro de una manera més positiva. 10-20: Al parecer, usted tiene una visién muy negativa de la vida en la edad avanzada, y acepta como verdaderos la mayoria de los estereotipos que presentan a las personas mayores como seres de capacidad e intereses limitados, de actitudes y hdbitos inflexibles, e incapaces de desarrollarse y de cambiar. Al parecer, no espera vivir una vida dindmica y significativa en esos afios; espera mds bien un periodo de decadencia, de limitaciones y de aislamiento. Este libro le ayudard a replantearse sus opiniones sobre la edad avanzada y sus limitaciones. Si es capaz de dejar en suspenso una parte de sus opiniones mientras trabaja con el libro, y si esta dispues- to a poner a prueba algunas de las ideas y de las técnicas del libro, no sdlo descubriré que sus opiniones han cambiado, sino también que empieza a dar forma a su futuro de una manera més positiva. Las personas adoptan puntos de vista estrechos sobre el envejeci- miento cuando no han tratado a muchas personas de edad avanzada. Y esta falta de trato puede conducir a la gente a manifestar prejuicios como los que encontré Sarah-Patton Boyle, que dice en su libro The Desert Blooms («El desierto florece») que habia pasado a formar parte de «una entidad homogénea, la de los viejos; escrito asi, como una sola palabra». Dice que la consecuencia de esta imposicién de etiquetas es la atribucién de «imagenes fijas, 0 estereotipos, que se adhieren a ellos como el alquitran y las plumas». Estos puntos de vista cambiaran cuando la gente en general tenga més trato con las personas mayores, como sucederd sin duda con el tiempo. Los cambios demogréficos ya apuntan en este sentido, como veremos. 36 EL CAMINO POR RECORRER TABLA 1 Test: ;Cémo es hacerse viejo? Después de cada afirmacién, rodee con un circulo el niimero que indique con més precisién su nivel de acuerdo o de desacuerdo con ella. Completamente en desacuerdo En desacuerdo Indeciso De acuerdo Completamente de acuerdo — 1. Cuando las personas se hacen viejas, los rasggos 1 2 3, 4 § menos agradables de su personalidad empiezan a destacar mas que los mas agradables. 2. La mente y la memoria pueden funcionar conmés 5: 4 3 2- 1 eficacia si se ejercitan con regularidad. : 3. Cuando las personas mayores intentan adquirirnue- 1 2 3 4 5 vas habilidades 0 conocimientos, deben estar prepa- radas para Hevarse una desilusién. 4, Recordar en la edad avanzada los afios pasadosno 1 2 3 «4 «5 tiene nada de ttil ni de bueno para la salud mental. 5. El régimen alimenticio es menos importanteenla 1 2 3 4 5 edad avanzada, pues el cuerpo y su salud dependen en gran medida de la alimentacién anterior. 6. Un empresario que tenga en plantilla a oficinistas 1 2 3 4 § de més de 70 afios de edad vera cémo va decayendo su productividad. 7. Las personas mayores que no se han interesado 5 4 3 ‘2 nunca por su desarrollo personal o espiritual toda- via pueden conseguir mucho en la edad avanzada, 8. Las personas mayores deben buscar nuevos amigos 1 2 3 4 5 sobre todo entre otras personas de edad avanzada. 9. Es més probable que las personas vivan més tiempo 1 2 3 4 ‘5! si reducen su participacién en actividades externas en la edad avanzada. 10. La actitud mental de las personas sobre elenvejeci- 5; 4 3 2 1 miento tiene sus repercusiones sobre su bienestar fisico con la edad. « {CASI DEMASIADO TARDE?» UNA VISION CON LOS «OJOS CONVENCIONALES» 37 LOS ANOS VENIDEROS Tener més de sesenta y cinco afios viene acompafiado de una cir- cunstancia tranquilizadora: sea cuando sea cuando los cumpla, tendré mucha mds compafifa en su grupo de edad que la que tenian las per- sonas de més de sesenta y cinco aiios en el pasado. En el afio 1900, por ejemplo, sélo una de cada veinticinco personas habia cumplido los sesenta y cinco; en 1987 ya eran una de cada nueve las personas mayores de sesenta y cinco afios; en el afio 2000 serdn una de cada cinco. Evidentemente, cuanto mds tarde usted en cumplir los sesenta y cinco, m4s compaififa tendra. Otra circunstancia tranquilizadora es la de que quizds tenga mds aiios por delante de los que cree. En 1980 vivian en los Estados Uni- dos 14.200 personas que habian cumplido los 100 afios. En 1985, esta cifra habia aumentado espectacularmente, en un 80 por cien, hasta situarse en 25.400, y quizds haya mas de 100.000 centenarios en el afio 2000. La ciencia médica dice que, al parecer, el cuerpo humano est4 construido para durar entre 110 y 120 afios, si no media una enfermedad no relacionada con la edad. La informacién que se desprende de las lecturas de Edgar Cayce da a entender que el cuer- po humano podria durar mucho més de lo que dura, y que esta al alcance de cada uno de nosotros prolongar nuestra vida. No tenemos por qué dejar de considerarnos miembros de la raza humana cuando superamos la esperanza de vida que se nos atribuy6 cuando naci- mos. Hace poco tiempo probé una chispa de inmortalidad cuando descubri que habia superado la esperanza de vida vigente cuando naci, los 59 afios. Por supuesto, los demégrafos saben lo que hacen: mientras nosotros seguimos viviendo, ellos siguen subiendo la espe- ranza de vida. Pero antes de ponerse a celebrar sus posibilidades de vivir una larga vida, debe estudiar cémo emplear esa vida. ;Para qué vivir més de cien afios? ,Simplemente por amor a la supervivencia? ;Por el gusto de durar mds tiempo que la mayorfa de los demés seres humanos? {0 tiene pensada alguna cosa mds productiva y mds ima- ginativa? 38 EL CAMINO POR RECORRER Sus posibilidades para su tltimos afios pueden ser infinitamente variadas, pero cuando llegue a ellos quizds estén limitadas por su capacidad, por sus recursos y por su imaginacién. Voy a pedirle que piense en esos ultimos afios, en la época en que empezarén (0 empezaron) para usted. Pero, antes de ello, repase esta lista de oportunidades: Cursar estudios universitarios 0 seguir cursos de educacién para adultos. ~Dedicarse més en serio a una aficién o a una artesanfa. Emprender una nueva carrera profesional como auténomo. Encontrar un nuevo empleo por cuenta ajena. Hacer mas ejercicio. Dormir mas y mejor. ~Colaborar en el cuidado de los nietos. ~Aceptar nuevas responsabilidades en labores altruistas. ~Leer los cien libros mds importantes de la historia. Ver mas la televisién (0 ver menos la televisién). ~Trabajar en su desarrollo espiritual. Dedicarse mds en serio a la jardinerfa 0 a la decoraci6n. Viajar mds (0 pasar més tiempo en casa). ~Aprender un nuevo idioma. ~Hacer nuevos amigos. Tener mas vida social (o menos vida social). Usted debe de tener ideas propias a docenas: ha Ilegado el momento de volver a las actividades personales. ACTIVIDADES PERSONALES Dedique ahora algunos minutos a imaginarse su futuro, teniendo en cuenta sus propias circunstancias, capacidades y limitaciones. Anote las décadas que va a cumplir y el afio en que cumplird cada «¢CASI DEMASIADO TARDE?» UNA VISION CON LOS «OJOS CONVENCIONALES» 39 una de ellas en los préximos tiempos. Por ejemplo, yo cumpliré asi Jas décadas: 70 en 1998. 80 en el 2008. (;Qué emocionante es la idea de superar el afio 2000!) 90 enel 2018. 100 en el 2028. (;Por qué no? Mi padre ya es nonagenario.) Para cada uno de sus cumpleafios venideros que abran década, anote brevemente lo que le gustaria estar haciendo en ese momento, si sus circunstancias y sus recursos lo permiten. ;Dé6nde estara? ,A qué dedicara su tiempo? ,Quién estar4 a su lado? ;De donde le ven- drdn las mayores satisfacciones en su vida? Si usted mantiene una relacién personal estrecha, plantéese la posibilidad de incluir a la otra persona en sus reflexiones sobre el futuro. Quizds prefieran responder a las preguntas en pareja, 0 respon- derlas por separado para comparar después sus respuestas. {Lleg6 a sentir que intentar analizar su futuro era «una tonteria» © «una pérdida de tiempo». Quizas ni siquicra se haya molestado en hacerlo, Piense una cosa: si usted no es capaz de expresar unas cir- cunstancias futuras razonables para sf mismo, {quiere eso decir que no le importa lo que suceda? Por otra parte, jes posible hacer que suceda algo que se desea con sinceridad? Para responder a estas preguntas, deber4 formularse una mds: {Qué tal le ha ido hasta ahora en cuanto a conseguir hacer realidad sus planes? El proceso del envejecimiento esté Ileno de sorpresas, ya desde la infancia: esperamos completar nuestra educacién, y descu- brimos que nunca dejamos de aprender. Luchamos por alcanzar obje- tivos profesionales, seguridad econémica, un trabajo que nos satisfa- 40 EL CAMINO POR RECORRER ga, y quizds.el reconocimiento por parte de los demds, para descubrir que debemos dedicar una gran parte de nuestro tiempo y de nuestras energias a conseguir progresos minimos en estas cuestiones. Espera- mos una época de relaciones personales estables, confiamos en que Ilegue el dia en que podamos vivir de la «renta» de las «inversiones» interpersonales que hemos realizado, pero descubrimos que estas relaciones exigen una «reinversi6n» constante. De modo que usted puede llegar a la conclusién de que no es posible hacer que suceda lo que se desea; que la casualidad 0 el azar o las circunstancias externas intervendrén y determinaran lo que suceda. En el capitulo siguiente presentaremos algunas ideas basadas en las lecturas de Cayce y que pueden chocar frontalmente con las opiniones de usted acerca de quién controla nuestro futuro y con otras opiniones basadas en la «visién actual» de usted. No rechace las ideas nuevas antes de estudiarlas a fondo, antes de poner a prueba quizds algunas de ellas. Por ejemplo, no Iegue a la conclusién de que desear algo no sirve de nada. Piense, por el contrario, que tal vez deba tener cuidado con lo que desea, jpues quizds lo reciba! para evitar aplicarle pronombres de uno u otro género, (N. del T.) 80 EL CAMINO POR RECORRER «dispuesto», estamos dando a entender que hay periodos en que Dios no est4 disponible, que es una fuente que sélo responde selectiva- mente. Las lecturas de Cayce suelen citar los siguientes versfculos del Sermén de la Montafia de Jestis: Pedid, y se os dard; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrira. Pues todo el que pide, recibe; y el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre. (Mateo 7, 7-8.) Si las Fuerzas Creadoras siempre estén a nuestro alcance y sélo tiene que solicitarlas, ;por qué sigue padeciendo necesidades, sobre todo en sus tiltimos afios? Dos explicaciones posibles son la de que no crea necesitar la ayuda de Dios tanto como otra persona la necesi- ta (jcomo si fuera un recurso limitado!), o la de que no esta seguro de cémo ha de pedir la ayuda de Dios (jcomo si Dios esperara que usted se cifiese a rituales 0 a protocolos rigidos!). En lo que se refiere a si usted merece la ayuda de Dios, cuando se haga mas viejo puede empezar a conformarse cada vez con menos de lo que puede ofrecer la vida. Quizds se diga a sf mismo: «Al fin y al cabo, he tenido mi oportunidad. Ahora que ya han terminado mis afios productivos, ha llegado el momento de que pase a un segundo plano.» Asi, puede ponerse a rehuir relaciones personales, a confor- marse con menos comunicaci6n, a sentir de alguna manera que los sucesos de su vida y que los problemas con que se enfrenta no importan tanto como los de los mas jévenes. Al hacerlo, su pérdida de comunicacién puede provocarle distanciamientos, aislamientos y limitaciones innecesarias en su vida. Esta reduccién del nivel de comunicacién puede afectar a sus relaciones con Dios, ademas de con los que le rodean. Aunque agra- dezca a Dios los muchos bienes que le ha otorgado, quizas piense al mismo tiempo que no vale la pena molestarle por la poca vida que le queda a usted. Por otra parte, {no seré que usted desconfia de sus posibilidades si intenta alcanzar algo mas en la vida? Edgar Cayce solia citar otro pasaje biblico que se puede aplicar a los que mantienen esta actitud de resignacién: MEDITACION Y ORACION: COMUNICARSE DONDE IMPORTA 81 He puesto ante vosotros la vida y la muerte (...), por lo tanto, ele- gid la vida (...) amando al Sefior vuestro Dios (...), pues eso es la vida para vosotros. (Deut. 30, 19-20.) «jElegid la vida!» jQué gran lema, sobre todo para el que siente que tiene poco que esperar en los tiltimos afios de su vida! Y cuando elegimos la vida manifestando nuestro amor a Dios en todos nuestros actos y en todas nuestras comunicaciones con los demas, podemos captar esos recursos de Dios que hardn que valga la pena vivir la vida. Para conseguirlo, no obstante, usted debera ocuparse del segun- do motivo de su falta de comunicacién con Dios: no esta seguro de c6mo dirigirse a El y pedirle la ayuda que querria recibir. En vista de que cuanto mayor es su edad mas preguntas tendrd que hacer a Dios, {no es éste el mejor momento de refrescar sus dotes de conversador? APRENDER A CONVERSAR CON DIOS Usted acepté, sin duda, la responsabilidad de mantener una comunicacién con sus padres en la Tierra, aunque fuera irregular- mente. Pero quizds haya interrumpido por su parte la comunicacién con Dios; no porque no crea en Dios, sino porque supone que un Dios omnisciente y omnipresente conoce las necesidades y los inte- reses de usted, aunque no se dirija a él: «Dios siempre esta presente y sabe lo que pienso y lo que hago; entonces, ,por qué deberia expre- sarle mis ideas con palabras? Las lecturas de Cayce sefialan la tendencia humana a ver a Dios por lo menos de dos maneras contrastadas: a Dios como fuerza impersonal omnipresente en todo el universo, y a Dios como mente inteligente, siempre disponible y dispuesto a escuchar a todos y a cada uno de los individuos de la Tierra, siempre consciente de las necesidades de cada persona y de cémo satisfacerlas. Lo que quiz4s olvide es que Dios también lo creé a usted con libre albedrio; este libre albedrio lo hace a usted directamente responsable de la forma que dé a su destino. Es responsable, entre otras cosas, de solicitar la ayuda de Dios cuando la necesite, en vez de suponer que Su ayuda 82. EL CAMINO POR RECORRER llegard sin que usted la solicite. Jestis lo dejd bien claro en el pasaje citado: pedid, y se os dara; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrird. Cuando se haya decidido a hablar con Dios, procurard aclarar al maximo el lazo de comunicaci6n sintonizando su conciencia con Dios. La meditacién es el proceso por el que se alcanza esa sintoni- zaci6n, y la oracién es el lenguaje de la comunicacién. Algunos lideres espirituales dan la impresién de estar en un esta- do casi continuo de sintonizacién con Dios. Al parecer, estos indivi- duos dedican una gran parte de su tiempo a la meditacién y a la ora- cién, incluso mientras realizan sus demas tareas diarias. Quizds no pueda aspirar usted a alcanzar tal estado de iluminacién, pero puede facilitar su sintonizacién con Dios practicando con regularidad la meditaci6n. Con la practica, aunque no alcance la perfeccién, tendra siempre abierto un canal mas claro y mas accesible hasta Dios. Quizas esté dando la impresién de que no es posible hablar con Dios si no sintonizamos con El por medio de la meditacién. Natural- mente, no es asi. Siempre podemos comunicarnos con Dios, con 0 sin meditaci6n. Si circulando por la carretera vemos que se nos viene encima otro coche que ha saltado la mediana, no tenemos tiempo de ponernos a meditar antes de pedir ayuda a Dios. Pero, como tenemos libre albedrio, es preciso que solicitemos voluntariamente esa ayuda, incluso en una situacién de crisis como la citada. La prdctica regular de la meditacién y de la oracién le aportarén nuevas oportunidades de desarrollo espiritual. Cierta lectura de Cayce dice: No pases ni un solo dfa sin meditar y sin orar por algtin propésito concreto; y no por tu yo, sino porque tu yo sirva de canal para ayudar a otra persona. Pues ayudar a los demas es e] mejor camino para ayu- dar al yo (ntim. 3624-1). En resumen, usted dispone de un canal de comunicacién con las Fuerzas Creadoras del universo, otorgado por Dios; pero Dios tam- bién le ha otorgado el libre albedrio que lo hace a usted responsable de abrir ese canal, de sintonizar con Dios y de iniciar la comunica- cién. Esta sintonizacién se facilita con la meditacién, del mismo MEDITACION Y ORACION: COMUNICARSE DONDE IMPORTA 83 modo que la comunicacién se facilita con la oracién. La meditacién y la oracién deben ser frecuentes, para que usted adquiera mds expe- riencia en su comunicacién y para que disponga de oportunidades diarias para servir a los demas con sus oraciones. LAS AFIRMACIONES: PEQUENAS UNIDADES DE ENERGIA Voy a emprender un estudio de la oracién y la meditacién par- tiendo de una de las herramientas mds sencillas, m4s versdtiles y mas Uitiles para comunicarnos con Dios: la afirmacién. Dado que nuestro ideal espiritual esta orientado con el propésito de Dios para nosotros (la Unidad), dicho ideal espiritual es una pode- rosa herramienta para sintonizarnos con Dios. Por lo tanto, un recur- so Util en el proceso de sintonizaci6n es el de mantenernos centrados en nuestros ideales por medio de las afirmaciones, de declaraciones positivas que hacemos sobre una verdad espiritual. Cuando una afir- maci6n se repite con sinceridad y se acepta con fe, la verdad que contiene empieza a recorrer el camino que va del espiritu al cuerpo pasando por la mente. Empezamos a dar manifestacién fisica al resultado de ese proceso afirmativo. Una serie de 130 lecturas de Cayce, pronunciadas a lo largo de un periodo de once afios, exponen paso a paso un sistema de desarrollo espiritual a través del trabajo en grupos reducidos. Estas lecturas, que tratan el tema general de Una biisqueda de Dios, propo- nen al menos una afirmacién para cada leccién. Muchas son afirma- ciones extensas, que contienen elementos de oracién. Por ejemplo, en la leccién sobre la rectitud se propone esta afirmacién: Crea en mf, oh Dios, un nuevo propésito, un espiritu recto, para que pueda, como hijo Tuyo, ser un ejemplo vivo de las creencias que he aceptado y acepto, manifestandolas entre mi projimo. (Nim. 262- 124.) Muchas de estas afirmaciones pedagdgicas contienen frases cor- 84 EL CAMINO POR RECORRER tas que usted puede utilizar como afirmaciones sencillas en sus pro- pias oraciones y meditaciones. He aqui algunos ejemplos: No se cumpla mi voluntad, sino la Tuya, oh Sefior. (Num. 262-3.) Haznos més conscientes de que Dios es Amor. (Nim. 262-43.) Que yo (mi mente, mi cuerpo, mi alma) sea uno contigo. (Num. 262-88.) Dado que en estas frases se refleja el propésito espiritual comin de toda la Humanidad, cualquier persona puede adoptarlas como afir- maciones a lo largo de su viaje espiritual. Usted encontrar, no obs- tante, un significado especial en las afirmaciones que cree a partir de sus propios ideales espirituales, mentales y fisicos, expresadas con sus propias palabras y cortadas a la medida de sus propias circuns- tancias. Las afirmaciones personales significativas también pueden ser Ppreciosas como oraciones breves o jaculatorias que se recuerdan en las situaciones de emergencia en la vida. Uno de mis compajfieros de tertulia, persona mayor que medita con regularidad, me describié una situacién que sirve de ejemplo: En un viaje, al levantar mi equipaje se me dislocé algo en la parte baja de la espalda, y el dolor me derribé. Tendido en el suelo, me puse inmediatamente a repetir la afirmacién de que todo estaba bien segin el orden divino. Con ello, entré en una especie de estado de meditacién, y el proceso curativo se puso en marcha inmediatamente. Al cabo de poco rato, pude ponerme de pie y caminar lo suficiente para terminar el viaje, antes de seguir un tratamiento para la espalda. Las afirmaciones me dan la vida en muchas situaciones. A continuacién le ofrezco una oportunidad para que cree dos afirmaciones propias, y asi pueda aprovechar mejor esta poderosa herramienta. MEDITACION Y ORACION: COMUNICARSE DONDE IMPORTA 85 ACTIVIDADES PERSONALES En primer lugar, crear4 una afirmacién que contenga la esencia de su ideal espiritual. Le servird de centro para los ejercicios de meditacién que se proponen més adelante, en este mismo capitulo. Considere su ideal espiritual, tal como lo expresé en los ejerci- cios del capitulo 3. Redacte una breve frase en la que se contenga la esencia de ese ideal. Por ejemplo, si el ideal es el servicio a los dem4s con amor, la afirmaci6n podria ser: «Sirvo a los demas con amor»; o puede expre- sarse de manera mas ligera y ritmica diciendo: «Amo el servicio a los demas, y sirvo a los demas con amor.» Si se trata de un ideal relacionado con la paz, varias afirmaciones posibles serfan las siguientes: «La paz empieza conmigo»; «La paz esta dentro de mi y a mi alrededor»; «Donde yo voy, viene la paz»; 0 «La paz me guia, yo la sigo». Se trata de que exprese en una frase breve el tema central de su ideal y sus relaciones con usted y con sus actos.’ Elija palabras y fra- ses que le resulten agradables, y combinelas de la manera que le parezca mas significativa y mas facil de recordar. Quizds prefiera seleccionar y ordenar las palabras dando a Ja afirmacién un ritmo 0 cadencia natural. Otro tipo de afirmacién es la dirigida a alguna cuestién concreta que usted deba tratar en su vida con frecuencia, incluso diariamente quizas. Por ejemplo, yo padezco una tendinitis crénica en una mujieca que me produce molestias cuando realizo mucha actividad fisica. Puedo intentar no pensar en ello, o bien puedo tomar analgésicos, 0 puedo recurrir a una afirmacién para conseguir la curaci6n fisica y mental: «Acepto este dolor como recuerdo de una limitacién fisica. Ahora lo dejo mientras se produce la curacién.» Las palabras quiz4s no sean siempre las mismas, pero siempre aludo primero a Ja acepta- cién del dolor, seguida de la liberacién, mientras afirmo mi fe en la curaci6n. Puedo utilizar esta afirmacién en cualquier momento y en cualquier lugar, y me sintoniza répidamente con la energia curadora de Dios. 86 EL CAMINO POR RECORRER Elija una cuestién en la que quisiera tener ayuda para controlar sus actos 0 sus reacciones. Si se trata de un problema fisico, puede adaptar el ejemplo anterior a sus propias necesidades, o bien crear una afirmacién completamente propia. Las dificultades en las rela- ciones interpersonales también se pueden aliviar por medio de las afirmaciones. Por ejemplo, cuando me encuentro con cierta persona con la que me Ilevo mal, puedo afirmar: «Ambos somos hijos de Dios, y por lo tanto hermanos», o bien: «Sefior, él es tuyo y yo soy tuyo. Hagase Tu voluntad», 0: «Dejo en manos de Dios todas las diferencias y todos los sentimientos de negatividad, ahora mismo.» Estas afirmaciones me sirven para recordar las relaciones comunes de ambos con Dios, y me aportan una perspectiva que me permite ver que nuestras diferen- cias son triviales. Dedique ahora cierto tiempo a seleccionar una cuestién en la que quisiera tener ayuda, y componga una afirmaci6n para reducir los efectos negativos de dicha cuestién. Elija palabras y frases que le resulten agradables, y prepare una afirmaci6n que sea facil de recordar. LA ORACION: HABLAR CON DIOS Dado que usted va a incorporar la oracién al proceso de medita- ci6n, estudiard en primer lugar el lenguaje y la estructura de la ora- ci6n, y después preparard oraciones para utilizarlas en la meditacién. Las peticiones de ayuda no son la tnica forma de oraci6n; quizds no sean siquiera las mds frecuentes. En los parrafos siguientes habla- ré de las peticiones de ayuda y de otros seis tipos de oraciones. En una sola oraci6n suelen aparecer a la vez varios de estos tipos. La alabanza: Muchos de nosotros suponiamos que nuestros padres o las personas que nos cuidaron sabian que los amébamos aunque no se lo dijéramos. Pero una manifestacién espontanea y sin- MEDITACION Y ORACION: COMUNICARSE DONDE IMPORTA 87 cera de nuestro amor y de nuestro agradecimiento los conmovia como no podia conmoverlos ningun otro acto nuestro, Lo mismo pasa con nuestras manifestaciones a Dios. Las oraciones de alabanza nos ayudan a recordar el amor infinito de Dios por nosotros, y comu- nican a Dios nuestro amor y nuestro sentimiento de amor y de asom- bro ante El: «Padre Nuestro, que estds en los Cielos, santificado sea Tu nombre»; «Alabemos a Dios, del que surgen todas las bendicio- nes»; «Te amo, Dios Padre y Madre». La accién de gracias: Una mujer conocida mia comienza cada jor- nada con la oracién siguiente: «Este es el dia que ha hecho el Sefior. Demos gracias y alegrémonos.» La accién de gracias alegre deberd formar parte significativa de nuestra comunicacién con Dios. ,Dice usted «gracias, Dios mfo» después de los sucesos significativos? Cier- to conocido mio cree que el desarrollo espiritual avanza a pasos agi- gantados cuando sabemos decir «gracias, Dios mio», pase lo que pase, «bueno 0 malo», porque «no hay nada que sea verdaderamente malo»: «Gracias, Padre, por todos mis afios»; «Gracias, Dios mio, por todas las bendiciones que me has enviado a mf y a la familia.» La confianza y la fe: ,Ha dicho usted alguna vez a alguien en quien tenia confianza: «Haré lo que creas que es mejor»? {Se lo ha dicho tltimamente a Dios? Si se lo habra dicho si ha repetido el Padrenuestro: «Hagase Tu voluntad.» Cuando yo deseo algo, deseo al mismo tiempo que concuerde con el propésito de Dios; por eso, utili- zo una frase tomada de las afirmaciones de la serie de lecturas de Cayce sobre la Buisqueda de Dios: «No se cumpla mi voluntad, sino la Tuya, oh Sefior.». Por contraste con las experiencias en que debemos expresar nuestro propio libre albedrio, las oraciones de este tipo repre- sentan cierto tipo de humildad, pues expresan el deseo sincero de que nuestras intenciones en nuestro propio interés se transformen en pro- positos acordes con los intereses de Dios: «Si es esa Tu voluntad, Padre, aytidame a seguir viviendo independientemente en mi casa.» La proteccién: Antes de la meditacién: «Al abrirme a fuerzas invisibles, me rodeo de la proteccién del amor de Dios.» Antes de abordar una situacién delicada de trato personal: «Me rodeo de la luz blanca de la proteccién de Dios.» Y antes de emprender un viaje: «Dios, consérvanos sanos y salvos en nuestro viaje.» 88 EL CAMINO POR RECORRER La peticién personal: A veces se le llama solicitud; consiste en pedir algo para nosotros mismos. Podemos sentir la tentacién de expresar la peticién como si supiéramos bien lo que nos conviene, y como si fuéramos capaces, por lo tanto, de decidir lo que nos debe suceder: «Dios mio, por favor, ayidame a reunir el dinero necesario para comprarme un coche nuevo.» De hecho, si s6lo pedimos las cosas que consideramos posibles quiz4s nos estemos limitando a nosotros mismos. Como dije al hablar de la confianza y la fe, al com- binar una petici6n de este tipo con la confianza Ilegamos a afirmacio- nes como ésta: «Al abordar esta situacién, aytidame a conocer Tu voluntad y a hacer lo que esperas de mi»; o bien: «Aytidame, Dios mio, a optar por el plan de vida que esté de acuerdo con tu voluntad.» EI perdon: La oraci6n nos permite pedir el perdén de Dios y de nuestro préjimo, por nuestros pensamientos, palabras, obras u omisio- nes inadecuadas: «Dios mio, perdéname por juzgar a Sue con tanta dureza esta mafiana, y ayUdala a ella también para que me perdone a mi.» También podemos pedir a Dios que nos ayude a perdonar a los demas: «Aytidame, Dios mio, a perdonar a Pat su conducta conmigo.» El Padrenuestro dice: «Perdénanos nuestras ofensas, asi como nosotros personamos a los que nos ofenden.» ,Perdona usted verdaderamente tal como quisiera ser perdonado? Como persona mayor, puede encontrarse con muchas oportunidades de perdonar cuando le parezca que los demas no le hacen caso, que se aprovechan de usted o que su conducta es mala en cualquier otro sentido. Sus oraciones de perd6n sirven para diluir los resentimientos: «Les perdono, Padre, como Ti les perdonas.» Peticiones para los demds: Es muy bueno servir de canal para los demés en nuestras oraciones y meditaciones, pero debemos recono- cer que nuestra comprensién de nuestras propias necesidades es limi- tada, y que es mucho mas dificil todavia que comprendamos las necesidades de otra persona. Sea prudente, por lo tanto, en sus ora- ciones de intercesién por otros, como se les llama algunas veces. A la pregunta de «;Cémo sabemos cudndo debemos ayudar a una perso- na?», una de las lecturas de Cayce respondié: Haced con todas tus fuerzas aquello que vuestras manos, vuestras mentes, vuestros corazones y vuestras almas puedan hacer; dejad las MEDITACION Y ORACION: COMUNICARSE DONDE IMPORTA 89 mejoras, los beneficios, en manos de Aquel que es el Dador de todo el bien y de los dones perfectos. (Nim. 281-4.) Estas palabras dan a entender que en nuestras oraciones por los demas debemos dejar las soluciones y los beneficios en manos de Dios: «Dios mio, envia tu luz y tu amor a Charlie Jones, y dale lo que sabes que es mejor para él»; 0 bien: «Rodea a Betsy Smith de la luz de Tu amor.» He aqui un modelo de oracién en el que intervienen todos los tipos de oracién que he expuesto: Oh, Dios de sabiduria y amor infinitos, te amo més profundamente cada dia (alabanza). Te agradezco las muchas bendiciones que has derra- mado en mi vida (accién de gracias). Ayiidame a saber cémo puedo redu- cir las limitaciones que me impone mi enfermedad actual (peticién perso- nal). Perdona la poca paciencia con que Ilevo mi enfermedad (perd6n). Hazme comprender mejor mis relaciones con mis hijos (peticién perso- nal). Rodéalos a ellos y a sus hijos con Tu luz y con Tu amor (peticién para los demés), y protégelos en su viaje (proteccién). Aytidame a cono- cer y a cumplir siempre Tu voluntad (confianza y fe). Amén. Si usted repasa el Padrenuestro frase a frase, encontrara en él cinco de los siete tipos de oraciones; la primera y la ultima son de alabanza*, y contiene otras de confianza y fe, de peticién personal, de perd6n y de proteccién. ACTIVIDADES PERSONALES Repase cada uno de los siete tipos de oracién y el modo en que cada una de ellas podria relacionarse con algtin aspecto de su vida en * El autor se refiere a la versi6n protestante del Padrenuestro, igual a la catélica pero afiadiendo al final la frase «Pues tuyo es el Reino, Tuyo el Poder y la Gloria». (N. del T.) 90 EL CAMINO POR RECORRER este momento. Después, escriba una oracién de varias frases de extensi6n que sirva de base para una comunicaci6n significativa con Dios. Divida la oracién en dos partes: la primera, dedicada a la ala- banza, la accién de gracias, la confianza y la fe, y la protecci6n, para utilizarla al principio de la meditacién; la segunda contendr peticio- nes personales, oraciones de perdén y peticiones para los demas, y se pronunciard después de haber sintonizado. LA MEDITACION: ESCUCHAR A DIOS A muchas personas a las que Edgar Cayce realiz6 lecturas se les incité en éstas a «entrar en el Santisimo que esta dentro del yo, donde se os ha prometido siempre que se reunird con vosotros vues- tro Sefior». (Ntim. 657-3.) Sea cual sea nuestro estado mental (de temor, confusién, duda o deseo), siempre podemos buscar a Dios dentro de nosotros mismos por medio de la meditacién. Muchos estudios cientificos han demostrado que la meditacién puede tener efectos benéficos, tanto fisiolégicos como psicoldégicos, en las personas de casi cualquier edad y circunstancias. Por ejemplo, las investigaciones sobre la meditaci6n entre personas de edad avan- zada dan a entender que algunos tipos de meditacién pueden aumen- tar la capacidad mental de las personas mayores, asi como aumentar su longevidad. Segiin un informe publicado en octubre de 1986 en la revista Monitor, 6rgano de la Asociacién Estadounidense de Psicdlo- gos, un estudio realizado a lo largo de tres afios sobre setenta y tres internados en residencias de ancianos (de ochenta y un afios de edad media) por los psicélogos Charles Alexander y Ellen Langer, de la Universidad de Harvard, demostr6 que la préctica regular de la medi- tacién trascendental (MT) no sélo mejoré el rendimiento de dichos residentes en diversos aspectos mentales y fisicos, sino que al pare- cer aumenté su longevidad. Estos resultados concuerdan con los de otros estudios anteriores publicados en 1982 en la revista Internatio- MEDITACION Y ORACION: COMUNICARSE DONDE IMPORTA 91 nal Journal of Neuroscience («Revista Internacional de Neurologia») por el neurofisidlogo Keith Wallace, que descubrid que los sujetos que habjan practicaron durante mucho tiempo la MT parecian ser mas jévenes, desde el punto de vista biolégico, que las que Ilevaban poco tiempo practicdndola, que a su vez parecfan mds jévenes que las que no la habian practicado nunca. Charles Alexander, en un informe sobre sus resultados presen- tado al Consejo Nacional de la Tercera Edad, manifesté su opinién de que la practica de un sistema de meditacién en la que se combi- ne la relajacién con un estado de atencién (como en el caso de la TM) puede aumentar la capacidad de las personas de edad: capaci- tarlos para depender menos de la ayuda externa, para participar en las tomas de decisiones, y, en tiltimo extremo, para controlar mejor sus propias vidas. En palabras de Alexander: «La transformacién directa del estado de la propia conciencia (por la practica regular de la meditacién) puede provocar un cambio mental y fisico que pro- voca, literalmente, Ja ampliacién de la vida humana y la mejora de su calidad.» En su libro Oh, to Be Fifty Again! («jOh, volver a tener cincuenta afios!»), Eda LeShan propone otros motivos para practicar la medita- cién y la oracién en la edad avanzada: EI valor de la introspeccién, de la meditacién o de la oracién, no slo estriba en que pueden ser utiles en el proceso del autodescubri- miento, sino en que, ademas, pueden ayudarnos a tener el valor nece- sario para ser innovadores en una época de nuestra vida cuando qui- zs nos estemos retirando del trabajo que llevamos realizande mucho tiempo, cuando es posible que necesitemos nuevos intereses y activi- dades que nos gratifiquen interiormente, y cuando es muy probable que tengamos que ingenidrnoslas muy bien para encontrar nuevas fuentes de ingresos. Y, mds adelante, LeShan afiade: La meditacién es necesaria para las personas mayores, como modo de cultivar la tarea especial de desarrollo que se les presenta; 92 EL CAMINO POR RECORRER para empezar a trasladar su centro de interés desde el mundo material hasta el mundo més amplio del espiritu humano. Al final del libro de Mark Thurston Inner Power of Silence: A Universal Way of Meditation («E] poder interior del silencio: Un método universal de meditacién») se encuentra un resumen de algu- nas de las investigaciones realizadas sobre los beneficios de la medi- tacion. Pero en ninguno de los estudios se analiza la contribuci6n a la meditacién de algtin componente espiritual: el concepto de orienta- cién hacia Dios, por ejemplo. Es posible que la ciencia jams llegue a desarrollar una tecnologia adecuada para realizar un estudio de este tipo. Potencia la orientaci6n espiritual de la meditacién los benefi- cios fisicos y mentales ya conocidos de dicha meditacién? Lo que es mas importante: ;Facilita la orientaci6n espiritual de la meditacién sus resultados de tipo espiritual (la mayor conciencia de ser un ser espiritual, la comprensién de los principios espirituales de nuestra vida, el acercamiento a la Unidad con Dios)? A partir de los resulta- dos de una investigacién sobre miembros de la Association for Rese- arch and Enlightenment (A.R.E., Asociaci6n para la Investigacién y la Iluminaci6én, organizacién fundada por Edgar Cayce en 1931), podemos decir sin miedo a equivocarnos que muchos meditadores con experiencia responderian afirmativamente a estas preguntas. Sean cuales sean las fuentes en que usted prefiera confiar (las lecturas de Cayce mismas, los resultados de los estudios cientificos, o las opiniones de los que practican la meditaci6n), todas recomien- dan la meditacion en la edad avanzada, aunque no se haya meditado nunca hasta entonces. Las lecturas de Cayce describen diferentes modos de meditacién para personas diferentes. Reconocen que la meditacién es una activi- dad personal, que debe ajustarse a la experiencia del individuo, a sus circunstancias de vida y a su estado de desarrollo espiritual. Cada persona «debe perfeccionar por voluntad propia el planteamiento que responda mejor para su yo a su necesidad interior». (nim. 2441-2.) Nadie puede decirnos con exactitud cémo debemos meditar —sigue diciendo Cayce—, del mismo modo que «nadie puede decir a otro cémo debe enamorarse» (Nim. 2441-2). ‘MEDITACION Y ORACION: COMUNICARSE DONDE IMPORTA 93 Las indicaciones que se presentan a continuaci6n son principios basicos deducidos a partir de muchas lecturas de Cayce sobre el tema de la meditacién. Los dividimos aqui en tres etapas: preparacién, sin- tonizacién y aplicacién. Primera etapa: La preparacién para la meditacién La preparacién para la meditacién es una versién mas elaborada de los preparativos que podemos hacer antes de mantener una comu- nicacién importante con otra persona: preparamos un marco y una actitud que nos permita concentrarnos en lo que hacemos, hablar con seriedad y con calma y escuchar lo que dice la otra persona sin dis- tracciones exteriores. Antes de entrar en la etapa de sintonizacién para la meditacién, usted deberd hacer varios preparativos fisicos y mentales. Busque una hora de cada jornada que pueda dedicar a la medita- cidn todos los dias. A muchos meditadores les resulta especialmente c6moda la primera hora del dia, en la que es mds diffcil que sean interrumpidos por otras actividades. E] hecho de levantarse a una hora fija para practicar la meditacién también puede ayudarle a man- tener un plan diario para otras actividades. Ademds, qué mejor momento para sintonizar con el universo que poco después de des- pertarse, antes de abordar los desaffos de la jornada? Pero usted elija cualquier hora adecuada dentro de su plan diario de actividades. Una mujer mayor, que es una de las personas con las que he hablado del tema, confirmaba con su experiencia la importancia que daba Cayce a la regularidad de la meditacién: «No dejes pasar un solo dfa...» Me dijo que, cuando permitia que otras actividades inte- rrumpieran su meditaciGn, tenfa mayor tendencia a sentirse descen- trada durante el dia. Sentfa, en esos casos, que no tenfa «ningiin apoyo», ninguna reserva de fuerza y de energia que la permitiera superar los desafios de la jornada. Muchas personas que meditan con regularidad comparten esta opinién. Cuando usted emprenda por primera vez la practica de la medita- ci6n, el periodo de meditacidn no tiene por qué ser superior a unos 94 EL CAMINO POR RECORRER pocos minutos. Es mejor dedicar a la meditaci6n cinco minutos al dia que dedicarle quince minutos‘dos 0 tres veces por semana. Y cuando sus meditaciones sean mas largas, es mejor meditar aunque sélo sean cinco minutos al dia cuando esté muy apurado de tiempo, que saltar- se la meditacion ese dia. La regularidad y la consistencia de la medi- taci6n parecen ser mds importantes que el total de minutos que se le dediquen. A mi, personalmente, me parece que entre quince y veinte minutos a primera hora de la mafiana es un periodo de meditacién comodo y util. Las lecturas de Cayce recomiendan purificar el cuerpo antes de meditar, recordando que nos estamos preparando para comunicarnos con Dios. A mf me parece que lavarme la cara y los dientes antes de meditar también me ayuda a despertarme mejor, lo que me permite estar mds atento durante la meditacion. Algunas de estas lecturas recomiendan también purificar la mente antes de la meditacidn, vaciarla de distracciones y de tensio- nes. La meditacién puede ser menos Util si tenemos la mente ocupa- da con otros intereses y problemas cuando nos sentamos a meditar. Es mas facil vaciar la mente cuando meditamos poco después de des- pertarnos que al final de una jornada llena de actividades y de encuentros. Un sistema ttil para despejar la mente es leer algtin texto elevador o de orientaci6n espiritual antes de meditar. Algunos medi- tadores leen sus pasajes favoritos de la Biblia; otros recurren a la poesfa inspirada o a textos espirituales. A muchas personas les viene bien ofr misica suave antes de meditar para vaciar sus mentes de pensamientos y hacerse mds receptivos a las experiencias no verba- les. Es una cuestién de preferencias y de experiencias individuales. Lo mejor para usted sera lo que le dé mejor resultado. En la tradicién occidental, lo mds normal es meditar sentados, aunque algunas personas meditan mejor echados en una cama 0 en el suelo. Pero como el hecho de echarse suele indicar al cuerpo que nos estamos preparando para dormir, puede resultarnos dificil acostum- brarnos a permanecer despiertos y atentos durante la meditacién en dicha postura. A otras personas les gusta meditar sentados en el suelo con las piernas cruzadas, en la posicién del loto, segén la tradicién oriental. Pero a la mayorfa de las personas mayores les parece que la MEDITACION ¥ ORACION: COMUNICARSE DONDE IMPORTA 95 mejor postura para la meditacién es sentados en una silla c6moda de tespaldo recto, en una posicién relajada pero erguida y atenta. Las manos pueden reposar suavemente en el regazo, tocandose, 0 las pal- mas pueden apoyarse en las piernas. Ensaye diversas posturas hasta encontrar una que le permita estar relajado pero atento. Quizas le interese seguir un método establecido para relajar todo su cuerpo, sobre todo mientras tenga poca experiencia en la medita- cin. Existen cintas en el mercado con instrucciones para relajar el cuerpo. Una técnica progresiva de relajacién que le puede resutar Util consiste en ir centrando la atencién sucesivamente sobre cada parte del cuerpo, partiendo normalmente de los pies. Concéntrese en rela- jar esa parte del cuerpo antes de pasar a la siguiente. Esta disciplina de relajaci6n tiene otra ventaja: exige un nivel dé concentracién sobre el cuerpo que nos ayuda a aislarnos de los pensamientos y de los ruidos que nos distraen. En muchas lecturas ajenas al tema de la meditacién, las lecturas de Cayce recomiendan un ejercicio sencillo de cabeza y cuello para mejorar la circulacién en esta regin. Son tantas las personas que han reconocido su utilidad como preparacién para la meditacién, que se ha Ilegado a considerar como parte del método de meditacién inspi- rado en Cayce. Es un ejercicio excelente para aliviar la tensidn y el dolor del cuello y de los hombros en cualquier momento, En resu- men, el ejercicio consta de seis movimientos de cabeza, cada uno de los cuales se realiza tres veces: Sentado con la espalda erguida, inclina la cabeza hacia delante por lo menos tres veces; después, déblala hacia atrés hasta donde Ile- gue, tres veces; a la derecha, tres veces; después a la izquierda, tres veces. Luego haz cfrculos con la cabeza y el cuello tres veces hacia la derecha, y a continuacién tres veces hacia la izquierda. Pero practica- Jo con constancia; no te limites a hacerlo alguna que otra vez. (Nim. 5404-1.) En una de las lecturas de Cayce, dirigida a una mujer de sesen- ta y cinco afios, se resumfa sucintamente toda esta etapa de prepa- racién: 96 EL CAMINO POR RECORRER Cualquier modo de limpieza que parezca necesaria, fisica, mental espiritual, practicala con constancia... Prepara tu mente y tu cuerpo como si fueras a encontrarte con tu Sefior y tu Maestro. Después, siéntante alerta, en momentos designados para ello. (Num. 1152-9.) Segunda etapa: Sintonizacién EI objetivo de la segunda etapa de meditaci6n es sintonizar con Dios, con las Fuerzas Creadoras infinitas representadas por Dios. Cuando intente esa sintonizacién, procure distanciarse del deseo de alcanzar algtin beneficio personal por medio de la meditacién. En esta etapa, todos sus actos deben estar dirigidos a orientarse hacia el Infinito, requisito previo para cualquier comunicacién ulterior. Empiece la etapa de sintonizacién con una primera oracién, silenciosa o pronunciada en voz alta. Son especialmente adecuadas en este momento las oraciones con afirmaciones de alabanza, de accion de gracias, de confianza y fe y de proteccién. (Las peticiones personales, las oraciones de perd6n y las peticiones para los dems se ofrecen durante la tercera etapa, cuando se ha completado la sintoni- zacién.) Una posibilidad alternativa es repetir el Padrenuestro en vez de una primera oracién propia. Después de Ja primera oraci6n, despeje la mente de distracciones y dirija su atencién hacia dentro, centrandose en una afirmacién; no sdlo en las palabras de la misma, sino en el sentimiento que esté detras de esas palabras. Las lecturas de Cayce suelen decir que es poco el avance espiritual que podemos alcanzar sin actuar de confor- midad con nuestro ideal; por eso, centrarnos en el ideal expresado en una afirmaci6n resulta especialmente util para la sintonizacién. Usted puede utilizar diversas afirmaciones, en funci6n de sus intereses con- cretos en esta época concreta de su vida. Otra manera de expresar la idea de centrarse en una afirmacién es sentir la esencia de la afirmacién, someter a ella todos sus pensa- mientos y demds sentimientos. Si la idea es consistente con su ideal, es la clave para la conexién con Dios y con su energfa. Deje que le ayude a vaciarse de todo pensamiento o tensién que le distraiga. MEDITACION Y ORACION: COMUNICARSE DONDE IMPORTA 97 Cuando advierta que est4 centrado con toda su mente y que se ha abandonado al sentimiento de la afirmaci6n, deje la afirmacién; no las cualidades que la afirmacién ha ayudado a generar, sino las pala- bras de la afirmacién. Mantenga las cualidades y los sentimientos elevadores generados por la afirmacién que ya ha asimilado. Para mantener la mente vacia y sin distraccién, puede resultarle Uitil la atencién a su propia respiracién. No intente controlar en nin- giin sentido su ritmo respiratorio. Es posible que se haga mis lento y que profundice mds en su abdomen mientras usted sigue en silencio, pero usted no debe intentar modificarlo de ninguna manera. Limitese a observarlo como centro de su atencién. Después de dejar la afirmacién, emprenda un periodo de silencio interior. La duracién de su periodo total de meditacién viene determi- nada en gran medida por la duracién de este silencio. Podrd ir alar- gando este periodo cuando aprenda a mantener la mente libre de pen- samientos que la distraen, y a mantener el cuerpo libre de sensacio- nes que lo distraen. El estado deseable de conciencia durante este silencio es de receptividad y de atencién, mientras sigue bafiado de las cualidades que representaba la afirmacién. Su atencién es fundamental en su acto de escucha a Dios, de orientacién de su conciencia hacia Dios. No quiero decir con esto que usted vaya a oir una voz que le habla, sino que existen una orien- taci6n y una energfa a su alcance después de tener lugar la orienta- cién al final del proceso de meditacién. No debe esperar ninguna reacci6n ni sensacién durante esta orientacién, aunque es posible que experimente algo. Por ejemplo, puede sentir un flujo de energia que palpita a través de su cuerpo, desde la parte inferior del tronco hasta la parte superior de la cabeza. Pero no mantenga ninguna expectativa de sensaciones o de experiencias concretas. Si se le presentan distracciones mentales o fisicas, vuelva a la afir- macién 0 a observar su respiracién. También puede serle necesario un cambio de postura fisica, sobre todo si usted es un meditador novel. Pero uno de los objetivos de su periodo de meditacién deberd ser el de permanecer quieto todo el tiempo que pueda durante su silencio. La duracion del periodo de silencio vendra regulada por su propia experiencia. En un momento determinado sentir4 que 98 EL CAMINO POR RECORRER empieza a salir del silencio de su conciencia. La vuelta de la acti- vidad mental viene acompafiada a veces de sentimientos emocio- nales de amor, de plenitud, de agradecimiento. Fomente estos sen- timientos y deje que Ilenen su mente y su cuerpo. No se apresure a emprender la etapa siguiente: disfrute de la satisfaccién de este momento. A muchas personas les parece que esta sensacién de estar centrados, relajados y controlados es el objetivo primordial de la meditaci6n. Tercera etapa: Aplicacién Llamamos aplicaci6n a esta tercera etapa porque queremos dar a entender que la meditacién no concluye al salir del silencio. Debe recordar dar una aplicacién a la sintonizacién que ha alcanzado, para comunicarse con Dios. Recordando que esté escuchando a Dios en meditacién, puede buscar orientacién y otras informaciones titiles en este momento, al completar la etapa de sintonizacién. Mientras sigue en estado de relajacion, disfrutando de la sensacién de sintonizacién, puede que le venga a la conciencia informacién relacionada con algiin interés personal, aunque no haya manifestado usted su duda en su primera oracién. En este momento puede elevar oraciones con solicitudes persona- les y de perdén. La informacién que busca puede Ilegarle en forma de palabras, de im4genes visuales o de sentimientos. La informacién puede no venirle en este momento, sino mas adelante, durante el dia incluso al cabo de varios dias. Es posible que no perciba ninguna respuesta. Eso puede deberse a que no recibe ningtin mensaje, o bien a que usted no reconoce el mensaje. Después de varias semanas y meses de prdctica de la meditacién, empezara a comprender la infor- macién y las sefiales que se reciban, y a distinguir la verdadera orien- tacién recibida de lo que no son mas que imaginaciones suyas fruto de la esperanza. En cualquier caso, puede seguir practicando la medi- tacidn sabiendo que, a fuerza de constancia, recibird la informacién o la ayuda que necesita. MEDITACION ¥ ORACION: COMUNICARSE DONDE IMPORTA 99 Segtin Cayce, la tiltima actividad de la sesién de meditacién es una de las mas importantes: la de servir de canal para ayudar a otros. Esto puede ser algo tan sencillo como pronunciar una oracién de peticién por los demis, tal como las describimos mas arriba al hablar de las oraciones. Usted no debe preocuparse de decir a Dios qué es lo que debe hacer para ayudar a otra persona; simplemente, debe identi- ficar a la persona por su nombre y pedir que sea bendecida o rodeada por el amor y la luz de Dios, por ejemplo, o bien pedir a Dios que haga «lo que sepa que es mejor para él». Estas peticiones para los demas pueden abarcar a todos los individuos que usted quiera incluir en ellas. La oracién puede terminar con una afirmacién de accién de gracias y de alabanza. A mi también me parece Util volver a expresar mi afirmacién, como recuerdo de mi centro de atencién actual. S6lo después de estas oraciones termina el periodo de medita- cién. Si usted no estd acostumbrado a permanecer sentado tanto tiempo sin moverse, o si padece alguna molestia fisica que podria agravarse por la falta de movimiento, quizds le venga bien practicar algunos estiramientos lentos y mover las piernas y el cuerpo antes de levantarse de la silla. Este periodo de preparacién para volver a moverse también le brinda una oportunidad para tomar notas sobre la experiencia 0 sobre cualquier informacién que recibiera al final de la meditacién. Segtin Cayce, la energia que se puede captar por medio de la meditacién puede ser aprovechada para la curacién fisica de uno mismo y de los demas. Como en todos los métodos terapéuticos, es preciso tomar precauciones y someterse a ciertas limitaciones. El lec- tor intereresado en el empleo de la meditacién para la curacién, mas alla de las indicaciones que hemos dado sobre el uso de la oracién, puede consultar el libro Healing Through Meditation & Prayer («La curacién por medio de la meditacién y de la oracién»), de Meredith Ann Puryear. Con la informacién que acabo de ofrecerle sobre la meditacién le bastard para practicarla por si mismo. Si desea conocer mds detalles sobre el proceso, asi como sobre la filosoffa de la meditaci6n a la luz de las lecturas de Cayce y de otras fuentes paralelas, los encontraré en el libro de Mark Thurston citado anteriormente, titulado The 100 EL CAMINO POR RECORRER Inner Power of Silence: A Universal Way of Meditation («El poder interior del silencio: Un método universal de meditacién»). ACTIVIDADES PERSONALES Ha llegado el momento de integrar los conceptos de afirmacién, de oracién y de meditacién, por medio de la aplicacién y de la practica. Si usted ya es un meditador experimentado, puede aprovechar este ejercicio para revisar sus actividades de meditacién y de ora- cién. {Le gustarfa experimentar con las indicaciones que acabo de ofrecerle? Si la meditacién es algo nuevo para usted, aplique a su medita- cién el planteamiento siguiente. Después, piense en aplicarlo a toda su vida diaria. Le advierto una cosa: jsi lo prueba, le gustara! Elija un momento y un lugar adecuados para un periodo de medi- tacién, teniendo en cuenta las indicaciones que expuse mas arriba. Busque un entorno donde las posibles distracciones sean minimas, y un momento en que disponga de hasta quince minutos sin prisas. Elija una silla que le permita sentarse c6modamente, con el cuerpo erguido y con los miisculos relajados en todo su cuerpo. Recuerde Ja afirmacion de su ideal y la oracién que preparé en los primeros ejercicios de este capitulo. Quizds le interese modificar- los o seleccionar sdlo algunas partes, teniendo en cuenta su posible inclusion en su periodo de meditacién. Téngalas a mano para poder leerlas, si es preciso, durante el periodo de meditacién. O bien utilice el Padrenuestro. Inmediatamente antes del momento elegido, haga lo que consi- dere necesario para purificar su cuerpo. Evite comer y beber antes de la meditacién; quiz4s le convenga también lavarse las manos y ja cara. Como recordatorio, al emprender la meditaci6n siga los pasos siguientes: MEDITACION Y ORACION: COMUNICARSE DONDE IMPORTA 101 Preparacion 1. Concédase un tiempo para sosegarse con miisica 0 con lec- turas que le ayuden a purificar su mente y a vaciarse de distracciones mentales. 2. Siéntase cémodamente en la silla elegida y relaje todo su cuerpo, desde los pies hasta la cabeza, manteniendo ergui- da la columna vertebral. 3. Utilice el ejercicio de cabeza y cuello para eliminar la tension y mejorar la circulacién en el cuello y en los hombros. Sintonizacion 4. Cuando se sienta relajado, inicie su comunicacién con Dios con su primera oraci6n. 5. Céntrese en la afirmacién de su ideal, repitiéndola y bus- cando el sentimiento que expresa. 6. Cuando haya captado ese sentimiento, deje las palabras de Ja afirmaci6n y sea consciente de su respiracién. 7. Déjese caer en el silencio interior, pero permanezca atento y receptivo, conservando el sentimiento de la afirmaci6n. 8. Permanezca en silencio varios minutos en esta calma inte- rior, Si advierte que se distrae, vuelva a centrarse en su afirmaci6n o en su respiraci6n. Aplicacién 9. Cuando salga del silencio, advierta cualquier orientacién o informacién que le pueda llegar. Repdsela mentalmente para poder recordarla mds tarde. 10. Eleve oraciones de peticién personal y de perdon. Escuche los mensajes de orientacién. 102 EL CAMINO POR RECORRER 11. Ore por los demas, eleve alabanzas y acciones de gracias, y repita su afirmacién. 12. Salga de la meditacién y anote todo lo que quiera recordar sobre la experiencia o sobre la informacién que recibié al final de la meditacién. Procure repetir esta experiencia a diario, aproximadamente a la misma hora, aumentando poco a poco el periodo de silencio interior. Al ir repitiendo el proceso, quizas le interese modificar algunos de sus detalles para ajustarlos a su propia experiencia y a sus necesida- des, dentro del marco de los principios generales aqui expuestos. CLAVES DE LA MEDITACION Y DE LA ORACION Se han publicado muchos libros y cursillos para ayudar a las per- sonas a comprender y a practicar la meditacién. Pero recuerde que usted debe dar forma a su propio proceso de meditacién: «Nadie puede decir a otro cémo debe enamorarse» (Num. 2441-2.) He aqui algunos puntos claves que le ayudarén a adaptar la meditaci6n y la oracién a su personalidad y a su individualidad propias, y a aceptar sus experiencias en la meditacién personal, sean cuales sean: La meditacién y la oracién deberdn convertirse en un habito. Con- tribuyen probablemente mas que cualquier otra practica espiri- tual a nuestra comprensi6n e iluminacién sobre nosotros mis- mos como seres espirituales; realizan una aportacién de pri- mer orden a la sabiduria que adquirimos con la edad. Para convertir la meditacién en un hdbito, preoctipese mas de su regularidad que de su duracién o de su forma. Intente desig- narle una hora fija en su plan de actividades diarias, para ir formando el hdbito. Y no la deje para una hora en que esté bajo de energia. MEDITACION ¥ ORACION: COMUNICARSE DONDE IMPORTA 103 Por otra parte, no permita que el hdbito se convierta en una rutina sin sentido. Las oraciones y las afirmaciones deben mantener- se actualizadas y lIlenas de significado. Modifiquelas periédi- camente para conservar su frescura. Recuerde que el propdsito del periodo de silencio interior es la sintonizacién, la orientacién hacia las Fuerzas Universales. No es el momento de hacer preguntas ni de buscar respuestas. Las preguntas pueden formularse después del silencio, y las res- puestas y las orientaciones pueden llegar entonces o mas tarde, como consecuencia de la meditacién. No espere ninguna sensacién o fenédmeno durante la meditacién. Pueden surgir, pero el hecho de que usted nunca perciba nada mas que silencio durante su meditacién no quiere decir que ésta sea imperfecta. Si no le parece que se esté comunicando con Dios (es decir, si le parece que sus preguntas no reciben respuesta, 0 que no recibe la ayuda que busca), advierta que esto puede deberse a muchos motivos, entre ellos los siguientes: La sintonizacién suele venir antes de la respuesta: la medita- cién pretende orientarlo hacia la Fuente Universal de infor- maci6n que es Dios; s6lo después de ello recibira usted las respuestas. Necesitar4 tiempo y prdctica con el proceso de sintonizacién antes de captar esa Fuente. Quizas deba formular de otro modo su peticién de ayuda o de informaci6n, o incluso replantedrsela. ;La ha formulado en términos demasiado generales? 40 demasiado concretos, qui- z4s? {En qué forma espera recibir la respuesta? Ensaye diver- sas formulaciones de su peticién en meditaciones sucesivas. Quizas no esté reconociendo la informaci6n o la respuesta. Una posible manera de simplificar la respuesta es formular la peticién de tal manera que se pueda responder con un sim- ple «si» o con un «no». Es més facil interpretar las sefiales o simbolos como favorables 0 desfavorables que interpretar la informacién que se ha pedido en preguntas del tipo «qué», «c6mo» Oo «por qué». 104 EL CAMINO POR RECORRER Una tltima sugerencia: Usted puede ampliar su experiencia en la meditaci6n realizdndola mds de una vez al dia si le parece necesario: cuando esté tenso, nervioso 0 alterado por algo; cuando padezca dolor o molestias; cuando necesite afirmacién 0 apoyo. Ajuste sus oraciones y sus afirmaciones a la situacién. Asi podré aplicar el gran poder sustentador de la meditacién y de la oracién en todos los aspectos de su vida. 5 LOS SUENOS: UNOS MENSAJES QUE NO DEBEMOS PASAR POR ALTO Todas las visiones y todos los suefos se otorgan para el bien del individuo, si es capaz de interpretarlos correctamen- te... Bienaventurado el que es capaz de decir que le han habla- do en un sueno o en una vision. Lectura de EDGAR CAYCE niimero 294-15 Tuve un suefio hace poco tiempo, y me desperté con la sensacién de que era significativo para mi. Este fue mi suefio: Estoy en la cocina preparando una comida. Dedico mucho tiem- po y cuidado a guisar un pollo de una manera especial: lo troceo, le afiado especias, preparo una salsa. Cuando termino, preparo muchos otros platos diferentes. Estoy tardando horas enteras, y disfruto a fondo con ello. Me doy cuenta de que cuando nos sentemos a la mesa daremos cuenta de todo en breves minutos, después de las muchas horas de trabajo. Pero eso no me importa, porque la prepara- cién de la comida ya es de suyo una labor muy satisfactoria. Dediqué algunos ratos a estudiar este suefio a lo largo de varios dias, y encontré en é1 mensajes para mi a cuatro niveles. El suefio tiene un mensaje literal, dado que yo preparo muchas de las comidas para los cuatro miembros de mi familia. Algunas veces tardo una 0 dos horas en preparar una comida que terminamos en veinte minutos. El suefio me recuerda que debo disfrutar del proceso de preparaci6n. 106 EL CAMINO POR RECORRER En realidad, este mensaje tan claro no fue el primero que me vino a la cabeza mientras estudiaba el suefio. Ahora estoy escribiendo este libro: una labor de muchos meses. A veces pienso en lo maravilloso que serd ver el libro terminado (la comida est4 preparada). Pero sea cual sea la alegrfa que reciba al ver terminado el libro, no podr4 com- pararse con los beneficios interiores que recibo al escribirlo. El suefio me ayuda a reconocer esos beneficios por el camino. A mis sesenta afios, estoy dejando de trabajar fuera del hogar para dedicarme a trabajar en casa; reparto mi tiempo entre mis res- ponsabilidades familiares y el trabajo de escribir. Al ir asumiendo cada vez més de las tareas relacionadas con el hogar y con el cuidado de dos miembros de la familia incapacitados, aprendo a encontrar alegria y satisfacci6n en estas actividades, y el suefio me lo recuerda. El suefio es Util a otro nivel mas, que quizds sea el mas importan- te de todos: desde hace varios afios, la comida ha aparecido en mis suefios con frecuencia como simbolo de alimento espiritual, de una fuente de energia y de desarrolo en mi avance hacia la Unidad con Dios. Cuando interpreto a través de esta 6ptica el trabajo de cocinero, el suefio contiene un mensaje todavia mds profundo para mf: «

También podría gustarte