En tanto no alcancemos nuestra autonomía de modo que no dependamos de
nada ni de nadie, seremos incapaces de entender el mundo con una visión propia y particular. La palabra 'autonomía' es de origen griego y está compuesta de dos términos, 'auto' y 'nomos', que significan que se trata de una organización o una ley establecidas independientemente de cualquier intervención exterior ajena a la propia voluntad. La autonomía es pues una conveniencia o una concordancia propia y particular con el mundo, al margen de influencias externas. En el terreno de la Educación, la Pedagogía de la Autonomía es un método de enseñanza que permite, tanto a maestros como a discípulos, libertar su interacción pedagógica y superar los obstáculos institucionales y las prácticas convencionales transmitidas desde hace siglos que imponen un saber inmutable, dirigido en sentido único desde un emisor (el maestro, dueño exclusivo del saber) a un receptor (el alumno, sujeto a la pasividad). Todavía existen docentes que, aún hayándonos en plena reforma de los sistemas educativos que favorecen precisamente la autonomía del acto pedagógico, se regocijan en su papel de emisores-reproductores del conocimiento de manera arcaica y obsoleta, según normas preestablecidas. Los dos actores, maestro y aprendiz, quedan atascados y fijados en esa práctica estéril. Por contra, los educadores audaces que han asimilado bien la Autonomía de la Pedagogía son capaces de alimentar los sueños de sus educandos y prepararlos para ser independientes e integrarse a la vida activa con optimismo y entusiasmo. La renovación de la Historia, el crecimiento social y la destrucción de los sistemas de opresión son el desenlace lógico de esta pedagogía liberadora. Educar para la autonomía crea las condiciones que permiten sobrepasar ese círculo vicioso que hace que en cada opresor haya un opreso que él mismo, en guisa de venganza no delarada, convierte en opresor, lo que garantizaría el mantenimiento de un estatut de poder y autoridad arbitraria. La Pedagogía de la Autonomía es un verdadero combate contra la reproducción de los opresos y de los opresores, para garantizar la formación de una generación impregnada de los valores de la libertad individual y colectiva, y por tanto capaces de construir una sociedad igualitaria en la que cada ciudadano tiene el derecho de vivir con total dignidad. Para terminar propondré una definición de la Autonomía de la Pedagogía que no es otra que la formación para la vida con el dominio de las competencias, es decir, el saber hacer y el saber estar que permita a cada joven construir su porvenir con plena confianza en sí mismo, y adaptarse a todas las situaciones, incluiso a las más imprevisibles, gracias a la experiencia adquirida y acumulada que hace que hasta las derrotas sean trampolines hacia el éxito. La editorial Paz y Tierra pone a nuestro alcance una de las obras del conocido educador brasileño, Paulo Freire. Decir su nombre es garantizar sapiencia y creatividad en teorías sobre la educación. Freire fue quizás el pensador más influyente en cuestiones educativas de finales del siglo XX, y uno de los más populares en asuntos relacionados con los educadores informales, con la necesidad del diálogo y con las reivindicaciones de los sectores menos favorecidos.
Con una vida dedicada a la educación (1921-1997), a Freire le bastó publicar su
Pedagogía del oprimido para situarse como uno de los intelectuales más citados en textos sobre educación en América Latina, África y Asia. Fue capaz de describir y de ensamblar cuerpos de ideas acerca de las prácticas educativas y sobre su vinculación con la liberación de los individuos. Ha sido tal su importancia que se le ha llegado a comparar con John Dewey, por el impacto de sus teorías sobre la educación informal y la educación popular.
En Pedagogía de la autonomía, Freire nos convoca a pensar acerca de lo que los
maestros deben saber, y de lo que deben hacer, en el proceso de la enseñanza y el aprendizaje, sobre todo cuando el énfasis está puesto en educar para lograr la igualdad, la transformación y la inclusión de todos los individuos en la sociedad. Freire no va a justificar el analfabetismo o la no asistencia a las escuelas por la irresponsabilidad de los padres o por el resultado de sus bajos ingresos, porque para él la educación y las posibilidades que ella brinda de mejoramiento de la humanidad son fundamentales en su concepción sobre la liberación de los individuos y su inclusión en las sociedades.
Nos ofrece un marco conceptual relacionado con la práctica de los profesionales
de la educación, quienes para este autor estarán comprometidos tanto con la enseñanza como con el aprendizaje. Articula un total de veinte "saberes" o principios a tener en cuenta, vinculados a tres capítulos principales, los cuales a su vez son los pilares conceptuales de esta obra: No hay enseñanza sin aprendizaje; enseñar no es transferir conocimientos; y el proceso de educar es sólo una empresa humana.
El primer principio entraña una profunda concepción de Freire, mediante la cual
nos conmina a pensar en la interacción entre educar y enseñar. Una no existe sin la otra, al tiempo que demandan del diálogo con y del respeto por el educando y por su concepción del mundo.
Freire señala que la educación basada en la interacción entre educar y aprender
requiere seguir los siguientes pasos: observa un rigor metodológico; desarrolla la investigación; respeto por el conocimiento particular de cada estudiante; ejercita el pensamiento crítico; respeta la ética y estética; haz lo que dices y arriésgate aceptando lo nuevo, al tiempo que rechazas cualquier forma de discriminación; reflexiona críticamente acerca de las prácticas educacionales; y asume tu identidad cultural. Freire condenó las ideas fatalistas mediante las cuales se acepta la inmovilidad ideológica, de que "la realidad es lo que es y qué podemos hacer ante eso". Ponderó la capacidad del educador de tomar decisiones que transformen las realidades de los estudiantes, de preconcebidas y desesperanzadas en esperanzadoras y llenas de posibilidades. Su aproximación a la educación se nutre de sus experiencias directas con los procesos de individuos en el camino de lograr su liberación personal: "hay que lograr la expulsión del opresor de dentro del oprimido", nos dirá.
Este libro entraña una tremenda contribución a la enseñanza como profesión
mayor. Debe ser lectura obligada de todo maestro en este mundo y en especial en América Latina y el Caribe, porque sin dudas aporta nuevas ideas acerca de las maneras más efectivas de formar a los educadores, y acerca de las reformas que todavía los sistemas de enseñanza deberán emprender, para hacerlos formadores reales de individuos imbricados en sus sociedades.
En la contratapa de esta edición pequeña, pero cuajada de ideas aleccionadoras,
aparecen unas palabras del teólogo brasileño Fray Betto, que merecen ser reproducidas en parte, porque reflejan el impacto de las enseñanzas de este maestro brasileño y el aprendizaje de sus discípulos: "A lo largo de las últimas cuatro décadas sus ‘alumnos’ fueron emergiendo de la esfera de la ingenuidad hacia la de la crítica, del dolor a la esperanza, de la resignación a la utopía (...) Por este nuevo Brasil, muchas gracias profesor Paulo Freire." http://www.revistafuturos.info/resenas/r… Pedagogía de la liberación y de la emancipación. En tanto no alcancemos nuestra autonomía de modo que no dependamos de nada ni de nadie, seremos incapaces de entender el mundo con una visión propia y particular. La palabra 'autonomía' es de origen griego y está compuesta de dos términos, 'auto' y 'nomos', que significan que se trata de una organización o una ley establecidas independientemente de cualquier intervención exterior ajena a la propia voluntad. La autonomía es pues una conveniencia o una concordancia propia y particular con el mundo, al margen de influencias externas. En el terreno de la Educación, la Pedagogía de la Autonomía es un método de enseñanza que permite, tanto a maestros como a discípulos, libertar su interacción pedagógica y superar los obstáculos institucionales y las prácticas convencionales transmitidas desde hace siglos que imponen un saber inmutable, dirigido en sentido único desde un emisor (el maestro, dueño exclusivo del saber) a un receptor (el alumno, sujeto a la pasividad). Todavía existen docentes que, aún hayándonos en plena reforma de los sistemas educativos que favorecen precisamente la autonomía del acto pedagógico, se regocijan en su papel de emisores-reproductores del conocimiento de manera arcaica y obsoleta, según normas preestablecidas. Los dos actores, maestro y aprendiz, quedan atascados y fijados en esa práctica estéril. Por contra, los educadores audaces que han asimilado bien la Autonomía de la Pedagogía son capaces de alimentar los sueños de sus educandos y prepararlos para ser independientes e integrarse a la vida activa con optimismo y entusiasmo. La renovación de la Historia, el crecimiento social y la destrucción de los sistemas de opresión son el desenlace lógico de esta pedagogía liberadora. Educar para la autonomía crea las condiciones que permiten sobrepasar ese círculo vicioso que hace que en cada opresor haya un opreso que él mismo, en guisa de venganza no delarada, convierte en opresor, lo que garantizaría el mantenimiento de un estatut de poder y autoridad arbitraria. La Pedagogía de la Autonomía es un verdadero combate contra la reproducción de los opresos y de los opresores, para garantizar la formación de una generación impregnada de los valores de la libertad individual y colectiva, y por tanto capaces de construir una sociedad igualitaria en la que cada ciudadano tiene el derecho de vivir con total dignidad. Para terminar propondré una definición de la Autonomía de la Pedagogía que no es otra que la formación para la vida con el dominio de las competencias, es decir, el saber hacer y el saber estar que permita a cada joven construir su porvenir con plena confianza en sí mismo, y adaptarse a todas las situaciones, incluiso a las más imprevisibles, gracias a la experiencia adquirida y acumulada que hace que hasta las derrotas sean trampolines hacia el éxito. Pedagogía de la Autonomía por educaweb